Durante todo el tiempo que
estemos en este mundo, y el Espíritu de Dios esté luchando con el mundo, hemos
de recibir e impartir favores. Hemos de
dar al mundo la luz de la verdad como se la presenta en las Escrituras, y hemos
de recibir del mundo lo que Dios los induce a hacer en favor de la causa. El Señor todavía actúa en corazones de reyes
y gobernantes para que favorezcan a su pueblo, y conviene que los que están tan
profundamente interesados en el asunto de la libertad religiosa no rechacen
ningún favor, o dejen de aceptar la ayuda que Dios ha inducido a los hombres a
dar, para el progreso de la causa.
Encontramos ejemplos en la
Palabra de Dios concernientes a este mismo asunto. Ciro, rey de Persia, hizo una proclamación
por todo su reino, y la puso por escrito, diciendo: "¡Así ha dicho Ciro
rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la
tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en
Judá. ¿Quién hay entre vosotros de todo
su pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la
casa de Jehová Dios de Israel". Se
promulgó un segundo mandato por parte de Darío para la edificación de la casa
del Señor, que está registrado en el capítulo seis de Esdras.
El Señor Dios de Israel ha
colocado sus bienes en manos de los no creyentes, pero éstos han de ser usados
para realizar las obras que pueden hacerse por un mundo caído. Los agentes por cuyo intermedio estos dones
vienen a nosotros pueden abrir caminos por los cuales enviar la verdad. Pueden no tener simpatía por la obra, pueden
no tener fe 192 en Cristo, ni practicar sus palabras; pero sus dones no han de
ser rechazados por esta causa. . .
Se me ha mostrado reiteradamente
que podríamos recibir muchos más favores de muchas maneras si nos aproximáramos
a hombres de sabiduría, los familiarizáramos con nuestra obra, y les diéramos
una oportunidad de realizar aquellas cosas que es nuestro privilegio inducirlos
a hacer por el progreso de la obra de Dios.-TM 203, 204.
EL EJEMPLO DE NEHEMÍAS
Nehemías no se conformaba con la
incertidumbre. Los recursos que le
faltaban, los solicitaba a los que estaban en condiciones de dárselos. Y el Señor sigue dispuesto a obrar en los
corazones de los que se hallan en posesión de sus bienes, para que los
entreguen en favor de la causa de la verdad.
Los que trabajan para él deben valerse de la ayuda que él induce a los
hombres a dar. Esos donativos pueden
abrir vías por las cuales la luz de la verdad irá a muchas tierras
entenebrecidas. Los donantes no tienen
quizá fe en Cristo ni conocen su palabra; pero sus donativos no deben ser
rehusados por este motivos-PR 468.
De aquí en adelante, la obra de
Dios debe avanzar rápidamente; y si su pueblo quiere responder a su
llamamiento, él hará a las personas pudientes voluntarias para dar de sus
recursos, a fin de facilitar la terminación de su obra en la tierra. "Es, pues, la fe la sustancia de las
cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven" (Heb.
11: 1). Si su pueblo confía en su
Palabra, Dios lo pondrá en posesión de propiedades que le permitirán trabajar
en las grandes ciudades que están esperando el mensaje de la verdad.-JT 3, 420.
RECIBIENDO DONATIVOS DE AFUERA
Preguntáis si es propio recibir
dones de los gentiles o los paganos. La pregunta no es extraña; pero yo os
preguntaría: 193 ¿Quién es el que posee nuestro mundo? ¿Quiénes son los verdaderos dueños de las
casas y las tierras? ¿No es Dios? Él tiene en nuestro mundo una abundancia de
recursos que ha colocado en las manos de los hombres, con la cual puede
suplirse a los hambrientos, vestirse al desnudo, y brindarse hogar al que
carece de él. El Señor induciría a
hombres mundanos, aun idólatras, a dar de su abundancia para el sostén de la
obra, si nos aproximáramos a ellos con sabiduría, y les diéramos una
oportunidad de hacer aquello que tienen el privilegio de realizar. Lo que ellos quisieran dar nosotros
tendríamos el privilegio de recibirlo.
Debemos llegar a relacionarnos
con hombres que están en lugares encumbrados, y ejerciendo la sabiduría de la
serpiente y la sencillez de la paloma, obtendríamos ventajas de ellos, porque
Dios conmovería sus mentes para hacer muchas cosas en favor de su pueblo. Si las personas adecuadas les presentaran a
los que tienen medios e influencia las necesidades de la obra de Dios de una
manera propia, estos hombres harían mucho para hacer progresar la causa de Dios
en nuestro mundo. Nos hemos privado de
privilegios y ventajas cuyo beneficio podríamos haber tenido, porque hemos
escogido ser independientes del mundo.
Pero no necesitamos sacrificar un solo principio de verdad mientras
aprovechamos la ventaja de toda oportunidad para hacer progresar la causa de
Dios.-TM, 198. 194
37. DIOS PREPARA EL CAMINO
Si las necesidades de la obra del
Señor se pusieran de relieve con la debida luz ante los que poseen recursos e
influencia, esos hombres podrían hacer mucho por promover la causa de la verdad
presente. El pueblo de Dios ha perdido
muchos privilegios que habría podido aprovechar si no se hubiese aislado del
mundo.
En la providencia de Dios,
diariamente nos ponemos en contacto con los inconversos. Dios está preparando el camino delante de
nosotros con su propia mano derecha a fin de que su obra pueda progresar
rápidamente. Como colaboradores con él,
tenemos una obra sagrada que realizar.
Debemos sentir aflicción de espíritu por los que se encuentran en
lugares elevados, y debemos extenderles la graciosa invitación de venir a la
fiesta de bodas. Aunque ahora se
encuentra casi exclusivamente en posesión de hombres impíos, todo el mundo, con
sus riquezas y tesoros, pertenece a Dios.
"De Jehová es la tierra y su plenitud" (Sal. 24: 1)... Ojalá que los cristianos comprendiesen cada
vez con más plenitud que tienen el privilegio y el deber, mientras se aferran a
los principios correctos, de aprovechar cada oportunidad enviada por el cielo
para promover el reino de Dios en este mundo.- Stewardship Series, No. 1, págs.
14, 15. (Un llamamiento a los ministros
y dirigentes de iglesia concerniente a la solicitación de donativos para
nuestra obra misionera en el extranjero.) 195
IMPRESIONADOS A DAR POR EL
ESPÍRITU
Los médicos misioneros que
trabajan con criterio evangelístico están llevando a cabo una obra tan elevada
como la de los obreros ministeriales.
Los esfuerzos realizados por esos obreros no deben limitarse a las
clases más pobres. Las clases más
elevadas han sido extrañamente descuidadas.
En las profesiones superiores se encontrarán muchos que responderán a la
verdad, porque ésta es consecuente, porque lleva la estampa del elevado
carácter del Evangelio. No pocos hombres
de habilidad ganados de esta forma para la causa participarán con energía en la
obra del Señor.
El Señor llama a los que ocupan
posiciones de confianza, a los que ha confiado sus dones preciosos, para que
empleen a su servicio sus aptitudes intelectuales y sus recursos
económicos. Nuestros obreros deberían
presentar delante de estas personas una clara exposición de nuestro plan de
trabajo diciéndoles lo que necesitamos a fin de ayudar a los pobres y
necesitados y para establecer nuestra obra sobre una base firme. Algunos de éstos serán impresionados por el
Espíritu Santo a invertir los medios del Señor en una forma que promueva su
causa. Cumplirán el propósito de Dios
ayudando a crear centros de influencia en las ciudades populosas.-7 T 112.
PEDIDOS HECHOS A LOS RICOS
Hay un mundo que debe ser
amonestado, y hemos evitado escrupulosamente pedir a los ricos, sean éstos
miembros de la iglesia o mundanos, que nos ayuden en la obra. Quisiéramos que todos los cristianos profesos
estuviesen con nosotros. Quisiéramos que
sus almas manifiesten liberalidad en ayudarnos a edificar el reino de Dios en
nuestro mundo. Debiéramos pedir a
hombres destacados y buenos que nos ayuden en nuestra obra cristiana. Debieran
ser invitados a secundar nuestros esfuerzos por buscar y salvar 196 a los que
se han perdido.-The Origin and Development of the Thanksgiving Plan, pág. 5
(escrito el 28 de febrero de 1900).
DIOS ALLANARÁ EL CAMINO
Los tiempos se hacen más duros, y
el dinero es difícil de obtener; pero Dios nos dará ocasión de alcanzar fuentes
para nuestro propio pueblo. No puedo ver
cómo alguien se oponga a la recepción de donativos de parte de aquellos que no
son de nuestra fe. Sólo pueden ellos
hacer esto asumiendo puntos de vista extremos, y creando problemas donde no
están autorizados a hacerlo. Este es el
mundo de Dios, y si Dios puede guiar a los agentes humanos, de tal manera que
la tierra que ha estado en poder del enemigo nos sea transferida para que el
mensaje sea proclamado en regiones lejanas, ¿bloquearán los hombres el camino
con sus nociones estrechas? Tal tipo de
espíritu concienzudo es cualquier cosa menos saludable. El Espíritu Santo nos induce a los hombres a
seguir una conducta tal.-TM 212.
UN MEDIO DE CONVERSIÓN
¿Por qué no pedir la ayuda de los
gentiles? He recibido instrucción según la cual en el mundo hay hombres y
mujeres de corazones comprensivos, quienes serán movidos a compasión cuando se
les presenten las necesidades de la humanidad sufriente. . .
En el mundo hay hombres que darán
sus recursos para la edificación de escuelas y sanatorios. Este asunto me ha sido presentado en esta
luz. Nuestra obra debe ser
agresiva. El dinero pertenece al Señor y
si se entrevista a los ricos en forma debida el Señor conmoverá sus corazones y
los impresionará para que den de sus recursos.
El dinero de Dios está en las manos de esas personas y algunas de ellas
responderán al pedido de ayuda.
Considerad esto y haced todo lo
que sea posible para 197 conseguir donativos.
No debemos pensar que no sea correcto pedir recursos a los hombres
mundanos, porque eso es precisamente lo que debe hacerse. Este plan me fue presentado como un medio de
entrar en contacto con los ricos del mundo.
En esta forma no pocos se interesaran, oirán y creerán la verdad para
este tiempo.-Stewardship Series, No. 1, págs. 15, 16. 198
38. LA OBRA DE LA RECOLECCIÓN.
Al poner en práctica cualquier
plan establecido para llevar a otros el conocimiento de la verdad presente, y
de las maravillosas providencias relacionadas con el progreso de la causa, en
primer lugar consagrémonos nosotros mismos plenamente a Aquel cuyo nombre
deseamos exaltar. Oremos fervorosamente
en beneficio de quienes deseamos visitar llevándolos con fe viviente, uno a
uno, ante la presencia de Dios.
El Señor conoce los pensamientos
y propósitos del hombre, ¡y con cuánta facilidad puede enternecernos! ¡Cómo su Espíritu, como un fuego, puede
subyugar el corazón empedernido! ¡Cómo
puede llenar el alma de amor y ternura!
¡Cómo puede darnos las gracias de su Espíritu Santo y capacitarnos para
salir a trabajar por las almas! El poder
de la gracia subyugadora debería sentirse en toda la iglesia en esta época; y
se sentirá si prestamos atención a los consejos de Cristo dados a sus
seguidores. A medida que aprendamos a
adornar la doctrina de Cristo nuestro Salvador ciertamente veremos la salvación
de Dios.
A todos los que están por
encargarse de una tarea misionera especial con la publicación preparada para
ser utilizada en la Campaña de la Recolección, quiero decirles: Sed diligentes en vuestros esfuerzos; vivid
bajo la dirección del Espíritu Santo. Aumentad diariamente vuestra experiencia
cristiana. Que los que posean aptitudes
especiales trabajen por los que no creen, en los lugares acomodados tanto como
en los lugares humildes. Buscad diligentemente
las almas que perecen. Pensad en el gran
deseo que Cristo 199 tiene de llevar a su redil nuevamente a los que se han
descarriado.
Buscad a las almas como quienes
saben que han de rendir cuenta por ellas.
Mediante la obra misionera que hagáis en la iglesia y en el vecindario
haced brillar vuestra luz con rayos claros y definidos a fin de que ninguna
persona pueda levantarse en el juicio y decir:
"¿Por qué no me hablasteis acerca de la verdad?
"¿Por qué no me hablasteis acerca de la verdad?
¿Por qué no os
preocupasteis de mi alma?"
Luego seamos diligentes en la
distribución de las publicaciones que han sido preparadas cuidadosamente para
ser empleadas entre los que no pertenecen a nuestra fe. Obtengamos lo más posible de cada oportunidad
que tengamos de atraer la atención de los incrédulos. Coloquemos las publicaciones en cada mano que
quiera recibirlas. Consagrémonos a la
proclamación del mensaje. "Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en
la soledad a nuestro Dios" (Isa. 40: 3).
Los instrumentos divinos y humanos deben unirse para el cumplimiento de
un gran objetivo. Ahora es el día de
nuestra responsabilidad. "El
Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga;
y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente"
(Apoc. 22: 17).-MS 2, 1914.
EL FRUTO DE ESTE DOBLE ESFUERZO
Según la providencia de Dios, los
que han estado soportando la carga de su obra se han estado esforzando por
poner nueva vida en métodos antiguos de trabajo, y también por inventar nuevos
planes y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la iglesia
para que realicen un esfuerzo unido a fin de alcanzar el mundo. Uno de los nuevos planes para alcanzar a los
incrédulos es la Campaña de la Recolección para las misiones. En muchos lugares durante los últimos años,
esto ha demostrado ser un éxito, ha llevado bendición a muchos y ha aumentado
200 los recursos que fluyen a la tesorería de la misión. A medida que los que no pertenecen a nuestra
fe se han familiarizado con el progreso del mensaje del tercer ángel en las
tierras paganas, se han despertado sus simpatías y algunos han procurado
aprender más acerca de la verdad que tiene tal poder para transformar los
corazones y las vidas. Hombres y mujeres
pertenecientes a todas las clases han sido alcanzados y el nombre de Dios ha
sido glorificado.
En años pasados, he hablado en
favor del plan de presentar nuestra obra misionera y su progreso ante nuestros
amigos y vecinos, y me he referido al ejemplo de Nehemías. Y ahora deseo instar a nuestros hermanos a
estudiar nuevamente la experiencia de este hombre de oración, fe y sólido
juicio quien se atrevió a pedir a su amigo, el rey Artajerjes, ayuda para
promover los intereses de la causa de Dios.
Que todos comprendan que al presentar las necesidades de nuestra obra,
los creyentes podrán reflejar la luz sobre otros únicamente cuando, tal como
Nehemías en la antigüedad, se acerquen a Dios y vivan en estrecha relación con
el Dador de toda luz. Nuestras propias
almas deben estar firmemente arraigadas en el conocimiento de la verdad, si
queremos ganar a otros del error a la verdad.
Ahora necesitamos investigar diligentemente las Escrituras para que, a
medida que nos familiaricemos con los incrédulos, podamos presentarles a
Cristo, como el Salvador ungido, crucificado y resucitado, del que dieron
testimonio los profetas y los creyentes, y por medio de cuyo nombre recibimos
el perdón de nuestros pecados. MS 2, 1914. 201
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Nehemías y el rey de Persia, PR
464, 468.
Oportunidades de obtener propiedades
a un precio menor que su verdadero costo, JT 3, 124.
Muchos ricos, después de
responder al pedido de recursos, se entregarán a Cristo, JT 2, 496.
Muchos ricos se convertirán para
ayudar a la causa, 1 T 174.
Muchos ricos serán susceptibles
al Evangelio y darán de los recursos que les han sido confiados, 9 T 114 - 116.
La Recolección, SC 143-146. 205
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