domingo, diciembre 13, 2009

SECCIÓN V. LA FUERZA VIGORIZANTE DE LA VIDA


23. El Amor, Un Principio Divino Y Eterno
El amor, el principio de acción.
Cuando el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás... porque el amor es el principio de acción, que modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos. -4T 223 (1876); 3TS 265.

Es diferente de cualquier otro principio.
El amor puro es sencillo en sus manifestaciones, y distinto de cualquier otro principio de acción. 1JT 209 (1876).

Es una planta delicada que debe ser cultivada y apreciada.
El amor es una planta tierna, y debe ser cultivada y apreciada, y las raíces de la amargura deben ser arrancadas de su alrededor, a fin de que tenga lugar para expandirse, y entonces llevará bajo su influencia a todos los poderes de la mente, y del corazón, para que amemos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. -NEV 175 (1894).

El sustituto de Satanás: egoísmo en vez de amor.
Por la 210 desobediencia se pervirtieron las facultades del hombre, y el egoísmo reemplazó al amor. Su naturaleza se debilitó de tal manera, que le resultó imposible resistir al poder del mal; el tentador vio que se cumplía su propósito de estorbar el plan divino de la creación del hombre, y de llenar la tierra de miseria y desolación. 
CM 33 (ed PP); 30 (ed ACES) (1913).

El amor brota espontáneamente cuando el yo se oculta.
Cuando el yo se oculta en Cristo, brota espontáneamente el verdadero amor. No es una emoción o un impulso sino una decisión de una voluntad santificada. No consiste en un sentimiento sino en la transformación de todo el corazón, el alma y el carácter, los cuales están muertos al yo y vivos para Dios. Nuestro Señor y Salvador nos pide que nos entreguemos a El. Entregar el yo a; Dios es todo lo que nos pide, darnos a El para que nos use como lo vea conveniente. Hasta que no lleguemos a este punto de sumisión, no trabajaremos con alegría, utilidad ni éxito en ninguna parte. -6BC 1100, 1101 (1898).

El amor no es un impulso sino un principio divino.
Un supremo amor a Dios y un amor abnegado hacia nuestros semejantes, es el mejor don que nuestro Padre celestial puede conferirnos. Tal amor no es un impulso, sino un principio divino, un poder permanente. El corazón no consagrado no puede originario ni producirlo. Sólo se encuentra en el corazón en que reina Jesús. "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero" (1 Juan 4: 19)., En el corazón renovado por la gracia divina, el amor es el principio de acción dominante. -HAp 455 (1911).

El amor, una fuerza intelectual y moral.
El amor es poder. Este principio encierra una fuerza intelectual y moral, que no puede separarse de él. El poder de la riqueza tiende a corromper y destruir. El poder de la fuerza es grande 211 para hacer daño; pero la excelencia y el valor del amor puro consisten en su eficiencia para hacer bien, solamente el bien. Cualquier cosa que se haga por puro amor, por pequeña o despreciable que sea a la vista de los hombres, es completamente fructífera; porque Dios considera más con cuánto amor se trabajó que la cantidad lograda. El amor es de Dios. El corazón inconverso no puede producir esta planta cultivada por el Cielo, porque ésta vive y florece solamente donde Cristo reina. -1JT 207, 208 (1868).

El amor, una atmósfera fragante.
Cada alma está rodeada de una atmósfera propia, de una atmósfera que puede estar cargada del poder vivificante de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado. Toda persona con la cual nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente afectada por la atmósfera que nos rodea. -PVGM 274 (ed PP); 238-(ed ACES) (1900).

Desarraiga el egoísmo y las luchas.
La cadena dorada del amor, que liga los corazones de los creyentes en unidad, con vínculos de amistad y de amor, y en unidad con Cristo y el Padre, realiza la perfecta conexión y da al mundo un testimonio del poder del cristianismo que no puede ser controvertido... Entonces el egoísmo será desarraigado y no existirá más. Entonces no habrá luchas ni divisiones. No habrá obcecación en ninguno que esté unido con Cristo. Ninguno manifestará la obcecada independencia del hijo descarriado e impulsivo, que desecha la mano que se extiende para conducirlo, y tropieza y anda en sus propios caminos. -NEV 175 (1893).

El fruto del amor puro.
"Todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Mateo 7: 12). Como fruto de una conducta 212 tal se verán resultados bienaventurados. "Con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir" (Lucas 6: 38). Estos son los poderosos motivos que deben constreñirnos a amarnos unos a otros con corazón puro y con fervor. Cristo es nuestro ejemplo. El anduvo haciendo bienes. Vivió para beneficiar a otros. El amor embelleció y ennobleció todas sus acciones.
No se nos ordena que nos hagamos a nosotros mismos lo que desearíamos que otros hiciesen con nosotros; debemos hacer a otros lo que quisiéramos que ellos nos hiciesen en iguales circunstancias.  Siempre se nos vuelve a aplicar la medida con que medimos.
El amor puro es sencillo en sus manifestaciones, y distinto de cualquier otro principio de acción. El amor por la influencia y el deseo de que otros nos estimen, puede producir una vida bien ordenada, y con frecuencia una conversación intachable. El respeto propio puede inducirnos a evitar la apariencia del mal. Un corazón egoísta puede ejecutar acciones generosas, reconocer la verdad presente y expresar humildad y afecto exteriormente, y sin embargo, los motivos pueden ser engañosos e impuros; las acciones que fluyen de un corazón tal pueden estar privadas del sabor de vida, de los frutos de la verdadera santidad, y de los principios del amor puro. Debe albergarse y cultivarse el amor, porque su influencia es divina. -1JT 208, 209 (1868).

El amor hace concesiones.
El amor de Cristo es profundo y ferviente, y mana como una corriente incontenible hacia todos los que quieran aceptarlo. En este amor no hay egoísmo. Si este amor de origen celestial es un principio permanente en el corazón, se dará a conocer no sólo a aquellos con quienes estamos más vinculados por amor en una relación sagrada, sino a todos con quienes nos relacionamos. Nos inducirá a prestar pequeñas atenciones, a hacer concesiones, a impartir actos de bondad, a pronunciar palabras tiernas, veraces, animadoras. Nos impulsará a simpatizar con aquellos cuyos corazones anhelan simpatía. -5SDABC 1114 (1899). 213

El amor gobierna los motivos y las acciones.
La atención más cuidadosa a las cualidades externas de la vida no basta para excluir toda inquietud, juicio duro y palabra inconveniente. Nunca se revelará verdadero refinamiento mientras se tenga al yo como objeto supremo. El amor debe morar en el corazón. Un cristiano cabal encuentra sus motivos de acción en su profundo amor cordial hacia su Maestro. De las raíces de su afecto por Cristo brota un interés abnegado en sus hermanos. El amor imparte a su poseedor gracia, propiedad y dignidad de comportamiento. Ilumina el rostro y suaviza la voz; refina y eleva todo el ser. -OE 129 (1915).

El amor interpreta favorablemente los motivos de los otros.
El amor "no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor". El amor que se asemeja al de Cristo atribuye las razones más favorables a los motivos y los actos de los demás. No expone innecesariamente sus faltas; no escucha con ansias los informes desfavorables; más bien trata de recordar las buenas cualidades de los demás. -HAp 263 (1911).

El amor suaviza la vida entera.
Los que aman a Dios no pueden abrigar odio o envidia. Mientras que el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás. . . Este amor no se reduce a incluir solamente "a mí y a los míos", sino que es tan amplio como el mundo y tan alto como el cielo, y está en armonía con el de los activos ángeles. Este amor, albergado en el alma, suaviza la vida entera, y hace sentir su influencia en todo su alrededor. Poseyéndolo, no podemos sino ser felices, sea que la fortuna nos favorezca o nos sea contraria.
Si amamos a Dios de todo nuestro corazón, debemos amar también a sus hijos. Este amor es el Espíritu de Dios. Es el adorno celestial que da verdadera nobleza y dignidad al alma y asemeja nuestra vida a la del Maestro. Cualesquiera que sean las buenas cualidades que tengamos, por honorables 214 y refinados que nos consideremos, si el alma no está bautizada con la gracia celestial del amor hacia Dios y hacia nuestros semejantes, nos falta verdadera bondad, y no estamos listos para el cielo, donde todo es amor y unidad. -4T 223, 224 (1876); 3TS 265, 266.

El verdadero amor es espiritual.
El amor, fuera del ámbito de la pasión y el impulso, llega a espiritualizarse y se revela en palabras y actos. Un cristiano debe tener ternura y amor santificados, en los cuales no hay impaciencia o desasosiego; los modales rudos y ásperos deben ser suavizados por la gracia de Cristo. -5T 335 (1885).

El amor vive de la acción.
El amor no puede vivir sin acción, y cada acto lo aumenta, fortalece y extiende. El amor alcanzará la victoria donde la discusión y la autoridad sean impotentes. El amor no obra por ganancia o recompensa; sin embargo, Dios ha manifestado que toda labor de amor tendrá una gran ganancia como seguro resultado. Su naturaleza es difundirse, y obrar en forma tranquila, aunque en su propósito es poderoso para vencer grandes males. Su influencia enternece y transforma, y al apoderarse de la vida de los pecaminosos afecta su corazón aun cuando ningún otro medio haya tenido éxito.
Donde quiera que se emplee el poder del intelecto, de la autoridad o de la fuerza, y no se manifieste la presencia del amor, los afectos y la voluntad de aquellos a quienes procuramos alcanzar, asumen una actitud defensiva y rebelde, y se refuerza su resistencia. Jesús fue el Príncipe de paz. Vino al mundo para poner en sujeción a sí mismo la resistencia y la autoridad. Podía disponer de sabiduría y fortaleza, pero los medios que empleó para vencer el mal, fueron la sabiduría y la fuerza del amor. -1JT 208 (1868}.

Evidencias de un nuevo principio de vida.
Cuando los hombres no están vinculados por la fuerza o los intereses propios, sino por el amor, manifiestan la obra de una 215 influencia que está por encima de toda influencia humana. Donde existe esta unidad, constituye una evidencia de que la imagen de Dios se está restaurando en la humanidad, que ha sido implantado un nuevo principio de vida. Muestra que hay poder en la naturaleza divina para resistir a los agentes sobrenaturales del mal, y que la gracia de Dios subyuga el egoísmo inherente en el corazón natural. -DTG 632 (1898) 216

24. El Amor En El Hogar*
Fuente del verdadero afecto humano.
Nuestros afectos mutuos surgen de una común relación con Dios. Somos una familia y nos amamos los unos a los otros como él nos amó. Cuando se compara este afecto verdadero, santificado y disciplinado, con la cortesía ampulosa del mundo, las expresiones carentes de significado de la amistad efusiva son como paja de la era. 
HHD 103 (1896).
Amar como Cristo amó significa manifestar abnegación en todo momento y lugar, mediante palabras amantes y un continente agradable. . .. El amor genuino es un precioso atributo que se origina en el cielo, y cuya fragancia crece en proporción a la forma en que se lo dispensa a los demás. . .-HHD 103 (1899).

El amor une los corazones.
Haya entre ellos amor mutuo y sopórtense uno a otro. Entonces el casamiento, en vez de ser la terminación del amor, será más bien su verdadero comienzo. El calor de la verdadera amistad, el amor que une 217 un corazón al otro, es sabor anticipado de los goces; del cielo... Ame cada uno de ellos al otro antes de exigir que el otro le ame. 
MC 279 (1905).

El afecto puede ser puro pero superficial.
Vuestro afecto podrá ser tan claro como el cristal, arrobador en su pureza, y sin embargo, podría ser superficial por no haber sido probado. Dad a Cristo, en todas las cosas, el lugar primero, el último y el mejor. Contempladle constantemente, y vuestro amor por él, en la medida en que sea probado, se hará cada día más profundo y más fuerte. Y a medida que crezca vuestro amor por él, vuestro amor mutuo aumentará también en fuerza y profundidad. "Nosotros todos., mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza" (2 Corintios 3: 18).
3JT 96 (1902).

El amor no puede existir sin expresión.
Al ser reprimidos, los impulsos de sociabilidad y generosidad se marchitan el corazón sé vuelve desolado y frío... El amor no puede durar mucho si no se le da expresión. No permitáis que el corazón de quienes os acompañen se agoste por falta de bondad y simpatía de parte vuestra.-MC 278 (1905).

El amor es una planta que debe tratarse con ternura.
La preciosa planta del amor ha de ser tratada con ternura, y llegará a ser fuerte y vigorosa y rica en frutos, y dará expresión a todo el carácter.-Carta 50, 1893.

No refrenar los impulsos amantes.
Estimulad la expresión del amor hacia Dios y de unos hacia otros. La razón por la cual hay tantos hombres y mujeres de corazón duro en el mundo es porque el verdadero afecto ha sido considerado como debilidad, y ha sido desalentado y reprimido. La mejor naturaleza de estas personas fue ahogada en la infancia; y a menos que la luz del amor divino derrita su frío egoísmo, su felicidad quedará arruinada para siempre. Si 218 queremos que nuestros hijos posean el tierno espíritu de Jesús y la simpatía que los ángeles manifiestan por nosotros, debemos estimular los impulsos generosos y amantes de la infancia. 
DTG 475 (1898).

El amor no es pasión.
El amor es una planta de origen celestial. No es irrazonable, no es ciego. Es puro y santo. Pero la pasión del corazón carnal es enteramente otra cosa. Mientras el amor puro hará intervenir a Dios en todos sus planes y estará en perfecta armonía con el Espíritu de Dios, la pasión será terca, irreflexiva, irrazonable, desafiante de toda sujeción, y hará un ídolo del objeto de su elección.
La gracia de Dios se mostrará en toda la conducta del que posee verdadero amor. La modestia, la sencillez, la sinceridad, la moralidad y la religión, caracterizarán cada paso hacia la alianza del matrimonio. 
RH, 25 de sept. de 1888; MJ 456.

El verdadero amor prepara para el matrimonio de éxito.
El amor verdadero es un principio santo y elevado, por completo diferente en su carácter del amor despertado por el impulso, que muere de repente cuando es severamente probado. Mediante la fidelidad al deber en la casa paterna, los jóvenes deben prepararse para formar su propio hogar. Practiquen allí la abnegación propia, la amabilidad, la cortesía y la compasión del cristianismo. El amor se conservará vivo en el corazón, y los que salgan de tal hogar para ponerse al frente de su propia familia, sabrán aumentar la felicidad de la persona a quien hayan escogido por compañero o compañera de su vida. Entonces el matrimonio, en vez de ser el fin del amor , será su verdadero principio. -PP 174 (1890).

El amor y la disciplina propia unen a la familia.
Procuren los padres manifestar en su propio carácter y en su vida doméstica el amor y la benevolencia del Padre celestial. Llenen el hogar de alegría. Para vuestros hijos esto valdrá más que tierras y dinero. Cultívese en sus corazones el amor al 219 hogar, para que puedan mirar hacia atrás, hacia el hogar de su niñez, y ver en él un lugar de paz y felicidad, superado sólo por el cielo. Los miembros de una familia no tienen todos idéntico carácter, y habrá muchas ocasiones para ejercitar la paciencia e indulgencia; pero por el amor y el dominio propio todos pueden vincularse en la más estrecha comunión. -PP 174 (1890).

Características del amor verdadero 
(consejo a un esposo obstinado).
El amor verdadero y puro es precioso. Es celestial en su influencia. Es profundo y permanente. No es espasmódico en sus manifestaciones. No es una pasión egoísta. Lleva fruto. Conducirá a un esfuerzo constante para hacer feliz a su esposa. Si usted tiene este amor, será natural hacer este esfuerzo. No parecerá forzado. Si sale para un paseo o para asistir a una reunión, será tan natural como respirar el escoger a su esposa para que lo acompañe y procurar hacerla feliz en su compañía. Usted considera los logros espirituales de ella como inferiores a los suyos, pero he visto que Dios está más satisfecho con el espíritu de ella que con el que usted mismo posee.
Usted no es digno de su esposa. Ella es demasiado buena para usted. Ella es una planta frágil y sensible; necesita ser atendida con ternura. Ella desea fervientemente hacer la voluntad de Dios. Pero tiene un espíritu orgulloso y es tímida, y huye de los reproches. Ser objeto de observaciones o comentarios es como la muerte para ella.  Sea su esposa amada, honrada y apreciada en cumplimiento del voto matrimonial, y saldrá de la posición reticente y apocada que es natural en ella. -2T 416 (1870).

El alma anhela un amor superior.
Su esposa debería hacer grandes esfuerzos para salir de su reserva grave y retraída, y para cultivar la sencillez en todos sus actos. Y cuando se despierten las facultades superiores en usted y se fortalezcan con el ejercicio, comprenderá mejor los deseos de las mujeres; comprenderá que el alma suspira por 220 un amor de nivel superior y más puro que el del orden inferior de las pasiones animales. Estas pasiones han sido fortalecidas en usted por el estímulo y la ejercitación. Si ahora, en el temor de Dios, subyuga su cuerpo y procura relacionarse con su esposa con amor puro y elevado, los deseos de la naturaleza de ella serán satisfechos. Acérquela a su corazón; estímela altamente. -2T 415 (1870).

El amor encuentra expresión en palabras y hechos.
L________ necesita cultivar el amor por su esposa, amor que encuentre expresión en palabras y hechos. Debería cultivar un afecto tierno. Su esposa tiene una naturaleza sensible y apegada, y necesita ser atendida. Ella recordará cada palabra tierna, cada palabra de aprecio y ánimo afectuoso y la devolverá en bendiciones sobre su esposo. La naturaleza indiferente del esposo debe ser puesta en contacto estrecho con Cristo, a fin de que la rigidez y fría reserva pueda ser subyugada y suavizada por el amor divino.
No será debilidad ni sacrificio de la hombría y la dignidad el otorgar a su esposa expresiones de ternura y simpatía en palabras y hechos; y no las limite al círculo de la familia, sino extiéndalas a los que están fuera de ella. L____ tiene una obra que hacer consigo mismo que ninguno puede hacer por él. Puede fortalecerse en el Señor llevando cargas en su causa. Su afecto y amor deberían estar centrados en Cristo y en las cosas celestiales, y debería estar formando un carácter para la vida eterna. -3T 530, 531 (1875).

Los pequeños actos revelan el verdadero amor.
El amor no puede existir sin rebelarse en actos exteriores así como el fuego no puede mantenerse encendido sin combustible. Usted, Hno. C, sintió que estaba por debajo de su dignidad manifestar ternura mediante actos bondadosos y buscar una oportunidad para expresar afecto a su esposa por medio de palabras tiernas y atención bondadosa. Usted es mudable en sus sentimientos y lo afectan mucho las circunstancias que lo rodean... Deje las preocupaciones, molestias y perplejidades 221 de su negocio cuando salga de él. Vaya a su familia con un rostro alegre, con simpatía, ternura y amor. Esto será mejor que gastar dinero en remedios o en médicos, para su esposa. Será salud para el cuerpo y fortaleza para el alma. 1T 695 (1868). 
Resplandezcan la paciencia, la gratitud y el amor en él corazón, por nublado que esté el día. MC 305 (1905).

El poder del ejemplo de los padres.
La mejor manera de enseñar a los niños a respetar a su padre y a su madre consiste en darles la oportunidad de ver al padre rendir atenciones bondadosas a la madre y a la madre manifestar respeto y reverencia hacia el padre. Al contemplar el amor manifestado en sus padres los hijos son inducidos a acatar el quinto mandamiento y a prestar oídos a la recomendación: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo". 
RH, 15 de nov. de 1892; HAd 177.

El amor de Jesús reflejado en los padres.
Cuando la madre ha obtenido la confianza de sus hijos y les ha enseñado a amarla y a obedecerle, les ha dado la primera lección en la vida cristiana. Deben amar y obedecer a su Salvador y confiar en él como aman y obedecen a sus padres y confían en ellos. El amor que con sus cuidados fieles y educación correcta de sus hijos manifiestan los padres hacia ellos es un débil reflejo del amor que Jesús tiene por sus fieles. -ST, 4 de abril de abril de 1911; HAd 177, 178.

El amor de la madre es una ilustración del amor de Cristo.
Mientras la madre enseña a sus hijos a obedecerle porque la aman, les enseña las primeras lecciones de su vida cristiana. El amor de la madre representa ante el niño el amor de Cristo, y los pequeñuelos que confían y obedecen a su madre están aprendiendo a confiar y obedecer al Salvador. -DTG 474 (1898).

La influencia de un hogar cristiano nunca se olvida.
El 222 hogar hermoseado por el amor, la simpatía y la ternura es un lugar que los ángeles visitan con agrado, y donde se glorifica a Dios. La influencia de un hogar cristiano cuidadosamente custodiado en los años de la infancia y la juventud es la salvaguardia más segura contra las corrupciones del mundo. En la atmósfera de un hogar tal, los niños aprenderán a amar a sus padres terrenales y a su Padre celestial. 
HAd 15 (1903).

Las relaciones familiares deben ejercer 
una influencia santificadora.  
Los hogares cristianos, establecidos y dirigidos de acuerdo con el plan de Dios, contribuyen en forma admirable a la formación de un carácter cristiano... Los padres y los hijos deben ofrecer juntos un servicio amante al Único que puede mantener puro y noble el amor humano. 
HAd 15 (1899). 223

25. Amor Y Sexualidad En La Experiencia Humana
(A) LO POSITIVO
(Palabras de privilegio y consejo)
Jesús y la relación familiar.
Jesús no impuso el celibato a clase alguna de hombres. No vino para destruir la relación sagrada del matrimonio, sino para exaltarla y devolverle su santidad original. Mira con agrado la relación familiar donde predomina el amor sagrado y abnegado. HAd 106 (1903).
Había [Cristo] dispuesto que hombres y mujeres se unieran en el santo lazo del matrimonio, para formar familias cuyos miembros, coronados de honor, fueran reconocidos como miembros de la familia celestial. 
MC 275 (1905). 226

El propósito de Dios se cumple en el matrimonio.
Todos los que contraen relaciones matrimoniales con un propósito santo -el esposo para obtener los afectos puros de! corazón de una mujer, y ella para suavizar, mejorar y completar el carácter de su esposo- cumplen el propósito de Dios para con ellos. -HAd 84 (1899).

El privilegio de la relación matrimonial.
Ellos [los cristianos que se casaron] deberían considerar debidamente el resultado de cada privilegio de la relación matrimonial, y el principio santificado debería ser la base de toda acción. -2T 380 (1870).
[Ella escribió acerca de] "las fortificaciones destinadas a conservar el carácter sagrado y privado de la relación familiar". -1JT 198 (1868).

Cuándo pueden ser liberados los afectos.
Deberían mantenerse sujetos los afectos juveniles hasta que llegue el tiempo en que la edad y la experiencia suficientes permitan liberarlos con honra y seguridad. -MJ 449 (1864). 

El peligro de llevar lo legítimo a excesos.
En sí mismo no es pecado comer, beber o casarse y darse en casamiento. Era legítimo casarse en el tiempo de Noé, y es legítimo casarse ahora, si lo que es legítimo es tratado en forma adecuada y no se lo lleva a excesos pecaminosos...
En los días de Noé, el deseo desordenado y excesivo de lo que en sí mismo era legítimo cuando se lo usaba correctamente, hizo que el matrimonio fuera pecaminoso delante de Dios. Hay muchos que están perdiendo su alma en está época del mundo al ser absorbidos por el pensamiento del matrimonio y de la relación matrimonial en sí misma . . .
Dios ha puesto a los hombres en el mundo, y es el privilegio de ellos comer, beber, comerciar, casarse y ser dados en casamiento; pero sólo es seguro hacer estas cosas en el temor de Dios. Deberíamos vivir en este mundo teniendo en cuenta el mundo eterno. 
RH, 25 de sept. de 1888. 227

El matrimonio no es una licencia para dar rienda suelta a las pasiones sensuales.
Muy pocos consideran que es un deber religioso gobernar sus pasiones. Se han unido en matrimonio con el objeto de su elección, y por lo tanto, razonan que el matrimonio santifica la satisfacción de las pasiones más bajas. Aun hombres y mujeres que profesan piedad, dan rienda suelta a sus pasiones concupiscentes, y no piensan que Dios los tiene por responsables del desgaste de la energía vital que debilita su resistencia y enerva todo el organismo.
El pacto matrimonial cubre pecados del más vil carácter. Hombres y mujeres que profesan ser piadosos degradan su propio cuerpo por la satisfacción de pasiones corrompidas, y así se rebajan a un nivel más bajo que el de los brutos. Abusan de las facultades que Dios les ha dado para que las conserven en santificación y honra. Sacrifican la vida y la salud sobre el altar de las bajas pasiones. Someten las facultades superiores y más nobles a las propensiones animales. Los que así pecan ignoran el resultado de su conducta. -1JT 264 (1870).

La necesaria distinción entre el amor y la concupiscencia.
No es amor puro el que impulsa a un hombre a hacer de su esposa un instrumento que satisfaga su concupiscencia. Es expresión de las pasiones animales que claman por ser satisfechas.
¡Cuán pocos hombres manifiestan su amor de la manera especificada por el apóstol: "Así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella [no para contaminarla], sino para santificarla y limpiarla," para "que fuese santa y sin mancha"! Esta es la calidad del amor que en las relaciones matrimoniales Dios reconoce como santo.
El amor es un principio puro y sagrado; pero la pasión concupiscente no admite restricción, no quiere que la razón le dicte órdenes ni la controle. No vislumbra las consecuencias; no quiere razonar de la causa al efecto.
Muchas mujeres están sufriendo de gran debilidad y 228 constantes enfermedades debido a que se han despreciado las leyes de su ser; y se han pisoteado las leyes de la naturaleza. Hombres y mujeres despilfarran la fuerza nerviosa del cerebro, y la ponen en acción antinatural para satisfacer las pasiones bajas; y este monstruo odioso, la pasión baja y vil, recibe el nombre delicado de amor.-1JT 265, 266 (1870).

El amor versus la pasión del corazón humano natural.
El amor... no es irracional ni ciego. Es puro y santo. Pero la pasión del corazón natural es otra cosa completamente distinta. Mientras que el amor puro considera a Dios en todos sus planes y se mantendrá en armonía perfecta con el Espíritu de Dios, la pasión se manifestará temeraria e irracional, desafiará todo freno y hará un ídolo del objeto de su elección. En todo el comportamiento de quien posee verdadero amor, se revelará la gracia de Dios.-RH, 25 de sept. de 1888; HAd 41.

Los dictados de la razón deben controlar.
Los que consideran el matrimonio como una ordenanza sagrada de Dios, resguardada por su santo precepto, serán controlados por los imperativos de la razón. -2MS 505 (1865).
Mantener las confidencias dentro del sagrado círculo familiar.
Alrededor de cada familia se extiende un círculo sagrado que no debe romperse. Nadie ,tiene derecho a entrar en este círculo. No permitan el marido ni la mujer que un extraño comparta las confidencias que a ellos solos importan. -MC 279 (1905).

(B) LO NEGATIVO
(Palabras de limitación y advertencia)
El matrimonio no fue designado para cubrir la sensualidad y las prácticas bajas.
Dios nunca quiso que el matrimonio 229 cubriera la multitud de pecados que se practican. La sensualidad y las prácticas bajas en la relación matrimonial están educando la mente y el gusto moral en prácticas desmoralizadoras fuera de la relación matrimonial. 
RH, 24 de mayo de 1887.

Los excesos sexuales ponen en peligro la salud y la vida.
No es un amor puro y santo lo que induce a la esposa a satisfacer las propensiones animales de su esposo, a costa de su salud y de su vida... Tal vez sea necesario instarlo con humildad y afecto aun a riesgo de desagradarle, y hacerle comprender que no puede ella degradar su cuerpo cediendo a los excesos, sexuales. Ella debe, con ternura y bondad, recordarle que Dios tiene los primeros y más altos derechos sobre todo su ser y que no puede despreciar esos derechos, porque tendrá que dar cuenta de ellos en el gran día de Dios. -1JT 267 (1870).

Los excesos sexuales destruirán ciertamente el amor por los ejercicios devocionales, privarán al cerebro de la substancia necesaria para nutrir el organismo y agotarán efectivamente la vitalidad. 1JT 269 (1870).

La perversión de una institución sagrada.
Muchos piensan que porque han entrado en la relación matrimonial pueden permitirse ser controlados por las pasiones animales. Son conducidos por Satanás, quien los engaña y los guía a pervertir esta institución sagrada. Le deleita el bajo nivel que domina sus mentes, porque tiene mucho que ganar en esta dirección.
El sabe que si puede excitar las pasiones más bajas y mantenerlas en el poder, no tiene que preocuparse por su experiencia cristiana; pues las facultades morales e intelectuales estarán subordinadas, mientras las propensiones animales predominarán y mantendrán el poder; y estas pasiones bajas se fortalecerán con el ejercicio, mientras que las cualidades más nobles se debilitarán cada vez más. -2T 480 (1870). 230

El abuso de los privilegios sexuales en el matrimonio.
Las pasiones animales, acariciadas y complacidas, llegan a ser muy fuertes en esta época, y sus resultados seguros son innumerables males en la vida matrimonial. En lugar de desarrollarse la mente y ser el poder controlador, las propensiones animales gobiernan sobre las facultades más elevadas y nobles hasta que son llevadas a la sujeción de esas propensiones animales. ¿Cuál es el resultado? Los delicados órganos de las mujeres se desgastan y enferman; ya no es seguro tener hijos; se ha abusado de los privilegios sexuales.
Los hombres están corrompiendo sus propios cuerpos, y la esposa ha llegado a ser la esclava de la cama de los deseos bajos y desordenados hasta que no hay más temor de Dios ante sus ojos. Complacer los impulsos que degradan tanto el cuerpo como el alma es la tónica de su vida matrimonial. -Ms 14, 1888.

Influencias prenatales.
Satanás procura rebajar la mente de los que se unen en matrimonio para estampar su propia odiosa imagen sobre sus hijos...
El pueden modelar la posteridad de ellos mucho más fácilmente de lo que pueden hacerlo los padres, porque pueden controlar de tal manera la mente de los padres que por medio de ellos puede dar el sello de su propio carácter a sus niños. De este modo muchos niños nacen bajo el influjo de las pasiones animales, mientras sus facultades morales sólo se desarrollan débilmente. Estos niños necesitan la más cuidadosa enseñanza para extraer, fortalecer, y desarrollar las facultades morales e intelectuales a fin de que éstas puedan tomar el dominio. -2T 480 (1870).

El proceso de degradación.
La mente de un hombre o de una mujer no descienden en un momento de la pureza y la santidad a la depravación, la corrupción y el crimen. Lleva tiempo transformar lo humano a lo divino o degradar a los 231 que fueron formados a la imagen de Dios a lo brutal o satánico.
Por la contemplación somos transformados. Aunque formados a la imagen de su Hacedor, el hombre puede educar su mente de modo que el pecado que una vez detestaba llegue a ser placentero para él. Cuando cesa de velar y orar, deja de cuidar la ciudadela, el corazón, y se entrega al pecado y el crimen. La mente se rebaja, y es imposible elevarla de la corrupción mientras recibe la educación que esclaviza las facultades morales e intelectuales y las pone bajo la sujeción de las pasiones más groseras.
Debe librarse una lucha constante contra la mente carnal; y debemos ser auxiliados por la refinadora influencia de la gracia de Dios, que atraerá la mente hacia arriba y la acostumbrará a meditar sobre cosas puras y santas. -2T 478, 479 (1870).

Consejos a las mujeres.
Con corazón angustiado escribo que en esta época las mujeres, casadas y solteras, con demasiada frecuencia no observan la reserva necesaria. Coqueteando, estimulan las atenciones de hombres solteros y casados y los que son moralmente débiles quedan seducidos.
Al tolerar estas cosas, se amortiguan los sentidos morales y se ciega el entendimiento de manera que el delito no parece pecaminoso. Se despiertan pensamientos que no se habrían despertado si la mujer hubiese conservado su lugar con toda modestia y seriedad. Puede ser que no tuvo ella misma propósito o motivo ilícito, pero estimuló a hombres que son tentados, y que necesitan toda la ayuda que puedan obtener de quienes los traten.
Si ellas se hubiesen mantenido circunspectas y reservadas y si, en vez de permitirse libertades y recibir atenciones injustificables, hubiesen mantenido, un alto tono moral y una dignidad apropiada, podría haberse evitado mucho mal. -HAd 300, 301 (1885). 

Las mujeres como tentadoras.
¿No habrán de vigilarse 232 estrictamente a sí mismas las mujeres que profesan la verdad, a fin de no estimular la menor familiaridad injustificable? Pueden cerrar muchas puertas de tentación si observan en toda ocasión una reserva estricta y una conducta apropiada. 2lT 243 (1889).
Con mucha frecuencia son las mujeres las qué tientan. Con un motivo u otro, requieren la atención de los hombres, casados o solteros, y los llevan adelante hasta que transgreden la ley de Dios, hasta que su utilidad queda arruinada y sus almas están en peligro. 
2JT 237, 238 (1889).

Un pastor que simpatiza.
Sean hombres de Dios, estén del lado ganador. El conocimiento está al alcance de todos los que lo desean. Dios quiere que la mente llegue a ser fuerte, que el pensamiento sea más profundo, más pleno y más claro. Caminen con Dios como lo hizo Enoc; hagan de Dios su consejero y no podrán sino mejorar...
Hay muchos hombres que pretenden guardar los mandamientos de Dios, que visitarán al rebaño de Dios bajo su cargo y conducirán las almas incautas en una corriente de pensamiento que resultará en vergonzosas libertades y
El [el ministro] comenzará, cuando visita a las familias, a preguntar secretos de su vida casada. ¿Son felices con sus esposos? ¿Sienten que se las aprecia? ¿Hay armonía en su vida matrimonial? De esta manera la mujer, sin sospechar, es conducida, por medio de esas preguntas engañosas, a abrir su vida privada, sus chascos, sus pequeñas pruebas y quejas, a un extraño como lo hacen los católicos con sus sacerdotes.
Luego este pastor que simpatiza agrega un capítulo de su propia experiencia; que su esposa no es la mujer de su elección; que no hay afinidad real entre ellos. El no ama a su mujer. Ella no satisface sus expectativas. Así, se quiebra la barrera, y las mujeres son seducidas. Ellas creen que su vida es un gran desengaño, y que este pastor tiene una gran simpatía por su rebaño. Se estimula el sentimentalismo 233 enfermizo, y se daña la pureza de la mente y el alma, si esta clase de trabajo no termina en el quebrantamiento del séptimo mandamiento.
Los pensamientos contaminados que se albergan llegan a ser un hábito, y el alma es manchada y herida. Haga un acto malo y se produce una mancha que nadie puede quitar sino la sangre de Cristo; y si no se aparta del hábito con firme resolución, el alma se corrompe y las corrientes que fluyen de esta fuente contaminada corromperá a otros. Su influencia es una maldición. Dios ciertamente destruirá a todos los que continúan con esta obra.,. .
Debemos ser elevados, ennoblecidos y santificados. Podemos obtener fortaleza para vencer en Jesús; pero cuando al carácter le falta pureza, cuando el pecado ha llegado a ser una parte del carácter, tiene un poder hechizador que es igual al embriagador vaso de licor. El poder del dominio propio y de la razón es superado por las prácticas que manchan el ser entero; y si estas prácticas pecaminosas se continúan, el cerebro se debilita, se enferma y pierde su equilibrio. Carta 26d, 1887.

Hombres, mujeres y jóvenes están envueltos 
en la depravación moral.
Diariamante aumentan los peligros morales a los que todos, ancianos y jóvenes, están expuestos. El desvarío moral, que llamamos depravación, encuentra amplio espacio para actuar, y los hombres, las mujeres y los jóvenes que profesan ser cristianos ejercen una influencia que es baja, sensual, diabólica. -Carta 26d, 1877.
Satanás está haciendo esfuerzos soberanos para envolver personas casadas, niños y jóvenes, en prácticas impuras. Sus tentaciones hallan aceptación en muchos corazones porque no han sido elevados, purificados, refinados y ennoblecidos por la sagrada verdad que ellos profesan creer. No pocos han sido bajos y viles en pensamiento, y triviales en la manera de hablar y de conducirse, de modo que cuando vienen las tentaciones de Satanás no tienen poder moral 234 para resistirlas y caen como fácil presa. . . -ELC 201(1887).

Pasos hacia a bajo.
Las continuas tentaciones de Satanás están diseñadas para debilitar el gobierno del hombre sobre su propio corazón, para minar su poder de dominio propio. Conduce al hombre a romper los lazos que la conectan con una unión santa y feliz con su Hacedor. Entonces, cuando está desconectado de Dios, la pasión obtiene el control sobre la razón, y el impulso sobre los principios, y llega a ser pecaminoso en pensamiento y actos, se pervierte su juicio, su razón parece estar debilitada, y necesita volver a ser él mismo para regresar a Dios por medio de una visión correcta de sí mismo a la luz de la palabra de Dios. -Carta 24, 1890.

Eviten leer, ver y escuchar la impureza.
Los que no quieran ser víctimas de las trampas de Satanás, deben guardar bien las avenidas del alma; deben evitar el leer, mirar u oír lo que podría sugerir pensamientos impuros. No se debe permitir que la mente se espacie al azar en cualquier tema que sugiera el enemigo de nuestras almas. Hay que vigilar fielmente él, corazón, o los males de afuera despertarán los males dé adentro, y el alma vagará en tinieblas. -HAp 427 (1911)
Usted ha de llegar a ser un fiel centinela de sus oídos, sus ojos, y todo sus sentidos si desea controlar su mente e impedir que pensamientos vanos y corruptos manchen su alma. Sólo el poder de la gracia puede realizar esta obra tan deseable. -2T 561 (1870).
Novelas lujuriosas y pornografía.
Las figuras impuras tienen una influencia corruptora. Muchos leen ansiosamente las novelas y, como resultado, su imaginación se contamina.
En los transportes públicos se hacen circular fotografías de mujeres desnudas para la venta. Estas fotografías odiosas 235 también se encuentran en los estudios fotográficos y se cuelgan en las paredes de los que venden grabados. Esta es una época en que la corrupción prolifera por doquiera.
La concupiscencia de los ojos y las pasiones corrompidas se despiertan por la contemplación y la lectura.... La mente se complace en contemplar escenas que despiertan las pasiones más viles y bajas. Estas viles imágenes, vistas por una imaginación contaminada, corrompen la moral y preparan a los seres engañados y apasionados a dar rienda suelta a sus pasiones lujuriosas. Luego siguen pecados y crímenes que arrastran a los seres formados a la imagen de Dios a un nivel semejante al de las bestias, hundiéndolos finalmente en la perdición. Evite leer y mirar cosas que sugieran pensamientos impuros. Cultiven las facultades intelectuales y morales. -2T 410 (1870).

La mente es el factor determinante.
Dijo Pablo: "Con la mente sirvo a la ley de Dios" (Rom. 7:25). Núblese esta mente por medio de la satisfacción de los apetitos y de las pasiones animales, y las facultades morales se debilitarán de tal modo que lo sagrado y la común se pondrán al mismo nivel. -Carta 2, 1873.

La masturbación.*
Jóvenes y niños de ambos sexos participan de la contaminación moral, y practican el asqueroso vicio solitario destructor de cuerpo y alma.
Muchos de los que profesan ser cristianos están tan atontados por la misma práctica que sus sensibilidades morales no pueden ser despertadas para comprender que es pecado, y que si persisten en ello terminarán de seguro por 236 destruir completamente el cuerpo y la mente. ¡El hombre, el ser más noble de la tierra, formado a la imagen de Dios, se transforma en una bestia, se embrutece y corrompe!
Cada cristiano tendrá que aprender a refrenar sus pasiones y a guiarse por los buenos principios. A menos que lo haga, es indigno del nombre de cristiano.
Algunos que ostensiblemente profesan el cristianismo no comprenden el pecado del abuso propio y sus resultados inevitables. Un hábito inveterado ha cegado su entendimiento. No se dan cuenta del carácter excesivamente pecaminoso de este pecado degradante que enerva y destruye su fuerza nerviosa y cerebral.
Los principios morales se debilitan excesivamente cuando están en conflicto con un hábito inveterado. Los solemnes mensajes del cielo no pueden impresionar con fuerza el corazón que no está fortificado contra la práctica de este vicio degradante. Los nervios sensibles del cerebro han perdido su tonicidad por la excitación mórbida destinada a satisfacer un deseo antinatural de complacencia sensual. Los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí son el único medio por el cual el cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima.
Cualquier cosa que perturbe la circulación de las corrientes eléctricas del sistema nervioso, disminuye la fuerza de las potencias vitales, y como resultado se atenúa la sensibilidad de la mente. -1JT 253, 254 (1870).
Algunos niños comienzan a practicar la contaminación propia en su infancia; y al aumentar en años las pasiones lujuriosas crecen con su crecimiento y se fortalecen con su fuerza. Sus mentes no están tranquilas. Las señoritas desean la compañía de los varones, y los varones la de las niñas. Su comportamiento no es reservado ni modesto. Son atrevidos y audaces y se toman libertades indecentes.  El hábito del abuso propio ha rebajado sus mentes y ha manchado sus almas. 
2T 481 (1870).

La actividad sexual antes del casamiento (consejo a un joven). 237
Pocas tentaciones son más peligrosas o más fatales para los jóvenes que la tentación a la sensualidad, y ninguna será, si se cede a ella, más decididamente ruinosa para el alma y el cuerpo por el tiempo y la eternidad...
Me fue mostrado cuando tú estabas en compañía de ella en horas de la noche; tú sabes mejor de qué manera pasaban esas horas. Tú me, llamaste para preguntarme si, habrías quebrantado los mandamientos de Dios. Te pregunto: ¿No los has quebrantado?
¿Cómo han usado sus horas juntos noche tras noche? ¿Fueron tus actitudes, tus posiciones, tus afectos, tales que desearías que fueran registrados todos en los libros del cielo? Yo vi y oí cosas que harían sonrojar a los ángeles ... Ningún joven debería hacer lo que tú hiciste con ella, a menos que estés casado con ella; y me sorprendió que no percibieras el asunto más claramente.
Te escribo ahora para rogarte por amor a tu alma que no te entretengas más con la tentación. Haz una obra rápida en quebrar este hechizo que como una terrible pesadilla ha estado sobre ti. Libérate ahora y para siempre, si tienes algún deseo del favor de Dios...
Has pasado horas de la noche en compañía de ella porque ambos estaban apasionados. En el nombre del Señor, termina tus atenciones a ella o cásate con ella... Sería mejor que te casaras con ella que estar en su compañía y conducirte como sólo un hombre y su esposa deberían hacerlo cuando están juntos...
Si durante tu vida deseas gozar de la compañía de ella como parece que ahora la estás gozando, fascinado con ella, ¿por qué no dar un paso más allá de los que ya has dado, y te haces su legítimo protector y tienes el derecho indiscutido de dedicar las horas que desees en su compañía? Los actos y las conversaciones de ustedes ofenden a Dios.-Carta 31-79.

La homosexualidad, el pecado específico de Sodoma238
No ignoramos la caída de Sodoma debido a la corrupción de sus habitantes. Aquí el profeta ha especificado los males particulares que llevaron a la inmoralidad. Ahora vemos que existen en el mundo los mismos pecados que hubo en Sodoma, y que trajo sobre ella la ira de Dios, incluso su completa destrucción. -RH, julio de 1873; 4CBA 1183.

Los pecados de los antediluvianos y los de Sodoma están aumentando.
Por doquiera vemos náufragos de la humanidad, el culto familiar descuidado, hogares quebrantados. Hay un extraño abandono de los principios buenos, un rebajamiento de la norma de la moralidad; están aumentando rápidamente los pecados que atrajeron los juicios de Dios sobre la tierra en ocasión del diluvio y destrucción de Sodoma por el fuego. -2JT 242, 243 (1889).

Invaden la iglesia hoy.
La impureza está hoy muy difundida, aun entre los profesos seguidores de Cristo. La pasión está desenfrenada; las propensiones animales están ganando fuerza por la complacencia, mientras los poderes morales se debilitan continuamente...
Existen hoy los pecados que destruyeron a los antediluvianos y las ciudades de la llanura, no meramente en los países paganos, no sólo entre los que profesan el cristianismo popular, sino aun entre algunos que profesan esperar la venida del Hijo del hombre. Si Dios presentara estos pecados delante de ustedes como aparecen ante su vista, se llenarían de vergüenza y terror. -5T 218 (1882).

Cerrar los ojos a la luz.
La satisfacción de las pasiones más bajas inducirá a muchos a cerrar los ojos a la luz, porque temen ver pecados que no están dispuestos a abandonar. Todos pueden ver si lo desean. Si prefieren las tinieblas a la luz, su criminalidad no disminuirá por ello.
¿Por qué no leen los hombres y mujeres y se instruyen en estas cosas que tan decididamente afectan su fuerza física, intelectual y moral? Dios os ha dado un tabernáculo 239 que cuidar y conservar en la mejor condición para su servicio y gloria. Vuestros cuerpos no os pertenecen. -1JT 259 (1885).

(C) EQUILIBRIO Y VICTORIA
(Palabras de promesa y esperanza)
Se necesitan un sincero arrepentimiento y un esfuerzo determinado.
Los que corrompen su cuerpo no pueden gozar del favor de Dios a menos que se arrepientan sinceramente, hagan una reforma completa y entren en perfecta santidad en el temor del Señor... La única esperanza para los que practican hábitos viles es dejarlos para siempre si es que estiman de algún valor la salud temporal y la salvación en el más allá. Cuando se ha consentido en estos hábitos durante un buen tiempo, se requiere un esfuerzo determinado para resistir a la tentación y rehusar la complacencia corrupta. -CN 437 (1864)

Controlar la imaginación.
La imaginación debe ser dominada positiva y persistentemente si las pasiones y los afectos han de ser sometidos a la razón, la conciencia y el carácter. -CN 438 (1870).

Subordinados a la voluntad de Dios.
Todos los que tienen una verdadera comprensión de lo que significa ser cristiano, saben que los seguidores de Cristo, como discípulos suyos, están en la obligación de dominar todas sus pasiones y colocar sus facultades físicas y mentales en perfecta sumisión a la voluntad de Cristo. Los que están dominados por sus pasiones, no pueden ser seguidores de Cristo. Están demasiado entregados al servicio de su maestro, el originador de todo mal, para dejar sus hábitos corruptos y escoger servir a Cristo. -CN 418, 419,(1864). 240
Los pensamientos son un factor decisivo.
Los pensamientos impuros conducen a actos impuros. Si Cristo es el tema de contemplación, los pensamientos estarán muy separados de todo tema que lo conduzca a actos impuros. La mente se fortalecerá al espaciarse en temas elevadores. Si se la adiestra para correr por cauces de pureza y santidad, llegará a ser saludable y vigorosa. Si se la adiestra para considerar temas espirituales, naturalmente se inclinará hacia ellos. Pero esta atracción de los pensamientos hacia las cosas celestiales no se puede obtener sin el ejercicio de la fe en Dios y sin una dependencia ferviente y humilde de El para obtener esa gracia y fuerzas que serán suficientes para toda emergencia. -2T 408 (1870).

El pecado de la fantasía.
[Usted es responsable ante Dios por sus pensamientos.] Si usted consiente en vanas imaginaciones, permitiendo que su mente se ocupe de temas impuros, en cierto grado es tan culpable delante de Dios como si sus pensamientos se tradujeran en acción. Todo lo que impide la acción es la falta de oportunidad. -2T 561; CN 437 (1870).

Controlar los pensamientos.
Ud. debería controlar sus pensamientos. Esta no será una tarea fácil; no puede realizarla sin un íntimo e incluso un severo esfuerzo...
No sólo requiere Dios que controle sus pensamientos, sino también sus pasiones y afectos. Su salvación depende de que se gobierne a sí mismo en estas cosas. La pasión y el afecto son poderosos agentes. Si sé los aplica mal, si se los pone en operación por motivos equivocados, si se los extravía, son poderosos para causar su ruina y dejarlo cómo un miserable náufrago, sin Dios y sin esperanza. -2T 561 (1870).

Los pensamientos abrigados llegan a ser un hábito.
Los pensamientos contaminados albergados llegan a ser hábito y el alma queda desfigurada y contaminada. Una vez cometida 241 una mala acción, queda una mancha que no la puede quitar sino la sangre de Cristo; y si el hábito no es rechazado con firme determinación, el alma se corrompe y las corrientes que fluyen de esta fuente corrompida contaminarán a otros. -ELC 199 (1887).

Pensamientos debidamente controlados.
Necesitamos asignarle un elevado valor al recto control de nuestros pensamientos, porque eso prepara la mente y el alma para trabajar armoniosamente para el Maestro. Es necesario para nuestra paz y felicidad en esta vida que nuestros pensamientos estén centrados en Cristo. Como piensa el hombre, así es. Nuestro avance en la pureza moral depende del recto pensar y actuar...
Los malos pensamientos destruyen el alma. El poder convertidor de Dios cambia el corazón refinando y purificando los pensamientos. A menos que se haga un esfuerzo decidido para mantener los pensamientos centrados en Cristo, la gracia no puede manifestarse en la vida. La mente debe entrar en la lucha espiritual. Cada pensamiento debe ser puesto en cautiverio a la obediencia de Cristo...
Necesitamos un constante sentido del poder ennoblecedor de los pensamientos puros y de la influencia deletérea de los pensamientos malos. Pongamos nuestros pensamientos en cosas santas. Sean puros y santos, porque la única seguridad para cada alma es el recto pensar. Debemos usar todo, medio que Dios ha puesto a nuestro alcance para el gobierno y el cultivo de nuestros pensamientos. Debemos poner nuestras mentes en armonía con su mente. Su verdad nos santificará cuerpo, alma y espíritu y podremos levantarnos sobre la tentación. 
ELC 166 (1904).

La dieta es un factor importante.
No se puede repetir con demasiada frecuencia que todo lo que entra en el estómago afecta no sólo al cuerpo, sino finalmente también a la mente. El alimento pesado y estimulante afiebra a la sangre, excita el sistema nervioso y con demasiada frecuencia embota 242 la percepción moral, de modo que la razón y la conciencia son dominadas por los impulsos sensuales. Es difícil y con frecuencia casi imposible, que tenga paciencia y dominio propio el que es intemperante en la alimentación. -CN 434 (1890).

La carne excita y fortalece las bajas pasiones.
No debe ponerse carne delante de nuestros hijos. Su influencia tiende a excitar y fortalecer las pasiones inferiores, y tiende a amortiguar las facultades morales. Los cereales y las frutas, preparados sin grasa y en forma tan natural como sea posible, deben ser el alimento destinado a todos aquellos que aseveran estar preparándose para ser trasladados al cielo. Cuanto menos excitante sea nuestra alimentación, tanto más fácil será dominar las pasiones.  La complacencia del gusto no debe ser consultada sin tener en cuenta la salud física, intelectual o moral. 
1JT 259 (1869).

Mate la tentación.
Las pasiones inferiores tienen su sede en el cuerpo y obran por su medio. Las palabras "carne", "carnal", o "concupiscencias carnales" abarcan la naturaleza inferior y corrupta; por sí misma la carne no puede obrar contra la voluntad de Dios. Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos y las concupiscencias. ¿Cómo lo haremos? ¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero daremos muerte a la tentación a pecar.
Debe expulsarse el pensamiento corrompido. Todo intento debe someterse al cautiverio de Jesucristo. Todas las propensiones animales deben sujetarse a las facultades superiores del alma. El amor de Dios debe reinar supremo; Cristo debe ocupar un trono indiviso. Nuestros cuerpos deben ser considerados como su posesión adquirida. Los miembros del cuerpo han de llegar a ser los instrumentos de la justicia. HAd 112 (1888).

Cambie las sugerencias impuras por pensamientos puros 
y elevadores.
Debe mantenerse la mente meditando en temas 243 mas puros y santos. Debe rechazarse de inmediato toda sugestión impura, y deben cultivarse pensamientos puros, elevadores, la santa contemplación, obteniendo así más y más conocimiento de Dios ejercitando la mente en la contemplación de las cosas celestiales. Dios tiene medios sencillos al alcance de cada caso individual, suficientes para asegurar el fin último, la salvación del alma.
Propónte alcanzar una norma elevada y santa; mantén en alto tu ideal; actúa con firme determinación, como Daniel, intrépidamente, con perseverancia, y nada que pueda hacer el enemigo estorbará tu progreso. A pesar de los inconvenientes, de los cambios, de las perplejidades, tú puedes crecer constantemente en vigor mental y en poder moral. -ELC 199 (1887).

No produzca una emergencia.
Cada pasión no santificada debe ser puesta bajo el control de la razón santificada mediante la gracia abundantemente otorgada por Dios en cada emergencia. Pero no permita que se cree una emergencia, que haya un acto voluntario que lo ponga donde será asaltado por la tentación, o dé la menor ocasión para que otros piensen que es culpable de indiscreción. -Carta 18, 1891.

Aléjese del borde del precipicio.
No procure ver cuán cerca puede caminar del borde del precipicio con seguridad. Evite la primera aproximación al peligro. No se puede jugar con los intereses del alma. Su capital es su carácter. Cuídelo como cuidaría un tesoro valioso. Deben abrigarse firme y constantemente la pureza moral, el respeto propio y un fuerte poder de resistencia...
Ninguno piense que puede vencer sin la ayuda de Dios. Usted debe tener la energía, la fortaleza, el poder, de una vida interior desarrollada dentro suyo. Entonces podrá llevar fruto para piedad y tendrá un repudio intenso por el vicio. Usted necesita esforzarse constantemente para alejarse de lo terreno, de las conversaciones vulgares, de todo lo sensual, 244 y apuntar a la nobleza del alma y a un carácter puro y sin mancha. Su nombre puede permanecer tan puro que, con justicia, no podrá relacionarse con nada deshonesto o injusto, sino que será respetado por todo lo bueno y puro, y podrá ser anotado en el libro de la vida del Cordero. -MM 143, 144 (1885).

Satanás o Cristo controlan.
Cuando la mente no está bajo la influencia directa del Espíritu de Dios, Satanás puede moldearla a su voluntad. Depravará todas las facultades de raciocinio que pueda controlar. Está completamente opuesto a Dios en sus gustos, puntos de vista, preferencias, [simpatías y antipatías,] elección de las cosas y propósitos; no hay gusto por las cosas que Dios ama o aprueba, sino un deleite en aquellas cosas que El desprecia. . ..
Si Cristo mora en el corazón estará en todos nuestros pensamiento. Nuestros pensamientos más profundos serán de El, de su amor, su pureza. El llenará todas las cámaras de nuestra mente. Nuestros afectos se centrarán en Jesús. Todas nuestras esperanzas y expectativas estarán relacionadas con El. [Vivir la vida que ahora vivimos por fe en el Hijo de Dios, aguardando y amando su venida, será el gozo supremo del alma.] El será la corona de nuestro gozo. -ELC 165 (1891).

Una vigilancia de por vida.
Mientras dure la vida es preciso resguardar los afectos y las pasiones con un propósito firme. Hay corrupción interna; hay tentaciones externas; y siempre que deba avanzar la obra de Dios, Satanás hará planes para disponer las circunstancias de modo que la tentación sobrevenga con poder aplastante sobre el alma. No podemos estar seguros ni un momento a menos que dependamos de Dios y nuestra vida esté oculta con Cristo en Dios. -2CBA 1026 (1891).

Dios está preparando un pueblo.
El pueblo de Dios no sólo debe conocer su voluntad, sino también debe practicarla. 245 Muchos serán eliminados del número de los que conocen la verdad porque no fueron santificados por ella. La verdad debe penetrar en sus corazones, santificarlos y limpiarlos de toda mundanalidad y sensualidad en su vida más intima. El templo del alma debe ser limpiado. Cada acto secreto es como si estuviéramos en la presencia de Dios y de los santos ángeles, ya que todas las cosas están abiertas ante Dios, y de El nada se puede esconder...
Dios está purificando a un pueblo para que tenga manos limpias y corazones puros a fin de estar delante de El en el juicio. Debe elevarse la norma, purificarse la imaginación; debe abandonarse el apasionamiento que rodea a prácticas degradantes, y debe elevarse el alma a pensamientos puros y a prácticas santas. Todos los que soporten la prueba y la aflicción que está delante de nosotros serán participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, y no participado en ello. 
RH, 24 de mayo de 1887. 246

26. Amor Fraternal
El amor por otros produce gozo.
Quisiera decir a mis hermanos de todas partes: ¡Cultiven el amor de Cristo! Debería surgir del alma del cristiano como manantiales en el desierto, que refrescan y embellecen, que llevan alegría, paz y gozo a su propia vida y a la de los demás.- 5T 565 (1889).

El ejemplo de amor abnegado es irresistible.
Cuanto más estrechamente nos asemejemos a nuestro Salvador en el carácter, tanto mayor será nuestro amor hacia aquellos por quienes El murió. Los cristianos que manifiestan entre sí un espíritu de amor abnegado están dando un testimonio por Cristo que los incrédulos no pueden negar ni resistir. Es imposible estimar el poder de tal ejemplo. Nada tendrá tanto éxito en derrotar los propósitos de Satanás y sus emisarios, nada edificará tanto el reino del Redentor, como el amor de Cristo manifestado por los miembros de la iglesia.- 5T 167, 168 (1882).

El yo puede oscurecer el amor.
El amor es un principio activo; mantiene continuamente delante de nosotros el bien de los demás, y reprime nuestras acciones desconsideradas 247 a fin de no fracasar en nuestro objetivo de ganar almas para Cristo. El amor no busca lo suyo. No impulsará a los hombres a buscar su propia comodidad y la complacencia del yo. El respeto que tributamos al yo muy a menudo impide el crecimiento del amor.- 5T 124 (1882).

El amor produce humildad.
El amor no se vanagloria. Es un elemento humilde; nunca impulsa a un hombre a jactarse, ni a exaltarse a si mismo. El amor a Dios y a nuestros prójimos no se revelará en actos imprudentes ni nos llevará a ser molestos, criticones o dictatoriales. El amor no se envanece. El corazón donde reina el amor será guiado a una conducta suave, cortés y compasiva hacia los demás, ya sea que nos gusten o no, ya sea que nos respeten o nos traten mal.- 5T 123, 124 (1882).

El verdadero amor es modesto.
La devoción que Dios requiere se revela en el amor sincero por las almas por las que Cristo dio su vida. Cuando Cristo vive en el corazón se manifestará por el amor que prescribe a sus discípulos. Sus hijos verdaderos preferirán a los demás antes que a sí mismos. No buscan la porción más grande en ningún lugar ni momento, porque no consideran que sus talentos sean superiores a los de sus hermanos. Cuando este es el caso, se mostrará la señal mediante una revelación del amor que Cristo manifestó por las almas de los hombres: un amor abnegado, genuino, que prefería el bienestar de los demás antes que el propio.
Ms 121, 1899.

El amor transforma el carácter.
Presenten el amor de Jesús a los que no conocen la verdad, y ésta obrará como levadura en la transformación del carácter.- 8T 60 (1904).

Amor egoísta.
Dios quiere que sus hijos comprendan que para glorificarlo deben dar su afecto a aquellos que más lo necesitan... No debe manifestarse egoísmo en la mirada, en las palabras, o en los hechos, cuando se trata con aquellos 248 que pertenecen a la misma preciosa fe... aunque sean encumbrados o humildes, ricos o pobres. El amor que concede palabras bondadosas solamente a unos pocos, mientras a otros se los trata con frialdad e indiferencia, no es amor, sino egoísmo, y de ninguna manera obrará para el bien de las almas o para la gloria de Dios. Nuestro amor... no debe reservarse para unos pocos y descuidar a otros. Romped la botella, y la fragancia llenará la casa.- NEV 233 (1899).

La habilidad no es un sustituto del amor.
La charlatanería, el farisaísmo y la alabanza propia son abundantes; pero estas cosas nunca ganarán almas para Cristo. El amor puro y santificado, el amor como el que se reveló en la obra de Cristo, es un perfume sagrado. Como el vaso de alabastro que quebró María, llena de fragancia toda la casa. La elocuencia, el conocimiento de la verdad, los talentos extraordinarios, mezclados con amor, son todos dones preciosos. Pero la habilidad sola, los talentos más selectos, por sí solos, no pueden ocupar el lugar del amor.- 6T 84 (1900).

La generosidad es una prueba de amor.
La prueba de nuestro amor está en un espíritu semejante al de Cristo, buena voluntad para impartir las cosas buenas que Dios nos dio, disposición para practicar la abnegación y el sacrificio propio a fin de ayudar en el avance de la causa de Dios y a la humanidad sufriente. Nunca deberíamos pasar de largo junto al objeto que apela a nuestra generosidad. Revelamos que hemos pasado de muerte a vida cuando actuamos como fieles mayordomos de la gracia de Dios. Dios nos ha dado sus bienes; nos ha dado la promesa de que sí somos fieles en nuestra mayordomía, depositaremos en el cielo tesoros que son imperecederos.- RH, 15 de mayo de 1900.

Dar amor genuino es un signo de discipulado.
Por elevada que sea la profesión de fe, aquel cuyo corazón no está lleno de amor a Dios y a sus semejantes, no es verdadero 249 discípulo de Cristo. Aunque posea gran fe y tenga poder hasta de obrar milagros, si no tiene amor, su fe no valdrá nada. Podrá manifestar mucha generosidad; pero si el motivo de sus acciones no es el amor genuino, aunque dé todos sus bienes para alimentar a los pobres, no merecerá el favor de Dios. En su celo podrá hasta afrontar el martirio, pero si no obra por amor, Dios lo considerará un engañado entusiasta o un hipócrita ambicioso.- HAp 262, 263 (1911).

El corazón en el cual gobierna el amor.
El corazón en el cual gobierna el amor no estará lleno de pasión o venganza por injurias que el orgullo y el amor propio pudieran suponer como imposibles de sobrellevar. El amor no tiene sospechas, siempre interpreta en la forma más favorable los motivos y actos de los otros.
 5T 168, 169 (1882).
La actividad del ejército de Satanás, el peligro que rodea al alma humana, requieren las energías de todo obrero. Pero no se ejercitará compulsión alguna. La depravación del hombre ha de ser arrostrada por el amor, la paciencia y la longanimidad de Dios.
 4TS 327; 6T 237 (1900).

Corrige las particularidades.
Cuando un hombre es participante de la naturaleza divina, el amor de Cristo será un principio permanente en el alma, y el yo y sus peculiaridades no se exhibirán.- 6T 52 (1900).

Solo el amor de Cristo puede sanar.
Solamente el amor que fluye del corazón de Cristo puede sanar. Sólo aquel en quien fluye ese amor, como la savia en el árbol, o la sangre en el cuerpo, puede restaurar el alma herida. -Ed 109 (1903).

Prepara para toda eventualidad.
Todo aquel que ame de veras a Dios, tendrá el espíritu de Cristo y un ferviente amor hacia sus hermanos. Cuanto más en comunión con Dios esté el corazón de una persona, y cuanto más se concentren sus afectos en Cristo, menos perturbada se sentirá ella por las asperezas y penurias que encuentre en esta vida.- 2JT 187 (1889) 250

Nunca se obtiene la fraternidad por medio de componendas.
Los que aman a Jesús y a las almas por quienes El murió, buscarán las cosas que contribuyan a la paz. Pero deben cuidarse, no sea que en sus esfuerzos por prevenir la discordia renuncien a la verdad, no sea que al evitar la división estén sacrificando los principios. La verdadera fraternidad nunca puede ser mantenida al comprometer los principios. Cuándo los cristianos se acercan al modelo de la semejanza a Cristo y llegan a ser puros en espíritu y en acción, sentirán el veneno de la serpiente. Un cristianismo que es espiritual provoca la oposición de los hijos de la desobediencia... Esa paz y armonía que se obtienen por concesiones mutuas para evitar toda diferencia de opinión no merecen esos nombres. A veces se deberían hacer concesiones en asuntos que se relacionan con los sentimientos entre un hombre y otro; pero nunca debería sacrificarse ni una jota de los principios para obtener armonía.- RH, 16 de enero de 1900.

El amor divino es imparcial.
Cristo vino a esta tierra con un mensaje de misericordia y perdón. Puso el fundamento para una religión mediante la cual judíos y gentiles, negros y blancos, siervos y libres, están unidos en una fraternidad común, reconocidos como iguales a la vista de Dios. El Salvador ama sin límites a cada ser humano. En cada uno El ve posibilidades de mejorar. Con energía y esperanza divinas saluda a todos aquellos por quienes dio su vida.- 7T 225 (1902).

Abarca en un abrazo divino a la fraternidad humana.
El amor mutuo santificado es sagrado. En esta gran obra, el amor mutuo de los cristianos -mucho más elevado, más constante, más cortés, más abnegado de lo que se haya visto- preserva la ternura, la benevolencia y la cortesía cristianas, y envuelve la hermandad humana en el abrazo de Dios, reconociendo la dignidad con que Dios ha investido los derechos del hombre. Los cristianos siempre deben cultivar 251 esta dignidad para la honra y gloria de Dios. 
5CBA, 1114 1897.

Su amor por las almas mide su amor a Dios.
El amor revelado en la vida de abnegación y sacrificio de Cristo ha de verse en la vida de sus seguidores. Se nos llama a "andar como él anduvo"... Es nuestro privilegio tener la luz del cielo sobre nosotros. Así anduvo Enoc con Dios. No fue más fácil para Enoc vivir una vida justa que lo que es para nosotros, en el tiempo actual.  El mundo en su tiempo no favorecía más el crecimiento en la gracia y la santidad que el mundo actual... Vivimos en los peligros de los últimos días, y debemos recibir nuestra fuerza de la misma fuente. 

Debemos andar con Dios...
Dios pide que usted ponga toda su fuerza en la obra. Usted tendrá que dar cuenta por el bien que pudo haber hecho si hubiera estado donde debía. Es tiempo de que sea un colaborador con Cristo y los ángeles celestiales. ¿Despertará usted? Hay almas entre ustedes que necesitan de su ayuda. ¿Ha sentido usted la carga de llevarlas a la cruz? Recuerde que el grado de amor que usted tiene por Dios lo revelará en su amor por sus hermanos, y por las almas que están perdidas y arruinadas, sin Cristo.- RH, 9 de enero de 1900.

Amor perfecto en la iglesia es la meta de Cristo.
Jesús podría haber arrojado rayos de luz sobre los misterios más oscuros de la ciencia, pero no quería quitarle un solo momento a su enseñanza del conocimiento de la ciencia de la salvación, Su tiempo, su conocimiento, sus facultades, su vida misma tenían valor sólo como los medios para obrar la salvación de las almas de los hombres. ¡Oh, qué amor, que incomparable amor!
En contraste, notemos nuestros esfuerzos tibios, tímidos, medio paralizados en la obra del Señor Jesús. Escuchen sus palabras en su oración al Padre: "Les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con 252 que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos" (Juan 17:26). ¡Qué lenguaje! ¡Cuán profundo, cuán amplio, cuán pleno! El Señor Jesús desea esparcir su amor por medio de cada miembro de su cuerpo, su iglesia, a fin de que la vitalidad de ese amor pueda circular por cada parte del cuerpo y habite en nosotros así como habita en El. El Señor puede entonces amar al hombre caído así como ama a su propio hijo; y El declara que no estará satisfecho con nada menos que esto en nuestro favor.- Ms 11, 1892. 253

27. El Amor de Dios
Dios es amor.
"Dios es amor" (1 Juan 4: 16). Su naturaleza y su ley son amor. Lo han sido siempre, y lo serán para siempre. "El Alto y Sublime, el que habita la eternidad" (Isaías 57: 15), cuyos "caminos son eternos" (Habacuc 3: 6), no cambia. En él "no hay mudanza, ni sombra de variación" 
(Santiago 1: 17).
Cada manifestación del poder creador es una expresión del amor infinito. La soberanía de Dios encierra plenitud de bendiciones para todos los seres creados...
La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios.
 PP 11, (1890).

El amor de Dios se muestra en la naturaleza.
La naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre celestial es la fuente de vida, de sabiduría y de gozo. Mira las maravillas y bellezas de la naturaleza. Piensa en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad, no solamente del hombre, sino de todas las criaturas vivientes ... 254
"Dios es amor" está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba. Los hermosos pájaros que llenan el aire de melodías con sus preciosos cantos, las flores exquisitamente matizadas que en su perfección perfuman el aire, los elevados árboles del bosque con su rico follaje de viviente verdor, todo da testimonio del tierno y paternal cuidado de nuestro Dios y de su deseo de hacer felices a sus hijos.- CC 7, 8 (1892).

Los mandamientos se basan en el principio del amor.
Los preceptos del Decálogo se adaptan a toda la humanidad, y se dieron para la instrucción y el gobierno de todos. Son diez preceptos, breves, abarcantes, y autorizados, que incluyen los deberes del hombre hacia Dios y hacia sus semejantes; y todos se basan en el gran principio fundamental del amor.- PP 312 (1890).

Jesús y la ley del amor benévolo.
La ley de Dios es inmutable en su carácter y, por lo tanto, Cristo se entregó como sacrificio en favor de la humanidad caída, y Adán perdió el Edén y fue puesto a prueba con toda su posteridad.
Si la ley de Dios hubiera sido cambiada en uno solo de sus preceptos después de la expulsión de Satanás, él hubiera conseguido en la tierra después de su caída aquello que no pudo obtener en el cielo antes de ella. Habría recibido todo lo que había pedido. Sabemos que no ocurrió. . . La ley. . . permanece inmutable como el trono de Dios, y la salvación de cada alma queda decidida por la obediencia o la desobediencia. . .
[Jesús, por la ley del amor benévolo, llevó nuestros pecados, cargó nuestro castigo, y bebió la copa de la ira de Dios que correspondía al transgresor. . .] Jesús llevó la cruz de la abnegación y el sacrificio por amor a nosotros, para que tengamos vida, vida eterna. [¿Llevaremos nosotros la cruz por Jesús?] AFC 291 (1896).

La naturaleza sensible y amante de Cristo.
Su vida, desde 255 su comienzo hasta su final, estuvo señalada por la abnegación y el sacrificio. En la cruz del Calvario, realizó el gran sacrificio de sí mismo en beneficio de la humanidad, para que todo el mundo tuviera salvación si así lo quería. Cristo estaba oculto en Dios, y Dios fue revelado al mundo en el carácter de su Hijo. . .
Cada día, en cada acto de su vida, se manifestaba su amor por el mundo perdido. Los que están imbuidos de su Espíritu trabajarán en la misma forma como trabajó Cristo. En Cristo, la luz y el amor de Dios se manifestaron en la naturaleza humana. Ningún ser humano ha poseído una naturaleza tan sensible como la del Santo de Dios, que fue el prototipo de lo que la humanidad puede llegar a ser si recibe la naturaleza divina.- YI, 16 de ago. de 1894; AFC 290.

El amor de Dios es un manantial vivo.
El amor de Dios es algo más que una simple negación; es un principio positivo eficaz, una fuente viva que corre eternamente para beneficiar a otros. Si el amor de Cristo mora en nosotros, no sólo no abrigaremos odio alguno hacia nuestros semejantes, sino que trataremos de manifestarles nuestro amor de toda manera posible.- DMI 53 (1896).

El universo expresa el amor de Dios.
Ojalá todos estimaran correctamente el precioso don que nuestro Padre celestial hizo a nuestro mundo. Los discípulos sintieron que no podían expresar el amor de Cristo. Sólo pudieron decir: "En esto consiste el amor". El universo entero expresa este amor y la ilimitada benevolencia de Dios.
Dios podría haber enviado a su Hijo al mundo para condenarlo Pero, ¡maravillosa gracia! Cristo vino para salvar, no para destruir. Los apóstoles nunca tocaron este tema sin que sus corazones, ardieran con la inspiración del incomparable amor del Salvador. El apóstol Juan no puede encontrar palabras para expresar sus sentimientos. Exclama: "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, 256 porque no le conoció a él" (1 Juan 3: 1). Nunca podremos calcular cuánto nos amó el Padre. No hay medida con que compararlo.- Carta 27, 1901.

Satanás originó la idea de un Dios duro y severo.
Satanás indujo a los hombres a concebir a Dios como un ser cuyo principal atributo es una justicia inexorable, como un juez severo, un duro y estricto acreedor. Pintó al Creador como un ser que está velando con ojo celoso por discernir los errores y faltas de los hombres, para visitarlos con juicios. Jesús vino a vivir entre los hombres para disipar esa densa sombra, revelando al mundo el amor infinito de Dios.- CC 9 (1892).

El amor entre el Padre y el Hijo es un símbolo.
Por mucho que un pastor pueda amar a sus ovejas, Jesús ama aún más a sus hijos e hijas. No es solamente nuestro pastor; es nuestro "Padre eterno". Y el dice: "Y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre" (Juan 10: 14, 15). ¡Qué declaración! Es el Hijo unigénito, el que está en el seno del Padre, a quien Dios ha declarado ser "el hombre campanero mío" (Zacarías 13: 7), y presenta la comunión que hay entre él y el Padre como figura de la que existe, entre él y sus, hijos en la tierra.- DTG 447 (1898).
Dios ama a los seguidores de Cristo como ama a su Hijo unigénito.- 
Ms 67, 1894.

El amor de Cristo es una energía vitalizadora y sanadora.
El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Por su medio las energías más potentes de nuestro ser despiertan y entran en actividad. Libra el alma de culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que agotan las fuerzas de la vida. Con él vienen la serenidad y la calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida.- MC 78 (1905). 257 

Recordemos el amor de Dios.
Gracias a Dios que nos ha presentado hermosísimas imágenes. Reunamos las benditas pruebas de su amor, para recordarlas continuamente. El Hijo de Dios que deja el trono de su Padre y reviste su divinidad con la humanidad para poder rescatar al hombre del poder de Satanás; su triunfo en nuestro favor, que abre el cielo a los pecadores y revela a la vista humana la morada donde la Divinidad descubre su gloria, la raza caída, levantada de lo profundo de la ruina en que Satanás la había sumergido, puesta de nuevo en relación con el Dios infinito, vestida de la justicia de Cristo y exaltada hasta su trono después de sufrir la prueba divina, por la fe en nuestro Redentor: tales son las imágenes que Dios quiere que contemplemos.- CC 119 (1892).

El amor constituye nuestro cielo.
El amor de Cristo constituye nuestro cielo. Pero cuando procuramos hablar de ese amor, el lenguaje nos falta. Pensamos en su vida sobre la tierra, en su sacrificio por nosotros; pensamos en su obra en los cielos como nuestro abogado, en las mansiones que está preparando para los que le aman; y no podemos menos que exclamar. "¡Qué altura y qué profundidad del amor de Cristo!" Al detenernos al pie de la cruz captamos una leve idea del amor de Dios, y decimos: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1 Juan 4: 10). Pero al contemplar a Jesús apenas estamos tocando el borde de un amor que es inmensurable. Su amor es como un vasto océano, sin fondo ni orillas.- RH, 6 de mayo de 1902.

El amor infinito e inagotable de Dios.
Todo el amor paterno que se haya transmitido de generación a generación por medio de los corazones humanos, todos los manantiales de ternura que se hayan abierto en las almas de los hombres, son tan sólo como una gota del limitado océano, cuando se comparan con el amor infinito e inagotable de 258 Dios La lengua no lo puede expresar, la pluma no lo puede describir. Podéis meditar en él cada día de vuestra vida; podéis escudriñar las Escrituras diligentemente a fin de comprenderlo; podéis dedicar toda facultad y capacidad que Dios os ha dado al esfuerzo de comprender el amor y la compasión del Padre celestial; y aún queda su infinidad. Podéis estudiar este amor durante siglos, sin comprender nunca plenamente la longitud y la anchura, la profundidad y la altura del amor de Dios al dar a su Hijo para que muriese por el mundo. La eternidad misma no lo revelará nunca plenamente. Sin embargo, cuando estudiemos la Biblia y meditemos en la vida de Cristo y el plan de redención, estos grandes temas se revelarán más y más a nuestro entendimiento.- 2JT 337 (1889).

El amor de Dios es progresivo.
A medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter.- CS 736 (1911)  
(Mente, Carácter y Personalidad 1 de E.G. de White)

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