martes, marzo 19, 2019

CAPÍTULO 25. LAS CARTAS A LOS TESALONICENSES.

Basado en 1 Y 2 Carta A Los Tesalonicenses. 

LA LLEGADA DE SILAS Y TIMOTEO DESDE MACEDONIA, durante la permanencia de Pablo en Corinto, había alegrado grandemente al apóstol. Ellos le trajeron buenas nuevas de la "fe y caridad" de aquellos que habían aceptado la verdad durante la primera visita de los mensajeros evangélicos a Tesalónica. El corazón de Pablo simpatizaba tiernamente con esos creyentes, que, en medio de la prueba y la adversidad, habían permanecido fieles a Dios. Anhelaba visitarlos en persona, pero como no podía hacerlo entonces, les escribió.

 EN ESTA CARTA A LA IGLESIA DE TESALÓNICA, El Apóstol Expresa Su Gratitud A Dios Por Las Alegres Nuevas De Su Aumento De Fe.

"HERMANOS ­ESCRIBIÓ,­ recibimos consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de vuestra fe: porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. Por lo cual, ¿qué hacimiento de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?" 

"DAMOS SIEMPRE GRACIAS A DIOS POR TODOS VOSOTROS, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones; sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo." Muchos de los creyentes de Tesalónica se habían vuelto "de los ídolos . . . al Dios vivo y verdadero." Habían recibido "la palabra con mucha tribulación;" y sus corazones estaban llenos 208 del "gozo del Espíritu Santo." El apóstol declaró que por su fidelidad en seguir al Señor, eran "ejemplo a todos los que" habían "creído en Macedonia y en Acaya." 

ESTAS PALABRAS DE ALABANZA NO ERAN INMERECIDAS; "porque de vosotros escribió ­ha sido divulgada la palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, más aún en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido." 

LOS CREYENTES TESALONICENSES ERAN VERDADEROS MISIONEROS. Sus corazones ardían de celo por el Salvador que los había librado del temor y "de la ira que ha de venir." Por la gracia de Cristo, se había producido una maravillosa transformación en sus vidas; y la palabra del Señor, hablada por ellos, era acompañada de poder. Los corazones eran ganados por las verdades presentadas, y almas eran añadidas al número de los creyentes. 

EN ESTA PRIMERA EPÍSTOLA, Pablo se refirió a su manera de trabajar entre los tesalonicenses. Declaró que no había tratado de ganar conversos por medio del engaño o dolo. "Según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones. Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo; ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos: tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, más aun nuestras propias almas; porque nos erais carísimos." 

"Vosotros sois testigos, y Dios ­continúa el apóstol,­ de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis: así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos. Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. "Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis 209 de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis." 

"Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida? Que vosotros sois nuestra gloria y gozo." 

EN SU PRIMERA EPÍSTOLA A LOS CREYENTES TESALONICENSES, Pablo Se Esforzó Por Instruirlos Respecto Al Verdadero Estado De Los Muertos.

Dijo que los muertos dormían en la inconsciencia: "Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús.... Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero: luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor." 

Los Tesalonicenses Se Habían Aferrado Ansiosamente A La Idea De Que Cristo Estaba Por Venir Para Transformar A Los Fieles Que Vivían, Y Llevarlos Consigo. Habían protegido cuidadosamente la vida de sus amigos, para que no murieran y perdieran la bendición que ellos esperaban recibir al venir su Señor. Pero sus amados, uno tras otro, les habían sido arrebatados; y con angustia los tesalonicenses habían mirado por última vez los rostros de sus muertos, atreviéndose apenas a esperar encontrarlos en la vida futura.

 Cuando abrieron y leyeron la epístola de Pablo, las palabras referentes al verdadero estado de los muertos proporcionaron gran gozo y consuelo a la iglesia. Pablo mostró que aquellos que vivieran cuando Cristo viniese no irían antes al encuentro de su Señor que aquellos que hubieran dormido en Jesús. La voz del arcángel y la trompeta de Dios alcanzarían a los que durmieran, y los muertos en Cristo resucitarían primero, antes 210 que el toque de la inmortalidad se concediera a los vivos. "Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, consolaos los unos a los otros en estas palabras." 

DIFÍCILMENTE PODEMOS APRECIAR LA ESPERANZA Y EL GOZO que esta seguridad proporcionó a la joven iglesia de Tesalónica. Ellos creyeron y atesoraron la carta que les envió su padre en el Evangelio, y sus corazones se llenaron de amor a él. Él les había dicho estas cosas antes; pero en aquel entonces sus mentes estaban tratando de asimilar doctrinas que les parecían nuevas y extrañas; y no es sorprendente que la fuerza de algunos puntos no se había impresionado vívidamente en su espíritu. 

PERO TENÍAN HAMBRE DE LA VERDAD, y la epístola de Pablo les dio nueva esperanza y fuerza, y una fe más firme en Aquel cuya muerte había sacado a luz la vida y la inmortalidad, y les dio un afecto más profundo por él. Ahora se regocijaban en el conocimiento de que sus amados amigos se levantarían de la tumba, para vivir para siempre en el reino de Dios.

 LAS TINIEBLAS que habían envuelto el lugar de descanso de los muertos se disiparon. Un nuevo esplendor coronó la fe cristiana, y vieron una nueva gloria en la vida, la muerte y la resurrección de Cristo. 

"También Traerá Dios Con Él A Los Que Durmieron En Jesús," Escribió Pablo. 

MUCHOS INTERPRETAN ESTE PASAJE como si significara que los que duermen serán traídos con Cristo desde el cielo, pero según Pablo, como Cristo se levantó de los muertos, así Dios traerá de sus tumbas a los santos que durmieron, y los llevará con él al cielo. ¡Qué precioso consuelo! ¡Qué gloriosa esperanza! no sólo para la iglesia de Tesalónica, sino para todos los cristianos dondequiera que estén. 

MIENTRAS PABLO TRABAJABA EN TESALÓNICA, había explicado tan plenamente el asunto de las señales de los tiempos, mostrando qué acontecimientos iban a suceder antes de la manifestación del Hijo del hombre en las nubes del cielo, que no consideró 211 necesario escribirles largamente en cuanto a este asunto. Se refirió, sin embargo, enfáticamente a sus enseñanzas anteriores. 

 "Acerca de los tiempos y los momentos ­dijo,­ no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche, que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente." 

SON MUCHOS HOY EN EL MUNDO Los Que Cierran Los Ojos A Las Evidencias Que Cristo dio para advertir a los hombres de su advenimiento. Tratan de aquietar toda aprensión, mientras las señales del fin se cumplen rápidamente, y el mundo se precipita hacia el tiempo cuando el Hijo del hombre se manifestará en las nubes del cielo. 

PABLO ENSEÑA QUE ES PECAMINOSO SER INDIFERENTE para con las señales que han de preceder a la segunda venida de Cristo. A los culpables de este descuido, los llama hijos de la noche y de las tinieblas. Anima a los vigilantes y despiertos con estas palabras: "Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios." 

SON ESPECIALMENTE IMPORTANTES PARA LA IGLESIA de nuestro tiempo las enseñanzas del apóstol sobre este punto. Para los que viven tan cerca de la gran consumación, deberían tener notable fuerza las palabras del apóstol: "Mas nosotros, que somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo; el cual murió por nosotros, para que o que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él." 

EL CRISTIANO VIGILANTE es el cristiano que trabaja, que procura celosamente hacer todo lo que puede para el adelantamiento del Evangelio. Como crece el amor por su Redentor, así también crece su amor por su prójimo. 

Tiene severas pruebas, como su Señor; pero no permite que las aflicciones agríen su 212 temperamento y destruyan su paz mental. Sabe que la prueba, si se la soporta bien, le refinará y purificará, y le unirá más con Cristo. 

 Los que son participantes de los sufrimientos de Cristo, serán también participantes de su consolación, y al fin compartirán también su gloria. "Os rogamos, hermanos ­continuó Pablo en su carta a los tesalonicenses,­ que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan: y que los tengáis en mucha estima por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros."

 LOS CREYENTES TESALONICENSES SE VEÍAN MUY MOLESTADOS Por Hombres Que Se Levantaban Entre Ellos Con Ideas Y Doctrinas Fanáticas. Algunos andaban "fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear." La iglesia había sido debidamente organizada, y se habían nombrado dirigentes para que actuaran como ministros y diáconos. Pero había algunos voluntariosos e impetuosos que rehusaban someterse a aquellos que ocupaban puestos de autoridad en la iglesia. Los tales aseveraban tener no solamente derecho a juzgar por su cuenta, sino también a presentar insistentemente sus conceptos a la iglesia. 

 En vista de esto, Pablo llamó la atención de los tesalonicenses al respeto y la deferencia debidos a aquellos que habían sido escogidos para ocupar puestos de autoridad en la iglesia. En su ansia de que los creyentes de Tesalónica anduvieran en el temor de Dios, el apóstol les suplicó que manifestaran piedad práctica en la vida diaria. "Resta pues, hermanos ­escribió,­ que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo. Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús. Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación." "Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación." 

EL APÓSTOL PABLO SENTÍA QUE ERA RESPONSABLE en gran medida 213 del bienestar espiritual de aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que crecieran en el conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien había enviado. A menudo en su ministerio se encontraba con pequeños grupos de hombres y mujeres que amaban a Jesús, y se postraba en oración con ellos para pedir a Dios que les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo se reunía en consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros la luz de la verdad evangélica. 

Y A MENUDO, cuando estaba separado de aquellos con quienes había trabajado así, suplicaba a Dios que los guardara del mal, y les ayudara a ser misioneros fervientes y activos. 

 Una De Las Mayores Evidencias De La Verdadera Conversión Es El Amor A Dios Y Al Hombre. Los Que Aceptan A Jesús Como Su Redentor Tienen Un Profundo Y Sincero Amor Por Otros De La Misma Preciosa Fe. 

 ESO PASABA CON LOS CREYENTES DE TESALÓNICA. "Más acerca de la caridad fraterna ­escribió el apóstol­ no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos a los otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más; y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado; a fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada." 

"Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros; para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos." "También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos. Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo 214 bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." 

EL APÓSTOL AMONESTÓ A LOS TESALONICENSES A NO DESPRECIAR EL DON DE PROFECÍA, y con las palabras: "No apaguéis el Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno," les ordenó que distinguieran cuidadosamente entre lo falso y lo verdadero. Les mandó que se abstuvieran de "toda especie de mal;" y termina su carta con la oración de que Dios los santifique en todo, para que su "espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado ­añadió; ­el cual también lo hará." 

LA INSTRUCCIÓN QUE EL APÓSTOL ENVIÓ A LOS TESALONICENSES en su primera carta en cuanto a la segunda venida de Cristo, estaba perfectamente de acuerdo con su enseñanza anterior. Sin embargo, sus palabras fueron mal interpretadas por algunos hermanos tesalonicenses. Entendieron que él expresó la esperanza de que él mismo viviría para presenciar el advenimiento del Salvador. Esto aumentó su entusiasmo y excitación. Aquellos que habían descuidado anteriormente sus responsabilidades y deberes, se volvieron ahora más persistentes en imponer sus conceptos erróneos. 

EN SU SEGUNDA CARTA, Pablo procuró corregir su errónea comprensión de la enseñanza que les había dado, y trató de presentarles lo que en verdad creía. Expresó de nuevo su confianza en la integridad de ellos, así como su gratitud porque la fe de ellos era fuerte y porque abundaban en amor mutuo y para con la causa de su Señor. Les dijo que los presentaba a otras iglesias como ejemplo de la fe paciente y perseverante que soporta valerosamente persecución y tribulación; y dirigió su atención hacia el tiempo de la segunda venida de Cristo, cuando el pueblo de Dios descansará de todos sus cuidados y perplejidades. 215 

"Nosotros mismos ­escribió­ nos gloriarnos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís: . . . Y a vosotros que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia, en llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia.... Por lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su vocación, e hincha de bondad todo buen intento, y toda obra de fe con potencia, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo." 

PERO antes de la venida de Cristo, iban a producirse importantes acontecimientos en el mundo religioso, predichos en la profecía. 

 EL APÓSTOL DECLARÓ: "No os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el día del Señor esté cerca. No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, oponiéndose y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios." 

Las palabras de Pablo no debían ser mal entendidas. No estaban destinadas a enseñar que él, por revelación especial, había anunciado a los tesalonicenses la inmediata venida de Cristo. Esa idea hubiera provocado confusión de fe; porque el desengaño conduce a menudo a la incredulidad.

EL APÓSTOL, POR LO TANTO, PREVINO A LOS HERMANOS que no recibiesen tal mensaje como si viniera de él; y procedió a recalcar el hecho de que el poder papal, tan claramente descrito por el profeta Daniel, estaba todavía por levantarse y que guerrearía contra el pueblo de Dios. Hasta que ese poder no realizara su obra 216 mortal y blasfema, sería inútil para la iglesia esperar la venida de su Señor. 

"¿No os acordáis ­preguntó Pablo­ que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto?" Terribles habrían de ser las pruebas que sobrevendrían a la verdadera iglesia.

YA EN EL TIEMPO en que el apóstol Pablo escribía, el "misterio de iniquidad" había comenzado a obrar. 

 LOS SUCESOS Que Se Iban A Producir En Lo Futuro Serían "según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos, y con todo engaño de iniquidad en los que perecen." Especialmente solemne es la declaración del apóstol respecto a aquellos que rehusaran recibir "el amor de la verdad." "Por tanto, pues ­declaró concerniente a todos los que deliberadamente rechazaran los mensajes de verdad,­ les envía Dios operación de error, para que crean a la mentira; para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad."

 LOS HOMBRES no pueden rechazar con impunidad las amonestaciones que Dios les envía en su misericordia. De aquellos que persisten en apartarse de sus amonestaciones, Dios retira su Espíritu y los abandona a los engaños que aman. 

ASÍ BOSQUEJÓ PABLO la nefasta obra de aquel poder del mal que subsistiría durante largos siglos de tinieblas y persecución antes de la segunda venida de Cristo. 

 LOS CREYENTES TESALONICENSES HABÍAN ESPERADO INMEDIATA LIBERACIÓN; ahora se les alentó a emprender valerosamente, en el temor de Dios, la obra que tenían por delante. El apóstol les recomendó que no descuidaran sus deberes ni se entregaran a la espera ociosa. Después de sus brillantes expectativas de inmediata liberación, la rutina de la vida diaria y la oposición que debían afrontar podían parecerles doblemente penosas. Por lo tanto los exhortó a estar firmes en la fe: "Estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dio 217 consolación eterna, y buena esperanza por gracia, consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra."

 "Más fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza de vosotros en el Señor, que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo." 

LA OBRA DE LOS CREYENTES LES HABÍA SIDO DADA POR DIOS. Por su fiel adhesión a la verdad habían de dar a otros la luz que habían recibido. El apóstol les recomendó que no se cansaran de hacer el bien, y les señaló su propio ejemplo de diligencia en los asuntos temporales mientras trabajaba con incansable celo en la causa de Cristo. Reprobó a aquellos que se habían entregado a la pereza y a la excitación sin propósito, y les indicó que, "trabajando con reposo," comieran "su pan." 

TAMBIÉN ORDENÓ A LA IGLESIA que excluyera de su comunión a cualquiera que persistiera en descuidar la instrucción dada por los ministros de Dios. "Mas no lo tengáis como a enemigo ­añadió,­ sino amonestadle como a hermano." 
TAMBIÉN ESTA EPÍSTOLA la termina Pablo con una oración, en la que pide que en medio de los afanes y pruebas de la vida, la paz de Dios y la gracia del Señor Jesucristo los consolasen y sostuviesen. 218

Los Hechos De Los Apóstoles En La Proclamación 
Del Evangelio De Jesucristo. (EGW). MHP


CAPÍTULO 24. CORINTO.

Basado en Hechos 18:1-18. 

DURANTE EL PRIMER SIGLO DE LA ERA CRISTIANA, Corinto era una de las ciudades principales, no sólo de Grecia, sino del mundo. Griegos, judíos, romanos y viajeros de todos los países, llenaban las calles, empeñados afanosamente en los NEGOCIOS y los PLACERES. Era un gran centro comercial, situado a fácil acceso de todas partes del Imperio Romano, un lugar importante donde establecer monumentos para Dios y su verdad. 

ENTRE LOS JUDÍOS que se habían establecido en Corinto, se contaban Aquila y Priscila, quienes más tarde se distinguieron como fervientes obreros de Cristo. Al reconocer el carácter de esas personas, Pablo "posó con ellos."

EN EL MISMO COMIENZO DE SUS LABORES En Este Centro De Tránsito, Pablo vio por doquiera serios obstáculos al progreso de su obra. 

LA CIUDAD estaba casi completamente entregada a la idolatría. Venus era la deidad favorita; y con el culto de Venus se asociaban muchos ritos y ceremonias desmoralizadores. 

 LOS CORINTIOS habían llegado a destacarse, aun entre los paganos, Por Su Grosera Inmoralidad. Parecían pensar o preocuparse poco fuera de los placeres y alegrías frívolas de la hora. 

AL PREDICAR EL EVANGELIO EN CORINTO, El Apóstol Siguió Un Plan Diferente Que En Atenas. Mientras estuvo en ese lugar, trató de adaptar su estilo al carácter de su auditorio; trató de hacer frente a la lógica con la lógica, a la ciencia con la ciencia, a la filosofía con la filosofía. Al pensar en el tiempo así usado, y darse cuenta de que su enseñanza en Atenas había producido sólo poco fruto, DECIDIÓ seguir otro plan de acción en Corinto, en sus esfuerzos por cautivar la atención de los despreocupados 199 e indiferentes. 

RESOLVIÓ EVITAR TODAS LAS DISCUSIONES y argumentos complicados, y no "saber algo" entre los corintios, "Sino A Jesucristo, Y A Éste Crucificado." Iba a predicarles, no "con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder."(1 Cor. 2:2,4). 

JESÚS, A QUIEN PABLO estaba por presentar ante los griegos de Corinto como el Cristo, era un judío de humilde origen, criado en una ciudad proverbial por su iniquidad. Había sido rechazado por su propia nación, y crucificado al fin como malhechor. 

 LOS GRIEGOS creían que se necesitaba elevar al género humano; pero consideraban el estudio de la filosofía y la ciencia como el único medio capaz de lograr la verdadera elevación y honor.

 ¿Podría Pablo Inducirlos A Creer Que La Fe En El Poder De Este Obscuro Judío Elevaría Y Ennoblecería Toda Facultad Del Ser Humano? 

EN EL PENSAMIENTO DE LAS MULTITUDES QUE VIVEN HOY, la cruz del Calvario está rodeada de sagrados recuerdos. Se relacionan con las escenas de la crucifixión sagradas asociaciones. 

PERO EN LOS DÍAS DE PABLO, la cruz se consideraba con sentimientos de repulsión y horror. El ensalzar como Salvador de la humanidad a uno que había muerto en la cruz provocaría naturalmente el ridículo y la oposición. Pablo sabía bien cómo sería considerado su mensaje tanto por los judíos como por los griegos de Corinto. "Nosotros predicamos a Cristo crucificado ­confesó él,­ a los Judíos ciertamente tropezadero, y a los Gentiles locura." (1 Cor. 1:23).

 ENTRE SUS OYENTES JUDÍOS había muchos a quienes encolerizaría el mensaje que él estaba por proclamar.

Y A JUICIO DE LOS GRIEGOS, sus palabras serían absurda locura. Sería considerado mentalmente débil por tratar de mostrar cómo la cruz podría tener alguna relación con la elevación del género humano o la salvación de la humanidad. 

PERO PARA PABLO, LA CRUZ ERA EL ÚNICO OBJETO DE SUPREMO INTERÉS. Desde que fuera contenido en su carrera de persecución contra los seguidores del crucificado Nazareno, no había 200 cesado de gloriarse en la cruz. En aquel entonces se le había dado una revelación del infinito amor de Dios, según se revelaba en la muerte de Cristo; y se había producido en su vida una maravillosa transformación que había puesto todos sus planes y propósitos en armonía con el cielo. Desde aquella hora había sido un nuevo hombre en Cristo. Sabía por experiencia personal que una vez que un pecador contempla el amor del Padre, como se lo ve en el sacrificio de su Hijo, y se entrega a la influencia divina, se produce un cambio de corazón, y Cristo es desde entonces todo en todo. 

 EN OCASIÓN DE SU CONVERSIÓN, Pablo se llenó de un vehemente deseo de ayudar a sus semejantes a contemplar a Jesús de Nazaret como el Hijo del Dios vivo, poderoso para transformar y salvar. Desde entonces dedicó enteramente su vida al esfuerzo de pintar el amor y el poder del Crucificado. Su gran corazón simpatizaba con todas las clases sociales. "A Griegos y a bárbaros ­declaraba,­ a sabios y a no sabios soy deudor." (Rom. 1:14).

 EL AMOR POR EL SEÑOR DE GLORIA, a quien había perseguido tan implacablemente en la persona de sus santos, era el principio propulsor de su conducta, su fuerza motriz. Si alguna vez su ardor en la senda del deber flaqueaba, una mirada a la cruz y al asombroso amor allí revelado, bastaba para inducirlo a ceñirse los lomos de su entendimiento y avanzar en la senda de la abnegación.

 CONTEMPLAD AL APÓSTOL PREDICANDO EN LA SINAGOGA DE CORINTO, razonando de las escrituras de Moisés y los profetas, y conduciendo a sus oyentes al advenimiento del Mesías prometido.

ESCUCHAD mientras explica claramente La Obra Del Redentor Como El Gran Sumo Sacerdote de la humanidad: el que por el sacrificio de su propia vida había de expiar el pecado una vez por todas, y emprender entonces su ministerio en el santuario celestial. Se hizo entender a los oyentes de Pablo que el Mesías cuyo advenimiento habían anhelado, había venido ya; que su muerte era la realidad prefigurada por todas las ofrendas de los sacrificios, Y QUE SU MINISTERIO en el santuario celestial 201 era el gran objeto que arrojaba su sombra hacia atrás y aclaraba el ministerio del sacerdocio judío. 

PABLO TESTIFICÓ "A LOS JUDÍOS QUE JESÚS ERA EL CRISTO." Por las Escrituras del Antiguo Testamento, mostró que de acuerdo con las profecías y la expectación universal de los judíos, el Mesías iba a ser del linaje de Abrahán y de David; entonces trazó la descendencia de Jesús desde el patriarca Abrahán a través del real salmista. Leyó el testimonio de los profetas en cuanto al carácter y la obra del Mesías prometido, y su recepción y trato en la tierra. Luego demostró que todas estas predicciones se habían cumplido en la vida, el ministerio y la muerte de Jesús de Nazaret. Pablo señaló que Cristo había venido a ofrecer la salvación primero a la nación que aguardaba la venida del Mesías como la consumación y gloria de su existencia nacional. 

 Pero esa nación había rechazado a Aquel que le hubiera dado vida, y había escogido otro guía cuyo reino acabaría en la muerte. Se esforzó por presentar a sus oyentes el hecho de que sólo el arrepentimiento podía salvar a la nación de la ruina inminente. Reveló la ignorancia de ésta concerniente al significado de las Escrituras, cuya presunta plena comprensión constituía su principal jactancia y gloria. 

REPRENDIÓ SU MUNDANALIDAD, su amor a la posición social, a los títulos, a la exhibición, y su desmedido egoísmo. 

CON EL PODER DEL ESPÍRITU, PABLO RELATÓ LA HISTORIA DE SU PROPIA MILAGROSA CONVERSIÓN, y de su confianza en las Escrituras del Antiguo Testamento, que se habían cumplido tan plenamente en Jesús de Nazaret. Habló Con Solemne Fervor, y sus oyentes no pudieron sino percibir que amaba con todo su corazón al crucificado y resucitado Salvador. Vieron que su mente se concentraba en Cristo, y que toda su vida estaba vinculada con su Señor. Tan Impresionantes Fueron Sus Palabras, que solamente aquellos que estaban llenos del más amargo odio contra la religión cristiana pudieron quedar sin conmoverse por ellas. 202 

PERO LOS JUDÍOS DE CORINTO cerraron sus ojos a la evidencia tan claramente presentada por el apóstol, y rehusaron escuchar sus llamamientos. El mismo espíritu que los había inducido a rechazar a Cristo, los llenó de ira y furia contra su siervo, y si Dios no le hubiera protegido especialmente, para que continuase llevando el mensaje evangélico a los gentiles, le habrían ultimado. "Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los Gentiles. 

 Y PARTIENDO DE ALLÍ, entró en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la casa del cual estaba junto a la sinagoga." Silas y Timoteo "vinieron de Macedonia" para ayudar a Pablo, y juntos trabajaron por los gentiles. A los paganos, tanto como a los judíos, Pablo y sus compañeros predicaron a Cristo como el Salvador de la humanidad caída.

EVITANDO RAZONAMIENTOS COMPLICADOS Y REBUSCADOS, los mensajeros de la cruz se espaciaron en los atributos del Creador del mundo, supremo Gobernante del universo. Con corazones rebosantes de amor hacia Dios y su Hijo, invitaron a los paganos a contemplar el infinito sacrificio hecho en favor del hombre. Sabían que si aquellos que habían andado mucho tiempo a tientas en las tinieblas del paganismo pudieran tan sólo ver la luz que irradiaba de la cruz del Calvario, serían atraídos al Redentor. "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo," había declarado el Salvador. (Juan 12:32).

   LOS OBREROS EVANGÉLICOS DE CORINTO comprendían los terribles peligros que amenazaban a las almas de aquellos por quienes trabajaban; y con conciencia de la responsabilidad que descansaba sobre ellos, presentaban la verdad como es en Jesús.

CLARO, SENCILLO Y DECIDIDO ERA SU MENSAJE: sabor de vida para vida, o de muerte para muerte. Y no sólo en sus palabras, sino en su vida diaria, se revelaba el Evangelio. Los ángeles cooperaban con ellos, y la gracia y el poder de Dios se manifestaban en la conversión de muchos. "Crispo, el prepósito de la sinagoga, 203 creyó al Señor con toda su casa; y muchos de los Corintios oyendo creían, y eran bautizados." 

EL ODIO Con Que Los Judíos Habían Considerado Siempre A Los Apóstoles Se Intensificó Ahora.

LA CONVERSIÓN Y EL BAUTISMO DE CRISPO tuvo por efecto exasperar en vez de convencer a estos obstinados oponentes. No podían presentar argumentos que refutasen la predicación de Pablo; y por falta de evidencias tales, recurrieron al engaño y al ataque malicioso. Blasfemaron el Evangelio y el nombre de Jesús. En su ciega ira, no había para ellos palabras demasiado amargas ni ardid demasiado bajo. 

No Podían negar que Cristo había obrado milagros, pero declaraban que los había realizado por el poder de Satanás, y afirmaban osadamente que las maravillosas obras realizadas por Pablo eran hechas por el mismo agente. 

AUNQUE PABLO TUVO CIERTO GRADO DE ÉXITO EN CORINTO, la impiedad que veía y oía en esa corrupta ciudad casi lo descorazonaba. La depravación que presenciaba entre los gentiles, y el desprecio e insulto de los judíos, le causaban gran angustia de espíritu. 

Dudaba de la prudencia de tratar de edificar una iglesia con el material que encontraba allí. Y mientras estaba haciendo planes de dejar la ciudad para ir a un campo más promisorio, y tratando fervientemente de entender su deber, el Señor se le apareció en una visión y le dijo: "No temas, sino habla, y no calles: porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad." Pablo entendió que esto era una orden de permanecer en Corinto y una garantía de que el Señor haría crecer la semilla sembrada. Fortalecido y animado, continuó trabajando allí con celo y perseverancia. 

LOS ESFUERZOS DEL APÓSTOL No Se Limitaban A La Predicación Pública; había muchos que no podrían ser alcanzados de esa manera. Pasaba mucho tiempo en el trabajo de casa en casa, aprovechando el trato del círculo familiar. 

Visitaba a los enfermos y tristes, consolaba a los afligidos y animaba a los oprimidos. En todo lo que decía y hacía, magnificaba el nombre de 204 Jesús. Así trabajaba "con flaqueza, y mucho temor y temblor." (1 Cor. 2:3). Temblaba de temor de que su enseñanza llevara el sello humano en lugar del divino. 

"HABLAMOS SABIDURÍA ENTRE PERFECTOS ­DECLARÓ MÁS TARDE PABLO;­ y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen; mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria: la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció: porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria: antes, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman. Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. "Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado; lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual." (1 Cor. 2:6-13).

   PABLO COMPRENDÍA QUE SU SUFICIENCIA NO ESTABA EN ÉL, sino en la presencia del Espíritu Santo, cuya misericordiosa influencia llenaba su corazón y ponía todo pensamiento en sujeción a Cristo. Hablando de sí mismo, afirmaba que llevaba "siempre por todas partes la muerte de Jesús en el cuerpo, para que también la vida de Jesús sea manifestaba en nuestros cuerpos." (2 Cor. 4:10). En las enseñanzas del apóstol, Cristo era la figura central. "Vivo­ declaraba, ­no ya yo, mas vive Cristo en mí." (Gál. 2:20). El yo estaba escondido; Cristo era revelado y ensalzado.

 PABLO ERA UN ORADOR ELOCUENTE. Antes de su conversión, había tratado a menudo de impresionar a sus oyentes con los vuelos de la oratoria. Pero ahora puso todo eso a un lado. 205 En lugar de entregarse a descripciones poéticas y cuadros fantásticos que pudieran complacer los sentidos y alimentar la imaginación, pero que no podrían alcanzar la experiencia diaria, Pablo trataba, mediante el uso de un lenguaje sencillo, de introducir en el corazón las verdades de vital importancia. 

 LAS PRESENTACIONES FANTÁSTICAS DE LA VERDAD pueden provocar un éxtasis de sentimiento; pero demasiado a menudo las verdades presentadas de esta manera no proporcionan el alimento necesario para fortalecer al creyente para las batallas de la vida. Las necesidades inmediatas, las pruebas presentes, de las almas que luchan, deberían satisfacerse con instrucción sana y práctica sobre los principios fundamentales del cristianismo. 

LOS ESFUERZOS DE PABLO EN CORINTO NO FUERON ESTÉRILES. Muchos se volvieron del culto de los ídolos para servir al Dios vivo, y una gran iglesia se alistó bajo la bandera de Cristo. Algunos fueron rescatados de entre los gentiles más disipados, y llegaron a ser monumentos de la misericordia de Dios y la eficacia de la sangre de Cristo para limpiar del pecado. 

EL CRECIENTE ÉXITO DE PABLO En La Presentación De Cristo Despertó En Los Judíos Incrédulos Una Oposición Más Resuelta. "Se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y lo llevaron al tribunal" de Galión, entonces procónsul de Acaya. Esperaban que las autoridades, como en ocasiones anteriores, se pusieran de su parte; y en altas y airadas voces expresaron su disgusto contra el apóstol, diciendo: "Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley." 

LA RELIGIÓN JUDÍA ESTABA BAJO LA PROTECCIÓN DEL PODER ROMANO; y los acusadores de Pablo pensaban que si podían probar que violaba las leyes de su religión, se lo entregarían probablemente para que lo juzgaran y sentenciaran. Esperaban así lograr su muerte. Pero Galión era hombre íntegro, y se negó a dejarse engañar por los judíos celosos e intrigantes. Disgustado por su fanatismo y justicia propia, no quiso hacer lugar a la acusación. Mientras Pablo se preparaba para hablar en defensa propia, Galión le dijo que no era necesario. Entonces 206 dirigiéndose a los airados acusadores, dijo: "Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh Judíos, conforme a derecho yo os tolerara: mas si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas. Y los echó del tribunal." 

TANTO LOS JUDÍOS COMO LOS GRIEGOS Habían Esperado Ansiosamente La Decisión De Galión; y su inmediato despacho del caso, como asunto que no era de interés público, fue para los judíos la señal de retirarse, desconcertados y airados. La decidida actitud del procónsul abrió los ojos a la muchedumbre clamorosa que había estado ayudando a los judíos.

 POR PRIMERA VEZ durante las labores de Pablo en Europa la multitud se puso de su parte; en la presencia del procónsul y sin que él lo impidiera, acosaron violentamente a los principales acusadores del apóstol. "Todos los Griegos tomando a Sóstenes, prepósito de la sinagoga, le herían delante del tribunal: y a Galión nada se le daba de ello." 

ASÍ EL CRISTIANISMO obtuvo una señalada victoria. Pablo se detuvo allí muchos días. Si el apóstol hubiera sido entonces obligado a abandonar a Corinto, los conversos a la fe de Jesús hubieran quedado en situación peligrosa. Los judíos se hubieran esforzado por aprovechar la ventaja lograda hasta el punto de exterminar el cristianismo en esa región. 207

Los Hechos De Los Apóstoles En La Proclamación 
Del Evangelio De Jesucristo. (EGW). MHP


jueves, marzo 14, 2019

09. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración:” CC. 69,70.

08. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración:” CC. 69,70.

07. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración:” CC. 69,70.

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05. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración:” CC. 69,70.

04. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. ” CC. 69,70.


sábado, marzo 09, 2019

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW). SECCIÓN XV. LA RECOMPENSA DE LA MAYORDOMÍA FIEL.


65. LA RECOMPENSA COMO MOTIVACIÓN EN EL SERVICIO.
El Salvador dijo repetidamente: "Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros"(Mat. 19: 30).  Jesús desea que los que trabajan en su servicio no estén ansiosos por recibir recompensas, ni que sientan que deben recibir una compensación por todo lo que hacen.  

El Señor quiere que nuestras mentes se encaucen por un conducto diferente, porque él no ve en la forma como el hombre ve.  El no juzga por las apariencias sino que estima a un hombre por la sinceridad de su corazón.
Los que han puesto en su servicio un espíritu de verdadero sacrificio, de la negación de sí mismos, son los que ocuparán el primer lugar al final.  

Los obreros que fueron contratados primero, representan a los que poseen un espíritu envidioso y de justicia propia, y que pretenden recibir un trato preferencial por sus servicios por encima de los demás.  

El padre de familia dijo a uno que puso en duda su derecho de dar más a los demás que a él:   "Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?" (Mat. 20: 13).  Yo he cumplido mi parte del acuerdo.

En nuestra esfera de acción, todos nosotros deberíamos respetar el monto de la recompensa. 

Pero mientras apreciamos la promesa de bendición, deberíamos tener perfecta confianza en Jesucristo, creyendo que él hará bien y nos dará una recompensa que esté de acuerdo con lo que han sido nuestras obras. 

El don de Dios es la vida eterna, pero 354 Jesús no desea que estemos tan ansiosos acerca de las recompensas como por hacer la voluntad de Dios porque es correcto hacerlo así, independientemente de toda ganancia.

Pablo contempló constantemente la corona de vida que se le daría, y no sólo a él sino también a todos los que aman su venida.  Fue la victoria ganada mediante la fe en Jesucristo la que hizo la corona tan deseable.  El siempre exaltó a Jesús.  Está fuera de lugar toda jactancia de nuestra parte acerca de los talentos o la victoria.  "No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.  
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová" 
(Jer. 9: 23, 24).

Los que recibirán la recompensa más abundante serán los que hayan mezclado con su actividad y su celo una piedad misericordiosa y tierna por los pobres, los huérfanos, los oprimidos y los afligidos.  Pero los que pasan sin preocuparse de ellos, que están demasiado ocupados para prestar atención a lo que ha sido comprado con la sangre de Cristo, que están llenos de grandes proyectos, encontrarán que están en el último lugar, en el más ínfimo.

Los hombres obran de acuerdo con lo que es el verdadero carácter de su corazón. Hay a nuestro alrededor los que poseen un espíritu manso y humilde, el espíritu de Cristo, pero que hacen muchas cosas pequeñas para ayudar a los que están cerca de ellos, y que no piensan en esas cosas que hacen; éstos se asombrarán al final cuando encuentren que Cristo ha notado las palabras que han hablado a los desanimados, y ha tomado en cuenta los donativos más pequeños hechos para aliviar a los pobres, y que han costado al dador algún grado de abnegación.  

El Señor mide el espíritu y da la recompensa que corresponde; y el espíritu de amor puro, humilde e infantil hace que la ofrenda sea preciosa a su vista.-RH, julio 3, 1894. 355

COMO UN DON Y NO COMO UN DERECHO
Pedro dijo:  "He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?" (Mat. 19: 27).  Esta pregunta formulada por Pedro muestra que él pensaba que cierta cantidad de trabajo de parte de los apóstoles merecería una cierta cantidad de recompensa.  Entre los discípulos existía un espíritu de complacencia, de exaltación propia, que los llevaba a establecer comparaciones entre ellos.  Si alguno de ellos fracasaba, los demás se sentían superiores.  Jesús vio que ese espíritu debía ser controlado.  Podía leer los corazones de los hombres y vio sus tendencias al egoísmo en esta pregunta:  "¿Qué, pues, tendremos?"   Él debía corregir ese mal antes que adquiriera proporciones gigantescas.

Los discípulos estaban en peligro de perder de vista el verdadero principio del Evangelio.  Mediante el empleo de esta parábola [de los labradores que fueron llamados] él les enseñó que la recompensa no es por las obras, para que nadie se gloríe, sino que se recibe enteramente por gracia.  El labrador llamado a la viña al comienzo del día tuvo su recompensa en la gracia que se le dio.   Pero el último que fue llamado tuvo la misma gracia que recibió el que fue llamado al comienzo.  Todo el trabajo era de gracia, y nadie debía gloriarse sobre otro.  Ninguno debía refunfuñar contra otro.   Ninguno tenía privilegio sobre otro, y ninguno podía reclamar la recompensa como derecho propio.  Pedro manifestó los sentimientos de un asalariado. -RH, julio 10, 1894. 356

66. EL TESORO EN EL CIELO.
Cristo nos recomienda:  "Haceos tesoros en los cielos".  Esta obra de transferir nuestras posesiones al mundo de arriba, es digna de nuestras mejores energías.  Es de la mayor importancia e implica nuestros intereses eternos.  Lo que damos a la causa de Dios no se pierde.  Todo lo que damos para la salvación de las almas y la gloria de Dios se invierte en la empresa de más éxito en esta vida y en la vida futura.  Nuestros talentos de oro y plata, si los damos a los cambiadores, ganan continuamente en valor, lo cual se registrará en nuestra cuenta en el reino de los cielos.  Nosotros seremos los receptores de la riqueza eterna que ha aumentado en las manos de los cambiadores.  Al dar para la obra de Dios, nos estamos haciendo tesoros en el cielo.  Todo lo que depositamos arriba está asegurado contra el desastre y la pérdida, y está aumentando en valor eterno y perdurable.

GANANCIA PARA ESTE TIEMPO Y LA ETERNIDAD
Deberíamos proponernos decididamente colocar todas nuestras capacidades al servicio de Cristo.  Porque su servicio representa un beneficio para esta vida y para la vida venidera. . .
"La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz" (Mat. 6: 22).  Si el ojo es bueno, si se lo dirige hacia el cielo, la luz del cielo inundará el alma, y las cosas terrenas parecerán insignificantes y sin atractivo.  Cambiarán los propósitos del corazón y se atenderá la amonestación de Jesús.   Haremos nuestro 357 tesoro en el cielo.  Nuestros pensamientos se fijarán en las grandes recompensas de la eternidad.  Todos nuestros planes los haremos con referencia a la vida futura e inmortal.  Nos sentiremos atraídos hacia nuestro tesoro.  No nos ocuparemos de nuestros intereses mundanos, pero en todas nuestras empresas nos formularemos esta pregunta silenciosa:   "Señor, ¿qué quieres que haga?"  La religión de la Biblia estará entretejida en nuestra vida diaria.

El verdadero cristiano no permite que ninguna consideración terrena se interponga entre su alma y Dios.  El mandamiento de Dios ejerce una influencia positiva sobre sus afectos y acciones.  Si todos los que buscan el reino de Dios y su justicia estuvieran siempre listos para hacer las obras de Cristo, ¡cuánto más fácil sería el camino que lleva al cielo!. . .
Si se busca la gloria de Dios, el tesoro será puesto arriba, a salvo de toda corrupción o pérdida; y "donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mat. 6: 21).  
Jesús será el modelo que procuraremos imitar.  La ley del Señor será nuestra delicia y en el día del ajuste final de cuentas escucharemos estas gozosas palabras:  "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21).-RH, enero 24, 1888.

FORTALECIENDO LOS VÍNCULOS DE UNIDAD
El Señor nos ha hecho sus mayordomos.  Coloca en nuestras manos sus dones para que los compartamos con los necesitados; y esta generosidad práctica constituirá una infalible panacea para nuestro orgullo.  Expresando en esta manera amor hacia los que necesitan ayuda, haremos que los corazones de los necesitados agradezcan a Dios porque él ha derramado la gracia de la generosidad sobre los hermanos, y les ha hecho aliviar las necesidades de los afligidos.

Mediante el ejercicio de este amor práctico es como las 358 iglesias se acercarán a Cristo en unidad.  Mediante el amor de los hermanos aumenta el amor a Dios, porque él no ha olvidado a los que están en aflicción, y en esta forma las ofrendas de gratitud ascienden hacia Dios por su cuidado.  "Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios" (2 Cor. 9: 12).  
La fe de los hermanos aumenta en Dios, y éstos son inducidos a encomendar sus almas y sus cuerpos a Dios como a un Creador fiel.  "Pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al Evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos"
 (2 Cor. 9: 13).-RH, agosto 21, 1894.

ESCULPIDOS EN LAS MANOS DE CRISTO
Cristo guardará los nombres de todos los que no consideran ningún sacrificio demasiado costoso para ofrecerlos a él sobre el altar de la fe y el amor.  Él lo sacrificó todo por la humanidad caída.  Los nombres de los que son obedientes, los que se sacrifican y los fieles estarán esculpidos en las palmas de sus manos; no serán vomitados de su boca, sino que serán tomados en sus labios y él rogará especialmente en favor de ellos ante el Padre.  Cuando los egoístas y orgullosos sean olvidados, ellos serán recordados y sus nombres serán inmortalizados.  A fin de ser felices, debemos vivir para hacer felices a otros.  Es bueno que presentemos nuestras posesiones, nuestros talentos y nuestros afectos en una agradecida devoción a Cristo, y en esa forma encontraremos felicidad aquí y una gloria inmortal en el más allá.
3 T 250, 251. 359

67. BENDICIONES TEMPORALES PARA LOS GENEROSOS.
Cuando la simpatía humana está mezclada con amor y generosidad, y santificada por el Espíritu de Jesús constituye un elemento que puede producir un gran bien.  
Los que cultivan la generosidad no sólo están haciendo una obra buena en favor de otros, y bendiciendo a los que reciben esas buenas acciones, sino también se están beneficiando a sí mismos al abrir sus corazones a la influencia benigna de la verdadera dadivosidad.

Cada rayo de luz derramado sobre otros se reflejará en nuestros propios corazones.  Cada palabra bondadosa y de simpatía hablada a los afligidos, cada acto que alivia a los oprimidos, cada donativo hecho para satisfacer las necesidades de nuestros semejantes, dados o hechos teniendo en consideración la gloria de Dios, resultarán en una bendición para el dador.  Los que trabajan de este modo están obedeciendo la ley del cielo y recibirán la aprobación de Dios.  
El placer de hacer el bien a otros imparte calor a los sentimientos, el que se propaga a los nervios, activa la circulación de la sangre e induce salud mental y física. -4 T 56.

UNA BENDICIÓN SANADORA
La simpatía que existe entre la mente y el cuerpo es muy grande.   Cuando uno es afectado, el otro reacciona.  La condición de la mente tiene mucho que ver con la salud del organismo físico.  Si la mente está libre y feliz, si está 360 bajo la convicción de que se está obrando bien y si experimenta un sentido de satisfacción al hacer felices a otros, creará un gozo que afectará a todo el organismo facilitando la circulación de la sangre y tonificando todo el cuerpo.  La bendición de Dios tiene un efecto sanador; y los que benefician abundantemente a otros experimentarán esa maravillosa bendición en sus corazones y sus vidas. -4 T 60, 61.

LA OBRA DE BENEFICENCIA TIENE UNA DOBLE BENDICIÓN
La sabiduría divina ha señalado, en el plan de salvación, la ley de la acción y la reacción, lo que hace que la obra de beneficencia sea en todos sus aspectos una doble bendición.  Dios podría haber cumplido su objetivo en la salvación de los pecadores sin la ayuda del hombre.  Pero él sabía que el hombre no podría ser feliz sin desempeñar una parte en la gran obra de redención.  Nuestro Redentor trazó el plan de utilizar al hombre como su colaborador para que éste no perdiese los benditos resultados de la benevolencia. RH, marzo 23, 1897.

EL PODER DE LA TIERRA ES QUEBRANTADO
Cristo vino para dar a los hombres la riqueza de la eternidad; y nosotros debemos recibir e impartir esta riqueza mediante nuestra conexión con él.  Cristo ha dicho, no sólo a los ministros sino a todos:  El mundo está rodeado por las tinieblas.  Haced brillar vuestra luz para los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.  Todos los que verdaderamente aman a Dios serán una luz en el mundo.
El que es un ciudadano del reino celestial contemplará constantemente las cosas invisibles.  El poder de la tierra sobre la mente y el carácter es quebrantado.  Tiene la presencia permanente del Huésped celestial, de acuerdo con esta promesa:  
"Yo le amaré, y me manifestaré a él" (Juan 14: 21). 361 El anda con Dios tal como anduvo Enoc, en una constante comunión.-RH, nov. 10, 1910.

LA VIDA TERRENA ES ENRIQUECIDA
No puede ser perfecto o completo ningún proyecto de negocios o plan de vida que abarque únicamente los breves años de la vida actual y no haga provisión para el futuro eterno.  
Enséñese a los jóvenes a considerar la eternidad en sus cálculos.  Enséñeseles a escoger los principios y buscar las cosas durables, a acumular para sí aquel "tesoro en los cielos que nunca se agota, donde ladrón no llega, ni polilla consume"; a conquistarse amigos "por medio de las riquezas de injusticia", para que cuando éstas falten, aquéllos los "reciban en las moradas eternas" (Luc. 12: 33; 16: 9).
Todos los que hacen esto, están haciendo la mejor preparación posible para la vida en este mundo.  Ningún hombre puede acumular tesoro en el cielo, sin hallar que por ese medio se enriquece y ennoblece su vida en la tierra.
"La piedad para todo es provechosa teniendo la promesa de la vida que ahora es, y de la que ha de ser" (1Tim. 4: 8).-Ed. 140.

EL CORAZÓN DEL DADOR SE EXPANDE
Las ofrendas de los pobres, dadas mediante la abnegación para ayudar a extender la preciosa luz de la verdad salvadora, no sólo constituirán un aroma delicioso para Dios, y serán plenamente aceptables para él como dones consagrados, sino también el acto mismo de dar expande el corazón del dador y lo une más plenamente con el Redentor del mundo.-RH, oct. 31, 1878.

LA PROMESA PERMANENTE DE DIOS
Cuandoquiera que los hijos de Dios, en cualquier época de la historia del mundo, ejecutaron alegre y voluntariamente el plan de la benevolencia sistemática y de los dones 362 y ofrendas, han visto cumplirse la permanente promesa de que la prosperidad acompañaría todas sus labores en la misma proporción en que le obedeciesen.  Siempre que reconocieron los derechos de Dios y cumplieron con sus requerimientos, honrándole con su sustancia, sus alfolíes rebosaron.-JT 1, 375. 363

68. COMPARTIENDO LOS GOZOS DE LOS REDIMIDOS.
Hay una recompensa para los obreros íntegros y abnegados que entran en este campo, y también para los que contribuyen voluntariamente a su sostén.  Los que trabajan activamente en el campo, y los que dan sus recursos para sostener a estos obreros, compartirán la recompensa de los fieles.
Cada mayordomo sabio de los bienes confiados a él, entrará en el gozo de su Señor.  ¿Qué es este gozo?  "Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente" (Luc. 15: 10).  Habrá una bendita alabanza, una santa bendición, para los fieles ganadores de almas.  Se unirán a los que se regocijan en el cielo, que dan la bienvenida a la cosecha al entrar ésta en el hogar.

Cuán grande será el gozo cuando los redimidos del Señor se reúnan en las mansiones preparadas para ellos.  ¡Oh, qué gozo para todos los que hayan sido obreros imparciales y abnegados juntamente con Dios en la tarea de promover su obra aquí en la tierra!  Qué satisfacción tendrá cada segador cuando la voz clara y musical de Jesús diga:  "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo" 
(Mat. 25: 34).  "Entra en el gozo de tu Señor".
El Redentor es glorificado porque no ha muerto en vano.  Con corazones gozosos, los que han sido colaboradores con Dios ven el trabajo de su alma en favor de los pecadores destinados a perecer y morir.  Las horas ansiosas que pasaron, las circunstancias que les causaron perplejidad, 364 la aflicción del corazón debida a que algunos rehusaron ver y recibir las cosas que habrían podido dar paz, todo eso queda olvidado.  
La abnegación que practicaron a fin de sostener la obra ya no es más recordada.  Cuando contemplan las almas que procuraron ganar para Jesús, y las ven salvadas, salvadas eternamente como monumentos a la misericordia de Dios y al amor del Redentor, hacen resonar en las bóvedas celestes exclamaciones de alabanza y agradecimiento.-RH, oct. 10, 1907.

LA REALIDAD ES MÁS GRANDE QUE LA EXPECTATIVA
Cristo aceptó la humanidad y vivió en esta tierra una vida pura y santificada.  Por esta razón ha recibido la designación de Juez.  El que ocupa la posición de juez es Dios manifestado en la carne.  
Qué gozo será reconocer en él a nuestro Maestro y Redentor, llevando aún las marcas de la crucifixión, de las que salen rayos de gloria, lo que dará un valor adicional a las coronas que los redimidos recibirán de sus manos, las mismas manos que se extendieron para bendecir a sus discípulos cuando él ascendió.  
La misma voz que dijo:  "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28: 20), da la bienvenida a los redimidos.
El mismo que dio su preciosa vida por ellos, quien por su gracia movió sus corazones al arrepentimiento, quien los despertó a su necesidad de arrepentimiento, los recibe ahora en su gozo.  ¡Oh, cuánto lo aman!  La realización de su esperanza es infinitamente mayor que su expectativa.  Su gozo es completo, y ellos toman sus refulgentes coronas y las arrojan a los pies de su Redentor.
RH, junio 18, 1901.

LA SEGURA PROMESA
Durante mucho tiempo hemos esperado el regreso de nuestro Salvador.  Pero no por eso la promesa es menos 365 segura. Pronto nos encontraremos en nuestro hogar prometido.  Allá Jesús nos guiará junto a las aguas vivas que fluyen del trono de Dios, y nos explicará las enigmáticas disposiciones a través de las cuales nos guió a fin de perfeccionar nuestros caracteres.  Allí veremos en todas partes los hermosos árboles del paraíso, y en medio de ellos contemplaremos el árbol de la vida.  Allí veremos con una visión perfecta las hermosuras del Edén restaurado.  Allí arrojaremos a los pies de nuestro Redentor las coronas que él había colocado en nuestras cabezas, y, pulsando nuestras arpas doradas, ofreceremos alabanza y agradecimiento a Aquel que está sentado sobre el trono.-RH, sept. 3, 1903.

SÓLO UN POQUITO MÁS
Transcurrirá sólo un poquito más de tiempo antes de que Jesús venga a salvar a sus hijos y a darles el toque final de la inmortalidad.   "Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad" (1 Cor. 15: 53).  Los sepulcros se abrirán y los muertos saldrán victoriosos, y exclamarán: "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?  ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor. 15: 55).  Nuestros seres amados que duermen en Jesús resucitarán revestidos con la inmortalidad.
Y cuando los redimidos suban al cielo, las puertas de la ciudad de Dios se abrirán de par en par, y entrarán los que han guardado la verdad.  Una voz más armoniosa que música alguna que hayan escuchado los oídos mortales, se oirá decir:  "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo" (Mat. 25: 34).  Entonces los justos recibirán su recompensa.  Sus vidas correrán paralelas con la vida de Jehová.   Echarán sus coronas a los pies del Redentor, pulsarán las doradas arpas y llenarán todo el cielo de música armoniosa. 
Signs, abril 15, 1889. 366

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Los benevolentes contribuyen a su propia felicidad, 4 T 59-61.
Cada donativo es una bendición para el que lo da, 4 T 56.
Una inversión segura en bolsas sin agujeros, JT 1, 468.
Valores más allá de todo cálculo, DMJ 112, 114.
Deberíamos estar satisfechos al recibir la riqueza celestial en proporción a nuestra inversión en bonos celestiales, 4 T 119.
La prosperidad espiritual está estrechamente relacionada con la liberalidad cristiana, HA 276, 277.
El dinero que rehusamos a la obra no producirá interés en el banco del cielo, JT 3, 350.
Las riquezas terrenales pronto serán destruidas en la gran conflagración; sólo las riquezas depositadas en el cielo estarán seguras, 4 T 49.
Cada oportunidad de manifestar generosidad que se aprovecha, añade al tesoro celestial, 3 T 249, 250.
Seguridad de protección divina durante la época de hambre, 
1 T 173, 174.
Cada sacrificio es recompensado de acuerdo con la abundancia de la gracia divina, DTG 213, 214.
Cien veces tanto ahora, JT 2, 138. 
El gozo de ver a las almas salvadas, 9 T 59.