jueves, junio 17, 2010

40. “Porque grande es Jehová digno de suprema alabanza, temible sobre todos los dioses.”


¿Cómo estás? Mira lo que dice Sal 96:4. “Porque grande es Jehová digno de suprema alabanza, temible sobre todos los dioses.”

Tu actitud ante Dios y la manera como tú adoras, será proporcional al tamaño de tu Dios. El salmista contrasta en este salmo el Dios "grande..., digno de suprema alabanza", con los dioses creados por el ser humano.

Si tú te fabricaste tu propio dios, es lógico que en el momento de adorarlo tu preocupación sea solo tú y tus sentimientos. Por más que tú llames dios al objeto que tus manos o tu mente fabricaron, inconscientemente tú te sentirás superior a él. Ese tipo de dios está a tu servicio, pero el centro de tu adoración eres tú, no él. Es impresionante la cantidad de veces que los salmos enaltecen y destacan la grandiosidad de Dios. Parece que las enseñanzas de este libro se proyectasen directamente para los tiempos en que vivimos, donde, para muchos, Dios no es más que una simple "idea".

Me asombró una entrevista de un destacado profesor universitario que nació y creció en la iglesia. "Dios -dijo ante las cámaras de la televisión-, es una idea positiva. Si tuviese que dar hoy una educación a mis hijos, les enseñaría a confiar en Dios. No como el Dios que los cristianos enseñan. Sino solo como una idea positiva que hace mucho bien". Sabes por qué el ser humano llega a esa conclusión? Por causa del deseo de libertinaje, que confunde con libertad. "No quiero que un dios me esclavice". "Yo va superé esa etapa", dice, tratando de librarse de cualquier principio orientador que vaya contra su instinto.

El camino de la felicidad es establecido por un Dios "digno de ser alabado" y más temible que todos los otros dioses. Este temor no nace del miedo, y sí de la reverencia, del reconocimiento de que no soy una partícula independiente, perdida en el universo. Tengo un origen asegurado y un destino glorioso. Mi principio y mi fin se encuentran en el Dios eterno que un día me creó por amor. Por más que los desafíos que tú enfrentes hoy sean grandes. Por más que tú sientas que no tienes fuerzas para resistir las pruebas de la vida, no te desanimes ni desmayes. No desistas, "porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses".

Alejandro Bullón

miércoles, junio 16, 2010

39. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él y él hará.”


Sal. 37:5 dice: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él y él hará.” EL reloj digital del aeropuerto de Siberia indicaba 29 grados bajo cero. Hacía un frío de novela. Sin embargo, lo que me hacía temblar no era la madrugada helada de aquella ciudad rusa, sino la posibilidad de perder el vuelo. ¿Perdiste alguna vez un avión por cuestión de minutos? Es muy desagradable, y todavía más, en mi caso. Estaba con un estado febril, y los síntomas de la gripe evidenciaban un cuerpo cansado, después de una semana de intenso trabajo. Lo que más quería en aquel momento era volver a casa, pero todo salía mal. La posibilidad de perder el avión era cada vez más real. Eso me ponía nervioso y me hacía sentir más enfermo.

De repente, vino a mi mente el salmo de hoy: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”. Como bálsamo que trae alivio, las palabras del salmista trajeron a mi corazón ansioso la paz que necesitaba. Me di cuenta que me estaba ahogando en un vaso de agua. ¿Aquello era problema? Permanecer, en la peor de las hipótesis, 24 horas más en una ciudad que, aunque castigada por el clima, es el hogar de millones de seres humanos maravillosos, ¿era motivo para sentirme deprimido? Pero la vida es así. Perdemos la paciencia con facilidad. Complicamos las cosas. Sobrestimamos las dificultades. Nos destruimos innecesariamente.

Piensa en las luchas que tú tienes que enfrentar hoy. Pero no pienses tú solo. Trata de confiar en Dios. Después, piensa con calma. No dejes que tus sentimientos negativos te ofusquen el razonamiento. Luego, responde. Esa dificultad que estás enfrentando, ¿es motivo para sentirse tan mal, al punto de lastimar a las personas que te rodean? ¿Por qué no levantas los ojos y entregas tu camino al Señor?

El salmo dice: “El hará”. Eso no significa necesariamente que tú quedarás de brazos cruzados. Dios lo hará poniendo paz en tu corazón y dándote la capacidad de ver el problema desde otro ángulo. Entonces, tal vez percibas que el problema no es tan grande como parecía. ¿Y si fuere? Bueno, Dios es Dios. Es soberano y eterno. Es todopoderoso. No conoce imposibles. Si fue capaz de abrir paso a través del Mar Rojo, ¿no podría también abrir el mar de dificultades que está delante tuyo? Por tanto, “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”.

Alejandro Bullón

38. “El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.”


No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 10:12. “El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.”

El odio no es tan solo el deseo violento de querer que el otro muera. El odio se manifiesta de muchas formas diferentes. Murmuración, chismes, conclusiones equivocadas, mentiras calumniosas, historias falsas que manchan la reputación, son todos ropajes con los que se viste el odio.

Salomón, en el versículo de hoy, dice que "el odio despierta rencillas". Hace más. Abre heridas, rompe relaciones, construye muros de separación, destruye amistades, paraliza, desanima y mata. El odio tiene sus raíces en una amargura no curada, en la incapacidad de perdonar, en el resentimiento guardado. Lo peor de todo es que no hace tanto mal al odiado como a la persona que odia. El corazón del que odia es un depósito de veneno. Antes de salir para afuera, la sustancia letal corroe el propio depósito.

Ninguna persona sensata guarda odio en su corazón, porque estaría suicidándose. No tiene sentido. Es una locura. Irracionalidad. Hay un camino mejor para curar las heridas. Es el camino del amor. "El amor cubrirá todas las faltas", declara el versículo de hoy. Cubrir se deriva de la palabra hebrea kasah, que tiene el sentido de apagar el fuego hasta extinguirlo. Si tú tuvieras que apagar un incendio, ¿usarías agua o gasolina? El amor es agua. El odio es gasolina. Vengarse, empujado por el odio, te pone a ti en desventaja.

¿Cómo amar si alguien te hirió? ¿Cómo ver al enemigo impune, andando libremente por la calle sin que reciba "lo que merece"? ¿Es justo que alguien no pague por el mal que hizo? En toda venganza hay dos víctimas. Por eso, el odio es autodestructivo, y por eso Dios nos enseña que ése no es el camino que conduce a la felicidad.  A veces hay personas que vienen a buscarme angustiadas después de vengarse. "Debería sentirme feliz -dicen arrepentidas-, pero no lo estoy. Antes, por lo menos tenía la motivación de destruirlo. Ahora que conseguí lo que quería, me siento vacía y acabada".

Hoy, como todo nuevo día, es una nueva oportunidad para pensar y repensar. ¿A dónde estoy yendo? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuáles son mis motivaciones? ¿Cómo afecta esto a las personas que amo?Antes de salir para enfrentar los desafíos de hoy, recuerda que "el odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas".

Alejandro Bullón

37. “Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas.”


Hoy quiero meditar contigo en Sal. 63:1. “Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas.”

Este salmo lo escribió David mientras atravesaba el desierto de Judá, perseguido por su propio hijo Absalón y traicionado por Ahitofel, uno de sus consejeros más cercanos. El salmista estaba herido y triste, pero en medio de la tristeza hizo una declaración extraordinaria de fe: "Dios, Dios mío eres tú". La expresión "Dios mío" denota la profunda experiencia espiritual de alguien que en cierto momento soltó la mano poderosa de Dios y conoció las profundidades del pecado, pero que se levantó e hizo de su comunión con el Señor algo personal.

David no se contentaba con saber que Dios existía, quería que ese Dios fuese suyo. Spurgeon decía: "¿Pueden los ángeles entonar una canción más dulce que ésta?" Creo que no. No puede haber sentimiento más sublime que la paz que se apodera del corazón de quien hizo de Dios "su Dios". El versículo de hoy muestra cómo fue que el salmista llegó a tener esa experiencia. "Yo te busco ansiosamente. En la lengua original dice "de madrugada te buscaré", tal como aparece en muchas versiones de la Biblia. Si juntamos ambas expresiones, habremos encontrado el secreto de David, "buscar a Dios de mañana, con ansiedad". No es fácil, porque el ser humano prefiere la acción en lugar de la devoción.

Cuando tú sales corriendo, de mañana, para cumplir tus deberes diarios, sin haber pasado tiempo con Dios, puede ser que las cosas salgan como lo habías planeado, pero tendrás en un rincón del corazón, la sensación de que algo no está bien. Es la inconsciente nostalgia de Dios, la instintiva necesidad del alma. Mientras andaba por el desierto de Judá, el salmista contemplaba la tierra árida y sin vida. La falta de agua transformaba aquel lugar en tierra de chacales, víboras y escorpiones, tierra de muerte, ávida por una gota de agua. Aquel cuadro deprimente, impresionó el corazón de David, y dijo: "mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas".

Jesús es la fuente de agua que satisface la sed del corazón. El que bebe de esa agua, nunca más se sentirá vacío del alma. Por eso, di hoy como David: "Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas".

Alejandro Bullón

36. “Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.”


Mira lo que dice Prov. 6:2. “Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.”

Nunca digas algo que necesite ser explicado. Las palabras sabias son claras, cristalinas y verdaderas. La mentira es como una tela de araña. Cuanto más intentas salir de ella, más preso quedas. Cuanto más explicas, más complicas.

La palabra es una de las mayores bendiciones del ser humano. Es el mayor y mejor instrumento de comunicación. A través de ella tú puedes dar a conocer los sentimientos más nobles o más bajos. Con la palabra tú construyes, diseñas y escribes los cuadros más bellos. Con ella también traicionas, desfiguras y engañas. En el versículo de hoy, el sabio Salomón presenta la palabra como instrumento de opresión. Irónico como pueda parecer, la víctima es el mismo dueño de la palabra.

El otro día leí la noticia de un niño de dos años que murió asfixiado con una bolsa de plástico. Me duele solo imaginar a aquella criatura queriendo sacar la cabeza, desesperada, tratando de respirar, mientras el plástico penetraba cada vez más en sus narices. El proverbio de hoy transfiere esta situación a la persona que habla sin pensar. Se asfixia en sus propias palabras. Se enreda, queda presa. La persona que miente, lo hace porque se siente insegura. Finge ser lo que no es. Pinta cuadros irreales, describe situaciones ficticias. Esconde la verdad por miedo. En realidad, no se acepta tal como es.

Cuando Jesús le dijo a la samaritana: "Vé, llama a tu marido, y ven acá", recibió como respuesta: "No tengo marido". Mentira. Tenía marido. Pero Jesús crea un clima de amor y seguridad para que ella abra el corazón. "Bien has dicho", afirma el Maestro.* El mira dentro de ella, mira su mundo lleno de sombras, inseguridades y temores. Jesús está siempre dispuesto a encaminar a las personas por la senda de la verdad, porque ese es el único camino de libertad y paz.

A partir de aquel momento, la samaritana ya no necesitaba mentir. Estaba libre. Ya no era prisionera de sus mentiras, sus medias verdades o simplemente de sus silencios. Encontrar a Jesús es encontrar la seguridad y la libertad. La vida se hace cristalina y las palabras transparentes. Recuerda el consejo del sabio: "Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios".

* Juan 4:16-18.

Alejandro Bullón

35. “El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.”


Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 10:9. “El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.”

Vivimos en días de inseguridad. Hay violencia por todos lados. Tú sales de casa por la mañana y no estás seguro de volver a la anoche. Las empresas privadas de seguridad han crecido mucho en los últimos años. ¿Quién no desea protegerse?

En el versículo de hoy encontramos la receta divina para andar seguro. "El que camina en integridad -afirma el escritor bíblico- anda confiado". Integridad en hebreo tiene el significado de "estar completo". Si las flechas envenenadas estuviesen hiriendo a todo el mundo, tú estarás seguro si tu cuerpo está protegido en el refugio. No puede quedar nada de ti afuera. Ni la cabeza, ni los brazos, ni los pies. El refugio es tu seguridad.

Esta es la recomendación divina: Anda en los caminos del Señor con todo tu ser, de forma completa, con tu mente, con tu cuerpo y con tu alma. No te dividas, no te desintegres. Eso puede ser fatal. Lo contrario de la integridad, en la opinión de Salomón, es la perversidad. El diccionario define la perversión como corrupción o deterioro. Cuando una persona muere, su cuerpo entra en descomposición. Es un proceso lento. Segundo a segundo. Minuto a minuto. Día tras día, hasta que queda completamente podrido y con el tiempo, se transforma en polvo.

Ese es el futuro para el que no sigue con integridad los consejos divinos. El peligro que corremos no es lo que los hombres nos puedan hacer. No son las amenazas de la noche o del día, ni los flagelos o cataclismos de la naturaleza. El gran peligro es quedar con un pie dentro del refugio y otro afuera.

Pretender servir a dos señores es cruel. Ningún ser dividido tiene paz. Vive, pero está muerto. Desintegrándose. Deteriorándose en un proceso lento, doloroso e irreversible. ¿Hay esperanza para quien se auto infligió heridas psicológicas y emocionales, tratando de vivir una vida doble? Cuando Jesús estuvo en esta tierra encontró personas destruidas, como la samaritana, María Magdalena y Zaqueo, y los reconstruyó por dentro. Los hizo de nuevo. Los curó.

Hoy Jesús continúa dispuesto a hacer maravillas. Todo lo que hay que hacer es ir a él, y decirle: ¡Aquí estoy, Señor! Toma mi vida en tus manos. Lo hago de todo corazón, porque "el que camina en la integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado".

Alejandro Bullón

34. “Desde el cabo de la tierra clamaré a tí, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo.”


Sal. 61:2 dice: “Desde el cabo de la tierra clamaré a tí, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo.”

Hay momentos en que todo ser humano se siente lejos de Dios. La vida espiritual puede estar bien. No hay motivo aparente para sentirse derrotado, pero la sensación de un Dios distante, perturba el alma. Eso es fruto de la naturaleza pecaminosa que el ser humano lleva consigo aun después de la conversión. Ese tipo de sentimiento estará dentro de él hasta que llegue el día en que, finalmente, pueda ver cara a cara a Jesús. El salmo de hoy presenta una oración hecha de todo corazón. Las oraciones deben ser así. El formalismo es una barrera infranqueable para acercarse a Dios. Tú debes decirle a Dios en tu oración lo que estás sintiendo, y no solo lo que piensas que debes decirle.

Cuando tú oras de todo corazón, una de las primeras cosas que reconoces es cuan pequeño y finito eres, y cuan grande y poderoso es el Señor. Eso crea en ti el sentido de dependencia y no de insignificancia. Es un cristianismo enfermo el que lleva a la criatura a sentirse distante de Dios. David sentía que estaba en los confines del mundo, "en el cabo de la tierra". Pero la criatura desea sentirse cerca del Creador, y por eso suplica "llévame a la roca que es más alta que yo".

Las normas de la vida cristiana siempre estarán demasiado altas para el ser humano, sin embargo, es justamente la obediencia a esas normas lo que garantiza la felicidad en esta tierra. ¡Qué situación contradictoria! El salmista quiere llegar más cerca, pero siente que la roca está demasiado alta. ¿Qué hizo Dios para venir al encuentro del hombre? "El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros".* Refiriéndose al pueblo de Israel, Pablo afirma: "Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo".**

La palabra roca en el texto original es petra que quiere decir "roca", y no lithos que es una simple piedra suelta. Jesús es la Roca eterna y no es demasiado alta, en el sentido de inalcanzable. Él se hizo hombre y vino a este mundo para guiar tus pasos y ser tu refugio constante. Antes de salir para la lucha de la vida, di hoy en tu corazón; "Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo".

* Juan 1:14. **1 Cor. 10:9.

Alejandro Bullón

33. “Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos.”


No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 10:11. “Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos.”

Hablaba poco, y decía mucho. Era el profesor preferido. Casi no sonreía. Siempre serio y circunspecto, se movía despacio, lentamente, como si estudiase cada paso que iba a dar. Creo que hoy, yo subrayaría cada frase dicha por él. Mi profesor era una fuente de sabiduría. Años después lo encontré de nuevo. Estaba enfermo. Los años habían quebrantado su cuerpo, pero no habían afectado la sabiduría de sus palabras.

Al escribir el devocional de hoy, me acuerdo de mi viejo profesor. La boca del justo es un manantial de vida. El manantial es la fuente de las aguas. Será inagotable mientras recoja las gotas de lluvia que mojan la tierra. Si no llueve, el manantial se acaba. La abundancia de sus aguas es consecuencia de la lluvia que viene de arriba, por tanto, si el manantial tuviese vida estaría mirando siempre a los cielos, consciente de que ellos son el origen de sus aguas. Es una figura simple, pero profunda. Dios es la fuente de la verdadera sabiduría. Si tú lo buscas todos los días, tu vida se tornará una fuente inagotable. Tus palabras serán agua para el sediento que agoniza en el desierto de este mundo. Tú serás el oasis donde los peregrinos cansados se detendrán para recibir valor, palabras de ánimo y de consuelo. Por dondequiera que vayas serás un manantial de refrigerio y fortaleza.

A lo largo de la vida me he encontrado con personas como mi viejo profesor. Las aguas que bebí de esas fuentes me ayudaron a crecer, y abrieron mis ojos para ver el horizonte sin fin. Fueron instrumentos de Dios para mostrarme el camino. Bebe hoy de la fuente inagotable que es Jesús, recibe sus bendiciones para ser, a su vez, una bendición por donde vayas, en la jornada de este día. Una palabra tuya, dicha en el momento oportuno y de manera apropiada, puede cambiar el rumbo de muchas vidas.

Puede ser que el resultado no lo veas hoy, pero un día, quién sabe, alguien escriba acerca de ti lo que yo estoy escribiendo acerca de mi viejo profesor. Que hoy sea un día de victoria: "Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos".

Alejandro Bullón

domingo, junio 13, 2010

32. “Dad a Jehová la gloría debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.”


“Dad a Jehová la gloría debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.” Salmo 29: 2.
La alabanza es el instrumento divino para ayudarnos a enfrentar las tormentas de la vida. Los salmos nos muestran eso. La vida de David era una vida de persecución y lucha. Siempre, cuando se sentía abandonado, se preguntaba: "¿Por qué sucede esto conmigo?" Si el poeta Víctor Hugo viviese en los días de David, tal vez respondería: "los ojos no pueden ver bien a Dios, sino a través de lágrimas". Cuando todo anda bien damos por "entendido" que Dios está presente. Es necesario pasar por dificultades para ver al Señor como una realidad.

En el salmo de hoy, David alaba a Dios por la tormenta. La tempestad, el cielo oscuro, los relámpagos y los truenos, en vez de asustarlo, llevaron su espíritu a adorar. Es más, el salmista encontraba motivo para adorar a Dios en todo. En el Salmo 8, alaba por causa de la luna y las estrellas. En el Salmo 19, adora por causa del firmamento y, aquí en el Salmo 29, porque oye el ruido ensordecedor del trueno.

Una vida victoriosa necesita ser una vida de alabanza. La alabanza es la gratitud por la certeza de la existencia del sol, aunque sea de noche, o aunque la tormenta parezca dominar las circunstancias. En el versículo de hoy encontramos dos imperativos: Dar y adorar. Aunque parecidas, ambas palabras son similares, o tal vez diferentes, o complementarias. Una lleva a la otra.

Dar gloria es reconocer a Dios como Dios, y adorar es someterse a su voluntad. El es Dios y nosotros somos criaturas. El salmista, en un corto salmo, de apenas 11 versículos, reconoce a Dios como Señor 18 veces, y en 7 ocasiones menciona la "voz de Jehová". Su adoración no es solo palabras cargadas de emoción. Es la disposición de obedecer la "voz del Señor". Y cuando tú estás dispuesto a obedecer a Dios no tienes porqué temer delante de las tormentas de la vida. Jesús es tu piloto y llevará tu barco al puerto seguro.

¿Cuáles son los desafíos que tienes por delante hoy? ¿Te sientes pequeño ante las circunstancias? Reconoce a Dios como tu Dios. Acepta ser guiado por él y verás, más pronto de lo que piensas, el sol brillando Otra vez. Y no olvides: "Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad".

Alejandro Bullón

31. “El alma generosa será prosperada, y el que saciare, él también será saciado.”

¿Cómo estás? Mira lo que dice Prov. 11:25. “El alma generosa será prosperada, y el que saciare, él también será saciado.”

Nunca nadie pierde por ser bueno. Aquello que a primera vista puede parecer derrota, es victoria, si la consecuencia es haber extendido la mano a quien necesitaba de ayuda. Es verdad que vivimos en un mundo de traición e ingratitud. Muchas veces las personas pagan el bien con el mal, pero el principio bíblico continúa siendo el mismo. Más temprano o más tarde, si tú eres generoso, recibirás la recompensa de tu generosidad. Hoy, todo puede parecer derrota, pero si tienes paciencia, muy pronto, a la vuelta de la esquina, del otro lado de la curva —porque la vida es una carretera con muchas curvas—, tú encontrarás la recompensa de tu generosidad.

De acuerdo con la declaración de Salomón en el versículo de hoy, la prosperidad es la recompensa de las personas generosas. El sustantivo generosidad, en el original hebreo, proviene del verbo dússan, que literalmente significa "ser hecho gordo", en el sentido de recibir muchas bendiciones, riquezas, salud y dinero. Y, aunque todos esos beneficios son realidad en la vida de la persona generosa, la mayor bendición se menciona en la segunda parte del texto: "el que saciare, él también será saciado". La sed, en la Biblia, es usada como símbolo de los anhelos del corazón humano. La sed del alma no se mitiga con dinero o con cosas materiales. Hay en lo íntimo del ser un profundo e incomprensible deseo de estar bien con la vida en sí. El ser humano tarda en entender que ese deseo es el anhelo natural de estar en paz con Dios.

Una persona egoísta se torna el centro del universo. Busca todo para sí. No tiene la capacidad de mirar fuera de su pequeño mundo de ambiciones personales. Esa manera de ver la vida lo transforma en un remolino de traumas y complejos que no lo dejan ser feliz. Todas las aguas del mundo no son suficientes para calmar la sed de su corazón. Pero cuando la persona deja de beber ella sola, y se preocupa en dar de beber a otros, descubre que finalmente encontró lo que tanto buscaba. Lo que tú recibes es proporcional a lo que tú entregas.

Haz de este día un día de generosidad, no solo con las cosas que posees, sino también con tus sentimientos, "porque el alma generosa, será prosperada, y el que saciare, él también será saciado".

Alejandro Bullón

30. “Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres.”


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres.” Sal. 60:11.

En la parábola del hijo pródigo, después de haber despilfarrado todo, el hijo busca la ayuda de un hacendado rico que lo manda a cuidar puercos. Final triste para un judío. Los judíos no podían ni siquiera pasar cerca de un cerdo. La lección es que el socorro humano, por mejor que sea, es vano. Es un simple comprimido para el dolor de cabeza, cuando el problema es un tumor cerebral.

Esto no significa que debamos rechazar los recursos humanos. Los médicos, abogados, arquitectos y enfermeras son necesarios. La tecnología, los remedios y el dinero son útiles, pero deben verse como instrumentos de solución y no como la solución en sí. El ser humano se decepciona por depositar su confianza en las propias fuerzas, en vez de ponerlas en Dios. Eso sucede individual y colectivamente. Sucedió también con Israel. El pueblo de Israel se olvidó de Dios en los tiempos de bonanza. Creía que los buenos vientos nunca pasarían, que la cosecha siempre sería abundante y que el sol siempre brillaría.

Dios no discute cuando la criatura se apodera de la vida y vive como si el Creador no existiera. El Señor observa en silencio la insensatez humana. La vida se encarga de enseñarte que "vana es la ayuda de los hombres". Cuando el salmista escribió este salmo, Israel pasaba por uno de esos momentos. Las cosas no andaban bien. El salmista comienza diciendo: "Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; te has airado, ¡vuélvete a nosotros!"  ¿Abandona Dios al ser humano? ¡Nunca! Es el hombre el que abandona a Dios. Después sufre, llora y se lamenta. El peso de la incertidumbre se posesiona de su corazón. Todos sus esfuerzos son vanos. Tampoco podría, pues, por ventura, ¿no es polvo? ¿No fue tomado del polvo y al polvo volverá? ¿Puede alguien construir un edificio sólido con polvo?

El salmista aprendió esta lección al ver las tragedias de su pueblo. Todos necesitamos aprender. A veces con lágrimas, con gemidos, sin saber adonde ir ni qué hacer. Pero todos, más tarde o más temprano, necesitamos aprender a depender de Dios. Hoy, antes de salir de casa, dile a Jesús en tu corazón: "Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres".

Alejandro Bullón

sábado, junio 12, 2010

29. “Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón menospreciado.”


Mira! Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 12:8. “Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón menospreciado.”

La palabra traducida aquí como "sabiduría" o conocimiento, en el texto hebreo original es sékel, que significa literalmente inteligencia para resolver situaciones difíciles, como en el caso de Abigail, ante la insensatez de su esposo Nabal. Durante mucho tiempo los pastores de Nabal habían pastoreado sus ovejas en los campos de David, donde recibieron seguridad, protección y, muchas veces, comida. Ahora, David y sus hombres, andando por el desierto necesitaron alimento de Nabal -a quien la Biblia describe como "hombre perverso" e "insensato"—, pero él se negó a ayudar a aquel de quien siempre había recibido ayuda.

Esto encolerizó a David y tomando 400 hombres fue allá con el propósito de destruir al ingrato y malvado Nabal. La esposa de este hombre perverso, Abigail, al enterarse de la actitud insensata del marido, salió al encuentro de David, llevando comida en abundancia y consiguió apaciguar la ira del futuro rey de Israel. La Biblia describe a Abigail como una mujer de buen entendimiento, el mismo término que Salomón usa en el proverbio de hoy* La sabiduría es, entre otras cosas, la capacidad para simplificar la vida hacerla sencilla, ser capaz de evitar problemas y encontrar soluciones. El hombre que actúa de ese modo "será alabado", dice el texto, refiriéndose al resultado natural de vivir con sabiduría.

La mayoría de los problemas que enfrentamos podrían evitarse, especialmente en el terreno de las relaciones humanas. Las relaciones problemáticas desencadenan una vida problemática. Hay personas que son problemas ambulantes. Adonde van siempre "encuentran" problemas, ignorando que son ellas mismas las que crean las dificultades. ¿Cómo distinguir los asuntos de la vida que necesitan ser discutidos o evitados? ¿Cómo saber si vale o no la pena "pelear" por un punto de vista? La sabiduría es la única virtud que nos capacita para saber la diferencia. La sabiduría es un don que Dios concede a los que humildemente lo buscan, con el propósito de seguir sus consejos.

Haz de este día un día de sabias decisiones. Aprende a renunciar, a pedir perdón o a cambiar de rumbo si fuere necesario, porque "según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado".

* Cf. 1 Sam. 25:3.

A.Bullon

domingo, junio 06, 2010

28. “El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.”


Sal. 57:3 dice: “El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.” 

No es difícil romper las cadenas que esclavizan. No es imposible soltar los grillos que paralizan. Sabemos dónde está el problema y encontramos el remedio para ese tipo de opresión. Pero, ¿cómo luchar contra las cadenas que no vemos? ¿Cómo librarnos de los grillos que, disfrazados de complejos o traumas, paralizan las emociones?

La obra de liberación que el salmista menciona hoy es algo que no está bajo el control humano. "El enviará desde los cielos, y me salvará", dice él. La liberación divina abarca todas las áreas de la vida. Dios necesita librar al ser humano de las debilidades, de las intenciones torcidas del corazón pecaminoso, de la ignorancia, del prejuicio y de la rebeldía.

El salmista dice en el versículo 4: "Mi vida está entre leones". La mayoría de esos leones estaban dentro de él mismo, atormentándolo todo el tiempo. Los complejos impiden crecer. Sofocan, asfixian y nos llevan a cometer insensateces. David afirma que encontró ayuda procedente de los cielos. Ese auxilio llegó al afligido, en forma de "misericordia y verdad" o fidelidad, como también se traduce. Ambas cosas son atributos divinos que pueden encontrarse en la persona de Jesucristo.

Cuando el ser humano deja de huir y se deja encontrar por el Señor Jesús, los grillos que le impedían ser feliz son finalmente destruidos. David vivió esa experiencia de manera dramática. Este salmo fue escrito mientras el salmista se escondía de Saúl, en las cuevas. En aquella ocasión, Saúl estaba en las manos de David, cuyo corazón seguramente cargaba penas y heridas, porque estaba siendo perseguido injustamente. Si matase al rey enemigo, estaría "actuando en consecuencia", pero el gran enemigo del futuro rey de Israel no era Saúl, era él mismo. Necesitaba vencer sus traumas y las heridas que llevaba en el corazón.

De los cielos vino la ayuda en forma de misericordia y fidelidad para librarlo del veneno interior que su alma destilaba. Ese milagro puede también ocurrir en ti hoy, si clamas en tu corazón: "El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad".

Alejandro Bullón

27. “No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.”


¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 7:25. “No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.”

Los años que viví en la selva cumpliendo parte de mi ministerio, me enseñaron la importancia de no desviarme del camino. Muchas veces escogí caminos equivocados queriendo acortar distancias y siempre me salió mal. En la selva eso puede ser fatal.

La vida está llena de caminos. Seductores, mentirosos, falsos y engañadores. La insensatez aparece presentada en el libro de Proverbios como una mujer bonita que pretende llevarte al ansiado valle de la felicidad. El cebo que usa es el placer. No hay nada malo en el placer porque está relacionado con los sentidos y éstos fueron establecidos por el Creador. La felicidad incluye placer, pero el placer no siempre incluye la felicidad. La búsqueda del placer por el placer, es locura. El fin es perdición y muerte. La realidad, en verdad, es que vivimos en un mundo en que las personas confunden felicidad con placer.

El versículo de hoy contiene la advertencia divina sobre el peligro de desviarse. "No yerres en sus veredas", es decir, no andes perdido en sus caminos, refiriéndose a los caminos seductores de la necedad. No sé si tú estuviste perdido alguna vez. Un sentimiento de soledad y miedo se apodera del corazón. A medida que el tiempo pasa y el miedo aumenta, parece que tú quedas anestesiado. Ya nada importa. Caminas sin cuidado, no mides las consecuencias, y te acercas temerariamente al peligro.

Esta es la figura que el sabio describe en el versículo de hoy. Cada vez que el ser humano se desvía voluntariamente de los caminos de Dios, va cayendo imperceptiblemente en el terreno del cinismo. La conciencia ya no le duele más. La persona queda insensible y avanza en la senda de su autodestrucción. Vive con sabiduría. Revive tus sueños, lucha por las personas que amas, por los valores y principios que vienen del Señor, y camina victorioso en la conquista de tus ideales.

No salgas hoy para cumplir tu agenda sin tener la seguridad de que estás andando en los caminos de Dios. Aprende a desconfiar de tus "instintos" y a ser más obediente a los consejos divinos. "No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas".

Alejandro Bullón

26. “El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.”


¿Cómo estás? Mira lo que dice Prov. 12:10. “El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.”

¿Sabias tú que el carácter de una persona se puede medir por la manera como trata a los animales? "El justo —afirma Salomón— cuida de la vida de su bestia". En verdad, el justo está atento a la vida. Sabe que la vida es una expresión del amor de Dios. En el caso de los animales, es una vida dependiente.

Cuando Dios creó al ser humano, le dijo: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra".* El verbo dominar o "señorear", no significa solo subyugar con propósitos egoístas, sino cuidar y proteger. La vida humana es una vida inteligente y los animales son seres irracionales.

La manera como tratamos a los animales expresa de cierto modo la manera como tratamos la vida. Inclusive, como tratamos a los seres humanos que están bajo nuestra responsabilidad. Las personas no merecen solamente compasión. Merecen también justicia. Sé justo. "El justo cuida de la vida..." En el lado opuesto de la justicia está la injusticia, que termina siendo crueldad. El perverso es déspota, hasta cuando es compasivo. Mira de arriba a abajo. Como si por el hecho de precisar de ayuda, las personas fuesen humanas que él.

Si pudiésemos llevar al laboratorio los sentimientos del perverso, veríamos que la crueldad no pasa de ser un auto castigo inconsciente, por el desasosiego que su corazón siente. No es feliz. No sabe explicar por qué, pero siente que le falta algo y se culpa, por eso se maltrata a sí mismo realizando actos de crueldad para con los demás. Cree que eso aumentará el dolor que él inconscientemente cree que merece.

Si pudiera mirar en la otra dirección, se daría cuenta que ser feliz es simple. Que no tiene complicación alguna. Es apenas reconocerse criatura. Reconocer que existe un Dios. Seguir sus consejos y enfrentar las luchas de la ' con la certeza de que no está solo. Vive hoy una experiencia de amor y de justicia. Haz el bien a quien supuestamente necesita de ti, porque "el justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel".

*Gén. 1:28.

Alejandro Bullón

25. “Codicia el impío la red de los malvados; mas la raíz de los justos dará fruto.”


Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 12:12. “Codicia el impío la red de los malvados; mas la raíz de los justos dará fruto.”

La versión de la Biblia en portugués dice en forma más enfática: "El perverso quiere vivir de lo que cazan los malos, pero la raíz de los justos produce fruto". Para entender el mensaje de hoy es preciso recordar que en la Biblia, el hombre justo es aquel que busca compañerismo diario con Jesús y sigue sus consejos. Jesús es la persona Justicia. Separado de él nadie puede ser justo. Aquel que escoge sus propios caminos y vive sin tomar en cuenta los consejos divinos, es llamado perverso. Perversión es la distorsión del bien. La persona puede pensar que está siguiendo el bien y, no obstante, pervirtió el camino.

Según la declaración de Salomón, el perverso "quiere vivir de lo que los otros cazan". Es decir, ambiciona, desea, sueña con las cosas listas. No está dispuesto a pagar el precio, ignora que el éxito es un proceso, y no una meta. Tú eres feliz mientras creces, no porque ya llegaste allá. Ninguna victoria auténtica y prefabricada, ningún éxito real es el resultado de una fórmula mágica. El perverso prefiere seguir el camino fácil. Quiere la caza lista. De algún modo consigue dinero, confort, un buen auto y una buena casa. Si es posible comprar conciencias, es fácil pagar el precio.

El camino de los justos es diferente. El texto dice: "la raíz de los justos dará fruto". Planta hoy un retoño de naranjo y observa. Tarda en progresar: Desde que lo plantaste hasta que el naranjo produzca frutos, pasan más o menos cuatro años. Pero el fruto es dulce, porque es el resultado de un proceso natural. La vida es así. El justo espera. Las cosas buenas no acontecen de un día para el otro. Es necesario plantar, trabajar y esperar en Dios.

¿Cuál será tu actitud en este nuevo día? ¿Saldrás confiando en tu capacidad profesional y en tu habilidad para los negocios? O antes de salir, ¿pedirás la dirección divina y someterás a Dios todos tus proyectos?

Haz de este día un día de victoria, de justicia y de dependencia divina. No pierdas la fe, aunque tengas motivos de sobra para abandonar todo. Espera en el Señor, porque: "Codicia el impío la red de los malvados; pero la raíz de los justos dará fruto".

Alejandro Bullón

24. “Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él.”


Sal. 55:12 dice: “Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él.”

Absalón, el hijo rebelde de David, avanzaba con sus ejércitos en dirección ' *a Jerusalén. El rey amaba la ciudad y sabía que si se quedaba allí para enfrentar al enemigo, la ciudad de Jerusalén sería destruida. De modo que, guiado por el buen sentido, inició la retirada. "David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón".*

Ahitofel había sido hasta entonces miembro prominente del consejo real de David. El rey confiaba en él y su tristeza aumentó al sentirse traicionado por un amigo. Toda traición es dolorosa, y cuando el traidor es alguien en quien tú confías parece que el suelo tiembla bajo tus pies. No hay peores enemigos que aquellos que se fingen amigos. Porque ellos te conocen y saben cuáles son tus puntos frágiles. Observa la tristeza del rey: "Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios".**

Es asombroso saber que Ahitofel congregaba con David en la misma iglesia. También existen traidores en la iglesia, entre los que dicen ser cristianos. Asusta, pero es real. Hay personas que nunca permiten que el evangelio trabaje en su corazón, que viven un cristianismo teórico, de fachada, pero el corazón nunca fue convertido. El fin de Ahitofel fue triste. Acabó traicionándose a sí mismo. Se suicidó. La amistad es algo tan sagrado que el mismo Señor Jesucristo dice que es nuestro Amigo. Pero el traidor, por conveniencia, por envidia, o simplemente por maldad, pisa la tierra sagrada de la amistad para corromperla con la traición.

Si tú fuiste herido por la actitud desleal de un "amigo", pídele a Dios que te quite la amargura del corazón. Administra la traición con altruismo. Aprende a perdonar. Jesús aceptó que el traidor Judas participara de la última cena con él. No lo condenó. Dejó que la propia vida se encargase de cobrarle el precio de la traición.
2Sam. 15:30,31. "Sal 55:13, 14. 203

Alejandro Bullón

23. “Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.”


No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 7:2. “Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.”

La primera vez que visité Suiza, tenía apenas 19 años. Fui para participar de un congreso mundial de jóvenes. En aquella ocasión conocí la ciudad de Montreux, en la Suiza francesa. Me impresionó su paisaje deslumbrante, y nada más. Pero, un día leí que hoy Montreux llegó a ser una ciudad famosa por causa de la Clínica La Prairie, que afirma tener el poder de retardar el envejecimiento y que recibe a millonarios y gente famosa de todo el mundo. La verdad es que el ser humano haría cualquier cosa para prolongar la vida. Pagaría cualquier precio y recorrería cualquier distancia.

El proverbio de hoy presenta el secreto de una vida larga y feliz desde el punto de vista divino. "Guarda mis mandamientos y vivirás", dice. Al mencionar los mandamientos y la ley, Salomón no está hablando exclusivamente de los diez eternos principios presentados en Éxodo 20, sino que se refiere a la Torah, que contenía todas las enseñanzas del Pentateuco e incluía además leyes de higiene, alimentación y convivencia comunitaria.

Guardar, en el sentido pleno de la lengua hebrea, significa atesorar. David, usando la misma expresión, dice: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti".* Los principios establecidos por Dios deben ser conservados en el cofre del corazón y, a partir de ahí, inspirar todos los procedimientos de la vida. El ser humano que sigue estos principios tiene paz, porque tiene una conciencia tranquila, y tiene una vida larga porque el respeto a los consejos divinos le garantiza seguridad. No solo vive más, sino también mejor. Vive con calidad de vida.

La Clínica La Prairie, entre los diversos tratamientos antiarrugas, tiene una aplicación que consiste en el paso de una corriente eléctrica a través de electrodos de oro, sobre la piel del rostro. Un lujo de esos solo se lo pueden permitir las personas de mucho dinero. Tal vez tú nunca pases dos semanas en esta clínica, pero con seguridad puedes apoderarte del proverbio de hoy. Puedes abrir el corazón y hacer de él un cofre para atesorar las recomendaciones de Dios y andar en sus caminos. Los resultados están garantizados. La revista National Geographic en su edición de noviembre de 2005, afirma que las personas con esperanza y que siguen los principios bíblicos, tienen posibilidades de vivir más. Por eso, "guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos".

'Sal. 119:11.

Alejandro Bullón

22. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones [...] Nuestro refugio es el Dios de Jacob.”


Hoy quiero meditar contigo en Sal 46:10, 11 úp.
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones [...] Nuestro refugio es el Dios de Jacob.”

Este es un consejo difícil. ¿Quién es capaz de aquietarse cuando las cosas andan mal? Imagina un equipo de fútbol que está jugando por el título mundial. Faltan cinco minutos para el fin del partido y el equipo está perdiendo. ¿Tú piensas que la orden del entrenador será "calmaos"? ¿Cómo calmarse cuando se está desempleado, o cuando una creciente se acerca destruyendo todo lo que encuentra en su camino, o cuando tú acabas de descubrir que tu hijo tiene leucemia? Evidentemente, el "aquietarse" que el salmista menciona no tiene nada que ver con cruzar los brazos y no hacer nada, dormir descansadamente mientras las cosas están cayéndose a tu alrededor.

El Salmo 46, de donde extraje el versículo de hoy, es un salmo de confianza. El salmista comienza diciendo: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones". Percibe este pensamiento, que aparece muchas veces a lo largo de la Biblia. Dios nunca prometió que tú estarías libre de momentos difíciles. Su promesa es que en medio de las tribulaciones, él será tu "refugio" y "socorro en las tribulaciones". En este salmo se repite tres veces la idea de que "Dios está con nosotros". Por este motivo necesitamos tranquilizarnos. Mientras corremos de un lado a otro, tratando de resolver los problemas a nuestra manera, no nos queda tiempo para ver que "Dios está con nosotros". Que él es nuestro refugio, fortaleza y socorro.

El versículo de hoy es una invitación para separar tiempo para Dios, antes de salir corriendo por ahí. En esos momentos de meditación, a solas con el Creador, tú podrás conversar con él, leer sus promesas escritas en la Biblia, meditar en ellas y, entonces, te darás cuenta que no estás solo. "Dios está con nosotros" y, como dice Pablo: "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?"* "Estad quietos" ¿Para qué? Para conocer "que yo soy Dios". Y para "con-" templar las obras del Señor".**

Tú no necesitas desesperarte ante el drama que estás viviendo. Tranquilízate y conversa con Dios. Cuéntale todo lo que te está pasando. Dile que tú no tienes ni fuerzas ni recursos. Él está a tu lado listo para entregarte victorias, las victorias que él ya ganó para ti. "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones [...] Nuestro refugio es el Dios de Jacob".
*Rom. 8:31. ** Sal. 46:8.

Alejandro Bullón

21. “El camino del necio es derecho en su opinión; más el que obedece el consejo es sabio.”


Mira lo que dice Prov. 12:15. “El camino del necio es derecho en su opinión; más el que obedece el consejo es sabio.”

En el libro de Proverbios, el insensato o necio es el antónimo del sabio. Una persona sabia es aquella que vive en comunión diaria con la persona Sabiduría, que es Jesús. De sus horas de meditación en la Palabra de Dios proviene su capacidad de discernir el bien y el mal, y el poder para escoger y practicar el bien. El resultado es una vida feliz y productiva.

El insensato es todo lo contrario. Cree que la vida es suya, y que no necesita de nadie para ser feliz. Se cierra en sus propios conceptos, tiene su propia escala de valores y sus objetivos de vida muy particulares. Las personas a su alrededor saben que algo anda mal con él, porque vive golpeándose e hiriendo a los que lo rodean. No es feliz por más que proclame serlo. La búsqueda desesperada de su corazón por un poco de paz, lo lleva constantemente a tomar actitudes prepotentes, soberbias y a veces ridículas. Pero él no se da cuenta. "El camino del necio es derecho en su opinión", dice Salomón.

La característica que más se destaca en la vida del insensato aparece claramente descrita en la expresión "en su opinión". Cree que es el dueño de la verdad. Todo el mundo, a su entender, está equivocado. Sube a la montaña de su propia autosuficiencia y, desde allí, contempla a los otros como si fuesen corderitos pastando en el valle de la ignorancia.

Esta actitud hiere al insensato, porque el mundo no es una "isla". Nadie vive solo. Todos necesitamos de todos. No en el sentido de "usar" a las otras personas, sino de oírlas, de escucharlas. Muchas veces pueden venir ideas importantes, sabias, revolucionarias, hasta de una criatura de tres años. Oí decir a alguien que todos somos ángeles de una sola ala. Necesitamos al otro para volar.

Tú puedes encontrar al insensato, todos los días, en todos los lugares. En el hogar, en la empresa, en la tienda, en la calle, en el colegio. La gran pregunta es: "¿Soy uno de ellos?" ¿Cómo saberlo? ¡Es fácil! Antes de salir de casa pregúntate si ya buscaste el consejo de Dios hoy. Con Dios nadie discute. Ante él, no hay argumentos que valgan. Ante su Palabra tú tienes solamente dos caminos: humillarte y aceptar su consejo, o rechazarlo orgullosamente. Después de todo: "El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece el consejo es sabio".

Alejandro Bullón

20. “No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.”

Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.” Sal. 27:12.

Que hay enemigos ocultos a lo largo de la vida, no es una paranoia. Es una realidad. Quizá en este exacto momento, tú estás siendo víctima de las artimañas de tus enemigos. Nunca subestimes al enemigo, por insignificante que parezca. Creer que un enemigo pequeño no puede alcanzarte, es tan necio como creer que una chispa no puede causar un incendio.

La oración de David no es: "Que no me los encuentre en mi camino". Orar de esa manera, sería igual que pedirle a Dios que "no haya sol o lluvia". El sol y la lluvia son realidades de la vida y Dios "...hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos".* Mientras vivamos en este mundo, aun andando en los caminos de Dios, o quizá por causa de eso, tú encontrarás enemigos gratuitos, tratando de destruirte.

La palabra enemigo, en hebreo tsar, aparece 106 veces en el Antiguo Testamento y se refiere a los que "sienten hostilidad contra ti". El mismo David afirma: "Mis enemigos están vivos y fuertes, y se han aumentado los que me aborrecen sin causa".** En el salmo de hoy, David acepta la realidad de sus enemigos, pero le súplica a Dios que no lo deje caer en manos de ellos. La promesa divina no es que tú no tendrás enemigos, sino que ellos no prevalecerán.

¿Cómo actúan los enemigos? Usan la más venenosa de las flechas: La palabra. Tuercen la verdad, difaman, acusan, inventan falsos testimonios. El mejor remedio es una conciencia limpia, ante Dios y ante los hombres. Teme a tu enemigo solo cuando él comienza a tener razón. Entonces, para, reflexiona y, si es necesario, pide perdón y corrige el rumbo de tus actitudes. De esta forma es como los hijos de Dios lidian con las intrigas.
El salmista tenía la conciencia limpia, por eso dice para sí mismo: "Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera en Jehová".***

Parte hoy para la lucha de la vida con la confianza depositada en el Dios que nunca falla. Marcha con la cabeza levantada, mirando a los ojos de las personas. No tengas miedo. No huyas. No retrocedas. Tú tienes un objetivo. Ve y corre detrás de él. Pero ora como David: "No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad".
*Mat. 5:45. ** Sal. 38:19. *** Sal. 27:14.

Alejandro Bullón

19. “Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos.”


Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 6:5. “Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos.”

Si la presa supiera que el cazador quiere atraparla, nunca sería cazada. Si el pajarito intuyese que aquel muchacho quiere enjaularlo, huiría lejos. Pero el arma del cazador es la astucia. Con sutileza se aproxima. Llega cerca astutamente, y cuando la víctima se da cuenta del peligro, ya es tarde. La libertad acabó, muchas veces, hasta la vida.

¡Escápate! ¡Líbrate! Hay muchos cazadores de pajaritos espiando tu vida. Son los pequeños hábitos que se transforman en vicios, pensamientos negativos que se transforman en acciones, sentimientos enfermizos que se traducen en actos y que acaban destruyendo los valores, los ideales, y los sueños. Si tú pudieses identificarlos a primera vista, ciertamente huirías. Pero se acercan inadvertidamente. Tú no los ves como una amenaza. Llegan, ocupan un lugar en tu mente, se acomodan en tu corazón, se pegan a tu cuerpo y van chupando lentamente lo más precioso que hay en ti. Cuando tú te das cuenta, ya es tarde y todo está destruido. Perdiste la libertad. Ya no eres dueño de tu propia vida. Eres un esclavo de los sentimientos, las circunstancias y las situaciones irreversibles.

¿Cómo llega una persona a ser esclava de las drogas? ¿Cómo llega una pareja al divorcio? ¿Cómo se endeuda una persona? La respuesta es: Lentamente, paso a paso, día tras día.

Ninguna empresa quiebra de la noche a la mañana, ningún matrimonio se destruye en el lapso de una semana, ningún cáncer aparece en pocos días. Tú no ves los tumores, pero percibes los síntomas. Son detalles diarios que se van acumulando. Palabras, gestos aparentemente inocentes, que tú ignoras, a propósito o no.

Hoy tienes la oportunidad de revisar tus intenciones, palabras, pensamientos y sentimientos. Hoy todavía hay tiempo de pedir perdón, tiempo para reconocer que erraste, para decir "te amo". Hoy, todavía no perdiste la libertad. Puedes decidir para el bien o para el mal. ¿Por qué no escoger el camino del bien, de la humildad, de la renuncia, del amor? Mañana puede ser demasiado tarde. Por eso, no salgas a los desafíos de la vida, sin recordar el consejo divino: "Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos".

Alejandro Bullón

18. “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.”


Sal. 45:6 dice: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.”

El salmo de hoy es un salmo mesiánico. Habla de la persona y del poder del Mesías, de su gobierno y de su gloria eterna.

Tú sabes que todo es pasajero en esta vida. Todo comienza y todo termina. Todo, más tarde o más temprano, llega al fin. En el desierto de esta vida Dios provee muchos oasis para mitigar la sed. En las tormentas de nuestra existencia, él coloca muchos refugios para protegernos de las inclemencias, pero, nuestro destino final no está en este mundo. Todas las cosas buenas de esta vida tienen apenas la finalidad de hacer menos cansador nuestro viaje a través de las arenas ardientes, pero no proveen seguridad plena y satisfacción completa. Ningún oasis es permanente, porque no es un simple oasis lo que buscamos; lo que buscamos es a Aquel que un día dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba".*

El versículo de hoy habla del glorioso día en el cual finalmente el trono de Dios será establecido. Aquel día será el fin de nuestra peregrinación. Estaremos con Cristo en el hogar, ¡por fin! En aquel día beberemos del agua que él nos dará y nunca más tendemos sed. "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva [...] Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor".**

Pero el salmista añade que en aquel día el cetro del reino de Cristo será un cetro de equidad. Equidad es justicia. El gobierno sin fin de Jesús será un gobierno justo. En aquel día habrá personas que creerán que Jesús se equivocó. "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad".***

Habrá gente que creerá haber servido a Dios y, sin embargo, se perderá. Eso es doloroso. Pero será justo porque no es suficiente "creer" es preciso conocer la Palabra de Dios y con humildad ajustar la vida a sus enseñanzas. Hoy yo quiero pensar en mis actitudes y decisiones con relación a la Palabra de Dios. ¿Estoy siendo humilde para obedecerla o soberbio para cuestionarla? "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino".

"Juan 7:37. ** Apoc. 21:1, 4. *** Mat. 7:22, 23.

Alejandro Bullón

jueves, junio 03, 2010

17. “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos.”


¿Cómo te va ? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 16:28. “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos.”

La tragedia del cáncer es que la célula maligna no se queda quieta. Da la impresión de que tuviera vida propia, procura contaminar a las otras células con una rapidez extraordinaria. El hombre perverso es descrito en el texto de hoy como un cáncer. Es veloz y se esparce rápidamente, llevando destrucción y muerte por donde pasa.

El instrumento que usa es la lengua. Crea intrigas. Disfraza las verdades, inventa patrañas, contamina todo lo que toca. El perverso llega mansito, como quien no quiere nada. "¿Sabías que fulano...?", "No sé si lo debo decir, pero me parece que... ", "Este secreto es solo para ti, no se lo cuentes a nadie, porque si alguien me pregunta yo lo niego", "Tú no creerás que fulano... ".

Aparentemente, el perverso es siempre inocente. Solo enciende la mecha. La explosión es problema de la bomba. Él asegurará después: "nunca dije nada", "solo sugerí..." Pero por donde pasa va dejando amistades rotas, imágenes denigradas, nombres manchados, en fin, lodo, suciedad y maledicencia.

El libro de Proverbios repetidas veces habla del poder de la palabra. La persona sabia, que mantiene una relación diaria con Jesús, usará la palabra para construir y no para destruir. Las palabras edificantes valen mucho y cuestan poco. Las expresiones destructivas tienen un costo exorbitante a largo plazo. Actúan como un búmeran, siempre vuelven, y la propia persona es la perjudicada.

Siendo que el corazón es el manantial de los sentimientos y éstos se expresan en palabras, es preciso mantener la fuente siempre limpia y Jesús es la única persona que puede conseguir eso. La disciplina humana es una solución de fantasía. Es apenas tapar los pozos del camino con un poco de tierra. Con la primera lluvia que caiga, todo volverá a su estado original.

Busca nuevamente hoy a Jesús. Aprende a convivir con él. Las luchas de la vida no te atemorizarán, las nubes oscuras no te intimidarán. Tus enemigos pueden cercarte completamente, pero si tú estás con Jesús, siempre habrá una salida. El hombre sin Dios, tarde o temprano se sumerge en la perversidad, porque "el hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos".

Alejandro Bullón

16. “Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.”


Hola … : Hoy quiero meditar contigo en Sal. 27:5. “Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.”

Siempre hay un "día del mal", un día de la adversidad para cada uno de nosotros. Mientras vivamos en este mundo de dolor y tristeza, tarde o temprano, habrá un momento en que, literalmente, tú no sabrás qué hacer o adonde ir.

Debería tener unos 25 años cuando, por primera vez, entré en un torbellino que parecía no tener salida. Cuando era muchacho, corría a mis padres y ellos siempre estaban dispuestos a extenderme la mano, pero ya había crecido y me sentí solo nadando y nadando en un mar tempestuoso, sin avanzar un solo palmo. El corazón me dolía terriblemente. Miraba a todos lados en busca de socorro, pero nadie podía hacer nada por mí. Recién entonces me dirigí al templo. Me senté y quedé allí conversando con Dios, abriéndole mi corazón, llorando a sus pies.

No sé cuánto tiempo permanecí así, solo sé que al caer la tarde, las sombras de mi vida habían desaparecido. Una paz indecible inundó mi corazón. Mi miedo desapareció y salí de allí con fuerzas para enfrentar las dificultades que parecían destruirme. Hoy entiendo lo que David escribió. Aquella tarde, el Señor me ocultó en su pabellón, en lo recóndito de su tabernáculo me acogió y me elevó sobre una roca donde nadie podía alcanzarme.

Hay en el templo algo indefinible. Es la presencia de Dios. El templo es más que simplemente un conglomerado de ladrillos, cemento y madera. Es el propio corazón de Dios abierto. Son sus brazos dispuestos a perdonar, a abrazar y a confortar. Es su propia voz silenciosa consolando, animando y dando valor.

¿Dios puede hacer lo mismo en cualquier otro lugar? Sí, puede. Pero en su templo hay algo que las palabras humanas no pueden definir. Es preciso vivir 7 pasar por esa experiencia. Por eso, hoy, si estás experimentando los sinsabores de la vida, habla con Dios: "Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto".

Alejandro Bullón

15. “Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.”


¿Cómo estás? Mira lo que dice Prov. 13:11. “Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.”

En agosto de 2005, un grupo de ladrones cavó un túnel durante tres meses y se llevó 40 millones de
dólares, en moneda nacional, del Central en la ciudad de Fortaleza, Brasil. Algunas semanas después, el jefe de la banda fue secuestrado, torturado y muerto por desconocidos. Perdió el  dinero y perdió también la vida. El texto de hoy describe la fragilidad o la inutilidad del dinero ganado fácilmente.

Las personas sabias siguen un camino mejor, obedeciendo el consejo divino. El consejo de Dios hoy, en la Versión Internacional de la Biblia en ingles, dice: "Dinero deshonesto, vuela, pero aquel  que junta el dinero poco a poco lo hace crecer". Hay dos expresiones que deben ser consideradas: "Trabajo" y "poco a poco". El trabajo es uno de los pocos caminos honestos para conseguir dinero. Otros podrían ser la herencia o algún regalo ofrecido por amor. Pida a Dios fuerza, salud, iniciativa, diligencia y laboriosidad. El resultado de eso será el dinero. El trabajo es la mayor bendición otorgada por Dios al ser humano.

La expresión "poco a poco" es tal vez más difícil de comprenderse y aceptarse. La naturaleza humana es apurada e inmediatista. Quiere todo hoy, aquí y ahora. Tal vez por causa de la fugacidad  y la fragilidad de la propia vida y tal vez por la ansiedad atada al deseo de la realización  inmediata. No importa. La realidad es que no tenemos paciencia para esperar. La expresión “poco a  poco" no encaja en la vertiginosa manera de ver la vida.

Y, sin embargo, el plan divino para la criatura está determinado "poco a poco". Tú no creces de un día para el otro. No adelgazas como resultado de una fórmula mágica. No envejeces en un día, ni te  sanas en un minuto. Nada de eso acontece en una fracción de segundo. La vida y la naturaleza están  marcadas por el "poco a poco". Solo de este modo se construye una fortuna.

Señor, enséñame a ser paciente, a ver nacer y morir el sol todos los días. Ayúdame a vivir hoy, a cumplir mi misión ahora y a esperar que los resultados aparezcan naturalmente. Haz tuya esta  oración, porque "las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las  aumenta”

Alejandro Bullón

14. “Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.”


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.” Sal. 44:5.

No se sabe con precisión quién fue el autor de este salmo, ni en qué época fue escrito. Posiblemente haya sido en el tiempo de la invasión de los asirios y el autor haya sido el rey Ezequías. Una cosa es cierta, Israel estaba con los días contados. El enemigo no era imaginario. Era real y estaba próximo y el pueblo de Dios no sabía qué hacer, ni para dónde ir.

Todos los días tú y yo enfrentamos situaciones parecidas. Enemigos de todo tipo rodean nuestra vida. La enfermedad, el desempleo, el rechazo, la desintegración de la familia. En fin. No son enemigos imaginarios. Están realmente ahí, ante nosotros.

Ezequías sabía en quien depositar la confianza. Si tú lees los primeros versículos de este salmo, encontrarás varias veces el adjetivo posesivo tú. El autor está hablando de Dios: "...tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro". Él es el rey auxiliador y su nombre es poderoso". ¿Necesitas tener miedo estando escondido en las manos de un Dios así?  Pero nota también que el texto de hoy dice: "Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos". Ezequías no deja toda la responsabilidad de la victoria con Dios. Sabe que hay una participación humana. ¿Cuál es la responsabilidad de la criatura? Aceptar. Permitir que Dios opere en nosotros y a través de nosotros, sus grandes obras de victoria.

La mayor lucha que debemos vencer no es contra los enemigos externos. El mayor y más peligroso enemigo está dentro de nosotros mismos. Es la indómita criatura que no le gusta someterse al control divino. Preferimos luchar, agonizando, sangrando, y agotarnos, pero continuamos luchando hasta que caemos impotentes en algún rincón de la vida. Ezequías aprendió a confiar en Dios. No fue fácil para él. Nunca fue fácil Para nadie, pero, finalmente entendió que solo estaría perdido.

¿Quién se levantó contra ti? ¿Es hoy uno de esos días en que todo parece nebuloso en tu vida? ¿Abres la puerta de tu corazón y ves un ejército amenazador listo para derrotarte? ¡No temas! La Biblia es la historia de la liberación del hombre. La Biblia muestra a un Dios activo y dispuesto a intervenir en la vida de sus hijos, si estos se lo permiten. Por eso, repite hoy con convicción: por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos".

Alejandro Bullón

13. “Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.”


Mira… ! Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 6:11. “Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.”

Las cosas en el mundo de la Internet acontecen con una velocidad extraordinaria. Un site como el "Google" que comenzó apenas hace siete años, facturó en el año 2005 unos 6 mil millones de dólares. Es dinero que deja confuso a cualquier mortal. En un mundo cada vez más globalizado es imposible quedar parado. Permanecer en la inercia o moverse como si aun estuviéramos viviendo la euforia del descubrimiento de la rueda, puede ser fatal.

¿Cómo andar en carreta cuando existe un tren bala? ¿Cómo enviar los mensajes por barco si con un clic del ratón la noticia puede dar la vuelta al mundo? El proverbio de hoy tiene como propósito despertar a las personas que bajo el argumento de estar "esperando en el Señor", se quedan de brazos cruzados mientras la caravana de los vencedores avanza.

La pobreza y la necesidad no pueden nunca ser características del cristiano. La humildad y la sencillez, sí. La mediocridad y el conformismo, jamás. El trabajo es un don divino, dado al ser humano antes de la existencia del pecado. La ocupación sería una bendición. Una vida de ocio no tendría sentido. Después de la entrada del pecado, el trabajo pasó a ser un elemento terapéutico. Es verdad que el cansancio y la fatiga harían que la criatura huyera naturalmente del esfuerzo, pero el trabajo todavía continuaría siendo el mayor instrumento formativo y restaurador.

No hagas del trabajo apenas una herramienta para ganar dinero. Haz de él un acto de servicio. El dinero no satisface. El servicio realiza, y la consecuencia es el dinero. La persona que se entrega a una vida de inactividad verá que, tarde o temprano, la pobreza aparecerá en su vida como un ladrón, agazapada, lenta, pero inevitable. No hay cómo huir de esa realidad.

Haz de este día un día de realizaciones. El mundo gira y si tú no acompañas su movimiento, con certeza quedarás atrás. Dialoga con Jesús. Pon tus planes y proyectos en las manos de Aquel que no conoce la derrota y ve a la lucha. No te quedes parado, porque si lo haces "vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado".

Alejandro Bullón.

12. “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”


Sal. 27:1 dice: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”

Un día me llamó telefónicamente un empresario que atravesaba por un momento financiero difícil. Nada le salía bien. Desde el punto de vista humano había hecho todos los ajustes necesarios para sacar a su empresa de la quiebra, pero todo parecía inútil.

"Necesitaba pasar por esta prueba para saber que mi cristianismo y mi confianza en Dios no era pura teoría" -me dijo angustiado. "Confiar en Dios cuando la empresa crecía era fácil, pero hoy estoy a la puerta del quebranto financiero y comprendo que nunca fui un buen cristiano", terminó diciendo.

¿Ya experimentaste tú el desánimo en los momentos difíciles de la vida? ¿El verdadero cristiano nunca flaquea? ¿Su fe permanece inquebrantable en medio de la misma tormenta? Tal vez tú tengas que leer todo el Salmo 27. Escogí para el devocional solo un versículo. El salmista expresa en él toda su confianza en Dios. "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?" —pregunta. ¡Qué confianza!  Los primeros 6 versículos de este salmo son declaraciones extraordinarias de confianza en Dios. "Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado" -declara el salmista en el versículo 3.

Pero, de repente, en el versículo 7 acontece algo extraño. Toda aquella confianza desaparece. En la segunda mitad del salmo, encontramos a un David amedrentado. "Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme". ¿Qué pasó con toda la confianza de la primera parte? Nada. Estaba ahí, en el mismo lugar. Solo que el corazón del salmista es un corazón humano, como el tuyo y como el mío. Tan humano como el de Jesús en la cruz del Calvario, al preguntar a su Padre: "¿Por qué me abandonaste?"

El Padre no lo había abandonado. Así como no abandonó a David en medio de la tribulación y como no te abandonará nunca a ti, aunque tu corazón a veces, presionado por el dolor y el sufrimiento, sienta que Dios no se acuerda de ti. Por eso hoy, sea que todo ande bien a tu alrededor, o que la tormenta intimidatorio parezca que va a hundir tu embarcación, ora a Dios diciendo: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?"

Alejandro Bullón

11. “El hombre cuerdo encubre su saber; mas el corazón de los necios publica la necedad.”


¿Cómo te va… ? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 12:23. “El hombre cuerdo encubre su saber; mas el corazón de los necios publica la necedad.”

Hay un proverbio indio que dice: "No digas todo lo que sabes, porque quien dice todo lo que sabe, generalmente dice lo que no conviene". Las personas que saben mucho, no tratan de mostrar que saben. Son prudentes. Callan cuando es necesario y hablan en el tiempo oportuno. El sabio sabe lo que habla, porque sabe lo que piensa.

Las personas que hablan más de lo necesario tienen, frecuentemente, complejos que controlan sus palabras y actitudes. Precisan ser el centro de la atención y, en la mayoría de los casos, muestran que tienen dominio sobre temas que desconocen. En el silencio del corazón, esas personas sufren porque perciben la insensatez de "publicar la necedad", pero el deseo de "aparecer" es casi instintivo.

Un día, esa persona conoce valores éticos y entonces el dolor aumenta. Lucha para aplicar los conceptos aprendidos. Lucha consigo misma, contra sus complejos, los temores y los traumas que no logra identificar. Es una lucha injusta. Nadie vence a un enemigo oculto. Es una batalla cruel. La persona sufre la angustia de no vivir la teoría que conoce. Sabe porqué las cosas no funcionan en su vida, porqué su matrimonio anda mal, y porqué la relación con los hijos es pésima, trata, intenta, pero sus esfuerzos son inútiles.

La incoherencia de muchos libros de autoayuda consiste en que presentan una receta maravillosa. Pero no dicen cuáles son los verdaderos ingredientes para conseguirla. "Saca la energía que hay dentro de ti" —afirman. "Descubre tu potencial" -proclaman. Y cada vez que tú miras dentro de ti, en busca del famoso "potencial", solo encuentras un mundo difuso y sin forma de sombras que dan miedo.

El mejor libro de autoayuda que existe es la Biblia. No hay principios de "inteligencia emocional" que no estén registrados en el texto bíblico. La diferencia es que la Biblia te lleva a Jesús, que es la única persona capaz de poner orden en tu mundo interior.

Acude hoy a Jesús. La verdadera energía viene de lo alto, no de dentro. Y recuerda: "El hombre cuerdo encubre su saber; mas el corazón de los necios publica la necedad".

Alejandro Bullón

10. “Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.”


Hola … :Hoy quiero meditar contigo en Sal. 41:1. “Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.”

Este es el tercer salmo que comienza con la palabra bienaventurado. Los otros son el Salmo 1 y el 32. Bienaventurado quiere decir "feliz", "bendecido". ¿Quién no anhela ser feliz? Este salmo tiene una estrecha conexión con el salmo anterior, en el que el salmista termina diciendo: "Aunque afligido yo y necesitado". Después viene el versículo de hoy "Bienaventurado el que piensa en el pobre".

Evidentemente David está hablando de él mismo como necesitado. Pero David no era pobre en recursos materiales. Este salmo fue escrito durante la rebelión de Absalón, su hijo. En esa época, el salmista ya era rey de Israel. Un rey nunca pasa por necesidades materiales, por tanto, la promesa de hoy no es simplemente para el que da una limosna en la calle, u ofrece un plato de comida al hambriento.

La pobreza es carencia de algo, falta de algo. La pobreza comienza cuando las cosas se acaban. Una persona no es pobre solo porque vive en una casucha sencilla o porque viste ropa remendada. Una persona también es pobre cuando las fuerzas llegan al fin, cuando el cónyuge muere, o el hijo está en la cárcel, o cuando la alegría desaparece y la tempestad envuelve su vida.

La promesa de Dios hoy es para todos aquellos que son capaces de ver un corazón quebrantado, un alma herida, un ser desamparado, con hambre de paz o de consuelo, y están listos a extender la mano o a ofrecer una palabra de consuelo. A estos dice: "En el día malo lo librará Jehová". Observa bien la promesa. El Señor no dice que los librará del mal, sino "en el día malo".

Cuando tú preguntas por qué sufres si andas en los caminos del Señor y haces su voluntad, estás reclamando de Dios una promesa que él nunca te hizo. "El día malo", o día del mal, siempre tocará la vida de los hijos de Dios en esta tierra. Tarde o temprano, siempre tendremos una lágrima que derramar, pero si tú extendiste la mano para ayudar y confortar al pobre y al necesitado en el "día malo" de ellos, Dios con certeza extenderá su mano para sacarte de las dificultades cuando la prueba llegue a tu vida.

Por eso, a lo largo de este día, pídele a Dios que abra tus ojos para ver a un necesitado y socorrerlo, porque "Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová".

Alejandro Bullón

09. “Por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado”.


¿Cómo estás … ? Mira lo que dice Prov. 7:15. “Por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado”.

A lo largo de casi cuatro décadas he viajado por muchos países y he hablado del amor de Jesús a multitudes, en estadios, teatros, plazas públicas y en los más diversos y extraños tipos de auditorios. En cierta ocasión hablé en la playa de Camboriú, en la ciudad de Victoria, Brasil. Miles de personas sentadas en sillas de playa o de pie, oían los mensajes de esperanza extraídos de la Biblia. En esa ocasión el Señor alcanzó a Erico. Semi drogado, andaba dando vueltas por la playa cuando se encontró con el mensaje de Dios. Los himnos cantados enternecieron su corazón y en la penumbra de su mente embotada por la droga, brilló la esperanza de regeneración y libertad.

Conocí a Erico años después. Sus ojos brillaban de emoción cuando me contó que aquella noche había salido de casa al encuentro de amigos y de más droga y que, sin embargo, encontró a Jesús. Aunque muchos, al igual que Erico, creen que un día encontraron a Jesús, la verdad es que fue Jesús el que los encontró a ellos, porque fue él quien los buscó. Erico salió aquella noche para buscar drogas, pero no sabía que un día Jesús saldría de los cielos para buscar a Erico.

El ser humano, por naturaleza, solo busca aquello que lo hace sufrir. Somos extrañamente incoherentes. El dolor nos aterroriza y, sin embargo, lo buscamos. Queremos desesperadamente alcanzar la felicidad, pero huimos de ella siguiendo nuestros propios caminos. Nada nos sale bien, pero insistimos, hasta que un día caemos, agotados, sin saber adonde ir ni qué hacer. El otro día vi a un bebé de ocho meses chupando limón. Lo chupaba y después ponía cara fea y lloraba, pero continuaba buscando el limón.

Si dependiera de nosotros, pasaríamos la vida buscando lo que nos destruye, deambulando en las sombras de la noche por las playas de la vida, sin horizontes. Si dependiera de la búsqueda loca de nuestro corazón, encontraríamos solamente frustración y vacío, pero gracias a Dios que un día el Señor Jesucristo dejó todo y vino a buscarnos. El versículo de hoy expresa la más bella declaración de amor que el ser humano jamás podría oír. Lleva esa declaración contigo hoy: "Por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado".

Alejandro Bullón

08. “La memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos se pudrirá.”

Mira… ! Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Prov. 10:7. “La memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos se pudrirá.”
Una de las características de los proverbios es el uso de la antítesis. A través de ella el autor enseña una lección por contraste. Se presentan dos caminos, dos situaciones o dos destinos e, implícitamente, se deja la elección con el lector.

En el versículo de hoy se habla del justo y del impío. ¿Qué sucederá con la memoria del perverso? El impío no toma en cuenta a Dios en sus decisiones y cuando muere "se pudrirá", afirma el texto.

¿Te atreverías tú a ponerle a tu hijo el nombre de Judas, Nerón o Hitler? Pero tú encuentras perros con esos nombres. Esto muestra que los impíos no son olvidados. Son recordados, pero con pena, con dolor, con tristeza, y a veces con amargura y rabia.

En la vida, esas personas tuvieron todo lo que el ser humano aparentemente necesita para ser feliz: fama, riqueza, placer y poder. ¿Valió la pena? Quizás, sí. Desde el punto de vista humano, tal vez. Pero, ¿eso es todo? ¿La vida es apenas eso?  Multitudes corren atrás de las luces fascinantes de esta vida. Gloria, fama, riqueza y poder parecen tornarse las cosas más importantes, mientras que las personas amadas quedan al lado del camino, esperando una palabra de amor, un gesto de cariño, o un poco de tiempo para sentirse importantes. La vida pasa. Cuando tú menos te das cuenta, la primavera y el verano ya se fueron, el invierno llegó y tú estás solo, lleno de dinero, poder y fama, tal vez, pero irremediablemente solo.

En contraste, "la memoria del justo será bendita". ¿Por ventura, no se cuentan hasta hoy las historias de José, Daniel, Isaac y otros héroes de la fe? Necesito revisar todos los días los valores que me inspiran, necesito repensar mis motivaciones. ¿Cuánto vale la confianza de un hijo, la comprensión de la esposa o la sonrisa de un nieto? ¿Cuánto vale el mirar agradecido de alguien a quien le ofrecí un poco de mi tiempo?

¿Estás viviendo y trabajando solo para esta vida o también para la eternidad? Analiza esto, porque "la memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos se pudrirá".

Alejandro Bullón