Dentro de la eterna y sagrada ley de Dios, escrito por el dedo mismo de Dios. Se encuentra El quinto mandamiento. Conocidos por la mayoría de las personas en éste mundo. Ex. 20:12; 31:18.
Que ordena honrar a los Padres y a las Madres.
Y si está dentro y en medio de la ley de Dios, debe ser tan valioso. Así como el primero habla del único Dios; también el primero en la segunda parte de la tabla, en relación con la humanidad dice:
“Que debemos Honrar a los Padres”. Haciendo de éste quinto mandamiento tan valioso. Queremos desglosar con mucho cuidado
y separar solo por esta vez y hablar en éste día de la madre.
La madre está en lugar del Creador en esta tierra, con las facultades de concebir y continuar la creación iniciada por Dios en el edén.
Y nadie más lo puede sustituir y hacer.
La mujer es la única que tiene matriz, para concebir.
Dentro de los lineamientos regulares establecidos por Dios. Su labor primaria en la vida de la mujer es tener hijos. 1Tim. 2:15.
(Pero dentro de la cultura feminista y misógina. La mujer busca el desarrollo profesional y de libertad, olvidando su realización de madre).
Entonces el rol de la mujer y madre es fundamental para cumplir los designios divinos y la perpetuación de la sociedad.
Porque “…herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto
del vientre. Salmos 127:3.
Y es, por éste medio de la madre fiel, en que Dios, forma a los hijos puestos a su cuidado. Por eso es importante que la Madre esté preparada y actualizada en cómo educar a sus hijos. Su libro de texto serán principalmente La palabra de Dios: “La Biblia y Los Testimonios” como mucha Oración, meditación y reflexión.
Se recomienda que, en los primeros lustros, la madre cuide a sus hijos. Porque es la etapa en la cual se fijan los fundamentos de la buena educación.
Y realmente es una inversión que lo verán en el futuro; con hijos de bien, obedientes, útiles y con dominio propio; que es fundamental para el éxito en la vida. Porque habrá menos visitas a la prisión, hospital y una vida larga. Y harán de este mundo oscurecido por el pecado;
un poco mejor y feliz para todos.
Finalmente. La Mujer y Madre, que entiende su gran legado. No perderá su tiempo y vida en cambiar lo que el Gran Creador dispuso. Y vivirá una existencia honorable, aceptando con alegría y valor; El privilegio de ser ayudante de su Creador.
¡Dios te bendiga mujer!,
por ser su mano ayudadora.
Por ser su voz,
y por canalizar el amor de Dios en tus hijos
y por ende en el mundo.
¡Pueden faltar muchas cosas en la comodidad de la casa.
Pero que nunca falte tu amor y sacrificio por tus hijos!
Por eso:
Un Día, Dios premiara tu entrega fiel y abnegada.
Un Día, verás los frutos de tu trabajo.
Un día verás a tu Creador y escucharás las palabras de aprobación de que hiciste su voluntad.
“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor”. Amen.
Ministerio Hno. Pio.
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