viernes, abril 02, 2021

REFLEXIÓN 627. LA IMPIEDAD DE NÍNIVE, LA RAZÓN DE SU CASTIGO (NAHÚM 3).

Nahúm 3. La Impiedad De Nínive, La Razón De Su Castigo (1-7). La Destrucción De No-Amón (Tebas), Un Ejemplo De La Destrucción De Nínive (8-11). 

La Destrucción Y Ruina Total De Nínive (12-19).

Nínive era Una Ciudad sanguinaria. Es decir, un lugar donde se vertía sangre por cualquier motivo y evidentemente sin ningún escrúpulo (Eze. 24: 6, 9; Hab. 2: 12). En los monumentos asirios se ven muchísimos ejemplos de cómo los cautivos eran desollados, decapitados, empalados vivos, o colgados por pies y manos para que murieran en una lenta tortura. Estas y otras prácticas inhumanas revelan la crueldad de esta nación. En sus inscripciones reales continuamente se manifiesta gozo por el número de enemigos muertos, por cautivos aprisionados, ciudades arrasadas y saqueadas, tierras devastadas y árboles frutales destruidos.

1 ¡Ay De ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! 2 Chasquido de látigo, y fragor de ruedas, caballo atropellador, y carro que salta; 3 jinete enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; cadáveres sin fin, y en sus cadáveres tropezarán, 4 a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos. 5 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu rostro, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. 6 Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol. 7 Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?

8 ¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro? 9 Etiopía era su fortaleza, también Egipto, y eso sin límite; Fut y Libia fueron sus ayudadores. 10 Sin embargo ella fue llevada en cautiverio; también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles, y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos. 11 Tú también serás embriagada, y serás encerrada; tú también buscarás refugio a causa del enemigo.

12 Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer. 13 He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos. 14 Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas; entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno. 15 Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón; multiplícate como langosta, multiplícate como el langostón. 16 Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; la langosta hizo presa, y voló. 17 Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están. 18 Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte. 19 No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad? (Nahúm 3).

1. Ciudad sanguinaria. Es decir, un lugar donde se vertía sangre por cualquier motivo y evidentemente sin ningún escrúpulo (Eze. 24: 6, 9; Hab. 2: 12). En los monumentos asirios se ven muchísimos ejemplos de cómo los cautivos eran desollados, decapitados, empalados vivos, o colgados por pies y manos para que murieran en una lenta tortura. Estas y otras prácticas inhumanas revelan la crueldad de esta nación. En sus inscripciones reales continuamente se manifiesta gozo por el número de enemigos muertos, por cautivos aprisionados, ciudades arrasadas y saqueadas, tierras devastadas y árboles frutales destruidos.

Rapiña. Heb. péreq, "pillaje" o "saqueo", que indica la barbarie de los asirios en su trato con los pueblos vencidos. La parte final del vers. 1 demuestra que los gobernantes de Nínive eran implacables en saquear a sus víctimas (ver Isa. 33: 1).

2. Chasquido... fragor. El profeta describe los sonidos del avance de los ejércitos sitiadores, así como antes describió su apariencia (cap. 2: 3-4). Por así decirlo, oye a los aurigas que hacen chasquear sus látigos, el ruido de las ruedas de los vehículos, los caballos que galopan y el trepidar de los carros que avanzan.

3. Multitud. Son tantos los muertos, que los guerreros "tropiezan" con ellos y eso los detiene.

4. Fornicaciones. Una expresión que simboliza idolatría (Eze. 23:27; Ose. 1:2; 4:12-13; 5:4). La idolatría fue otra razón de la caída de Asiria. Puesto que la idolatría era sumamente inmoral, darle el nombre de "fornicación" era muy adecuado (ver com. 2 Rey. 9:22).

5. Contra ti. Ver com. cap. 2: 13. Jehová de los ejércitos. Ver com. Jer. 7: 3.

Descubriré tus faldas. Literalmente, "voy a alzar tus faldas" (BJ) (cf. Isa. 3: 17; 47: 3; Eze. 16: 37; ver com. Jer. 13: 26). Debido a las "fornicaciones" de Nínive (cf. Nah. 3: 4), Dios la castigaría muy ignominiosamente, como a una ramera.

6. Inmundicias. Heb. shiqquts, "cosa detestable". Vocablo usado generalmente en relación con el culto a los ídolos.

Estiércol. "Espectáculo" (BJ). La LXX reza: "Un ejemplo público" (cf. Mat. 1: 19). Continuando con el símbolo de la "ramera" (Nah. 3: 4), el profeta predice que Nínive sufriría la ignominia y el mal trato que una mujer tal podría recibir de la plebe (cf. Eze. 16: 37-40).

7. Se apartarán de ti. Figura que indica que el terrible castigo de Nínive haría que se apartara de ella el que lo contemplara.

¿Dónde te buscaré? Pregunta retórica que indica que nadie se compadecería de Nínive puesto que merecía ser castigada (ver Jer. 15: 5-6).

8. Tebas. Heb. no' 'amón, la ciudad del Dios egipcio Amón, la ciudad de Tebas del Alto Egipto (Jer. 46: 25; Eze. 30: 14-16). Esta célebre ciudad, con sus tumbas de reyes, sus colosos y esfinges, sus grandes templos de Karnak (Carnac) y Luxor con sus macizas columnas y sus peristilos, estaba magníficamente situada sobre el Nilo, así como Nínive estaba sobre el Tigris. Aquí Nahúm advierte a Nínive que, a la vista del cielo, no es mejor que Tebas y fácilmente puede correr la misma suerte. 

Tebas había sido destruida en 663 a. C. por Asurbanipal, rey de Asiria.

El mar. Aquí se usa para referirse al Nilo. En el AT los ríos grandes a veces eran llamados "mares" (Isa. 19: 5; Jer. 51: 36). La cláusula final sólo significa que el Nilo, con sus canales, constituía el "baluarte" de Tebas.

9. Etiopía. O Cus, principalmente la Nubia clásica, o el moderno Sudán (ver com. Gén. 10: 6). El rey que gobernaba en Egipto cuando Tebas fue destruida era Tanutamón, sucesor y sobrino de Taharka - el Tirhaca bíblico-. En el AT Tirhaca es llamado "rey de Etiopía" (ver com. 2 Rey. 19: 9) porque había pertenecido a la 25.ª dinastía de Egipto, llamada "etiópica" (ver t. II, p. 54).

Egipto. El Egipto propiamente dicho, cuya población unida con la de Nubia, constituía un poder que "no tenía número", o "sin límite" por así decirlo (2 Crón. 12: 3).

Fut. Muchos egiptólogos piensan que se refiere a Punt, pero los asiriólogos creen que es parte de Libia (ver com. Eze. 27: 10).

10. Fue llevada. El poder de Tebas y sus recursos al parecer ilimitados, incluso la ayuda de sus aliados, no la salvaron del cautiverio (ver com. vers. 8).

Estrellados. Parte del cruel trato al que, con frecuencia, en la antigüedad se sometía a las ciudades conquistadas (2 Rey. 8: 12; Sal. 137: 9; Isa. 13: 16).

11. Tú también. El profeta vuelve a dirigirse a Nínive.

Serás encerrada. Quizá signifique que Nínive no demostraría poder para resistir.

13. Mujeres. Los asirios que hasta entonces habían sido osados y valientes, serían como mujeres en el sentido de que no podrían resistir y derrotar al ejército sitiador (ver com. Ose. 10: 5).

14. Refuerza. Es decir, refuerza los lugares débiles de las fortificaciones. Hablando con un dejo de ironía, el profeta exhorta a Nínive para que haga todo lo posible a fin de prepararse para un largo y duro asedio. Horno. Literalmente, "molde de ladrillos" (BJ).

15. Allí. A pesar de todas las medidas tomadas para fortalecer esos lugares vulnerables de las fortificaciones, el "fuego" consumiría la ciudad. La arqueología ha demostrado con claridad que la profecía se cumplió literalmente. Pulgón. Heb. yéleq, la langosta áptera que se arrastra (Sal. 105: 34; Jer. 51: 14, 27; Joel 1: 4; 2: 25). Sin duda el profeta usó este símbolo aquí y en el versículo siguiente para mostrar que la destrucción de Nínive sería tan súbita y completa como la que causan esos insectos en la vegetación.

Multiplícate. Aunque los asirios reunieran ejércitos tan numerosos como las hordas de pulgones o langostas, no les serviría de nada.

16. Tus mercaderes. Nínive estaba ventajosamente ubicada como para realizar un amplio comercio con otros países. Pero esas relaciones comerciales no le serían de valor. 

La destrucción efectuada por sus enemigos sería rápida y completa.

17. Tus grandes. Heb. tafsar, oficial militar o civil (ver com. Jer. 51: 27). El término que aquí se usa significa militares de alta jerarquía. Con frecuencia esos militares están dibujados en los monumentos. Así como las langostas quedan inactivas e inertes en un "día de frío", así también esos caudillos y militares asirios serían impotentes en la crisis de la ciudad. Lo único que podía hacer el ejército asirio sería desaparecer sin que se supiera "el lugar" donde había estado.

18. Durmieron tus pastores. Se representa a los caudillos de la nación como si hubieran estado dormidos ante sus responsabilidades o como si en realidad hubieran muerto en batalla y hubieran estado "durmiendo" el sueño de la muerte.

Se derramó. "Está disperso" (BJ). Habiendo desaparecido sus caudillos, el pueblo de Nínive no podía ofrecer más una resistencia efectiva ante sus enemigos.

19. Medicina. Literalmente, "disminución" o "alivio".

Fama. Heb. shema', "noticia" (BJ). Ver Gén. 29: 13; Exo. 23: 1; Deut. 2: 25; etc. Ante la noticia de la caída de Nínive, se describe a las naciones circunvecinas como aplaudiendo de gozo porque eso significaría el fin de la continua "maldad" asiria y su implacable opresión. 

El profeta termina su mensaje con una nota de certeza y decisión. Asiria había tenido su tiempo de gracia, pero ahora era inútil prolongarle la misericordia. (4CBA)

COMENTARIOS DE (EGW).

Versículo 1,19. Entre las ciudades del mundo antiguo, mientras Israel estaba dividido, una de las mayores era Nínive, capital del reino asirio. Fundada en la orilla fértil del Tigris, poco después de la dispersión iniciada en la torre de Babel, había florecido a través de los siglos, hasta llegar a ser "ciudad sobremanera grande, de tres días de camino." (Jonás 3: 3.)

En el tiempo de su prosperidad temporal Nínive era un centro de crímenes e impiedad. La inspiración la ha caracterizado como "ciudad de sangres, . . . llena de mentira y de rapiña." (Nah. 3: 1.) En lenguaje figurativo, el profeta Nahum comparó a los ninivitas con un león cruel y devorador, al que preguntó: "¿Sobre quién no pasó continuamente tu malicia?" (Vers. 19.)

A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que "vió a todos los hijos de los hombres" (Sal. 33: 13) y cuyos "ojos vieron todo lo preciado" (Job 28: 10) percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior, y que si se les concedía oportunidad de conocer al Dios viviente, renunciarían a sus malas acciones y le adorarían. De manera que en su sabiduría Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse. El instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás, hijo de Amitai. El Señor le dijo: "Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí." (Jon. 1: 1, 2). PR 198

Versículos 1-5. El Engrandecimiento Y La Caída Del Imperio Asirio abundan en lecciones para las naciones modernas de esta tierra. La Inspiración ha comparado la gloria de Asiria en el apogeo de su prosperidad con un noble árbol del huerto de Dios, que superara todos los árboles de los alrededores. "He aquí era el Asirio cedro en el Líbano, hermoso en ramas, y umbroso con sus ramos, y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas.... A su sombra habitaban muchas gentes. Hízose, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas. Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios: las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a sus ramos: ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.... Y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia." (Eze. 31: 3-9.)

Pero los gobernantes de Asiria, en vez de emplear sus bendiciones extraordinarias para beneficio de la humanidad, llegaron a ser el azote de muchas tierras. Despiadados, sin consideración para Dios ni para sus semejantes, se dedicaron con terquedad a obligar a todas las naciones a reconocer la supremacía de los dioses de Nínive, a los cuales ensalzaban por sobre el Altísimo. Dios les había enviado a Jonás con un mensaje de amonestación, y durante un tiempo se humillaron delante de Jehová de los ejércitos, y procuraron su perdón. Pero pronto volvieron a adorar los ídolos y a tratar de conquistar el mundo. 269

El profeta Nahum, dirigiéndose a los malhechores de Nínive, exclamó: "¡Ay de la ciudad de sangres, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarse de ella el pillaje! Sonido de látigo, y estruendo de movimiento de ruedas; y caballo atropellador, y carro saltador; caballero enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos.... Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos." (Nah. 3: 1-5.)

Con infalible exactitud el Infinito sigue llevando cuenta con las naciones. Mientras ofrece su misericordia, y llama al arrepentimiento, esta cuenta permanece abierta; pero cuando las cifras llegan a cierta cantidad que Dios ha fijado, el ministerio de su ira comienza. La cuenta se cierra. Cesa la paciencia divina. La misericordia ya no intercede en favor de aquellas naciones.

"Jehová es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. Jehová marcha entre la tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies. El amenaza a la mar, y la hace secar, y agosta todos los ríos: Basán fue destruído, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruída. Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas." (Nah. 1: 3-6.)

Así fue como Nínive, "la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más," llegó a ser desolación, "vacía, y agotada, y despedazada está," "la morada de los leones, y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león, y la leona, y los cachorros del león, y no había quien les pusiese miedo." (Sof. 2: 15; Nah. 2: 10, 11.)

Mirando hacia el momento en que el orgullo de Asiria sería humillado, Sofonías profetizó así acerca de Nínive: "Y rebaños de ganado harán en ella majada, todas las bestias de las gentes; el onocrótalo también y el erizo dormirán en sus umbrales: su 270 voz cantará en las ventanas; asolación será en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto." (Sof. 2: 14.)

Grande fue la gloria del reino asirio; y grande fue su caída. El profeta Ezequiel, llevando más adelante la figura de un noble cedro, predijo claramente la caída de Asiria por causa de su orgullo y de su crueldad. Declaró:

"Por tanto, así dijo el Señor Jehová.... Puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura, yo lo entregaré en mano del fuerte de las gentes, que de cierto le manejará: por su impiedad lo he arrojado. Y le cortarán extraños, los fuertes de las gentes, y lo abandonarán: sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todas las arroyadas de la tierra serán quebrados sus ramos; e iránse de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo: para que no se eleven en su altura los árboles todos de las aguas.... "Así ha dicho el Señor Jehová: El día que descendió a la sepultura, hice hacer luto, . . . y todos los árboles del campo se desmayaron. Del estruendo de su caída hice temblar las gentes." (Eze. 31: 10-16).

El Orgullo De Asiria Y Su Caída habían de servir como lección objetiva hasta el fin del tiempo. Acerca de las naciones de la tierra que hoy se levantan con arrogancia y orgullo contra él? Dios pregunta: "¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en la tierra baja." (Vers. 18).

"Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa hará consumación" de todos aquellos que procuran exaltarse a mayor altura que el Altísimo. (Nah. 1: 7, 8.)

"La soberbia del Assur será derribada, y se perderá el cetro de Egipto " (Zac. 10: 11.) Esto se aplica no sólo a las naciones que se levantaron contra Dios en los tiempos antiguos, sino 271 también a las naciones de hoy que no cumplen el propósito divino. En el día de las recompensas finales, cuando el justo Juez de toda la tierra haya de "zarandear las gentes" (Isa. 30: 28), y se deje entrar en la ciudad de Dios a los que guardaron la verdad, las bóvedas del cielo repercutirán con los cantos triunfantes de los redimidos Declara el profeta "Vosotros tendrás canción, como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. Y Jehová hará oír su voz potente.... Porque Assur que hirió con palo, con la voz de Jehová será quebrantado. Y en todo paso habrá madero fundado, que Jehová hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas." (Vers. 29-32). PR 268-271.

Ministerio Hno. Pio


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