sábado, junio 02, 2018

REFLEXIÓN 97. ¿QUÉ SIGNIFICA LA JUSTICIA DE LA LEY, EN ROMANOS 8?


“Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no 
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Rom. 8:4. 

 *LA JUSTICIA. Gr. dikáiÇma. La palabra que Pablo usa con frecuencia en esta epístola para "justicia" es dikaiusún' (cap. 1:17; 3:5; 4:3; etc.). Dikáioma expresa el pensamiento de aquello que es establecido como correcto (ver Rom. 1:32; 2:26; 5:16,18; cf. Luc. 1:6; Heb. 9:1, donde dikáioma se ha traducido como "juicio", "ordenanzas" [en tres vers.], "justificación" y "justicia"). Por lo tanto, Pablo aquí se está refiriendo a las justas exigencias de la ley o a la obediencia a sus justos requerimientos. 

 *LA LEY. El artículo también se halla en el griego (ver com. vers. 12). En este contexto Pablo continúa hablando de la ley, que él aprobaba (cap. 7:16) y en la cual se deleitaba (vers. 22); pero descubrió que era incapaz de obedecerla sin Cristo (vers. 15-25). 

*SE CUMPLIESE O "fuera realizada" o "fuera satisfecha". Dios envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado para que los hombres pudieran ser plenamente capacitados para cumplir con las justas exigencias de su santa ley. 

El propósito del plan de salvación es poner la vida del hombre en armonía con la voluntad divina. 

 *Dios no dio a su Hijo con el propósito de cambiar o de abolir su ley, o para eximir al hombre de la necesidad de su perfecta obediencia. 

 *La ley siempre se ha presentado como una expresión de la inmutable voluntad de Dios y de su carácter. El hombre caído ha sido incapaz de obedecer sus órdenes, y la ley no ha tenido poder para fortalecerle a fin de que obedezca. Pero Cristo vino para hacer posible que el hombre prestara perfecta obediencia. 

 Estos versículos claramente indican el lugar permanente y la autoridad de la ley de Dios en el Evangelio y en el plan de salvación (ver com. cap. 3: 31). Pablo no dice "para que se cumpliese parcialmente". La Biblia es consistente al hablar de la transformación entera, de la obediencia perfecta. 
(Mat. 5:48; 2 Cor. 7:1; Efe. 4:12-13; Col. 1:28; 4:12; 
2 Tim. 3:17; Heb. 6:1; 13:21). 

 Dios requiere perfecta obediencia de sus hijos, y la perfecta vida de Cristo en su humanidad es la seguridad de Dios para nosotros de que mediante su poder también podemos alcanzar la perfección de carácter.
 (Ver PVGM 255-256; HAp 423). 

“ANTE EL TRIBUNAL SUPREMO” https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/ante-el-tribunal-supremo.html

EN LA segunda carta de Pedro a los que habían alcanzado la "fe igualmente preciosa" con él, el apóstol expone el plan divino para el desarrollo del carácter cristiano. Escribe: "Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud: por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia”.

"Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad. Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo."

Estas palabras están llenas de instrucción, y dan la nota tónica de la victoria. El apóstol presenta a los creyentes la escalera del progreso cristiano, en la cual cada peldaño representa un avance en el conocimiento de Dios, y en cuya ascensión no debe haber detenciones. Fe, virtud, ciencia, temperancia, paciencia, piedad, fraternidad y amor representan los peldaños de la escalera. Somos salvados subiendo escalón tras escalón, ascendiendo paso tras paso hasta el más alto ideal que Cristo tiene para nosotros. De esta manera, él es hecho para nosotros 423 sabiduría y justificación, santificación y redención.

Dios ha llamado a su pueblo para que alcancen gloria y virtud, y éstas se manifestarán en la vida de cuantos estén verdaderamente relacionados con él. Habiéndoseles permitido participar del don celestial, deben seguir dirigiéndose hacia la perfección, siendo "guardados en la virtud de Dios por fe." (1 Ped. 1:5.) La gloria de Dios consiste en otorgar su poder a sus hijos. Desea ver a los hombres alcanzar la más alta norma: y serán hechos perfectos en él cuando por fe echen mano del poder de Cristo, cuando recurran a sus infalibles promesas reclamando su cumplimiento, cuando con una importunidad que no admita rechazamiento, busquen el poder del Espíritu Santo.

Habiendo recibido la fe del Evangelio, la siguiente obra del creyente es añadir virtud a su carácter y así limpiar el corazón y preparar la mente para la recepción del conocimiento de Dios. Este conocimiento es el fundamento de toda verdadera educación y de todo verdadero servicio. Es la única real salvaguardia contra la tentación; y solamente eso puede hacerle a uno semejante a Dios en carácter. Por medio del conocimiento de Dios y de su Hijo Jesucristo, se imparten a los creyentes "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad." Ningún buen don se niega al que sinceramente desea obtener la justicia de Dios.

"Esta empero es la vida eterna -dijo Cristo,- que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado." (Juan 17:3.) Y el profeta Jeremías declaró: "No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová." (Jer. 9:23,24.) Difícilmente puede la mente humana entender la anchura, profundidad y altura de las realizaciones espirituales del que obtiene este conocimiento. HAp 422-423

 ANDAMOS. Literalmente "andar de aquí para allá", lo que implica conducta habitual. Por lo tanto, puede traducirse "seguimos una conducta" (BJ). Cf. Rom. 6:4; 2 Cor. 5:7; 10:3; Efe. 2:10; 4:1. 

 *NO. . . CONFORME A LA CARNE. Quienes cumplen los justos requisitos de la ley ya no viven de acuerdo con los dictados y los impulsos de la carne. La complacencia de los deseos carnales no es más el principio rector de sus vidas. 

 *CONFORME AL ESPÍRITU. 
Es decir, rigen su conducta de acuerdo con los dictados y la conducción del Espíritu, el Espíritu de Cristo que mora en su interior (vers. 9). En ellos se está cumpliendo el justo requerimiento de la ley. Lo que la ley pide se resume en amor cristiano, pues "el cumplimiento de la ley es el amor" (cap. 13:10). El resultado de la obra del Espíritu Santo en la vida es también amor, pues "el fruto del Espíritu es amor" (Gál. 5:22). 

*Por lo tanto, la vida conforme al Espíritu significa una vida en la cual se cumplen las justas demandas de la ley: una vida de amor y de amante obediencia. El gran propósito por el cual Dios envió a su Hijo al mundo, fue que una vida como ésta pudiera estar al alcance de los creyentes. 

 Algunos comentadores prefieren interpretar esta frase como que se refiere especialmente al espíritu renovado del hombre, mediante el cual obra el Espíritu Santo. Entienden que Pablo destaca que nuestra VIDA ya no está regida por nuestra NATURALEZA INFERIOR sino por nuestra NATURALEZA ESPIRITUAL más elevada. Esta interpretación se refleja en varias versiones en las cuales la palabra "espíritu" está en minúscula (como en la BJ, VM, NC y Straubinger). 6CBA EGW


*RESUMIENDO: Cuando el hombre cayó en pecado en el edén, desde ese momento estuvo bajo condenación de la ley, que pedía muerte, exterminio total, muerte eterna, al pecador. Y toda la humanidad que creyó a Dios, y vivió conforme a los requerimientos de su ley tanto entre el pueblo de Dios y el resto de la humanidad ubicadas en todo el globo terráqueo, fueron justificados Rom. 2:2-16; Mt. 25:31-46. Y ellos completaron o legalizaron su salvación por la muerte de Jesús en la cruz. 

Por tanto, con su sacrificio Jesús nos libró de la condenación de la ley, pero no de la obligación de guardarlos.
 Rom. 3:31; 7:7,12; Isa. 66:22-24; Apoc. 22:14. 

 *La ley no solo es el cuarto mandamiento, es más que eso. Por eso Jesús lo resumió en 3 en Mt. 22: 37-40. Amor a Dios, al prójimo y a uno mismo, tiene que ver con todo lo que somos, pensamos y hacemos. 

Y el apóstol Pablo en Rom. 13:10. Dice: …
El cumplimiento de la ley es el amor. 

 *LA JUSTICIA es la práctica del bien, y es por sus hechos por lo que todos han de ser juzgados. Nuestros caracteres se revelan por lo que hacemos. Las obras muestran si la fe es genuina o no… No es suficiente creer la teoría de la verdad. No es suficiente profesar fe en Cristo y tener nuestros nombres registrados en el libro de la iglesia. "El que guarda sus mandamientos, está en él, y él en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado". "Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos". *1Juan 3:24; 2:3. Esta es la verdadera evidencia de la conversión. No importa cuál sea nuestra profesión de fe, no nos vale de nada a menos que Cristo se revele en obras de justicia. EGW PVGM 254 EGW 

 *Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen JUSTICIA en todo tiempo… He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu JUSTICIA…Tu JUSTICIA es JUSTICIA eterna, Y tu ley la verdad… JUSTICIA eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré… Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son JUSTICIA. Sal. 106:3; 119:40, 142,144,172. 

 *Y el efecto de la JUSTICIA será paz; y la labor de la JUSTICIA, reposo y seguridad para siempre... Jehová se complació por amor de su JUSTICIA en magnificar la ley y engrandecerla. Isa. 32:7; 42:21. Ministerio Hno. Pio

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