martes, octubre 06, 2020

REFLEXIÓN 413. JEHOVÁ EL DIOS ÚNICO Y VERDADERO Y LOS ÍDOLOS DE BABILONIA (ISAÍAS 46).

 Isaías 46. Continua el mensaje del capítulo 45, en relación, entre confiar en Dios, el único y verdadero y los ídolos inertes que no tienen más base que en la mentira de su mentor, el archí engañador satanás. Quien es adorado por medio de estas prácticas en todo el mundo, a través de toda la historia humana. “El efecto que produce la idolatría, es que hechiza, embriaga a quienes lo practican; Siendo casi imposible que se rindan ante las evidencias de un escrito esta”.

Dios desafía a su pueblo a confiar en Dios solamente, ya que los ídolos de babilonia son tan inútiles que no pueden salvarse ni a sí mismos… en cambio Dios sí. Esto ha sido la lucha de siempre. entre confiar en Dios o en los ídolos. Confiar en el Dios creador o en un dios creado…

Jehová el Dios único y verdadero pregunta: ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?

Vers. (1,2) Los ídolos de Babilonia no pudieron salvarse a sí mismos. (3-5) Dios el único y salva a su pueblo hasta el fin. (5-11) Los ídolos no pueden compararse con el poder de Dios, (12-13) ni proporcionar salvación.

1 SE POSTRO Bel, se abatió Nebo; sus imágenes fueron puestas sobre bestias, sobre animales de carga; esas cosas que vosotros solíais llevar son alzadas cual carga, sobre las bestias cansadas. 2 Fueron humillados, fueron abatidos juntamente; no pudieron escaparse de la carga, sino que tuvieron ellos mismos que ir en cautiverio.

3 Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. 4 Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.

5 ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes? 6 Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. 7 Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación. 8 Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. 9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; Porque Yo Soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; 11 que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré. 

12 Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: 13 Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sión, y mi gloria en Israel. (Isaías 46).

Bel y Nebo. dioses principales e importantes en babilonia.

1. Se Postró Bel. En los cap. 40: 19-20; 41: 23-24; 44: 9-20; 45: 16 Isaías destaca la necedad de adorar ídolos. Este pasaje se refiere específicamente a los dioses de Babilonia. Bel, que significa "señor", era el título que se le daba a Marduk, el dios de Babilonia (Jer. 50: 2; 51: 44). Durante las fiestas anuales de año nuevo, el rey babilonio "tomaba las manos de Marduk" para ser confirmado como rey durante el nuevo año. Cuando los reyes asirios conquistaron a Babilonia continuaron con la misma práctica (ver t. II, p. 63). El nombre de Bel aparece en el nombre de Beltsasar (Dan. 1: 7) y de Belsasar (Dan. 5: 1).

Nebo. O también Nabu, dios babilonio del conocimiento y de la literatura. La sede de su culto estaba en Borsippa, cerca de Babilonia. Después de Bel, era el más importante de los dioses y se lo consideraba como hijo de este dios. Nabu rendía homenaje a su padre con una visita anual a Babilonia, durante la celebración del año nuevo (ver más abajo). En retribución Marduk acompañaba a Nabu parte del camino de regreso a Borsippa. El nombre de Nabu aparece en los nombres Nabucodonosor (ver com. Dan. 1: 1) y Nabopolasar.

Sobre Las Bestias. En los viajes mencionados, Bel y Nebo eran llevados por hombres o a lomo de animales; pero, en contraste con esto, el Dios de Israel había llevado a su pueblo y lo había libertado (vers. 3). En tanto que Bel y Nebo necesitaban la ayuda de sus devotos, el verdadero Dios era el ayudador de quienes lo adoraban.

2. Ir En Cautiverio. Cuando Senaquerib destruyó la ciudad de Babilonia en el año 689 a. C., se llevó la imagen de Marduk a Asiria entre el botín de guerra (ver t. II, pp. 66-67). Allí permaneció este ídolo hasta el reinado de Asurbanipal, cuando fue devuelto a Babilonia. Isaías describe vívidamente la completa impotencia del máximo dios babilonio.

3. Traídos Por Mí. Ver com. Isa. 46: 1; cf. Deut. 1: 31; Isa. 63: 9.

4. Hasta La Vejez. Jehová nunca dejará de cuidar de los suyos. Mientras dure la vida, los cuidará así como los padres amorosos cuidan a sus hijos.

5. ¿A Quién Me Asemejáis? Isaías repite muchas veces esta pregunta (ver com. cap. 40: 18, 25).

6. Para Hacer Un Dios. Ver com. cap. 40: 19-20; 41: 7; cf. cap. 44: 9-17. Cuando los hombres conocen a Dios pero se niegan a honrarle, sus necios corazones se entenebrecen, y "profesando ser sabios, se hicieron necios" (Rom. 1: 21-22).

7. Se Lo Echan Sobre Los Hombros. Ver com. vers. 1. Tampoco Responde. Ver com. cap. 44: 9; Sal. 115: 5. Aunque una imagen de un dios se haga de oro o de plata, siempre seguirá siendo un objeto inanimado, incapaz de escuchar el clamor del alma humana. En horas de necesidad desesperada, los hombres buscan a un Dios que sea capaz de escuchar el clamor de su corazón y que pueda darles lo que necesitan (Sal. 107: 9). Los ídolos sólo dejan un doloroso vacío en el alma de quienes los adoran.

8. Acordaos De Esto. Desde la más remota antigüedad, Dios había advertido a Israel en cuanto a las consecuencias de la transgresión (Deut. 28: 14-68; 32: 37-41), pero los israelitas no hicieron caso (Isa. 6: 9-10). En este pasaje Isaías repite el mismo mensaje (cap. 1: 2, 4-5, 21-23; 43: 27; 58: 1; 59: 13), con la esperanza de salvar a la nación del desastre.

Con referencia al peligro de olvidar a Dios, ver Deut. 6: 12; 8: 11; Rom. 1: 21-23; com. Exo. 20: 8. "No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la forma en que el Señor nos ha conducido y sus enseñanzas de nuestra historia pasada" (NB 216).

10. Que Anuncio Lo Por Venir. Ver com. cap. 41: 4, 22; cap. 44: 7; 45: 21. Mi Consejo Permanecerá. Isaías presenta repetidas veces esta prueba de la autoridad suprema y del poder de Dios (ver com. cap. 14: 24; cf. cap. 14: 26-27; 43: 13). La historia no es asunto de mera casualidad (ver com. Dan. 4: 17). Dios tiene un propósito para el mundo, y este propósito se cumplirá (ver com. Isa. 45: 18-19).

11. Ave. "Ave rapaz" (BJ); "ave de presa" (NC). Esta frase simboliza a Ciro (ver com, cap. 41: 2; 44: 28; 45: 1). Ciro habría de ser un "pastor" para el rebaño esparcido de Israel, pero un "ave de rapiña" (BC) para Babilonia, la enemiga del pueblo de Dios.

12. Duros De Corazón. Heb. "fuertes de corazón" (ver com. Exo. 4: 21). El profeso pueblo de Dios había demostrado que era terco y voluntarioso. No escuchaba ni a Dios ni a la razón. La terquedad es el mayor enemigo de la justicia, pero la mansedumbre lleva a la piedad (ver com. Mat. 5: 5).

13. Haré Que Se Acerque Mi Justicia. Es decir, un día Dios libraría a su pueblo de Babilonia por medio de Ciro (cap. 45: 13). La liberación de Babilonia es un símbolo de la aún más maravillosa liberación del pecado que se alcanza por medio de Cristo.

No Se Detendrá. El cautiverio babilónico duraría 70 años (Jer. 25: 11-12; 29: 10), al final de los cuales los judíos regresarían a su patria por decreto de Ciro (2 Crón. 36: 21-23; Esd. 1: 1-4). Cuando estaban por terminar los 70 años, Dios le reveló a Daniel la profecía de la restauración y de la venida del Mesías (Dan. 9: 2, 24-25). Los profetas muchas veces aluden a la venida del Mesías como la culminación de la obra de la restauración que comenzó con el retorno del cautiverio (ver Zac. 6: 11-13; etc.). Si Israel hubiera sido fiel, la historia del plan de salvación pronto hubiera alcanzado su máximo apogeo (ver pp. 31-34). 4CBA/Ministerio Hno. Pio


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