sábado, abril 11, 2020

REFLEXIÓN 203. UN CANTO DE ANGUSTIA, CONSUELO Y GRATITUD (Salmo 69).


El Salmo 69, es un grito de angustia y pesar por la hostilidad de los enemigos, el olvido de los amigos y familiares; y el consuelo que sostiene al salmista, está en la esperanza, de que Dios lo ESCUCHA Y RESPONDERÁ sacándolo de toda esta su angustia y derrotará a sus enemigos.

Al músico principal; sobre Lirios. 
Salmo de David.
1 SÁLVAME, oh Dios,
 Porque las aguas han entrado hasta el alma.
2 Estoy hundido en cieno profundo,
donde no puedo hacer pie;
He venido a abismos de aguas,
y la corriente me ha anegado.
3 Cansado estoy de llamar;
 mi garganta se ha enronquecido;
Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.
4 Se han aumentado más que los cabellos
 de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;
Se han hecho poderosos mis enemigos,
los que me destruyen sin tener por qué.
¿Y he de pagar lo que no robé?
5 Dios, tú conoces mi insensatez,
 Y mis pecados no te son ocultos.

6 No sean avergonzados por causa mía 
los que en ti confían, 
oh Señor Jehová de los ejércitos;
 No sean confundidos por mí los que te buscan,
oh Dios de Israel.
7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
 Confusión ha cubierto mi rostro.
8 Extraño he sido para mis hermanos,
 Y desconocido para los hijos de mi madre.

9 Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban 
cayeron sobre mí.
10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
 Y esto me ha sido por afrenta.
11 Puse además cilicio por mi vestido,
 Y vine a serles por proverbio.
12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, 
Y me zaherían en sus canciones los bebedores.

13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová ,
 al tiempo de tu buena voluntad;
 Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
 Por la verdad de tu salvación, escúchame.
14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
Sea yo libertado de los que me aborrecen,
y de lo profundo de las aguas.
15 No me anegue la corriente de las aguas.
Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca,
16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; 
Mírame conforme a la multitud de tus piedades.
17 No escondas de tu siervo tu rostro,
 Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.
18 Acércate a mi alma, redímela;
Líbrame a causa de mis enemigos.
19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; 
Delante de ti están todos mis adversarios.
20 El escarnio ha quebrantado mi corazón,
y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, 
y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé.
21 Me pusieron además hiel por comida,
Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
22 Sea su convite delante de ellos por lazo,
Y lo que es para bien, por tropiezo.
23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
Y haz temblar continuamente sus lomos.
24 Derrama sobre ellos tu ira,
Y el furor de tu enojo los alcance.
25 Sea su palacio asolado;
En sus tiendas no haya morador.
26 Porque persiguieron al que tú heriste,
Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.
27 Pon maldad sobre su maldad,
Y no entren en tu justicia.
28 Sean raídos del libro de los vivientes,
Y no sean escritos entre los justos.

29 Mas a mí, afligido y miserable,
Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
Lo exaltaré con alabanza.
31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, 
O becerro que tiene cuernos y pezuñas;
32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,
33 Porque Jehová oye a los menesterosos,
Y no menosprecia a sus prisioneros.
34 Alábenle Los Cielos Y La Tierra,
Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
35 Porque Dios salvará a Sion,
y reedificará las ciudades de Judá;
Y habitarán allí, y la poseerán.
36 La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán en ella.

*Salmo 69, es el lamento de un hombre agobiado por el dolor, atormentado por la hostilidad de sus prójimos, que sufre por causa de su fe en Dios.  Aunque el salmista describe su propio sufrimiento, los autores del NT han demostrado que varios pasajes se aplican también a Cristo, la víctima inmaculada.


En El Versículo 8, Como También En El 9 Y El 20, Cristo predijo por medio de David cuál habría de ser el trato que recibiría en la tierra” (HAp 183).
*Cuando Jesús expulsó a los que cambiaban dinero y a los mercaderes de los atrios del templo, los discípulos recordaron que se había escrito de él: "El celo de tu casa me consume" (Juan 2: 17; DTG 132; HAp 183).  En el servicio para Dios no hay lugar para el siervo cobarde.

Y Los Denuestos De Los Que Te Vituperaban Cayeron Sobre Mí. Pablo aplica este pasaje a Cristo, quien no "se agradó a sí mismo" (Rom. 15:3; cf. Sal. 89:50,51; Jer. 20:8).

*Los Vers. 20, 21, se aplican al Mesías (Mat. 27: 34, 48; DTG 695; HAp 183; PR 510).
Esperé Quien se compadeciese De Mí. Cf.  Isa. 63: 5. En el Getsemaní el Salvador anhelaba que alguien lo acompañara en su sufrimiento (DTG 637639).  Más tarde todos sus discípulos lo abandonaron (Mat. 26: 56; Mar. 14: 50).  
Este versículo expresa extrema soledad.
Las dos últimas declaraciones del versículo forman un paralelismo sinónimo perfecto: "Esperé quien se compadeciese de mí,  y no lo hubo;  
y consoladores, y ninguno hallé".

21. Hiel. Heb. ro´sh, "planta venenosa", es una voz hebrea traducida de diversas maneras: "hiel" (Jer. 8: 14; 9: 15); "veneno" (Amós 6: 12); "ponzoña" (Deut. 32: 33).  Según Mar. 15: 23, la "hiel" (Mat. 27: 34) que le ofrecieron a Jesús fue "mirra".
Comida. Heb. baruth, "pan de consuelo", alimento que un enlutado recibía de sus amigos.  El uso del término destaca la hipocresía de su conducta.
Vinagre. En Mat. 27: 34, 48; Mar. 15: 23; Juan 19: 29, 30 se advierte el cumplimiento mesiánico de esta profecía.

Pablo confirma que David fue el autor de este salmo.
(Rom. 11: 9).


*Y concluye el salmista con votos de gratitud y expresiones de esperanza y alabanza. Este salmo es el cumplimiento del voto de alabanza del salmista. 
Porque Jehová Oye A Los Menesterosos. La certeza que el salmista tiene de su liberación se basa en el principio enunciado en este versículo: Dios cuida de los humildes y afligidos (ver com. vers. 29), los "pobres en espíritu" 
(Mat. 5: 3).
Por eso el gozo surge de un corazón agradecido y dice: 
34 Alábenle Los Cielos Y La Tierra,
Los mares, y todo lo que se mueve en ellos. 
35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades 
de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán. 
36 La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán en ella.
*Las bendiciones prometidas a la descendencia de Abrahán serán recibidas por la descendencia espiritual 
del patriarca. 3CBA 
Ministerio Hno. Pio

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