jueves, abril 30, 2020

REFLEXIÓN 222. UNA SÚPLICA POR SALUD (SALMO 88).


El Salmo 88, es un ruego a Dios, por ser salvado 
de la muerte. 

Cántico.  Salmo para los hijos de Coré.
Al músico principal, para cantar sobre Mahalat. 
Masquil de Hemán ezraíta.
1 OH JEHOVÁ, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.
2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.
3 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.
4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,
5 Abandonado entre los muertos,
Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro,
De quienes no te acuerdas ya,
Y que fueron arrebatados de tu mano.
6 Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.
7 Sobre mí reposa tu ira
Y me has afligido con todas tus ondas.

8 Has alejado de mí mis conocidos;
Me has puesto por abominación a ellos;
Encerrado estoy, y no puedo salir.
9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción;
Te he llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido a ti mis manos.
10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos para alabarte?

11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
o tu verdad en el Abadón?
12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
Y tu justicia en la tierra del olvido?
13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová,
Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.
14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?
 ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Yo estoy afligido y menesteroso;
Desde la juventud he llevado tus terrores,
he estado medroso.
16 Sobre mí han pasado tus iras,
Y me oprimen tus terrores.
17 Me han rodeado como aguas continuamente;
A una me han cercado.
18 Has alejado de mí al amigo y al compañero,
Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.

*Entre todos los salmos, el Sal. 88 es el que expresa más tristeza y desaliento.  Su paternidad literaria se atribuye a David (PR 252), y quizá fue compuesto en un momento de intenso sufrimiento físico y mental.  No hay en él ni un solo rayo de esperanza, excepto la confianza expresada en el vers. 1: "Oh Jehová, Dios de mi salvación".  Es un largo lamento de pura tristeza.  Termina con la palabra "tinieblas".  David sufre, teme la muerte, ora en busca de alivio; pero no muestra ninguna esperanza de recibir la respuesta a su plegaria.  Sin embargo, se mantiene serenamente aferrado de Dios y sigue rogándole para que lo oiga (vers. 1, 2, 9, 13).


1. OH JEHOVÁ, Dios de mi salvación. Este es el único rayo de luz en todo el salmo.  A pesar de la agobiadora lobreguez, David confía en Dios como su salvador. Un hijo de Dios nunca debe llegar hasta el punto de perder la esperanza.
Día y noche clamo delante de ti. Hay momentos en que el tiempo se detiene para el enfermo y sufriente que desea recobrar la salud.
2. Llegue mi oración a tu presencia..La esperanza que tiene es que su ruego por sanidad llegue ante la presencia de Dios.
3. Porque mi alma está hastiada de males. Ver Job 10: 15; Sal. 123: 4. La modalidad de este salmo se asemeja a las quejas de Job en los primeros capítulos del libro que lleva su nombre.
Y mi vida cercana al Seol. Heb. she'ol. El salmista afirma que su extrema necesidad es un motivo para que Dios lo oiga.  Enfermo de muerte, Ezequías pudo suplicar como suplicó David (PR 252, 253).
4. Soy contado entre los que descienden al sepulcro.
Heb. bor, "pozo", "cisterna" (ver Gén. 37: 20; Exo. 21: 34); también símbolo del sepulcro. Los que mueren descienden al sepulcro (Sal. 30: 3; 88: 4; 143: 7; Prov. 1: 12; Isa. 38: 18; Eze. 26: 20; etc.).
5. Entre los muertos. Es decir, como si Dios ya lo considerara muerto.
No te acuerdas ya. El salmista, en medio de su melancolía, siente que Dios olvida a los que mueren.
De tu mano. O sea, "de tu poder".  La mano es símbolo de poder.
7. Sobre mí reposa tu ira. David considera que su sufrimiento es el resultado de la ira de Dios.
EL SALMISTA CREE QUE EL SUFRIMIENTO es un castigo por su pecado. Todo sufrimiento es consecuencia de la entrada del pecado en el mundo, y muchas veces el sufrimiento de una persona es una consecuencia directa del obrar mal. "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gál. 6: 7). El Señor no obra milagros para impedir que la gente sufra las consecuencias de la violación de las leyes naturales (ver CRA 33). Si Dios protegiera a los pecadores de los desastrosos resultados de su mal proceder, ellos se envalentonarían en su iniquidad.
Sin embargo, no todo sufrimiento es resultado directo del pecado cometido por el que sufre.  Entre los antiguos, muchos consideraban que toda aflicción era castigo de alguna mala acción ya fuera del que sufría o de sus padres (ver Juan 9: 2). Juzgaban el grado de culpabilidad por la intensidad del sufrimiento. "Satanás, el autor del pecado y de todos sus resultados, había inducido a los hombres a considerar la enfermedad y la muerte como procedentes de Dios, como un castigo arbitrario infligido por causa del pecado" (DTG 436). A causa de este concepto erróneo consideraban que el Padre celestial era un severo y exigente ejecutor de justicia.
Muchos cristianos comparten esta idea equivocada. A pesar de las lecciones contenidas en el libro de Job y en las enseñanzas de Jesús (ver Luc. 13: 16; Hech. 10: 38; cf. 1Cor. 5: 5; 2 Cor. 12: 7), consideran que Dios es el originador de la enfermedad.
En el siguiente pasaje se encuentra la verdadera filosofía del sufrimiento: "El sufrimiento es infligido por Satanás, pero . . . Dios predomina sobre él con fines de misericordia" (DTG 436). La razón por la cual Dios no siempre libra a sus hijos de la enfermedad y el sufrimiento es que, si lo hiciera, Satanás lo acusaría -como lo hizo en el caso de Job- de ser injusto por tender un cerco protector alrededor de los suyos (Job 1: 10). Dios permite que Satanás aflija a los justos para que al fin pueda demostrarse que no tienen fundamento todas las acusaciones de injusticia que se lanzan contra Dios. 
LA PERSONA QUE SUFRE puede consolarse pensando que, aunque un "mensajero de Satanás" la abofetee. *2Corintios 12:7, Dios está por encima de todo para cumplir los propósitos de su misericordia, y que hará que la aflicción resulte para el bien del afligido (ver Rom. 8: 28).
Todas tus ondas. Quizá sea una continuación de la imagen tomada de las cascadas y los torrentes del alto Jordán en tiempo de inundación. Las ondas y olas que rompen sobre él y lo anegan representan su agobiante tristeza, como alguien que está a punto de ahogarse, David se hunde en el desánimo y en el desaliento.

8. Has alejado de mí mis conocidos.
Vers. 18; cf.  Sal. 31: 11; 38: 11; 69: 8; Job 19: 13-17.
Abominación. Algo detestable, aborrecible y que, por lo tanto, debe evitarse como inmundo.
Encerrado estoy, y no puedo salir. Quizá como inmundo o sospechoso de estar inmundo (ver Lev. 13).
9. Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos.
La aflicción de súplica es muy intensa del salmista.
10. ¿Manifestarás tus maravillas a los Muertos? 
¿Se levantarán los muertos para alabarte?
Muertos. Heb. refa'im (ver com. Job 26: 5).En el ugarítico (ver pág. 624), rfwm también significa "muerto".  El salmista parecería preguntar a Dios por qué lo condena a la muerte cuando el poder y la bondad divinos no pueden demostrarse en el sepulcro (ver Job 10: 21, 22).

11. ¿Será contada en el sepulcro tu Misericordia, 
o tu verdad en el Abadón?
Misericordia. Los muertos no pueden apreciar los atributos de Dios.  Sólo los vivos son capaces de alabarlo (Sal. 89: 1).
Abadón. Heb. 'abaddon (ver com. Job 26: 6).
12. Tierra del olvido. Una tierra donde los muertos no recuerdan ni son recordados.
13. He clamado. Aquí el salmista parecería darse cuenta de que en realidad no está aún en el sepulcro, sino al borde de él; con todo seguirá orando para que Dios lo socorra.
De mañana. El salmista eleva regularmente la voz en oración todas las mañanas, pero especialmente lo hace en este momento, cuando lo acosan sus enemigos.
 (ver Sal. 55: 17; 59: 16; 88: 13).
No hay mejor hábito que el de orar por la mañana, cuando a solas con Dios el alma se prepara para realizar los deberes del día y hacer frente a las dificultades que puedan surgir.
"Un momento en la mañana para un breve meditar es mejor que al fin del día una hora dedicar".
Es bueno cultivar el hábito de ofrecer las primicias de nuestro despertar, como ofrenda matutina a Dios.
14. ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?
Desechas mi alma. "Me desechas" (ver com.  Sal. 16: 10).  Como no se siente culpable de ningún pecado grave, no puede entender la razón de tan terrible sufrimiento.
¿Por qué escondes? Ver com.  Sal. 13: 1. A David le parece que Dios intencionalmente se ha alejado de él en ese momento de angustia.
15. Desde la juventud. Esta frase podría indicar que el salmista había sufrido desde una edad temprana, y durante muchos años. También podría ser el lenguaje hiperbólico de Una intensa emoción.  Su sufrimiento es tan atroz, que en su recuerdo parece haber regresado a su juventud.
16. Sobre mí han pasado tus iras,
Y me oprimen tus terrores.
Cuando el sufrimiento, están grave como la enfermedad. Podemos entender al salmista del porque expresa su pesar de esta manera.
“Es un clamor del alma cercana a la muerte”.
17. Me han rodeado como aguas continuamente; A una me han cercado. El salmista se siente como alguien a punto de ahogarse. “Su aflicción dura más de lo que puede soportar”.
18. Has alejado de mí al amigo y al compañero,
 Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.
Cf. vers. 8. Repite su queja, como una última nota patética de su canto.  Aun los que deberían haberse sentido obligados a brindarle socorro y simpatía, lo han abandonado.
 (ver Job 19: 13-21).
CONVIENE notar que, a pesar de su desaliento, David considera a Dios como su salvador (vers. 1); reconoce su amante misericordia, su fidelidad, su poder y su justicia (vers. 10-12), y sigue orando (vers. 13). Podemos estar seguros de que aunque el salmo termina en lobreguez, finalmente irrumpió la luz y todo salió bien (cf. Job 5: 18; 13: 15). El salmo es un hermoso ejemplo de perfecta fe.  Aunque David no vislumbra ningún alivio, permanece firme en Dios.
Mis conocidos. Dentro del paralelismo poético de este versículo, estas palabras son el equivalente de "amigo y compañero".  Es de suponer que el "conocido" no estuviera tan íntimamente relacionado con el salmista como el "amigo y compañero". Sin embargo, David lamenta la pérdida de la amistad, aun de personas con quienes no se relaciona íntimamente. 3CBA


*Hay momentos en la vida, en que las aflicciones son más fuertes que nuestra fe, que llegamos a perder; la realidad de que hay un Dios misericordioso.
Cuando la enfermedad quiere llevarse la vida, un huracán azota nuestra confianza en Dios.
Hoy la humanidad está afligida y asustada, está aterrorizada. La muerte puede llevarse a cualquiera; Por la pandemia del COVID19. Un flagelo sin igual.
“Solo quien está al borde de la muerte;
puede valorar lo que es vivir”
El Salmista está a punto de morir, pero se aferra a la vida, con suplicas al Dios que conoce y conoció 
desde su Juventud.
Que hermoso es confiar en Dios, a pesar de las circunstancias de la vida. El Señor sea nuestro refugio y fortaleza en esos momentos difíciles que a 
todos nos llega y llegará.
 Porque Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 
Juan 11:25,26.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. 1Tesalonicences 4. Amen.
Ministerio Hno. Pio

miércoles, abril 29, 2020

REFLEXIÓN 221. EL PRIVILEGIO DE NACER EN SION (Salmo 87).


El Salmo 87, trata de la importancia vital de nacer en Sion.

A los hijos de Coré.
Salmo. Cántico.
1 SU CIMIENTO está en el monte santo.
2 Ama Jehová las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Jacob.
3 Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios.

4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia
entre los que me conocen;
He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía;
Este nació allá.
5 Y de Sion se dirá:
Este y aquél han nacido en ella,
Y el Altísimo mismo la establecerá.
6 Jehová contará al inscribir a los pueblos:
Este nació allí.

7 Y cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes están en ti.

1. Su cimiento. El cimiento de Sión, ciudad fundada por Dios, donde él "mora" (Isa. 14: 32).
Monte santo. Jerusalén está rodeada de cerros.  Dentro de la ciudad misma se encuentran el monte de Sión y el monte Moriah (ver com.  Sal. 48: 2; cf.  Sal. 133: 3).
2. Las puertas de Sión. En las puertas de la ciudad se efectuaban los negocios y sesionaban los tribunales.  Allí se sentía el pulso de la actividad humana (Sal. 9: 14; 122: 2; Isa. 29: 21).  Las "puertas" representan toda la ciudad.  Dios contemplaba con gran placer a las multitudes, en camino a Sión, que entraban por las puertas.
Moradas. Quizá los diversos lugares donde residían los hebreos. También podría referirse específicamente a los distintos sitios en donde el arca había estado antes de que David la trasladara a Jerusalén.
3. Ciudad de Dios. Jerusalén, donde se decía que Dios tenía su morada

4. Rahab. Forma poética para designar a Egipto (Sal. 89: 10; Isa. 51: 9,10; Eze. 29: 3).  Al juntar a "Rahab" con "Babilonia", el contexto aclara la referencia a Egipto (ver Isa. 30: 7).
Ambas naciones fueron orgullosas y arrogantes por igual en su antagonismo contra Israel.
Filistea y Tiro. Ver Sal. 83: 7; cf.  Sal. 68: 31.
Este nació allá. Algunos comentadores afirman que el adverbio "allá" indica a Sión.  De ahí la interpretación por la cual se representa a Sión como capital del reino universal.  Parecería más natural aplicar el adverbio a los lugares mencionados dentro del contexto: Egipto, Babilonia, Filistea, Tiro y Etiopía.  Esta aplicación puede verse claramente en la siguiente paráfrasis del vers. 4: "Mencionaré a Egipto y Babilonia a mis amigos íntimos; mirad a Filistea, a Tiro, o aun a Etiopía.  Fulano nació allí".
El salmista parece sostener que el privilegio de haber nacido en Sión es superior a los motivos del más ardiente patriotismo de los naturales de esos países.  Todo el salmo parece elogiar a la santa ciudad como lugar de nacimiento.
5. Este y aquél han nacido en ella
Y el Altísimo mismo la establecerá.
Se presenta la ciudadanía de Sión como la máxima prerrogativa.
6. Jehová contará al inscribir a los pueblos:
 Este nació allí. Una figura con que se reitera la preciada ventaja de haber nacido en Sión.

7. Tañedores. Del Heb. jul, "danzar".  La danza era parte del culto religioso (Exo. 15: 20; ver com. 2 Sam. 6: 14).
Mis fuentes están en ti. Así dice el hebreo, pero en el griego se traduce: "mis mansiones", entendiéndose "mi hogar" (VP). 3CBA


*El lugar de nacimiento en estos tiempos no están relevante, cuando se refiere al pueblo o país. Pero el nacimiento espiritual es muy relevante. 
En éste salmo se menciona el nacimiento en Sion.
 Dos palabras que resaltar Nacimiento y Sion.
Jesús dijo a Nicodemo, sobre la necesidad de nacer espiritualmente para ser parte del nuevo reino. Juan 3:1-21.
Dios quiso cumplir sus propósitos con Israel. Pero fracasaron. A pesar de eso; los propósitos de Dios no tienen pierde. 
Los cumplirá con el nuevo Israel, con la nueva Jerusalén.
En la Nueva Jerusalén que se establecerá en Israel en aquel día; vivirán todos aquellos que vivieron sobre dos principios básicos. La obediencia a sus 10 mandamientos y por haber tenido fe en los méritos de Jesús. 
Apoc. 14:12; 22:14; Heb. 8-10.

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios…Apoc. 21.
Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur”. Zac. 14:4.
1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.
4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. Apoc. 14. 
Ministerio Hno. Pio

martes, abril 28, 2020

REFLEXIÓN 220. PEDIDO AL DIOS MISERICORDIOSO… (Salmo 86).


El Salmo 86, es un ruego desesperado del salmista al Dios Misericordioso; y la gratitud por la liberación de la aflicción de sus enemigos violentos.

Oración de David.
1 INCLINA, Oh Jehová, Tu Oído,
Y Escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso.
2 Guarda mi alma, porque soy piadoso; (pues te soy fiel)
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.

3 Ten MISERICORDIA de mí, oh Jehová
Porque a ti clamo todo el día.
4 Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
6 Escucha, Oh Jehová, Mi Oración, 
Y está atento a la voz de mis ruegos.
7 En El Día De Mi Angustia Te Llamaré, 
PORQUE TÚ ME RESPONDES.

8 Oh Señor, Ninguno Hay Como Tú Entre Los Dioses, 
Ni Obras Que Igualen Tus Obras.
9 Todas las naciones que hiciste vendrán 
y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande, 
y hacedor de maravillas; 
Sólo tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Jehová, 
tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

12 TE ALABARÉ, oh Jehová Dios mío, 
con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque tu misericordia es grande para conmigo, 
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.
14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, 
Y conspiración de violentos ha buscado mi vida, 
Y no te pusieron delante de sí.
15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, 
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,
16 Mírame, y ten misericordia de mí
Da tu poder a tu siervo, Y guarda al hijo de tu sierva.
17 Haz conmigo señal para bien,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; 
Porque tú, Jehová, Me Ayudaste 
Y Me Consolaste.

*EL Sal. 86 es de gran belleza y dulzura; está saturado de un espíritu de tierna piedad.  No contiene un pensamiento central, claro, dominante, sino que consiste en una sucesión de exclamaciones entrelazadas que expresan súplica, alabanza y gratitud.  El carácter del salmo sugiere diversos estados de ánimo: súplica, arrepentimiento, confesión de fe y alabanza.  Deben destacarse en este salmo las razones que se dan para la oración y la certeza de la respuesta a tales oraciones.


1. *Nuestras súplicas al gran Ayudador se basan en nuestra impotencia (Sal. 40: 17; cf.  Sal. 9: 18; Luc. 18: 10-14;
 ver com.  Mat. 5: 3).
2. Piadoso. Heb. Jasid. Así como un niño espera que sus padres lo ayuden, el salmista confía en que Dios lo asistirá.
En ti confía. Cf.  Sal. 34: 22; 37: 40; 57: 1.

3. Ten Misericordia De Mí… Ten compasión.
4. Alegra. La plegaria del salmista va más allá del ruego en procura de alivio y para pedir alegría (ver Sal. 16: 11).
5. Grande en misericordia. Cf.  Exo. 34: 6, 7; Sal. 86: 15. 
El salmista basa su pedido de ayuda en los atributos esenciales del carácter de Dios.
6. Escucha, Oh Jehová, Mi Oración…
El gran anhelo del salmista, es que su súplica llegue a Dios…
7. Tú me respondes. El salmista está convencido de que Dios oye las oraciones y bondadosamente las contesta.

8. Ninguno hay como tú. Ver Exo. 15: 11; cf. Isa. 40: 18, 25.
Entre los dioses. Cf.  Sal. 89: 6; 95: 3.
Ni obras que igualen tus obras. Ver Deut. 3:24. Los falsos dioses no pueden compararse con el carácter y poder de Dios, por lo tanto el salmista razona que éste puede librarlo de su angustia.
9. Todas las naciones. Ver Sal. 22: 27; 66: 4; 72: 11, 17; 
82: 8; Isa. 66: 18, 23.  Este versículo va más allá de una esperanza meramente personal, pues reconoce un movimiento misionero mundial.
Glorificarán tu nombre. Las naciones paganas abandonarán sus falsos dioses para adorar al verdadero Dios.
10. Maravillas. Ver Sal. 72: 18; 77: 13, 14; cf. Sal. 83: 18.
Sólo tú eres Dios. Ver Deut. 6: 4; 32: 39; cf. 2 Rey. 19: 15; Isa. 37: 16; 1 Cor. 8: 4.

11. Enséñame. Ver Sal. 25: 4; 27: 1 l; 119: 33. El camino de Dios no se puede conocer por intuición.  Uno debe sentarse a los pies de Dios para poder aprender las lecciones que la vida le ofrece.
En tu verdad. Sólo cuando Dios nos enseña podemos andar en la verdad divina (Sal. 26: 3).
Afirma mi corazón. El verbo hebreo aquí empleado tiene la idea de concentrar todo el esfuerzo en algo.  El salmista pedía que Dios le permitiera concentrar todos sus esfuerzos en ese propósito supremo (Sal. 57: 7).  Cf. Jer. 32: 39; Deut. 6: 5; 10: 12; Mat. 6: 21-23.  Esta frase se anticipa a las palabras "con todo mi corazón" del vers. 12.  Un corazón dividido nunca puede ofrendar un servicio aceptable a Dios (ver com.  Mat. 6: 24).

12. Te alabaré. Ver Sal. 9: 1; 145: 1, 2.
Mi corazón. Ver com. vers. 11.
13. Tu misericordia. Ver Sal. 57: 10; 103: 11.
Has librado. Ver Sal. 56: 13; 116: 8.
Mi alma. "Me has librado" (ver com.  Sal. 16: 10).
Seol. Trasliteración del Heb. she'ol (ver com.  Prov. 15: 11). En esta hipérbole, el salmista expresa el horror y la lobreguez de la condición de la cual Dios lo ha librado (Deut. 32:22).
14. Los soberbios. Cf.  Sal. 54: 3; 119: 51, 69, 857 122.
Delante de sí. Estos impíos no tienen en cuenta a Dios ni respetan su presencia en la vida de otros (ver Sal. 10: 4).
15. Misericordioso. El salmista basa su ruego en el glorioso carácter de Dios (ver com. vers. 5). Por la naturaleza misma de su carácter, Dios no puede abandonar a un alma necesitada.  Esta petición es el preámbulo de la ferviente oración registrada en los vers. 16 y 17.
16. Mírame. Ver Sal. 25: 16. "Vuélvete a mí" (BJ).
Tu poder. Cf.  Sal. 71: 16; 2 Cor. 12: 9.
Hijo de tu sierva. El poeta alude tiernamente a su madre (ver Sal. 116: 16; cf. 2 Tim. 1: 5). Quizá esto sugiera su esperanza de que Dios contestará las oraciones de una madre piadosa a favor de su hijo.
17. Señal. El salmista pide alguna evidencia de que el trato que le da Dios es para su bien, a fin de que aun sus enemigos reconozcan que tiene el favor divino.
Para bien. Cf.  Neh. 5: 19; 13: 31; Jer. 21: 10; 24: 6; 44: 27.
Sean avergonzados. Ver Sal. 6: 10; 119: 78. Si se producía la liberación, se comprobaba que Dios estaba de parte del salmista y en contra de sus enemigos.
Me consolaste. El salmo concluye con una nota íntima de tranquila satisfacción. 3CBA


¡Qué Bueno Es Dios! 
Siempre responde la petición de sus hijos que creen en él.
El salmista estaba afligido, angustiado extremamente a tal punto que sus enemigos violentos querían quitarle la vida. Vers. 13, 14. Pero la confianza que tiene en Dios, trasforma su drama en victoria y lo alaba. Vers. 12-17.
Es importante destacar que el salmista no quiere solo que las bondades de Dios sean conocidos por el en su vida y experiencia y consecuentemente su pueblo; si no va más allá, quiere que todos los pueblos lo conozcan vers. 7-10.
Finalmente, la experiencia que tiene el salmista en sus momentos difíciles y la respuesta divina a sus problemas hacen de él, un adorador agradecido y un testigo ante los demás, entre su pueblo y otros pueblos. Amen.  
Ministerio Hno. Pio