Más Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? (Génesis 3:4).
La mayor parte de la gente se imagina que Dios se mantiene escondido en su jardín celestial, y que es tarea nuestra andar en busca de él, preguntando: “Señor, ¿donde estás?” Todas las religiones paganas se fundan en esta idea. Aun muchos cristianos piensan también como los paganos, que Dios está muy lejos, esperando que lo hallemos.
Pero es un gran alivio descubrir en la Biblia la verdad opuesta acerca de Dios. Él es quien nos anda buscando a nosotros. Cada uno de nosotros es un Adán escondido en algún rincón, detrás de un arbusto.
Jesús dijo: “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (S. Lucas 19:10).
Jesús es el Buen Pastor que dejó las 99 ovejas y pasó toda la noche buscando la perdida, en medio de truenos, los relámpagos y la lluvia, “hasta encontrarla” (S. Lucas 15:3, 4).
Tal como Adán y Eva tuvieron que confesar la verdad de lo que habían hecho, así también nosotros debemos llegar al punto en que veamos y nos demos cuenta de que nosotros somos esa oveja perdida.
En los versos de Enrique J. Molina:
¿Dónde estás tú? –Jehová preguntó un día
al hombre que, evitando su presencia,
perdió por fatal concupiscencia,
al escuchar su voz confuso huía.
¿Dónde estás tú? –le dijo, auque sabía
adónde le llevó la consecuencia
de la pronta y mortal desobediencia
con que su gran amor pagado había.
Sabe Dios, pecador, dónde has caído,
cómo se halla tu pecho empedernido,
pero te llama a decidir tu suerte.
Su espíritu de amor, que regenera,
quiere llevarte al Salvador que espera.
¿Dónde estás tú? ¿Preferirás perderte?
La Voz.org
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