martes, febrero 16, 2021

REFLEXIÓN 573. EL LIBRO DEL PROFETA DANIEL (II. SECCIÓN PROFÉTICA) EL TERCER MENSAJE PROFÉTICO DE DANIEL (DANIEL 8).

Daniel 8. Presenta los 3 poderes que seguirían después de Babilonia. Que serían tan lesivos para la espiritualidad del pueblo de Dios. luchando contra la verdadera iglesia. Se crearía un santuario paralelo a lo real y verdadero; bajo ropaje de aparente santidad y verdad. Pero la verdad seria restaurada después de los 2300 días proféticos.

Versículos (1-8) Es la visión del carnero, el macho cabrío y los cuernos (9-12). El cuerno pequeño y su maldad (13-14). La profecía con implicación de tiempo de la purificación del santuario. Los dos mil trescientos días de sacrificio (15-26). Gabriel reconforta a Daniel e interpreta la primera parte de la visión (27). La enfermedad de Daniel como resultado de la visión.

1 EN EL año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. 2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai. 3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.

4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía. 5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. 6 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. 7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. 8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. 10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. 11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.

13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? 14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. 16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. 17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. 19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. 20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. 

22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. 23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. 24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. 26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía. (Daniel 8).

1. Año tercero. En cuanto al reinado de Belsasar, ver la Nota Adicional del cap. 5. Empezando con el cap. 8, el autor vuelve a usar el hebreo (ver p. 777), idioma que emplea desde este punto hasta el final del libro. Antes. Indudablemente aquí se hace referencia a la visión del cap. 7.

2. Yo estaba en Susa. En la RVA se lee "Susán" en vez de "Susa", pero esta segunda forma es la que se usa actualmente en nuestro idioma. -N. del T*

Se ha debatido mucho si el profeta estuvo físicamente presente en Susa o si sólo estuvo allí en visión. El contexto no implica necesariamente la presencia corporal. "Vi en una visión", o sencillamente "Vi en visión", puede entenderse como la introducción a una serie de acontecimientos contemplados en visión sin que necesariamente existiera la presencia física. Encontramos otros ejemplos de profetas arrebatados en visión, pero que no fueron traspuestos en la realidad, como los casos de la "visita" de Ezequiel a Jerusalén (ver com. Eze. 8: 3) y la ida de Juan al desierto (Apoc. 17: 3). Por otra parte, no puede probarse que Daniel no estuviera corporalmente en Susa en esa ocasión. No es difícil imaginar que sus viajes, ya fuera por motivos oficiales o por otras razones, pudieran haberlo llevado en alguna ocasión a la antigua metrópoli de Elam. Si hacemos comenzar el 1er año de Belsasar en 553, esta visión ocurrió cuando Elam quizá era aún una provincia babilónica, aunque pasó a manos de Ciro algún tiempo antes de que éste tomara a Babilonia. Josefo afirma que el profeta estaba realmente en Susa cuando recibió la visión (Antigüedades x. 11. 7).

Que es la capital del reino. Heb. birah, "ciudadela", o "acrópolis". En hebreo este término está yuxtapuesto a Susa. La frase puede traducirse "en la ciudadela de Susa", o, "Susa, la plaza fuerte" (BJ). Según el historiador griego Jenofonte, los reyes persas más tarde usaron esta ciudad como residencia de invierno y pasaban el resto del año en Babilonia o en Ecbatana. Para más información sobre Susa, ver com. Est. 1:2.

Río Ulai. Asirio Ula, un río no identificado. Los autores clásicos colocan a Susa junto al Eulaeo (Karun) o el Joaspes (Karkheh). Algunos eruditos lo ven como un canal entre los ríos Joaspes y Coprates.

3. Un carnero... y tenía dos cuernos. El ángel más tarde identifica este símbolo como una representación de los reyes de Media y de Persia (vers. 20). Uno era más alto que el otro. Aunque surgió más tarde que Media, Persia llegó a ser el poder dominante cuando Ciro derrotó a Astiages de Media en 553 ó 550 a. C. Sin embargo, los medos no eran tratados como inferiores o como nación subyugada, sino más bien como confederados. Ver com. cap. 2: 39.

4. Al poniente. Ciro conquistó a Lidia en 547 a. C. y a Babilonia en 539. Cambises extendió las conquistas por el sur hasta Egipto y Nubia en 525. Darío Histaspes fue hacia el norte contra los escitas en 513 (ver t. III, pp. 56-61).

El Imperio Medo-Persa abarcaba mucho más territorio que su predecesora, Babilonia. Tanto éxito tuvieron los ejércitos persas, que en días de Asuero (Est. 1:1) el imperio se extendía desde la India hasta Etiopía, las extremidades oriental y meridional del mundo entonces conocido. Un título frecuente del monarca persa era "rey de reyes" o "rey de los países". 

Se engrandecía. Heb., "hacía grandeza", o "se hizo grande" (BJ).

5. Macho cabrío. Se identifica como una representación de Grecia (vers. 21), es decir del imperio macedónico de Alejandro (ver com. cap. 7: 6). 

Del lado del poniente. Grecia quedaba al occidente del Imperio Persa.

Sin tocar tierra. Esta descripción de gran rapidez representa adecuadamente la asombrosa velocidad de las conquistas de Alejandro y lo completas que fueron (ver com. cap. 7: 6).

Un cuerno notable. Según el vers. 21 (ver también la profecía paralela del cap. 11: 3-4), este cuerno notable representa al primer gran rey griego, es decir a Alejandro Magno (ver com. cap. 7: 6).

7. Se levantó contra él. Heb. marar, que significa en la forma en que aquí se encuentra "enfurecerse". El lenguaje de este versículo da una idea de lo completa que fue la sujeción de Persia ante Alejandro Magno y sus huestes. El poder del Imperio Persa fue completamente quebrantado. El país fue asolado, sus ejércitos desbaratados y dispersados y sus ciudades saqueadas. La ciudad real de Persépolis, cuyas ruinas aún permanecen como monumento de su antiguo esplendor, fue totalmente incendiada.

8. Se engrandeció. O "se magnificó en gran manera" (ver vers. 4, 9). 

Estando en su mayor fuerza. La profecía predijo que Alejandro caería cuando su imperio estuviera en el apogeo de su poder. A la edad de 32 años, aún en la flor de la vida, el gran caudillo murió de una fiebre agravada, sin duda, por la intemperancia del monarca. Ver com. cap. 7: 6.

Otros cuatro cuernos notables. Respecto a los cuatro reinos macedónicos (o helenísticos) en que se dividió el imperio de Alejandro, ver com. cap. 7: 6; 11: 3-4.

9. Y de uno de ellos. En el hebreo esta frase presenta problemas de género que confunden el sentido de la expresión. La palabra que significa "ellos" hem, es masculina. Esto indica que, gramaticalmente, el antecedente es "vientos" (vers 8) y no "cuernos", puesto que "vientos" puede ser del género masculino o femenino, pero "cuernos" sólo femenino. Por otra parte, la palabra que se traduce "uno", 'ajath, es femenina, por lo que sugiere el vocablo "cuernos" como antecedente. Es posible también que 'ajath se refiera a la palabra que significa "vientos", que es por lo general femenina.  Pero es dudoso que el autor hubiera asignado dos géneros diferentes al mismo sustantivo en una relación de contexto tan estrecha. Para llegar a un acuerdo gramatical, la palabra 'ajath debiera ser cambiada al género masculino, haciendo así que toda la frase se refiera claramente a "vientos", o la palabra que significa "ellos" debiera ser cambiada al género femenino, y en tal caso la referencia sería ambigua, puesto que "vientos" o "cuernos" podrían ser el antecedente. Varios manuscritos hebreos tienen la palabra que se traduce "ellos" en el género femenino. Si esos manuscritos reflejaran el significado correcto, el pasaje todavía sería ambiguo.

Los comentadores que interpretan que el "cuerno pequeño" del vers. 9 se refiere a Roma no han podido explicar satisfactoriamente cómo puede decirse que Roma surgió de una de las divisiones del imperio de Alejandro. Si "ellos" se refieren a "vientos", desaparecen todas las dificultades. El pasaje entonces dice sencillamente que de uno de los cuatro puntos cardinales surgiría otro poder. Roma vino del oeste. En la explicación literal de los símbolos de la visión se dice que Roma se levantaría "al fin del reinado de éstos" (vers. 23), es decir el "reinado" de los cuatro cuernos. Sin embargo, el vers. 23 sólo se refiere al tiempo cuando surgiría el cuerno pequeño y no dice nada del lugar de su surgimiento, mientras que el vers. 9 trata exclusivamente de su ubicación.

Debiera recordarse que el profeta está dando aquí un rápido relato de los símbolos proféticos tal como le fueron presentados. No está aún interpretando la visión. La interpretación de esta parte de la visión ocurre en el vers. 23. Una regla importante que debiera seguirse al interpretar los símbolos de las visiones es asignar una interpretación sólo a aquellos elementos de la representación que estaban destinados a tener un valor interpretativo. Al igual que en las parábolas, se necesitan ciertos elementos para completar la presentación de la acción, elementos que no necesariamente tienen especial significado por sí mismos. Sólo la palabra inspirada puede determinar cuáles de ellos tiene valor para la interpretación. En vista de que en este caso la palabra inspirada (vers. 23) sólo habla del tiempo cuando habría de surgir el poder representado por este cuerno y no dice nada en cuanto a su punto de origen geográfico, no hay razón para hacer resaltar la frase "de uno de ellos".

Siendo que la visión del cap. 8 es paralela con los bosquejos proféticos de los cap. 2 y 7, y siendo que en ambos casos el poder que sigue a Grecia es Roma (ver com. cap. 2: 40; 7:7), es razonable suponer aquí que el "cuerno" del vers. 9 también se aplica a Roma. Esta interpretación está confirmada porque Roma cumplió precisamente las diferentes especificaciones de la visión.

Un cuerno pequeño. Este cuerno pequeño representa a Roma en sus dos fases: pagana y papal. Daniel vio a Roma primero en su fase imperial y pagana cuando combatía contra el pueblo judío y los cristianos primitivos, y después en su fase papal que continúa hasta nuestros días y se proyecta hacia el futuro, luchando contra la verdadera iglesia. Ver com. vers. 13, 23 en relación con esta doble aplicación.

Mucho. Heb. yéther que significa básicamente "resto". En unos pocos casos este vocablo describe, como lo hace aquí, lo que rebasa una medida, en el sentido de que deja un resto. Se traduce "principal" (Gén. 49: 3), "abundantemente" (Sal. 31: 23), "mucho más excelente" (Isa. 56: 12). La palabra que se traduce "sobremanera" en Dan. 8: 8 es me'od, la palabra más comúnmente usada para significar "mucho". En el AT me'od se traduce "sobremanera", o "en gran manera" (Gén. 13: 13; 15: 1; etc.). No podemos argüir que yéther (Dan. 8: 9) representa un grado mayor que me'od. Cualquier predominio de Roma sobre Grecia debe probarse históricamente, no basándose en estas palabras.

Al sur. Egipto fue durante largo tiempo un protectorado virtual de Roma. Su destino ya estaba en manos de Roma en 168 a. C. cuando se le ordenó que saliera del país a Antíoco Epífanes, que estaba tratando de hacer guerra contra los Ptolomeos. Egipto -que todavía estaba bajo la administración de sus gobernantes tolemaicos- fue un muñeco de la política romana oriental durante muchos años antes de llegar a ser una provincia romana el año 30 a. C.

Al oriente. El imperio seléucida perdió sus territorios más occidentales ante Roma el 190 a. C., y finalmente se convirtió en la provincia romana de Siria el 65 a. C. o poco después.

La tierra gloriosa. Heb. tsebi, "ornamento", "decoración", "gloria". Aquí se hace referencia a Jerusalén o a la tierra de Palestina. En el cap. 11: 16, 41 tsebi se traduce también "gloriosa". Sin embargo en esos pasajes, en hebreo está la palabra que significa "tierra", mientras que aquí esta palabra se sobreentiende. Palestina fue incorporada al Imperio Romano el 63 a. C.

10. Ejército del cielo. Daniel está aún describiendo lo que vio en visión. Puesto que posteriormente el ángel da la interpretación (vers. 24), no quedamos en duda respecto al significado de lo que aquí se describe.  El "ejército" y las "estrellas" evidentemente representan a "los fuertes" y al "pueblo de los santos" (vers. 24).

Las pisoteó. Esto se refiere a la furia con que Roma persiguió al pueblo de Dios tan a menudo a través de los siglos. En los días de los tiranos paganos, Nerón, Decio y Diocleciano, y nuevamente en los tiempos papales, Roma no vaciló nunca en tratar duramente a aquellos a quienes condenó.

11. Príncipe de los ejércitos. El vers. 25 habla de que este mismo poder se levanta contra el Príncipe de los príncipes. Se hace referencia a Cristo que fue crucificado por la autoridad de Roma. Ver com. cap. 9: 25; 11: 22.

Por él. Heb. mimménnu, que también puede traducirse "procedente de él", lo que no cambia el hecho de que "él" sea el autor de la acción. En este pasaje el hebreo presenta algunos difíciles problemas de traducción. Esa dificultad se ha reflejado, por ejemplo, en la versión griega de Teodoción. La traducción de la BJ es la siguiente: "Llegó incluso hasta el jefe ['el mismo Dios', en nota de pie de página] del ejército, abolió el sacrificio perpetuo y sacudió el cimiento de su santuario".  Obsérvese que no hay una diferencia básica entre "quitar" (RVR) el continuo y "abolir" (BJ) el continuo.

Continuo sacrificio. Heb. tamid, palabra que aparece 103 veces en el AT y que se usa como adverbio y como adjetivo.  Significa "continuamente" o "continuo", y se aplica a varios conceptos tales como empleo continuo (Eze. 39: 14), mantenimiento permanente (2 Sam. 9: 7-13), tristeza continua (Sal. 38: 17), esperanza continua (Sal. 71: 14), provocación continua (Isa. 65: 3), etc. Se usa frecuentemente con relación al ritual del santuario para describir varios aspectos de sus servicios regulares, tales como el "pan continuo" que debía estar sobre la mesa de los panes de la proposición (Núm. 4: 7), la lámpara que debía arder continuamente (Exo. 27: 20), el fuego que debía arder siempre sobre el altar (Lev. 6: 13), las ofrendas encendidas que debían ofrecerse diariamente (Núm. 28: 3, 6), el incienso que había de ofrecerse mañana y tarde (Exo. 30: 7-8). La palabra en sí no significa "sacrificio", sino simplemente "continuo" o "regular".

En el cap. 8: 11 tamid tiene el artículo definido y por lo tanto se usa como adjetivo sustantivado, pues no hay otro sustantivo: "lo continuo". En el Talmud, cuando tamid se usa en forma independiente como aquí, la palabra se refiere uniformemente al sacrificio diario. Los traductores que agregaron la palabra "sacrificio" en todas las versiones castellanas de la Biblia, evidentemente creían que los holocaustos cotidianos eran el tema de la profecía.

En cuanto al significado de tamid en este pasaje se han sostenido tres opiniones principales: 1.Que el "continuo" se refiere exclusivamente a los sacrificios ofrecidos en el templo de Jerusalén. Algunos expositores que mantienen esta opinión aplican la supresión del "continuo" a la interrupción de los servicios del templo realizada por Antíoco Epífanes durante un período de unos tres años, de 168 a 165 ó 167 a 164 a. C. (Ver com. cap. 11:14). Otros lo aplican a la desolación del templo por los romanos en 70 d. C.

2. Que el "continuo" significa "paganismo", en contraste con "la abominación desoladora" (cap. 11: 31), o sea el papado; que ambos términos identifican a poderes perseguidores; que la palabra que se traduce "continuo" se refiere a la dilatada continuación de la oposición de Satanás a la obra de Cristo por medio del paganismo; que la supresión del continuo para poner "la abominación desoladora" representa a la Roma papal que ocupa el lugar de la Roma pagana, y que este acontecimiento es el mismo que se describe en 2 Tes. 2: 7 y Apoc. 13: 2.

3. Que el término "continuo" se refiere al continuo ministerio sacerdotal de Cristo en el santuario celestial (Heb. 7: 25; 1 Juan 2: 1) y a la verdadera adoración de Cristo en la era evangélica; que suprimir el "continuo" representa la sustitución hecha por el papado de la unión voluntaria de todos los creyentes en Cristo por la unión obligatoria con una iglesia visible; la sustitución de Cristo como cabeza invisible de la iglesia por la autoridad de una cabeza visible, el papa; la sustitución del acceso directo a Cristo para todos los creyentes por una jerarquía sacerdotal; la sustitución de la salvación por la fe en Cristo por un sistema de salvación mediante obras ordenadas por la iglesia, y muy especialmente la sustitución de la obra mediadora de Cristo como nuestro gran sumo sacerdote en las cortes celestiales por el confesionario y el sacrificio de la misa; y que este sistema desvió completamente la atención de los hombres de Cristo y así les impidió recibir los beneficios de su ministerio.

Además, puesto que esta tercera opinión sostiene que el cuerno pequeño es símbolo tanto de la Roma imperial como de la Roma papal (ver com. vers. 9, 13), las predicciones respecto a sus actividades pueden también entenderse como aplicables por igual a la Roma pagana y a la Roma papal. Así el "continuo" también puede referirse al templo terrenal y a sus servicios, y la supresión del "continuo" a la desolación del templo por las legiones romanas en 70 d. C. y la consiguiente cesación de los servicios ceremoniales. A este aspecto de la actividad de "la abominación desoladora" Cristo se refirió en su resumen de los acontecimientos futuros (ver com.  Dan. 11: 31, cf.  Mat. 24: 15-20; Luc. 21: 20).

Al comentar sobre estas tres opiniones puede decirse que la primera queda descartada porque a Antíoco no se le puede ubicar dentro de los períodos que implican tiempo ni en las otras especificaciones de la profecía (ver com. Dan. 9: 25).

Tanto la segunda interpretación como la tercera han sido sostenidas por varios hábiles expositores dentro del movimiento adventista, aunque la última es la que actualmente tiene más aceptación. Algunos consagrados estudiantes de la Biblia han pensado que el "continuo" se refiere al paganismo y otros, igualmente consagrados, que el "continuo" se refiere al ministerio sacerdotal de nuestro Señor. Quizá éste sea uno de los pasajes de la Escritura respecto al cual deberemos esperar hasta un día mejor para tener una respuesta definitiva. Como ocurre con otros pasajes difíciles de la Escritura, nuestra salvación no depende de una comprensión plena del significado de Dan. 8: 11.

Ver en las pp. 63-68 el desarrollo histórico de la segunda posición y de la tercera.

Lugar. Heb. makon, "sitio". Se usa la palabra makon en la frase "a la casa de Dios. . . para reedificarla en su sitio" (Esd. 2: 68). Es posible que aquí se haga referencia principalmente a la destrucción de Jerusalén (ver Dan. 9:26).

12. Ejército. Heb. tsaba', que significa generalmente "hueste", o "ejército", y unas pocas veces "servicio", tal como servicio militar o trabajo forzado (ver Job 7: 1; 10: 17; 14: 14; Isa. 40: 2). Si se interpreta como "hueste" o "ejército", la predicción puede referirse a las multitudes que cayeron bajo la influencia de este poder. El poder llegaría a ser fuerte, "mas no con fuerza propia" (Dan. 8: 24). Ver com. Dan. 10: 1.

Echó por tierra la verdad. El papado recargó la verdad con tradiciones y la oscureció con supersticiones.

13. ¿Hasta cuándo? Heb., "¿Hasta cuándo la visión, el continuo y la transgresión desoladora dar el santuario y el ejército [a] pisoteo?" Continuo sacrificio. Ver com. vers. 11.

La prevaricación asoladora. Este término abarca tanto el sistema pagano como el sistema papal de falsa religión en pugna con la religión de Dios (ver com. vers. 9, 11). Santuario. Ver com. vers. 14. Ejército. Ver com. vers. 10.

14. Y él dijo. LXX, Teodoción y el siríaco rezan "a él". Tardes y mañanas. Heb.  'éreb bóqer, literalmente "tarde mañana", una expresión comparable con la descripción de los días de la creación, "la tarde y la mañana un día" (Gén. 1: 5), etc. La LXX usa la palabra "días" después de la expresión "tarde y mañana".

Tratando de hacer coincidir aproximadamente este período con los tres años durante los cuales Antíoco IV asoló el templo, algunos han computado hábilmente la expresión "2.300 tarde- mañana" como si sólo correspondiera con 1.150 días literales.

Acerca de esto, Keil ha advertido que el período de 2.300 tardes y mañanas de ninguna manera podría ser entendido como "2.300 medios días ni como 1.150 días enteros porque en la creación la tarde y la mañana no constituían la mitad de un día sino todo el día". Después de citar esta declaración, Edward Young dice: "Por eso debemos entender la frase como 2.300 días" (The Prophecy of Daniel, p. 174).

Los comentadores han tratado sin éxito de encontrar algún acontecimiento histórico que se amolde a un período de 2.300 días literales. Wright observa: "Sin embargo, todos los esfuerzos para armonizar este período, ya se lo considere como de 2.300 días o de 1.150 días, con cualquier época histórica precisa que se mencione en el libro de los Macabeos o en Josefo, han sido inútiles... El Prof.  Driver tiene razón al afirmar: 'Parece imposible encontrar dos acontecimientos separados por 2.300 días (=6 años y 4 meses) que corresponderían con la descripción' " (Charles H. H. Wright, Daniel and His Prophecies, 1906, pp. 186-187). La única forma en que se puede dar consistencia a estos "días" es computarlos en el sentido profético mediante la aplicación del principio de día por año.

El tiempo al cual se hace referencia aquí es específico y definido, pero en el cap. 8 no se indica ninguna fecha para su comienzo. Sin embargo, en el cap. 9 se menciona específicamente tal fecha (ver com. vers. 25). Demostraremos que esta fecha es 457 a. C. Partiendo de esta fecha, los 2.300 días proféticos que representan el mismo número de años solares (ver com. cap. 7: 25), llegan hasta el año 1844 d. C. Si se desea una prueba bíblica, ver el com. cap. 9: 21 donde se da una explicación de la visión del cap. 8: 13-14, estableciéndose el punto de partida de los 2.300 días o años. Respecto a la validez de la fecha 457 a. C., ver com. cap. 9: 25.

En la p. 61 ver el comentario sobre una edición de la LXX en donde figura "2.400" en vez de "2.300", que antes se citaba a menudo pero es meramente un error de impresión.

Santuario. Puesto que los 2.300 años se proyectan hasta bien avanzada la era cristiana, el santuario no puede referirse al templo de Jerusalén que fue destruido en el año 70 d. C. El santuario del nuevo pacto es inequívocamente el santuario celestial, "que levantó el Señor, y no el hombre" (Heb. 8: 2; CS 463 - 470). Cristo es el sumo sacerdote de este santuario (Heb. 8: 1). Juan previó un tiempo cuando se dirigiría especial atención hacia "el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él" (Apoc. 11: 1). Los símbolos que usa el revelador son notablemente parecidos a los que se emplean en Dan. 8: 11-13.

Será purificado. Del hebreo tsadaq, "ser justo", "ser recto". La forma nifal, nitsdaq, sólo aparece aquí, lo que puede sugerir que se deba dar a este término un significado especial. Los lexicógrafos y traductores sugieren varios significados, tales como "ser puesto en rectitud", o "ser puesto en una condición correcta", "ser rectificado", "ser declarado recto', "ser justificado', o "ser vindicado'. La traducción "será purificado" es la forma en que aparece en la LXX que aquí usa la forma verbal katharisthesetai. No se sabe si los traductores de la LXX dieron un significado adaptado al vocablo hebreo nitsdaq o tradujeron de manuscritos que tenían otra palabra hebrea, quizá tahar, que significa "estar limpio", "limpiar". La Vulgata usa la forma mundabitur, que también significa "limpiado". Ver com. cap. 9: 24.

Para ayudar a determinar a cuál acontecimiento relacionado con el santuario celestial se hace referencia aquí, será útil examinar las ceremonias del santuario terrenal, porque los sacerdotes de ese santuario servían "a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales" (Heb. 8: 5). Las ceremonias del santuario del desierto y del templo estaban divididas en dos grupos principales: el culto diario y el anual. El ministerio diario de Cristo como nuestro sumo sacerdote estaba simbolizado por las ceremonias diarias. El día anual de la expiación era símbolo de una obra que Cristo debía emprender al final de la historia. Para un estudio detallado de estas dos fases del ministerio sacerdotal ver com. Lev. 16; ver también CS 470 - 485. La profecía de Dan. 8: 14 anuncia el tiempo cuando debía comenzar esta obra especial. La purificación del santuario celestial abarca toda la obra del juicio final que comienza con la fase de la investigación y termina con la fase de la ejecución, que da como resultado la erradicación permanente del pecado del universo.

Un aspecto importante del juicio final es la vindicación del carácter de Dios ante todas las inteligencias del universo. Debe demostrarse que no tienen ninguna base las acusaciones falsas que Satanás ha presentado contra el gobierno de Dios. Se debe mostrar que Dios ha sido completamente justo al elegir a ciertos individuos para que formen parte de su reino futuro y al impedir la entrada de otros allí. Los actos finales de Dios arrancarán de los hombres estas confesiones: "Justos y verdaderos son tus caminos" (Apoc. 15: 3); "Justo eres tú, oh Señor" (Apoc. 16: 5); "tus juicios son verdaderos y justos" (Apoc. 16: 7). Satanás mismo será impulsado a reconocer la justicia de Dios (CS 728 - 730). La palabra griega de esos pasajes del Apocalipsis que se traduce por "Justo" es díkaios, equivalente al Heb. tsaddiq, derivado de tasadaq, raíz del verbo que se traduce "será purificado" en Dan. 8: 14. De esta manera el Heb. tasadaq puede transmitir el pensamiento adicional de que el carácter de Dios será completamente vindicado como el clímax de "la hora de su juicio" (Apoc. 14: 7), el cual comenzó en 1844. Ver Problems in Bible Translation (Problemas en la traducción de la Biblia), pp. 174 - 177.

15. Procuraba comprenderla. Daniel no comprendió el significado de lo que había visto. Muchas veces los mismos portadores de un mensaje profético necesitan estudiarlo para descubrir su significado (1 Ped. 1: 10-12). Es el deber del profeta relatar fielmente lo que ha visto y oído (cf. Apoc. 1: 11).

16. Gabriel. En el AT el nombre Gabriel sólo aparece aquí y en el cap. 9:21. El NT relata la aparición de este ser celestial para anunciar el nacimiento de Juan el Bautista (Luc. 1: 11-20), y también para anunciar a María el nacimiento del Mesías (Luc. 1: 26-33). El visitante angélico dijo de sí mismo: "Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios" (Luc. 1: 19). Gabriel ocupa el lugar del cual cayó Satanás (DTG 643; cf. DTG 73). Gabriel fue también el portador de los mensajes proféticos a Juan (Apoc. 1: 1; cf. DTG 73). Ver com. Luc. 1: 19.

17. El tiempo del fin. La visión abarcaba hasta el tiempo cuando el poder desolador sería destruido, acontecimiento relacionado con la venida de Jesús (2 Tes. 2: 8).

Cuando se busque una interpretación de los símbolos de esa visión, debe recordarse que los últimos acontecimientos representados en la visión se cumplirán al final de la historia de este mundo. Cualquier exposición que encuentre su completo cumplimiento durante un período anterior, como por ejemplo el tiempo de los Macabeos (ver com. cap. 8: 25), no llena cabalmente las especificaciones indicadas por el ángel y debe considerarse errónea y engañosa.

19. Al fin de la ira. Ver com. vers. 17.

20. Carnero. Ver com. vers. 3-4.

21. Macho cabrío. Heb. Ña'ir, como adjetivo, peludo", "lanudo"; como sustantivo, "macho cabrío" (Gén. 37: 31; Lev. 4: 23, etc.). Respecto a la interpretación, ver com. Dan. 8:5. 

Cuerno grande. Es un símbolo de Alejandro Magno, el "primer rey" del Imperio mundial Greco-macedónico que habría de reemplazar al Imperio Persa (ver com. vers. 5-8; cap. 7:6).

22. Cuatro reinos. Comparar con vers. 8; cap. 11: 4. Ver com. cap. 7: 6 respecto a los reinos helenísticos que surgieron del imperio de Alejandro. El cumplimiento preciso de estos detalles de la visión nos garantiza que lo que ha de seguir se cumplirá en la forma predicha.

23. Al fin del reinado. Es decir después que las divisiones del imperio de Alejandro hubieran existido durante algún tiempo. El Imperio de Roma surgió gradualmente y llegó a la supremacía sólo después que se debilitaron las divisiones del Imperio Macedónico. La profecía se aplica a Roma en sus dos formas, pagana y papal. Parece haber una combinación de aplicaciones; algunos elementos se aplican a ambas, otros más específicamente a una u otra (ver com. cap. 8: 11). Es un hecho histórico bien establecido que Roma papal ha sido, en buena medida, la continuación del Imperio Romano.

"Cualesquiera hayan sido los elementos romanos que los bárbaros y arrianos dejaron,... fueron... puestos bajo la protección del obispo de Roma, que era la persona principal allí después de la desaparición del emperador.. De esa manera la iglesia romana calladamente se abrió paso en el lugar del Imperio Romano mundial, del que en realidad es la continuación. El imperio no ha perecido sino que sólo ha sufrido una transformación... Esto no es meramente una 'observación aguda', sino el reconocimiento histórico del verdadero estado de cosas y la forma más apropiada y fructífera de describir el carácter de esta iglesia. Aún gobierna a las naciones... Es una creación política, y tan imponente como un imperio mundial porque es la continuación del Imperio Romano. El papa, que se autodenomina 'Rey' y 'Pontífice Máximo', es el sucesor de Cesar" (Adolfo Harnack, What Is Christianity? [Nueva York, G. P. Putnam's Sons, 1903], pp. 260-270, la cursiva es del original).

Transgresores. En las versiones griegas se lee "pecados", traducción del hebreo cambiando los puntos masoréticos. Lleguen al colmo. Puede hacerse referencia aquí a varias naciones, o posiblemente en forma especial a los Judíos que llenan la copa de su iniquidad (ver Gén. 15: 16; Ed. 169-172).

Se levantará. Es decir asumirá el poder. Altivo de rostro. Probablemente se hace alusión a Deut. 28: 49-55. Enigmas. Heb. Jidah, "figura", como en Núm. 12: 8 y Eze. 17: 2; "enigma", como en Juec. 14: 12; "pregunta", como en 1 Rey. 10: 1. Algunos creen que el significado aquí es "lenguaje ambiguo", o "trato artero".

24. No con fuerza propia. Compárese con "le fue entregado el ejército" (vers. 12). Algunos interpretan que esto se refiere a que el papado redujo el poder civil a un estado de subordinación e hizo que la espada secular se esgrimiera para sus propósitos religiosos.

Causará grandes ruinas. Mejor, "causará destrucción espantosa". Este poder persiguió a muerte a los que se oponían a sus pretensiones blasfemas y habría extinguido al "pueblo de los santos" si el Señor no hubiese intervenido en su favor.

25. Sagacidad. O "astucia". Los métodos de esta potencia son la sutileza y el engaño llevados a un grado sumo. Sin aviso. Es decir, mientras muchos estuvieran confiados, creyendo que vivían seguros, serían destruidos inadvertidamente.

Príncipe de los príncipes. Evidentemente es el mismo personaje que se designa como "príncipe de los ejércitos" en el vers. 11 y no es otro sino Cristo. Fue un gobernador romano quien sentenció a Cristo a muerte. Fueron manos romanas las que lo clavaron a la cruz y una lanza la que atravesó su costado. No por mano humana. Esto implica que el Señor mismo finalmente destruirá a este poder (ver cap. 2: 34). El sistema eclesiástico representado por este poder ha de continuar hasta que sea destruido sin manos humanas en ocasión de la segunda venida de Cristo (ver 2 Tes. 2: 8).

Algunos comentadores han declarado que el poder del "cuerno pequeño" del cap. 8 simboliza a Antíoco Epífanes (ver com. cap. 11: 14). Sin embargo, un cuidadoso examen de esta profecía demuestra que ese perseguidor rey seléucida sólo en parte corresponde con las especificaciones que en ella se hacen. Los cuatro cuernos del macho cabrío (cap. 8: 8) eran reinos (vers. 22), y es natural esperar que el cuerno pequeño hubiera sido también un reino. Pero Antíoco sólo fue un rey del imperio seléucida, y en consecuencia simbólicamente, fue parte de un cuerno. Por lo tanto, no podía ser otro cuerno completo. Además, este cuerno se engrandeció hacia el sur, al este y la tierra gloriosa de Palestina (vers. 9). La entrada de Antíoco en Egipto acabó en humillación frente a los romanos. Sus éxitos en Palestina fueron de corta duración, y su campaña en el Oriente fue interrumpida por su muerte. Su política de imponer el helenismo fracasó rotundamente, y su sagacidad no le trajo una prosperidad notable (vers. 22).

Además Antíoco no vivió al final (vers. 23) de los reinos helenísticos divididos, sino hacia la mitad del período; difícilmente se podría atribuir su poder a otro elemento sino a su propia fuerza (vers. 22); su sagacidad y su política fracasaron más a menudo de lo que prosperaban (vers. 25); no se levantó contra ningún "Príncipe de los príncipes" judío (vers. 25); su acción de echar la verdad por tierra (vers. 12) fue transitoria y fracasó totalmente porque fue un motivo para que los Judíos defendieran su fe contra el helenismo. Si bien habló palabras altivas, oprimió al pueblo de Dios y durante un corto tiempo profanó el templo, y aunque se podrían aducir algunos otros puntos parcialmente verdaderos respecto a sus actividades, es evidente que no encontramos en Antíoco un cumplimiento adecuado de muchas de las especificaciones de esta profecía. Ver com. vers. 14; cap. 9: 25; 11: 31.

26. Tardes y mañanas. Es una clara referencia a la profecía del vers. 14, donde figura el elemento tiempo (ver los comentarios allí). Por el momento el ángel no hace más aclaraciones en cuanto a la visión de los 2.300 días, sino sencillamente hace resaltar su veracidad.

Y tú guarda. Compárese con una indicación similar registrada en cap. 12: 4 (ver los comentarios allí). Muchos días. El cumplimiento de los diversos detalles de la visión de este capítulo se extendería hasta el lejano futuro.

27. Yo Daniel quedé quebrantado. Es indudable que Daniel estaba muy afligido por los acontecimientos que le habían sido revelados. En vez de predecir un fin inmediato de la prevaricación, Gabriel informó al profeta que el fin ocurriría en un futuro distante.

No la entendía. En otra oportunidad se daría a Daniel información adicional (ver com. cap. 9: 23). 4CBA/Ministerio Hno. Pio

PROFECÍAS CUMPLIDAS.

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