¿CONFESAREMOS O NEGAREMOS A CRISTO? En nuestro trato con la sociedad, en la familia, o en cualesquiera relaciones que trabemos en la vida, sean ellas limitadas o extensas, hay muchas maneras por las cuales podemos reconocer a nuestro Señor, y muchas maneras por las cuales le podemos negar... Nadie puede confesar verdaderamente a Cristo delante del mundo, a menos que viva en él la mente y el espíritu de Cristo. Es imposible comunicar lo que no poseemos y amamos... 1JT 339
sábado, marzo 30, 2019
11. UNA MEJOR MANERA DE VIVIR (NEW) CON ROBERT COSTA/DEVOCIONAL. “Comienza Tu Día Con Un Mensaje De Paz”
martes, marzo 19, 2019
CAPÍTULO 25. LAS CARTAS A LOS TESALONICENSES.
Basado en 1 Y 2 Carta A Los Tesalonicenses.
LA LLEGADA DE SILAS Y
TIMOTEO DESDE MACEDONIA, durante la permanencia de Pablo en Corinto, había
alegrado grandemente al apóstol. Ellos le trajeron buenas nuevas de la "fe
y caridad" de aquellos que habían aceptado la verdad durante la primera
visita de los mensajeros evangélicos a Tesalónica. El corazón de Pablo
simpatizaba tiernamente con esos creyentes, que, en medio de la prueba y la
adversidad, habían permanecido fieles a Dios. Anhelaba visitarlos en persona,
pero como no podía hacerlo entonces, les escribió.
EN
ESTA CARTA A LA IGLESIA DE TESALÓNICA, El Apóstol Expresa Su Gratitud A Dios Por
Las Alegres Nuevas De Su Aumento De Fe.
"HERMANOS ESCRIBIÓ, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra
necesidad y aflicción por causa de vuestra fe: porque ahora vivimos, si
vosotros estáis firmes en el Señor. Por lo cual, ¿qué hacimiento de gracias
podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa
de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con grande
instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra
fe?"
"DAMOS
SIEMPRE GRACIAS A DIOS POR TODOS VOSOTROS, haciendo memoria de vosotros en
nuestras oraciones; sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de
la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la
esperanza del Señor nuestro Jesucristo." Muchos de los creyentes de
Tesalónica se habían vuelto "de los ídolos . . . al Dios vivo y
verdadero." Habían recibido "la palabra con mucha tribulación;"
y sus corazones estaban llenos 208
del "gozo del Espíritu Santo." El apóstol declaró que por su
fidelidad en seguir al Señor, eran "ejemplo a todos los que" habían
"creído en Macedonia y en Acaya."
ESTAS PALABRAS DE ALABANZA
NO ERAN INMERECIDAS; "porque de vosotros
escribió ha sido divulgada la palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya,
más aún en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido."
LOS CREYENTES
TESALONICENSES ERAN VERDADEROS MISIONEROS. Sus corazones
ardían de celo por el Salvador que los había librado del temor y "de la
ira que ha de venir." Por la gracia de Cristo, se había producido una
maravillosa transformación en sus vidas; y la palabra del Señor, hablada por
ellos, era acompañada de poder. Los corazones eran ganados por las verdades
presentadas, y almas eran añadidas al número de los creyentes.
EN ESTA
PRIMERA EPÍSTOLA, Pablo se
refirió a su manera de trabajar entre los tesalonicenses. Declaró que no había
tratado de ganar conversos por medio del engaño o dolo. "Según fuimos
aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como
los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros
corazones. Porque nunca fuimos lisonjeros en la
palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es
testigo; ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque
podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos blandos entre
vosotros como la que cría, que regala a sus hijos: tan amadores de vosotros,
que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, más aun nuestras
propias almas; porque nos erais carísimos."
"Vosotros
sois testigos, y Dios continúa el
apóstol, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con
vosotros que creísteis: así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos
a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos. Y os protestábamos que
anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. "Por
lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo
recibido la palabra de Dios que oísteis 209
de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la
palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis."
"Porque ¿cuál es
nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros,
delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida? Que vosotros sois nuestra gloria
y gozo."
EN SU PRIMERA
EPÍSTOLA A LOS CREYENTES TESALONICENSES, Pablo Se Esforzó Por Instruirlos
Respecto Al Verdadero Estado De Los Muertos.
Dijo que los muertos
dormían en la inconsciencia: "Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis
acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá
Dios con él a los que durmieron en Jesús.... Porque el mismo Señor con
aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo;
y los muertos en Cristo resucitarán primero: luego nosotros, los que vivimos,
los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."
Los Tesalonicenses
Se Habían Aferrado Ansiosamente A La Idea De Que Cristo Estaba Por Venir Para
Transformar A Los Fieles Que Vivían, Y Llevarlos Consigo. Habían protegido
cuidadosamente la vida de sus amigos, para que no murieran y perdieran la
bendición que ellos esperaban recibir al venir su Señor. Pero sus amados, uno
tras otro, les habían sido arrebatados; y con angustia los tesalonicenses
habían mirado por última vez los rostros de sus muertos, atreviéndose apenas a
esperar encontrarlos en la vida futura.
Cuando abrieron y
leyeron la epístola de Pablo, las palabras referentes al verdadero estado de
los muertos proporcionaron gran gozo y consuelo a la iglesia. Pablo mostró que
aquellos que vivieran cuando Cristo viniese no irían antes al encuentro de su
Señor que aquellos que hubieran dormido en Jesús. La voz del arcángel y la
trompeta de Dios alcanzarían a los que durmieran, y los muertos en Cristo
resucitarían primero, antes 210 que el toque de la
inmortalidad se concediera a los vivos. "Luego nosotros, los que vivimos,
los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,
consolaos los unos a los otros en estas palabras."
DIFÍCILMENTE
PODEMOS APRECIAR LA ESPERANZA Y EL GOZO que esta seguridad proporcionó a la joven iglesia
de Tesalónica. Ellos creyeron y atesoraron la carta que les envió su padre en
el Evangelio, y sus corazones se llenaron de amor a él. Él les había dicho
estas cosas antes; pero en aquel entonces sus mentes estaban tratando de
asimilar doctrinas que les parecían nuevas y extrañas; y no es
sorprendente que la fuerza de algunos puntos no se había impresionado
vívidamente en su espíritu.
PERO TENÍAN HAMBRE DE LA
VERDAD, y la epístola de Pablo les
dio nueva esperanza y fuerza, y una fe más firme en Aquel cuya muerte había
sacado a luz la vida y la inmortalidad, y les dio un afecto más profundo por
él. Ahora se regocijaban en el conocimiento de que sus amados amigos se
levantarían de la tumba, para vivir para siempre en el reino de Dios.
LAS TINIEBLAS que habían envuelto el
lugar de descanso de los muertos se disiparon. Un nuevo esplendor coronó la fe
cristiana, y vieron una nueva gloria en la vida, la muerte y la resurrección de
Cristo.
"También Traerá Dios Con Él A Los Que
Durmieron En Jesús," Escribió Pablo.
MUCHOS INTERPRETAN ESTE
PASAJE como si significara que los que duermen serán traídos con Cristo desde
el cielo, pero según Pablo, como Cristo se levantó de los muertos, así Dios
traerá de sus tumbas a los santos que durmieron, y los llevará con él al cielo.
¡Qué precioso consuelo! ¡Qué gloriosa esperanza! no sólo para la iglesia de
Tesalónica, sino para todos los cristianos dondequiera que estén.
MIENTRAS PABLO TRABAJABA EN
TESALÓNICA, había explicado tan
plenamente el asunto de las señales de los tiempos, mostrando qué
acontecimientos iban a suceder antes de la manifestación del Hijo del hombre en
las nubes del cielo, que no consideró 211
necesario escribirles largamente en cuanto a este asunto. Se refirió, sin
embargo, enfáticamente a sus enseñanzas anteriores.
"Acerca de los tiempos y los momentos dijo,
no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: porque vosotros sabéis
bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche, que cuando dirán,
Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de
repente."
SON MUCHOS HOY EN EL MUNDO
Los Que Cierran Los Ojos A Las Evidencias Que Cristo dio para advertir a los
hombres de su advenimiento. Tratan de aquietar toda aprensión, mientras las
señales del fin se cumplen rápidamente, y el mundo se precipita hacia el tiempo
cuando el Hijo del hombre se manifestará en las nubes del cielo.
PABLO ENSEÑA QUE ES
PECAMINOSO SER INDIFERENTE para
con las señales que han de preceder a la segunda venida de Cristo. A los
culpables de este descuido, los llama hijos de la noche y de las tinieblas.
Anima a los vigilantes y despiertos con estas palabras: "Mas vosotros, hermanos, no
estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; porque todos
vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las
tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos
sobrios."
SON
ESPECIALMENTE IMPORTANTES PARA LA IGLESIA de nuestro tiempo las enseñanzas del apóstol sobre
este punto. Para los que viven tan cerca de la gran consumación, deberían tener
notable fuerza las palabras del apóstol: "Mas nosotros, que somos del día,
estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud
por yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por
nuestro Señor Jesucristo; el cual murió por nosotros, para que o que velemos, o
que durmamos, vivamos juntamente con él."
EL CRISTIANO VIGILANTE es
el cristiano que trabaja, que procura celosamente hacer todo lo que puede para
el adelantamiento del Evangelio. Como crece el amor por su Redentor, así
también crece su amor por su prójimo.
Tiene severas pruebas, como su Señor; pero no permite que las
aflicciones agríen su 212 temperamento y destruyan su paz mental.
Sabe que la prueba, si se la soporta bien, le refinará y purificará, y le unirá
más con Cristo.
Los que son participantes de los
sufrimientos de Cristo, serán también participantes de su consolación, y al
fin compartirán también su gloria. "Os rogamos, hermanos continuó
Pablo en su carta a los tesalonicenses, que reconozcáis a los que trabajan
entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan: y que los tengáis en
mucha estima por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros."
LOS CREYENTES TESALONICENSES SE VEÍAN MUY MOLESTADOS Por
Hombres Que Se Levantaban Entre Ellos Con Ideas Y Doctrinas Fanáticas. Algunos andaban "fuera de orden, no trabajando en nada,
sino ocupados en curiosear." La iglesia había sido debidamente
organizada, y se habían nombrado dirigentes para que actuaran como ministros y
diáconos. Pero había algunos voluntariosos e impetuosos que rehusaban someterse
a aquellos que ocupaban puestos de autoridad en la iglesia. Los tales
aseveraban tener no solamente derecho a juzgar por su cuenta, sino también a
presentar insistentemente sus conceptos a la iglesia.
En vista de esto,
Pablo llamó la atención de los tesalonicenses al respeto y la deferencia
debidos a aquellos que habían sido escogidos para ocupar puestos de autoridad
en la iglesia. En su ansia de que los creyentes de Tesalónica anduvieran en el
temor de Dios, el apóstol les suplicó que manifestaran piedad práctica en la
vida diaria. "Resta pues, hermanos escribió,
que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis
enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis
creciendo. Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.
Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de
fornicación." "Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a
santificación."
EL APÓSTOL PABLO SENTÍA QUE
ERA RESPONSABLE en gran medida 213 del bienestar espiritual de
aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que crecieran en el
conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien había enviado. A
menudo en su ministerio se encontraba con pequeños grupos de hombres y mujeres
que amaban a Jesús, y se postraba en oración con ellos para pedir a Dios que
les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo se reunía en
consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros la luz de la
verdad evangélica.
Y A MENUDO, cuando estaba separado de aquellos con
quienes había trabajado así, suplicaba a Dios que los guardara del mal, y les
ayudara a ser misioneros fervientes y activos.
Una De Las Mayores Evidencias De La
Verdadera Conversión Es El Amor A Dios Y Al Hombre. Los Que Aceptan A Jesús Como
Su Redentor Tienen Un Profundo Y Sincero Amor Por Otros De La Misma Preciosa
Fe.
ESO
PASABA CON LOS CREYENTES DE TESALÓNICA. "Más
acerca de la caridad fraterna escribió el apóstol no habéis menester que os
escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos
a los otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda
Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más; y que procuréis tener
quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que
os hemos mandado; a fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no
necesitéis de nada."
"Y a vosotros
multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos,
como es también de nosotros para con vosotros; para que sean confirmados
vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre
para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos."
"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan
desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los
flacos, que seáis sufridos para con todos. Mirad que ninguno dé a otro mal por
mal; antes seguid lo 214 bueno
siempre los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos.
Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para
con vosotros en Cristo Jesús."
EL APÓSTOL AMONESTÓ A LOS
TESALONICENSES A NO DESPRECIAR EL DON DE PROFECÍA, y con las palabras: "No apaguéis el Espíritu.
No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno," les
ordenó que distinguieran cuidadosamente entre lo falso y lo verdadero. Les
mandó que se abstuvieran de "toda especie de mal;" y termina su carta
con la oración de que Dios los santifique en todo, para que su "espíritu y
alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado añadió; el cual también lo
hará."
LA INSTRUCCIÓN QUE EL
APÓSTOL ENVIÓ A LOS TESALONICENSES en su primera carta en cuanto a
la segunda venida de Cristo, estaba perfectamente de acuerdo con su
enseñanza anterior. Sin embargo, sus palabras fueron mal interpretadas por
algunos hermanos tesalonicenses. Entendieron que él expresó la esperanza de que
él mismo viviría para presenciar el advenimiento del Salvador. Esto aumentó su
entusiasmo y excitación. Aquellos
que habían descuidado anteriormente sus responsabilidades y deberes, se
volvieron ahora más persistentes en imponer sus conceptos erróneos.
EN SU SEGUNDA CARTA, Pablo procuró corregir su errónea comprensión de la enseñanza que les
había dado, y trató de presentarles lo que en verdad creía. Expresó de nuevo su
confianza en la integridad de ellos, así como su gratitud porque la fe de ellos
era fuerte y porque abundaban en amor mutuo y para con la causa de su Señor.
Les dijo que los presentaba a otras iglesias como ejemplo de la fe paciente y
perseverante que soporta valerosamente persecución y tribulación; y dirigió su
atención hacia el tiempo de la segunda venida de Cristo, cuando el pueblo de
Dios descansará de todos sus cuidados y perplejidades. 215
"Nosotros mismos escribió
nos gloriarnos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe
en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís: . . . Y a vosotros
que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará el Señor
Jesús del cielo con los ángeles de su potencia, en llama de fuego, para dar el
pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del
Señor, y por la gloria de su potencia.... Por lo cual, asimismo oramos siempre
por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su vocación, e hincha de
bondad todo buen intento, y toda obra de fe con potencia, para que el nombre de
nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la
gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo."
PERO antes de la venida de
Cristo, iban a producirse importantes acontecimientos en el mundo religioso,
predichos en la profecía.
EL
APÓSTOL DECLARÓ: "No os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni
os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como
que el día del Señor esté cerca. No os engañe nadie en ninguna manera; porque
no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición, oponiéndose y levantándose contra todo lo que se
llama Dios, o que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como
Dios, haciéndose parecer Dios."
Las palabras de Pablo no debían ser mal entendidas.
No estaban destinadas a enseñar que él, por revelación especial, había
anunciado a los tesalonicenses la inmediata venida de Cristo. Esa idea hubiera
provocado confusión de fe; porque el desengaño conduce a menudo a la
incredulidad.
EL APÓSTOL,
POR LO TANTO, PREVINO A LOS HERMANOS que no recibiesen tal mensaje como si viniera de
él; y procedió a recalcar el hecho de que el poder papal, tan
claramente descrito por el profeta Daniel, estaba todavía por levantarse y que
guerrearía contra el pueblo de Dios. Hasta
que ese poder no realizara su obra
216 mortal y
blasfema, sería inútil para la iglesia esperar la venida de su Señor.
"¿No os acordáis preguntó
Pablo que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto?" Terribles
habrían de ser las pruebas que sobrevendrían a la verdadera iglesia.
YA EN EL TIEMPO en que el apóstol Pablo
escribía, el "misterio de iniquidad" había comenzado a obrar.
LOS
SUCESOS Que Se Iban A Producir En Lo Futuro Serían "según operación de
Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos, y con todo
engaño de iniquidad en los que perecen." Especialmente solemne es la
declaración del apóstol respecto a aquellos que rehusaran recibir "el amor
de la verdad." "Por tanto, pues declaró concerniente a todos los que
deliberadamente rechazaran los mensajes de verdad, les envía Dios operación de
error, para que crean a la mentira; para que sean condenados todos los que no
creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad."
LOS HOMBRES
no pueden rechazar con impunidad las amonestaciones que Dios les envía en su
misericordia. De aquellos que persisten en apartarse de sus amonestaciones,
Dios retira su Espíritu y los abandona a los engaños que aman.
ASÍ BOSQUEJÓ PABLO la nefasta obra de aquel
poder del mal que subsistiría durante largos siglos de tinieblas y persecución
antes de la segunda venida de Cristo.
LOS
CREYENTES TESALONICENSES HABÍAN ESPERADO INMEDIATA LIBERACIÓN; ahora se les alentó a emprender
valerosamente, en el temor de Dios, la obra que tenían por delante. El
apóstol les recomendó que no descuidaran sus deberes ni se entregaran a la
espera ociosa. Después de sus brillantes expectativas de inmediata liberación,
la rutina de la vida diaria y la oposición que debían afrontar podían parecerles
doblemente penosas. Por lo tanto los exhortó a estar firmes en la fe:
"Estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por
palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y
Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dio 217
consolación eterna, y buena esperanza por gracia, consuele vuestros corazones,
y os confirme en toda buena palabra y obra."
"Más fiel es el Señor, que os confirmará
y guardará del mal. Y tenemos confianza de vosotros en el Señor, que hacéis y
haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor enderece vuestros corazones en el
amor de Dios, y en la paciencia de Cristo."
LA OBRA DE LOS CREYENTES
LES HABÍA SIDO DADA POR DIOS. Por su fiel adhesión a la verdad habían de dar a otros la luz que
habían recibido. El apóstol les recomendó que no se cansaran de hacer el
bien, y les señaló su propio ejemplo de diligencia en los asuntos temporales
mientras trabajaba con incansable celo en la causa de Cristo. Reprobó a
aquellos que se habían entregado a la pereza y a la excitación sin propósito, y
les indicó que, "trabajando con reposo," comieran "su
pan."
TAMBIÉN ORDENÓ A LA IGLESIA que excluyera de su comunión a cualquiera que
persistiera en descuidar la instrucción dada por los ministros de Dios.
"Mas no lo tengáis como a enemigo añadió, sino amonestadle como a
hermano."
TAMBIÉN ESTA EPÍSTOLA la termina Pablo con
una oración, en la que pide que en medio de los afanes y pruebas de la vida, la
paz de Dios y la gracia del Señor Jesucristo los consolasen y sostuviesen. 218
Los Hechos De Los Apóstoles En La
Proclamación
Del Evangelio De
Jesucristo. (EGW). MHP
CAPÍTULO 24. CORINTO.
Basado en Hechos 18:1-18.
DURANTE EL PRIMER SIGLO DE LA ERA CRISTIANA, Corinto
era una de las ciudades principales, no sólo de Grecia, sino del mundo.
Griegos, judíos, romanos y viajeros de todos los países, llenaban las calles,
empeñados afanosamente en los NEGOCIOS y los PLACERES.
Era un gran centro comercial, situado a fácil acceso de todas partes del
Imperio Romano, un lugar importante donde establecer monumentos para Dios y su
verdad.
ENTRE LOS JUDÍOS que se habían establecido en Corinto, se contaban
Aquila y Priscila, quienes más
tarde se distinguieron como fervientes obreros de Cristo. Al reconocer el
carácter de esas personas, Pablo "posó con ellos."
EN EL MISMO
COMIENZO DE SUS LABORES En Este Centro De Tránsito, Pablo vio por doquiera serios
obstáculos al progreso de su obra.
LA
CIUDAD estaba casi completamente entregada a la idolatría. Venus era la deidad favorita; y con el culto de Venus se asociaban
muchos ritos y ceremonias desmoralizadores.
LOS
CORINTIOS habían llegado a destacarse, aun entre los paganos, Por Su Grosera
Inmoralidad. Parecían pensar o preocuparse poco fuera de los placeres y alegrías
frívolas de la hora.
AL PREDICAR EL
EVANGELIO EN CORINTO, El Apóstol Siguió Un Plan Diferente Que En Atenas. Mientras estuvo en ese lugar, trató de
adaptar su estilo al carácter de su auditorio; trató de hacer frente a la
lógica con la lógica, a la ciencia con la ciencia, a la filosofía con la
filosofía. Al pensar en el tiempo así usado, y darse cuenta de que su enseñanza
en Atenas había producido sólo poco fruto, DECIDIÓ seguir otro plan de
acción en Corinto, en sus esfuerzos por cautivar la atención de los
despreocupados 199 e indiferentes.
RESOLVIÓ EVITAR
TODAS LAS DISCUSIONES y argumentos
complicados, y no "saber algo" entre los corintios, "Sino A Jesucristo, Y A Éste
Crucificado." Iba a predicarles, no "con palabras persuasivas de
humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder."(1 Cor. 2:2,4).
JESÚS, A QUIEN PABLO estaba
por presentar ante los griegos de Corinto como el Cristo, era un judío de
humilde origen, criado en una ciudad proverbial por su iniquidad. Había sido
rechazado por su propia nación, y crucificado al fin como malhechor.
LOS GRIEGOS creían
que se necesitaba elevar al género humano; pero consideraban el estudio de la
filosofía y la ciencia como el único medio capaz de lograr la verdadera elevación
y honor.
¿Podría Pablo Inducirlos
A Creer Que La Fe En El Poder De Este Obscuro Judío Elevaría Y Ennoblecería
Toda Facultad Del Ser Humano?
EN EL PENSAMIENTO DE LAS MULTITUDES QUE VIVEN
HOY, la cruz del Calvario está rodeada de sagrados recuerdos. Se relacionan con
las escenas de la crucifixión sagradas asociaciones.
PERO EN LOS DÍAS DE PABLO, la cruz se consideraba con sentimientos de repulsión y horror. El
ensalzar como Salvador de la humanidad a uno que había muerto en la cruz
provocaría naturalmente el ridículo y la oposición. Pablo sabía bien cómo sería
considerado su mensaje tanto por los judíos como por los griegos de Corinto.
"Nosotros predicamos a Cristo crucificado confesó él, a los Judíos
ciertamente tropezadero, y a los Gentiles locura." (1 Cor. 1:23).
ENTRE SUS OYENTES
JUDÍOS había muchos a quienes encolerizaría el mensaje que él estaba por
proclamar.
Y A JUICIO DE LOS GRIEGOS, sus
palabras serían absurda locura. Sería considerado mentalmente débil por tratar
de mostrar cómo la cruz podría tener alguna relación con la elevación del género
humano o la
salvación de la humanidad.
PERO PARA PABLO, LA CRUZ ERA EL ÚNICO OBJETO DE
SUPREMO INTERÉS. Desde que fuera contenido en su carrera de
persecución contra los seguidores del crucificado Nazareno, no había 200
cesado de gloriarse en la cruz. En aquel entonces se le había dado una
revelación del infinito amor de Dios, según se revelaba en la muerte de Cristo;
y se había producido en su vida una maravillosa transformación que había puesto
todos sus planes y propósitos en armonía con el cielo. Desde aquella hora había
sido un nuevo hombre en Cristo. Sabía por experiencia personal que una vez que
un pecador contempla el amor del Padre, como se lo ve en el sacrificio de su
Hijo, y se entrega a la influencia divina, se produce un cambio de corazón, y
Cristo es desde entonces todo en todo.
EN OCASIÓN DE SU
CONVERSIÓN, Pablo se llenó de un vehemente deseo de ayudar a
sus semejantes a contemplar a Jesús de Nazaret como el Hijo del Dios vivo,
poderoso para transformar y salvar. Desde entonces dedicó enteramente su vida
al esfuerzo de pintar el amor y el poder del Crucificado. Su gran corazón
simpatizaba con todas las clases sociales. "A Griegos y a bárbaros declaraba,
a sabios y a no sabios soy deudor." (Rom. 1:14).
EL
AMOR POR EL SEÑOR DE GLORIA, a quien había perseguido tan implacablemente
en la persona de sus santos, era el principio propulsor de su conducta, su
fuerza motriz. Si alguna vez su ardor en la senda del deber flaqueaba, una
mirada a la cruz y al asombroso amor allí revelado, bastaba para inducirlo a
ceñirse los lomos de su entendimiento y avanzar en la senda de la abnegación.
CONTEMPLAD AL APÓSTOL PREDICANDO EN LA
SINAGOGA DE CORINTO, razonando
de las escrituras de Moisés y los profetas, y conduciendo a sus oyentes al
advenimiento del Mesías prometido.
ESCUCHAD mientras explica
claramente La Obra Del Redentor Como El Gran Sumo Sacerdote de la
humanidad: el que por el sacrificio de su propia vida
había de expiar el pecado una vez por todas, y emprender entonces su ministerio
en el santuario celestial. Se hizo entender a los oyentes de Pablo que el
Mesías cuyo advenimiento habían anhelado, había venido ya; que su muerte era la
realidad prefigurada por todas las ofrendas de los sacrificios, Y
QUE SU MINISTERIO en el santuario celestial 201 era el gran objeto que arrojaba su sombra hacia
atrás y aclaraba el ministerio del sacerdocio judío.
PABLO TESTIFICÓ "A LOS JUDÍOS QUE JESÚS
ERA EL CRISTO." Por las Escrituras del Antiguo Testamento, mostró que de acuerdo con las
profecías y la expectación universal de los judíos, el Mesías iba a ser del
linaje de Abrahán y de David; entonces trazó la descendencia de Jesús desde el
patriarca Abrahán a través del real salmista. Leyó el testimonio de los profetas
en cuanto al carácter y la obra del Mesías prometido, y su recepción y trato en
la tierra. Luego demostró que todas estas predicciones se habían cumplido en la
vida, el ministerio y la muerte de Jesús de Nazaret. Pablo señaló que Cristo
había venido a ofrecer la salvación primero a la nación que aguardaba la venida
del Mesías como la consumación y gloria de su existencia nacional.
Pero
esa nación había rechazado a Aquel que le hubiera dado vida, y había escogido
otro guía cuyo reino acabaría en la muerte. Se esforzó por presentar a sus
oyentes el hecho de que sólo el arrepentimiento podía salvar a la nación de la
ruina inminente. Reveló la ignorancia de ésta concerniente al significado de
las Escrituras, cuya presunta plena comprensión constituía su principal
jactancia y gloria.
REPRENDIÓ SU MUNDANALIDAD, su amor a la posición social, a los
títulos, a la exhibición, y su desmedido egoísmo.
CON EL PODER DEL ESPÍRITU, PABLO RELATÓ LA
HISTORIA DE SU PROPIA MILAGROSA CONVERSIÓN, y de su confianza en las Escrituras del Antiguo Testamento, que se
habían cumplido tan plenamente en Jesús de Nazaret. Habló Con Solemne
Fervor, y sus oyentes no pudieron sino percibir que amaba con todo su
corazón al crucificado y resucitado Salvador. Vieron que su mente se concentraba
en Cristo, y que toda su vida estaba vinculada con su Señor. Tan Impresionantes
Fueron Sus Palabras, que solamente aquellos que estaban llenos del más
amargo odio contra la religión cristiana pudieron quedar sin conmoverse por
ellas. 202
PERO LOS JUDÍOS DE CORINTO cerraron sus ojos
a la evidencia tan claramente presentada por el apóstol, y rehusaron escuchar
sus llamamientos. El mismo espíritu que los había inducido a rechazar a Cristo,
los llenó de ira y furia contra su siervo, y si Dios no le hubiera protegido
especialmente, para que continuase llevando el mensaje evangélico a los
gentiles, le habrían ultimado. "Mas contradiciendo y blasfemando ellos,
les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo,
limpio; desde ahora me iré a los Gentiles.
Y
PARTIENDO DE ALLÍ, entró en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la
casa del cual estaba junto a la sinagoga." Silas y Timoteo "vinieron
de Macedonia" para ayudar a Pablo, y juntos trabajaron por los gentiles. A
los paganos, tanto como a los judíos, Pablo y sus compañeros predicaron a
Cristo como el Salvador de la humanidad caída.
EVITANDO
RAZONAMIENTOS COMPLICADOS Y REBUSCADOS, los mensajeros de la cruz se espaciaron en los atributos del Creador
del mundo, supremo Gobernante del universo. Con corazones rebosantes de amor
hacia Dios y su Hijo, invitaron a los paganos a contemplar el infinito
sacrificio hecho en favor del hombre. Sabían que si aquellos que habían andado
mucho tiempo a tientas en las tinieblas del paganismo pudieran tan sólo ver la
luz que irradiaba de la cruz del Calvario, serían atraídos al Redentor. "Y
yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo," había declarado
el Salvador. (Juan 12:32).
LOS OBREROS EVANGÉLICOS DE CORINTO comprendían
los terribles peligros que amenazaban a las almas de aquellos por quienes
trabajaban; y con conciencia de la responsabilidad que descansaba sobre ellos,
presentaban la verdad como es en Jesús.
CLARO, SENCILLO Y DECIDIDO ERA SU MENSAJE:
sabor de vida para vida, o de muerte para muerte. Y no sólo en sus palabras,
sino en su vida diaria, se revelaba el Evangelio. Los ángeles cooperaban con
ellos, y la gracia y el poder de Dios se manifestaban en la conversión de
muchos. "Crispo, el prepósito de la sinagoga, 203 creyó al Señor con toda su casa; y muchos de
los Corintios oyendo creían, y eran bautizados."
EL ODIO Con Que
Los Judíos Habían Considerado Siempre A Los Apóstoles Se Intensificó Ahora.
LA CONVERSIÓN Y
EL BAUTISMO DE CRISPO tuvo por
efecto exasperar en vez de convencer a estos obstinados oponentes. No podían
presentar argumentos que refutasen la predicación de Pablo; y por falta de
evidencias tales, recurrieron al engaño y al ataque malicioso. Blasfemaron el
Evangelio y el nombre de Jesús. En su ciega ira, no había para ellos palabras
demasiado amargas ni ardid demasiado bajo.
No Podían negar que Cristo había obrado milagros, pero
declaraban que los había realizado por el poder de Satanás, y afirmaban
osadamente que las maravillosas obras realizadas por Pablo eran hechas por el
mismo agente.
AUNQUE PABLO
TUVO CIERTO GRADO DE ÉXITO EN CORINTO, la impiedad que veía y oía en esa corrupta ciudad casi lo descorazonaba. La
depravación que presenciaba entre los gentiles, y el desprecio e insulto de los
judíos, le causaban gran angustia de espíritu.
Dudaba de la prudencia de tratar de edificar una
iglesia con el material que encontraba allí. Y mientras estaba haciendo planes
de dejar la ciudad para ir a un campo más promisorio, y tratando fervientemente
de entender su deber, el Señor se le apareció en una visión y le dijo: "No
temas, sino habla, y no calles: porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá
hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad." Pablo
entendió que esto era una orden de permanecer en Corinto y una garantía de que
el Señor haría crecer la semilla sembrada. Fortalecido y animado, continuó
trabajando allí con celo y perseverancia.
LOS ESFUERZOS DEL APÓSTOL
No Se Limitaban A La Predicación Pública; había muchos que no podrían ser alcanzados
de esa manera. Pasaba mucho tiempo en el trabajo de casa en casa, aprovechando
el trato del círculo familiar.
Visitaba a los enfermos y tristes, consolaba
a los afligidos y animaba a los oprimidos. En todo lo que decía y hacía,
magnificaba el nombre de 204 Jesús.
Así trabajaba "con flaqueza, y mucho temor y temblor." (1 Cor. 2:3).
Temblaba de temor de que su enseñanza llevara el sello humano en lugar del
divino.
"HABLAMOS SABIDURÍA ENTRE PERFECTOS DECLARÓ
MÁS TARDE PABLO; y sabiduría, no de
este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen; mas hablamos
sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó
antes de los siglos para nuestra gloria: la que ninguno de los príncipes de
este siglo conoció: porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado
al Señor de gloria: antes, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja
oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para
aquellos que le aman. Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu:
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios. "Y nosotros hemos recibido, no el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos
ha dado; lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría,
mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual."
(1 Cor. 2:6-13).
PABLO COMPRENDÍA QUE SU SUFICIENCIA NO ESTABA
EN ÉL, sino en la presencia del Espíritu Santo, cuya misericordiosa influencia
llenaba su corazón y ponía todo pensamiento en sujeción a Cristo. Hablando de
sí mismo, afirmaba que llevaba "siempre por todas partes la muerte de
Jesús en el cuerpo, para que también la vida de Jesús sea manifestaba en
nuestros cuerpos." (2 Cor. 4:10). En las enseñanzas del apóstol, Cristo
era la figura central. "Vivo declaraba, no ya yo, mas vive Cristo en
mí." (Gál. 2:20). El yo estaba escondido; Cristo era revelado y ensalzado.
PABLO ERA UN ORADOR ELOCUENTE. Antes
de su conversión, había tratado a menudo de impresionar a sus oyentes con los
vuelos de la oratoria. Pero ahora puso todo eso a un lado. 205 En lugar de entregarse a descripciones poéticas y cuadros fantásticos
que pudieran complacer los sentidos y alimentar la imaginación, pero que no
podrían alcanzar la experiencia diaria, Pablo trataba, mediante el
uso de un lenguaje sencillo, de introducir en el corazón las verdades de vital
importancia.
LAS PRESENTACIONES FANTÁSTICAS DE LA VERDAD pueden
provocar un éxtasis de sentimiento; pero demasiado a menudo las verdades
presentadas de esta manera no proporcionan el alimento necesario para
fortalecer al creyente para las batallas de la vida. Las necesidades
inmediatas, las pruebas presentes, de las almas que luchan, deberían
satisfacerse con instrucción sana y práctica sobre los principios fundamentales
del cristianismo.
LOS ESFUERZOS DE PABLO EN CORINTO NO FUERON
ESTÉRILES. Muchos se volvieron del culto de los ídolos para servir al Dios
vivo, y una gran iglesia se alistó bajo la bandera de Cristo. Algunos fueron
rescatados de entre los gentiles más disipados, y llegaron a ser monumentos de
la misericordia de Dios y la eficacia de la sangre de Cristo para limpiar del
pecado.
EL CRECIENTE ÉXITO DE PABLO En La Presentación De Cristo
Despertó En Los Judíos Incrédulos Una Oposición Más Resuelta. "Se levantaron de
común acuerdo contra Pablo, y lo llevaron al tribunal" de Galión, entonces
procónsul de Acaya. Esperaban que las autoridades, como en ocasiones
anteriores, se pusieran de su parte; y en altas y airadas voces expresaron su
disgusto contra el apóstol, diciendo: "Este persuade a los hombres
a honrar a Dios contra la ley."
LA RELIGIÓN
JUDÍA ESTABA BAJO LA PROTECCIÓN DEL PODER ROMANO; y los acusadores de Pablo pensaban que si
podían probar que violaba las leyes de su religión, se lo entregarían
probablemente para que lo juzgaran y sentenciaran. Esperaban así lograr su
muerte. Pero Galión era hombre íntegro, y se negó a dejarse engañar por los
judíos celosos e intrigantes. Disgustado por su fanatismo y justicia propia, no
quiso hacer lugar a la acusación. Mientras Pablo se preparaba para hablar en
defensa propia, Galión le dijo que no era necesario. Entonces 206 dirigiéndose a los airados
acusadores, dijo: "Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh
Judíos, conforme a derecho yo os tolerara: mas si son cuestiones de palabras, y
de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de
estas cosas. Y los echó del tribunal."
TANTO LOS
JUDÍOS COMO LOS GRIEGOS Habían Esperado Ansiosamente La Decisión De Galión; y su inmediato despacho del caso, como
asunto que no era de interés público, fue para los judíos la señal de
retirarse, desconcertados y airados. La decidida actitud del procónsul abrió
los ojos a la muchedumbre clamorosa que había estado ayudando a los judíos.
POR PRIMERA VEZ durante las labores de
Pablo en Europa la multitud se puso de su parte; en la presencia del procónsul y sin que él lo
impidiera, acosaron violentamente a los principales acusadores del apóstol.
"Todos los Griegos tomando a Sóstenes, prepósito de la sinagoga, le herían
delante del tribunal: y a Galión nada se le daba de ello."
ASÍ EL CRISTIANISMO obtuvo una señalada
victoria. Pablo se detuvo allí muchos días. Si el apóstol hubiera sido entonces
obligado a abandonar a Corinto, los conversos a la fe de Jesús hubieran quedado
en situación peligrosa. Los judíos se hubieran esforzado por aprovechar la
ventaja lograda hasta el punto de exterminar el cristianismo en esa región. 207
Los Hechos De Los Apóstoles En La
Proclamación
Del Evangelio De
Jesucristo. (EGW). MHP