Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. Prov. 3:24
"Hay gente que no puede dormir cuando llega la noche. Entre los remedios más vendidos sin receta médica, están los comprimidos para el dolor de cabeza y para dormir".
Hay personas que tiene miedo de la oscuridad y solo se duermen si tienen una luz encendida. El miedo que la noche trae no tiene origen conocido. Es simplemente un miedo inconsciente e instintivo. La dificultad para dormir está asociada muchas veces al estrés y a otros problemas psico-emocionales. En el versículo de hoy encontramos una promesa extraordinaria. “Cuando te acuestes, no tendrás temor”. Si tú analizas la expresión, verás que es más que una simple promesa. Es la descripción de una experiencia. Es una realidad concreta.
¿Quién disfruta de esta experiencia bendita? Recuerda que este versículo es parte del capítulo 3 de Proverbios. Dicho capitulo comienza diciendo: “Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos”. Después viene una promesa: “Porque largura de días y años de vida y paz te aumentara”.
La promesa divina no es simplemente vida. Es vida y paz. ¿De qué sirve una vida atribulada, desesperada y perturbada? La paz es primordial para darle sentido a la vida. Una persona con paz es mucho más productiva durante el día y cuando llega la noche, se acuesta y duerme un sueño suave, sin alteraciones, ni tormentos, ni temores.
La clave es: Sigue los consejos divinos. No trates de vivir solo, ten presente a Dios en todos tus planes. La perspectiva de un nuevo día esta ante ti. ¿Estás seguro de que Jesús esta en el comando de tu vida? ¿Entregaste ya tus proyectos a él? Entonces, sal sin miedo a las luchas y desafíos que la vida te presente, seguro de que nada puede destruir a quien está en las manos de Dios. Y esta noche, “cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostaras, y tu sueño será grato”.
Pr. Alejandro Bullón
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