1 ¡OH
JEHOVÁ, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto
tu gloria sobre los cielos;
2 De
la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus
enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo. (Mat. 21: 16).
3
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú
formaste,
4
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre,
para que lo visites?
5 Le
has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
6 Le
hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus
pies:
7
Ovejas y bueyes, todo ello, Y así mismo las bestias del campo,
8 Las
aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del
mar.
9 ¡Oh
Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra! (Salmo 8).
*LA VERDADERA SALUD
MENTAL Y ESPIRITUAL se muestra cuando DAS la gloria y honra al único Dios
verdadero.
Porque es el Creador Y Sustentador y Redentor. Hizo todo lo que vemos y a nosotros.
Porque es el Creador Y Sustentador y Redentor. Hizo todo lo que vemos y a nosotros.
*A pesar
de que somos un poco menor que los ángeles, nuestro valor es muy grande, y Dios
lo demostró cuando envió a su hijo para rescatarnos, quien murió en la cruz.
*Valemos
muchos para Dios. el precio es infinito; como su amor.
*Pero
además en el día, cuida y sustenta su creación:
Ø Nos provee
los alimentos.
Ø Nos da las fuerzas
y crea oportunidades para alcanzar nuestras metas.
Ø Nos cuida
como un Padre amante que ve por sus hijos pequeños.
Ø Sustenta a
toda la naturaleza…
Ø Siempre desea
lo mejor para sus hijos.
SOLO ASÍ PUEDES
DECIR: ¡OH
JEHOVÁ, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Cuando veo tus cielos, obra de
tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo:
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del
hombre, para que lo visites?”
Si nuestro mundo
hubiese sido formado con una superficie perfectamente
nivelada, la monotonía habría fatigado la vista y cansado
los sentidos. Dios ha adornado nuestro mundo con grandes montañas,
colinas, valles y cadenas de montañas. Las desnudas montañas de áspero granito,
también las montañas adornadas con vegetación frondosa y siempre verde, y los
valles con su serena hermosura hacen del mundo un espejo
de la belleza. Por doquiera se
manifiestan la bondad, la sabiduría y el poder de
Dios. En montañas, rocas, colinas y valles veo la acción
del poder divino. Nunca me siento solitaria mientras contemplo el gran
escenario de la naturaleza. Viajando por planicies y montañas he
tenido sentimientos de la más profunda reverencia y temor reverente
al contemplar el precipicio que sobresalta y las alturas de las montañas
revestidas de nieve.
Las montañas, colinas y
valles debieran ser para nosotros como escuelas en las cuales
estudiar el carácter de Dios en sus obras creadas. Las obras de Dios
que podemos ver en las escenas siempre
variadas: en montañas, colinas y valles, en árboles,
arbustos y flores, en cada hoja y cada brizna de hierba, debieran
enseñarnos una lección de la habilidad y del amor de Dios, y de su
poder infinito.
Los que
estudian la naturaleza no pueden sentirse solitarios. Aman las horas
tranquilas de meditación pues sienten que son colocados en íntima
comunión con Dios mientras descubren su poder en sus obras
creadas.
(Dios Nos Cuida 161). Amen.
Ministerio
Hno. Pio
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