martes, noviembre 27, 2018

PROPHETIC SERMONS WITH STEPHEN BORH

I.- HEBREW RELIGIOUS CALENDAR WITH STEPHEN BOHR 
“A Tour of Messiah's House Part 1” “A Tour of Messiah's House Part 2” “The Sanctuary Sequence In Revelation Continues” “The Messiah's Calendar Continues” “Introductory Remarks on the Feasts” “The Historical Passover” “Passover: The Announcement” “The High Sabbath and Unleavened Bread” “The Feast of First Fruits” “The Three Days and Three Nights” “The Feast of Pentecost Part 1” “The Feast of Pentecost Part 2” “The Lord Is Our Rock” “Chain of Command” “The Feast of Trumpets” “The Day of Atonement” “Living in the Day of Atonement” “The Feast of Tabernacles” “The Feast of Dedication and Messiah's Birth” “Must We Keep the Feasts?” “Anchor Shadows of Things to Come continues” “The Sabbath and the Feasts” “The Lunisolar Deception” Climate Change Is It Real? 

 II.- THE BIBLE OR TRADITION WITH STEPHEN BOHR 
“The Eyes of Wisdom” “The Jewish View of Tradition” “Tradition vs Scripture: A Case Study in Mark 7” “Jesus & Theological Conflict” “The Roman Catholic View of Tradition, Part 1” “The Roman Catholic View of Tradition, Part 2” “Sabbath Controversies & Tradition” “Sunday's Shaky Foundation” “The Acid Test” “Word of God or Traditions of Man” 

 III.- SECRETS UNSEALED ANCHOR SCHOOL OF THEOLOGY WITH STEPHEN BOHR. 
30 Prophetic Themes. 

 IV.- VARIOUS PROPHETIC THEMES WITH STEPHEN BOHR.
It is your duty and right to know God's will for your life. 

domingo, noviembre 25, 2018

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN VIII. LOS VERDADEROS MOTIVOS DE LA DADIVOSIDAD ACEPTABLE.


39. EL MOTIVO VERDADERO EN TODO SERVICIO. 
En los tiempos de Cristo los fariseos procuraban constantemente ganar el favor del cielo para disfrutar de prosperidad y honores mundanos, que para ellos constituían la recompensa de la virtud. Al mismo tiempo hacían alarde de sus actos de caridad para atraer la atención del público y ganar así renombre de santidad. Jesús censuró esta ostentación, declarando que Dios no reconoce un servicio tal, y que la adulación y admiración populares que ellos buscaban con tanta avidez eran la única recompensa que recibirían. "Cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Con estas palabras, Jesús no quiso enseñar que los actos benévolos deben guardarse siempre en secreto. El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, no ocultó el sacrificio personal de los generosos cristianos de Macedonia, sino que se refirió a la gracia que Cristo había manifestado en ellos, y así otros se sintieron movidos por el mismo espíritu. Escribió también a la iglesia de Corinto: "Vuestro ejemplo ha estimulado a muchos" . 

Las propias palabras de Cristo expresan claramente lo que quería decir, a saber, que en la realización de actos de caridad no se deben buscar las alabanzas ni los honores de los hombres. La piedad verdadera no impulsa a la ostentación. Los que desean palabras de alabanza y adulación, y las saborean como delicioso manjar, son meramente cristianos de nombre. 206 Por sus obras buenas, los seguidores de Cristo deben dar gloria, no a sí mismos, sino al que les ha dado gracia y poder para obrar. Toda obra buena se cumple solamente por el Espíritu Santo, y éste es dado para glorificar, no al que lo recibe, sino al Dador. Cuando la luz de Cristo brille en el alma, los labios pronunciarán alabanzas y agradecimiento a Dios. Nuestras oraciones, nuestro cumplimiento del deber, nuestra benevolencia, nuestro sacrificio personal, no serán el tema de nuestros pensamientos ni de nuestra conversación. Jesús será magnificado, el yo se esconderá y se verá que Cristo reina supremo en nuestra vida. Hemos de dar sinceramente, mas no con el fin de alardear de nuestras buenas acciones, sino por amor y simpatía hacia los que sufren. La sinceridad del propósito y la bondad genuina del corazón son los motivos apreciados por el cielo. Dios considera más preciosa que el oro de Ofir el alma que lo ama sinceramente y de todo corazón. No hemos de pensar en el galardón, sino en el servicio.-DMJ 69-71.

 SE ANOTA EL MOTIVO POR EL QUE SE DA 
Se me mostró que el ángel registrador anota fielmente lo que se relaciona con cada ofrenda dedicada a Dios y colocada en la tesorería y también registra el resultado final de los medios así donados. El ojo de Dios percibe cada blanca dedicada a su causa y la voluntad o renuencia del donante. También se registra el motivo por el cual se da. Las personas que realizan sacrificios y que son consagradas, que devuelven a Dios las cosas que son suyas, tal como él lo ha requerido de ellos, serán recompensadas de acuerdo con sus obras. 2 T 518, 519. 

 MOTIVOS MÁS ELEVADOS QUE LA SIMPATÍA
 Las tinieblas morales de un mundo arruinado suplican a cada cristiano que realice un esfuerzo, que dé de sus 207 recursos y preste su influencia para asemejarse a Aquel que aunque poseía riquezas infinitas se hizo pobre por causa nuestra. El Espíritu de Dios no puede morar con aquellos a quienes mandó el mensaje de su verdad, pero que necesitan que se les ruegue antes de sentir su deber de colaborar con Cristo. El apóstol pone de relieve el deber de dar por motivos superiores a la mera simpatía humana, porque los sentimientos sean conmovidos. Da realce al principio de que debemos trabajar abnegadamente y con sinceridad para gloria de Dios. JT 1, 370, 371. 

 EL AMOR COMO PRINCIPIO DE ACCIÓN 
El amor debe ser el principio que impulse a obrar. El amor es el principio fundamental del gobierno de Dios en los cielos y en la tierra, y debe ser el fundamento del carácter del cristiano. Sólo este elemento puede hacer estable al cristiano. Sólo esto puede habilitarlo para resistir la prueba y la tentación. Y el amor se revelará en el sacrificio. El plan de redención fue fundado en el sacrificio, un sacrificio tan amplio y tan profundo y tan alto que es inconmensurable. Cristo lo dio todo por nosotros, y aquellos que reciben a Cristo deben estar listos a sacrificarlo todo por la causa de su Redentor. El pensamiento de su honor y de su gloria vendrá antes de ninguna otra cosa. Si amamos a Jesús, amaremos vivir para él, presentar nuestras ofrendas de gratitud a él, trabajar para él. El mismo trabajo será liviano. Por su causa anhelaremos el dolor, las penalidades y el sacrificio. Simpatizaremos con su vehemente deseo de salvar a los hombres. Sentiremos por las almas el mismo tierno afán que él sintió. Esta es la religión de Cristo. Cualquier cosa que sea menos que esto es un engaño. Ningún alma se salvará por una mera teoría de la verdad o por una profesión de 208 discipulado. No pertenecemos a Cristo a menos que seamos totalmente suyos. La tibieza en la vida cristiana es lo que hace a los hombres débiles en su propósito y volubles en sus deseos. El esfuerzo por servir al yo y a Cristo a la vez lo hace a uno oidor pedregoso, y no prevalecerá cuando la prueba le sobrevenga.-PVGM 33, 34. 209 


 40. OFRENDAS VOLUNTARIAS. 
Todo lo que hacemos debemos hacerlo voluntariamente. Debemos llevar nuestras ofrendas con gozo y gratitud, diciendo al entregarlas: De lo recibido de tu mano te damos voluntariamente. El servicio más costoso que podamos prestar resulta insignificante cuando lo comparamos con el don que Dios hizo a nuestro mundo. Cristo es un don cada día. Dios lo dio al mundo y benignamente toma los dones que ha confiado a sus instrumentos humanos para el adelantamiento de su obra en el mundo. En esta forma mostramos que reconocemos y aceptamos que cada cosa pertenece a Dios, en forma absoluta y total.-MS 124, 1898. 

Dios se deleita en honrar la ofrenda del corazón que ama, dándole la mayor eficacia en su servicio. Si hemos dado nuestro corazón a Jesús, le traeremos también nuestros donativos. Nuestro oro y plata, nuestras posesiones terrenales más preciosas, nuestros dones mentales y espirituales más elevados, serán dedicados libremente a Aquel que nos amó y se dio a sí mismo por nosotros.-DTG 46. 

 OFRENDAS DE GRATITUD Y EXPIACIÓN 
 Venid al Señor con corazones rebosantes de agradecimiento por sus misericordias pasadas y presentes, y manifestad vuestro aprecio por los beneficios de Dios llevándole vuestras ofrendas de gratitud, vuestras ofrendas voluntarias y vuestras ofrendas de expiación. 
RH, enero 4, 1881. 

 LAS OFRENDAS HECHAS DE MALA GANA SON UNA BURLA A DIOS 
Dios ha hecho a los hombres mayordomos suyos, socios con él en la gran obra de promover su reino en el mundo; 210 pero éstos pueden seguir la conducta manifestada por el siervo infiel, y al hacerlo perderán los privilegios más preciosos que se hayan concedido al hombre. Durante miles de años Dios ha trabajado mediante los instrumentos humanos, pero si él quiere puede descartar a los egoístas, a los amadores del dinero y a los codiciosos. Él no depende de nuestros recursos y por lo tanto no será restringido por el instrumento humano. 
 Él puede llevar a cabo su propia obra aunque nosotros no desempeñemos parte alguna en ella. ¿Pero a quién de nosotros le agradaría que el Señor hiciese eso? Sería mucho mejor no dar nada que dar de mala gana, porque cuando compartimos nuestros recursos sin la intención de dar voluntariamente, nos burlamos de Dios. Recordemos que estamos tratando con Alguien de quien dependemos para recibir toda bendición, con Alguien que lee cada pensamiento de nuestro corazón y hasta los propósitos de la mente.-RH, mayo 15, 1900. 

 EL DADOR ALEGRE ES ACEPTADO
 "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Cor. 9: 6, 7). Si obramos de acuerdo con el espíritu de este consejo, podemos invitar al Ser divino para que revise las cuentas de nuestros asuntos temporales. Comprenderemos que estamos dando únicamente ofrendas de lo que nuestro Señor nos ha confiado. Todas nuestras ofrendas debemos presentarlas con gozo, porque proceden de los fondos que el Señor ha considerado conveniente colocar en nuestras manos con el propósito de llevar adelante su obra en el mundo, a fin de que el estandarte de la verdad pueda ser desplegado en las zonas 211 rurales y urbanas del mundo. Si todos los que profesan la verdad quisieran dar al Señor lo que le pertenece en términos de diezmos, donativos y ofrendas, habría alimento en la casa del Señor .

 La causa de la liberalidad no dependería más de los donativos inciertos hechos por impulso y que varían de acuerdo con los sentimientos de los hombres. Los derechos de Dios serían aceptados de buena gana y se consideraría que su causa tiene derecho legítimo a una parte de los fondos confiados a nuestras manos. Cada mayordomo fiel debería estar más ansioso de aumentar la porción de donativos que coloca en la tesorería del Señor antes que en disminuir su ofrenda en una jota o un tilde.      

¿A quién está sirviendo? 
 ¿Para quién está preparando una ofrenda?  

Para Aquel de quien depende para recibir todas las buenas cosas de las que disfruta. Por lo tanto, que ninguno de nosotros que recibe la gracia de Cristo dé ocasión para que los ángeles se avergüencen de nosotros y para que Jesús se avergüence de llamarnos hermanos. ¿Cultivaremos la ingratitud y la pondremos de manifiesto por medio de nuestras prácticas mezquinas al dar para la causa de Dios? ¡No, no! Entreguémonos a nosotros mismos como un sacrificio vivo y demos nuestro todo a Jesús. Todo le pertenece; somos una posesión adquirida por él. Los que reciben su gracia, los que contemplan la cruz del Calvario, no tendrán duda acerca de la proporción que deben dar, sino que comprenderán que la ofrenda más cuantiosa carece de valor y no puede compararse con el gran don del Hijo unigénito del Dios infinito. Por medio de la abnegación hasta el más pobre encontrará la manera de conseguir algo para devolverlo a Dios.-RH, julio 14, 1896. 212  

41. MÉTODOS POPULARES DE INCENTIVO. 
En nuestros días vemos que las iglesias estimulan las comilonas, la glotonería y la disipación por medio de comidas, ferias, bailes y festivales establecidos con el propósito de reunir fondos para la tesorería de la iglesia. Este es un método inventado por mentes carnales para conseguir recursos sin realizar sacrificios. Este ejemplo impresiona las mentes juveniles. Ven que las loterías, las ferias y los juegos de azar son aprobados por la iglesia, y piensan que hay algo fascinador en este modo de obtener recursos. El joven es rodeado por las tentaciones. Entra a la galería de juegos de bolos, al salón donde se practican juegos de azar, para ver de qué se trata. Ve el dinero que recibe el ganador. Eso le parece interesante. Parece una forma más fácil de obtener dinero que mediante el trabajo honrado que requiere energía perseverante y economía estricta. Piensa que eso no puede causar daño alguno, porque juegos similares han sido utilizados para obtener recursos para beneficio de la iglesia. ¿Entonces por qué él no podría ayudarse en la misma forma? Posee un poco de dinero y se arriesga a invertirlo pensando que le proporcionará una gran suma. Sea que gane o pierda, ha iniciado el camino descendente que lo llevará a la ruina. Pero fue el ejemplo de la iglesia el que lo indujo a aventurarse por el camino falso.

 OFRENDAS COJAS Y ENFERMAS 
Alejémonos de todas estas corrupciones, disipaciones y festivales practicados en la iglesia y que ejercen una 213 influencia desmoralizadora sobre jóvenes y adultos. No tenemos derecho de cubrirlo con una capa de santidad porque los recursos obtenidos hayan de emplearse para beneficio de la iglesia. Tales ofrendas son cojas y enfermas, y llevan la maldición de Dios. Son el precio de las almas. Aunque desde el púlpito se patrocinen los festivales, los bailes, las loterías, las ferias y las comilonas abundantes para obtener recursos para la iglesia, nosotros no debemos participar en ninguna de estas cosas, porque si lo hacemos experimentaremos el desagrado de Dios. No debemos proponernos estimular la concupiscencia del apetito o recurrir a los entretenimientos carnales para persuadir a los seguidores profesos de Cristo a dar de los recursos que Dios les ha concedido. Si no dan voluntariamente, por amor a Cristo, la ofrenda en ningún caso será aceptable para Dios. 

CARACTERES ARRUINADOS 
La muerte, vestida con la librea del cielo, acecha en los caminos que recorren los jóvenes. El pecado está recubierto por la santidad de la iglesia. Estas diversas formas de diversión que se practican en las iglesias en nuestros días han arruinado a miles que, si no hubiera sido por ellas habrían podido permanecer firmes y llegar a ser fieles seguidores de Cristo. Estos festivales de moda de las iglesias y estas representaciones teatrales han hecho naufragar el carácter de muchos, y miles más serán destruidos; sin embargo la gente no se percatará del peligro ni de la terrible influencia ejercida. Muchos hombres y mujeres jóvenes han perdido sus almas a causa de esas influencias corruptoras. RH, nov. 21, 1878. 

 CUANDO SE DA POR RAZONES EGOÍSTAS
 En reuniones presuntamente cristianas Satanás arroja un manto religioso sobre placeres engañosos y jaranas impías para darles una apariencia de santidad, y las conciencias de 214 muchas personas son aquietadas porque se reúnen recursos para sufragar los gastos de la iglesia. Los hombres rehúsan dar por amor a Dios, pero están dispuestos a entregar su dinero por amor a los placeres, la complacencia del apetito y razones egoístas. ¿Debe recurrirse a esta práctica para sostener financieramente a la iglesia debido a que no hay poder en las lecciones de Cristo sobre la liberalidad, en su ejemplo y en la gracia de Dios que obra en los corazones para inducir a los hombres a glorificar a Dios con sus recursos financieros? El daño causado a la salud física, mental y moral en estas reuniones de diversión y glotonería no es pequeño. Y el día del ajuste de cuentas final revelará que hay almas que se perdieron mediante la influencia de esas reuniones donde reinó la algazara y la locura. Resulta deplorable que las consideraciones sagradas y eternas no tengan el mismo poder de los tentadores sobornos de las comilonas y las diversiones corrientes, para abrir los corazones de los presuntos seguidores de Cristo a fin de que den ofrendas voluntarias para sostener el Evangelio. Es una triste realidad el que estos incentivos predominarán cuando las cosas sagradas y eternas no tendrán fuerza para influir en el corazón para que éste haga obras de benevolencia.

 MOISÉS NO INSTITUYÓ EL JUEGO DE LOTERÍA 
El plan de Moisés puesto en práctica en el desierto para reunir recursos financieros tuvo un tremendo éxito. No fue necesario compeler a nadie. Moisés no preparó ningún gran banquete. No invitó a la gente a reuniones de alborozo, de baile y de diversiones comunes. Tampoco instituyó juegos de lotería ni cosa alguna profana para obtener recursos a fin de levantar el tabernáculo de Dios en el desierto. Dios ordenó a Moisés que invitara a los israelitas a llevar sus ofrendas. Moisés debía aceptar los donativos de 215 cada persona que diera voluntariamente, con sinceridad de corazón. Esas ofrendas voluntarias llegaron en tanta abundancia que Moisés tuvo que decir que no llevaran más. No debían llevar más donativos porque habían dado abundantemente, más de lo que se necesitaba. Las tentaciones de Satanás vencen a los supuestos seguidores de Cristo en lo que se refiere a la complacencia del placer y el apetito. Disfrazado de ángel de luz, citará las Escrituras para justificar las tentaciones que coloca delante de los hombres para que complazcan el apetito y se dediquen a placeres mundanos que satisfacen el corazón carnal. Los presuntos seguidores de Cristo son débiles en fuerza moral y quedan fascinados por el soborno que Satanás les ofrece, y así éste gana la victoria. ¿Cómo considera Dios las iglesias que se sostienen recurriendo a tales métodos? Cristo no puede aceptar esas ofrendas porque no son dadas por amor y devoción a él, sino que son promovidas por la idolatría del yo. Esto se debe a que lo que muchos no harían por amor a Cristo lo hacen por amor a los manjares exquisitos que gratifican el apetito y por amor a las diversiones mundanales que complacen el corazón carnal.-RH, oct. 13, 1874. 

 REPITIENDO EL PECADO DE NADAB Y ABIÚ
 Los cristianos presuntos rechazan el plan de Dios para reunir recursos para su obra; ¿y de qué echan mano para suplir la falta? Dios ve la impiedad del método que adoptan. Los lugares de culto son contaminados con toda clase de disipación idólatra, a fin de ganar un poquito de dinero de los amadores egoístas de los placeres para pagar las deudas de la iglesia o sustentar la obra que ésta realiza. Muchas de esas personas no darían por voluntad propia ni un chelín con propósitos religiosos. 

 ¿Dónde en las instrucciones dadas por Dios para el sostén de su obra, encontramos mención alguna acerca de tómbolas de beneficencia, 216 ciertos, venta de caridad y otros entretenimientos similares? ¿Debe la causa de Dios depender precisamente de las cosas que él ha prohibido en su Palabra -de esas cosas que apartan la mente de Dios, de la sobriedad, la piedad y la santidad? ¿Y qué impresión se realiza con esto sobre la mente de los incrédulos? 

 Las elevadas normas de la Palabra de Dios son arrastradas en el polvo. Y así se atrae oprobio sobre Dios y el nombre cristiano. Los principios más corrompidos son fortalecidos por este método no bíblico de reunir recursos financieros. Y eso es lo que Satanás desea que ocurra. Los hombres están repitiendo el pecado de Nadab y Abiú. Están utilizando fuego profano en lugar de fuego sagrado en el servicio de Dios. El Señor no acepta tales ofrendas. Todos estos métodos para llevar dinero a su tesorería constituyen una abominación para él. Es una falsa devoción la que promueve tales procedimientos. ¡Cuánta ceguera e infatuación afectan a muchos que pretenden ser cristianos! Los miembros de la iglesia están haciendo lo mismo que los habitantes del mundo que vivían en los días de Noé, cuando sus pensamientos se dirigían continuamente hacia el mal. Todos los que temen a Dios aborrecerán tales prácticas como una desfiguración de la religión de Cristo Jesús.-RH, dic. 8, 1896.

 LIBERALIDAD SIN PROFUNDIDAD DE PRINCIPIOS 
El ministro puede ser muy apreciado por algún hombre acaudalado, y como resultado, éste puede ser muy dadivoso con él; esto complace al ministro y él a su vez amontona alabanzas sobre la dadivosidad del donante. Su nombre puede aparecer impreso, y sin embargo ese donante generoso puede ser completamente indigno del elogio que se le tributa. Su dadivosidad no nace de principios profundos y 217 dinámicos que lo impulsan a hacer el bien con sus recursos, y a promover la causa de Dios porque la aprecia; en cambio, da movido por motivos egoístas y porque desea que se piense que él es generoso. Puede haber dado por impulso, sin que su dadivosidad tenga la profundidad de los principios. Puede haber obrado escuchando una verdad conmovedora que en ese momento afloja las cuerdas de su bolsa; pero su generosidad carece de motivos profundos. Da en forma espasmódica; su bolsa se abre sin regularidad, y se cierra herméticamente también en forma espasmódica. No merece alabanza alguna, porque en todo el sentido de la palabra es un hombre avaro; y a menos que se convierta cabalmente, incluyendo su bolsa, oirá la avergonzante acusación: "¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla" (Sant. 5: 1, 2). Tales personas despertarán por fin del horrible engaño en que han incurrido voluntariamente. Los que alabaron su liberalidad irregular, ayudaron a Satanás a engañarlos, y les hicieron pensar que eran muy generosos, y que tenían mucho espíritu de sacrificio, cuando en realidad no conocían los rudimentos de la dadivosidad ni la abnegación.-1 T 475, 476. 

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL 
La obediencia voluntaria y el amor puro deben caracterizar cada ofrenda que se lleva al altar, 5 T 269, 270. 
Las ofrendas pequeñas dadas con alegría reciben una gran bendición, 
7 T 295. 
No hay ninguna virtud en dar más a regañadientes, 5 T 285. 
A nadie se obliga a sacrificarse; las ofrendas deben ser voluntarias, 
PE 49, 51. 
Los que dan deben considerar que es un privilegio hacerlo. 
JT 1, 59. 218 
Antiguamente, las ofrendas debían ser perfectas y abundantes, 1 T 221. 
El egoísmo es la razón por la cual no se dan ofrendas voluntarias.
1 T 225. 
La responsabilidad de dar donaciones grandes o pequeñas es individual, 1 T 237, 238. 
 Hay que llevar a los congresos ofrendas voluntarias y de gratitud 
2T 573, 576. 
Las ofrendas voluntarias no enriquecen a Dios sino al que las da.
 2 T 653. 
Cuando el corazón está lleno de amor agradecido hacia Dios no necesita exhortaciones conmovedoras, JT 1 376; 3 T 413. 221

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN VII. LA RIQUEZA DE LOS GENTILES.

         

36. FAVORES QUE DEBEN RECIBIRSE E IMPARTIRSE.
Durante todo el tiempo que estemos en este mundo, y el Espíritu de Dios esté luchando con el mundo, hemos de recibir e impartir favores.  Hemos de dar al mundo la luz de la verdad como se la presenta en las Escrituras, y hemos de recibir del mundo lo que Dios los induce a hacer en favor de la causa.  El Señor todavía actúa en corazones de reyes y gobernantes para que favorezcan a su pueblo, y conviene que los que están tan profundamente interesados en el asunto de la libertad religiosa no rechacen ningún favor, o dejen de aceptar la ayuda que Dios ha inducido a los hombres a dar, para el progreso de la causa.

Encontramos ejemplos en la Palabra de Dios concernientes a este mismo asunto.  Ciro, rey de Persia, hizo una proclamación por todo su reino, y la puso por escrito, diciendo: "¡Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.  ¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa de Jehová Dios de Israel".  Se promulgó un segundo mandato por parte de Darío para la edificación de la casa del Señor, que está registrado en el capítulo seis de Esdras.
El Señor Dios de Israel ha colocado sus bienes en manos de los no creyentes, pero éstos han de ser usados para realizar las obras que pueden hacerse por un mundo caído.  Los agentes por cuyo intermedio estos dones vienen a nosotros pueden abrir caminos por los cuales enviar la verdad.  Pueden no tener simpatía por la obra, pueden no tener fe 192 en Cristo, ni practicar sus palabras; pero sus dones no han de ser rechazados por esta causa. . .
Se me ha mostrado reiteradamente que podríamos recibir muchos más favores de muchas maneras si nos aproximáramos a hombres de sabiduría, los familiarizáramos con nuestra obra, y les diéramos una oportunidad de realizar aquellas cosas que es nuestro privilegio inducirlos a hacer por el progreso de la obra de Dios.-TM 203, 204.

EL EJEMPLO DE NEHEMÍAS
Nehemías no se conformaba con la incertidumbre.  Los recursos que le faltaban, los solicitaba a los que estaban en condiciones de dárselos.  Y el Señor sigue dispuesto a obrar en los corazones de los que se hallan en posesión de sus bienes, para que los entreguen en favor de la causa de la verdad.  Los que trabajan para él deben valerse de la ayuda que él induce a los hombres a dar.  Esos donativos pueden abrir vías por las cuales la luz de la verdad irá a muchas tierras entenebrecidas.  Los donantes no tienen quizá fe en Cristo ni conocen su palabra; pero sus donativos no deben ser rehusados por este motivos-PR 468.
De aquí en adelante, la obra de Dios debe avanzar rápidamente; y si su pueblo quiere responder a su llamamiento, él hará a las personas pudientes voluntarias para dar de sus recursos, a fin de facilitar la terminación de su obra en la tierra.  "Es, pues, la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven" (Heb. 11: 1).  Si su pueblo confía en su Palabra, Dios lo pondrá en posesión de propiedades que le permitirán trabajar en las grandes ciudades que están esperando el mensaje de la verdad.-JT  3, 420.

RECIBIENDO DONATIVOS DE AFUERA
Preguntáis si es propio recibir dones de los gentiles o los paganos. La pregunta no es extraña; pero yo os preguntaría: 193 ¿Quién es el que posee nuestro mundo?  ¿Quiénes son los verdaderos dueños de las casas y las tierras?  ¿No es Dios?  Él tiene en nuestro mundo una abundancia de recursos que ha colocado en las manos de los hombres, con la cual puede suplirse a los hambrientos, vestirse al desnudo, y brindarse hogar al que carece de él.  El Señor induciría a hombres mundanos, aun idólatras, a dar de su abundancia para el sostén de la obra, si nos aproximáramos a ellos con sabiduría, y les diéramos una oportunidad de hacer aquello que tienen el privilegio de realizar.  Lo que ellos quisieran dar nosotros tendríamos el privilegio de recibirlo.
Debemos llegar a relacionarnos con hombres que están en lugares encumbrados, y ejerciendo la sabiduría de la serpiente y la sencillez de la paloma, obtendríamos ventajas de ellos, porque Dios conmovería sus mentes para hacer muchas cosas en favor de su pueblo.  Si las personas adecuadas les presentaran a los que tienen medios e influencia las necesidades de la obra de Dios de una manera propia, estos hombres harían mucho para hacer progresar la causa de Dios en nuestro mundo.  Nos hemos privado de privilegios y ventajas cuyo beneficio podríamos haber tenido, porque hemos escogido ser independientes del mundo.  Pero no necesitamos sacrificar un solo principio de verdad mientras aprovechamos la ventaja de toda oportunidad para hacer progresar la causa de Dios.-TM, 198. 194


37. DIOS PREPARA EL CAMINO
Si las necesidades de la obra del Señor se pusieran de relieve con la debida luz ante los que poseen recursos e influencia, esos hombres podrían hacer mucho por promover la causa de la verdad presente.  El pueblo de Dios ha perdido muchos privilegios que habría podido aprovechar si no se hubiese aislado del mundo.
En la providencia de Dios, diariamente nos ponemos en contacto con los inconversos.  Dios está preparando el camino delante de nosotros con su propia mano derecha a fin de que su obra pueda progresar rápidamente.  Como colaboradores con él, tenemos una obra sagrada que realizar.  Debemos sentir aflicción de espíritu por los que se encuentran en lugares elevados, y debemos extenderles la graciosa invitación de venir a la fiesta de bodas.  Aunque ahora se encuentra casi exclusivamente en posesión de hombres impíos, todo el mundo, con sus riquezas y tesoros, pertenece a Dios.  "De Jehová es la tierra y su plenitud"  (Sal. 24: 1)...  Ojalá que los cristianos comprendiesen cada vez con más plenitud que tienen el privilegio y el deber, mientras se aferran a los principios correctos, de aprovechar cada oportunidad enviada por el cielo para promover el reino de Dios en este mundo.- Stewardship Series, No. 1, págs. 14, 15.  (Un llamamiento a los ministros y dirigentes de iglesia concerniente a la solicitación de donativos para nuestra obra misionera en el extranjero.) 195

IMPRESIONADOS A DAR POR EL ESPÍRITU
Los médicos misioneros que trabajan con criterio evangelístico están llevando a cabo una obra tan elevada como la de los obreros ministeriales.  Los esfuerzos realizados por esos obreros no deben limitarse a las clases más pobres.  Las clases más elevadas han sido extrañamente descuidadas.  En las profesiones superiores se encontrarán muchos que responderán a la verdad, porque ésta es consecuente, porque lleva la estampa del elevado carácter del Evangelio.  No pocos hombres de habilidad ganados de esta forma para la causa participarán con energía en la obra del Señor.
El Señor llama a los que ocupan posiciones de confianza, a los que ha confiado sus dones preciosos, para que empleen a su servicio sus aptitudes intelectuales y sus recursos económicos.  Nuestros obreros deberían presentar delante de estas personas una clara exposición de nuestro plan de trabajo diciéndoles lo que necesitamos a fin de ayudar a los pobres y necesitados y para establecer nuestra obra sobre una base firme.  Algunos de éstos serán impresionados por el Espíritu Santo a invertir los medios del Señor en una forma que promueva su causa.  Cumplirán el propósito de Dios ayudando a crear centros de influencia en las ciudades populosas.-7 T 112.

PEDIDOS HECHOS A LOS RICOS
Hay un mundo que debe ser amonestado, y hemos evitado escrupulosamente pedir a los ricos, sean éstos miembros de la iglesia o mundanos, que nos ayuden en la obra.  Quisiéramos que todos los cristianos profesos estuviesen con nosotros.  Quisiéramos que sus almas manifiesten liberalidad en ayudarnos a edificar el reino de Dios en nuestro mundo.  Debiéramos pedir a hombres destacados y buenos que nos ayuden en nuestra obra cristiana. Debieran ser invitados a secundar nuestros esfuerzos por buscar y salvar 196 a los que se han perdido.-The Origin and Development of the Thanksgiving Plan, pág. 5 (escrito el 28 de febrero de 1900).

DIOS ALLANARÁ EL CAMINO
Los tiempos se hacen más duros, y el dinero es difícil de obtener; pero Dios nos dará ocasión de alcanzar fuentes para nuestro propio pueblo.  No puedo ver cómo alguien se oponga a la recepción de donativos de parte de aquellos que no son de nuestra fe.  Sólo pueden ellos hacer esto asumiendo puntos de vista extremos, y creando problemas donde no están autorizados a hacerlo.  Este es el mundo de Dios, y si Dios puede guiar a los agentes humanos, de tal manera que la tierra que ha estado en poder del enemigo nos sea transferida para que el mensaje sea proclamado en regiones lejanas, ¿bloquearán los hombres el camino con sus nociones estrechas?  Tal tipo de espíritu concienzudo es cualquier cosa menos saludable.  El Espíritu Santo nos induce a los hombres a seguir una conducta tal.-TM 212.

UN MEDIO DE CONVERSIÓN
¿Por qué no pedir la ayuda de los gentiles? He recibido instrucción según la cual en el mundo hay hombres y mujeres de corazones comprensivos, quienes serán movidos a compasión cuando se les presenten las necesidades de la humanidad sufriente. . .
En el mundo hay hombres que darán sus recursos para la edificación de escuelas y sanatorios.  Este asunto me ha sido presentado en esta luz.  Nuestra obra debe ser agresiva.  El dinero pertenece al Señor y si se entrevista a los ricos en forma debida el Señor conmoverá sus corazones y los impresionará para que den de sus recursos.  El dinero de Dios está en las manos de esas personas y algunas de ellas responderán al pedido de ayuda.
Considerad esto y haced todo lo que sea posible para 197 conseguir donativos.  No debemos pensar que no sea correcto pedir recursos a los hombres mundanos, porque eso es precisamente lo que debe hacerse.  Este plan me fue presentado como un medio de entrar en contacto con los ricos del mundo.  En esta forma no pocos se interesaran, oirán y creerán la verdad para este tiempo.-Stewardship Series, No. 1, págs. 15, 16. 198


38. LA OBRA DE LA RECOLECCIÓN.
Al poner en práctica cualquier plan establecido para llevar a otros el conocimiento de la verdad presente, y de las maravillosas providencias relacionadas con el progreso de la causa, en primer lugar consagrémonos nosotros mismos plenamente a Aquel cuyo nombre deseamos exaltar.  Oremos fervorosamente en beneficio de quienes deseamos visitar llevándolos con fe viviente, uno a uno, ante la presencia de Dios.
El Señor conoce los pensamientos y propósitos del hombre, ¡y con cuánta facilidad puede enternecernos!  ¡Cómo su Espíritu, como un fuego, puede subyugar el corazón empedernido!  ¡Cómo puede llenar el alma de amor y ternura!  ¡Cómo puede darnos las gracias de su Espíritu Santo y capacitarnos para salir a trabajar por las almas!  El poder de la gracia subyugadora debería sentirse en toda la iglesia en esta época; y se sentirá si prestamos atención a los consejos de Cristo dados a sus seguidores.  A medida que aprendamos a adornar la doctrina de Cristo nuestro Salvador ciertamente veremos la salvación de Dios.

A todos los que están por encargarse de una tarea misionera especial con la publicación preparada para ser utilizada en la Campaña de la Recolección, quiero decirles:  Sed diligentes en vuestros esfuerzos; vivid bajo la dirección del Espíritu Santo. Aumentad diariamente vuestra experiencia cristiana.  Que los que posean aptitudes especiales trabajen por los que no creen, en los lugares acomodados tanto como en los lugares humildes.  Buscad diligentemente las almas que perecen.  Pensad en el gran deseo que Cristo 199 tiene de llevar a su redil nuevamente a los que se han descarriado.

Buscad a las almas como quienes saben que han de rendir cuenta por ellas.  Mediante la obra misionera que hagáis en la iglesia y en el vecindario haced brillar vuestra luz con rayos claros y definidos a fin de que ninguna persona pueda levantarse en el juicio y decir: 
"¿Por qué no me hablasteis acerca de la verdad?  
¿Por qué no os preocupasteis de mi alma?"

Luego seamos diligentes en la distribución de las publicaciones que han sido preparadas cuidadosamente para ser empleadas entre los que no pertenecen a nuestra fe.  Obtengamos lo más posible de cada oportunidad que tengamos de atraer la atención de los incrédulos.  Coloquemos las publicaciones en cada mano que quiera recibirlas.  Consagrémonos a la proclamación del mensaje. "Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios" (Isa. 40: 3).  Los instrumentos divinos y humanos deben unirse para el cumplimiento de un gran objetivo.  Ahora es el día de nuestra responsabilidad.  "El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" 
(Apoc. 22: 17).-MS 2, 1914.

EL FRUTO DE ESTE DOBLE ESFUERZO
Según la providencia de Dios, los que han estado soportando la carga de su obra se han estado esforzando por poner nueva vida en métodos antiguos de trabajo, y también por inventar nuevos planes y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la iglesia para que realicen un esfuerzo unido a fin de alcanzar el mundo.  Uno de los nuevos planes para alcanzar a los incrédulos es la Campaña de la Recolección para las misiones.  En muchos lugares durante los últimos años, esto ha demostrado ser un éxito, ha llevado bendición a muchos y ha aumentado 200 los recursos que fluyen a la tesorería de la misión.  A medida que los que no pertenecen a nuestra fe se han familiarizado con el progreso del mensaje del tercer ángel en las tierras paganas, se han despertado sus simpatías y algunos han procurado aprender más acerca de la verdad que tiene tal poder para transformar los corazones y las vidas.  Hombres y mujeres pertenecientes a todas las clases han sido alcanzados y el nombre de Dios ha sido glorificado.

En años pasados, he hablado en favor del plan de presentar nuestra obra misionera y su progreso ante nuestros amigos y vecinos, y me he referido al ejemplo de Nehemías.  Y ahora deseo instar a nuestros hermanos a estudiar nuevamente la experiencia de este hombre de oración, fe y sólido juicio quien se atrevió a pedir a su amigo, el rey Artajerjes, ayuda para promover los intereses de la causa de Dios.  Que todos comprendan que al presentar las necesidades de nuestra obra, los creyentes podrán reflejar la luz sobre otros únicamente cuando, tal como Nehemías en la antigüedad, se acerquen a Dios y vivan en estrecha relación con el Dador de toda luz.  Nuestras propias almas deben estar firmemente arraigadas en el conocimiento de la verdad, si queremos ganar a otros del error a la verdad.  Ahora necesitamos investigar diligentemente las Escrituras para que, a medida que nos familiaricemos con los incrédulos, podamos presentarles a Cristo, como el Salvador ungido, crucificado y resucitado, del que dieron testimonio los profetas y los creyentes, y por medio de cuyo nombre recibimos el perdón de nuestros pecados. MS 2, 1914. 201

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Nehemías y el rey de Persia, PR 464, 468.
Oportunidades de obtener propiedades a un precio menor que su verdadero costo, JT 3, 124.
Muchos ricos, después de responder al pedido de recursos, se entregarán a Cristo, JT 2, 496.
Muchos ricos se convertirán para ayudar a la causa, 1 T 174.
Muchos ricos serán susceptibles al Evangelio y darán de los recursos que les han sido confiados, 9 T 114 - 116.
La Recolección, SC 143-146. 205


IT IS WRITTEN. “It is written, Man shall not live by bread alone, but by every word that proceedeth out of the mouth of God”. (Mat 4:4 KJV). “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. (Mat 4:4).


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viernes, noviembre 23, 2018

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN VI. EN LA POBREZA ABUNDA LA LIBERALIDAD.


34. ELOGIO DE LA LIBERALIDAD.
El apóstol Pablo, en su ministerio entre las iglesias, era incansable en sus esfuerzos por inspirar en los corazones de los nuevos conversos un deseo de hacer grandes cosas por la causa de Dios. A menudo los exhortaba a ejercer la liberalidad.  Al hablar con los ancianos de Éfeso respecto a sus labores anteriores entre ellos, dijo:  "En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo:  Más bienaventurada cosa es dar que recibir" (Hech. 20: 35).   "El que siembra escasamente -escribió a los corintios-, también segará escasamente; y el que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará.  Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, o por necesidad; porque Dios ama al dador alegre" (2 Cor. 9: 6, 7).
Casi todos los creyentes macedonios eran pobres en bienes de este mundo, pero sus corazones rebosaban de amor a Dios y a su verdad, y daban alegremente para el sostén del Evangelio. Cuando se hicieron colectas generales entre las iglesias gentiles para aliviar a los creyentes judíos, la liberalidad de los conversos de Macedonia se presentaba como un ejemplo a las otras iglesias.  Escribiendo a los creyentes corintios, el apóstol les llamó la atención a  "la gracia de Dios que ha sido dada a las iglesias de Macedonia: que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su bondad.  Pues de su grado han dado conforme a sus fuerzas... ,  y aun sobre sus fuerzas; pidiéndonos con muchos 178 ruegos, que aceptásemos la gracia y la comunicación del servicio para los santos"
(2 Cor. 8: 1-4).

La buena voluntad de los creyentes macedonios para sacrificarse era resultado de la consagración completa.  Movidos por el Espíritu de Dios, "a sí mismos se dieron primeramente al Señor"  (2 Cor. 8: 5); entonces estaban dispuestos a dar generosamente de sus medios para el sostén del Evangelio.  No era necesario instarlos a dar; más bien, se regocijaban por el privilegio de privarse aun de las cosas necesarias a fin de suplir las necesidades de otros.  Cuando el apóstol quiso contenerlos, le importunaron para que aceptara sus ofrendas.  En su sencillez e integridad, y en su amor por los hermanos, se negaban alegremente a sí mismos, y así abundaban en frutos de benevolencia.
Cuando Pablo envió a Tito a Corinto para fortalecer a los creyentes de allí, le indicó que edificara a la iglesia en la gracia de dar; y en una carta personal a los creyentes, él también añadió su propio llamamiento.  "Por tanto, como en todo abundáis -les rogó-, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, que también abundéis en esta gracia".  "Ahora pues, llevad también a cabo el hecho, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tenéis. Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene". "Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra...; para que estéis enriquecidos en todo para toda bondad, la cual obra por nosotros hacimiento de gracias a Dios" (2Cor. 8:7, 11,12; 9:8-11).
La liberalidad abnegada provocaba en la iglesia primitiva arrebatos de gozo; porque los creyentes sabían que sus esfuerzos ayudaban a enviar el mensaje evangélico a los que estaban en tinieblas.  Su benevolencia testificaba de 179 que no habían recibido en vano la gracia de Dios.  ¿Qué podía producir semejante liberalidad sino la santificación del Espíritu?  En ojos de los creyentes y de los incrédulos, era un milagro de la gracia.-HA 275-277.

LA LIBERALIDAD RECOMPENSADA
"Entonces él [Elías] se levantó, y se fue a Sarepta.  Y como llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí cogiendo serojas; y él la llamó, y díjole:  Ruégote que me traigas una poca de agua en un vaso, para que beba.  Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y díjole:  Ruégote que me traigas también un bocado de pan en tu mano".
En ese hogar azotado por la pobreza, el hambre apremiaba;  y la escasa pitanza parecía a punto de agotarse.  La llegada de Elías en el mismo día en que la viuda temía verse obligada a renunciar a la lucha para sustentar su vida, probó hasta lo sumo la fe de ella en el poder del Dios viviente para proveerle lo que necesitaba.  Pero aun en su extrema necesidad, reveló su fe cumpliendo la petición del forastero que solicitaba compartir con ella su último bocado.
En respuesta a la petición que le hacía Elías, de que le diera de comer y beber, la mujer dijo:  "Vive Jehová Dios tuyo, que no tengo pan cocido; que solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una botija:  y ahora cogía dos serojas, para entrarme y aderezarlo para mí y para mi hijo, y que lo comamos, y nos muramos".  Elías le contestó: "No hayas temor; ve, haz como has dicho:  empero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.  Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así:  La tinaja de la harina no escaseará, ni se disminuirá la botija del aceite, hasta aquel día que Jehová dará lluvia sobre la haz de la tierra".
No podría haberse exigido mayor prueba de fe.  Hasta 180 entonces la viuda había tratado a todos los forasteros con bondad y generosidad.  En ese momento, sin tener en cuenta los sufrimientos que pudiesen resultar para ella y su hijo, y confiando en que el Dios de Israel supliría todas sus necesidades, dio esta prueba suprema de hospitalidad obrando "como le dijo Elías".
Admirable fue la hospitalidad manifestada al profeta de Dios por esta mujer fenicia, y admirablemente fueron recompensadas su fe y generosidad.  "Y comió él, y ella y su casa, muchos días.  Y la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había dicho por Elías. . ."
La viuda de Sarepta compartió su poco alimento con Elías; y en pago, fue preservada su vida y la de su hijo.  Y a todos los que, en tiempo de prueba y escasez, dan simpatía y ayuda a otros más menesterosos, Dios ha prometido una gran bendición.  Él no ha cambiado.  Su poder no es menor hoy que en los días de Elías.-PR 94-96.

LAS DOS BLANCAS DE LA VIUDA
Jesús estaba en el atrio donde se hallaban los cofres del tesoro, y miraba a los que venían para depositar sus donativos.  Muchos de los ricos traían sumas elevadas, que presentaban con gran ostentación.  Jesús los miraba tristemente, pero sin hacer comentario acerca de sus ingentes ofrendas.  Luego su rostro se iluminó al ver a una pobre viuda acercarse con vacilación, como temerosa de ser observada.  Mientras los ricos y altaneros pasaban para depositar sus ofrendas, ella vacilaba como si no se atreviese a ir más adelante.  Y sin embargo, anhelaba hacer algo, por poco que fuese, en favor de la causa que amaba.  Miraba el donativo que tenía en la mano.  Era muy pequeño en comparación con los que traían aquellos que la rodeaban, pero era todo lo que tenía. Aprovechando su oportunidad, echó apresuradamente sus dos blancas y se dio vuelta 181 para irse.  Pero al hacerlo, notó que la mirada de Jesús se fijaba con fervor en ella.
El Salvador llamó a sí a sus discípulos, y les pidió que notasen la pobreza de la viuda.  Entonces sus palabras de elogio cayeron en los oídos de ella:  "De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos".  Lágrimas de gozo llenaron sus ojos al sentir que su acto era comprendido y apreciado.  Muchos le habían aconsejado que guardase su pitanza para su propio uso.  Puesto en las manos de los bien alimentados sacerdotes, se perdería de vista entre los muchos y costosos donativos traídos a la tesorería.  Pero Jesús comprendía su motivo.  Ella creía que el servicio del templo era ordenado por Dios, y anhelaba hacer cuanto pudiese para sostenerlo.  Hizo lo que pudo, y su acto había de ser un monumento a su memoria para todos los tiempos, y su gozo en la eternidad.  Su corazón acompañó a su donativo, cuyo valor se había de estimar, no por el de la moneda, sino por el amor hacia Dios y el interés en su obra que había impulsado la acción.
Jesús dijo acerca de la pobre viuda:  "Echó más que todos".  Los ricos habían dado de su abundancia, muchos de ellos para ser vistos y honrados de los hombres.  Sus grandes donativos no los habían privado de ninguna comodidad, ni siquiera de algún lujo; no habían requerido sacrificio alguno y no podían compararse en valor con las blancas de la viuda.

EL MOTIVO ES MÁS IMPORTANTE QUE LA CANTIDAD
Es el motivo lo que da carácter a nuestros actos, marcándolos con ignominia o con alto valor moral.  No son las cosas grandes que todo ojo ve y que toda lengua alaba lo que Dios tiene por más precioso.  Los pequeños deberes cumplidos alegremente, los pequeños donativos dados sin ostentación, y que a los ojos humanos pueden parecer sin valor, se destacan con frecuencia más altamente a su vista.182 Un corazón lleno de fe y de amor es más apreciable para Dios que el don más costoso.  La pobre viuda dio lo que necesitaba para vivir al dar lo poco que dio.  Se privó de alimento para entregar esas dos blancas a la causa que amaba.  Y lo hizo con fe, creyendo que su Padre celestial no pasaría por alto su gran necesidad.  Fue este espíritu abnegado y esta fe infantil lo que mereció el elogio del Salvador.
Entre los pobres hay muchos que desean demostrar su gratitud a Dios por su gracia y verdad.  Anhelan participar con sus hermanos más prósperos en el sostenimiento de su servicio.  Estas almas no deben ser repelidas.  Permítaseles poner sus blancas en el banco del cielo.  Si las dan con corazón lleno de amor por Dios, estas aparentes bagatelas llegan a ser donativos consagrados, ofrendas inestimables que Dios aprecia y bendice.-DTG 566, 567.

LA OFRENDA ACEPTABLE DE MARÍA
Es el servicio prestado de todo corazón el que da valor al don. Cuando la Majestad del cielo se convirtió en una criatura y fue confiada a María, ésta no tenía mucho que ofrecer por ese precioso don.  Llevó al altar solamente dos tórtolas, que eran la ofrenda designada para los pobres; pero fue un sacrificio aceptable para el Señor.  Ella no pudo presentar tesoros preciosos como los que los sabios del Oriente ofrecieron al Hijo de Dios en Belén; sin embargo la madre de Jesús no fue rechazada debido a la pequeñez de su don.  Fue la disposición de su corazón lo que el Señor contempló, y su amor tornó suave la ofrenda.  Así también Dios aceptará nuestro don, aunque éste sea pequeño, si es lo mejor que tenemos y si se lo ofrecemos con amor.-RH, dic. 9, 1890. 183

35. DE GRAN VALOR ANTE LA VISTA DE DIOS.
Entre los profesos hijos de Dios hay hombres y mujeres que aman el mundo y las cosas mundanas, y esas almas están siendo corrompidas por las influencias mundanales.  Lo divino está siendo echado fuera de su naturaleza.  Como instrumento de injusticia, están trabajando en favor de los propósitos del enemigo.
En contraste con esta clase, están los pobres honrados e industriosos, que están listos para ayudar a los necesitados y dispuestos a soportar la injusticia antes que manifestar el espíritu mezquino y acumulador de los ricos.  Estos hombres estiman la limpia conciencia y los principios rectos por encima del valor del oro.  Están listos para hacer todo el bien que pueden.  Si una empresa de beneficencia pide su dinero o su trabajo, son los primeros en responder y con frecuencia van mucho más allá de su capacidad real, negándose a sí mismos algunas cosas necesarias a fin de cumplir con su propósito benevolente.
Estos hombres no pueden jactarse de poseer grandes tesoros terrenales; pueden ser considerados como poseedores de un juicio y una sabiduría deficientes; su influencia puede no ser estimada como de valor especial; pero ante la vista de Dios son considerados valiosos.  Puede considerarse que poseen escasa percepción, pero manifiestan una sabiduría que está tan por encima de la mente calculadora y adquisitiva como lo divino está por encima de lo humano; ¿acaso no se están haciendo un tesoro en los cielos, incorruptible, 184 incontaminado y que nunca se marchitará?-RH, dic. 19, 1899.

COMO INCIENSO FRAGANTE
La experiencia muestra que un espíritu de liberalidad se encuentra con más frecuencia entre los que poseen recursos limitados que entre los acaudalados.  Muchos que desean ardientemente tener riquezas serán arruinados por su posesión.  Cuando tales personas reciben talentos en términos de recursos económicos, con mucha frecuencia amontonan o desperdician el dinero del Señor, hasta que el Maestro dice a cada uno de ellos: "Ya no podrás más ser mayordomo"  (Luc. 16: 2).  Utilizan sin honradez lo que pertenece a otros como si fuera lo suyo propio.  Dios no les confiará las riquezas eternas. . .
El donativo de los pobres, el fruto de la abnegación, hecho para propagar la preciosa luz de la verdad, es como un incienso fragante delante de Dios.  Cada acto de sacrificio hecho por el bien de los demás fortalecerá el espíritu de beneficencia en el corazón del donante, y lo unirá más estrechamente con el Redentor del mundo, quien fue rico, y sin embargo por amor a nosotros se empobreció, para que mediante su pobreza fuésemos ricos.
La suma más pequeña dada gozosamente como resultado de la abnegación es de más valor ante la vista de Dios que las ofrendas de los que podrían dar miles de pesos sin sentir necesidad.  La pobre viuda que depositó dos blancas en la tesorería del Señor, mostró amor, fe y benevolencia. . .  La bendición de Dios sobre esa ofrenda sincera la ha convertido en una fuente de grandes resultados.
Las blancas de la viuda han sido como una pequeña corriente que ha fluido a través de los siglos ampliándose y profundizándose en su curso y contribuyendo en mil direcciones a la extensión de la verdad y al alivio de los necesitados.  La influencia de ese pequeño don ha obrado y 185 vuelto a obrar sobre miles de corazones en todas las épocas y en todos los países.  Como resultado de esto, incontables donativos han fluido hacia la tesorería del Señor de parte de los pobres liberales y abnegados.  Por otra parte, su ejemplo ha estimulado para que hagan buenas obras a miles de personas amantes del ocio, egoístas y vacilantes, y sus dones también han ido a acrecentar el valor de la ofrenda de la viuda.-ST, nov. 15, 1910.

LOS QUE DAN SON RECOMPENSADOS AUNQUE LOS DONATIVOS SE EMPLEEN MAL
Familias pobres que han experimentado la influencia santificadora de la verdad y por lo tanto la han apreciado, y sentido gratitud a Dios por ella, han pensado que podrían privarse de las cosas más esenciales de la vida a fin de llevar sus ofrendas a la tesorería del Señor, y así lo hicieron.  Algunos se han privado de ropa que necesitaban para su comodidad.  Otros han vendido una sola vaca que tenían y han dedicado a Dios el dinero recibido.  Con sinceridad de alma y con muchas lágrimas de gratitud por el privilegio de hacer eso por la causa de Dios, se han postrado ante el Señor con su ofrenda, y han invocado su bendición sobre ella al entregarla, orando para que fuese el medio de llevar al conocimiento de la verdad las almas que viven en tinieblas.
Los recursos así dedicados no siempre han sido empleados en la forma como los abnegados donantes se proponían.  Hombres codiciosos y egoístas que no poseían espíritu de abnegación y sacrificio, han manejado con infidelidad los recursos que en esa forma se han llevado a la tesorería; y han robado el tesoro de Dios recibiendo dinero que no habían ganado con justicia.  Su manejo impío y descuidado ha desperdiciado y esparcido los recursos que habían sido dedicados a Dios con oraciones y lágrimas. . .
Aunque los medios que en esa forma han sido consagrados 186 sean mal empleados, de modo que no cumplan el objetivo que el donante tenía en vista -la gloria de Dios y la salvación de las almas-, los que hicieron el sacrificio con sinceridad de alma, buscando la gloria de Dios, no perderán su recompensa.-2 T 518, 519.

CÓMO SE LOS ESTIMA EN LAS BALANZAS DEL SANTUARIO
En las balanzas del santuario, los donativos de los pobres, presentados por amor a Cristo, no se estiman según la cantidad dada, sino según el amor que motiva el sacrificio.  Las promesas de Jesús llegarán a ser tan ciertamente una realidad para el pobre generoso, que tiene poco que ofrecer, pero lo da con liberalidad, como para el pudiente que da de su abundancia.  El pobre hace un sacrificio de lo poco que posee y lo siente en realidad.  Se niega algunas de las cosas que necesita para su comodidad, mientras que el rico da de su abundancia y no siente ninguna necesidad, no se niega nada de lo que realmente le hace falta.  Por lo tanto, tiene la ofrenda del pobre un carácter sagrado que no se encuentra en la ofrenda del rico, porque éste da de su abundancia.  La providencia de Dios organizó todo el plan de la benevolencia sistemática para beneficio del hombre.  Su providencia nunca se paraliza.  Si los siervos de Dios entran por las puertas que él les abre, todos 
trabajarán activamente. JT 1, 379.

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Ningún incienso es más fragante que los donativos de los pobres,   
7 T 215, 216.
Sacrificios de los pobres por la causa, JT 2, 330, 331.
No hay que dejar que hagan todos los sacrificios los que tienen posesiones, JT 1, 32, 58; 9 T 245, 246.
No deben colocar sus últimos recursos en instituciones, 1 T 639. 187
Los pobres deben practicar la sencillez y la economía, MC 148-158.
Los talentos dados a los pobres deben ser empleados, 2 T 245-247.
Los pobres deben ayudarse a sí mismos hasta donde sea posible, 
JT 1, 93; 2 T 30-37; JT 2, 516.
La liberalidad no producirá escasez, PP 566-574.
Los pobres en Israel no deberían venir con las manos vacías, 
1 T 220. 191