sábado, mayo 23, 2020

REFLEXIÓN 245. DIOS HONRA SU PACTO CON SU PUEBLO FIEL (Salmo 111).


El Salmo 111, es un canto de alabanza a Dios, porque bendice a su pueblo fiel que guarda sus mandamientos.

Aleluya.
1 ALABARE a Jehová con todo el corazón
En la compañía y congregación de los rectos.
2 Grandes son las obras de Jehová,
BUSCADAS de todos los que las quieren.
3 Gloria y hermosura es su obra,
Y su justicia permanece para siempre.
4 Ha hecho memorables sus MARAVILLAS;
Clemente y misericordioso es Jehová.
5 Ha dado alimento a los que le temen;
Para siempre se acordará de su pacto.
6 El poder de sus obras manifestó a su pueblo,
Dándole la heredad de las naciones.

7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;
 Fieles son todos sus mandamientos,
8 Afirmados eternamente y para siempre,
Hechos en verdad y en rectitud.
9 Redención ha enviado a su pueblo;
Para siempre ha ordenado su pacto;
Santo y temible es su nombre.
10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Buen entendimiento tienen todos 
los que practican sus mandamientos; 
Su loor permanece para siempre.
 (Salmo 111).


Versículos 1-6.
En éste salmo, las palabras claves son Alabaré, Buscadas 
Y Maravillas. El resto son consecuencia de estos 3.

¿Porque alaba el salmista y la congregación de justos?
Porque buscaron entender a Dios, por medio de las maravillas que hizo en el pasado.

¿Y De Que Maravillas Se Habla?
Primeramente, si hablamos desde los orígenes de la humanidad. Se estaría hablando de la creación del mundo por la palabra de Dios. (Salmo 33).
Porque fue un hecho milagroso y maravilloso…, que solo por su palabra apareciera este mundo, donde habitamos, con sus leyes que la gobiernan, que son tan perfectas; que ninguna tecnología por más avanzada, podría lograr igualarlo. Con sus movimientos de rotación y traslación al alrededor del sol. Y con la sostenibilidad que tiene cada día para beneficiarnos.
Y, además, el día que separó para beneficio del hombre.
(Marcos 2:27). Que le fue dado para conocer de Dios 
y no olvidarlo. (Éxodo 31:13).

¿Y de qué habla el cuarto mandamiento?
Pues habla de la obra creadora de Dios y nos reitera a recordarlo en el día Sábado; el reposo de Jehová; porque reposó primero en la creación, dejándonos el buen ejemplo.
(Éxodo 20:8-11; Génesis 1:1-31; 2:1-3).
La verdadera paz y prosperidad está en obedecer los mandamientos de Dios. (Isaías 48:18).
No debemos olvidar que nuestro origen está en Dios, nuestro Creador. De él venimos, que por amor nos creó. 
Y es nuestro deber y privilegio alabarlo, solos o juntos en la congregación, en la iglesia.
El único día en la semana que ha dispuesto para adorarlo. 
Es el Séptimo Día, Sábado. ¿Y dónde? Pues en la iglesia, junto a todos los que lo buscan; en Espíritu y verdad.

En Segundo Lugar. Cuando habla de maravillas, también se está refiriendo a los hechos portentosos y maravillosos, que hizo, en la liberación de su pueblo en, y de Egipto y a través del desierto y en la tierra prometida; y como le dio un territorio y bendiciones, conforme a lo estipulado en el pacto. 
(Génesis 15:16; 12:2,3; Éxodo 19:5,6; 34:6-7,10).

Versículos 7-10. 
El pacto que hizo Dios con Israel están basados en la ley eterna de Dios. Sus Diez Mandamientos y en el Mesías venidero. En la cual estarían simbolizados, todas las leyes rituales.
La ley trasunto de su carácter y la base de su gobierno en el universo, y cuando viniere el Mesías, sería la ley encarnada. La palabra se haría visible. (Juan 1:1-14).

Entonces el pacto que hizo con la humanidad en el edén, primeramente, y luego a todos sus hijos fieles, pasando por Noé, Abraham, Isaac, Jacob, y sus hijos. Dios respetaría su pacto para siempre. Por eso le dice a Abraham: que, en tu simiente, serian benditas todas las naciones... 
Es decir, en Cristo. (Génesis 22:18; Gálatas 3:16).
Cuando la ley se hizo visible, reconfirmó el pacto nuevo o pacto de la gracia, dada en el edén. 
(Génesis 3:15; Mateo 26:27,28).
Y Dios los devolverá a todos los que lo buscan de corazón, al edén perdido. Los restaurará como al principio, cuando puso a Adán y Eva. Amen. 
(Apocalipsis capítulos 21-22; Isaías 66:22,23).

No olvidemos los principios en las cuales deben estar basados nuestra fe verdadera y que se construye seguro sobre la roca, y no sobre arena movediza: Obediencia a sus mandamientos y la fe en los méritos de Jesús. 
(Apocalipsis 14:12; Hebreos capítulos 8-10).

Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Apocalipsis 22:14.

Los que lavan sus ropas.
La evidencia textual favorece (cf. p. 10) este texto, si bien muchos MSS tardíos, escritos en cursiva, dicen, como la RVA, "los que guardan sus mandamientos".  De los manuscritos unciales antiguos (ver t. V, pp. 115-118) sólo el Sinaítico y el Alejandrino contienen esta sección del Apocalipsis, y ambos dicen: "que lavan sus vestiduras".  Las dos frases son muy similares en el griego, sobre todo en mayúsculas y sin una clara separación entre las palabras, cosas que pueden apreciarse en los unciales antiguos.  
La siguiente transliteración mostrará la similitud:
HOIPOIOUNTESTASENTOLASAUTOU: 
"Que guardan sus mandamientos". 
HOIPLUNONTESTASSTOLASAUTON: 
"Que lavan sus vestiduras".
En realidad, ambas variantes son apropiadas en el contexto, y están en armonía con las enseñanzas de Juan en otros lugares.  En cuanto al tema de guardar los mandamientos, ver Apoc. 12: 17; 14: 12; cf. Juan 14: 15, 21; 15: 10; 1 Juan 2: 3-6; y en relación con el lavamiento de las vestiduras, ver Apoc. 7: 14, donde se describe a una muchedumbre de santos que "han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero".  Nuestro derecho a entrar en el cielo se debe a la justicia de Cristo que se nos da sin merecerla; y nuestra idoneidad para el cielo, es el resultado de la justicia que se nos imparte a medida que seguimos sus pasos. Esta justicia está simbolizada por las ropas lavadas y emblanquecidas.  La evidencia externa de la justicia que imparte Cristo es el cumplimiento perfecto de los mandamientos de Dios.  Por eso la idea de las vestiduras lavadas y la de la obediencia a los mandamientos, están estrechamente vinculadas. 7CBA

Porque, Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto; Santo y temible es su nombre. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.
Dios bendiga a su pueblo fiel. Amen.
Ministerio Hno. Pio

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