jueves, octubre 07, 2010

130. “Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; pero mejor es el pobre que el mentiroso.”


Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 19:22.
“Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; pero mejor es el pobre que el mentiroso.” Conozco personas en las cuales puedo confiar con los ojos cerrados. La vida me puso en contacto con personas cuya palabra vale mucho más que un contrato firmado. La Biblia se refiere a esas personas como hesed, que significa leal, veraz y misericordioso. ¿Qué tiene que ver la fidelidad con la misericordia? ¿Por qué ambas palabras se usan en hebreo como si fueran sinónimas? Desde el punto de vista divino, el respeto por la palabra dada, la fidelidad a aquello que tú dices, es una expresión de amor.

¿Es posible respetar la palabra empeñada sin tener el temor de Dios en el corazón? Sí, lo es; basta con ser una persona responsable. Pero con Dios las cosas no pueden ser apenas fruto del deber, sino del amor. El deber te lleva simplemente a ser un buen ciudadano, pero no te brinda felicidad. El amor funciona de manera diferente. Hace de ti una persona feliz y, en consecuencia, acabas siendo buen ciudadano. En el texto de hoy se contrasta al hombre fiel con el mentiroso. Salomón afirma que es mejor ser pobre que ser un hombre en quien nadie confía.

En los círculos de liderazgo y administración se habla mucho de credibilidad. Decir que tú crees en principios, es una cosa. Vivir esos principios, es algo diferente. Las personas no creen tanto en lo que tú dices, sino en lo que haces en relación a lo que dices. La persona que está llena del amor de Jesús querrá ver a otras personas felices y cumplirá con ellas la palabra empeñada. El resultado será la credibilidad. Las personas confiarán en ti, te amarán y te seguirán. Ahora tiene sentido el versículo "lo que torna agradable a un hombre es su misericordia", o su fidelidad.

Haz de este día un día, no solo de palabras, sino de acciones. Transforma valores en realizaciones, sueños en realidades, obstáculos en cambios de rumbo, riesgo en recompensa. Tú puedes, porque en esta lucha todo el poder de Dios está a tu disposición. Es solo ir a Jesús en actitud humilde y suplicarle que haga lo que tú no puedes hacer solo.

Comienza por tu casa, con tus hijos. ¿Les prometiste algo que no cumpliste? Los valores no se enseñan con palabras, se transmiten con el ejemplo. "Lo que hace agradable al hombre es su misericordia, el pobre es preferible al?mentiroso".

Alejandro Bullon

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