Basado en Hechos 19:1-20.
MIENTRAS Apolos
Predicaba En Corinto, Pablo Cumplió Su Promesa De Volver A Éfeso. Había hecho una breve visita a
Jerusalén, y había pasado algún tiempo en Antioquía, el escenario de sus
primeras labores. Desde allí viajó a través de Asia Menor, "andando por
orden la provincia de Galacia, y la Phrygia" (Hech. 18:23), visitando las
iglesias que él mismo había establecido, y fortaleciendo la fe de los
creyentes.
EN EL TIEMPO DE
LOS APÓSTOLES, la porción
occidental de! Asia Menor se conocía como la provincia romana de Asia. Éfeso,
la capital, era un gran centro comercial. Su puerto estaba atestado de
barcos, y en sus calles se agolpaban gentes de todos los países. Como
Corinto, ofrecía un campo promisorio para el esfuerzo misionero.
Los judíos, esparcidos ampliamente ahora en
todos los países civilizados, esperaban en general el advenimiento del Mesías.
Cuando Juan el Bautista predicaba, muchos, en sus visitas a Jerusalén en
ocasión de las fiestas anuales, habían ido a las orillas del Jordán para
escucharle. Allí habían oído a Jesús proclamado como el Prometido, y
habían llevado las nuevas a todas partes del mundo. Así había preparado la
Providencia el terreno para las labores de los apóstoles.
AL LLEGAR A EFESO, PABLO
ENCONTRÓ DOCE HERMANOS, que, como Apolos, habían sido discípulos de Juan el Bautista, y como
él habían adquirido cierto conocimiento de la misión de Cristo. No tenían
la capacidad de Apolos, pero con la misma sinceridad y fe estaban tratando de
extender el conocimiento que habían recibido. 229 Estos hermanos no sabían nada de la misión del Espíritu Santo.
Cuando Pablo les preguntó si habían recibido el Espíritu, contestaron: "Ni
aun hemos oído si hay Espíritu Santo." "¿En qué pues sois
bautizados?" preguntó Pablo, y ellos dijeron: "En el bautismo de
Juan."
ENTONCES EL
APÓSTOL LES EXPUSO LAS GRANDES VERDADES que constituyen el fundamento de la esperanza del
cristiano. Les habló de la vida de Cristo en esta tierra, y de su cruel
muerte de ignominia. Les dijo cómo el Señor de la vida había roto las barreras
de la tumba, y se había levantado triunfante de la muerte. Repitió la
comisión del Salvador a sus discípulos: "Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto id, y doctrinad a todos los Gentiles,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
(Mat. 28:18,19.) Les habló también de la promesa de Cristo de enviar el
Consolador, por cuyo poder se realizarían poderosas señales y prodigios, y
describió cuán gloriosamente esta promesa se había cumplido el día de
Pentecostés.
CON PROFUNDO
INTERÉS, Y AGRADECIDO y maravillado
gozo, los hermanos escucharon las palabras de Pablo. Por la fe aceptaron
la maravillosa verdad del sacrificio expiatorio de Cristo, y le recibieron como
su Redentor. Fueron bautizados entonces en el nombre de Jesús; "y
habiéndoles impuesto Pablo las manos," recibieron también el bautismo del
Espíritu Santo, por el cual fueron capacitados para hablar los idiomas de otras
naciones, y para profetizar.
ASÍ FUERON
HABILITADOS para trabajar
como misioneros en Éfeso y en su vecindad, y también para salir a proclamar el
Evangelio en Asia Menor. Fue abrigando un espíritu humilde y susceptible a la
enseñanza cómo estos hombres adquirieron la experiencia que los habilitó para
salir como obreros al campo de la mies.
SU EJEMPLO
PRESENTA A LOS CRISTIANOS una lección de gran valor. Muchos hacen tan sólo poco progreso en
la vida divina porque tienen demasiada suficiencia propia para ocupar la
posición de alumnos. Se conforman con un conocimiento superficial de la 230 Palabra de Dios. No desean cambiar
su fe o práctica, y por ende no hacen esfuerzos por adquirir mayor
conocimiento.
SI LOS
SEGUIDORES DE CRISTO BUSCARAN CON FERVOR LA SABIDURÍA, serían guiados a terrenos ricos de verdad,
que ahora desconocen enteramente. El que se entregue plenamente a Dios, será
guiado por la mano divina. Puede ser humilde y sin talentos al parecer;
sin embargo, si con corazón amante y confiado obedece toda indicación de la
voluntad de Dios, sus facultades se purificarán, ennoblecerán y vigorizarán, y
sus capacidades aumentarán. A medida que atesore las lecciones de la sabiduría
divina, se le confiará una comisión sagrada; y será capacitado para hacer de su
vida un honor para Dios y una bendición para el mundo. "El principio de
tus palabras alumbra; hace entender a los simples." (Sal. 119:130).
HOY Son
Demasiados Los Que Ignoran Tanto Como Los Creyentes De Éfeso La Obra Del
Espíritu Santo En El Corazón.
SIN EMBARGO, ninguna verdad se enseña más claramente en
la Palabra de Dios. Los profetas y apóstoles se han explayado en este
tema. Cristo mismo nos llama la atención al crecimiento del mundo vegetal
como una ilustración de la operación de su Espíritu en el sostenimiento de la
vida espiritual. La savia de la vid, ascendiendo desde la raíz, se difunde
por las ramas, y provee al crecimiento y a la producción de flores y
fruto. Así el poder vivificador del Espíritu Santo, que procede del
Salvador, llena el alma, renueva los motivos y afectos, y pone hasta los
pensamientos en obediencia a la voluntad de Dios, capacitando al que lo recibe
para llevar los preciosos frutos de acciones santas.
EL AUTOR DE
ESTA VIDA ESPIRITUAL ES INVISIBLE, y el método exacto por el cual se imparte y sostiene esta vida está más
allá de la facultad explicativa de la filosofía humana. Sin embargo, las
operaciones del Espíritu están siempre en armonía con la Palabra escrita. Lo
que sucede en el mundo natural, pasa también en el espiritual. La vida natural
es conservada momento tras momento por un poder divino; sin embargo, no es
sostenida 231 por un milagro
directo, sino por el uso de las bendiciones puestas a nuestro alcance. Así
la vida espiritual es sostenida por el uso de los medios que la Providencia ha
provisto. Para que el seguidor de Cristo crezca hasta convertirse en
"un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo"
(Efe. 4:13), debe comer del pan de vida y beber del agua de la salvación. Debe
velar, orar y trabajar, y prestar atención en todas las cosas a las
instrucciones de Dios consignadas en su Palabra.
LA EXPERIENCIA
DE ESOS CONVERSOS JUDÍOS TIENE TODAVÍA OTRA LECCIÓN PARA NOSOTROS. Cuando fueron bautizados por Juan, no
comprendieron bien la misión de Jesús como expiador de los pecados. Seguían
creyendo graves errores, pero cuando recibieron mayor conocimiento, aceptaron
alegremente a Cristo como su Redentor; y al dar este paso hacia adelante,
cambiaron sus obligaciones. Cuando recibieron una fe más pura, hubo un
cambio correspondiente en su vida. Como señal de este cambio, y como
reconocimiento de su fe en Cristo, fueron bautizados de nuevo, en el nombre de
Jesús.
SEGÚN SU
COSTUMBRE, PABLO había
comenzado su trabajo en Éfeso predicando en la sinagoga de los judíos. Continuó
trabajando allí por tres meses, "disputando y persuadiendo del reino de
Dios." Al principio fue recibido favorablemente; pero como en otros
países, pronto fue combatido violentamente. "Algunos se endurecieron y
rehusaron creer, hablando mal del Camino delante de la multitud." (V. M.)
Como persistían en rechazar el Evangelio, el apóstol dejó de predicar en la
sinagoga.
EL ESPÍRITU DE
DIOS HABÍA OBRADO CON PABLO y por medio de él en sus labores por sus compatriotas. Se había
presentado suficiente evidencia para convencer a todo aquel que deseara sinceramente
conocer la verdad. Pero muchos se dejaron dominar por el prejuicio y la
incredulidad, y rehusaron ceder a la evidencia más concluyente.
TEMIENDO QUE LA
FE DE LOS CREYENTES PELIGRASE por el trato continuo de estos opositores de la verdad, Pablo se separó
de ellos y reunió a los discípulos en una 232
entidad distinta, continuando sus instrucciones públicas en la escuela de
Tirano, un maestro de cierta distinción.
PABLO VIO que se estaba abriendo delante de él una
"puerta grande y eficaz," aunque eran muchos "los
adversarios." (1 Cor. 16:9.) Éfeso era no solamente la más magnífica, sino
la más corrupta de las ciudades de Asia. La superstición y los placeres
sensuales dominaban en su abundante población. Bajo la sombra de sus
templos se amparaban criminales de todas las clases, y florecían los vicios más
degradantes.
ÉFESO ERA UN
CENTRO POPULAR DEL CULTO DE DIANA. La fama del magnífico templo de "Diana de los Efesios"
se extendía por toda Asia y el mundo. Su sobresaliente esplendor era el
orgullo, no solamente de la ciudad, sino de la nación. El ídolo que estaba
en el templo había caído del cielo, según la tradición. En él estaban
escritos caracteres simbólicos, que se creía poseían gran poder. Los efesios
habían escrito libros para explicar el significado y uso de estos símbolos.
ENTRE los que habían estudiado detenidamente estos
costosos libros, había muchos magos, que ejercían una influencia poderosa sobre
los supersticiosos adoradores de la imagen que estaba en el templo.
AL APÓSTOL
PABLO, en sus
trabajos en Éfeso, se le dieron señales especiales del favor divino. El
poder de Dios acompañaba sus esfuerzos, y muchos eran sanados de enfermedades
físicas. "Hacía Dios singulares maravillas por manos de Pablo: de tal
manera que aún se llevaban sobre los enfermos los sudarios y los pañuelos de su
cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de
ellos."
ESTAS MANIFESTACIONES DE
PODER SOBRENATURAL eran mayores que todas las
que se habían visto alguna vez en Éfeso, y eran de tal carácter que no podían
ser imitadas por la habilidad de los prestidigitadores o los encantamientos de
los hechiceros. Como estos milagros eran hechos en el nombre de Jesús de
Nazaret, el pueblo tenía oportunidad de ver que el Dios del cielo era más
poderoso que los magos que adoraban a la diosa Diana. Así exaltaba el 233 Señor a su siervo, aun
delante de los idólatras mismos, inmensurablemente por encima del más poderoso
y favorecido de los magos.
Pero Aquel a quien están
sujetos todos los espíritus del mal; quien había dado a su siervo autoridad
sobre ellos, había de avergonzar y derrotar aún más a aquellos que despreciaban
y profanaban su santo nombre. La hechicería había sido prohibida por la
ley de Moisés, bajo pena de muerte; sin embargo, de tiempo en tiempo había sido
practicada secretamente por judíos apóstatas.
EN EL TIEMPO DE LA
VISITA DE PABLO A ÉFESO, había en la ciudad "algunos de los Judíos, exorcistas
vagabundos," quienes, al ver las maravillosas obras hechas por él,
"tentaron a invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían
espíritus malos." Fue hecha una prueba por "siete hijos de un
tal Sceva, Judío, príncipe de los sacerdotes." Al hallar a un hombre
poseído por un demonio, le dijeron: "Os conjuro por Jesús, el que Pablo
predica." Pero "respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús
conozco, y sé quién es Pablo: más vosotros ¿quiénes sois? Y el hombre en quien
estaba el espíritu malo, saltando en ellos, y enseñoreándose de ellos, pudo más
que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos."
DE ESTE MODO SE
DIO una prueba
inequívoca de la santidad del nombre de Cristo, y el peligro a que se expone el
que lo invoque sin fe en la divinidad de la misión del Salvador. "Y
cayó temor sobre todos ellos, y era ensalzado el nombre del Señor Jesús."
AHORA SE
REVELARON HECHOS ANTES ESCONDIDOS. Al aceptar el cristianismo, algunos de los
creyentes no habían renunciado completamente a sus supersticiones. Hasta cierto
punto continuaban practicando la magia. Ahora, convencidos de su error,
'muchos de los que habían creído, venían, confesando y dando cuenta de sus
hechos." Aun algunos de los mismos hechiceros fueron alcanzados por
esta buena obra; y "muchos de los que habían practicado vanas artes,
trajeron los libros, y 234 los quemaron delante de todos; y echada la cuenta
del precio de ellos, hallaron ser cincuenta mil denarios. Así crecía
poderosamente la palabra del Señor, y prevalecía."
AL QUEMAR ESTOS LIBROS DE
MAGIA, los
conversos efesios mostraron que ahora aborrecían las cosas en las cuales se
habían deleitado una vez. Era por la magia cómo habían ofendido
especialmente a Dios y puesto en peligro sus almas; y contra la magia
manifestaron tal indignación. Así dieron evidencia de su verdadera
conversión.
Estos Tratados
Sobre Adivinación contenían
reglas y formas de comunicarse con los malos espíritus. Eran los
reglamentos del culto de Satanás, instrucciones para solicitar su ayuda y
obtener de él información. Reteniendo estos libros, los discípulos se
hubieran expuesto a la tentación; vendiéndolos, hubieran colocado la tentación
en el camino de otros. Habían renunciado al reino de las tinieblas; y para
destruir su poder, no vacilaron ante ningún sacrificio. Así la verdad triunfó
sobre los prejuicios de los hombres, y también sobre su amor al dinero.
POR ESTA
MANIFESTACIÓN DEL PODER DE CRISTO, se ganó una poderosa victoria en favor del cristianismo en la misma
fortaleza de la superstición. La influencia que tuvo fue más extensa de lo
que aun Pablo comprendía. Desde Éfeso las nuevas se extendieron
ampliamente, y se dio un poderoso impulso a la causa de Cristo. Mucho después
que el apóstol mismo hubo terminado su carrera, estas escenas vivían en la
memoria de los hombres, y eran el medio de ganar conversos para el Evangelio.
ALGUNAS
PERSONAS alientan la
creencia de que las supersticiones paganas han desaparecido ante la
civilización de este siglo (Veintiuno). Pero la Palabra de Dios y el duro
testimonio de los hechos declaran que se practica la hechicería en nuestro
tiempo tan seguramente como en los días de los magos de la antigüedad.
EL ANTIGUO SISTEMA DE LA MAGIA ES, en realidad, el mismo que ahora
se conoce con el nombre de espiritismo moderno. Satanás halla acceso a
miles de mentes presentándose bajo el 235 disfraz de amigos
desaparecidos. Las Sagradas Escrituras declaran que "los muertos nada
saben." (Ecl. 9:5.) Sus pensamientos, su amor, su odio, han
perecido. Los muertos no se comunican con los vivos. Pero fiel a su
antigua astucia, Satanás emplea este recurso a fin de apoderarse de la dirección
de la mente.
POR MEDIO DEL ESPIRITISMO, muchos de los enfermos,
los enlutados, los curiosos, se están comunicando con los malos
espíritus. Todos los que se atreven a hacer esto están en terreno
peligroso. La palabra de verdad declara cómo los considera Dios. En
los tiempos antiguos pronunció él severo juicio contra un rey que había enviado
a pedir consejo a un oráculo pagano: "¿No hay Dios en Israel, que vosotros
vais a consultar a Baalzebub dios de Ecrón? Por tanto así ha dicho Jehová: Del
lecho en que subiste no descenderás, antes morirás ciertamente." (2
Rey. 1:3,4).
LOS MAGOS DE LOS TIEMPOS PAGANOS TIENEN SU CONTRAPARTE EN LOS MÉDIUMS
ESPIRITISTAS, los clarividentes
y los adivinos de hoy día. Las místicas voces que hablaban en Endor y en Éfeso
están todavía extraviando a los hijos de los hombres con sus palabras
mentirosas. Si se descorriera el velo ante nuestros ojos, podríamos ver a los
ángeles malignos empleando todas sus artes para engañar y destruir. Dondequiera
se ejerce una influencia para inducir a los hombres a olvidar a Dios, está
Satanás ejerciendo su poder hechicero.
CUANDO LOS HOMBRES se entregan a su influencia, antes que se den cuenta la mente se confunde y el alma se contamina. El pueblo actual de Dios debería prestar atención a la amonestación del apóstol a la iglesia de Éfeso: "No comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas." (Efe. 5:11.) 236
Los Hechos De Los Apóstoles En La Proclamación
Del Evangelio De Jesucristo. (EGW). MHP
No hay comentarios:
Publicar un comentario