CRISTO estaba continuamente recibiendo del Padre a fin de poder impartírnoslo.
"La palabra que habéis oído -dijo él-, no es mía, sino del Padre que me envió". "El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir." Juan 14:24; Mateo 20:28.
ÉL VIVIÓ,
PENSÓ Y ORÓ, NO PARA SÍ MISMO, SINO PARA LOS DEMÁS. De las horas pasadas en
comunión con Dios él volvía mañana tras mañana, para traer la luz del cielo a
los hombres.
DIARIAMENTE recibía un nuevo bautismo del
Espíritu Santo. En las primeras horas del nuevo día, Dios lo despertaba de su
sueño, y su alma y sus labios eran ungidos con gracia para que pudiese impartir
a los demás.
SUS PALABRAS le eran dadas frescas de las
cortes del cielo para que las hablase en sazón al cansado y oprimido. Él dice: "El Señor Jehová me dio lengua de
sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado; despertará de mañana,
despertaráme de mañana oído, para que oiga como los sabios". Isaías 50:4.
LOS
DISCÍPULOS DE CRISTO ESTABAN MUY IMPRESIONADOS POR SUS ORACIONES Y POR SU
HÁBITO DE COMUNICACIÓN CON DIOS. Un día, tras una corta ausencia del lado de su Señor, lo
encontraron absorto en una súplica. Al parecer inconsciente de su presencia, él
siguió orando en voz alta. Los corazones
de los discípulos quedaron profundamente conmovidos.
CUANDO TERMINÓ DE ORAR, exclamaron: "Señor, enséñanos a orar". 106
En respuesta repitió el
Padrenuestro, como lo había dado en el Sermón de la Montaña. Y luego, en una
parábola, ilustró la lección que deseaba enseñarles.
"¿QUIÉN de vosotros -les
dijo- tendrá un amigo, e irá a él a media noche, y le dirá: Amigo, préstame
tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de camino, y no tengo qué
ponerle delante; y el de dentro respondiendo dijere: No me seas molesto; la
puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme,
y darte? Os digo, que aunque no se
levante a darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantará, y le
dará todo lo que habrá menester".
AQUÍ CRISTO
PRESENTA AL POSTULANTE PIDIENDO PARA PODER DAR DE NUEVO. Debía obtener pan, o no podría
suplir las necesidades del viajero que llegaba cansado, en tardías horas de la
noche. Aunque su vecino no esté dispuesto a ser molestado, no desistirá de
pedir; su amigo debe ser aliviado; y por fin su importunidad es recompensada;
sus necesidades son suplidas.
DE LA MISMA MANERA, los discípulos habían de buscar las bendiciones de Dios. Mediante la alimentación de la multitud y el sermón sobre el pan del cielo, Cristo les había revelado la obra que harían como representantes suyos.
Habían de dar el pan de vida a la
gente. Aquel que había señalado su obra, vio cuán a menudo su fe sería probada.
Con frecuencia se verían en situaciones inesperadas, y se darían cuenta de su
humana insuficiencia.
LAS ALMAS que estuvieran hambrientas del
pan de vida vendrían a ellos, y ellos se sentirían destituidos y sin ayuda. Debían
recibir alimento espiritual, o no tendrían nada para impartir. Pero no habían
de permitir que ningún alma volviese sin ser alimentada.
CRISTO LES
DIRIGE A LA FUENTE DE ABASTECIMIENTO. El Hombre Cuyo Amigo Vino
Pidiéndole Hospedaje, aun a la hora inoportuna de la medianoche, no lo hizo
volver. No tenía nada para poner delante de él, pero se dirigió a 107 uno que
tenía alimento, y presentó con instancias su pedido, hasta que el vecino suplió
su necesidad.
Y DIOS, que ha enviado a sus siervos a alimentar a los hambrientos,
¿no suplirá sus necesidades para su propia obra?
Pero El Vecino Egoísta de la
parábola no representa el carácter de Dios.
LA
LECCIÓN Se Deduce, No Por Comparación, Sino Por Contraste. Un hombre egoísta concederá un pedido urgente, a fin de librarse de
quien perturba su descanso. Pero Dios se deleita en dar. Está lleno de
misericordia, y anhela conceder los pedidos de aquellos que vienen a él con fe.
Nos da para que podamos ministrar a los demás, y así llegar a ser como él.
CRISTO
DECLARA:
"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y os será abierto. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se
abre".
El
Salvador continúa: "¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo
le pidiere pan, le dará una piedra? o, si pescado, ¿en lugar de pescado le dará
una serpiente? O, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de
él?"
PARA
FORTALECER NUESTRA CONFIANZA EN DIOS, Cristo nos enseña a dirigirnos a él con un
nuevo nombre, un nombre entretejido con las asociaciones más caras del corazón
humano.
NOS
CONCEDE EL PRIVILEGIO DE LLAMAR AL DIOS INFINITO NUESTRO PADRE. Este nombre, pronunciado cuando
le hablamos a él y cuando hablamos de él, es una señal de nuestro amor y
confianza hacia él, y una prenda de la forma en que él nos considera y se
relaciona con nosotros. Pronunciado cuando pedimos un favor o una bendición, es
una música en sus oídos. A fin de que no consideráramos una presunción el
llamarlo por este nombre, lo repitió en renovadas ocasiones. El desea que
lleguemos a familiarizarnos con este apelativo. 108
DIOS
NOS CONSIDERA SUS HIJOS. Nos ha redimido del mundo abandonado, y nos ha escogido para que
lleguemos a ser miembros de la familia real, hijos e hijas del Rey del cielo.
Nos invita a confiar en él con una confianza más profunda y más fuerte que
aquella que un hijo deposita en un padre terrenal. Los padres aman a sus hijos,
pero el amor de Dios es más grande, más amplio, más profundo de lo que al amor
humano le es posible ser. Es inconmensurable.
LUEGO, si los padres terrenales saben
dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más nuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo piden?
Las lecciones de Cristo con respecto a la oración
deben ser cuidadosamente consideradas.
HAY una ciencia divina en la
oración, y la ilustración de Cristo presenta un principio que todos necesitamos
comprender.
DEMUESTRA lo que es el verdadero
espíritu de oración, enseña la necesidad de la perseverancia al presentar a
Dios nuestras peticiones, y nos asegura que él está dispuesto a escucharnos y a
contestar la oración.
NUESTRAS
ORACIONES no han de
consistir en peticiones egoístas, meramente para nuestro propio beneficio. Hemos
de pedir para poder dar. El principio de la vida de Cristo debe ser el
principio de nuestra vida. "Por
ellos -dijo Cristo, refiriéndose a sus discípulos- yo me santifico a mí mismo,
para que también ellos sean santificados en verdad." Juan 17:19.
LA MISMA
DEVOCIÓN, la misma
abnegación, la misma sujeción a las declaraciones de la Palabra de Dios que se
manifestaron en Cristo, deben verse en sus siervos.
“NUESTRA Misión En El Mundo No Es Servirnos O Agradarnos A Nosotros Mismos”.
Hemos
de glorificar a Dios cooperando con él para salvar a los pecadores. Debemos
pedir bendiciones a Dios para poder comunicarlas a los demás. La capacidad de
recibir es preservada únicamente impartiendo. No podemos continuar recibiendo
tesoros celestiales sin comunicarlos a aquellos que nos rodean. 109
EN LA
PARÁBOLA, el
postulante fue rechazado repetidas veces, pero no desistió de su propósito. Así
nuestras oraciones no siempre parecen recibir una inmediata respuesta; pero Cristo
enseña que no debemos dejar de orar.
LA ORACIÓN
NO TIENE POR OBJETO OBRAR ALGÚN CAMBIO EN DIOS, sino ponernos en armonía con
Dios. Cuando le pedimos algo, tal vez vea que necesitamos investigar nuestros
corazones y arrepentirnos del pecado. Por lo tanto, nos hace pasar por una
prueba, nos hace pasar por la humillación, a fin de que veamos lo que impide la
obra de su Santo Espíritu por medio de nosotros.
EL
CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS DE DIOS ES CONDICIONAL, y la
oración no ocupará nunca el lugar del deber. "Si me amáis -dice Cristo-, guardad mis mandamientos".
"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama; y el
que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él".
Juan 14:15,21.
AQUELLOS
QUE PRESENTAN SUS PETICIONES ANTE DIOS, Invocando Su Promesa, Mientras No
Cumplen Con Las Condiciones, insultan a Jehová. Invocan el nombre de Cristo
como su autoridad para el cumplimiento de la promesa, pero no hacen las cosas
que demostrarían fe en Cristo y amor por él.
MUCHOS NO
ESTÁN CUMPLIENDO LAS CONDICIONES DE ACEPTACIÓN POR EL PADRE. Necesitamos examinar
detenidamente las disposiciones que se han hecho para aproximarnos a Dios. Si
somos desobedientes, traemos al Señor un pagaré para que él lo haga efectivo
cuando no hemos cumplido las condiciones que lo harían pagadero a nosotros.
PRESENTAMOS
A DIOS SUS PROMESAS y le pedimos que las cumpla, cuando, al hacerlo, él deshonraría
su propio nombre.
LA PROMESA
ES: "Si estuvierais en mí, y mis palabras
estuvieron en vosotros, pedid todo lo que quisierais, y os será hecho".
Juan 15:7.
Y JUAN DECLARA: "Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si
guardamos sus mandamientos. El que dice, yo le he conocido, y no guarda sus 110 mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él, más el que
guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él".
1 Juan 2:3-5.
UNO
DE LOS ÚLTIMOS MANDAMIENTOS QUE CRISTO DIERA A SUS DISCÍPULOS FUE: "Que os améis los unos a los otros:
como os he amado". Juan 13:34. ¿Estamos
obedeciendo este mandato, o estamos condescendiendo con rasgos de carácter
hirientes y no cristianos? Si de alguna forma hemos agraviado o herido a otros,
es nuestro deber confesar nuestra falta y buscar la reconciliación. Esta es una
condición esencial para que podamos presentarnos a Dios con fe y pedir su
bendición.
HAY OTRO ASUNTO DEMASIADO A MENUDO DESCUIDADO POR LOS QUE BUSCAN AL SEÑOR EN ORACIÓN. ¿Habéis sido honrados con Dios?
El Señor declara mediante el profeta Malaquías:
"Desde los días de vuestros padres
os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Tornaos a mí, y yo me tornaré a vosotros, ha
dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de tornar? ¿Robará
el hombre a Dios? Pues vosotros me
habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias". Malaquías
3:7,8.
COMO DADOR
DE TODAS LAS BENDICIONES, Dios reclama una porción determinada de todo lo que poseemos. Esta
es la provisión que él ha hecho para sostener la predicación del Evangelio. Y
debemos demostrar nuestro aprecio por sus dones devolviendo esto a Dios. Pero
si retenemos lo que le pertenece a él, ¿cómo podemos pretender sus bendiciones?
Si somos mayordomos infieles en las cosas terrenales, ¿Cómo podemos esperar que
él nos confíe las celestiales?
Puede Ser Que Aquí Se Encuentre
El Secreto De La Oración No Contestada.
PERO EL
SEÑOR, EN SU GRAN MISERICORDIA, está listo para perdonar, y dice: "Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto... si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré
sobre vosotros 111 bendición hasta
que sobreabunde. Increparé también por vosotros al devorador, y no os corromperá
el fruto de la tierra; ni vuestra vid en el campo abortará...Y todas las gentes
os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los
ejércitos". Malaquías 3:10-12.
TAL
OCURRE CON TODOS LOS DEMÁS REQUERIMIENTOS DE DIOS. Todos sus dones
son prometidos a condición de la obediencia. Dios tiene un cielo lleno de
bendiciones para los que cooperen con él. Todos los que le obedezcan pueden con
confianza reclamar el cumplimiento de sus promesas.
Pero debemos mostrar una confianza
firme y sin rodeos en Dios. A menudo él tarda en contestarnos para probar
nuestra fe o la sinceridad de nuestro deseo. Al pedir de acuerdo con su
Palabra, debemos creer su promesa y presentar nuestras peticiones con una
determinación que no será denegada.
DIOS NO
DICE: PEDID UNA VEZ Y RECIBIRÉIS. Él nos ordena que pidamos. Persistid incansablemente en la
oración. El pedir con persistencia hace más ferviente la actitud del
postulante, y le imparte un deseo mayor de recibir las cosas que pide. Cristo
le dijo a Marta junto a la tumba de Lázaro: "Si creyeres, verás la gloria de Dios". Juan 11:40.
Pero muchos no tienen una fe
viva. Esta es la razón por la cual no ven más del poder de Dios. Su debilidad
es el resultado de su incredulidad. Tienen más fe en su propio obrar que en el
obrar de Dios en favor de ellos.
Ellos se encargan de cuidarse a
sí mismos. Hacen planes y proyectos, pero oran poco, y tienen poca confianza
verdadera en Dios. Piensan que tienen fe, pero es sólo el impulso del momento.
Dejan de comprender su propia necesidad, y lo dispuesto que está Dios a dar; no
perseveran en mantener sus pedidos ante el Señor.
NUESTRAS
ORACIONES han de ser
tan fervorosas y persistentes como lo fue la del amigo necesitado que pidió pan
a media noche. Cuanto más fervorosa y constantemente 112 oremos, tanto más
íntima será nuestra unión espiritual con Cristo. Recibiremos bendiciones
acrecentadas, porque tenemos una fe acrecentada.
NUESTRA
PARTE CONSISTE EN ORAR Y CREER. Velad en oración. Velad, y cooperad con el Dios que oye la
oración. Recordad que "coadjutores
somos de Dios". 1 Cor. 3:9.
HABLAD Y
OBRAD DE ACUERDO CON VUESTRAS ORACIONES. Significará para vosotros una
infinita diferencia el que la prueba demuestre que vuestra fe es genuina, o
revele que vuestras oraciones son sólo una forma.
CUANDO
SE SUSCITAN PERPLEJIDADES Y SURGEN DIFICULTADES, no busquéis ayuda
en la humanidad. Confiadlo todo a Dios.
LA
PRÁCTICA DE HABLAR DE NUESTRAS DIFICULTADES A OTROS, únicamente
nos debilita, y no les reporta a los demás ninguna fuerza. Ello hace que la
carga de nuestras flaquezas espirituales descanse sobre ellos, y éstas son cosas
que ellos no pueden aliviar. Buscamos la fuerza del hombre errante y finito,
cuando podríamos tener la fuerza del Dios infalible e infinito.
No necesitáis ir hasta los
confines de la tierra para buscar sabiduría, pues Dios está cerca.
No son las capacidades que
poseéis hoy, o las que tendréis en lo futuro, las que os darán éxito. Es lo que
el Señor puede hacer por vosotros.
NECESITAMOS
Tener Una Confianza Mucho Menor En Lo Que El Hombre Puede Hacer, Y Una
Confianza Mucho Mayor En Lo Que Dios Puede Hacer Por Cada Alma Que Cree.
EL ANHELA Que Extendáis Hacia Él La Mano De
La Fe.
ANHELA que esperéis grandes cosas de él.
ANHELA daros inteligencia así en las
cosas materiales como en las espirituales. Él puede aguzar el intelecto. Puede
impartir tacto y habilidad.
EMPLEAD vuestros talentos en el trabajo;
pedid a Dios sabiduría, y os será dada.
HACED De La Palabra De Cristo Vuestra
Seguridad. ¿No os ha invitado a ir a él?
NUNCA OS PERMITÁIS HABLAR de una manera descorazonada y desesperada.
Si lo
hacéis perderéis mucho.
MIRANDO
LAS APARIENCIAS, Y QUEJÁNDOOS cuando 113 vienen las dificultades y premuras, revelaréis una fe enferma y débil.
HABLAD
Y OBRAD COMO SI VUESTRA FE FUERA INVENCIBLE. El Señor es rico
en recursos: el mundo le pertenece. Mirad al cielo con fe. Mirad a Aquel que
posee luz, poder y eficiencia.
HAY
EN LA FE GENUINA UN BIENESTAR, una
firmeza de principios y una invariabilidad de propósito que ni el tiempo ni las
pruebas pueden debilitar. "Los mancebos se fatigan y se cansan, los
mozos flaquean y caen: más los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán". Isaías 40:30,31. RV 1909
HAY MUCHOS
QUE ANHELAN AYUDAR A OTROS, pero sienten que no tienen fuerza o luz espiritual que impartir.
PRESENTEN Ellos Sus Peticiones Ante El
Trono De La Gracia.
ROGAD POR EL
ESPÍRITU SANTO. Dios respalda cada
promesa que ha hecho. Con vuestra Biblia en la mano, decid: Yo he hecho como tú
has dicho. Presento tu promesa: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y os será abierto".
No solamente debemos orar en el
nombre de Cristo, sino por la inspiración del Espíritu Santo. Esto explica lo
que significa el pasaje que dice que "el mismo Espíritu pide por nosotros
con gemidos indecibles". Romanos 8:26.
DIOS
SE DELEITA EN CONTESTAR TAL ORACIÓN. Cuando con fervor e intensidad
expresamos una oración en el nombre de Cristo, hay en esa misma intensidad una
prenda de Dios que nos asegura que él está por contestar nuestra oración "mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos". Efesios 3:20.
CRISTO
DIJO:
"Todo lo que orando pidiereis,
creed que lo recibiréis, y os vendrá". "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que
el Padre sea glorificado en el Hijo". Marcos 11:24; Juan 14:13.
Y EL AMADO JUAN,
por la inspiración del Espíritu Santo, dice con gran claridad y certeza: "Si demandáremos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier
cosa que demandáremos, 114 sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado".
1Juan 5:14,15.
Presentad, Pues, Vuestra Petición
Ante El Padre En El Nombre De Jesús. Dios Honrará Tal Nombre.
EL ARCO IRIS rodea el trono como una
seguridad de que Dios es verdadero, que en él no hay mudanza ni sombra de
variación. Hemos pecado contra él, y somos indignos de su favor; sin embargo,
él mismo ha puesto en nuestros labios la más maravillosa de las súplicas: "Por amor de tu nombre no nos
deseches, ni trastornes el trono de tu gloria: acuérdate, no invalides tu pacto
con nosotros". Jeremías 14:21.
CUANDO VENIMOS a él confesando nuestra indignidad y pecado,
él se ha comprometido a atender nuestro clamor. Él honor de su trono está
empeñado en el cumplimiento de la palabra que nos ha dado.
A Semejanza
De Aarón, que simbolizaba
a Cristo, nuestro Salvador lleva los nombres de todos sus hijos sobre su
corazón en el lugar santo. Nuestro gran
sumo sacerdote recuerda todas las palabras por medio de las cuales nos ha
animado a confiar.
Nunca Olvida
Su Pacto. Todo
el que pida recibirá. A todo el que llame se le abrirá.
NO SE
PRESENTARÁ LA EXCUSA: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada; no quiero abrirla.
A nadie se le dirá jamás: No puedo ayudarte. Aquellos que pidan pan a media
noche para alimentar a las almas hambrientas, tendrán éxito. En
la parábola aquel que pedía para el forastero recibió todo lo que había
menester.
¿Y
En Qué Medida Nos Concederá Dios A Fin De Que Podamos Impartir A Los Demás?
"Conforme A La Medida Del Don De Cristo". Efesios 4:7.
LOS ÁNGELES
OBSERVAN Con Intenso Interés Para Ver Cómo Trata El Hombre A Sus Semejantes. Cuando ven que alguien
manifiesta la simpatía de Cristo por el errante, se apresuran a ir a su lado, y
traen a su memoria las palabras que debe hablar y que serán como pan de vida
para el alma. Así "Dios, pues,
suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en 115 gloria en Cristo Jesús". Filipenses
4:19.
EL HARÁ QUE
VUESTRO TESTIMONIO, con su sinceridad y su verdad, sea poderoso con el poder de la
vida venidera. La Palabra del Señor será en vuestros labios cual verdad y
justicia.
EL
ESFUERZO PERSONAL POR OTROS debe ser precedido de mucha oración secreta; pues requiere gran
sabiduría el comprender la ciencia de salvar almas.
Antes
De Comunicaros Con Los Hombres, comunicaos con Cristo. Ante el trono de la gracia celestial,
obtened una preparación para ministrar a la gente.
QUEBRÁNTESE vuestro corazón por el anhelo
que tenga de Dios, del Dios vivo.
LA VIDA DE CRISTO ha mostrado
lo que la humanidad puede hacer participando de la naturaleza divina.
TODO LO QUE
CRISTO RECIBIÓ DE DIOS, podemos recibirlo también nosotros.
PEDID, PUES,
Y RECIBIRÉIS. Con la fe
perseverante de Jacob, con la persistencia inflexible de Elías, pedid para
vosotros todo lo que Dios ha prometido.
DOMINEN
VUESTRA MENTE LAS GLORIOSAS CONCEPCIONES DE DIOS. Enlácese vuestra vida con la de
Cristo mediante recónditos eslabones. Aquel
que ordenó que la luz brillara en las tinieblas, desea brillar en nuestro
corazón, para daros la luz del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro
de Jesucristo. 2 Cor. 4:6.
EL ESPÍRITU
SANTO TOMARÁ LAS COSAS DE DIOS Y OS LAS MOSTRARÁ, transfiriéndolas al corazón
obediente cual vivo poder. Cristo os conducirá al umbral del Infinito. Podréis
contemplar la gloria que refulge allende el velo, y revelar a los hombres la
suficiencia de Aquel que siempre vive para interceder por nosotros. 116 PVGM/EGW
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