El Salmo 137, es la experiencia de los cautivos en
babilonia y su actitud más nacionalista que espiritual, ante el pedido de los
enemigos a que entonasen un cantico de Sion…
1 JUNTO a los ríos de Babilonia, Allí nos
sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion.
2 Sobre los sauces en medio de ella Colgamos
nuestras arpas.
3 Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían
que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos
algunos de los cánticos de Sion.
4 ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de
extraños?
5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi
diestra su destreza.
6 Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me
acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría.
7 Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el
día de Jerusalén, Cuando decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los cimientos.
8 Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el
que te diere el pago, De lo que tú nos hiciste.
9 Dichoso el que tomare y estrellare tus niños, Contra
la peña. (Salmo 137).
Éste salmo presenta la actitud patriota del salmista
en la cautividad. Pero no muestra porque estaban allá. El porque es la causa de
su apostasía, de generaciones. Pero están sensibles al maltrato; pero no a lo
importante de cumplir su misión. Misión para la cual fue levantado Israel; Ser la
luz del mundo.
Isa. 49:6.
Isa. 49:6.
La primera venganza que debería pedir es para ellos
mismos, por haber dejado los caminos del Señor, y que no sería cosas del pasado;
pues lo volverían a cometer en el futuro.
Y finalmente con el rechazo del Mesías.
Y finalmente con el rechazo del Mesías.
Pedir venganza de los enemigos, hasta no era necesario.
Porque es la ley de la vida: “siembra y cosecha” Babilonia por su maldad
cosechó destrucción, hasta dejar de ser.
Pero la forma como pedimos venganza ante Dios, de
los enemigos; prueba la naturaleza espiritual que nos motiva y muestra de los
que estamos hechos. Muestra, nuestro verdadero carácter.
Ministerio Hno. Pio
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