jueves, octubre 19, 2017

215. LAS CONVERSACIONES FRÍVOLAS


Vete de delante del hombre necio, 
porque en él no hallarás labios de ciencia. Prov. 14:7. 

Puede parecer que muchos de los consejos de Salomón están guiados por el prejuicio. Da la impresión de que los sabios deberían mirar a los insensatos como si tuvieran una enfermedad contagiosa y pasar lejos de ellos. El versículo de hoy podría ser visto de ese modo. "Vete de delante del hombre necio", afirma Salomón. 

El hombre o la mujer que sigue los consejos divinos no puede vivir como una isla, ni como un ermitaño, ni formar parte de un grupo exclusivista. Jesús dijo: "Vosotros sois la sal de la tierra".*Mat. 5:13. La sal tiene que mezclarse con los alimentos que la rodean para dar sabor. No puede cumplir su misión si queda guardada en la alacena. 

Por tanto, encontramos aquí una aparente contradicción bíblica. Jesús afirma una cosa, mientras que Salomón parece afirmar otra. ¿Es así? No. Jesús está hablando de la misión, mientras que Salomón está hablando de la preparación para el cumplimiento de la misión. En otra ocasión, Jesús le pidió a su Padre, refiriéndose a nosotros: "No te pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal". **Juan 17:15. 

Esta declaración de Jesús explica la aparente contradicción. Necesitamos vivir entre las personas, necesitamos amarlas y ser compañeros de ellas en todos los momentos y circunstancias del diario vivir, pero eso no significa que tenemos que participar de las actividades donde se dicen o hacen cosas que no edifican. 

 El consejo del sabio hoy, en un lenguaje sencillo, es: Mantente lejos de las personas que comienzan a hablar tonterías, porque en reuniones de esa naturaleza tú no tienes nada para aprender. El tiempo es un don valioso. Un día tendremos que dar cuenta de la manera como lo usamos. Si tú contabilizaras las horas que se desperdician en conversaciones que no edifican o que pueden, incluso, destruir tus valores, verías que una lata vacía hace mucho ruido, pero que lamentablemente no contribuye para nada. Huye de conversaciones de ese tipo. 

Una persona sabia usa el tiempo para construir, no para destruir. Haz de este día un día de atención hacia los demás. Las personas no están interesadas en saber quién eres tú o cuánto sabes, a no ser que tú te preocupes por ellas. Y solo conseguirás eso si tienes el amor de Cristo en tu corazón. Ten un feliz día, y no olvides el consejo: "Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de ciencia". 
Alejandro Bullón

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