lunes, septiembre 05, 2011

178. “Andarás Seguro‏”


Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Prov. 3:23.

Desde el trágico 11 de septiembre nadie más se siente seguro. El sistema de seguridad de los aeropuertos ha aumentado escandalosamente. Hay largas y desagradables filas, las maletas son abiertas y revisadas, y los pasajeros interrogados. Hoy se necesita mucha paciencia y tiempo, desde el momento que tú llegas al aeropuerto hasta que el avión levanta vuelo. Los Gobiernos de los Estados Unidos y de Inglaterra solicitaron a los respectivos Congresos el aumento drástico del presupuesto para seguridad. Otros gobiernos hicieron lo mismo y todos viven dominados por un temor Escondido que incomoda y enerva.

“Andar confiadamente” es vital, porque de nada vale salir de casa si tu no tienes la certeza de q vas a regresar. Por eso, existen leyes y señales de transito comunicando a los conductores las informaciones necesarias para llegar con seguridad a su destino. Por eso, las empresas gastan fortunas para proteger a los ejecutivos. Todo para cuidar de esa vida pasajera fugaz. Salomón habla en el proverbio de hoy de seguridad en tu camino. Solo q el camino al q se refiere, es el trayecto de la vida. El destino final es la salvación o la perdición, la vida o la muerte eternal. El sabio menciona una seguridad q no cuesta nada. Es ofrecida gratuitamente a todas las personas sinceras y humildes que están dispuestas a oír y seguir los consejos divinos.

El camino de esta vida esta lleno de trampas. Existen señales mentirosas que tratan de sacarte del camino verdadero. Curvas pronunciadas, defectos en el pavimento y peligros mil, por todos lados. El propósito de las enseñanzas divinas es abrir tus ojos para que tu no tropieces, darte la suficiente visión para que no te acerques temerariamente al abismo, advertirte cuando estas sobrepasando la velocidad prudente. Salomón conocía por experiencia propia el dolor y la tristeza q trae el pecado. El se desvió del camino correcto en un momento de su vida. Tuvo noches de desesperación y angustia, sintió el peso de la culpa golpeando despiadadamente en su Corazón; pero, finalmente, encontró el perdón y la restauración en Jesús. Por eso hoy, vuelva tus ojos y considera los consejos divinos, y antes de salir para tus actividades, recuerda que “entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezara”.


por Alejandro Bullón

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