El Salmo 113, alaba la majestad de
Dios,
y en cómo se interesa en todo lo que nos sucede
en esta vida.
en esta vida.
Aleluya.
1 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad
el nombre de Jehová.
2 Sea
el nombre de Jehová bendito
Desde
ahora y para siempre.
3
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea
alabado en nombre de Jehová.
4
Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre
los cielos su gloria.
5
¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que
se sienta en las alturas,
6 Que
se humilla a mirar En el cielo
y en la tierra?
y en la tierra?
7 El
levanta del polvo al pobre,
Y al
menesteroso alza del muladar,
8
Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con
los príncipes de su pueblo.
9 El
hace habitar en familia a la estéril,
Que
se goza en ser madre de hijos.
Aleluya. (Salmo 113).
Versículos 1-6.
Alabad. En hebreo el salmo comienza con "Aleluya"
(ver com.
Sal. 111: 1; ver también los Sal. 148 y 150).
Hasta donde se pone el sol. Desde
temprano por la mañana hasta la noche, del campamento de Israel se oían
ascender cánticos de alabanza. Así deberían ser también hoy las reuniones del
pueblo de Dios.
Muchas
veces la falta de gratitud por las bendiciones del cielo señala el comienzo de
la apostasía (Rom. 1: 20-22).
Todas las naciones. Se representa a Dios entronizado en los cielos con
todas las naciones bajo su dominio.
(ver Dan. 2: 21).
(ver Dan. 2: 21).
Que se humilla. A pesar de toda la gloriosa majestad de Dios, no hay
nada que sea tan pequeño que pueda pasar inadvertido para él. ¡Qué consuelo,
para la frágil y endeble humanidad, saber que el Señor del universo se interesa
en todos los asuntos de nuestra vida!
Esta gran verdad tiene un significado tan profundo, que ninguna
filosofía humana lo puede sondear.
7. Del muladar. Un cuadro de liberación de la pobreza extrema y del
aislamiento social.
8. Con los príncipes. Figura que sugiere encumbramiento a la más alta
jerarquía y a la mayor dignidad posible (ver Job 36: 7; ver com. 2 Sam. 9:
7). El Señor levanta desde el hoyo más
profundo a los que son verdaderamente humildes, y hace que vivan en el lugar
más encumbrado.
9. Madre de hijos. Compárese con el caso de Ana.
(1 Sam. 1). 3CBA
(1 Sam. 1). 3CBA
“El que tiene contados los
cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos.
"Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo' (Santiago 5: 11). Su
amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y aún por nuestra
presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna
cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los
mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna
manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra
experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan
grande que él no pueda desenredar. Ninguna calamidad puede acaecer al más
pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo
alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre
celestial esté al tanto de ello, sin que tome en ello un interés inmediato. El
"sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas" (Salmo 147:
3). Las relaciones entre Dios y cada una de las almas 101son tan claras y
plenas como si no hubiese otra alma por la cual hubiera dado a su Hijo amado”.
CC/EGW.
Así es nuestro Dios. Tan alto y
majestuoso, pero tan dedicado y preocupado por el bienestar de sus hijos en
éste mundo.
Siempre sea bendito nuestro Dios.
Amen.
Ministerio Hno. Pio
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