lunes, abril 06, 2020

REFLEXIÓN 198. PROTECCIÓN CONTRA LA TRAMA DEL ENEMIGO (Salmo 64).


EL Salmo 64, es una enérgica descripción de los impíos que tramaban contra la vida del salmista (Sal. 52; 57 a 59).  Consta de dos partes: un pedido para que Dios lo libre de sus enemigos (vers. 1-6), y una expresión de confianza y gratitud por la destrucción de éstos (vers. 7-9).  El poema termina con un dístico que infunde aliento (vers. 10). 3CBA

Al músico principal.  Salmo de David.
1 ESCUCHA, Oh Dios, la voz de mi queja;
Guarda mi vida del temor del enemigo.
2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
 De la conspiración de los que hacen iniquidad,
3 Que Afilan Como Espada Su Lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,
4 Para Asaetear A Escondidas Al Íntegro;
De repente lo asaetean, y no temen.
5 Obstinados En Su Inicuo Designio,
Tratan de esconder los lazos,
Y DICEN: ¿Quién los ha de ver?
6 Inquieren Iniquidades
hacen una investigación exacta; 
Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, 
así como su corazón, es profundo.

7 Mas Dios Los Herirá Con Saeta;
De repente serán sus plagas.
8 Sus propias lenguas los harán caer;
Se espantarán todos los que los vean.
9 Entonces Temerán Todos Los Hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y entenderán sus hechos.

10 Se Alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón. (Salmo 64).


El Salmista suplica a Dios, que escuche su queja ante la trama de los enemigos ocultos.
Los enemigos podían ser cercanos a él, principalmente gente con poder dentro de su gobierno… si es así, estamos hablando de gente sin escrúpulos, que pretenden creer en Dios y se atreven a decir que nadie los verá en su trama de maldad.
Eso es y ha sido el accionar de la gente malvada a través del tiempo. Pero, así como en el tiempo de David y a través de toda la historia humana. 
¡El malvado recibe su recompensa de acuerdo a su maldad! 
¡Porque hay un Dios justo que vela por sus hijos!
El salmo finaliza con el triunfo del salmista. Y eso también será el final glorioso de todos los que confían en Dios. Amen.  Ministerio Hno. Pio

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