lunes, mayo 20, 2013

208. ¡No Te Dejaré‏!


Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. 2 Reyes 2:4. 

Hay momentos tristes en la vida. Y este era uno de esos. Había llegado la hora de la partida. Partir siempre es morir un poco. Pero, mientras vivas en este mundo, muchas veces tendrás que partir. No existen sueños realizados sin partir; no hay nuevos desafíos sin partir. Sin partir, te quedas. 

Siempre hay nuevas fronteras que conquistar: el cielo es azul e infinito, para los que creen en Jesús. Para Elías, había llegado la hora de partir. Y dijo a su discípulo Eliseo: “Quédate aquí”. ¿Quedarse? ¡Jamás! Quedarse no es morir un poco, es morir definitivamente. La respuesta del alumno fue inmediata: “No te dejaré”. De cierta manera, encontramos aquí, a Elías, como un símbolo de Jesús. 

En cierta ocasión, el Señor también conminó a sus discípulos: “¿Queréis iros vosotros también?” La respuesta de Pedro, como la de Eliseo, no se dejó esperar: “¿A quién iremos? Solo tú tienes palabras de vida eterna”. 

Seguir al Maestro no es siempre fácil. Muchas veces, es más cómodo dejarlo partir; quedarse, acomodarse a la mediocridad, a la rutina y a la monotonía de las cosas tradicionales. 

Pero, para vivir una vida que valga la pena ser recordada, es necesario partir. No como un enajenado, sin saber adónde ir; no como un rebelde, para desperdiciar la vida sin un rumbo; no como una hoja de papel, que el viento lleva sin dirección. Sino en pos del Maestro, andando por donde él anduvo, viviendo su vida, siguiendo sus pasos, haciendo sus obras. 

La vida está constituida de decisiones. Todos los días, cada hora, siempre, tenemos que decidir qué haremos. ¿Te quedarás o partirás? De esas decisiones, dependerá tu futuro porque, un día, cuando llegues al final de la jornada en esta tierra, habrá llegado el momento de partir o quedarte. Quedarte significará morir eternamente; desaparecer en el polvo de las decisiones equivocadas. 

Pero, partir significará ir con Jesús, a quien no lo dejaste en esta tierra, por quien viviste, a quien dedicaste la vida. Parte hoy, pero sigue al Maestro. Con él, la derrota se transforma en victoria, y hasta los fracasos son solo oportunidades de aprendizaje. 

Y recuerda: “Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó”.  

Alejandro Bullón
 www.ministeriobullon.com

viernes, mayo 17, 2013

REFLEXIÓN 33.- Vive Satisfecho Y Feliz, Con La Pareja, Que Dios Te Dio


Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. (Proverbios 5:15-19) 

Hace un buen tiempo atrás conocí a Francisco. Estaba casado por más de 45 años.  Pero toda su vida matrimonial, vivió y vivía pensando que la mujer que había llegado a ser su esposa, no era la ideal; y que pensaba en encontrarla en cualquier momento. Y rehacer su vida, lo decía la última vez que lo vi y converse con él hace más de 6 años atrás. 

Pero puedo señalar que cada vez que conversaba con Francisco, me entraban unas ganas de ahorcarlo, porque sus palabras hacían mucho daño a su fiel esposa. Y no había nada que pudiera cambiar su modo de pensar.

 Pero a pesar de eso, él había llegado a tener varios hijos. A los cuales había amargado sus existencias con esta vida de insatisfacción.  Hace poco lo vi de lejos mientras cruzaba una calle, Francisco ya no está más fuerte, está débil, y lleva un bastón de apoyo, ¿y quién creen, que estaba a su lado Ayudándolo? Su Fiel y abnegada esposa.

 ¿Me pregunto a esta altura de su vida, habrá cambiado su modo de pensar y por fin llegó a aceptar su realidad? 

Pero esto es solo una perla en este mundo de insatisfacción. El caso de Max. No es diferente en su consecuencia, igual, hasta de anciano seguía de enamorador, porque quería rehacer su vida… pero ya está enfermo, jugándose los descuentos, y está solo, sin hijos que lo quieran. 
Lo que me preocupa es: ¿Qué pasará cuando ya no pueda valerse totalmente por sí mismo? 

Sembramos y estamos obligados a cosechar indefectiblemente. 

De los casos que les menciono, son personas que profesan ciertos principios elevadores. 
Claro debe haber otros casos, de esposas también inconformes, con su vida conyugal. Y en la primera oportunidad, huyen dejando atrás hijos abandonados y destruidos para siempre. 

Eso no debe ser novedad para ti también que de seguro los has visto de cerca. 
¿Entonces qué hacemos? ¿Cómo vivir una vida plena? 

Algunos dicen me separo, porque nunca lo amé.  

 El Amor es la clave de este drama. 

Y Preguntamos: ¿Podemos llegar a amar y querer, a nuestro cónyuge, habiéndonos casado sin estar enamorados? Puedo decir con contundencia, Si¡Pero, solo cumpliendo ciertos estándares!

1.- El Amor Es Divino: Debemos partir de la base que el amor viene de Dios, y Dios es eterno. 
Y nunca termina. (1Juan 4:8). Al contrario se va renovando y madurando cada vez más. Porque el amor no es solo pasión, es más principio. Que nunca cambia. 

2.- La Belleza es Innata: Debemos partir, de que toda persona, como creación de Dios, tiene su gracia. Por tanto es bello, o hermosa. Por ejemplo: el primer caso de Francisco. Tenía una linda esposa, pero no sabía valorarla, porque solo veía su pasado.

 3.- La Fidelidad y Lealtad: Todo estos pasos es posible, porque estamos hablando de una relación dentro de los parámetros normales. Si hay adulterio de por medio, las cosas cambian. Claro, pero todo dependerá de eso que se llama perdón, y en estos casos, el que decida perdonar, lo hará incondicionalmente y olvidar. 
Pero pocos matrimonios pasan por esta tragedia incólumes. Ya que el que falló una vez el voto matrimonial, es posible que vuelva caer. Tendría que haber un compromiso completo y seguir reconstruyendo la relación. Puedo decir que he visto casos así. Pero son mínimos.

 4.- Cuando el amor rebasa a la Pasión: Toda relación tiene un inicio, que va afianzándose con el tiempo. Nutriéndose, del respeto, consideración, cuidado, servicio, admiración, afecto, risas, confianza, discreción…etc.
 Entonces llegamos a amar más la belleza del espíritu, que del cuerpo, claro está; amar la belleza interior, es amar también lo físico, no hay duda. ¡Ese! es el verdadero amor. 

Entonces podemos concluir esta parte: Que es posible enamorarse y amar a nuestro cónyuge si Dios, pone su amor en nosotros y el resto solo será consecuencia natural. Que dará dicha, felicidad en el hogar.
 Claro el amor debe ser correspondido y así crecerá más y más.  

Recuerda el consejo del Señor:  
“Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo…Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre”.  

Así vivirás satisfecho, y serás feliz y sobre todo harás feliz a tu familia, dejando una generación que será de bendición en este mundo. Dios te bendiga, y te de sabiduría para valorar y amar lo que tienes.  

Con Afecto: Pio Pablo Huamán Julca 

miércoles, mayo 15, 2013

207. No Temas Del Hombre‏


Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Isaías 51:12.  

Mientras vivas en este mundo, los enemigos aparecerán todos los días, intentando traer dolor a tu corazón. Los encontrarás en el vecindario, en el lugar de trabajo y hasta en medio de la familia. Pero, también pueden ser una circunstancia difícil, una enfermedad, un momento de adversidad, en fin... 

El consejo divino de hoy es una palabra de advertencia: no temas al enemigo, míralo de frente, a los ojos; no huyas, no corras, no te escondas.

Hay dos motivos para proceder de este modo. 
El primero es que Dios es tu consolador. La palabra consolador, aquí, no se refiere únicamente al que ofrece palabras de ánimo sino, más bien, al que da fuerza para enfrentar a las personas y las circunstancias, a pesar de cuán poderosas puedan ser o parecer. 
La otra razón para no temer al enemigo es que “el hombre es mortal y el hijo del hombre como el heno”. El heno es paja seca que lleva el viento: no tiene sustancia, ni contenido; solo apariencia. 

Si te pones a pensar, la mayoría de las personas, las cosas o las situaciones que a veces te amedrentan solo parecen temibles. Tu imaginación es la que hace, de ellas, amenazas terribles. Son como los espantapájaros, con apariencia de feos y malos pero, si te aproximas a ellos, verás que son incapaces de hacerte algún mal.

 El Dios maravilloso que te hizo esta promesa no conoce de derrota, y jamás ha fallado con aquellos que han depositado su confianza en él. 

Decirte que no hay nada amenazador delante de ti, que no existen dificultades o desafíos, sería negar la realidad. ¡Claro que los hay! Siempre los hubo, y los seguirá habiendo. 

Pero, si tienes presente que a tu lado está el Señor, enfrentarás la lucha con la certidumbre de que tu enemigo ya es un enemigo vencido. Haga lo que haga en contra de ti, no es más que paja seca, que el viento lleva. 

Sal hoy, rumbo a la batalla del día, seguro de la victoria. Coloca tus temores en las manos de Dios. No huyas. Ningún peligro tiene el derecho de asustar al hijo de Dios. Y recuerda la promesa del Señor: “Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?” 
 
Alejandro Bullón 
www.ministeriobullon.com