Jeremías 4:1-4. Dios llama a Israel conforme a su promesa. Promesa que es condicionada
en volverse a Dios, dejando el mal camino.
1 SI TE volvieres, oh Israel, dice Jehová, vuélvete a mí. Y si quitares de delante de mí tus abominaciones, y no anduvieras de acá para allá, 2 y jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán. 3 Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos. 4 Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras. (Jeremías 4).
1. Oh, Israel. Es probable que se refiera específicamente a las
tribus del norte, que estaban en el exilio, aunque algunos piensan que tiene un
sentido más general. En el vers. 3, Dios se dirige particularmente a los
hombres de Judá.
Abominaciones. Específicamente, sus ídolos (Deut. 27: 15; 29: 17; 1
Rey. 11: 5, 7; 2 Rey. 23: 13; 2 Crón. 15: 8; Eze. 20: 7-8).
Anduvieres De Acá Para Allá. Del verbo hebreo nud, "andar sin rumbo",
"ser nómada".
"Extranjero", en Gén. 4: 12, 14, tiene la misma raíz.
2. Jurares. O, "si juras". Continúa el sentido
condicional que comienza en el vers. l. jurar por el nombre de Jehová significa
reconocer la supremacía de Dios (Deut. 10: 20; Jer. 12: 16; ver com. Deut. 6:
13). Debían suprimirse los juramentos hechos en nombre de otros dioses. El
pueblo debía demostrar que Dios era supremo en su pensamiento.
Las Naciones. Aquí concluye el sentido condicional: "entonces
las naciones"... Dios tenía el propósito de que la conversión de Israel
fuera causa de la conversión de las naciones vecinas (Sal. 102: 13, 15; ver PP.
537). Las bendiciones que se le aseguraban a Israel "se prometen, bajo las
mismas condiciones y en el mismo grado, a toda nación y a todo individuo debajo
de los anchos cielos" (PR 367).
En Él. Es decir, en el Señor.
3. Todo Varón De Judá. La exhortación al arrepentimiento y a la reforma se
dirige específicamente al reino del sur.
Jerusalén. Unos pocos manuscritos hebreos, la LXX, las
versiones latinas antiguas, las siríacas y los tárgumes, dicen: "y a los
habitantes de Jerusalén".
Arad Campo. En el hebreo hay un juego de palabras, cuya idea
sería "cultivad tierra no cultivada". "Cultivad el
barbecho" (BJ).
No Sembréis Entre Espinos. Compárese con la parábola de Jesús, en la cual se
mencionan los diferentes tipos de suelo (Mat. 13: 7, 22). Si no se sacaban las
espinas y las malezas, éstas ahogarían las semillas de la reforma (Luc. 8: 7;
5T 53). Era necesario que Judá eliminara completamente la idolatría y los males
morales y sociales. No bastaba una obra hecha a medias como la que ocurrió en
tiempos de Josías.
4. Circuncidaos. Todos los Judíos habían sido circuncidados en la
carne, pero no todos habían sido circuncidados "a Jehová". El profeta
procuraba revelar el verdadero sentido del rito y contrarrestar el concepto
formal y ritualista con que se lo practicaba. La circuncisión debía ser el símbolo
de la dedicación del corazón a Dios, y una señal de haberse apartado de la
idolatría (ver com. Gén. 17: 10-11). Cortar el prepucio del corazón significa
eliminar toda impureza (Deut. 10: 16; 30: 6). La verdadera circuncisión es
interna y no externa (Rom. 2:28-29; Fil. 3: 3; Col. 2: 11).
No Haya Quien La Apague. El profeta compara la ira de Dios contra el pecado con un fuego que no se puede apagar hasta que haya completado su obra destructora (cap. 7: 20). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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