Dios quiere que los jóvenes lleguen a ser hombres de mente seria, a estar preparados para la acción en su noble obra y a ser aptos para llevar responsabilidades. Dios llama a jóvenes de corazón incorrupto, fuertes y valientes, decididos a pelear varonilmente en la lucha que les espera, para que glorifiquen a Dios y beneficien a la humanidad. Si los jóvenes tan sólo hicieran de la Biblia un objeto de estudio, calmasen sus impetuosos deseos y escuchasen la voz de su Creador y Redentor, no sólo estarían en paz con Dios, sino que se sentirían ennoblecidos y elevados. Joven amigo, redundará en beneficio de tu interés eterno si prestas atención a las instrucciones que contiene la Palabra de Dios, pues son de inestimable importancia para ti.
Te ruego que seas prudente y consideres el resultado de llevar una vida sin freno, no gobernada por el Espíritu de Dios. "No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción". (Gálatas 6:7,8).
¡Cuántos jóvenes han malgastado en insensateces y disipación la fuerza que Dios les ha dado! ¡Cuántas historias dolorosas recuerdo de jóvenes que, por entregarse a hábitos viciosos, han llegado a ser mental, moral y físicamente náufragos humanos! Sus organismos están arruinados, y la utilidad de su vida grandemente menoscabada por haberse entregado a placeres ilícitos.
Jóvenes indiferentes y descuidados de hoy, os ruego que os convirtáis y lleguéis a ser colaboradores con Dios. Sea el tema de estudio de vuestra vida beneficiar y salvar a otros. Si buscáis la ayuda de Dios, su potencia, obrando en vosotros anulará todos los poderes opositores y seréis santificados mediante la verdad. El pecado prevalece de una manera alarmante entre los jóvenes de hoy día, pero sea vuestro propósito hacer cuanto podáis para rescatar a las almas del poder de Satanás. (MJ) EGW
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