lunes, diciembre 14, 2020

REFLEXIÓN 500. PROFECÍAS CONCERNIENTES A LAS NACIONES EXTRANJERAS: PROFECÍA CONCERNIENTE A EDOM (JEREMÍAS 49:7-22).

Jeremías 49:7-22. Es el Juicio contra el enemigo de siempre de Israel: Edom.

7 Acerca de Edom. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? 8 Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue. 9 Si vendimiadores hubieran venido contra ti, ¿no habrían dejado rebuscos? Si ladrones de noche, ¿no habrían tomado lo que les bastase? 10 Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser.

11 Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas. 12 Porque así ha dicho Jehová: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. 13 Porque por mí he jurado, dice Jehová, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas. 14 La noticia oí, que de Jehová había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla.

15 He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová. 17 Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. 18 Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.

19 He aquí que como león subirá de la espesura del jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir? 20 Por tanto, oíd el consejo que Jehová ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21 Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo. 22 He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas contra Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias. (Jeremías 49).

7. Edom. El país de los edomitas o idumeos, conocido también como "monte de Seir" (Gen. 36: 8), estaba al sur de Moab. Se extendía desde el arroyo de Zered hacia el sur, en dirección al golfo de Akaba. Comprendía el territorio que está a ambos lados del Arabá, la gran falla geológica que sigue a continuación del valle del Jordán, al sur del mar Muerto. El paisaje al este del Arabá se caracteriza por formaciones de piedra caliza de hermosos colores. Aunque es semidesértico y hay poca población hoy, una amplia evidencia arqueológica demuestra que en tiempos bíblicos Edom tenía una población numerosa. Era un país importante por dos motivos: primero, por sus valiosos yacimientos de cobre y de hierro (cf. Deut. 8: 9), que eran explotados por sus reyes; y en segundo lugar, porque controlaba las rutas comerciales desde el desierto a Palestina occidental y al Mediterráneo y también el gran camino real que iba hacia el norte, a Siria.

Los idumeos eran parientes más cercanos de los israelitas que los moabitas o los amonitas. Eran descendientes de Esaú, "el cual es Edom" (Gén. 36: 1). Por eso se le ordenó a Israel que les demostrara una consideración especial (Deut. 23:7). Aunque las relaciones entre las dos naciones parecen haber sido relativamente amistosas en un principio (Deut. 2:4-6, 29), se deterioraron más tarde hasta llegar a una gran animosidad. Los edomitas se deleitaron machismo por la destrucción de Jerusalén a manos de los babilonios (Sal. 137:7).

La profecía que Jeremías pronunció contra Edom es muy similar a la de Abdías. Algunos pasajes son tan parecidos (Jer. 49: 7; cf. Abd. 8; Jer. 49: 9-10; cf. Abd. 5-6; Jer. 49:14-16; cf. Abd. 1-4) que parecería que un autor citó al otro. Sin embargo, es imposible decidir cuál fue el original y cuál una cita, o si quizá los dos profetas colaboraron en la 550 preparación de esos pasajes y después cada uno lo incluyó en su profecía.

Temán. Uno de los distritos tribales de Edom (el nombre viene de Temán, nieto de Esaú; Gén. 36: 15), o un sinónimo poético de Edom.

8. Lugares Profundos. En lugares inaccesibles y ocultos donde pudieran refugiarse. Las formaciones de piedra, tan características de la zona, proporcionaban cuevas y hendiduras para ocultarse. Dedán. Esta tribu descendía de Abrahán y Cetura (Gén. 25: 3). Los de Dedán se distinguían como mercaderes (Eze. 27: 15, 20; 38: 13). 

Quebrantamiento De Esaú. Sin duda se refiere a las calamidades que habrían de sobrevenir a Edom.

9. Dejado Rebuscos. La idea pareciera ser que los vendimiadores por lo general dejan algunas uvas, y que los ladrones sólo suelen destruir hasta conseguir lo que desean, pero los castigos venideros serían completos.

11. Huérfanos. En medio de esta destrucción total, el profeta invita a quienes sobrevivan a los terrores de la guerra a que depositen su confianza en Jehová. Los castigos divinos tienen el propósito positivo de hacer que los hombres se vuelvan a Dios.

12. Beber El Cáliz. Ver Jer. 25: 15; cf. Jer. 13: 12-14; Apoc. 14: 10.

13. Por Mí He Jurado. Compárese con Heb. 6: 13. Bosra. Por lo general se identifica con Butseira, a unos 38 km. al sureste del mar Muerto. Se trata, evidentemente, de una ciudad diferente a la mencionada en el cap. 48: 24.

16. Peñas. Heb. sela', "peña". Es probable que Jeremías se refiera a Sela, que más tarde se conoció como Petra, "peña", "roca", a unos 80 km. al sur del mar Muerto. Sela era una fortaleza montañosa casi inexpugnable en medio de un anfiteatro natural. Sólo había acceso al lugar por medio del Sik, un angosto desfiladero de alrededor de 2 km., por el cual se entra en la ciudad entre muros de piedra de 30 a 50 m de altura.

17. Desolación. Compárese con la profecía contra Jerusalén (cap. 19: 18). Ver com. vers. 7 acerca de la descripción de Edom.

19. Subirá. Los vers. 19-21 son virtualmente idénticos al pasaje del cap. 50: 44-46, donde prácticamente las mismas palabras se aplican a Babilonia. Espesura Del Jordán. Heb. ge'on hayyarden, "altura, arrogancia del Jordán" (traducida como "gloria del Jordán" en Zac. 11: 3; ver com. Jer. 12: 5). Algunos piensan que la "altura" del Jordán se refiere a las inundaciones primaverales. Pero en vista de que en la "espesura" del Jordán parece haber un cubil de leones, es más probable que se refiera a la selva y al matorral, a los sauces, los tamariscos y los juncos que están en la ribera del río.

¿Quién Es Semejante A Mí? No es muy claro el sentido de la última parte del vers. 19. Al parecer, Dios se presenta como el que dirige todo lo que le acontece a Edom. Esto debería ser un consuelo, aun para los que son castigados, porque así pueden saber que, no importa cuán caóticas sean las circunstancias que los rodean, una mano divina dirige su destino.

20. Temán. Ver com. vers. 7. Los Arrastrarán. En la RVR, son los "pequeños" los arrastrados. Dice la BJ: "Juro que les han de llevar a rastras las crías de los rebaños". Esta traducción puede entenderse de dos maneras: (1) las "crías de los rebaños" -los "pequeños"- serán llevados "a rastras", o (2) esas "crías" "les han de llevar a rastras". Los rabinos entendían este pasaje de la segunda manera. Afirmaban que se refería a la conquista del Asia occidental por los persas, que en tiempo de Jeremías eran un pueblo insignificante (eran los "pequeños"). Sin embargo, la traducción de la RVR parece ser más lógica.  Los "pequeños" que son "arrastrados" son los cautivos de Edom. Este símbolo del completo cautiverio de Edom condice mejor dentro del contexto que la otra interpretación, sobre todo si se tiene en cuenta la última frase que en el hebreo dice: "El destruirá sobre ellos sus lugares de pastoreo".

21. Mar Rojo. La construcción hebrea denota una dramática emoción: "Un grito: en el mar Rojo se oye su clamor". En el apogeo de su prosperidad, la frontera sur de Edom llegaba hasta el golfo de Akaba, al extremo noreste del mar Rojo (1 Rey. 9: 26). El grito de angustia alcanza a los lugares más remotos del país devastado.

22. Bosra. Ver com. vers. 13. (4CBA) Ministerio Hno. Pio

 

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