domingo, marzo 18, 2012

REFLEXIÓN 12.- Jabes…


Jabes fue el más ilustre de sus hermanos. Su madre lo llamó Jabes, diciendo: "Porque lo di a luz con dolor". Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: "¡Oh si me bendijeras y ensancharas mi territorio, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras del mal, que no me dañe!" Y Dios le otorgó lo que pidió. (1 Crónicas 4: 9,10).

A veces encuentro en mi camino 
gente que fue marcado por su pasado, 
una joven me dijo mientras lo visitaba, 
¿Dónde estaba Dios cuando fui abusada a los 10 años? 
 Otra joven dijo yo fui abusada sexualmente de niña, 
pero pude superarlo gracias a Dios; 
a hora tengo mis Hijos y esposo 
que me ama y soy muy feliz. 

La historia de Jabes muestra la historia de un hombre que nació con ciertos traumas, porque su mismo nombre significa dolor, pero él no se quedó contemplando su tragedia, si no que empezó a cambiar toda la información de desdicha que había aprendido en su vida pasada y la actualizó con nueva información, y llegó a ser el más ILUSTRE de toda su familia. No fue un milagro solamente;  fue el esfuerzo unido a la fe en Dios. 

¿De qué y cómo se ilustro Jabes?
 La biblia dice en 2 Timoteo 3:15-17: y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, que te pueden hacer sabio para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, reprender, enmendar e instruir en justicia, para que el hombre sea perfecto, cabalmente instruido para toda buena obra. 
Y Josué 1:8-9: “"El Libro de la Ley nunca se aparte de tu boca. Antes medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Entonces prosperarás, y todo te saldrá bien. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes, porque el Eterno tu Dios estará contigo donde quiera que vayas".

JABES encontró éxito en leer y meditar en la Palabra de Dios, y venció. El hizo todo lo que tenía que hacer y Dios le prosperó. El Salmos 37:3-6. “Confía en el Eterno, y haz el bien; habita en la tierra y cultiva la fidelidad; deléitale en el Señor,* y él te dará los deseos de tu corazón. Encomienda al Eterno tu camino, confía en él, y él obrará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.

Finalmente No importa que fue de nuestro pasado, si nos quisieron o no, si tuvimos Padres o no, eso no determina quienes seremos, si nos apoyamos en Dios y su Palabra, todo eso quedará en el olvido por que Dios nos dará una nueva vida y estaremos felices de que sea nuestro Padre.  
¡A si como Jabes, ilustrémonos, y con la ayuda de Dios, seremos más que vencedores!
 Dios te bendiga y esta semilla germine y de buen fruto para vida eterna.  
Pio Pablo Huamán Julca 

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