La Semana que pasó estudiamos en clase, sobre el sufrir por Cristo. Saben no es grato el sufrimiento, se presenta con distintos formatos; y como duele. Cuando tus planes, tus sueños de pronto se desploman, y no tienes nada.
Una mujer mayor decía al ver que su casa de tres pisos destruido por las inundaciones, “ya no hay nada que pueda hacer, porque ya estoy vieja, y fuerzas no tengo”, la aflicción en su ser era muy grande.
Sufrimiento hay por todos lados, este mundo es un valle de lágrimas y sufrimiento, seas creyente o ateo. Igual la pena golpea.
En esta hora, si la pena te golpea y no sabes que hacer; déjame decirte aún hay algo por hacer, y es mirar arriba muy arriba donde esta nuestro hermano mayor, nuestro Señor, Sustentador Y Salvador, Cristo Jesús. Confía en él y tu pena pesara menos y pronto desaparecerá. En los momentos más oscuros de tu vida, mira a Jesús, y la esperanza aumentara y la solución vendrá.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias” Filp. 4:6.
Cuando la aflicción llega, no pierdas tiempo preguntándote por que Señor, gasta tiempo afirmando: Porque no a mi Señor, que me quieres enseñar. dame las fuerzas y tu gracia para poder vencer. y agradécele por su favor por adelantado siempre y todo estará mejor.
Hno. Pio
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