¿CONFESAREMOS O NEGAREMOS A CRISTO? En nuestro trato con la sociedad, en la familia, o en cualesquiera relaciones que trabemos en la vida, sean ellas limitadas o extensas, hay muchas maneras por las cuales podemos reconocer a nuestro Señor, y muchas maneras por las cuales le podemos negar... Nadie puede confesar verdaderamente a Cristo delante del mundo, a menos que viva en él la mente y el espíritu de Cristo. Es imposible comunicar lo que no poseemos y amamos... 1JT 339
domingo, agosto 01, 2010
68. “Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.”
Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Sal. 150:6. “Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.”
Este es el último salmo de la Biblia. Tiene 6 versículos. Igual que el Salmo 1. El primero es un salmo de bendición, y este último es un salmo de alabanza. La bendición y la alabanza van siempre juntas. No hay bendición sin loor y no hay loor sin bendición. En los 5 primeros versículos, e! salmista explica a quién, por qué y cómo debemos alabar. El acto de alabar es mencionado once veces.
El último versículo, que escogí para nuestra meditación de hoy, es una convocación a que "todo lo que respira' alabe al Señor. Esta invitación es una profecía, porque llegará e! día cuando todo ser que respira, aun aquellos que nunca quisieron reconocer a Dios como Dios, doblará sus rodillas ante e! Señor de los ejércitos.* Esto se refiere al punto final de la historia de! pecado. La primera acusación de! enemigo contra Dios fue que Dios exigía la adoración de sus criaturas por motivos egoístas. "Adórenme a mí, y todo será diferente", dijo Lucifer, y muchos ángeles creyeron en él. Ese fue e! punto de partida de una historia que a lo largo de los siglos significó lágrimas, dolor, sufrimiento, traición, violencia y muerte.
La lucha entre Cristo y Satanás es una lucha por causa de la adoración. El enemigo intentó desesperadamente, en e! transcurso de la historia, eliminar la adoración a Dios. Hoy afirma: "adora al sol, la luna, la tierra, los diamantes, cualquier cosa, inclusive adórate a ti mismo, menos a Dios". Y parece ser victorioso, porque la humanidad da la impresión de estar confundida en un laberinto de cosas para adorar. La paciencia de Dios es grande. Él ama a sus criaturas. Cuando espera la adoración de sus hijos, no es porque él se nutra con la alabanza de! hombre. Es que e! hombre necesita alabado para ser completo. La criatura será hueca, vacía e infeliz, mientras no sea completa en Dios.
Llegará e! día cuando la historia se acabará. El mal será extirpado definitivamente. ¿Estarás tú, en aquel día, entre los que voluntariamente lo adoran o entre aquellos que doblarán sus rodillas porque su destino está sellado para la destrucción? Haz de tu vida hoy, una vida de adoración. Canta, alaba y agradece, incluso en medio de! dolor.
La adoración es el mejor remedio para la tristeza. Por eso, hoy, que "Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya”
* Cf. Fil. 2:10,11.
Alejandro Bullón
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