miércoles, marzo 06, 2019

CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA (EGW). SECCIÓN XI. LA TIRANÍA DE LA DEUDA.



48. VIVIENDO EN ARMONÍA CON LAS ENTRADAS.
Muchos, muchísimos no han aprendido a mantener sus gastos dentro de los límites de sus entradas.  No aprenden a adaptarse a las circunstancias, y piden prestado una vez tras otra, y en esa forma quedan agobiados por las deudas, y en consecuencia se desaniman y descorazonan.
Muchos no se acuerdan de la causa de Dios, y gastan descuidadamente dinero en diversiones en los días feriados, en vestidos y necedades, y cuando se hace un pedido para promover la obra en el país y en las misiones extranjeras, no tienen nada para dar, y hasta han gastado más de lo que tenían.  Así roban a Dios en los diezmos y ofrendas, y por medio de su complacencia egoísta exponen el alma a las fieras tentaciones y caen en las trampas de Satanás.
Deberíamos estar alerta y no permitirnos gastar dinero en cosas innecesarias que sirven tan sólo como objetos de ostentación.  No deberíamos permitirnos tampoco complacer los gustos que nos llevan a seguir las costumbres del mundo y a robar a la tesorería del Señor.-RH, dic. 19, 1893.

LABORIOSIDAD Y ECONOMÍA EN LA FAMILIA
Me fue mostrado que vosotros, mi hermano y hermana, tenéis mucho que aprender.  No habéis vivido dentro de vuestros recursos. No habéis aprendido a economizar.  Si ganáis sueldos elevados, no sabéis cómo hacerlos alcanzar hasta donde sea posible.  Tomáis en cuenta el gusto o el apetito en lugar de la prudencia.  Algunas veces gastáis 264 dinero en alimentos de una calidad que vuestros hermanos no pueden costear.  Los pesos se escapan de vuestros bolsillos con mucha facilidad. . .

Es tan erróneo para vosotros no usar vuestras fuerzas para producir el mayor beneficio, como erróneo es para un rico retener codiciosamente sus riquezas porque le agrada hacerlo.  No hacéis el esfuerzo que deberíais para sostener a vuestra familia.  Podéis trabajar, y lo hacéis, si el trabajo está a mano preparado convenientemente; pero no os esforzáis por poneros a trabajar, y no pensáis que es un deber emplear vuestro tiempo y fuerzas para obtener el mayor beneficio en el temor de Dios.
Habéis estado trabajando en un negocio que a veces os da grandes utilidades de una sola vez.  Después de haber recibido las ganancias, no habéis tratado de economizar para un tiempo cuando los recursos no se ganarán con tanta facilidad, sino que habéis gastado mucho en necesidades imaginarias.  Si Ud. y su esposa hubiesen comprendido que es un deber que Dios os impone el negaros vuestros gustos y deseos, para hacer provisión para el futuro, en lugar de vivir tan sólo para el presente, ahora podríais contar con recursos y vuestras familias podrían tener las comodidades de la vida.  Debéis aprender una lección, y debéis aprenderla con prontitud.  Y ésta consiste en conseguir que un poquito alcance para lo más posible. . .

Jesús logró un milagro y alimentó a cinco mil, y luego enseñó una importante lección de economía: "Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada"
 (Juan 6:12).  Tenéis la responsabilidad de deberes importantísimos.  "No debáis a nadie nada" (Rom. 13: 8).  Si fuerais inválidos, si no fuerais capaces de trabajar, entonces vuestros hermanos tendrían el deber de ayudaros. Pero en vuestro caso, todo lo que necesitabais de vuestros hermanos cuando os mudasteis de lugar, era sólo una ayuda para comenzar.  Si Ud. fuera tan emprendedor como debiera, y si 265 con su esposa estuvierais de acuerdo en vivir dentro de vuestros recursos, podríais veros libres de compromisos.  Tendréis que trabajar para recibir salarios reducidos tanto como para recibir salarios cuantiosos.  La laboriosidad y la economía habrían colocado a vuestra familia en una condición mucho más favorable.-2 T 431-436.

LA ECONOMÍA COMO PRINCIPIO
Aquellos cuyas manos están abiertas para responder a los pedidos de recursos para sostener la causa de Dios y aliviar a los pobres y los necesitados, no son los que manejan sus asuntos comerciales con flojedad, laxitud y lentitud.  Siempre son cuidadosos en mantener sus gastos dentro de sus ingresos.  Son económicos por principio; sienten que su deber consiste en ahorrar, a fin de tener algo para dar.-4 T 573.

LA PRIMERA LECCIÓN ES LA ABNEGACIÓN
He visto a familias pobres luchando con las deudas, y sin embargo no enseñaban a los hijos a negarse a sí mismos a fin de ayudar a sus padres.  En una familia que visité, las hijas manifestaron el deseo de tener un piano costoso.  Los padres las habrían complacido gustosamente si no hubieran estado atados por las deudas.  Las hijas lo sabían, y si les hubieran enseñado a practicar la abnegación no habrían causado a sus padres el dolor de negar sus deseos; pero aunque les dijeron que sería imposible complacerlas, el asunto no terminó ahí.  Expresaron sus deseos una vez tras otra aumentando así continuamente la gran preocupación de los padres.
En otra de mis visitas vi en esa casa el piano codiciado, y supe que algunos cientos de dólares habían sido añadidos a la carga de la deuda.  Me resulta difícil saber a quién culpar más, a los padres indulgentes o a las hijas egoístas.  Todos ellos son culpables delante de Dios.  Este caso sirve 266 de ilustración para muchos otros.  Estas jóvenes, aunque profesaban ser cristianas, nunca habían tomado la cruz de Cristo, porque la primera lección que debe aprenderse de Cristo es la lección de la abnegación.  Nuestro Salvador dijo:  "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame"  (Mat. 16: 24).  No hay otra forma como podemos llegar a ser discípulos de Cristo a no ser cumpliendo esta condición.-ST, marzo 31, 1887. 267

49. CUANDO SE ARROJA OPROBIO SOBRE LA CAUSA DE DIOS.
La religión que Ud. profesa le impone el deber de emplear su tiempo tanto durante los seis días de trabajo, como asistir a la iglesia el sábado.  Ud. no es diligente en los negocios.  Ud. deja pasar las horas, los días y aun las semanas sin hacer nada.  El mejor sermón que Ud. podría predicar al mundo sería mostrar una decidida reforma en su vida, y proveer para su familia.  Dice el apóstol:  "Si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel"  (1 Tim. 5: 8).
Ud. ocasiona oprobio a la causa domiciliándose en un lugar donde permanece en la indolencia por un tiempo, y luego se ve obligado a endeudarse a fin de proveer para su familia.  Ud. no es siempre escrupuloso en pagar esas deudas, sino que en vez de hacerlo se traslada a otro lugar.  Esto es defraudar a su prójimo.  El mundo tiene derecho a esperar estricta integridad de aquellos que profesan ser cristianos de acuerdo con la Biblia.  Por la indiferencia de un hombre en cuanto a pagar sus justas deudas, todos nuestros hermanos están en peligro de ser considerados como deshonestos .
"Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros" (Luc. 6: 31).  Esto se refiere a los que trabajan con sus manos tanto como a aquellos que tienen dones que conceder.  Dios le ha dado fuerza y habilidad, pero Ud. no las ha usado.  Su fuerza es suficiente para proveer abundantemente a las necesidades de su familia. Levántese por la mañana, aun mientras las estrellas brillan, 268 si es necesario.  Propóngase hacer algo, y luego hágalo. Redima toda promesa, a menos que la enfermedad le postre.  Mejor es negarse el alimento y el sueño que ser culpable de defraudar a otros de lo que se les debe con justicia.-JT 2, 46, 47.

LO QUE REQUIERE EL OCTAVO MANDAMIENTO
El octavo mandamiento condena el robo de hombres y el tráfico de esclavos, y prohíbe las guerras de conquista.  Condena el hurto y el robo.  Exige estricta integridad en los más mínimos pormenores de los asuntos de la vida.  Prohíbe la excesiva ganancia en el comercio, y requiere el pago de las deudas y de salarios justos. Implica que toda tentativa de sacar provecho de la ignorancia, debilidad, o desgracia de los demás, se anota como un fraude en los registros del cielo.-PP 317.

UNA DE LAS REDES DE SATANÁS PARA LAS ALMAS
Todos deben practicar la economía.  Ningún obrero debería manejar sus negocios en una forma tal que llegue a incurrir en deudas. . . Cuando una persona se endeuda voluntariamente, se está enredando a sí misma en una de las redes que Satanás tiende para las almas.-CE 67.

DEBILITA LA FE Y TIENDE A DESANIMAR
Estimado hermano:
Siento que Ud. se encuentre en la situación actual, bajo la presión de las deudas.  Conozco a muchos que, como Ud., están preocupados y afligidos por su situación financiera. . .
El Señor no se complace en su aflicción.  Quiere derramar sobre Ud. el consuelo de su Espíritu Santo, para que sea un hombre libre que ande en su luz y en su amor.  El tiene algunas lecciones que Ud. debe aprender, y quiere que las aprenda con prontitud.  Ud. no debería permitirse incurrir en dificultades financieras, porque el hecho de que 269 Ud. está endeudado debilita su fe y tiende a desanimarlo; y hasta el mero pensamiento en esto lo pone casi frenético.  Ud. necesita reducir sus gastos y esforzarse para remediar esta deficiencia de su carácter.  Ud. puede y debe hacer esfuerzos definidos para controlar su tendencia a gastar más de lo que gana.-Carta 48, 1888.

UNA PRÁCTICA DESMORALIZADORA
La práctica de conseguir dinero prestado para aliviar alguna necesidad urgente, sin hacer cálculos para cancelar la deuda, aunque es muy común, es desmoralizadora.  El Señor desea que todos los que creen en la verdad se conviertan de estas prácticas engañosas.  Deberían preferir antes sufrir necesidad que cometer un acto falto de honradez.  Ningún alma puede recurrir a la prevaricación o la falta de honradez en el manejo de los bienes del Señor, y quedar sin culpa delante de Dios.  Todos los que hacen esto niegan a Cristo en sus obras, mientras profesan guardar y enseñar los mandamientos de Dios.  No mantienen los principios de la ley de Dios.  Si los que ven la verdad no cambian en carácter en una medida correspondiente a la influencia santificadora de la verdad, serán un sabor de muerte para muerte.  Representarán mal la verdad, acarrearán oprobio sobre ella y deshonrarán a Cristo quien es verdad.-MS 168, 1898. 270

50. EXHORTACIÓN A ORAR O A CAMBIAR DE TRABAJO.
Estimados hermano y hermana:
Siento simpatía por vosotros y estoy orando para que podáis ver los asuntos bajo una luz correcta.  Debéis comprender que una persona no debe manejar sus asuntos en tal forma que tenga que incurrir en deudas...
Cuando un hombre ve que no tiene éxito, ¿por qué no se dedica a la oración, o bien cambia de trabajo?  Nos aguardan tiempos tormentosos, y el Señor aceptará a todos los que puedan colaborar con él.  Practicad la abnegación y el espíritu de sacrificio.  Andad humildemente delante del Señor.  Debemos mantener una dedicación a Dios y enderezar las sendas para nuestros pies, no sea que el cojo sea apartado del camino.-Carta 63, 1897.

CONSEJO A UN COLPORTOR
En su carta Ud. se queja del yugo de las deudas.  Pero no tiene excusa por haber incurrido en deudas. . .  El hecho de que se ha sentido libre para pedir prestado sin tener razón para suponer que se encontraría en una posición que le permitiera pagar sus deudas, está haciendo una gran injusticia a otros, robándoles lo poco que tienen, y acarreando oprobio sobre la causa de Dios.  Si hubiera comprendido lo que Ud. estaba haciendo en el momento de llevarlo a cabo, se habría detenido.  Habría visto que es pecado robar a los hombres, creyentes o incrédulos, y ponerlos en aprietos económicos a fin de poder aliviar Ud. sus necesidades actuales .
Este caso suyo, Hno.------------, no es un asunto sin 271 importancia. En la conducta que ha seguido, dejará una influencia perjudicial sobre el camino de otros colportores que le resultará difícil borrar. Habrá cerrado la puerta a otras personas que desearían colportar y hacer el trabajo honradamente, pero que serán consideradas indignas de confianza.  Los dirigentes no se atreven a ser indulgentes y a manifestar favor en el caso de algunos que necesitan que se confíe en ellos, debido a la mala conducta de ciertos colportores.  Y con la experiencia que han tenido, en la pérdida de la tesorería de cientos de libras, ¿por qué no habrían de temer depositar su confianza en hombres que se las arreglan para extraer de la tesorería, dejándolos sin los recursos que tanto necesitan para sostener la obra de Dios para este tiempo?-Carta 36, 1897.

LIBERTAD MEDIANTE LA ABNEGACIÓN
Decídase a no incurrir nunca más en otra deuda.  Niéguese mil cosas antes que endeudarse.  Durante toda su vida Ud. se ha estado metiendo en deudas.  Evítelo como evitaría la viruela.
Haga un pacto solemne con Dios prometiendo que mediante su bendición pagará sus deudas y luego a nadie deberá nada, aunque viva solamente de gachas y pan.  Resulta muy fácil al preparar la mesa para la comida sacar de su cartera y gastar veinticinco centavos en cosas extras.  Cuide los centavos y los pesos se cuidarán solos.  Son los centavos aquí y los centavos allá gastados para esto, aquello, y lo de más allá, que pronto suman pesos. Niéguese a complacer el yo, por lo menos mientras está asediado por las deudas. . .  No vacile, no se desanime ni se vuelva atrás. Niéguese a complacer su gusto, niéguese a satisfacer la complacencia del apetito, ahorre sus centavos y pague sus deudas. Elimínelas tan pronto como sea posible.  Cuando nuevamente sea un hombre libre, no debiendo nada a nadie, habrá alcanzado una gran victoria.-Carta 4, 1877. 272

LAS DEUDAS PERSONALES NO DEBEN ESTORBAR LA LIBERALIDAD
Algunos no se han adelantado para unirse en el plan de la liberalidad sistemática, y en cambio se han excusado porque estaban endeudados.  Alegan que primero deben cumplir con este mandato:  "No debáis a nadie nada" (Rom. 13: 8).  Pero el hecho de que estén endeudados no los excusa.  Vi que debían dar a César las cosas que son de César, y a Dios las cosas que son de Dios. Algunos consideran con mucho escrúpulo la orden de "no debáis a nadie nada" y piensan que Dios no requerirá nada de ellos hasta que hayan pagado sus deudas.  Pero con esto se engañan a sí mismos.  Fallan en dar a Dios las cosas que son suyas.  Cada uno debe llevar al Señor una ofrenda aceptable.  Los que están endeudados deberían pagar sus deudas con lo que poseen, y dar una porción de lo que les quede.-1 T 220. 273

51. LIQUIDANDO LAS DEUDAS DE CONSTRUCCIÓN DE LAS IGLESIAS.
Me alegro juntamente con Ud. ante la perspectiva de sanear de toda deuda los edificios de la iglesia.  Cuánto habría podido ahorrarse si cada año se hubiesen realizado esfuerzos extraordinarios para hacer esto.  Nuestras casas de culto no necesitan continuar endeudadas año tras año.  Si cada miembro de la iglesia cumpliera su deber, practicara abnegación y espíritu de sacrificio, por el Señor Jesús, cuya posesión adquirida él es, para que su iglesia esté libre de deudas, así honraría a Dios.
Los grandes centros de Dios, sus propios instrumentos, deberían estar libres de deudas. Cada año muchas libras* están siendo tragadas por los intereses pagados sobre las deudas.  Si todo ese dinero se hubiera destinado para pagar la deuda principal, ésta no estaría consumiendo, consumiendo y siempre consumiendo.  El endeudarse es un procedimiento erróneo y detestable.  Sería mucho mejor si pudiera reunirse anticipadamente el dinero necesario para edificar, aunque esto requiera esfuerzos enérgicos, porque en esta forma la iglesia podría dedicarse libre de deudas.  Ojalá que cuando edificamos una casa para el Señor pudiésemos adoptar como regla el llevar a cabo esfuerzos fervorosos y perseverantes para dedicárselos a Dios sin deuda alguna...

El Señor me ha mostrado que no tenemos necesidad de 274 dejar endeudadas nuestras casas de culto de Australia o Nueva Zelandia. Una deuda en cada caso significa un descuido de las cosas especiales y sagradas de Dios, porque en ese caso se da egoístamente el primer lugar a las cosas comunes. . .  Hay que tributar al tabernáculo de Dios el honor más elevado.  Toda otra consideración debería supeditarse a ésta.  Nuestras ideas deben ser elevadas, ennoblecidas y santificadas.  Los padres han manifestado mundanalidad y ambición con respecto a sus hijos, sus parientes y amigos.  Han utilizado el dinero en una forma tal que no ha honrado a Dios, y que en cambio ha causado un daño definido. Han dado liberalmente regalos a sus hijos, parientes y amigos, en tanto que los obsequios que han dedicado a los que el Señor honra, han sido escasos y limitados tanto en su valor como en la frecuencia con que se los ha ofrecido. . .

LA ABNEGACIÓN Y LA HIPOTECA DE LA IGLESIA
Cada cristiano debe formularse estas preguntas inquisidoras: ¿Tengo, en la intimidad de mi alma, amor por Jesús?  ¿Amo su tabernáculo?. . .  ¿Es mi amor hacia Dios y mi Redentor bastante fuerte como para inducirme a negarme a mí mismo?  Cuando sea tentado a gratificar el placer y los goces egoístas,  ¿no diré: no, no gastaré ni un chelín, y ni siquiera medio chelín, para mi propia gratificación, mientras la casa de Dios esté hipotecada o soporte la presión de las deudas?
¿No debería recibir Cristo nuestra primera y más elevada consideración?  ¿No debería él exigir esta señal de nuestro respeto y lealtad?  Estas son las cosas que revelan nuestro amor tanto en el hogar como en la iglesia.  Si entregamos enteramente a Dios el corazón, el alma, la fuerza y la vida, y si le sometemos plenamente nuestros afectos, entonces daremos el lugar supremo a Dios en todo nuestro servicio.  El resultado será que sabremos lo que significa ser socios con Jesucristo en la firma sagrada.  El edificio  275 levantado para rendir culto a Dios no quedará baldado por la deuda.  Permitir que esto suceda casi parecería una negación de nuestra fe.-Carta 52, 1897.

LAS DEUDAS DE LA IGLESIA DESHONRAN A DIOS
Dios es deshonrado cuando nuestras iglesias están cargadas por las deudas.  No es necesario que exista este estado de cosas. Revela una mala administración de principio a fin, y es una deshonra para el Dios de los cielos.  Leed y estudiad con oración el capítulo 4 de Zacarías.  Leed a continuación el primer capítulo de Hageo, y ved si lo que allí se dice no se aplica a vosotros.  Mientras os habéis preocupado mucho de vosotros mismos y de vuestros intereses egoístas, no os habéis aprestado a edificar o bien habéis edificado con dinero prestado y no habéis hecho donaciones para librar de deuda la construcción de la iglesia.  ¿No consideraréis cuál es vuestro deber?  Transcurre un año tras otro y se realiza poquísimo sacrificio para disminuir la deuda.  Los intereses tragan los recursos que deberían utilizarse para amortizar la deuda.

¿POR QUE PERMANECEN LAS DEUDAS?
Siervos perezosos, es el cargo que Dios hace contra los que están en las iglesias.  No se cumple su voluntad cuando se permite que las cosas sagradas permanezcan en un estado marchito y descuidado.  Si en cada iglesia se manifestara sacrificio personal y abnegación, cambiaría este estado de las cosas.  "Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos" (Hag. 2: 8).  Se deshonra a Dios cuando ese oro y esa plata se utilizan con propósitos egoístas, para gratificar la ambición, el orgullo o la complacencia de sí mismo, tal como se ha hecho.
Los hombres que ocupan posiciones representativas ¿pueden estar tan profundamente dormidos que no comprendan 276 que el estado actual de las cosas es el resultado del descuido de su parte? Cuando el pueblo elegido por Dios embellece sus propias casas, e invierte el dinero de Dios en. . .  diversas cosas destinadas a la gratificación egoísta, sabiendo que los recursos que utilizan en esa forma deberían utilizarlos para mantener la casa de Dios en la mejor condición posible, a fin de que no se utilicen los recursos de la tesorería para sufragar los gastos corrientes, no puede ser bendecido.
Tengo un mensaje del Señor.  Las iglesias deben despertar de su letargo y pensar en estas cosas.  "Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos" (Hag. 2: 8).  ¿Nos estamos apropiando, como familias, de la plata y el oro del Señor con fines egoístas?  ¿No estamos haciendo nada para aliviar la deuda que pesa sobre su causa?  Las iglesias están cargadas con deudas, no porque les sea imposible librarse de ellas, sino debido a la complacencia egoísta manifestada por sus miembros.  Dios es deshonrado por ese descuido, y si él traba vuestros recursos, no desconozcáis cuál es la causa.  Cuando déis el primer lugar al Señor, y cuando comprendáis que la casa del Señor es deshonrada por las deudas, Dios os bendecirá.-MS 116, 1897.

NECESIDAD DE CONSEJO Y COLABORACIÓN
Estimado hermano:  En cada paso que Ud. dé necesita estar seguro que al avanzar no está siguiendo su propio juicio sino el consejo unánime de sus hermanos.  Ud. ha fallado en esto, porque ha trabajado con demasiada independencia. . .  Puede pedir prestado dinero.  ¿Pero ha tomado el parecer de sus hermanos en sus planes de construcción?  ¿Se ha unido con ellos, y ellos con Ud.?. . .  No debe permitirse que las ideas y el juicio de una sola persona se conviertan en la norma en ningún caso en que se trate de la edificación de una iglesia.  Esto requiere la actuación de cada miembro de la iglesia que pueda llevar responsabilidades, y por lo tanto el pastor no es quien debe llevar 277 solo el peso de esta obra. . .  Esta es una lección que Ud. debe aprender:  consultar los pensamientos y el juicio de sus hermanos, y no avanzar sin su consejo y cooperación.-Carta 49, 1900.

UN DESCUIDO INEXCUSABLE
Me ha sido presentada la forma descuidada en que muchas iglesias incurren en deudas y se mantienen endeudadas.  En algunos casos, continuamente pesa una deuda sobre la casa de Dios y se paga interés constantemente.  Estas cosas no deberían ocurrir y no tienen por qué ocurrir.  Si cada uno de sus siervos manifestara esa sabiduría en relación con el Maestro, ese tacto y ese celo que él requiere de ellos, ocurriría un cambio en estas cosas.  Las deudas serían pagadas.  La abnegación y el sacrificio personal realizarán maravillas en la promoción de la espiritualidad de la iglesia.  Que cada miembro de iglesia haga algo.  Incúlquese definidamente en los adoradores la idea de que cada uno debe llevar a cabo su parte.

El colegio y la iglesia de ----------------- no necesitan estar endeudados como lo están ahora.  Esto habla de una mayordomía infiel.  Dios pide que haya abnegación.  Pide ofrenda de los que puedan darlas, y hasta los miembros más pobres pueden dar un poquito.  Dios abre el camino cuando se manifiesta la voluntad de hacer algo por él.  Pero a Dios no le agrada la forma actual de manejar los negocios.  No es su propósito que su causa sea obstaculizada por las deudas.
La abnegación permitirá a aquellos que no han hecho nada en el pasado que ahora lleven a cabo algo tangible, y que demuestren que creen las enseñanzas de la Palabra y que creen en la verdad para este tiempo.  Todos, ancianos y jóvenes, padres e hijos, deben manifestar su fe por medio de sus obras.  La fe se perfecciona en las obras.  Estamos viviendo en las escenas finales de la historia del mundo, y sin embargo hay tan sólo pocas personas que comprenden 278 esto, porque el mundo se ha interpuesto entre Dios y el alma.-Carta 81, 1897.

EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA Y EL COLEGIO EN AVONDALE
Hay veces cuando se puede ganar mucho por medio de un esfuerzo unido, rápido y persistente.  Ya se había establecido una fecha para iniciar las clases en nuestro colegio, pero nuestros hermanos en todas las colonias procuraban conseguir una postergación.  Habían esperado durante mucho tiempo la apertura del colegio y estaban desanimados.  Había mucho trabajo que debía realizarse en los edificios, y nuestros fondos estaban agotados.  En vista de esto los constructores anunciaron que el trabajo no podría terminarse en el momento anunciado.  Pero nosotros dijimos que no debía haber demora.  El colegio debía abrir sus puertas en el tiempo fijado.  De modo que sometimos este asunto a consideración delante de la iglesia, y pedimos voluntarios.  Treinta hombres y mujeres se ofrecieron para trabajar; y aunque fue difícil para ellos conseguir tiempo disponible, un grupo de obreros enérgicos continuó trabajando día tras día hasta que los edificios quedaron terminados, fueron limpiados y amoblados, y estuvieron listos para ser usados el día establecido para la iniciación de las clases.

Cuando llegó el momento de edificar esta casa de culto, hubo otra prueba de la fe y la lealtad.  Celebramos una reunión para considerar lo que debía hacerse. El camino parecía lleno de dificultades.  Algunos dijeron: "Pensemos en un edificio pequeño, y cuando tengamos dinero ampliémoslo, porque no nos será posible levantar en esta ocasión una iglesia como la que deseamos".  Otros dijeron:  "Esperemos hasta tener dinero suficiente para edificar una casa cómoda".  Pensamos hacer esto; pero durante la noche recibí esta amonestación del Señor:  "Levantaos y edificad sin tardanza". 279 En vista de esto decidimos emprender la obra y avanzar por fe para establecer un comienzo.  A la noche siguiente llegó de Sudáfrica un giro por doscientas libras esterlinas.  Era un obsequio de los Hnos. Lindsay, de la ciudad de El Cabo, para ayudar a construir la casa de culto.  Nuestra fe había sido probada, habíamos decidido comenzar la obra, y ahora el Señor colocaba en nuestras manos este importante donativo con el cual podíamos empezar.
Este estímulo recibido permitió comenzar la obra con entusiasmo. La junta de la escuela dio el terreno y cien libras esterlinas.  La unión proporcionó doscientas libras, y los miembros de la iglesia dieron lo que les fue posible.  Algunos amigos que no pertenecían a la iglesia también ayudaron, y los constructores dieron una parte de su tiempo, el que valía tanto como el dinero.
Así se terminó el trabajo, y ahora tenemos este hermoso edificio con capacidad para cuatrocientas personas sentadas.  Agradecemos al Señor por esta casa donde podemos adorarlo.  El comprende todas las estrecheces por las que hemos pasado.  Cuando surgían dificultades, el pastor Haskell, quien dirigía el trabajo, llamaba a los obreros y oraba fervorosamente para que Dios los bendijera a ellos y a la obra.  El Señor escuchó las oraciones y la casa quedó terminada en siete semanas.-RH, nov. 1, 1898. 280

52. HAY QUE EVITAR LAS DEUDAS EN LAS INSTITUCIONES.
Dios no desea que su obra se vea continuamente estorbada por las deudas.  Cuando parezca deseable ampliar los edificios u otras dependencias de una institución, cuidad de no excederos en los gastos más allá de los recursos con que contáis.  Es mejor postergar las mejoras hasta que la Providencia abra el camino para que se lleven a cabo sin contraer deudas pesadas y sin tener que pagar intereses .
Las casas editoras han sido convertidas en lugares de depósito por nuestro pueblo, y en esta forma han podido proporcionar recursos para sostener la obra en diferentes campos, y han ayudado a llevar a cabo otras empresas.  Esto está bien.  No se ha hecho demasiado en este sentido.  El Señor lo ve todo.  Pero por la luz que él me ha dado debería realizarse todo esfuerzo posible para estar libres de deudas .

EN LA CASA EDITORA
La obra de publicaciones se fundó con abnegación y debería dirigirse mediante principios de estricta economía.  El asunto de las finanzas puede controlarse, si cuando hay exigencia de recursos, los obreros consienten en que se haga una reducción de los sueldos.  Este fue el principio que el Señor me reveló que debía introducirse en nuestras instituciones.  Cuando el dinero escasea, deberíamos estar dispuestos a restringir nuestras necesidades.
Hágase un cálculo correcto en relación con las publicaciones, y luego que todos en nuestras casas editoras 281 procuren economizar en toda forma posible, aun cuando esto implique inconvenientes considerables.  Vigílense los gastos pequeños. Deténgase toda fuga.  Son las pequeñas pérdidas las que significan mucho al final de cuentas.  Reunid los fragmentos; que nada se pierda.  No desperdiciéis los minutos en conversaciones; los minutos perdidos echan a perder las horas.  La diligencia perseverante y la fe que obra siempre serán coronadas por el éxito.
Algunos piensan que ocuparse de las cosas pequeñas está por debajo de su dignidad.  Piensan que esto es evidencia de una mente estrecha y de un espíritu mezquino.  Pero las vías de aguas pequeñas han hecho naufragar a más de un barco.  No debería permitirse que se pierda nada que pueda ser utilizado por alguien. La falta de economía con seguridad acarreará deudas sobre nuestras instituciones.  Aunque se reciba mucho dinero, se perderá en los pequeños derroches que ocurren en todos los ramos de la obra. 

LA ECONOMÍA NO SIGNIFICA TACAÑERÍA.
Cada hombre y mujer empleados en la casa editora deberían ser centinelas fieles que vigilen para que nada se desperdicie.  Todos deberían precaverse contra las necesidades supuestas que requieren gasto de dinero.  Algunos hombres viven mejor con una entrada de cuatrocientos dólares al año que otros con ochocientos. Así también ocurre con nuestras instituciones; algunas personas pueden administrarlas con mucho menos capital que otras.  Dios desea que todos los obreros practiquen la economía, y especialmente que sean contadores fieles.-7 T 206, 207.

AHORRO MEDIANTE UNA ADMINISTRACIÓN CUIDADOSA DEL SANATORIO
Los que están relacionados con nuestras instituciones necesitan estudiar cómo ahorrar en los gastos, de modo que las instituciones no entren en deudas.  Hay que manifestar prudencia en las compras.  Debe tratarse que el dinero 282 alcance para lo más posible.  Mediante una administración cuidadosa es posible ahorrar muchos dólares .
No hay que efectuar gastos a menos que se disponga del dinero para sufragarlos.  Hay personas relacionadas con nuestras instituciones que incurren en deudas que podrían evitarse.  Tal vez se incurre en gastos innecesarios para hermosear el edificio.  Con frecuencia se usa el dinero para complacer el gusto y la inclinación .

CADA OBRERO DEBE SER UN PRODUCTOR
Que todos se esfuercen valerosa y activamente por ahorrar antes que por gastar.  Decid a los que están dispuestos a consumir sin producir:  Es mi deber economizar en todo sentido.  No puedo estimular la extravagancia.  No puedo permitir que el dinero salga de mis manos para adquirir lo que no necesito.
Desde el más encumbrado hasta el más humilde, los obreros de Dios deben aprender a economizar.  Que cada uno se diga:  Restringiré en mí mismo cualquier inclinación a gastar dinero en forma innecesaria.  Que los que trabajan al servicio de Dios sean productores tanto como consumidores.  Considerad la grandeza de la obra y restringid la inclinación no cristiana a gastar dinero para la gratificación personal. Tomad en cuenta el costo de aquello que deseáis comprar .
Esto constituye una oportunidad excelente para que cada uno se conforme con su suerte y ocupe su lugar.  Que todos traten de producir alguna cosa.  Los que trabajan en la obra de Dios deberían estar dispuestos a ayudar cuandoquiera que su ayuda es necesaria.  Deberían limitar sus gastos todo lo posible, porque llegará el momento cuando se necesitará cada dólar que se pueda conseguir para llevar adelante la obra del Señor.
El empleo de ayudantes para los trabajos de adentro y de afuera es algo que requiere una cuidadosa consideración. 283  Los administradores de nuestras instituciones deben ser cuidadosos y prudentes.  No deberían contratar a un gran número de auxiliares a menos que esto constituya una necesidad real.  Con frecuencia se cometen errores en este sentido.

LOS EMPLEADOS FORMAN PARTE DE LA FIRMA
Los que colaboran en nuestras instituciones deberían actuar como si formaran parte de la firma.  No deberían pensar que deben trabajar tan sólo una cierta cantidad de horas cada día.  Cuando se presenta una situación de emergencia que requiere trabajo adicional, deberían responder voluntariamente y con gozo.  Deberían sentir un interés intenso en el éxito de la institución para la cual trabajan.  En esa forma estimularán a otros a trabajar con interés y concienzudamente.
Cristo dijo:  "Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada" (Juan 6:12).  Los que desempeñan una parte cualquiera en nuestras instituciones deben atender esta instrucción.  Deben preocuparse de que no se desperdicie ninguna de las provisiones espirituales y temporales que el Señor proporciona.  Los educadores deben aprender la economía y deben enseñarla a sus auxiliares.  Y los padres, por precepto y ejemplo deberían enseñar a sus hijos la ciencia de conseguir que una cantidad pequeña alcance para lo más posible.  Muchas familias pobres son pobres porque gastan su dinero tan pronto como lo reciben.
El cocinero de un sanatorio debería ser enseñado a adquirir y practicar hábitos de economía.  Ha de comprender que ningún alimento debe desperdiciarse.

"EN LO QUE REQUIERE DILIGENCIA, NO PEREZOSOS"
La Palabra inspirada nos dice:  "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor"  (Rom. 12:11).  Que todos los que están relacionados 284 con nuestros sanatorios lleven a cabo su trabajo con interés y fervor.  Si los ayudantes no han aprendido la ciencia de ser expeditivos, que comiencen de inmediato a educarse en este sentido, o bien que consientan en recibir un sueldo proporcional a la cantidad de trabajo que realizan.  Cada día las enfermeras y los ayudantes deberían adquirir mayor eficiencia, deberían ser más idóneos y útiles.  Pueden ayudarse personalmente a alcanzar normas cada vez más elevadas como manos ayudadoras del Señor.  Que los que son lentos por naturaleza se preparen cada día para realizar su trabajo con más rapidez y al mismo tiempo cuidadosamente. . .
 Los que reciben pago por su trabajo deberían aprovechar bien su tiempo.  Deberían ser productores tanto como consumidores.  A medida que se perfeccionen en este sentido serán cada vez más capaces de cumplir perfectamente la tarea que se les ha asignado.  Así estarán listos para encargarse de la obra en cualquier lugar.-Carta 87, 1901.

ECONOMÍA EN LA ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO
Hay que practicar la economía en todo sentido para mantenerse a flote y no ser ahogados por las deudas; sin embargo hay que aumentar la cuota que se paga por concepto de enseñanza.  Esto me fue presentado mientras estaba en Europa, y desde entonces ha sido presentado a vosotros y a nuestros colegios.  El problema de:  "¿Cómo pueden nuestros colegios mantenerse libres de deudas?" siempre seguirá siendo un problema hasta que se establezca un presupuesto sabio.  Aumentad las cuotas que pagan los alumnos por las facilidades educativas, y luego encargad de la cocina a personas que sepan cómo ahorrar y economizar.  Consíganse los mejores talentos, aunque haya que pagar sueldos buenos y razonables.  Estas medidas son indispensables.  Cuando se hayan adoptado estas precauciones las deudas no aumentarán en vuestros colegios . . . 285

LOS ALUMNOS DEBEN COLABORAR
Algunos dirán:  "Debemos tener menos alumnos".  Esto podría ser; pero los que ahora tenéis deberían apreciar su tiempo y ver la necesidad de realizar un trabajo diligente a fin de estar calificados para las posiciones que deberán ocupar.  Si se mantiene al Señor constantemente delante de los alumnos como Aquel a quien deben acudir en busca de consejo, tal como lo hizo Daniel, recibirán de él conocimiento y sabiduría.  Entonces todos se convertirán en canales de luz.  Exponed este asunto ante los alumnos.  Preguntad quiénes practicarán la abnegación y harán sacrificios para cancelar la deuda en que han incurrido.  En el caso de algunos alumnos tan sólo se necesita una mente bien dispuesta .
Que Dios ayude a los administradores de nuestros colegios a no incurrir nunca en gastos que excedan a las entradas, aun cuando el colegio deba ser cerrado.  En la administración financiera de nuestros colegios no ha habido el talento que se ha necesitado.  Dios pedirá cuenta a los administradores en relación con esto.  Debe abandonarse cada hábito innecesario y dispendioso, y debe abandonarse toda complacencia superflua.  Cuando los principios revelados tan claramente por la Palabra de Dios para todos los colegios sean tomados en cuenta y practicados con el ahínco con el que deberían practicarse, las deudas no se acumularán.-Carta 137, 1898.

PROTEGIENDO LAS FINANZAS DEL COLEGIO
Especialmente el director de un colegio debería preocuparse cuidadosamente de las finanzas de la institución.  Debería comprender los principios básicos de la contabilidad.  Debe informar fielmente el empleo de todo dinero que pasa por sus manos destinado a usarse en el colegio.  El colegio no debe gastar más allá de los fondos que posee, pero debe realizar todo esfuerzo posible para aumentar su utilidad. 286 Los que han sido encargados con la responsabilidad financiera de nuestras instituciones educativas, no deben permitirse ningún descuido en el desembolso de los recursos.  Todo lo que se relaciona con las finanzas de nuestros colegios debería ser perfectamente correcto.  Hay que seguir estrictamente el método del Señor, aunque esto no armonice con los métodos del hombre. . .
Si os sentís tentados a disponer del dinero que llega al colegio en una forma que no produzca un beneficio especial para la institución, vuestras normas necesitan ser criticadas cuidadosamente para que no llegue el tiempo cuando vosotros seáis juzgados y hallados faltos.  ¿Quién es vuestro contador?  ¿Quién es vuestro tesorero?  ¿Quién es vuestro gerente?  ¿Son cuidadosos y competentes?  Preocupaos de esto.  Es posible que se dé un mal destino al dinero sin que nadie comprenda claramente cómo ocurrió tal cosa; y es posible que un colegio pierda continuamente debido a una política imprudente de gastos.  Los administradores pueden sentir profundamente esa pérdida y pensar que han hecho su mejor parte.  ¿Pero por qué permiten que las deudas se acumulen?  Los que están a cargo de un colegio deben establecer cada mes cuál es el estado financiero real de la institución.-MS 65, 1906.

APARTAOS DE LA DEUDA COMO SI FUERA LEPRA
Hay que practicar economía en todo lo que se relaciona con el colegio.  Los que van al colegio generalmente salen de hogares sencillos, donde han estado acostumbrados a las comidas comunes, sin muchos platos.  Están habituados a consumir alimento sencillo y sano al mediodía.  Sería mejor para todos si se tuviera una comida liviana al atardecer.  Hay que tener estrictamente en cuenta la economía porque en caso contrario se contraerán deudas. Manteneos dentro de los límites.  Apartaos de la deuda como os apartaríais de la lepra.-Carta 60, 1896. 287

53. CUANDO SE FALLA EN CALCULAR EL COSTO.
Hay hombres que no actúan con prudencia.  Están ansiosos por causar una gran impresión.  Piensan que la ostentación aumentará su influencia.  En su trabajo, no se sientan primero a calcular el costo, a ver si serán capaces de terminar lo que han comenzado.  En esta forma manifiestan su debilidad.  Muestran así que tienen mucho que aprender acerca de la necesidad de actuar con cuidado y precaución.  Su confianza propia los induce a cometer muchos errores.  En esta forma algunos han recibido un daño del que nunca se recuperarán.
Este ha sido el caso con varias personas que se han sentido competentes para establecer y administrar sanatorios.  Como resultado fracasan, y cuando se encuentran endeudadas piden a la Asociación Médica Misionera que se encargue de la institución fracasada y asuma sus obligaciones por pagar. . .  La Asociación Médica Misionera se perjudica al encargarse de tantos sanatorios en bancarrota.  Que los que han administrado estos sanatorios y han andado por caminos falsos, comiencen a pensar sensatamente.  Que no se los señale como fracasados.  Esto echa a perder el valor de los hombres buenos.

Hombres que habrían podido hacer bien si se hubiesen consagrado a Dios, si hubiesen estado dispuestos a trabajar con humildad, a ampliar lentamente su negocio, y a rehusar endeudarse, han fracasado porque no han trabajado correctamente.  Y después de entrar en dificultades han tenido que liquidar lo que les quedaba, porque eran administradores 288 incompetentes.  Deseaban tener alivio de la presión financiera y no se detuvieron en pensar en las consecuencias.
Los que ayudan a tales personas a salir de sus dificultades se sienten tentados a atarlas con cuerdas tan fuertes en términos de promesas que en adelante los que han sido ayudados llegan a pensar que son esclavos.  Pocas veces logran sobreponerse a la reputación de malos administradores y fracasados.
Se me ha pedido que diga a los que se endeudan en esta forma:  No os deis por vencidos si estáis avanzando correctamente.  Trabajad con toda vuestra capacidad para aliviar la situación vosotros mismos.  No recarguéis con una institución con problemas a una asociación que ya está pesadamente cargada con deudas.  Es mejor que cada sanatorio sea responsable por sí mismo.

Los que están a cargo de nuestros sanatorios deberían actuar con precaución.  Habrá momentos de poco progreso.  Actúen con sabiduría, tacto y adaptabilidad.  Aprendan y practiquen las instrucciones que Cristo dio concernientes a la edificación de una torre.  La previsión es de mucho más valor que cualquier idea tardía -cuando un descuido de los cálculos prudentes y de la administración cuidadosa ha llevado evidentemente al fracaso.  Los administradores que son negligentes, que no saben cómo administrar, deberían ser separados de la obra.  Asegúrense los servicios de hombres y mujeres que sepan manejar las cosas, para que la obra no se enrede.
Que todos los que se relacionan con nuestras instituciones se humillen delante de Dios.  Que le pidan que les ayude a trazar planes con sabiduría y economía para que las instituciones arraiguen firmemente y lleven fruto para gloria de Dios.  No deben depender de los hombres.  Deben contemplar a Jesús.  Deben velar y orar dando acciones de gracias.  Aseguraos de que estáis estrechamente relacionados con Cristo.-Carta 199, 1901. 289

DEUDAS CONTRAÍDAS POR EDIFICAR EN EXCESO
Hno. ------------, contraer deudas no es obrar con sabiduría.  Ud. es un hombre prudente y no necesita que le recuerde esto. Una deuda es un yugo, un yugo duro e irritante.  No es prudente comprar otro terreno cerca de -----------, Ud. se ha visto apremiado casi más allá de toda medida en su esfuerzo por edificar y equipar el sanatorio de ----------------.  Habría sido más conveniente construir un edificio más pequeño.  Yo siempre pensé que habría sido mejor reducir los planes de construcción aún más de lo que se los ha reducido, y entonces, cuando hubiera habido recursos y se hubiera necesitado más espacio, el edificio habría podido ampliarse.  Habría costado mucho menos equipar un edificio más pequeño.-Carta 158, 1902.

ENTRAMPADO POR UN MAL CÁLCULO
Si seguimos los planes del Señor tendremos oportunidad de comprar a un precio razonable, con el fin de establecer sanatorios, propiedades que ya cuentan con edificios utilizables, y cuyo terreno ya está adornado con árboles ornamentales.   Me han sido mostrados muchos de estos lugares.  Se me ha dicho que las ofertas liberales hechas en relación con estos lugares deberían considerarse cuidadosamente. . .
Sin embargo, algunas veces puede ser necesario elegir un lugar donde no se hayan hecho mejoras ni donde no se hayan erigido edificios.  En este caso, debemos tener cuidado de no elegir un lugar que requerirá un cuantioso desembolso para ponerlo en condiciones de servicio.  Por la falta de experiencia y por falta de cálculos podemos ser entrampados e incurrir en grandes deudas, debido a que los edificios y las mejoras pueden costar dos o tres veces tanto como lo que habíamos calculado.-MS 114, 1902.

DEPENDIENDO DE DINERO EN PERSPECTIVA
El director y el gerente deben trabajar unidos.  El gerente debe velar para que los gastos no excedan a las 290 entradas.  Debe saber con cuántos fondos se cuenta para que la obra aquí no sea cargada por las deudas como lo fue en Battle Creek.  La condición en que se encuentran las cosas aquí nunca debió haber existido.  Es el resultado de la obra de hombres que no están bajo la dirección de Dios.  Cuando los hombres se someten a la dirección de Dios, la obra avanza armoniosamente; pero cuando se coloca en cargos de responsabilidad en la obra a hombres de temperamento fuerte que no están controlados por Dios, la causa es puesta en peligro, porque sus temperamentos fuertes los inducen a usar un dinero que tienen tan sólo en perspectiva.-MS 106, 1899.

EMPRESAS PREMATURAS SIN UN AMPLIO CONSEJO
Se requiere talento especial para iniciar un sanatorio y colocarlo en pie de funcionamiento, aunque estas empresas sean de índole privada.  Antes de iniciar tal empresa, nuestros hermanos deberían pedir el parecer de consejeros sabios.----------- debe ser trabajado; pero debe ser trabajado en la forma correcta.  Si se inicia un proyecto que termina en chasco, si el que toma la responsabilidad de la obra sobre sí mismo falta en su empresa, será muy difícil vencer la impresión que así se ha hecho contra la verdad.
Quienquiera que contemple la iniciación de un sanatorio debería consultar a sus hermanos que han llevado la carga de la obra en campos cercanos y lejanos.  No podemos soportar que nuestra obra médica en las ciudades cause ninguna otra impresión a no ser que Dios es nuestro guía y nuestro amparo. . .
Se me ha instruido que diga a nuestros hermanos de todas partes:  Considérense en primer término las empresas que ya se han iniciado en campos necesitados, antes que se inicien nuevos proyectos, porque en caso contrario nuestro pueblo tendrá que soportar una pesada carga de deudas.-Carta 5, 1905. 291

54. AVANZANDO POR FE.
No siempre es lo más juicioso negarse a emprender algo que demande grandes gastos porque no se dispone del dinero necesario para terminar el negocio.  En la edificación de su obra, el Señor no allana siempre el camino delante de sus siervos.  A veces prueba la confianza de su pueblo haciéndole avanzar por fe.  A menudo lo pone en situaciones difíciles y críticas, y le ordena avanzar cuando ya sus pies parecen tocar las aguas del mar Rojo. Es en ocasiones semejantes, mientras sus siervos elevan oraciones a él con fervor y fe, cuando él abre la vía delante de ellos y los conduce a lugares espaciosos.
El Señor quiere que su pueblo actual esté convencido de que hará por él cosas tan grandes como las que hizo en favor de los hijos de Israel durante su viaje de Egipto a Canaán.  Debemos tener una fe educada, que no vacile en seguir las instrucciones del Señor en los momentos difíciles.,  "¡Adelante!" Tal es la orden que Dios da a su pueblo.

La ejecución de los planes del Señor exige fe y gozosa obediencia. Cuando él señala la necesidad de establecer la obra en lugares donde podrá ejercer influencia, se debe andar y obrar por la fe.  Por su conducta piadosa, su humildad, sus oraciones y esfuerzos fervientes, los hermanos deben luchar por inducir a la gente a apreciar la buena obra que el Señor ha establecido en su medio. 

Era propósito del Señor que el sanatorio de Loma Linda pasase a ser propiedad de nuestro pueblo; y lo realizó en un momento cuando los torrentes de las dificultades desbordaban de su cauce.
Cuando se trata de atender a los intereses personales, los 292 hombres pueden seguir su propio juicio.  Pero el llevar adelante la obra del Señor en la tierra es asunto enteramente distinto.  Cuando él indica que la compra de una propiedad determinada es necesaria para el progreso de su causa y la edificación de su obra, ya se trate de un sanatorio, de una escuela o de cualquier otra institución, él hará su adquisición posible si los que tienen experiencia muestran su fe y su confianza en sus planes, y obran con prontitud para aprovechar las ventajas que Dios les señala.  Si bien no debemos procurar arrebatar la propiedad de nadie, debemos, sin embargo, ver y aprovechar con prontitud las ventajas cuando ellas se nos ofrecen, a fin de poder hacer planes para la edificación de la obra.  Después de esto, debemos dedicar todas nuestras energías a obtener del pueblo de Dios ofrendas voluntarias para sostener esas nuevas instituciones.-JT 3, 419, 420.

EL PELIGRO DE LAS POSICIONES EXTREMAS
Es correcto tomar prestado dinero para llevar adelante una obra que sabemos que Dios quiere que se realice.  No debemos esperar rodeados de incomodidades y hacer la obra mucho más dura, porque no queremos tomar dinero prestado.  Se han cometido errores al incurrir en deudas para hacer lo que bien habría podido esperar hasta un tiempo futuro.  Pero existe el peligro de ir al otro extremo.  No debemos colocarnos en una posición que pondrá la salud en peligro y hará que nuestra tarea sea cansadora.  Debemos obrar con sensatez.  Debemos llevar a cabo la obra que necesita realizarse, aun cuando tengamos que tomar dinero a préstamo y pagar intereses.-Carta 111, 1903.

CUIDADO CON LOS ERRORES A AMBOS LADOS
El asunto que ahora nos confronta es:  ¿Trataremos de conseguir los lugares que nos parecen deseables en precio y ubicación, cuando no podemos decir de dónde vendrá el 293 dinero que necesitamos?  Los Hnos. --------------, ---------------, y otras personas se oponen al aumento de las deudas.  Pero no estoy preparada para decir que no deberíamos, bajo ninguna circunstancia, comprar terrenos hacia los cuales el Señor parece haber dirigido nuestras mentes, cuando no hay otra dificultad fuera de la falta de dinero en efectivo, y considerando que por la providencia de Dios podríamos pagar prontamente esa propiedad.  Debemos precavernos contra los errores en ambos lados.-Carta 167, 1902.

UN FRENO EN LAS RUEDAS DEL PROGRESO
La idea según la cual no habría que establecer un sanatorio a menos que pudiera iniciarse sin deuda, ha puesto un freno sobre las ruedas del progreso.  Al edificar casas de culto hemos tenido que tomar dinero prestado a fin de llevar a cabo algo de inmediato. Hemos estado obligados a hacer esto para cumplir las direcciones de Dios.  Personas profundamente interesadas en el progreso de la obra han tomado dinero en préstamo y han pagado intereses sobre él a fin de establecer colegios y sanatorios y para edificar casas de culto.  Las instituciones que se han establecido en esta forma y las iglesias que se han edificado han sido los medios para ganar a muchas personas a la verdad.  En esta forma el diezmo ha sido aumentado y se han añadido obreros a las fuerzas del Señor.-Carta 211, 1904.

PÉRDIDA POR FALTA DE FE
Dios quiere que el estandarte sea elevado cada vez más. La iglesia no puede abreviar su tarea sin negar a su Maestro.  Hay que edificar templos en muchos lugares.  ¿Es economía dejar de proveer nuestras ciudades de lugares de culto donde el Redentor pueda reunirse con su pueblo?  No causemos la impresión de que consideramos un gasto demasiado grande proveer adecuadamente para la recepción de nuestro Huésped celestial. 294
Necesitamos la sabiduría de Dios al trazar planes de construcción.  No necesitamos incurrir innecesariamente en deudas, pero quisiera decir que no es necesario que en cada caso deba tenerse en mano todo el dinero requerido para completar una construcción antes de que el trabajo comience.  Con frecuencia debemos avanzar por fe, trabajando en forma tan expeditiva como sea posible.  Por falta de fe dejamos de recibir el cumplimiento de las promesas de Dios. Debemos trabajar, orar y creer.  Debemos avanzar firmemente y con entusiasmo, confiando en el Señor, y diciendo:  "No fracasaremos ni nos desanimaremos".-RH, sep. 7, 1905. 295

55. PALABRAS DE UN CONSEJERO DIVINO.
En una visión nocturna recibida hace poco, me encontraba en unas reuniones de junta. En esas reuniones se pronunciaban palabras que tenían más sabor humano que divino. Se consideraba la obra médica en ------------- . Se propusieron planes que, a menos que se los modifique atarían la obra y no conseguirían aliviar la situación. Se pidió a la Asociación General que prometiera reunir una suma no menor de veinte mil dólares, o responsabilizarse por esa cantidad, a fin de establecer un sanatorio en ----------------. Debido a que el pastor -----------------, rehusó consentir en colocar esta obligación adicional sobre la Asociación General, fue criticado severamente por algunos. Pero bajo las circunstancias existentes, él pensaba que el Señor le había prohibido colocar esta carga sobre la Asociación. Admiro el juicio que el pastor ---------------- ejerció acerca de este asunto. . .
Pero volvamos a la reunión de junta: una vez más Uno que durante mucho tiempo ha sido nuestro Consejero, estaba presente a fin de darnos la palabra del Señor. Dijo:  "El Señor no será glorificado si colocáis el yugo de la deuda sobre la Asociación General.  El Señor, en una forma especial, ha tratado de arrancar de los cuellos de los miembros de su pueblo los aflictivos yugos de las deudas que han llevado durante tanto tiempo.  La Asociación no debe volver a recorrer el mismo camino que ellos han recorrido". . .
Algunos todavía no han aprendido la lección que Cristo enseñó acerca de la edificación de una torre.  El preguntó:  "¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se 296 sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?  No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo:  este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar" (Luc. 14: 28-30).  Esta advertencia ha sido desoída.
Cuando los hombres que ocupan cargos de responsabilidad tienen tanta premura por establecer alguna nueva institución en forma prematura, el espectáculo presentado no redunda solamente contra los intereses de la causa del Señor, sino también contra los intereses de quienes, obrando guiados por la sabiduría humana han tratado de adelantar demasiado rápidamente.  Dios no es glorificado por quienes intentan ir más a prisa que lo que él guía.  El resultado de esto es confusión, perturbación y zozobra.  El Señor no desea que sus representantes repitan estos errores, porque el registro pasado de estos hechos no lo glorifica.-MS 144, 1902.

NO SE REPITAN LOS ERRORES DEL PASADO
Una especie de frenesí se ha apoderado de las mentes de algunos y los ha guiado a llevar a cabo empresas que insumen dinero sin tener ninguna posibilidad de producir recursos en el futuro.  Si este dinero se hubiese empleado en la forma como el Señor se había propuesto, habría sido posible preparar obreros para que realicen la obra que debe efectuarse antes de la venida de nuestro Señor.  El mal uso de los recursos muestra la necesidad de la advertencia del Señor según la cual su obra no debe ser atada por proyectos humanos, y en cambio debe llevarse a cabo en forma tal que fortalezca su causa.
Los hombres han endeudado la causa al trabajar guiados por planes erróneos.  Que no se repita esto.  Que los dirigentes de la obra actúen cautelosamente y rehúsen sepultar la causa de Dios bajo las deudas.  Que nadie actúe 297 descuidadamente, temerariamente, pensando sin tener base para ello, que todo saldrá bien.-7T 283, 284.

LEVANTAD LAS DEUDAS
Dios quiere que aprendamos lecciones de los fracasos del pasado.  A él no le agrada que sus instituciones estén endeudadas.  Hemos llegado al tiempo cuando debemos dar reputación a la obra rehusando erigir edificios grandes y costosos.
No debemos copiar los errores cometidos en lo pasado, e incurrir cada vez en más deudas.  Más bien debemos esforzarnos por levantar las deudas que todavía pesan sobre nuestras instituciones. Nuestras iglesias pueden ayudar en esto, si así lo desean.  Los miembros a quienes el Señor ha dado recursos pueden invertir su dinero en la causa sin percibir intereses, o a un interés muy bajo, y mediante sus ofrendas voluntarias pueden ayudar a sostener la obra.  El Señor os pide que le devolváis gozosamente una parte de los bienes que él os ha prestado, para convertiros así en sus mayordomos.-RH, agosto 13, 1908.

LLEGARÁN RECURSOS EN TIEMPO DE REFORMA
Cuando se busca al Señor y se confiesan los pecados, cuando se lleva a cabo la reforma necesaria, el celo y el fervor unidos se manifestarán en la devolución de lo que se ha retenido.  El Señor mostrará su amor perdonador y llegarán recursos para cancelar las deudas de nuestras instituciones.-8 T 89.

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Administración y finanzas de los colegios, JT 2, 465 - 476.
Deuda en el sanatorio danés, 6 T 463 - 467.
Alivio para los colegios, 6 T 468 - 478.
Direcciones a seguir al edificar, JT 3, 116 - 120.
Ventajas de un comienzo humilde, 1 T 558, 559.
Plan para liquidar las deudas institucionales, 9 T 71, 75, 79, 80, 88; FE 520-524.
Evítense como si fueran una enfermedad, JT 2, 470.
Evítense como si fuera la lepra, JT 2, 476.
Protegeos contra ella como con un cerco de alambres de púas, 7T 236.
El oprobio de las deudas; la sombra de las deudas, JT 2, 475, 476.
Levantando las deudas de la iglesia, 6T 103. 301

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