“Los que confían en Jehová son como el monte de Sión,
que es inconmovible, que permanecerá para siempre” (Salmos 125: 1).
El viernes 13 de enero del 2012, sucedió el dramático naufragio del crucero “Costa Concordia” en Frente a la pequeña isla Toscana de Giglio, en Italia, llevaba 4229 entre pasajeros y tripulación. Con víctimas humanas y materiales que lamentar, según se sabe el capitán de la nave, tuvo mucho que ver con el accidente, ya que se acercó temerariamente a la orilla de la isla. Los que tomaron este crucero, nunca pensaron lo que sucedería, parecía otro día agradable y feliz.
La nave era considerada la más moderna de su generación y la más segura.
En la actualidad se venden seguros de todo tipo y precio, desde
seguros para salud, vida, hasta seguros contra accidentes, etc
El momento amerita reflexionar y meditar: ¿En dónde estás depositando tu confianza hoy?
¿Será en tu grado académico, familiar, estatus social, económico, será en tu cónyuge,
hijos, dinero, amigos, o más nefasto todavía como el alcohol, tabaco, drogas, diversiones?…
¿Cómo está la nave de tu vida?
¿Es como éste crucero moderno y seguro en apariencia?
¿Qué se siente seguro, de enfrentar cualquier desafío,
pero un descuido, una distracción puede terminar en perdidas y muerte?
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El texto de hoy dice los que confían en Dios siempre están seguros. Nada fuera de él es seguro y duradero. En este mundo tan cambiante y apresurado, sólo si Cristo guía la nave de tu vida, lo estarás. Dios te ayude a replantear tu vida, Porque “los que confían en el Jehová son como el monte de Sión, que es inconmovible, que permanecerá para siempre”. Amen.
Pio Pablo Huamán Julca
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