Nahúm 2. El sitio y la toma de la ciudad (1-8). El saqueo de la ciudad (9-13).
El terrible y victorioso ejército de Dios contra Nínive.
*Sólo hay permanencia de naciones y culturas, si Dios bendice. (Asur, hijo de Sem. Gen. 10:22). Asiria, así como todos los pueblos, conocieron al Dios vivo. Después del diluvio. Su Padre Sem, hijo de Noé, vio la salvación del Señor. Pero a través de las edades, los siglos. Sus Hijos, Olvidaron. Y llegó su hora de juicio y destrucción.
Asur. Asiria ocupaba la parte central del valle del Tigris, extendiéndose por el
norte hasta las montañas de Armenia y por el este hasta la meseta de Media. El
nombre de Asur, hijo de Sem, a su vez fue tomado por el principal dios de los
asirios, por la capital más antigua del país, Asur (ahora Calah- Shergat), y
por la nación misma. Asiria aparece en
los registros históricos desde los comienzos del segundo milenio AC, hasta su
destrucción por los medos y babilonios en la parte final del siglo VII. Durante su período más poderoso, Asiria fue
el azote de todas las naciones. Nunca ha
sido sobrepujada su crueldad con sus enemigos vencidos. El reino de Israel fue destruido por los
asirios y apenas se libró el reino meridional de Judá. 1CBA
1 Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza, vigila el camino, cíñete los lomos, refuerza mucho tu poder. 2 Porque Jehová restaurará la gloria de Jacob como la gloria de Israel; porque saqueadores los saquearon, y estropearon sus mugrones. 3 El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. 4 Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpagos. 5 Se acordará él de sus valientes; se atropellarán en su marcha; se apresurarán a su muro, y la defensa se preparará. 6 Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido. 7 Y la reina será cautiva; mandarán que suba, y sus criadas la llevarán gimiendo como palomas, golpeándose sus pechos. 8 Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira.
9 Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas y suntuosidad de toda clase de efectos codiciables. 10 Vacía, agotada y desolada está, y el corazón desfallecido; temblor de rodillas, dolor en las entrañas, rostros demudados. 11 ¿Qué es de la guarida de los leones, y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león y la leona, y los cachorros del león, y no había quien los espantase? 12 El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas. 13 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros. (Nahúm 2).
1. Destructor. Otra vez el profeta se dirige al pueblo de Asiria
(ver com. cap. 1: 14) para amonestarle por su inquietante futuro. El contexto
demuestra (cap. 1: 1; 2: 1, 8; 3: 1; etc.) que en el cap. 2 se describe la
caída de Nínive.
Contra ti. Cuando las fuerzas atacantes rodearan la ciudad, sus
habitantes las verían claramente y comprenderían su peligro.
Guarda la fortaleza. Con un tono levemente irónico, el profeta amonesta a
los habitantes de Nínive a que se preparen para el asedio final de la ciudad,
aunque tales preparativos serían en vano.
2. Restaurará. Podría considerarse que la gloria de Jacob,
anteriormente arrebatada por los asirios, ahora ha sido restaurada mediante la
destrucción de estos enemigos.
Saqueadores. Los asirios habían asesinado y saqueado al pueblo
escogido de Dios, y a su vez serían asesinados y saqueados por sus vencedores.
3. Valientes. Quizá una referencia a los sitiadores de Nínive.
Enrojecido. Tal vez los escudos eran rojos, o su cobertura de
bronce o cobre parecía roja. Podría ser que significara que los escudos se
enrojecerían con la sangre de los muertos.
Antorchas. Heb. peladoth, palabra que únicamente aparece aquí
en el AT y cuyo significado es dudoso. Por medio de una comparación con el
árabe y el persa, algunos sugieren el significado "acero", lo que
permite que la frase se traduzca "con fuego de acero". Sin embargo,
esto es dudoso. La traducción "antorchas" se logra mediante una
transposición de las primeras dos consonantes de peladoth. El enemigo vencedor
no trataría de tomar la ciudad ocultamente. El profeta describe gráficamente
una escena de gran brillo. Esto podría referirse a los adornos de los carros,
las armas de los soldados, los arreos de los caballos, todo lo cual brillaría
al sol y daría la apariencia de destellos de luz.
Se prepare. Podría referirse a Dios, a quien se representa como
reuniendo la hueste para la batalla (Isa. 13: 4; ver com. Isa. 13: 6). Algunos
creen que se refiere al comandante de las fuerzas enemigas.
Hayas. Heb. berosh, que se identifica con el enebro
fenicio, similar al ciprés. Un cambio de una letra en las consonantes hebreas
(ver t. I, p. 25) da la variante "caballería", "corceles",
"jinetes" (BJ). La LXX concuerda con este cambio pues traduce:
"Los caballos serán lanzados a la confusión". En la BJ esta oración
se traduce así: "Son impacientes los jinetes".
4. Carros. Heb. rékeb, vehículos de dos ruedas, de diversas
clases, tirados por caballos. Los carros se usaban casi exclusivamente con
propósitos militares (ver com. Exo. 14: 9) y para ocasiones de gala (ver com.
Gén. 41: 43). Aunque hay pruebas arqueológicas de que se usaban carros para
llevar a signatarios gubernamentales en misiones oficiales, no hay
prácticamente nada que indique que se usaban para transporte privado común.
Se precipitarán. Literalmente, "procederán locamente", de
una raíz hebrea que significa "estar enloquecido".
Con estruendo. Aquí se indica la fuerza abrumadora de los ejércitos
que atacan a Nínive. Los vehículos de guerra atacarían "con
estruendos". Todo el contexto de este capítulo indica claramente que Nahúm
estaba describiendo la captura de Nínive con vívido lenguaje.
Antorchas. Heb. lappid, la palabra comúnmente usada para
antorchas o lámparas (Gén. 15: 17; Juec. 7: 16; etc.; ver com. Nah. 2: 3).
5. Sus valientes. O, "poderosos". Es evidente que el rey
asirio encarga a los jefes de su ejército que defiendan las murallas de la
ciudad. Movidos por la confusión, o quizá estando sólo a medias en su juicio,
se atropellan "en su marcha".
Defensa. Heb. sokek, algún tipo de protección para los
asediadores.
6. Puertas. Aquí hay una referencia simbólica al asalto del
enemigo o a la inundación literal de la ciudad. Sin embargo, son escasos los
detalles. Algunos sostienen que la profecía se cumplió en el caso descrito por
el historiador griego Diodoro (ii. 26-27), quien informa que Nínive fue
capturada debido a una inundación excepcionalmente grande del Éufrates
(¿Tigris?), que destruyó parte del muro y abrió la ciudad a los medos y
babilonios.
Destruido. Quizá deberá tomarse simbólicamente, en el sentido
de que el palacio sería debilitado y que quedaría impotente para ofrecer
cualquier resistencia eficaz ante el enemigo.
7. La llevarán. Heb. nahag. En la forma que aquí aparece también
puede traducirse "gemir" o "lamentar", lo que concuerda
mejor en el contexto aquí.
Como palomas. Es decir las criadas gemirían como palomas (Isa. 38:14; 59:11; Eze. 7:16).
Golpeándose. Literalmente, "tamborilear"; es decir,
golpear sobre un tamborilete o tambor de mano (ver t. III, pp. 32-33). Golpear
o "tamborilear" sobre el pecho describe expresivamente un profundo y
acerbo dolor (Luc. 18: 13; 23: 48).
8. Nínive. El hebreo del vers. 8 es oscuro.
9. No hay fin de las riquezas. Algunos documentos griegos afirman que los despojos de "plata" y "oro" sacados de Nínive fueron excepcionalmente grandes en cantidad y en valor.
No es de sorprenderse que los vencedores hallaran un botín tan rico en la ciudad que había "despojado" con tanta frecuencia a otras (2 Rey. 15:19-20; 16:8-9, 17-18; 17:3; 18:14-16; etc.). Riquezas atesoradas por siglos...
10. Vacía, agotada y desolada. Heb. buqah umebuqah umebullqah. "Desolación,
devastación y destrucción" es un intento de reproducir en castellano la
vigorosa aliteración del hebreo que describe la completa ruina de Nínive (ver
com. Amós 5: 5).
Corazón desfallecido. Expresión que denota temor y desesperación (Jos. 7: 5; Isa. 13: 7; Eze. 21: 7). Temblor de rodillas. Cf. Dan. 5: 6. Rostros demudados. Ver com. Joel 2: 6.
11. Guarida de los leones. En los vers. 11 y 12 el profeta emplea la figura de un león para describir el poder de Asiria (cf. Jer. 50: 17; PR 198; ver com. Jer. 4: 7).
Vívidamente muestra cómo Nínive, mediante sus conquistas, conseguía
despojos "en abundancia" (vers. 12) para su pueblo.
13. Contra ti. Cf. Nahúm 3: 5; Jer. 51: 25; Eze. 38: 3. La
destrucción de Nínive se produjo después de que ella dejó que transcurriera su
tiempo de gracia sin arrepentirse en forma duradera. Había cesado la paciencia
divina (PR 269).
Jehová de los ejércitos. Ver com. Jer. 7: 3. Leoncillos. Aquí evidentemente se trata de los guerreros de la ciudad (ver com. vers. 11).
Mensajeros. Quizá se refiera a los que llevaban las órdenes
reales a los jefes civiles y militares (2 Rey. 18: 17-19; 19: 23). 4CBA
COMENTARIOS DE (EGW).
Vers.
10-11. EL ENGRANDECIMIENTO
Y LA CAÍDA DEL IMPERIO ASIRIO abundan en lecciones para las
naciones modernas de esta tierra. La Inspiración ha comparado la gloria de
Asiria en el apogeo de su prosperidad con un noble árbol del huerto de Dios,
que superara todos los árboles de los alrededores.
"He aquí era el Asirio cedro
en el Líbano, hermoso en ramas, y umbroso con sus ramos, y de grande altura, y
su copa estaba entre densas ramas.... A su sombra habitaban muchas gentes.
Hízose, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su
raíz estaba junto a muchas aguas. Los cedros no lo cubrieron en el huerto de
Dios: las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron
semejantes a sus ramos: ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en
su hermosura.... Y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios,
tuvieron de él envidia." (Eze. 31: 3-9.)
Pero los gobernantes de Asiria, en vez de emplear sus bendiciones extraordinarias para beneficio de la humanidad, llegaron a ser el azote de muchas tierras. Despiadados, sin consideración para Dios ni para sus semejantes, se dedicaron con terquedad a obligar a todas las naciones a reconocer la supremacía de los dioses de Nínive, a los cuales ensalzaban por sobre el Altísimo. Dios les había enviado a Jonás con un mensaje de amonestación, y durante un tiempo se humillaron delante de Jehová de los ejércitos, y procuraron su perdón. Pero pronto volvieron a adorar los ídolos y a tratar de conquistar el mundo. 269
El profeta Nahum, dirigiéndose a
los malhechores de Nínive, exclamó: "¡Ay de la ciudad de sangres, toda
llena de mentira y de rapiña, sin apartarse de ella el pillaje! Sonido de
látigo, y estruendo de movimiento de ruedas; y caballo atropellador, y carro
saltador; caballero enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y
multitud de muertos.... Heme aquí contra ti, dice Jehová de los
ejércitos." (Nah. 3: 1-5.)
Con infalible exactitud el
Infinito sigue llevando cuenta con las naciones. Mientras ofrece su misericordia,
y llama al arrepentimiento, esta cuenta permanece abierta; pero cuando las
cifras llegan a cierta cantidad que Dios ha fijado, el ministerio de su ira
comienza. La cuenta se cierra. Cesa la paciencia divina. La misericordia ya no
intercede en favor de aquellas naciones.
"Jehová es tardo para la
ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. Jehová marcha
entre la tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies. El amenaza
a la mar, y la hace secar, y agosta todos los ríos: Basán fue destruído, y el
Carmelo, y la flor del Líbano fue destruída. Los montes tiemblan de él, y los
collados se deslíen; y la tierra se abrasa a su presencia, y el mundo, y todos
los que en él habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará
en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se
hienden las peñas." (Nah. 1: 3-6.)
Así fue como Nínive, "la
ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no
más," llegó a ser desolación, "vacía, y agotada, y despedazada
está," "la morada de los leones, y de la majada de los cachorros de
los leones, donde se recogía el león, y la leona, y los cachorros del león, y
no había quien les pusiese miedo." (Sof. 2: 15; Nah. 2: 10, 11.)
Mirando hacia el momento en que
el orgullo de Asiria sería humillado, Sofonías profetizó así acerca de Nínive:
"Y rebaños de ganado harán en ella majada, todas las bestias de las
gentes; el onocrótalo también y el erizo dormirán en sus umbrales: su 270 voz
cantará en las ventanas; asolación será en las puertas, porque su
enmaderamiento de cedro será descubierto." (Sof. 2: 14.)
Grande fue la gloria del reino
asirio; y grande fue su caída. El profeta Ezequiel, llevando más adelante la
figura de un noble cedro, predijo claramente la caída de Asiria por causa de su
orgullo y de su crueldad. Declaró:
"Por tanto, así dijo el Señor Jehová.... Puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura, yo lo entregaré en mano del fuerte de las gentes, que de cierto le manejará: por su impiedad lo he arrojado. Y le cortarán extraños, los fuertes de las gentes, y lo abandonarán: sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todas las arroyadas de la tierra serán quebrados sus ramos; e iránse de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo: para que no se eleven en su altura los árboles todos de las aguas.... "Así ha dicho el Señor Jehová: El día que descendió a la sepultura, hice hacer luto, . . . y todos los árboles del campo se desmayaron. Del estruendo de su caída hice temblar las gentes." (Eze. 31: 10-16.)
EL ORGULLO DE ASIRIA Y SU CAÍDA habían de servir como lección objetiva hasta el fin del tiempo. Acerca de las naciones de la tierra que hoy se levantan con arrogancia y orgullo contra él? Dios pregunta: "¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en la tierra baja." (Vers. 18). "Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa hará consumación" de todos aquellos que procuran exaltarse a mayor altura que el Altísimo. (Nah. 1: 7, 8.)
"La soberbia del Assur será
derribada, y se perderá el cetro de Egipto " (Zac. 10: 11.) Esto se aplica
no sólo a las naciones que se levantaron contra Dios en los tiempos antiguos,
sino 271 también a las naciones de hoy que no cumplen el propósito divino. En
el día de las recompensas finales, cuando el justo Juez de toda la tierra haya
de "zarandear las gentes" (Isa. 30: 28), y se deje entrar en la
ciudad de Dios a los que guardaron la verdad, las bóvedas del cielo
repercutirán con los cantos triunfantes de los redimidos Declara el profeta
"Vosotros tendrás canción, como en noche en que se celebra pascua; y
alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al
Fuerte de Israel. Y Jehová hará oír su voz potente.... Porque Assur que hirió con
palo, con la voz de Jehová será quebrantado. Y en todo paso habrá madero
fundado, que Jehová hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas."
(Vers. 29-32). PR 268-271.
Ministerio
Hno. Pio
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