Malaquías 1. Vers. (1-5). Malaquías se queja de la ingratitud de Israel. El Amor Divino No Es Apreciado, Ni Correspondido. Pero El amor eterno de Dios para Israel aún está vigente. Vers. (6-10). Degeneración De La Vida Religiosa. Israel deshonra y menosprecia a Dios. Fracaso en distinguir entre las cosas sagradas y comunes. (11-14). Fracaso de los Judíos en su misión a los gentiles. Y Fracaso de los sacerdotes en la conducción espiritual del pueblo.
1 PROFECIA de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías. 2 Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, 3 y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto. 4 Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre. 5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.
6 El hijo honra al padre, y el siervo a su Señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? 7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. 8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. 9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. 10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. 12 Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable. 13 Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. 14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones. (Malaquías 1).
1. Profecía. Heb. maÑÑa "carga",
"pronunciamiento", u "oráculo" (BJ). Ver com. Isa. 13:1. La
"carga" de Malaquías era que Israel no olvidara las lecciones del
pasado.
2. Os he amado. Esforzándose para que su pueblo comprendiera su
ingratitud, el Señor formula ciertas preguntas directas. Su amor los ha
constituido como nación (Deut. 7: 6-9; ver p. 1144).
¿En qué? Esta es la primera de una serie de preguntas
-Características del libro de Malaquías- que manifiestan la actitud de justicia
propia de la gente de los días de Malaquías. Quizá esas preguntas no fueron en
realidad pronunciadas por el pueblo, pero con toda seguridad reflejan el
pensamiento íntimo de la nación. Las palabras "en qué" resumen la
profunda indiferencia de la gente por las cosas espirituales y son la nota dominante
del libro.
Y amé. "Sin embargo yo amé" (BJ). Refiriéndose a
hermanos que eran mellizos (Gén. 25:24-26), y que por lo tanto tenían la misma
herencia y procedían del mismo ambiente, el Señor se esfuerza por explicar a
los Judíos que el favor divino no se prodigó sobre Israel debido a su
nacimiento sino a su carácter. Aunque Jacob cometió penosos errores, finalmente
consagró su vida al servicio de Dios.
3. A Esaú aborrecí. Por el contexto, parece que en primer lugar se hace
referencia aquí a Edom, la nación de los descendientes de Esaú, y no a Esaú
mismo. El uso de la palabra "aborrecí" es una típica hipérbole del
Cercano Oriente (cf. Gén. 29: 33; Deut. 21: 15; ver com. Sal. 119: 136), y no
debe tomarse en su sentido más fuerte. El Señor explica aquí su preferencia por
Jacob y sus descendientes con respecto a Esaú y los suyos. Por supuesto, esta
diferencia se debió a la relación de los dos hermanos con Dios. Debido a que
Jacob tenía una inclinación espiritual y la clase de fe que salva el alma, y
amaba las cosas de Dios, sus pecados fueron perdonados y disfrutó del favor y
comunión de Dios. En cambio, Esaú era mundano, "profano", sin deseo
ni amor por las cosas divinas, por lo que el favor divino no pudo alcanzarlo
(Heb. 12: 16-17).
Desolación. Cuando los israelitas retornaron del cautiverio,
volvieron a cultivar su tierra y restauraron a Jerusalén y su templo, en
cambio, parece que los edomitas no hicieron algo similar para reparar la
desolación y destrucción causada por los babilonios.
Chacales. El país de Edom fue abandonado para que vagaran por
él esas bestias salvajes.
4. Cuando. O, "puesto que", o "si" (BJ). Si
los edomitas hubiesen resuelto restaurar sus moradas -en contra del propósito
de Dios- el Señor se habría interpuesto para impedir que lo hicieran.
Jehová de los ejércitos. Ver com. Jer. 7: 3. Este título aparece con
frecuencia en el libro de Malaquías.
Para siempre. Heb. 'ad 'olam (ver com. Exo. 12: 14; 21: 6; 2 Rey.
5: 27).
5. Vuestros ojos. Esto es, los de Judá. Cuando el pueblo comprendiera
la realidad del amor de Dios, sus quejas y murmuraciones se transformarían en
alabanza y gratitud por la bondad divina.
Más allá de los límites de Israel. La LXX es más enfática: "Por encima de los
límites de Israel". Esta expresión quizá signifique el mundo entero.
6. Mi honra. Como Creador de ellos -Aquél que especialmente los
había elegido, guardado y protegido-, Dios era el Padre de su pueblo (Exo. 4:
22; Deut. 32: 6). Por lo tanto, tenía derecho a recibir su reverencia y
respeto.
Oh sacerdotes. Dios ahora dirige su reproche a los que
representaban la religión ante el pueblo y que deberían haber sido tanto
ejemplos como maestros (ver com. 2 Crón. 15: 3) de obediencia y santificación.
¿En qué? Ver com. vers. 2. Insensibles a su condición espiritual,
los sacerdotes no declaraban su culpabilidad (ver p. 1144).
Menospreciado tu nombre. En vez de corresponder al amor divino, despreciaban
a Dios (vers. 2).
7. Pan. Heb. léjem, que a veces designa al alimento en
general (Gén. 3:19; 43:32; Exo. 2:20). "Pan" no podía referirse al
pan de la proposición, pues no se lo ofrecía sobre el altar. Quizá
"pan" se refiera aquí a la carne de los sacrificios de animales (Lev.
3: 9-11, 15-16). Probablemente este es sólo uno de los muchos ejemplos que
podrían darse de su descuido en seguir el ritual de la ley.
¿En qué? Ver com. vers. 2. Estando espiritualmente ciegos,
los sacerdotes no veían que al ofrecer "pan inmundo [común]" habían
deshonrado al Señor.
En que pensáis. Quizá no manifestaban desprecio por el altar del
Señor mediante sus palabras, sino más bien lo hacían por sus actos, al traer
"pan inmundo" al altar (ver p. 1144).
Mesa de Jehová. Sin duda una referencia al altar de los sacrificios.
8. Ofrecéis el animal ciego. Puesto que la ley requería que se sacrificaran
animales "sin defecto" (Lev. 22: 19), los mencionados en este
versículo eran una ofensa para Dios. El pueblo razonaba que no había diferencia
si las víctimas que se sacrificaban eran perfectas o no. Así podían deshacerse
de las ovejas deformes o del ganado defectuoso, y se quedaban con los animales
sanos y perfectos. El propósito de Dios es que los hombres le den lo mejor.
Reservar lo mejor para otra finalidad es una evidencia de que Dios no predomina
en la vida. Ofrecerle a Dios algo menos que el primer lugar, en realidad es no
darle lugar alguno.
Príncipe. Heb. pajah, "gobernador provincial" (ver com. Hag. 1: 1).
Hubiera sido un insulto ofrecerle algo defectuoso a un dignatario tal. Si esto era así tratándose de un ser humano, cuánto más lo sería en el caso del grande y excelso "Jehová de los ejércitos" (ver com. Jer. 7: 3).
Le serás acepto. Literalmente, "alza tu rostro", en el
sentido de recibir con agrado.
9. Orad. Aquí Malaquías ruega insistentemente que los
sacerdotes se arrepientan.
Si hacéis estas cosas. O mejor, "de vuestras manos viene esto"
(BJ). En otras palabras, ¿es esta acción lo que os atrevéis a hacer, o esta
ofrenda lo que os atrevéis a traer?
10. ¿Quién también hay de vosotros? El profeta reprocha a los que servían en el templo
con espíritu mercenario, los que no efectuaban su obra para Dios fiel y
eficazmente, aunque eran remunerados aun por el servicio más pequeño.
Ofrenda. Heb. minjah, por lo general la ofrenda de
"harina" (ver com. Lev. 2: 1). Quizá el profeta quiere decir aquí que
esas ofrendas de cereal, que naturalmente no estaban contaminadas, no eran
aceptables para Dios debido al espíritu erróneo con que eran ofrecidas.
11. Desde donde el sol nace. Era el propósito de Dios que su culto verdadero se
esparciera por toda la tierra (ver pp. 27-40).
En todo lugar. Cf. Isa. 19: 18-19; Sof. 2: 11.
12. Lo habéis profanado. Es decir, el "nombre" de Dios (vers. 11).
Decís. Ver com. vers. 7. Mesa de Jehová. Ver com. vers. 7.
13. Habéis además dicho. Ver com. vers. 7. ¡Qué fastidio! Alusión al hastío desdeñoso con que los sacerdotes realizaban los servicios del templo. Me despreciáis. Esto indica hasta qué punto los sacerdotes despreciaban el altar.
Lo hurtado. Es decir, "lo tomado por violencia", cosas robadas o tomadas de mala manera. Cojo, o enfermo. Ver com. vers. 8.
¿Aceptaré yo? Bien sabían que ningún ser humano recibiría con
agrado tales ofrendas (vers. 8). ¿Por qué pensaban que Dios se agradaría?
14. Maldito. El castigo divino descendería sobre aquel que,
teniendo "machos en su rebaño" que fueran aceptables, ofreciera en
cambio "lo dañado", es decir un sacrificio defectuoso (ver Lev. 3: 1,
6).
Temible. Heb. nora', del verbo yara', "temer" (ver
com. Sal. 19: 9). Aquí se emplea "temible" con el significado de
"considerado con reverencia y temor". (4CBA)
COMENTARIOS
DE EGW.
1. Mediante el cautiverio babilónico los
israelitas quedaron eficazmente curados del culto a las imágenes talladas.
Después de su regreso, dedicaron mucha atención a la instrucción religiosa y al
estudio de lo que había sido escrito en el libro de la ley y en los profetas
concerniente al culto del Dios verdadero. La reconstrucción del templo les
permitió seguir con todos los servicios rituales del santuario. Bajo la
dirección de Zorobabel, Esdras y Nehemías, se comprometieron repetidas veces a
cumplir todos los mandamientos y estatutos de Jehová. Los tiempos de
prosperidad que siguieron evidenciaron ampliamente cuán dispuesto estaba Dios a
aceptarlos y perdonarlos; y sin embargo, con miopía fatal, se desviaron vez
tras vez de su glorioso destino, y guardaron egoístamente para sí lo que habría
impartido sanidad y vida espiritual a incontables multitudes.
Este incumplimiento
del propósito divino era muy aparente en días de Malaquías. El mensajero del
Señor reprendió severamente los males que privaban a Israel de prosperidad temporal
y de poder espiritual. En esta reprensión de los transgresores, el profeta no
perdonó a los sacerdotes ni al pueblo. La "carga de la palabra de Jehová
contra Israel, por 521 mano de Malaquías" era que las lecciones pasadas no
se olvidasen, y que el pacto hecho por Jehová con la casa de Israel se
cumpliese con fidelidad. La bendición de Dios podía obtenerse tan sólo por un
arrepentimiento de todo corazón. Instaba el profeta: "Ahora pues, orad a
la faz de Dios que tenga piedad de nosotros."(Mal. 1: 1,9.)
Sin embargo, ningún fracaso
temporal de Israel había de frustrar el plan milenario para redimir a la
humanidad. Tal vez aquellos a quienes el profeta hablaba no escucharían el
mensaje dado; pero los propósitos de Jehová se cumplirían a pesar de ello. El
Señor declaró por su mensajero: "Desde donde el sol nace hasta donde se
pone, es grande mi nombre entre las gentes; y en todo lugar se ofrece a mi
nombre perfume, y presente limpio; porque grande es mi nombre entre las
gentes."(Vers. 11). PR
520,521.
6-8. CRA 194
6-9. ECFP 34
8. 2T 259; 7T 175
9. PR 521
10. 2T 344
11. PR 521
12-14. 1JT 552
13. CMC 213; CRA 195; ECFP 34; 1JT 32, 67; MB 303; MJ
340; 1J 221; 3T 546; 6T 412
14. 7T 175
https://elaguila3008.blogspot.com/2020/08/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html
Ministerio Hno. Pio
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