martes, diciembre 25, 2018

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN X. EL ATRACTIVO DE LA ESPECULACIÓN.


45. LA BÚSQUEDA DE LAS RIQUEZAS. 
El pueblo de Dios, que ha sido bendecido con gran luz acerca de la verdad para este tiempo, no debería olvidar que está velando y esperando la venida de su Señor en las nubes de los cielos. Que no olviden que deben abandonar las obras de las tinieblas y vestirse con la armadura de luz. 

 Que nadie se haga ídolos de oro, plata o tierras, y sirva con su corazón a este mundo y sus intereses.

 Existe una manía de especular en tierras tanto en la ciudad como en el campo. Los métodos antiguos, seguros y saludables de subsistencia están perdiendo su popularidad. La idea de acumular cuantiosos recursos con ayuda de las ganancias moderadas obtenidas mediante la laboriosidad y la frugalidad, es una idea de la que muchos se burlan porque sostienen que ya no se adecua a esta época progresista. El deseo de dedicarse a la especulación, comprando lotes de terrenos en el campo y en la ciudad, o cualquier cosa que prometa ganancias repentinas y exorbitantes, ha alcanzado la intensidad de la fiebre, de modo que el cuerpo, los pensamientos y el trabajo se aplican a la adquisición de todas las riquezas terrenales posibles, en el tiempo más corto que se pueda. Algunos de nuestros jóvenes tienen probabilidad de correr apresuradamente hacia la ruina a causa de este febril deseo de conseguir riquezas. Este anhelo de ganancias abre la puerta del corazón a las tentaciones del enemigo. Y las tentaciones que sobrevienen son de una naturaleza tan engañadora, que hay quienes no pueden resistirlas... 246 

 EL ESPÍRITU DE LUCRO 
El espíritu de lucro, de llegar a rico en el menor tiempo posible, de mundanalidad absorbente, está en penosa contradicción con nuestra fe y doctrinas. 

Si el Señor quisiera impartir su Espíritu Santo y si procurara reavivar su obra, ¿cuántos anhelarían recibir el maná celestial, y cuántos anhelarían beber las aguas de vida?. . . Veo que algunos de nuestros hermanos corren peligro de decir, tal como el rico necio: "Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate" (Luc. 12: 19). 
Muchos se están olvidando que son siervos de Dios, y están diciendo: "Y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente" (Isa. 56: 12). 

 Dios ve cada una de vuestras transacciones comerciales. Estad en guardia. Es tiempo de dedicar un pensamiento profundo y serio a la tarea de hacerse tesoros en los cielos, donde la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan.-Special Testimonies, Serie B, No. 17, págs. 4, 5 ["El empleo imprudente del dinero y el espíritu de especulación"]. 

 LA INFATUACIÓN DE LAS NUEVAS EMPRESAS 
Cuando una nueva patente circula en el país, hay personas que profesan creer la verdad que de alguna manera reúnen recursos financieros para invertirlos en la empresa. Dios conoce cada corazón; conoce cada motivo egoísta, y permite que surjan ciertas circunstancias para probar los corazones de su pueblo profeso para desarrollar su carácter. En algunos casos el Señor permitirá que los hombres sigan adelante y terminen en un completo fracaso. Su mano está contra ellos para chasquear sus esperanzas y esparcir lo que poseen. 

Quienes realmente sienten interés en la causa de Dios y están dispuestos a aventurar algo para su adelantamiento, encontrarán que es una inversión infalible y segura. 247 Algunos tendrán cien veces tanto en esta vida y en el mundo venidero la vida eterna. Pero no todos recibirán cien veces tanto en esta vida, porque no podrían soportarlo. Si se les confiara mucho, llegarían a ser mayordomos imprudentes. El Señor no les proporciona recursos para su propio bien, pero su tesoro está seguro en el cielo. ¡Cuánto mejor es una inversión como ésta! 

 EBRIOS CON LA ANTICIPACIÓN DE GANANCIAS 
El deseo que algunos de nuestros hermanos poseen de ganar rápidamente medios económicos, los lleva a comprometerse en nuevas empresas y a invertir sus recursos, pero con frecuencia no se cumplen sus expectativas de ganar dinero. Y así pierden lo que habrían podido gastar en la causa de Dios. Hay una infatuación en esas nuevas empresas. Y a pesar de eso, este caso se ha repetido una vez tras otra. Tienen ante ellos el ejemplo de otros que han hecho inversiones y han fracasado rotundamente, y sin embargo son lentos en aprender. Satanás los engaña y los pone ebrios con la anticipación de ganancias. Cuando se destruyen sus esperanzas experimentan mucho desánimo a causa de sus aventuras insensatas. Si hay pérdida de recursos económicos, la persona considera esto como una desgracia para sí misma, como su pérdida personal. Pero debe recordar que es el dinero de Otro el que está manejando, que ella es tan sólo un mayordomo y que Dios siente desagrado por el manejo insensato de los recursos que habría podido emplear para promover la causa de la verdad presente. En el día del ajuste de cuentas el mayordomo infiel deberá rendir cuenta de su mayordomía.-1 T 225, 226. 

 MÁS ATRACTIVO QUE EL TRABAJO PERSEVERANTE 
El enemigo de las almas está muy ansioso de estorbar la terminación de la obra especial para este tiempo, 248 introduciendo algunas transacciones erróneas. Las traerá bajo el disfraz de una mayor liberalidad; y si los que siguen esta conducta tienen un éxito aparente durante un tiempo, otros seguirán en pos de ellos. Y las mismas verdades que están probando a nuestro pueblo para este tiempo, y las que, si se las comprendiera claramente, cambiarían ese proceder, llegan a perder su fuerza. Algunos descubrirán proyectos especulativos para ganar dinero, y habrá quienes prontamente adoptarán el espíritu de especulación. Es precisamente lo que quieren, de modo que se dedicarán a tareas especulativas que apartarán la mente de la preparación sagrada que es esencial para sus almas a fin de estar listos para hacer frente a las pruebas que vendrán en estos últimos días. El enemigo de las almas tiene sus planes cuidadosamente trazados, y procurará por todos los medios posibles llevarlos a cabo con éxito. Algo de esta índole,* un plan que promete ser tan agradable y exitoso como éste ha sido iniciado muchas veces entre nuestro pueblo. Pero cuando llega el momento del gran éxito esperado, ha resultado ser un completo fracaso. Esto confunde la mente de la gente. Se han dedicado a la especulación, y apreciaban ese plan más que el trabajo duro y la laboriosidad, tal como hemos acostumbrado, trabajando perseverantemente y confiando en el Señor. . .

 DESVIANDO LAS MENTES DE LA VERDAD 
Cada movimiento de esta clase, que estimula el deseo de obtener riquezas en forma rápida mediante la especulación, aparta las mentes de las verdades más solemnes que alguna vez hayan sido dadas a los mortales. Durante un tiempo pueden constituir perspectivas alentadoras, pero al 249 final resultan un completo fracaso. El Señor no respalda tales movimientos. Si se aprobara esta obra muchos serían atraídos por esos proyectos especulativos, personas que en ninguna otra forma podrían ser apartadas de la obra de presentar las verdades solemnes que deben predicarse en este tiempo.
Special Testimonies, serie B, No. 17, págs. 15-19. 

UNA TRAMPA DE SATANÁS
 Muchas veces cuando el Señor ha abierto el camino para que los hermanos utilicen sus recursos para promover su causa, los agentes de Satanás han presentado algunas empresas por medio de las cuales han hecho creer en forma definida que los hermanos podían duplicar sus recursos. Y ellos han mordido el anzuelo; han invertido su dinero, y como resultado la causa, y con frecuencia ellos mismos, nunca recibieron un solo peso. Hermanos, recordad la causa, y cuando dispongáis de recursos económicos haceos un buen fundamento contra el tiempo futuro a fin de poder aferraros a la vida eterna. Jesús se empobreció por amor a vosotros, para que vosotros por medio de su pobreza pudieseis ser ricos en los tesoros celestiales. ¿Qué daréis por Jesús, quien lo dio todo por vosotros?-5 T 154, 155. 250 

 46. LA TENTACIÓN A ESPECULAR. 
Satanás ha destruido a muchas almas induciéndolas a colocarse en el terreno de la tentación. Se aproxima a ellas tal como lo hizo con Cristo, tentándolas a amar al mundo; les dice que pueden invertir con provecho en esto o en aquella empresa, y ellas obedecen de buena fe sus insinuaciones. Pronto son tentados a apartarse de su integridad a fin de asegurarse tantas ganancias como les sea posible. 

Su proceder puede ser perfectamente legal, de acuerdo con las normas del mundo, y sin embargo puede no soportar la prueba de la ley de Dios. 

 Sus motivos son puestos en duda por sus hermanos, y se llega a sospechar de ellos suponiendo que obran con falta de honradez para beneficiarse a sí mismos, y así se sacrifica esta preciosa influencia que debería haberse protegido celosamente para beneficio de la causa de Dios. El negocio que habría podido ser un éxito financiero manejado por un estafador que habría vendido su integridad por amor a las ganancias mundanas, es enteramente inapropiado para un seguidor de Cristo. Todas esas especulaciones llevan aparejadas pruebas y dificultades que no alcanzan a percibirse, y constituyen una terrible prueba para quienes se dedican a ellas. Con frecuencia ocurren circunstancias que en forma natural inducen a lanzar reproches sobre los motivos de estos hermanos; pero aunque algunas cosas parezcan decididamente erróneas, éstas no siempre deberían considerarse como una prueba del carácter. Sin embargo, con frecuencia demuestran que constituyen el punto de cambio en la experiencia 251 y el destino de una persona. 

 El carácter es transformado por la fuerza de las circunstancias en las que una persona se ha colocado a sí misma.

 UN EXPERIMENTO PELIGROSO 
Se me mostró que es un experimento peligroso para los miembros de nuestro pueblo dedicarse a la especulación. En esa forma se colocan en el terreno del enemigo, y se exponen a grandes tentaciones, chascos, pruebas y pérdidas. A eso sigue una inquietud febril, un gran deseo de ganar recursos con más rapidez que lo que las circunstancias presentes podrían permitir. Con este propósito en vista, cambian sus circunstancias con la esperanza de ganar más dinero. Pero con frecuencia no se cumplen sus expectativas y se desaniman retrocediendo en lugar de adelantar. 

Tal ha sido el caso con algunos en -----------------. Se están apartando de Dios. Si el Señor hubiera prosperado a algunos de nuestros queridos hermanos en sus especulaciones, habría determinado con esto su ruina eterna. Dios ama a su pueblo y ama a los desafortunados. Si ellos aprenden las lecciones que él desea enseñarles, su derrota terminará por convertirse en una victoria preciosa. El amor al mundo ha desplazado el amor a Cristo. Cuando se quitan las escorias de la puerta del corazón, y ésta se abre ampliamente en respuesta a la invitación de Cristo, él entra y se posesiona del templo del alma. 
4 T 616-618. 

 ENCANTOS Y SOBORNOS ENGAÑOSOS
 Ahora mismo, durante el tiempo de gracia, todos estamos siendo probados. Satanás está obrando con sus encantos y sobornos seductores, y algunos pensarán que han hecho una especulación admirable por medio de sus planes. Pero ocurre que cuando creen que están surgiendo con seguridad y se están elevando en su egoísmo, llegan a saber 252 que Dios puede esparcir con más rapidez que con la que ellos pueden juntar. Special Testimonies, Serie B, No. 17, pág. 6. 

 PERSPECTIVAS ENGAÑOSAS 
Muchas personas, obrando a conciencia, han prestado su dinero a nuestras instituciones, a fin de que éste fuese empleado para hacer una buena obra para el Maestro. Pero Satanás pone en obra proyectos que producirán en las mentes de nuestros hermanos un gran deseo de probar fortuna, tal como en la lotería. Uno y luego otro son halagados por una gran esperanza de ganancia financiera si invierten su dinero en terrenos; de manera que retiran sus recursos de nuestras instituciones y los sepultan en la tierra, donde la causa del Señor no recibe ningún beneficio. Luego, si uno de ellos tiene éxito, queda tan alborozado por el hecho de haber ganado algunos pocos cientos de dólares que decide seguir tratando de obtener más dinero si es que puede. Sigue invirtiendo en bienes raíces o en minas. Y así es como el proyecto de Satanás tiene éxito, porque en lugar de fluir los fondos hacia la tesorería, éstos son retirados de nuestras instituciones a fin de que sus dueños prueben fortuna en el negocio de las minas o de la especulación con terrenos. Así se estimula el espíritu de codicia y el hombre naturalmente tacaño regatea cada peso que se pide para ser usado en el adelantamiento de la causa de Dios en la tierra. 
Special Testimonies, Serie B, No. 17, pág. 8. 

 ESPECULACIÓN POR PARTE DE LOS MINISTROS 
Nos estamos aproximando al tiempo del fin. No sólo queremos enseñar la verdad presente desde el púlpito, sino también vivirla fuera del púlpito. Examine cuidadosamente el fundamento de su esperanza de salvación. Mientras ocupa la posición de un heraldo de la verdad, de un centinela 253sobre las murallas de Sión, no puede permitir que su interés se entreteja con el negocio de las minas o de los bienes raíces, y al mismo tiempo realizar en forma efectiva la obra que ha sido encomendada a sus manos.

Cuando las almas de los hombres están en juego, cuando están implicadas las cosas eternas, el interés no puede dividirse con seguridad. Esto es especialmente cierto en su caso. Mientras se dedica a ese negocio, no ha estado cultivando la piedad sincera. Ud. ha padecido un deseo febril de obtener recursos. Ha hablado con muchos acerca de las ventajas financieras que pueden obtenerse invirtiendo en tierras en --------------------. Una vez tras otra Ud. se ha dedicado a describir las ventajas de estas empresas; y eso mientras era un ministro ordenado de Cristo, habiendo prometido dedicar su alma, cuerpo y espíritu a la obra de la salvación de las almas. 

 Al mismo tiempo Ud. estaba recibiendo dinero de la tesorería para su sostén y el de su familia. Sus conversaciones estaban calculadas para atraer la atención y el dinero de nuestro pueblo apartándolos de nuestras instituciones y del negocio de promover el reino del Redentor en la tierra. Esto hizo surgir en ellos el deseo de invertir sus medios donde Ud. les aseguró que se duplicarían en un corto tiempo y se hicieron la ilusión de que podrían ayudar mucho más a la causa haciendo eso. . . 

 HAY QUE EVITAR LOS ENREDOS CON EL MUNDO 
Especialmente el ministro debería evitar enredarse con el mundo, y en cambio debería unirse a la Fuente de todo poder a fin de representar correctamente lo que significa ser cristiano. Debería separarse de cualquier cosa que de una manera u otra aparte su mente de Dios y de la gran obra para este tiempo. Cristo espera de él, como su empleado y siervo, que sea como él mismo en mente, pensamiento, palabra y acción. El espera que cada hombre que 254 abre la Escritura ante otro trabaje cuidadosamente y con inteligencia, sin poner en acción sus facultades insensatamente, de manera que éstas se dañen o se recarguen, sino de tal modo que él esté en condiciones de llevar a cabo una buena obra para el Señor.-5 T 530, 531. 

 ESPECULANDO EN TIERRAS CERCA DE NUESTRAS INSTITUCIONES 
Se me indicó que diera un testimonio a nuestros hermanos diciéndoles que deben precaverse contra la especulación indebida en conexión con la compra y venta de tierras cerca de la propiedad del colegio. Cada transacción que se haga en términos de compra y venta debe caracterizarse por la integridad más estricta. No hay que complacer el egoísmo. Los principios por los que aboga nuestro colegio, y los que han de enseñarse a los alumnos como parte de su educación, deben ser cultivados y revelados por los que se relacionan estrechamente con los intereses del colegio. Ellos no deben, al tratar de conseguir ganancias personales, contrarrestar los principios de la educación cristiana para cuya enseñanza el colegio ha sido establecido. Cada día estamos completando nuestro registro para el tiempo y la eternidad. Que cada acción sea justa y exacta en la venta y la compra. Que no se introduzca ninguna cosa de carácter dudoso porque eso desanimará a nuestros hermanos y desagradará a Dios. Los miembros de nuestras iglesias han realizado grandes sacrificios a fin de adquirir esta propiedad para nuestro colegio. Que los que buscan ventajas personales no se aprovechen injustamente de sus hermanos que puedan necesitar establecerse cerca del colegio. Algunos que tienen un espíritu especulativo deberían ser desanimados en su intención de venir a ------------------, porque no serán una bendición para el colegio sino un estorbo. Recordemos que estamos expuestos ante la vista de Dios, 255 y que cada acción injusta realizada en servicio del yo queda registrada contra nosotros en los libros del cielo. 

 Ruego a nuestros hermanos que desechen el espíritu de comercialismo. Oro para que no se establezca cerca del colegio nadie cuyo propósito principal consista en obtener ventajas para sí mismo. Que todos procuren sobresalir en las cosas espirituales para que el espíritu ambicioso sea cambiado por un espíritu de desprendimiento. Esa transformación debe realizarse en nosotros si queremos ser plenamente aprobados por Dios.-Carta 72, 1909. 

 LA ATRACCIÓN DE LAS LOTERÍAS 
Hay además un negocio de lotería relacionado con ello, y el joven que va allí consigue un reloj de oro. ¿Y qué quiere decir eso? El reloj puede ser de oro genuino, puede ser que no sea un fraude; pero, ah, hay un fraude detrás de eso, y ahí está la trampa. Si ganó esto una vez, querrá tratar de ganarlo otra vez. Si hubiera sido mi hijo, habría preferido verlo en el ataúd antes que luciendo ese reloj de oro. Luego hay otros muchachos. Les muestra su reloj y así les entra el deseo de probar suerte en esa misma forma, y así probarán este asunto por ellos mismos. Luego otro lo intentará, y aún otro más; y así se extiende la influencia de uno a otro, y el diablo sabe en qué forma desempeñar su juego.-MS 1, 1890. 256 

 47. INVERSIONES IMPRUDENTES. 
Hace pocas semanas, mientras asistía al congreso campestre realizado en San José [1901], algunos de nuestros hermanos me presentaron lo que consideraban admirables oportunidades para invertir recursos en minas y acciones de ferrocarril, que producirían grandes dividendos. Parecían tener confianza en el éxito y hablaban de todo el bien que harían con los beneficios que esperaban recibir. Había otras personas presentes, y parecían interesarse por ver en qué forma recibiría yo su proposición. Les dije que esas inversiones eran muy inciertas. No podían tener la seguridad del éxito de esas empresas. Les hablé de las recompensas eternas que se aseguran a los que colocan sus tesoros en el cielo; y les rogué, por amor a Cristo, que pusieran fin en el punto donde se encontrasen a esas operaciones inciertas. En una visión nocturna Dios me instruyó para que dijera a su pueblo que no está de acuerdo con su voluntad el que los que creen en su próxima venida inviertan sus recursos en acciones de minería. Esto significaría sepultar los talentos de nuestro Señor en la tierra. 

Transcribiré una copia de una carta que escribí a uno de los hermanos que he mencionado: "San José, California, 2 de julio de 1905 "Querido hermano: "Ud. me ha presentado la oportunidad de invertir en acciones de minería. Ud. mostró confianza en que esa inversión resultaría un éxito, y piensa que en esta forma podrá prestar una gran ayuda a la causa de Dios. 257 

"El Señor me ha dicho que en una reunión a la que asistiré encontraré a hombres que estimularán a nuestro pueblo a invertir su dinero en la explotación de minas. Se me ha ordenado que les diga que esto es un artificio del enemigo destinado a consumir o a insumir recursos que se necesitan urgentemente para llevar a cabo la obra de Dios. 

 Esto constituye una trampa de los últimos días con el propósito de implicar al pueblo de Dios en la pérdida del capital que su Señor les ha confiado, el que debería emplearse sabiamente en la obra de ganar almas. 

Debido a que se invierte tanto dinero en estas empresas inciertas, la obra de Dios queda lamentablemente menoscabada por falta del talento que ganará almas para Cristo. . . 

"Anoche en una visión alzaba mi voz amonestando contra las especulaciones mundanas. Decía: 'Os invito a adquirir acciones en la mayor mina que alguna vez se haya trabajado'. "El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo, y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo" (Mat. 13: 44). . . Si invertimos en las acciones mineras de Dios, la ganancia está asegurada. Él dice: "Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura" (Isa. 55: 2). . . " 'También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró" (Mat. 13: 45, 46). 

"Hermano mío, ¿quiere Ud. invertir para asegurarse la perla celestial de gran precio?. . . Esto representa acciones de minería en las que Ud. puede invertir sin correr el riesgo de ser chasqueado. 

Pero, estimado amigo, no tenemos un solo peso del dinero del Señor para invertir en empresas mineras en este mundo". 258 Estoy sumamente entristecida porque hay algunos en nuestro pueblo que han cometido el error de enterrar el capital que Dios les ha dado en acciones de minería, pensando de ese modo aumentar sus entradas. La perspectiva puede parecer halagadora, pero muchos quedarán amargamente chasqueados. 

Recuerdo el caso de un hermano que una vez se interesó en la obra y la causa de Dios. Hace algunos años, cuando yo estaba en Australia, este hermano me escribió diciéndome que había adquirido una mina de la que esperaba recibir grandes utilidades. Dijo que me daría una parte de lo que recibiera. Ocasionalmente me escribía y me informaba: "Ahora las perspectivas son buenas. Pronto recibiremos ganancias". Pero las ganancias no se materializaron, y después de invertir muchos miles de dólares, esa arriesgada empresa resultó una pérdida completa. 

Este es uno de los muchos casos similares que he encontrado. Muchos se han lamentado por haber animado a otros a invertir sus recursos en acciones mineras. Si hay aquí alguno que ha recibido dinero de un hermano o hermana para esa clase de inversión, es su deber devolvérselo, si el que se lo dio así lo desea. Os amonesto a ser cuidadosos con lo que hacéis con los bienes de vuestro Señor. Colocándolos en la tesorería del Señor podéis aseguraros utilidades de los tesoros inagotables de su reino. El pueblo de Dios se ha conformado muy fácilmente con resultados superficiales. Deberíamos buscar diligentemente las verdades profundas, eternas y abarcantes de la palabra de Dios. Después de hallarlas, gozosamente venderemos todo a fin de comprar el campo. 
Special Testimonies, Serie B, No. 17, págs. 8-13. 259 

 PARA UN ESTUDIO ADICIONAL 
Algunos deben aprender por experiencia propia a dejar de lado las empresas especulativas, JT 1, 103, 104.
 Una trampa para los pobres, JT 480, 481. 
Satanás enreda hábilmente a muchos sin que éstos vean posibilidad de fracaso, 2 T 664, 665.
 Especialmente los ministros deben mantenerse libres, 2 T 622, 626; 
HA 294, 295; OE 355 - 357. 
La especulación es un experimento peligroso, 4 T 616, 617. 
Las especulaciones y los negocios con los incrédulos son un estorbo, 
JT 3, 288.
 Especulaciones con tierras y minas, OE 356, 357. 
Resultado en términos de pesar, remordimiento y reproche de sí mismo, JT 455.
 Disipación de los recursos del pueblo de Dios y transferencias de los medios a las filas enemigas, JT 1, 177. 263

sábado, diciembre 08, 2018

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN IX. LA BÚSQUEDA DE TESOROS TERRENALES.



42. EL PELIGRO DE LA CODICIA. 

En el pueblo de Dios hay muchos que están adormecidos por el espíritu del mundo, y que niegan su fe mediante sus obras. Cultivan el amor al dinero, a las casas y las tierras, hasta que éste absorbe las facultades de la mente y el ser, y desplaza el amor al Creador y a las almas por quienes Cristo murió. El dios de este mundo ha cegado sus ojos; sus intereses eternos pasan a ocupar un lugar secundario; y colocan un máximo de exigencia sobre el cerebro, los huesos y los músculos a fin de aumentar sus posesiones mundanales. Y toda esa acumulación de preocupaciones y cargas se efectúa en violación directa de esta orden dada por Cristo: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan" (Mat. 6: 19). Olvidan que él también dijo: "Haceos tesoros en el cielo"; y al olvidarlo, obran en favor de sus propios intereses. El tesoro acumulado en el cielo está seguro; ningún ladrón puede aproximarse a él ni la polilla puede arruinarlo. Pero su tesoro está en la tierra y sus afectos están sobre sus tesoros. 

 LA VICTORIA DE CRISTO 
En el desierto, Cristo enfrentó las grandes tentaciones que asaltarían al hombre. Allí, con las manos desnudas, se encontró con el enemigo astuto y sutil y lo venció. La primera gran tentación fue dirigida hacia el apetito; la segunda, hacia la presunción; la tercera, hacia el amor al mundo. Los tronos y los reinos de este mundo y su gloria 222 fueron ofrecidos a Cristo. Satanás llevó el honor mundanal, las riquezas y los placeres de la vida, y se los presentó bajo la luz más atrayente a fin de tentarlo y engañarlo. "Todo esto te daré, si postrado me adorares", le dijo. Sin embargo Cristo rechazó al astuto enemigo y salió victorioso. Los hombres nunca serán probados por tentaciones tan poderosas como las que asaltaron a Cristo; y sin embargo Satanás consigue éxito al asediarlos. "Todo este dinero, esta ganancia, estas tierras, este poder, estos honores y riquezas, te daré" -¿a cambio de qué? Pocas veces se establece la condición con tanta claridad como ocurrió con el caso de Cristo: "Si postrado me adorares". 

 Se conforma con que se abandone la integridad y se adormezca la conciencia. Por medio de la dedicación a los intereses mundanales él recibe toda la honra que pide. La puerta es dejada abierta para que él entre cuando le plazca, con su estela de impaciencia, amor al yo, orgullo, avaricia y falta de honradez. El hombre es encantado y atraído traicioneramente hacia la ruina. El ejemplo de Cristo está ante nosotros. El venció a Satanás y nos mostró cómo nosotros también podemos vencerlo. Cristo resistió a Satanás mediante las Escrituras. Pudo haber echado mano de su propio poder divino, y haber empleado sus propias palabras; pero dijo: "Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mat. 4: 4). Si los cristianos estudiaran y obedecieran las Sagradas Escrituras, recibirían poder para hacer frente a la tentación del astuto enemigo; pero la Palabra de Dios es descuidada y como consecuencia de esto se producen desastres y derrotas. 

 EL JOVEN RICO
 Un joven acudió a Cristo y le dijo: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?"
Jesús le indicó que debía guardar los mandamientos. Este replicó: "Todo 223 esto lo he guardado desde mi juventud". Jesús lo miró con amor y le señaló sus deficiencias en la observancia de la ley divina. No amaba a su prójimo como a sí mismo. Su amor egoísta a las riquezas era un defecto que, si no lo remediaba, le impediría entrar al cielo. "Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven, sígueme" (Luc. 18: 18-22). Cristo deseaba que ese joven comprendiera que lo único que requería de él era que siguiera el ejemplo que él mismo, el Señor del cielo, había establecido. El abandonó sus riquezas y su gloria, y se empobreció para que el hombre fuese hecho rico mediante su pobreza; y requiere que el hombre abandone las posesiones terrenales, el honor y los placeres, a fin de conseguir esas riquezas. Él sabe que cuando los afectos están dirigidos hacia el mundo, son retirados de Dios; por eso dijo al joven rico: "Vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven, sígueme". ¿Cómo recibió él estas palabras de Cristo? ¿Se alegró porque podía conseguir el tesoro celestial? ¡Oh, no! "Se puso muy triste, porque era muy rico". Para él las riquezas significaban honor y poder; y lo cuantioso de su fortuna hacía que casi fuera imposible desprenderse de ella. Este hombre amador del mundo también deseaba el cielo; pero quería retener su riqueza, y por lo tanto renunció a la vida inmortal por amor al dinero y al poder. ¡Oh, qué transacción lastimosa! Sin embargo muchos que profesan guardar todos los mandamientos de Dios están haciendo la misma cosa. En eso consiste el peligro de las riquezas para el hombre avaro; cuanto más gana tanto más difícil se hace para él ser generoso. Entregar una parte de sus posesiones es como si perdiera la vida; y por lo tanto se aparta de las atracciones de la recompensa eterna a fin de retener y aumentar sus posesiones terrenales. Si hubiera guardado los 224 mandamientos, esas posesiones no habrían sido tan cuantiosas. ¿Cómo habría podido, mientras trabajaba y se esforzaba por complacer el yo, amar a Dios con todo su corazón, y con toda su mente, y con todas sus fuerzas, y a su prójimo como a sí mismo? Si hubiera satisfecho las necesidades de los pobres habría sido mucho más feliz, y hubiera tenido un tesoro celestial mucho mayor, y habría poseído menos aquí en la tierra a lo cual dirigir sus afectos. . . 

 RESPONSABLE DELANTE DE DIOS 
Pablo dijo: "A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor" (Rom. 1:14). Dios había revelado su verdad a Pablo y al hacerlo así lo había hecho un deudor hacia los que estaban en las tinieblas y a quienes debía iluminar. Pero muchos no comprenden que son responsables delante de Dios. Están utilizando los talentos de Dios, tienen las facultades mentales que, si las emplearan correctamente, los convertirían en colaboradores con Cristo y los ángeles. Muchas almas podrían salvarse mediante sus esfuerzos, para brillar como estrellas en su corona de gozo, pero manifiestan indiferencia hacia todo esto. Satanás ha procurado por medio de las atracciones del mundo encadenarlos y paralizar sus facultades morales, cosa que ha conseguido con mucho éxito. 

 ESTA EN JUEGO EL DESTINO FUTURO 
¿Cómo podrían las casas y los terrenos compararse en valor con las almas preciosas por las que Cristo murió? Por vuestro intermedio, estimados hermanos y hermanas, esas almas podrían salvarse con vosotros en el reino de gloria; pero no podéis llevar con vosotros la parte más pequeña de vuestro tesoro terrenal. Podéis acumular todo lo que deseáis, podéis conservarlo con todo el celoso cuidado de que seáis capaces, y a pesar de esto Dios puede dar la orden y en unas pocas horas un fuego que nadie podría 225 apagar puede destruir lo que se ha acumulado durante toda la vida y convertirlo en un montón de ruinas humeantes. Podéis dedicar todos vuestros talentos y energías a la tarea de acumular tesoros en la tierra; ¿pero de qué os servirá todo esto cuando se acabe vuestra vida o cuando Jesús venga? Todo lo que habéis sido exaltado aquí en detrimento de la vida espiritual, seréis rebajados en vuestra dignidad moral ante el tribunal del gran Juez. "¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" (Mar. 8: 36). La ira de Dios descenderá sobre los que han servido a Mamón en lugar de servir a su Creador. Pero los que hayan vivido por Dios y el cielo, señalando el camino de la vida a otros, encontrarán que la senda del justo es tan resplandeciente como la luz, que brilla cada vez más hasta que el día es perfecto. Y pronto oirán esta invitación de bienvenida: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor" (Mat. 25: 21). El gozo de Cristo era ver a las almas salvadas en su reino glorioso; y por ese gozo "sufrió la cruz, menospreciando el oprobio" (Heb. 12: 2). Pero pronto "verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho" (Isa. 53: 11). ¡Cuán felices serán los que habiendo participado en su trabajo ahora pueden compartir su gozo!-RH, junio 23, 1885. 

 EL PODER HECHIZADOR DE SATANÁS
 Satanás se ha propuesto lograr que el mundo parezca muy atractivo. Tiene un poder hechizador que ejerce para atraer los afectos hasta de los seguidores más fieles de Cristo. 
Muchos que militan en el cristianismo están dispuestos a realizar cualquier sacrificio con tal de obtener riquezas, y cuanto más éxito tienen en sus esfuerzos por obtener el objeto de sus deseos, tanto menos se preocupan de la verdad preciosa y de su progreso en el mundo. 226 Pierden su amor por Dios y obran como hombres faltos de juicio. Cuanto más son prosperados en riqueza material, tanto menos invierten en la causa de Dios. Las obras de los que tienen un amor irracional por las riquezas muestran claramente que es imposible seguir a dos señores, a Dios y a Mamón. Revelan ante el mundo que su dios es el dinero. Rinden homenaje a su poder pero en realidad sirven al mundo. El amor al dinero se convierte en un poder dominante, y por amor a él violan la ley de Dios. Pueden profesar la religión de Cristo, pero no aman sus principios ni tienen en cuenta sus amonestaciones. Dedican lo mejor de su fuerza a servir al mundo y se inclinan ante Mamón. Es alarmante que tantos sean engañados por Satanás. El estimula la imaginación con una brillante perspectiva de ganancia mundanal, y los hombres se ciegan y piensan que tienen por delante la perspectiva de una felicidad perfecta. Son atraídos por la esperanza de obtener honor, riqueza y categoría. Satanás le dice al alma: "Todo esto te daré; todo este poder y riqueza te permitirán hacer bien a tus semejantes;" pero cuando consiguen el objetivo que buscan, descubren que no tienen conexión alguna con el abnegado Redentor, no participan de la naturaleza divina. Se aferran a los tesoros terrenales y desprecian los requisitos de la abnegación, el espíritu de sacrificio y la humillación por amor a la verdad. No tienen ningún deseo de separarse de su amado tesoro terrenal sobre el que su corazón se ha fijado. Han cambiado de amo, y han aceptado servir a Mamón en lugar de servir a Cristo. Satanás se ha asegurado la adoración de esas almas engañadas por intermedio del amor a las riquezas mundanales. Se encuentra con frecuencia que el cambio de la piedad a la mundanalidad se ha efectuado en forma imperceptible mediante las astutas insinuaciones del maligno, en tal forma que el alma engañada no se da cuenta que se ha alejado 227de Cristo y que le sirve tan sólo nominalmente.-RH, sept. 23, 1890. 

 ALEJAMIENTO DEL ESPÍRITU DE SACRIFICIO DE LOS PIONEROS 
Hubo un tiempo cuando había sólo pocas personas que escuchaban la verdad y la aceptaban, y éstas no poseían muchos bienes terrenales. Y llegó el momento cuando fue necesario que algunos vendieran sus casas y sus tierras para comprar otras más baratas a fin de entregar al Señor el dinero sobrante para publicar la verdad y ayudar de otro modo a promover la causa de Dios. Esas personas con espíritu de sacrificio tuvieron que soportar privaciones; pero los que perseveran hasta el fin, éstos recibirán su recompensa. Dios ha estado obrando sobre muchos corazones. Ha triunfado la verdad por la cual unos pocos realizaron tanto sacrificio, y ha sido recibida por las multitudes. En la providencia de Dios, gente que posee recursos económicos ha sido llevada a la verdad para que, a medida que la obra progresa, las necesidades de su causa puedan ser satisfechas. Dios no pide ahora las casas donde vive su pueblo; pero si los que poseen abundancia de bienes no escuchan su voz, no se separan del mundo y no se sacrifican por Dios, él los pasará por alto y llamará a los que están dispuestos a hacer cualquier cosa por Jesús, aun a vender sus casas para satisfacer las necesidades de la causa. Dios recibirá ofrendas voluntarias. Los que dan deben considerar un privilegio hacerlo así.-RH, sept. 16, 1884. 

El pueblo de Dios está a prueba ante el universo celestial; pero la escasez de sus donaciones y ofrendas y la debilidad de sus esfuerzos en el servicio de Dios los señalan como infieles. Si lo poco que ahora se realiza fuera lo mejor que ellos pueden hacer, no estarían bajo condenación, pero con los recursos que poseen podrían hacer 228 mucho más. Ellos saben, y el mundo también lo sabe, que en gran medida han perdido el espíritu de abnegación y se han negado a llevar su cruz.-6 T 445, 446. 

 CADA UNO SERÁ PROBADO 
A Mateo en su riqueza, y a Andrés y Pedro en su pobreza, llegó la misma prueba, y cada uno hizo la misma consagración. En el momento del éxito, cuando las redes estaban llenas de peces y eran más fuertes los impulsos de la vida antigua, Jesús pidió a los discípulos, a orillas del mar, que lo dejasen todo para dedicarse a la obra del Evangelio. Así también es probada cada alma para ver si el deseo de los bienes temporales prima sobre la comunión con Cristo. Los buenos principios son siempre exigentes. 

Nadie puede tener éxito en el servicio de Dios a menos que todo su corazón esté en la obra, y tenga todas las cosas por pérdida frente a la excelencia del conocimiento de Cristo. 

Nadie que haga reserva alguna puede ser discípulo de Cristo, y mucho menos puede ser su colaborador. Cuando los hombres aprecien la gran salvación, se verá en su vida el sacrificio propio que se vio en la de Cristo. Se regocijarán en seguirle a dondequiera que los guíe. DTG 239. 229 

 43. PROCURANDO SERVIR A DIOS Y A MAMON.
 Existe el peligro de perderlo todo mientras se persigue la ganancia mundanal, porque los intereses superiores se olvidan en la febril ansiedad de conseguir riqueza terrenal. 
 Las preocupaciones y los sobresaltos inherentes a la tarea de hacerse tesoros en la tierra no deja tiempo ni deseo para apreciar el valor de las riquezas eternas. . . "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mat. 6: 21). 
 Vuestros pensamientos, planes y motivos tendrán un molde terreno, y vuestra alma será contaminada por la codicia y el egoísmo. "Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" (Mat. 16: 26). . . 

El corazón humano puede ser la morada del Espíritu Santo. La paz de Cristo, que sobrepasa todo entendimiento puede inundar vuestra alma; y el poder transformador de su gracia puede obrar en vuestra vida, y prepararos para las mansiones gloriosas. Pero si empleáis el cerebro, los nervios y los músculos para servir al yo, no estáis convirtiendo a Dios y el cielo en el primer objetivo de vuestra vida.

 Es imposible que entretejáis las gracias de Cristo en vuestro carácter mientras colocáis todas vuestras energías del lado del mundo. 

 Podéis tener éxito en la tarea de acumular tesoros en la tierra, para glorificar el yo; pero "donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Las cosas de importancia eterna ocuparán un lugar secundario. Podéis participar en las formas exteriores del culto, pero vuestro servicio será una abominación para el Dios del cielo. 230 No podéis servir a Dios y a Mamón. Entregaréis vuestro corazón y colocaréis vuestra voluntad al lado de Dios o bien dedicaréis vuestras energías al servicio del mundo. Dios no aceptará un servicio prestado a medias.- RH, sept. 1, 1910. 

REALIDAD PERDURABLE O SOMBRA PASAJERA
 Cristo invita a los miembros de su iglesia a apreciar la esperanza verdadera y genuina del Evangelio. Señala hacia lo alto y les asegura definidamente que las riquezas perdurables están arriba y no abajo. Su esperanza está en el cielo y no en el mundo. "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia" , nos dice; "y todas estas cosas", todo lo que es esencial para nuestro bien, "os serán añadidas" (Mat. 6: 33). En el caso de muchos, las cosas de este mundo oscurecen la gloriosa visión del eterno peso de gloria que espera a los santos del Altísimo. No pueden separar lo verdadero, lo auténtico y la realidad perdurable, de lo falso, lo contrahecho y la sombra pasajera. Cristo los insta a quitar de delante de sus ojos lo que oscurece su visión de las realidades eternas. El insiste en la supresión de lo que les hace confundir los fantasmas con las cosas reales, y las cosas reales con los fantasmas. Dios insta a los suyos que apliquen la fuerza del cuerpo, la mente y el alma a la tarea que él espera que realicen. Los invita a comprobar por sí mismos que las ganancias y ventajas de esta vida no son dignas de compararse con las riquezas reservadas para los que buscan la vida eterna en forma diligente y racional.-RH, junio 23, 1904. 

 ABSORTOS EN LA BÚSQUEDA DE RIQUEZAS
 El enemigo trabaja ahora tan incansablemente como trabajaba antes del diluvio. Mediante el uso de diversas empresas e invenciones, trabaja diligentemente para 231 mantener las mentes humanas absortas en las cosas de este mundo. Está utilizando todo su ingenio para inducir a los hombres a obrar neciamente, para mantenerlos absortos en empresas comerciales, a fin de poner en peligro su esperanza de alcanzar la vida eterna. El proyecta los inventos que ponen en peligro la vida humana. Bajo su dirección, los hombres ponen por obra lo que él inventa. Llegan a estar tan ensimismados en la búsqueda de riqueza y poder mundanal que no prestan atención a un "así dice Jehová". Satanás se regocija al ver que tiene éxito en su propósito de mantener las mentes alejadas de la consideración de los asuntos solemnes e importantes que tienen que ver con la vida eterna. Trata de sacar de la mente el pensamiento de Dios y de colocar en su lugar la mundanalidad y el comercialismo. Desea mantener el mundo en tinieblas. Es su propósito premeditado inducir a los hombres a olvidar a Dios y el cielo, y poner a todas las almas que pueda bajo su propia jurisdicción. Y con este fin promueve empresas e invenciones que ocuparán la atención de los hombres de tal modo que no dispondrán de tiempo para pensar en los asuntos celestiales. El pueblo de Dios debe despertar ahora para llevar a cabo la obra que ha descuidado. Debemos poner en juego todas las energías de la mente en la planificación de esta obra. No debemos economizar ningún esfuerzo para presentar la verdad tal como fue revelada por Jesús, en forma tan sencilla y sin embargo con tanta fuerza que las mentes queden poderosamente impresionadas. Debemos hacer planes para trabajar en una forma que requiera la menor cantidad posible de recursos, porque la obra debe extenderse hasta las regiones más alejadas. 
RH, dic. 15, 1910. 

 UNA LECCIÓN DE JUDAS 
Judas poseía cualidades valiosas, pero en su carácter había algunos rasgos que debían ser extirpados antes que él 232 pudiera salvarse. Debía nacer de nuevo, no de una semilla corruptible sino de una incorruptible. Su gran tendencia heredada y cultivada hacia el mal era la codicia. Y ésta, mediante la práctica, se convirtió en un hábito que él hizo intervenir en todas sus transacciones. Sus hábitos de economía promovieron en él un espíritu tacaño, y éste se convirtió en una trampa fatal. La ganancia llegó a ser su medida de una experiencia religiosa correcta, y toda virtud genuina fue subordinada a esto. Los principios de rectitud y justicia practicados por Cristo no hallaron cabida en las prácticas de su vida. . . Como Cristo sabía que estaba siendo corrompido por la codicia, le dio el privilegio de oír muchas lecciones. Oyó a Cristo formular los principios que debían tener todos los que quisieran entrar en su reino eterno. Tuvo toda oportunidad posible de recibir a Cristo como su Salvador personal, pero rehusó este don. No quiso someter a Cristo sus métodos y su voluntad. No practicó lo que contrariaba sus inclinaciones personales, y por lo tanto su espíritu muy avariento no fue corregido. Mientras continuó siendo un discípulo exteriormente, y hasta en la presencia misma de Cristo, se apoderaba de los recursos que pertenecían a la tesorería del Señor. . . Judas pudo haber recibido el beneficio de estas lecciones, si hubiera poseído el deseo de tener un corazón recto; pero su tendencia a adquirir lo venció, y el amor al dinero se convirtió en una fuerza predominante. Mediante la indulgencia permitió que este rasgo creciera en su carácter y arraigara profundamente, a tal punto que desplazó la buena semilla de la verdad sembrada en su corazón.-RH, oct. 5, 1897. 

 ENCEGUECIDOS POR EL AMOR AL MUNDO
 La causa de Dios debe ocupar el primer lugar en nuestros planes y afectos. Se necesita presentar un mensaje 233 directo concerniente a la complacencia del yo mientras la causa de Dios carece de recursos. Algunos están tan fríos y apartados que no comprenden que están fijando sus afectos sobre tesoros terrenales que pronto serán barridos para siempre. El amor al mundo los está trabando como un grueso vestido; y a menos que cambien su proceder, nunca sabrán cuán preciosa es la práctica de la abnegación por amor a Cristo. Todos nuestros ídolos, nuestro amor al mundo, deben ser expulsados del corazón. Hay ministros y amigos fieles que ven el peligro que rodea a esas almas que se han atado a sí mismas, y que les presentan fielmente el error de su conducta; pero los que son reprochados en lugar de aceptar las amonestaciones en el espíritu en que fueron dadas, beneficiándose con ellas, se levantan contra los que tratan con ellos fielmente. Ojalá que se levantaran de su letargo espiritual y se familiarizaran con Dios. El mundo está cerrando sus ojos para que no vean a Aquel que es invisible. Son incapaces de discernir las cosas más preciosas que son de interés eterno, pero ven la verdad de Dios en una luz tan débil que llega a parecerles de poquísimo valor. La partícula más ínfima relacionada con sus intereses temporales asume proporciones gigantescas, mientras los asuntos concernientes a la eternidad escapan a su noticia.-RH, oct. 31, 1893.

 DESTRUCCIÓN DE LA GENEROSIDAD AUTÉNTICA
 Los que se hallan comparativamente en la pobreza son los que hacen más para sostener la causa de Dios. Son generosos con lo poco que poseen. Han fortalecido sus impulsos generosos por la liberalidad continua. Como sus gastos casi equivalían a sus entradas, su pasión por las riquezas terrenales no tuvo cabida ni oportunidad de fortalecerse. Pero son muchos los que, al comenzar a juntar riquezas materiales, calculan cuánto tardarán en poseer cierta suma. 234 En su afán de acumular una fortuna, dejan de enriquecerse para con Dios. Su generosidad no se mantiene a la par con lo que reúnen. A medida que aumenta su pasión por las riquezas, sus afectos se entrelazan con su tesoro. El aumento de su propiedad fortalece el intenso deseo de tener más, hasta que algunos consideran que el dar al Señor el diezmo es una contribución severa e injusta. La inspiración ha declarado: "Cuando se aumenten las riquezas, no pongáis en ellas vuestro corazón" (Sal. 62: 10, VM). Muchos han dicho: "Si yo fuese tan rico como Fulano, multiplicaría mis donativos para la tesorería de Dios. No haría otra cosa con mi riqueza sino emplearla para el adelantamiento de la causa de Dios". Dios ha probado a algunos de éstos dándoles riquezas; pero con éstas las tentaciones se hicieron más intensas, y su generosidad fue mucho menor que en los días de su pobreza. Un ambicioso deseo de mayores riquezas absorbió su mente y corazón, y cometieron idolatría.-JT 1, 383, 384. Algunos, cuando están en la pobreza, son generosos con lo poco que tienen; pero a medida que adquieren propiedades se vuelven avaros. Tienen muy poca fe, porque no siguen adelantando a medida que prosperan, y no dan a la causa de Dios hasta el sacrificio.
JT 1, 466. 235 

 44. PROFESANTES VANOS. 
Las Escrituras hablan de un grupo numeroso de profesantes que no son hacedores. Muchos que pretenden creer en Dios lo niegan con sus obras. Su adoración del dinero, las casas y los terrenos los señalan como idólatras y apóstatas. Todo egoísmo es codicia, y por lo tanto es idolatría. Muchos que han hecho inscribir sus nombres en los libros de la iglesia como creyentes en Dios y en la Biblia, están adorando los bienes que el Señor les ha confiado para que ellos fuesen sus administradores. No se inclinan literalmente ante su riqueza terrenal, pero ésta de todos modos es su dios. Son adoradores de Mamón. Honran las cosas de este mundo con un homenaje que pertenece al Creador. El que ve y conoce todas las cosas registra la falsedad de su profesión de piedad. Dios queda excluido del templo del alma de un cristiano mundano, a fin de que la política mundanal tenga abundante lugar. El dinero es su dios. Pertenece a Jehová, pero aquel a quien ha sido confiado rehúsa dejarlo fluir en términos de obras de benevolencia. Si lo hubiese utilizado de acuerdo con el propósito de Dios, el incienso de sus buenas obras habría ascendido al cielo, y de miles de almas convertidas se habrían oído los himnos de alabanza y agradecimiento. 

Nuestro dinero debería ser empleado para promover el reino de Dios, para despertar a los que están muertos en sus faltas y pecados y para hablar a los pecadores acerca 236 del bálsamo sanador del amor del Salvador. 

 Pero con demasiada frecuencia se emplea el dinero para la glorificación del yo. En vez de constituir el medio para llevar a las almas al conocimiento de Dios y de Cristo, provocando en esta forma alabanza y gratitud al Dador de todo bien, las posesiones terrenales han sido el medio para eclipsar la gloria de Dios y oscurecer la vista del cielo. 

 Mediante el uso equivocado del dinero el mundo se ha llenado de prácticas impías. La puerta de la mente ha sido cerrada contra el Redentor. Dios declara: "Tu plata y tu oro son míos" (1 Rey. 20: 3). El mantiene una estricta cuenta con cada hijo e hija de Adán a fin de saber en qué formas utilizan sus recursos. Los mundanos podrán decir: "Pero yo no soy cristiano. No profeso servir a Dios". ¿Pero los hace esto menos culpables por enterrar sus medios y recursos económicos en empresas mundanales, a fin de promover sus intereses egoístas?

Hablo a los que no conocen a Dios, que lleguen a leer estas líneas, porque en su providencia pueden ser llevadas a su atención. ¿Qué estáis haciendo con los bienes de vuestro Señor? ¿Qué estáis haciendo con las facultades físicas y mentales que él os ha dado? ¿Podéis por vosotros mismos mantener en movimiento la maquinaria humana? 

 Si Dios pronunciara una sola palabra para indicar que debéis morir, de inmediato caeríais en el reposo de la muerte. Día a día, hora a hora, minuto a minuto, Dios obra mediante su poder infinito para manteneros vivos. Él es quien proporciona el aliento que mantiene la vida en vuestro cuerpo. Si Dios descuidara al hombre así como éste descuida a Dios, ¿qué ocurriría con la humanidad? 

El gran Médico misionero se interesa en la obra de sus manos. Presenta a los hombres el peligro que hay en cerrar la puerta del corazón contra el Salvador, diciéndoles: "Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿ por qué moriréis?" (Eze. 33: 11). 
RH, mayo 23, 1907. 237 

 UN TÍTULO DE LAS POSESIONES CELESTIALES 
Llegará un día cuando "arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad" (Isa. 2: 20, 21). Las riquezas del mundo no servirán de nada en el día de la ira, pero la fe y la obediencia serán las que proporcionarán la victoria. Tendremos que echar mano de toda la fe que poseamos. Debemos acostumbrarnos a hablar de la fe y prepararnos para la vida futura. ¡Qué esfuerzos diligentes realizan los hombres para conseguir un título legal de sus tierras! Deben tener escrituras que resistan la prueba de la ley. El dueño no queda satisfecho hasta que se asegura que su título no tiene ninguna falla. Ojalá que los hombres fuesen tan diligentes para obtener un título de sus posesiones celestiales que resista la prueba de la ley. El apóstol exhorta a los seguidores de Dios a actuar con diligencia para asegurarse de su llamamiento y elección. No debe haber error ni falla en vuestro título a la inmortalidad. El Salvador dice: "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad" (Apoc. 22: 14). RH, abril 30, 1899. 

 LAS RIQUEZAS ETERNAS SON DESPRECIADAS
 El Señor mira con lástima a los que se dejan recargar con preocupaciones domésticas y perplejidades comerciales. Se enredan con demasiado servicio y descuidan lo que es esencial. El Salvador dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mat. 6: 33). Esto significa que hay que apartar la vista de este mundo para dirigirla hacia lo que es eterno. Realizad vuestros esfuerzos más diligentes para obtener las cosas que Dios estima de valor y por las cuales Cristo dio 238 su vida preciosa a fin de que vosotros podáis obtenerlas. Su sacrificio ha abierto de par en par las puertas del comercio celestial. Depositad vuestro tesoro junto al trono de Dios haciendo con el capital que os ha confiado la obra que él desea que se realice en la ganancia de almas al conocimiento de la verdad. Esto os asegurará las riquezas eternas. . . 

Cuando pensamos en el gran don hecho por el cielo para la salvación de un mundo pecador, y luego consideramos las ofrendas que podemos dar, nos resistimos a compararlos. Los recursos que pudieran exigirse a todo el universo no podrían compararse con ese único don. Se puso de manifiesto un amor inconmensurable cuando Aquel que es igual con el Padre vino para pagar el precio de las almas de los hombres, a fin de llevarlos a la vida eterna. ¿Podrán los que profesan el nombre de Cristo no ver ninguna atracción en el Redentor del mundo, ser indiferentes a la posesión de la verdad y la justicia, y apartarse de las riquezas eternas para dedicarse a las terrenales? "Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios" (Juan 3: 19 -21). 

Este mensaje evangélico constituye uno de los pasajes más preciosos del Nuevo Testamento. Cuando es aceptado produce en las vidas de los que lo reciben buenas obras cuyo valor sobrepasa en mucho al de los diamantes y el oro. Tiene poder para producir alegría y consuelo en la vida terrenal y para derramar la vida eterna sobre el creyente. Ojalá que la gracia ilumine de tal manera nuestro entendimiento para que comprendamos plenamente su significado. El Padre nos está diciendo: Derramé sobre vosotros 239 un tesoro más precioso que cualquier posesión terrenal, un tesoro que os enriquecerá y os hará felices para siempre.-RH, marzo 5, 1908. 

¡CUÁN CONTRADICTORIO! ¡CUÁN INDIGNO! 
Cristo declara: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (Mat. 16: 24). Los que están vestidos con el traje de bodas, el manto de la justicia de Cristo, no dudarán acerca de si deben levantar la cruz y seguir en las pisadas del Salvador. Voluntariamente y con gozo obedecerán sus mandamientos. Las almas perecen lejos de Cristo. Cuán contradictorio, entonces, es todo esfuerzo que se realiza para conseguir puestos y riquezas. ¡Cuán débiles son los motivos que Satanás puede presentar, que el egoísmo y la ambición pueden proporcionar, en comparación con las lecciones que Cristo ha dado en su Palabra! ¡Cuán indigna es la recompensa que el mundo ofrece comparada con la que nos promete nuestro Padre celestial!
RH, sept. 19, 1899. 

 DIOS PROVEERÁ 
Si bien es cierto que los hombres deben velar para que ninguno de los bienes dados por la Providencia se malgaste innecesariamente, también lo es que un espíritu mezquino y acumulador debe ser vencido. De lo contrario esta tendencia llevará a realizar tratos con falta de honradez, e injustos, lo cual Dios aborrece. Los cristianos no deberían permitir ser perturbados por preocupaciones ansiosas por las necesidades de la vida. Si los hombres aman y obedecen a Dios, y cumplen su parte, Dios satisfará todas sus necesidades. 

Aunque los recursos para subvenir a las necesidades de la vida diaria deben obtenerse con el sudor de la frente, no debemos desconfiar de Dios, porque en el gran plan de su providencia él suplirá lo que se necesite cada día. 

 Esta lección de Cristo constituye un reproche para los 240 pensamientos ansiosos, las perplejidades y las dudas del corazón infiel. Nadie puede añadir un palmo a su estatura, no importa cuánto se esfuerce por conseguirlo. No es menos irrazonable angustiarse por el día de mañana y sus necesidades. Cumplid con vuestro deber y confiad en Dios, porque él sabe de qué cosas tenéis necesidad. 
RH, sept. 18, 1888. 

 PARA UN ESTUDIO ADICIONAL 
El amor al mundo, JT 1, 405 - 410. 
La mundanalidad en la iglesia, 2 T 196 - 199.
 La visión de las dos coronas, JT 1, 125 - 130. 
Idea engañosa de adquirir riqueza para ayudar a la causa de Dios, 
1T 476, 477. 
El engaño de las riquezas (una experiencia personal). 2 T 275 - 283.
Cuanto más aman los hombres las riquezas terrenales, tanto más se apartan de Dios, JT 1, 405, 406.
Mediante el amor a las riquezas Satanás conquista la adoración 
JT 1, 407. 
Enriqueciéndose en cosas terrenales, pero no en los asuntos de Dios. 
2 T 196. 
Es alarmante que tantos sean engañados por Satanás, JT 1, 407. 
La búsqueda de riquezas es una especie de locura, 5 T 261. 
La conversación revela dónde está el tesoro, 2 T 59.
 Adquisición de riquezas por medios no honrados, 4 T 489 - 491.
Los ángeles se asombran ante el egoísmo de los cristianos, 4 T 475.
El engaño de las riquezas, 1 T 476 - 478. 
Trabajo inmoderado para adquirir riquezas, 1 T 476. 
El egoísmo ata a muchos como con bandas de hierro, 2 T 197.
 Una razón por la que estamos enfermos como pueblo, 2 T 199. 
La prosperidad está cegando los ojos y engañando el alma. 
2 T 183, 184. 
Los cuidados de la vida afectan en la forma como la bebida afecta al borracho, 5 T 258, 259.
 Los mezquinos y codiciosos deberían alarmarse por su suerte.
 1T 494. 241 
 La acumulación de propiedades implica un gran peligro, 1 T 492. 
Las transacciones de negocios temporales son necesarias, pero no deben ser absorbentes, JT 2, 160. 
Ambición de riquezas y honores entre los miembros de la iglesia, 
JT 2, 157. 
La estrategia de Satanás para derrotar a la iglesia, PE 265 - 269. 
Primeras advertencias de los Testimonios, JT 1, 30 - 32. 
Manifestación de falta de fe en el cuidado de Dios, 2 T - 656 - 658. 245

martes, noviembre 27, 2018

PROPHETIC SERMONS WITH STEPHEN BORH

  Hebrew Religious Calendar - Pastor Stephen Bohr - Anchor 2017 - YouTube
I.- HEBREW RELIGIOUS CALENDAR WITH STEPHEN BOHR 
“A Tour of Messiah's House Part 1” “A Tour of Messiah's House Part 2” “The Sanctuary Sequence In Revelation Continues” “The Messiah's Calendar Continues” “Introductory Remarks on the Feasts” “The Historical Passover” “Passover: The Announcement” “The High Sabbath and Unleavened Bread” “The Feast of First Fruits” “The Three Days and Three Nights” “The Feast of Pentecost Part 1” “The Feast of Pentecost Part 2” “The Lord Is Our Rock” “Chain of Command” “The Feast of Trumpets” “The Day of Atonement” “Living in the Day of Atonement” “The Feast of Tabernacles” “The Feast of Dedication and Messiah's Birth” “Must We Keep the Feasts?” “Anchor Shadows of Things to Come continues” “The Sabbath and the Feasts” “The Lunisolar Deception” Climate Change Is It Real? 

 II.- THE BIBLE OR TRADITION WITH STEPHEN BOHR 
“The Eyes of Wisdom” “The Jewish View of Tradition” “Tradition vs Scripture: A Case Study in Mark 7” “Jesus & Theological Conflict” “The Roman Catholic View of Tradition, Part 1” “The Roman Catholic View of Tradition, Part 2” “Sabbath Controversies & Tradition” “Sunday's Shaky Foundation” “The Acid Test” “Word of God or Traditions of Man” 

 III.- SECRETS UNSEALED ANCHOR SCHOOL OF THEOLOGY WITH STEPHEN BOHR. 
30 Prophetic Themes. 

 IV.- VARIOUS PROPHETIC THEMES WITH STEPHEN BOHR.
It is your duty and right to know God's will for your life. 

domingo, noviembre 25, 2018

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW) SECCIÓN VIII. LOS VERDADEROS MOTIVOS DE LA DADIVOSIDAD ACEPTABLE.


39. EL MOTIVO VERDADERO EN TODO SERVICIO. 
En los tiempos de Cristo los fariseos procuraban constantemente ganar el favor del cielo para disfrutar de prosperidad y honores mundanos, que para ellos constituían la recompensa de la virtud. Al mismo tiempo hacían alarde de sus actos de caridad para atraer la atención del público y ganar así renombre de santidad. Jesús censuró esta ostentación, declarando que Dios no reconoce un servicio tal, y que la adulación y admiración populares que ellos buscaban con tanta avidez eran la única recompensa que recibirían. "Cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Con estas palabras, Jesús no quiso enseñar que los actos benévolos deben guardarse siempre en secreto. El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, no ocultó el sacrificio personal de los generosos cristianos de Macedonia, sino que se refirió a la gracia que Cristo había manifestado en ellos, y así otros se sintieron movidos por el mismo espíritu. Escribió también a la iglesia de Corinto: "Vuestro ejemplo ha estimulado a muchos" . 

Las propias palabras de Cristo expresan claramente lo que quería decir, a saber, que en la realización de actos de caridad no se deben buscar las alabanzas ni los honores de los hombres. La piedad verdadera no impulsa a la ostentación. Los que desean palabras de alabanza y adulación, y las saborean como delicioso manjar, son meramente cristianos de nombre. 206 Por sus obras buenas, los seguidores de Cristo deben dar gloria, no a sí mismos, sino al que les ha dado gracia y poder para obrar. Toda obra buena se cumple solamente por el Espíritu Santo, y éste es dado para glorificar, no al que lo recibe, sino al Dador. Cuando la luz de Cristo brille en el alma, los labios pronunciarán alabanzas y agradecimiento a Dios. Nuestras oraciones, nuestro cumplimiento del deber, nuestra benevolencia, nuestro sacrificio personal, no serán el tema de nuestros pensamientos ni de nuestra conversación. Jesús será magnificado, el yo se esconderá y se verá que Cristo reina supremo en nuestra vida. Hemos de dar sinceramente, mas no con el fin de alardear de nuestras buenas acciones, sino por amor y simpatía hacia los que sufren. La sinceridad del propósito y la bondad genuina del corazón son los motivos apreciados por el cielo. Dios considera más preciosa que el oro de Ofir el alma que lo ama sinceramente y de todo corazón. No hemos de pensar en el galardón, sino en el servicio.-DMJ 69-71.

 SE ANOTA EL MOTIVO POR EL QUE SE DA 
Se me mostró que el ángel registrador anota fielmente lo que se relaciona con cada ofrenda dedicada a Dios y colocada en la tesorería y también registra el resultado final de los medios así donados. El ojo de Dios percibe cada blanca dedicada a su causa y la voluntad o renuencia del donante. También se registra el motivo por el cual se da. Las personas que realizan sacrificios y que son consagradas, que devuelven a Dios las cosas que son suyas, tal como él lo ha requerido de ellos, serán recompensadas de acuerdo con sus obras. 2 T 518, 519. 

 MOTIVOS MÁS ELEVADOS QUE LA SIMPATÍA
 Las tinieblas morales de un mundo arruinado suplican a cada cristiano que realice un esfuerzo, que dé de sus 207 recursos y preste su influencia para asemejarse a Aquel que aunque poseía riquezas infinitas se hizo pobre por causa nuestra. El Espíritu de Dios no puede morar con aquellos a quienes mandó el mensaje de su verdad, pero que necesitan que se les ruegue antes de sentir su deber de colaborar con Cristo. El apóstol pone de relieve el deber de dar por motivos superiores a la mera simpatía humana, porque los sentimientos sean conmovidos. Da realce al principio de que debemos trabajar abnegadamente y con sinceridad para gloria de Dios. JT 1, 370, 371. 

 EL AMOR COMO PRINCIPIO DE ACCIÓN 
El amor debe ser el principio que impulse a obrar. El amor es el principio fundamental del gobierno de Dios en los cielos y en la tierra, y debe ser el fundamento del carácter del cristiano. Sólo este elemento puede hacer estable al cristiano. Sólo esto puede habilitarlo para resistir la prueba y la tentación. Y el amor se revelará en el sacrificio. El plan de redención fue fundado en el sacrificio, un sacrificio tan amplio y tan profundo y tan alto que es inconmensurable. Cristo lo dio todo por nosotros, y aquellos que reciben a Cristo deben estar listos a sacrificarlo todo por la causa de su Redentor. El pensamiento de su honor y de su gloria vendrá antes de ninguna otra cosa. Si amamos a Jesús, amaremos vivir para él, presentar nuestras ofrendas de gratitud a él, trabajar para él. El mismo trabajo será liviano. Por su causa anhelaremos el dolor, las penalidades y el sacrificio. Simpatizaremos con su vehemente deseo de salvar a los hombres. Sentiremos por las almas el mismo tierno afán que él sintió. Esta es la religión de Cristo. Cualquier cosa que sea menos que esto es un engaño. Ningún alma se salvará por una mera teoría de la verdad o por una profesión de 208 discipulado. No pertenecemos a Cristo a menos que seamos totalmente suyos. La tibieza en la vida cristiana es lo que hace a los hombres débiles en su propósito y volubles en sus deseos. El esfuerzo por servir al yo y a Cristo a la vez lo hace a uno oidor pedregoso, y no prevalecerá cuando la prueba le sobrevenga.-PVGM 33, 34. 209 


 40. OFRENDAS VOLUNTARIAS. 
Todo lo que hacemos debemos hacerlo voluntariamente. Debemos llevar nuestras ofrendas con gozo y gratitud, diciendo al entregarlas: De lo recibido de tu mano te damos voluntariamente. El servicio más costoso que podamos prestar resulta insignificante cuando lo comparamos con el don que Dios hizo a nuestro mundo. Cristo es un don cada día. Dios lo dio al mundo y benignamente toma los dones que ha confiado a sus instrumentos humanos para el adelantamiento de su obra en el mundo. En esta forma mostramos que reconocemos y aceptamos que cada cosa pertenece a Dios, en forma absoluta y total.-MS 124, 1898. 

Dios se deleita en honrar la ofrenda del corazón que ama, dándole la mayor eficacia en su servicio. Si hemos dado nuestro corazón a Jesús, le traeremos también nuestros donativos. Nuestro oro y plata, nuestras posesiones terrenales más preciosas, nuestros dones mentales y espirituales más elevados, serán dedicados libremente a Aquel que nos amó y se dio a sí mismo por nosotros.-DTG 46. 

 OFRENDAS DE GRATITUD Y EXPIACIÓN 
 Venid al Señor con corazones rebosantes de agradecimiento por sus misericordias pasadas y presentes, y manifestad vuestro aprecio por los beneficios de Dios llevándole vuestras ofrendas de gratitud, vuestras ofrendas voluntarias y vuestras ofrendas de expiación. 
RH, enero 4, 1881. 

 LAS OFRENDAS HECHAS DE MALA GANA SON UNA BURLA A DIOS 
Dios ha hecho a los hombres mayordomos suyos, socios con él en la gran obra de promover su reino en el mundo; 210 pero éstos pueden seguir la conducta manifestada por el siervo infiel, y al hacerlo perderán los privilegios más preciosos que se hayan concedido al hombre. Durante miles de años Dios ha trabajado mediante los instrumentos humanos, pero si él quiere puede descartar a los egoístas, a los amadores del dinero y a los codiciosos. Él no depende de nuestros recursos y por lo tanto no será restringido por el instrumento humano. 
 Él puede llevar a cabo su propia obra aunque nosotros no desempeñemos parte alguna en ella. ¿Pero a quién de nosotros le agradaría que el Señor hiciese eso? Sería mucho mejor no dar nada que dar de mala gana, porque cuando compartimos nuestros recursos sin la intención de dar voluntariamente, nos burlamos de Dios. Recordemos que estamos tratando con Alguien de quien dependemos para recibir toda bendición, con Alguien que lee cada pensamiento de nuestro corazón y hasta los propósitos de la mente.-RH, mayo 15, 1900. 

 EL DADOR ALEGRE ES ACEPTADO
 "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Cor. 9: 6, 7). Si obramos de acuerdo con el espíritu de este consejo, podemos invitar al Ser divino para que revise las cuentas de nuestros asuntos temporales. Comprenderemos que estamos dando únicamente ofrendas de lo que nuestro Señor nos ha confiado. Todas nuestras ofrendas debemos presentarlas con gozo, porque proceden de los fondos que el Señor ha considerado conveniente colocar en nuestras manos con el propósito de llevar adelante su obra en el mundo, a fin de que el estandarte de la verdad pueda ser desplegado en las zonas 211 rurales y urbanas del mundo. Si todos los que profesan la verdad quisieran dar al Señor lo que le pertenece en términos de diezmos, donativos y ofrendas, habría alimento en la casa del Señor .

 La causa de la liberalidad no dependería más de los donativos inciertos hechos por impulso y que varían de acuerdo con los sentimientos de los hombres. Los derechos de Dios serían aceptados de buena gana y se consideraría que su causa tiene derecho legítimo a una parte de los fondos confiados a nuestras manos. Cada mayordomo fiel debería estar más ansioso de aumentar la porción de donativos que coloca en la tesorería del Señor antes que en disminuir su ofrenda en una jota o un tilde.      

¿A quién está sirviendo? 
 ¿Para quién está preparando una ofrenda?  

Para Aquel de quien depende para recibir todas las buenas cosas de las que disfruta. Por lo tanto, que ninguno de nosotros que recibe la gracia de Cristo dé ocasión para que los ángeles se avergüencen de nosotros y para que Jesús se avergüence de llamarnos hermanos. ¿Cultivaremos la ingratitud y la pondremos de manifiesto por medio de nuestras prácticas mezquinas al dar para la causa de Dios? ¡No, no! Entreguémonos a nosotros mismos como un sacrificio vivo y demos nuestro todo a Jesús. Todo le pertenece; somos una posesión adquirida por él. Los que reciben su gracia, los que contemplan la cruz del Calvario, no tendrán duda acerca de la proporción que deben dar, sino que comprenderán que la ofrenda más cuantiosa carece de valor y no puede compararse con el gran don del Hijo unigénito del Dios infinito. Por medio de la abnegación hasta el más pobre encontrará la manera de conseguir algo para devolverlo a Dios.-RH, julio 14, 1896. 212  

41. MÉTODOS POPULARES DE INCENTIVO. 
En nuestros días vemos que las iglesias estimulan las comilonas, la glotonería y la disipación por medio de comidas, ferias, bailes y festivales establecidos con el propósito de reunir fondos para la tesorería de la iglesia. Este es un método inventado por mentes carnales para conseguir recursos sin realizar sacrificios. Este ejemplo impresiona las mentes juveniles. Ven que las loterías, las ferias y los juegos de azar son aprobados por la iglesia, y piensan que hay algo fascinador en este modo de obtener recursos. El joven es rodeado por las tentaciones. Entra a la galería de juegos de bolos, al salón donde se practican juegos de azar, para ver de qué se trata. Ve el dinero que recibe el ganador. Eso le parece interesante. Parece una forma más fácil de obtener dinero que mediante el trabajo honrado que requiere energía perseverante y economía estricta. Piensa que eso no puede causar daño alguno, porque juegos similares han sido utilizados para obtener recursos para beneficio de la iglesia. ¿Entonces por qué él no podría ayudarse en la misma forma? Posee un poco de dinero y se arriesga a invertirlo pensando que le proporcionará una gran suma. Sea que gane o pierda, ha iniciado el camino descendente que lo llevará a la ruina. Pero fue el ejemplo de la iglesia el que lo indujo a aventurarse por el camino falso.

 OFRENDAS COJAS Y ENFERMAS 
Alejémonos de todas estas corrupciones, disipaciones y festivales practicados en la iglesia y que ejercen una 213 influencia desmoralizadora sobre jóvenes y adultos. No tenemos derecho de cubrirlo con una capa de santidad porque los recursos obtenidos hayan de emplearse para beneficio de la iglesia. Tales ofrendas son cojas y enfermas, y llevan la maldición de Dios. Son el precio de las almas. Aunque desde el púlpito se patrocinen los festivales, los bailes, las loterías, las ferias y las comilonas abundantes para obtener recursos para la iglesia, nosotros no debemos participar en ninguna de estas cosas, porque si lo hacemos experimentaremos el desagrado de Dios. No debemos proponernos estimular la concupiscencia del apetito o recurrir a los entretenimientos carnales para persuadir a los seguidores profesos de Cristo a dar de los recursos que Dios les ha concedido. Si no dan voluntariamente, por amor a Cristo, la ofrenda en ningún caso será aceptable para Dios. 

CARACTERES ARRUINADOS 
La muerte, vestida con la librea del cielo, acecha en los caminos que recorren los jóvenes. El pecado está recubierto por la santidad de la iglesia. Estas diversas formas de diversión que se practican en las iglesias en nuestros días han arruinado a miles que, si no hubiera sido por ellas habrían podido permanecer firmes y llegar a ser fieles seguidores de Cristo. Estos festivales de moda de las iglesias y estas representaciones teatrales han hecho naufragar el carácter de muchos, y miles más serán destruidos; sin embargo la gente no se percatará del peligro ni de la terrible influencia ejercida. Muchos hombres y mujeres jóvenes han perdido sus almas a causa de esas influencias corruptoras. RH, nov. 21, 1878. 

 CUANDO SE DA POR RAZONES EGOÍSTAS
 En reuniones presuntamente cristianas Satanás arroja un manto religioso sobre placeres engañosos y jaranas impías para darles una apariencia de santidad, y las conciencias de 214 muchas personas son aquietadas porque se reúnen recursos para sufragar los gastos de la iglesia. Los hombres rehúsan dar por amor a Dios, pero están dispuestos a entregar su dinero por amor a los placeres, la complacencia del apetito y razones egoístas. ¿Debe recurrirse a esta práctica para sostener financieramente a la iglesia debido a que no hay poder en las lecciones de Cristo sobre la liberalidad, en su ejemplo y en la gracia de Dios que obra en los corazones para inducir a los hombres a glorificar a Dios con sus recursos financieros? El daño causado a la salud física, mental y moral en estas reuniones de diversión y glotonería no es pequeño. Y el día del ajuste de cuentas final revelará que hay almas que se perdieron mediante la influencia de esas reuniones donde reinó la algazara y la locura. Resulta deplorable que las consideraciones sagradas y eternas no tengan el mismo poder de los tentadores sobornos de las comilonas y las diversiones corrientes, para abrir los corazones de los presuntos seguidores de Cristo a fin de que den ofrendas voluntarias para sostener el Evangelio. Es una triste realidad el que estos incentivos predominarán cuando las cosas sagradas y eternas no tendrán fuerza para influir en el corazón para que éste haga obras de benevolencia.

 MOISÉS NO INSTITUYÓ EL JUEGO DE LOTERÍA 
El plan de Moisés puesto en práctica en el desierto para reunir recursos financieros tuvo un tremendo éxito. No fue necesario compeler a nadie. Moisés no preparó ningún gran banquete. No invitó a la gente a reuniones de alborozo, de baile y de diversiones comunes. Tampoco instituyó juegos de lotería ni cosa alguna profana para obtener recursos a fin de levantar el tabernáculo de Dios en el desierto. Dios ordenó a Moisés que invitara a los israelitas a llevar sus ofrendas. Moisés debía aceptar los donativos de 215 cada persona que diera voluntariamente, con sinceridad de corazón. Esas ofrendas voluntarias llegaron en tanta abundancia que Moisés tuvo que decir que no llevaran más. No debían llevar más donativos porque habían dado abundantemente, más de lo que se necesitaba. Las tentaciones de Satanás vencen a los supuestos seguidores de Cristo en lo que se refiere a la complacencia del placer y el apetito. Disfrazado de ángel de luz, citará las Escrituras para justificar las tentaciones que coloca delante de los hombres para que complazcan el apetito y se dediquen a placeres mundanos que satisfacen el corazón carnal. Los presuntos seguidores de Cristo son débiles en fuerza moral y quedan fascinados por el soborno que Satanás les ofrece, y así éste gana la victoria. ¿Cómo considera Dios las iglesias que se sostienen recurriendo a tales métodos? Cristo no puede aceptar esas ofrendas porque no son dadas por amor y devoción a él, sino que son promovidas por la idolatría del yo. Esto se debe a que lo que muchos no harían por amor a Cristo lo hacen por amor a los manjares exquisitos que gratifican el apetito y por amor a las diversiones mundanales que complacen el corazón carnal.-RH, oct. 13, 1874. 

 REPITIENDO EL PECADO DE NADAB Y ABIÚ
 Los cristianos presuntos rechazan el plan de Dios para reunir recursos para su obra; ¿y de qué echan mano para suplir la falta? Dios ve la impiedad del método que adoptan. Los lugares de culto son contaminados con toda clase de disipación idólatra, a fin de ganar un poquito de dinero de los amadores egoístas de los placeres para pagar las deudas de la iglesia o sustentar la obra que ésta realiza. Muchas de esas personas no darían por voluntad propia ni un chelín con propósitos religiosos. 

 ¿Dónde en las instrucciones dadas por Dios para el sostén de su obra, encontramos mención alguna acerca de tómbolas de beneficencia, 216 ciertos, venta de caridad y otros entretenimientos similares? ¿Debe la causa de Dios depender precisamente de las cosas que él ha prohibido en su Palabra -de esas cosas que apartan la mente de Dios, de la sobriedad, la piedad y la santidad? ¿Y qué impresión se realiza con esto sobre la mente de los incrédulos? 

 Las elevadas normas de la Palabra de Dios son arrastradas en el polvo. Y así se atrae oprobio sobre Dios y el nombre cristiano. Los principios más corrompidos son fortalecidos por este método no bíblico de reunir recursos financieros. Y eso es lo que Satanás desea que ocurra. Los hombres están repitiendo el pecado de Nadab y Abiú. Están utilizando fuego profano en lugar de fuego sagrado en el servicio de Dios. El Señor no acepta tales ofrendas. Todos estos métodos para llevar dinero a su tesorería constituyen una abominación para él. Es una falsa devoción la que promueve tales procedimientos. ¡Cuánta ceguera e infatuación afectan a muchos que pretenden ser cristianos! Los miembros de la iglesia están haciendo lo mismo que los habitantes del mundo que vivían en los días de Noé, cuando sus pensamientos se dirigían continuamente hacia el mal. Todos los que temen a Dios aborrecerán tales prácticas como una desfiguración de la religión de Cristo Jesús.-RH, dic. 8, 1896.

 LIBERALIDAD SIN PROFUNDIDAD DE PRINCIPIOS 
El ministro puede ser muy apreciado por algún hombre acaudalado, y como resultado, éste puede ser muy dadivoso con él; esto complace al ministro y él a su vez amontona alabanzas sobre la dadivosidad del donante. Su nombre puede aparecer impreso, y sin embargo ese donante generoso puede ser completamente indigno del elogio que se le tributa. Su dadivosidad no nace de principios profundos y 217 dinámicos que lo impulsan a hacer el bien con sus recursos, y a promover la causa de Dios porque la aprecia; en cambio, da movido por motivos egoístas y porque desea que se piense que él es generoso. Puede haber dado por impulso, sin que su dadivosidad tenga la profundidad de los principios. Puede haber obrado escuchando una verdad conmovedora que en ese momento afloja las cuerdas de su bolsa; pero su generosidad carece de motivos profundos. Da en forma espasmódica; su bolsa se abre sin regularidad, y se cierra herméticamente también en forma espasmódica. No merece alabanza alguna, porque en todo el sentido de la palabra es un hombre avaro; y a menos que se convierta cabalmente, incluyendo su bolsa, oirá la avergonzante acusación: "¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla" (Sant. 5: 1, 2). Tales personas despertarán por fin del horrible engaño en que han incurrido voluntariamente. Los que alabaron su liberalidad irregular, ayudaron a Satanás a engañarlos, y les hicieron pensar que eran muy generosos, y que tenían mucho espíritu de sacrificio, cuando en realidad no conocían los rudimentos de la dadivosidad ni la abnegación.-1 T 475, 476. 

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL 
La obediencia voluntaria y el amor puro deben caracterizar cada ofrenda que se lleva al altar, 5 T 269, 270. 
Las ofrendas pequeñas dadas con alegría reciben una gran bendición, 
7 T 295. 
No hay ninguna virtud en dar más a regañadientes, 5 T 285. 
A nadie se obliga a sacrificarse; las ofrendas deben ser voluntarias, 
PE 49, 51. 
Los que dan deben considerar que es un privilegio hacerlo. 
JT 1, 59. 218 
Antiguamente, las ofrendas debían ser perfectas y abundantes, 1 T 221. 
El egoísmo es la razón por la cual no se dan ofrendas voluntarias.
1 T 225. 
La responsabilidad de dar donaciones grandes o pequeñas es individual, 1 T 237, 238. 
 Hay que llevar a los congresos ofrendas voluntarias y de gratitud 
2T 573, 576. 
Las ofrendas voluntarias no enriquecen a Dios sino al que las da.
 2 T 653. 
Cuando el corazón está lleno de amor agradecido hacia Dios no necesita exhortaciones conmovedoras, JT 1 376; 3 T 413. 221