Hay padres que abandonan a sus hijos, pero Dios nunca desampara a los suyos (ver Isa. 49: 14, 15; 63: 16).
“En estos tiempos se ve más a menudo el abandono de los padres. Los
motivos son diversos.
El trauma permanente se muestra en hijos infelices, que viven marcados
para toda su vida.
Pero nunca debes olvidar, si viviste esta experiencia:
QUE NUESTRO VERDADERO PADRE ES DIOS.
Y nunca nos dejará.
Comprenderlo es importante para vivir felices.
Si éste es tu caso, recuérdalo siempre:
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá”.
QUE NUESTRO VERDADERO PADRE ES DIOS.
Y nunca nos dejará.
Comprenderlo es importante para vivir felices.
Si éste es tu caso, recuérdalo siempre:
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá”.
13 Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en
alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres
tendrá misericordia. 14 Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de
mí. 15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse
del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. 16 He
aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida... Isaías 49.
Un amor más fuerte que la muerte vinculaba el corazón
de la madre con el de su hijo. No obstante, Dios dice que con más facilidad se
olvidará una madre de su hijo que él del alma que confía en su gracia. El hecho
de que Dios nos ame es suficiente para inspirarnos la más profunda gratitud
durante toda nuestra vida… CDCD
EL "PADRE NUESTRO".
Jesús nos enseña a llamar a su Padre, nuestro Padre. No se avergüenza de llamarnos hermanos. *Hebreos 2:11. Tan
dispuesto, y ansioso, está el corazón del Salvador a recibirnos como miembros
de la familia de Dios, que desde las primeras palabras que debemos emplear para
acercarnos a Dios él expresa la seguridad de nuestra relación divina:
"Padre nuestro".
Aquí se enuncia la verdad maravillosa, tan alentadora y consoladora de que
Dios nos ama como ama a su Hijo. Es lo
que dijo Jesús en su postrera oración en favor de sus discípulos: "Los has amado a ellos como también a
mí me has amado". * Juan 17:23.
El Hijo de Dios circundó de amor este mundo que Satanás reclamaba como suyo
y gobernaba con tiranía cruel, y lo ligó de nuevo al trono de Jehová mediante
una proeza inmensa. Los querubines,
serafines y las huestes innumerables de todos los mundos no caídos entonaron
himnos de loor a Dios y al Cordero cuando su victoria quedó 90 asegurada. Se alegraron de que el camino a la salvación
se hubiera abierto al género humano pecaminoso y porque la tierra iba a ser
redimida de la maldición del pecado. ¡Cuánto más deben regocijarse aquellos que
son objeto de tan asombroso amor!
¿CÓMO PODEMOS QUEDAR EN DUDA E INCERTIDUMBRE Y
SENTIRNOS HUÉRFANOS?
Por amor a quienes habían
transgredido la ley, Jesús tomó sobre sí la naturaleza humana; se hizo
semejante a nosotros, para que tuviéramos la paz y la seguridad eternas. Tenemos un Abogado en los cielos, y
quienquiera que lo acepte como Salvador personal, no queda huérfano ni ha de
llevar el peso de sus propios pecados.
"Amados, ahora somos hijos de
Dios". "Y si hijos de Dios,
también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados". "Y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
como él es". * 1Juan 3:2; Romanos 8:17.
EL PRIMER PASO PARA ACERCARSE A
DIOS consiste
en conocer y creer en el amor que siente por nosotros; *1Juan 4:16, solamente
por la atracción de su amor nos sentimos impulsados a ir a él.
La comprensión del amor de Dios induce a renunciar al egoísmo. Al llamar a Dios nuestro Padre, reconocemos a
todos sus hijos como nuestros hermanos.
Todos formamos parte del gran tejido de la humanidad; todos somos
miembros de una sola familia. En nuestras
peticiones hemos de incluir a nuestros prójimos tanto como a nosotros
mismos. Nadie ora como es debido sí
solamente pide bendiciones para sí mismo.
El Dios infinito, dijo Jesús, os da el privilegio de acercaros a él y
llamarlo Padre. Comprended todo lo que
implica esto.
Ningún Padre De
Este Mundo Ha Llamado Jamás A Un Hijo Errante Con El Fervor Con El Cual Nuestro
Creador Suplica Al Transgresor.
Ningún amante interés humano siguió al impenitente con tantas tiernas
invitaciones. Mora 91 Dios en cada
hogar; oye cada palabra que se pronuncia, escucha toda oración que se eleva,
siente los pesares y los desengaños de cada alma, ve el trato que recibe cada
padre, madre, hermana, amigo y vecino.
Cuida de nuestras necesidades, y para satisfacerlas, su amor y
misericordia fluyen continuamente.
Si llamáis a Dios vuestro Padre, continué, os reconocéis hijos suyos, para
ser guiados por su sabiduría y para darle obediencia en todas las cosas,
sabiendo que su amor es inmutable.
Aceptaréis su plan para vuestra vida.
Como hijos de Dios, consideraréis como objeto de vuestro mayor interés,
su honor, su carácter, su familia y su obra.
Vuestro gozo consistirá en reconocer y honrar vuestra relación con
vuestro Padre y con todo miembro de su familia.
Os gozaréis en realizar cualquier acción, por humilde que sea, que
contribuya a su gloria o al bienestar de vuestros semejantes.
DMJ EGW
Ministerio Hno. Pio
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