No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle. Proverbios 3:28.
¿Por qué alguien le diría a su prójimo que vuelva mañana si tiene condiciones de ayudarlo hoy? La única razón es que no desea ayudarlo. En este caso, por qué no decirle simplemente: ¡No!
Tal vez en su respuesta este vecino está usando de delicadeza, esperando que el prójimo entienda que no le va a ayudar, y finalmente lo deje en paz. Para muchos, esa manera de proceder puede ser una manera sutil de librarse de un “problema”. Pero, para Dios, es falta de sabiduría. Más tarde o más temprano, la propia persona es víctima de su “viveza”. Nada destruye el alma más que la sensación del deber no cumplido.
"Hay dos asuntos en cuestión en el texto de hoy. El primero es: ayuda siempre que puedas. Tú serás el más beneficiado".
Era un día caluroso en Samaria cuando un peregrino se acercó a una mujer y le pidió ayuda: “Dame de beber”, le dijo. La samaritana podía ayudar. Tenía un balde para sacar el agua del pozo y darle de beber a aquel cansado peregrino, pero dudó, vaciló, argumentó y como dice el relato, casi perdió la gran oportunidad de vivir la más extraordinaria experiencia de su vida. Jesús no estaba simplemente pidiéndole agua porque la necesitara. El es el dueño de todas las fuentes de aguas. Jesús le pidió de beber porque quería ayudarle y reafirmar el principio de que cuando tú ayudas, tú eres la persona más beneficiada.
El otro punto en cuestión es el hecho de pensar que tú estás siendo amable cuando mientes en nombre de la “delicadeza”. Si el hombre de quien habla Salomón en el versículo de hoy dijera: “No”, el prójimo seguramente buscaría otros caminos para solucionar su problema, pero al escuchar la falsa promesa, la persona no solo es dejada sin ayuda, sino también perjudicada.
La sabiduría no es librarse de los problemas de manera “elegante”. Eso es “lavarse las manos”. Y eso genera un vació inconsciente que perturba el alma e incomoda la vida.
Este es un nuevo día para ti. Vas a salir por ahí, tratando de evitar los problemas, ¿o vas a hacer todo lo que venga a tus manos para hacer? Nada es tan bueno como llegar a la noche con la conciencia del deber cumplido. Haz, con la ayuda de Dios, del día de hoy un día de realizaciones. “No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo que darle”
Alejandro Bullón
No hay comentarios:
Publicar un comentario