El Salmo 115, expone la insensatez de adorar Ídolos que no son sino
obra humana. El salmista exhorta a todos
los fieles a ensalzar y alabar sólo al Dios viviente. Amen.
En la LXX, los Sal. 114 y 115. (3CBA).
1 NO
A nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por
tu misericordia, por tu verdad.
2
¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde
está ahora su Dios?
3
Nuestro Dios está en los cielos;
Todo
lo que quiso ha hecho.
4 Los
ídolos de ellos son plata y oro,
Obra
de manos de hombres.
5
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen
ojos, mas no ven;
6
Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen
narices, mas no huelen;
7
Manos tienen, mas no palpan;
Tienen
pies, mas no andan;
No
hablan con su garganta.
8
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y
cualquiera que confía en ellos.
9 Oh
Israel, confía en Jehová;
El es
tu ayuda y tu escudo.
10
Casa de Aarón, confiad en Jehová;
Él es
vuestra ayuda y vuestro escudo.
11
Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
Él es
vuestra ayuda y vuestro escudo.
12
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá
a la casa de Aarón.
13
Bendecirá a los que temen a Jehová,
A
pequeños y a grandes.
14
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre
vosotros y sobre vuestros hijos.
15
Benditos vosotros de Jehová,
Que
hizo los cielos y la tierra.
16
Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha
dado la tierra a los hijos de los hombres.
17 No
alabarán los muertos a JAH,
Ni
cuantos descienden al silencio;
18
Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde
ahora y para siempre.
Aleluya.
(Salmo 115).
1. No a nosotros.
El
salmista menosprecia la autoalabanza, y anhela que Dios no sea insultado y
ridiculizado más por los paganos.
Los
seres humanos siempre están ansiosos de alabarse a sí mismos o de que otros los
alaben; también son muy dados a la adulación. Debido al orgullo, característica
profunda del corazón humano, se aconseja tener cuidado al dar o recibir
"lisonjas o alabanzas"
Debemos evitar todo lo que
estimule el orgullo y la suficiencia propia; por lo tanto, debemos estar
apercibidos para no dar ni recibir lisonjas o alabanzas. La
adulación es obra de Satanás.
Él se ocupa tanto en Adular como en acusar y condenar, y así procura la ruina del alma. Los que alaban a los hombres son usados como agentes por Satanás. Alejen de sí las palabras de alabanza los obreros de Cristo. Sea ocultado el yo. Sólo Cristo debe ser exaltado. Diríjase todo ojo, y ascienda alabanza de todo corazón “al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre”. (PVGM 126).
Él se ocupa tanto en Adular como en acusar y condenar, y así procura la ruina del alma. Los que alaban a los hombres son usados como agentes por Satanás. Alejen de sí las palabras de alabanza los obreros de Cristo. Sea ocultado el yo. Sólo Cristo debe ser exaltado. Diríjase todo ojo, y ascienda alabanza de todo corazón “al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre”. (PVGM 126).
2. ¿Dónde?
Dios
habrá manifestado su poder en Egipto cuando Faraón preguntó: "¿Quién es Jehová?" (Exo. 5:
2). Ahora los paganos formulan la misma
pregunta burlona, y el salmista se preocupa porque aparentemente Dios permite
que se use despectivamente su nombre.
3. En los cielos.
El
Señor de Israel reina en lo alto y está por encima de todo poder opositor. Su
trono es inconmovible y sus propósitos inmutables, a pesar de las amenazas de
los mortales.
4. Idolos.
Las
imágenes talladas de los paganos no son más que imágenes inanimadas. Es
irrazonable que los hombres adoren lo que ellos mismos han hecho con sus manos.
5. No hablan.
Estos
ídolos no tienen la facultad de comunicarse con sus adoradores. No pueden
enseñarles ni se percatan de las necesidades de quienes les piden favores.
6. No oyen.
Algunas
de estas deidades paganas tenían orejas descomunales, pero esos dioses nunca
oyeron oración alguna. Para burlarse de ellos, Elías propuso a los profetas de
Baal que gritaran más fuerte para que su dios los oyera; pero no hubo
respuesta. Baal permanecieron en
silencio.
(1 Rey. 18: 27-29).
(1 Rey. 18: 27-29).
7. Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan.
Se vio ayer, se ve hoy. Los que adoran imágenes,
llevarlos en procesión, porque no pueden caminar. Tienen manos, pero no pueden
tocar.
8. Semejantes a ellos.
Nadie
puede elevarse por encima del objeto de su adoración (ver PP 79); pero el que
adora al Señor es transformado a su imagen, y avanza de gloria en gloria (ver 2
Cor. 3: 18).
9. Oh Israel, confía en Jehová;
Él es tu ayuda y tu escudo.
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón
que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón
se aparta de Jehová. Pues será como la retama en el desierto, y no
verá cuando viniere el bien; sino que morará en las
securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
Bendito el varón que se fía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viniere el calor, sino que su
hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni
dejará de hacer fruto. ... ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los
que te dejan, serán avergonzados; y los que de mí se apartan, serán
escritos en el polvo; porque dejaron la vena de aguas vivas, a
Jehová. Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo: porque
tú eres mi alabanza”. Jeremías 17:5-8;13,14.
10. Casa de Aarón.
O
sea, los sacerdotes. Como dirigentes y maestros espirituales, éstos debían dar
un ejemplo de firme confianza en el Señor.
11. Los que teméis a Jehová.
Los
que reverencian a Dios. La invitación de confiar plenamente en su poder
limitado es para todos.
12. Jehová se acordó.
Dios
nunca olvida ni aun al m s pequeño de sus hijos; por el contrario, recuerda a
su pueblo en todo momento y en toda circunstancia (ver Isa. 49: 15).
13. A pequeños y a grandes.
En
hebreo se 898 emplea esta expresión para indicar que se incluye a todos. Se
refiere a la edad, no a la jerarquía social ni a la estatura. Es una frase idiomática común en las
Escrituras (ver Gén. 19: 11; Deut. 1: 17; 1 Sam. 5: 9; etc.).
14. Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
Así como la maldición, alcanza a las
descendientes; de igual forma, la bendición los alcanzará; porque pusieron su
confianza en Dios. Es la ley natural: “Toda acción, tiene consecuencias”
15. Hizo los cielos y la tierra.
En
contraste con los dioses de los paganos, formados por manos humanas, nuestro
Dios es el omnipotente creador, el hacedor de todo.
16. Ha dado.
Dios
creó la tierra para que fuera la morada del hombre.
(Gén. 1: 28; Isa. 45: 18). "Dios hizo el mundo para agrandar el cielo". "Deseaba tener una familia m s numerosa"
(EGW RH 25-6-1908).
Este mismo planeta ser finalmente el hogar de los redimidos. Dios ha prometido que los mansos "heredarán la tierra"
(Mat. 5: 5).
(Gén. 1: 28; Isa. 45: 18). "Dios hizo el mundo para agrandar el cielo". "Deseaba tener una familia m s numerosa"
(EGW RH 25-6-1908).
Este mismo planeta ser finalmente el hogar de los redimidos. Dios ha prometido que los mansos "heredarán la tierra"
(Mat. 5: 5).
17. No alabarán.
Los
muertos permanecen en un sueño inconsciente, sin percibir nada de lo que ocurre
en la tierra ni en el cielo.
"Los muertos nada saben"
(Ecl. 9: 5; cf. Sal. 146: 4; 1 Tes. 4: 13-17).
Esta declaración del salmista niega el concepto popular de que el alma se aleja del cuerpo cuando la persona muere y va a vivir feliz y eternamente en el cielo, o bien en medio de enormes tormentos. Naturalmente, es de esperar que las almas de los redimidos estuvieran ansiosas de alabar al Autor de tan maravillosa redención; pero no los muertos, puesto que ellos duermen inconscientes en sus tumbas sin poder alabar a nadie.
"Los muertos nada saben"
(Ecl. 9: 5; cf. Sal. 146: 4; 1 Tes. 4: 13-17).
Esta declaración del salmista niega el concepto popular de que el alma se aleja del cuerpo cuando la persona muere y va a vivir feliz y eternamente en el cielo, o bien en medio de enormes tormentos. Naturalmente, es de esperar que las almas de los redimidos estuvieran ansiosas de alabar al Autor de tan maravillosa redención; pero no los muertos, puesto que ellos duermen inconscientes en sus tumbas sin poder alabar a nadie.
18. Pero nosotros.
Esto
es, los que vivimos, en contraste con los muertos.
(vers. 17).
(vers. 17).
Para siempre.
O
sea, mientras esta vida continúe, porque los muertos no pueden bendecir al
Señor (vers. 17). 3CBA
*El segundo Mandamiento, (Éxodo 20:4-6), habla de la maldición de
adorar imágenes, esculturas o similares. Así sea que se le adjudiquen significancia
al Dios verdadero.
Maldiciones hasta la tercera y cuarta generación. Así de solemne es. Y
ahora vemos porque hay tantas desgracias en el mundo.
Pero las bendiciones son mayores, para los que solo, le adoren, sin
intermediarios de esculturas, ni imágenes; hasta mil generaciones.
Entonces es sabio y una buena inversión servirlo solo a Dios. amen.
Ministerio
Hno. Pio
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