miércoles, febrero 05, 2020

REFLEXIÓN 132. EL SUEÑO PLACENTERO 1. (Salmo 3:3-6)


Los expertos en temas del buen dormir tienen una infinidad de técnicas para lograrlo. Desde un buen colchón, ejercicios y medicamentos….

*Creo que, para dormir bien, necesitamos 3 elementos básicos: silencio, oscuridad y tranquilidad.
En estos tiempos, estos elementos son casi imposible lograrlo. Hay ciudades donde la noche se convierte en día. Como Nueva York.  “Esa gente que no duerme de noche; el día lo pasa durmiendo o vive a medias entre el sueño y el trabajo”


NUEVA YORK es una sociedad sin ley”: alerta por aumento de tiroteos y robos este año tras reforma penal Así decía las noticias de ayer. 
¿Habrá una relación entre el mal dormir y la conducta?


Creo que el elemento mas importante para el buen dormir está en el espíritu tranquilo y el resto es importante; pero secundario. Y se logra poniendo nuestra confianza en un ser superior “DIOS”.

Leamos la experiencia del rey David.
“Más tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí… La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición”.  Salmo 3:3-6.

El rey David, cuando huía de Absalón, el hijo ingrato y perverso. Escribió este salmo 3.

Donde narra su confianza en Dios y su protección. Ante esas circunstancias tuvo que cruzar el rio caudaloso del Jordán. Luego cuando llegó la hora de dormir.
“Porque a pesar de los dramas que vivamos, tenernos que dormir y repara las fuerzas para seguir funcionando bien al día siguiente”
Dijo: Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré…

CUANTOS se acuestan, pero no pueden dormir. David estaba con problemas muy grandes. Pero a pesar de eso pudo dormir tranquilo. 
La razón: “Porque sabía vivir”.
Y el saber vivir, es confiar en Dios aun en la angustia extrema. Antes de dormir DAVID, puso en Dios su confianza y se acostó y durmió.


HORAS REGULARES DE SUEÑO. 
¡Cuán difundido está el hábito de convertir al día en noche y a la noche en día! Muchos jóvenes duermen profundamente en la mañana, cuando deberian levantarse con los primeros pájaros que cantan al amanecer, y estar activos cuando toda la naturaleza está despierta. CN 103.

Algunos jóvenes se oponen mucho al orden y la disciplina. No respetan los reglamentos del hogar levantándose a una hora regular. Se quedan en la cama horas después del amanecer, cuando todo debería estar en actividad. Queman el aceite de la medianoche y dependen de la luz artificial para suplir el lugar de la luz que la naturaleza ha provisto en las horas laborables. Al hacerlo, no sólo desperdician oportunidades preciosas, sino que causan gastos adicionales. Pero en casi todos los casos se da esta disculpa: “No puedo cumplir con mi trabajo; tengo algo que realizar; no puedo acostarme temprano” . . . . Se interrumpen los preciosos hábitos de orden, y los momentos desaprovechados en las horas tempranas, trastornan el orden de las cosas durante todo el día.

Nuestro Dios es un Dios de orden; y el desea que sus hijos quieran ordenar su vida y colocarse bajo su disciplina. ¿No sería mejor, por lo tanto, interrumpir este hábito de convertir a la noche en día, y las frescas horas de la mañana en noche? Si los jóvenes forman hábitos de regularidad y orden, mejorarán en salud, en energía, en memoria y en carácter.
Es el deber de todos observar estrictas reglas en sus hábitos de vida. Esto es para vuestro propio bien, queridos jóvenes, tanto física como moralmente. Cuando os levantáis en la mañana, repasad, si es posible, el trabajo que debéis realizar durante el día. Si es necesario, tened una libretita para anotar las cosas que necesitáis realizar, y fijad un tiempo para hacerlas. CN 104.

Al regular las horas de sueño, no deben dejarse las cosas libradas al azar. Los estudiantes no deben adquirir el hábito de estudiar a medianoche, y dedicar las horas del día para dormir. Si se han acostumbrado a hacer esto en casa, deben corregirse yendo a la cama a una hora razonable. Se levantarán entonces por la mañana refrigerados para los deberes del día. En nuestras escuelas, las luces deben apagarse a las nueve y media. CM 282

*La Mejor hora para dormir es dos horas antes de la media noche. Así podrás levantarte temprano con mucha vitalidad. Ponlo en práctica y verás las bendiciones en tu vida.  
Por que Yo me acosté y dormí, Y desperté, 
porque Jehová me sustentaba”.
Ministerio Hno. Pio

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