domingo, diciembre 17, 2023

234. AGRADECE A DIOS


Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de muchos le alabare. Sal. 109:30.

La ciencia médica es categórica al afirmar que la gratitud crea endorfinas en el cuerpo humano y que estas son la mejor vitamina para el sistema inmunológico. Agradecer no es solo un acto de adoración, sino también de autoprotección.

Cuando tú le agradeces a Dios por el nuevo día, tu mente y tu corazón se abren a una nueva dimensión de vida. Después de agradecer, tú estás en condiciones de ver puertas y ventanas abiertas, donde antes solo veías muros. Aparecen puentes, donde solo encontrabas ríos caudalosos. El humanismo llama a eso “un cambio de actitud”.

Todas las mañanas, cuando estoy en Brasilia y me dirijo a mi oficina, veo el sol nacer. Se refleja esplendoroso en las aguas azules del lago Paraná. Mi corazón se llena de gratitud por estar vivo. Nunca vi nacer el sol más bonito que en Brasilia, a no ser en la sabana africana. Dan ganas de gritar: “Gracias, Señor, por tanta belleza!” Esa expresión de gratitud es como si tomase un comprimido de optimismo para enfrentar los desafíos del día.

Prueba comenzar hoy el día alabando al Señor. Contando las cosas que recibiste de las manos del Creador, aunque pienses que todo anda mal en tu vida, aunque sientas que el dolor toca a la puerta de tu corazón, aunque aparentemente no tengas motivo.

Es preciso educarse para cultivar una actitud de gratitud. El pesimismo es como el cáncer. Comienza contaminando una célula y no para hasta destruir el cuerpo entero. Un corazón pesimista está condenado al caos. Las obras de la autocompasión te envuelven de modo que eres incapaz de ver la luz en pleno día.

Cuando David escribió este salmo, acababa de ser libertado de sus adversarios. Reivindicado de todas las acusaciones que levantaban contra él, el salmista se dirigió al templo y en la presencia de la multitud, agradeció a Dios.

Haz de este día un día de gratitud. Alaba al Señor porque él es grande. Alábalo porque tú estás vivo y mientras hay vida, nada está perdido. Alábalo, aunque las circunstancias sean adversas. Di con el salmista: “Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de muchos le alabaré”.

Alejandro Bullón


233. ¡EVITA LAS DISCUSIONES!


 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar. Prov. 18:19. 

Me gusta la versión de La Biblia al día (paráfrasis), que dice así: "Es más difícil recobrar la amistad de un hermano ofendido, que tomar una ciudad fortificada. Su ira te rechaza como barrotes de hierro". 

La vida puede ser fácil. Pero somos nosotros, los seres humanos, los que la complicamos. Si tú haces una lista de las últimas discusiones que tuviste en el trabajo, en la casa, en el colegio o en la calle y las analizas, verás que la mayoría de ellas podrían haber sido evitadas. El consejo divino es: No discutas por motivos banales, no pierdas amistades valiosas por decir palabras agresivas en un momento de rabia. Controla tu mente, tu corazón y tu lengua, y serás más feliz. Tú puedes destruir la amistad de toda una vida en un instante. Recuperarla será difícil. 

El libro de Proverbios es una especie de código moral de conducta. Fuera de contexto, podría ser visto de ese modo. Pero, si se analiza desde la perspectiva del todo, los proverbios son una descripción de la manera como se conducen las personas sabias. 

Los principios de vida presentados por Salomón, no son para ser vividos sobre la base de una obligación. Nada en la Biblia es obligatorio. El tema central, junto a la salvación, es la libertad; ateniéndose, por supuesto, a las consecuencias de las decisiones que hacemos. En Jesús, tú encuentras el poder necesario para vivir voluntariamente los principios que él coloca en el corazón. Tú eres libre. La elección es tuya. 

El modo sabio de vivir que presentan los proverbios, es el resultado natural de algo que ocurre dentro tuyo. Cuando reconoces tus limitaciones como criatura y vas en actitud humilde a Jesús y a su Palabra con el deseo de aprender, tú ganas. 

Haz de este día un día de decisiones sabias y productivas. Cuida tu mente, tu corazón y también tus palabras. Valoriza las amistades, no las desperdicies por causa de discusiones tontas. Si por algún motivo tú sientes que eres derrotado en algún momento, levanta la cabeza, tómate del brazo poderoso del Padre y continúa adelante. Solo es realmente derrotado quien deja de luchar. y no olvides hoy que: "El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar". 

Alejandro Bullón


232. EL CREADOR. (Reflexiones Con Alejandro Bullón).

Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre. Salmos 111:3

De qué obras habla el salmo? El contexto da a entender que el salmista está hablando aquí de dos extraordinarias obras de Dios. La creación y la redención.

Sus obras son prueba contundente de su existencia. Tú no te atreverías a pensar que la sofisticada computadora portátil vino a existir como fruto de la evolución. Tiene que haber un fabricante por detrás de todo. ¿Cómo es posible, entonces, pensar que el cuerpo humano y los misterios de la naturaleza aparecieron en el universo por azar?

Si la computadora es la prueba de la existencia de un entendido en informática, la creación es también la prueba de un Creador. No somos fruto de la casualidad. Sabemos de dónde venimos y, en consecuencia, la vida tiene sentido.

La Biblia enseña que cuando la obra maravillosa de la creación estaba concluida, vino el enemigo y echó a perder todo. Al introducir él la mancha del pecado condenó a la creación a su autodestrucción. El ser humano se iría deteriorando, consumido por su propio egoísmo y arrastraría a la naturaleza entera.

Entonces apareció nuevamente la mano misericordiosa de Dios. Nada está condenado, aunque el enemigo intente desfigurar sus planes divinos.

El plan de la redención es el programa de restauración de un mundo perdido. Es como si el artista reconstruyese una pintura famosa, deteriorada por las inclemencias del tiempo y del abandono.

Hoy Dios está en su trono. Continúa en el control del universo y de las vidas. Nada sucede sin su consentimiento, a pesar de que muchas veces podemos pensar que el enemigo asumió el control de la vida.

Según el salmista, la justicia es la base del trono desde el cual Dios gobierna el universo. Las vestiduras divinas son su gloria y su majestad. Dios es excelso y grande. No conoce imposibles.

¿Cómo puedes tú pensar que la circunstancia difícil que enfrentas hoy no tiene solución? Mira las obras de Dios. Esas obras pueden ser realidad en tu experiencia, si, como hijo indefenso, corres a los brazos protectores del Padre, porque: “Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre”.

Alejandro Bullón

 

sábado, diciembre 09, 2023

74. “LA NUEVA VIDA EN CRISTO ¿CÓMO VIVIRLA?

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2:37,38).

¿Cómo Se Justificará Una Persona Con Dios? ¿Cómo Se Hará Justo El Pecador? Sólo por intermedio de Cristo podemos ser puestos en armonía con Dios y con la santidad; Pero, ¿Cómo Debemos Ir A Cristo?

Muchos Formulan Hoy la misma pregunta que hizo la multitud el día de Pentecostés, Cuando, convencida de pecado, exclamó: “¿Qué Haremos?”

La primera palabra de la contestación del apóstol Pedro fue: “Arrepentíos”. Poco después, en otra ocasión, dijo: “Arrepentíos y convertíos”. Hechos 3:19.

El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo. No renunciamos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad. Mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en nuestra vida.

Muchos no entienden la naturaleza verdadera del arrepentimiento. Muchas personas se entristecen por haber pecado, y aun se reforman exteriormente, porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos.

Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan el dolor más bien que el pecado. Tal fue el pesar de Esaú cuando vio que había perdido su primogenitura para siempre.

Balaam, aterrorizado por el ángel que estaba en su camino con la espada desenvainada, reconoció su culpa porque temía perder la vida, mas no experimentó un sincero arrepentimiento del pecado; no cambió de propósito ni aborreció el mal.

Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: “He pecado entregando sangre inocente”. Mateo 27:4.

Esta confesión fue arrancada a su alma culpable por un tremendo sentimiento de condenación y una pavorosa expectación de juicio.

Las consecuencias que habría de cosechar le llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebrantamiento de corazón ni dolor en su alma por haber traicionado al Hijo inmaculado de Dios y negado al Santo de Israel... Todos los mencionados lamentaban los resultados del pecado, pero no experimentaban pesar por el pecado mismo.

Pero cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios, fundamento de su gobierno en los cielos, y en la tierra... [El pecador] ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza. Ansía ser purificado y restituido a la comunión del cielo. El Camino a Cristo, 23,24 (Ediciones Interamericanas 1961). [351]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=SWFP91sUavU&list=PLVsLdOIe7sVub3iqYiMu9eoptMRN6QQ7k&index=9&pp=gAQBiAQBsAQB


viernes, diciembre 01, 2023

12. REFLEJEMOS A JESÚS “EN LAS PRUEBAS” (EGW). AUDIO. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. (Malaquías 3:3). Es difícil para la naturaleza humana soportar el proceso refinador; pero solo mediante su aplicación se purgará toda la escoria del carácter. En el horno de la prueba somos purificados de la escoria que nos impide reflejar la imagen de Cristo. Dios evalúa cada prueba; El vigila el horno de fuego que prueba a cada alma. Mediante la prueba Dios conduce a sus hijos hacia la perfecta confianza. "En el mundo tendréis aflicción", dice Cristo, "pero en mi tendréis paz". Es sólo a través de muchas tribulaciones que entraremos en el reino de Dios... Sin cruz no hay corona. ¿Cómo podremos ser fuertes en el Señor sin ser probados? Para tener fortaleza física, debemos ejercitarnos, del mismo modo que para tener una fe vigorosa debemos ser colocados en circunstancias en las que nuestra fe pueda ser probada. Cada tentación resistida, cada prueba valerosamente soportada, nos da una nueva experiencia y nos hace progresar en la obra de la edificación del carácter. Nuestro Salvador fue probado en todas las áreas, pero Él siempre triunfó en Dios. Es nuestro privilegio ser fuertes en el poder de Dios en medio de todas las pruebas y gloriarnos en la cruz de Cristo. Por medio de la aflicción Dios nos revela las manchas que afean nuestros caracteres, y también nos dice que sólo por su gracia podemos triunfar sobre nuestras faltas. Se abren ante nosotros etapas desconocidas, y comienza la prueba que determinará si aceptamos o no la reprensión y el consejo divinos. No debemos impacientarnos y lamentarnos cuando sobrevenga la prueba. Tampoco debemos rebelarnos ni soltarnos de la mano de Cristo, sino que debemos humillar el alma delante de Dios. Para el que desea ver las cosas a la luz de lo que lo complace, los caminos del Señor son oscuros. Para nuestra naturaleza humana la senda divina resulta sombría y triste. Pero los caminos de Dios son caminos de misericordia, y su fin es la salvación. Elías No Sabia Lo Que Hacía Cuando Pidió Morir En El Desierto. El Señor Misericordiosamente No Hizo Caso A Su Pedido. Aún había delante de Elías una gran obra por hacer; y cuando hubiera realizado la tarea, no habría de perecer desanimado y solo en el desierto. No estaba reservado para él descender al polvo de la tierra, sino ascender a la gloria, acompañado por un cortejo de carrozas celestiales que marchaban hacia el trono en los cielos... "Bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga... Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; él hiere, y sus manos curan" (Job 5:17,18)... Jesús viene con su ministerio de sanidad para atender a todo aquel que está abatido. La vida de aflicción, de dolor y de sufrimiento puede ser iluminada por la preciosa manifestación de su presencia. Signs of the Times, 5 de febrero de 1902. RJ341/EGW/MHP 342

12. SER SEMEJANTE A JESÚS EN SU ABNEGACIÓN Y ENTREGA (EGW) AUDIO. El Ministro Debe Ser Un Pastor. A Nuestro Redentor Se Lo Llama El Príncipe De Los Pastores. El apóstol escribe: “Y el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del testamento eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos…”. Hebreos 13:20,21. No importa cuán humildes o cuán elevados podamos estar, si estamos en la sombra de la adversidad o en el brillo de la prosperidad, somos sus ovejas, ovejas de su prado, y estamos bajo el cuidado del Príncipe de los pastores. Pero el gran Pastor tiene sus subpastores, a quienes ha comisionado para que cuiden de sus ovejas y corderos. El gran Pastor nunca pierde ninguna que está a su cuidado, nunca es indiferente ni siquiera con la más débil de su rebaño. La hermosa parábola que presentó Cristo de la oveja perdida, del pastor que dejó las noventa y nueve y fue en busca de la que se había perdido, ilustra el cuidado y la solicitud del gran Pastor. No miró descuidadamente el rebaño que estaba seguro en el redil y dijo: “Tengo noventa y nueve, y me sería una molestia demasiado grande ir en busca de la extraviada; que regrese, y yo le abriré la puerta del redil y la dejaré entrar; pero no puedo ir a buscarla”. No, tan pronto como se extravía la oveja, el rostro del pastor se llena de pesar y ansiedad. Cuenta y vuelve a contar el rebaño, y no dormita cuando descubre que ha perdido una oveja; cuanto más oscura y tempestuosa es la noche, y más peligroso y desagradable el camino; cuanto más larga y tediosa la búsqueda, no se cansa, no vacila, hasta que encuentra a la oveja perdida. Pero cuando la encuentra, ¿Actúa Con Indiferencia? ¿La llama y le ordena que lo siga? ¿La amenaza y la golpea, o la arrea delante de él narrando la amargura, frustración y ansiedad que tuvo a causa de la oveja? No; pone sobre su hombro a la oveja cansada, exhausta y extraviada, y con alegre gratitud de que su búsqueda no fue en vano, la lleva de vuelta al redil. Su gratitud encuentra expresión en cantos melodiosos de regocijo, y los coros celestiales responden a la nota de gozo del pastor. Cuando se encuentra lo que se había perdido, el cielo y la tierra se unen en alborozo y agradecimiento... Dice Jesús: “Yo soy el buen Pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen”. Juan 10:14. Así como un pastor terrenal conoce sus ovejas, así el gran Pastor conoce su rebaño esparcido por todo el mundo. The Review and Herald, 23 de agosto de 1892. [343]