lunes, junio 24, 2019

REFLEXIÓN 112. ¡TU Y YO, NO NOS NECESITAMOS; ¡PERO ELLOS SI NOS NECESITAN! ¡UN DRAMA FAMILIAR!


¡Un Drama En El Matrimonio!
 “Un Drama de la vida real”

¿Qué, hacer ante éste drama familiar que se presenta?
¿Te es familiar? 

¡Cuando estás solo, quieres compañía, 
y cuando estas acompañado, quieres estar solo! 

¿No se puede vivir solos,
 ni acompañados?

¿Andarán dos juntos, 
si no estuvieren de acuerdo? 
Amos 3:3.

*Conocí a un matrimonio que habían pasado por los mejores terapistas de la ciudad donde residían.  Pero todo iba de mal en peor. Hasta la última vez que los vi, seguían juntos con su drama.

O el caso de otro matrimonio. Que el esposo era muy dominador y violento. Y cuando conversé con ellos a pedido de la esposa. En la primera sesión, quedamos en que para lograr un resultado más óptimo tenían que ser mínimo 3 sesiones.  Al principio de la charla cada quien ocupaban las esquinas de la butaca. Luego mientras íbamos avanzando en el aconsejamiento. Lentamente iban acercándose y al final estaban tomados de las manos y muy felices. Luego de eso, nunca más los vi. A no ser por un encuentro accidental con la esposa y pregunte: “que había sido de ellos. Y me dijo que se estaban separando y la tienda comercial lo estaban dividiendo en dos.  ¿Y los hijos?

Ni en el plano netamente espiritual es posible una victoria permanente sin el principio que Jesús dijo a sus discípulos: “Velad y orad” tiene que haber un compromiso sincero de las partes a diario.

Recuerden a Judas, tenía el Espíritu Santo. Pero, así como Saúl el rey, también hasta profetizaban. al final terminaron quitándose la vida. 

*Como un médico que prescribe y administra la medicina dependiendo del grado de enfermedad. Se tomará el tiempo prescrito para aliviar el mal en el paciente. 
Así, los problemas en el hogar pueden ser solucionables por los mismos actores o por una tercera persona, que es un terapista o consejero espiritual. 

Pero la clave aquí. Es el tiempo que se tiene que dedicar. Con la entrega total de los cónyuges y el compromiso sincero, sin mentiras de reaprender y desaprender lo que suscita la lucha en el hogar. 
Para que no piensen en que la solución es la separación o la vida juntos en amargura o a sobresaltos en inestabilidad emocional permanente. 

Si solo fueran ellos, no sería tan catastrófico
 la separación. ¿Verdad? 

Pero entre ellos están los hijos. 
Que no pidieron venir.
Esa es la triste historia. 
¿Entonces qué hago, podría decir?
 ¡Porque yo amo a mis hijos!

 Como se puede ver no es simple el drama matrimonial. Es muy complejo. Por eso un terapista o consejero no logra las metas propuestas de verlos felices y unidos. Formando un hogar feliz y por ende una sociedad feliz. 

Como ese dicho, que conoces.
 ¿y ahora quien podrá salvarnos? 

¡RECUERDA! no hay garantía en una simple charla. 
Se tiene que sesionar muchas veces, 
hasta a aprender a caminar solos. 
y con la gracia de Dios.
 ¡Ese Matrimonio Estará Sano!

NO OLVIDEMOS QUE “La vida es un conflicto, y tenemos un enemigo que nunca duerme. Su trabajo es verte infeliz 
y se alegra cuando lo logra.

Sin Dios en nuestras vidas, 
será más difícil convivir entre dos. 
Pero con su gracia diaria. 
Sabremos vivir vidas de calidad. 
¡Velad y orad juntos! 
Ministerio Hno. Pio 

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