Jeremías 42.
Después de que Johanán volvió con los rescatados de la mano de Ismael. Se desarrolla
este hecho en que piden la voluntad de Dios, para lo que deben hacer… pero
estos de antemano ya habían decidido huir a Egipto; contraviniendo la voluntad
divina. Por distintas causas: una por la posible venganza de los babilonios por
la muerte de los soldados caldeos... y otra porque antes Judá había tenido alianza
o relación con este país. Recordemos que fue el Faraón que puso como rey a
Joacim… (2 Reyes 23:34).
Vers.
(1-6) Johanán ruega a Jeremías que pregunte a Dios acerca de ellos, y prometen
obedecer. (7-12) Jeremías les promete seguridad en Judea, (13-18) destrucción
en Egipto. (19-22) Reprocha su hipocresía, porque pidieron a Dios lo que no
deseaban.
1 VINIERON todos los oficiales de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, Jezanías hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, 2 y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos), 3 para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer. 4 Y el profeta Jeremías les dijo: He oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho, y todo lo que Jehová os respondiera, os enseñaré; no os reservaré palabra.
5 Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéramos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros. 6 Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.
7 Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías. 8 Y llamó a Johanán hijo de Carea y a todos los oficiales de la gente de guerra que con él estaban, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor; 9 y les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestros ruegos en su presencia: 10 Si os quedaréis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.
11 No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano; 12 y tendré de vosotros misericordia, y él tendrá misericordia de vosotros y os hará regresar a vuestra tierra.
13 Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios, 14 diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni padeceremos hambre, y allá moraremos; 15 ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá, 16 sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis.
17 Todos los hombres que volvieren sus rostros para entrar en Egipto para morar allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos. 18 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros cuando entrareis en Egipto; y seréis objeto de execración y de espanto, y de maldición y de afrenta; y no veréis más este lugar.
19 Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No vayáis a Egipto; sabed ciertamente que os lo aviso hoy. 20 ¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Pues vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros Jehová nuestro Dios, y haznos saber todas las cosas que Jehová nuestro Dios dijere, lo haremos.
21 Y os lo he declarado hoy, y no habéis obedecido a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envió a vosotros. 22 Ahora, pues, sabed de cierto que a espada, de hambre y de pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para morar allí. (Jeremías 42).
1. Jezanías. Ver cap, 40: 8.
En la LXX aparece aquí el nombre de Azarías en vez de Jezanías (cf. cap.
43: 2).
2. Ruega Por Nosotros. Como Jeremías había ido a Mizpa (cap. 40: 6), sin
duda estaba entre los que Ismael llevó cautivos pero fueron rescatados por
Johanán en Gabaón (cap 41:10, 13-14). Todo el pueblo lo considera ahora como
un verdadero profeta en cuyo patriotismo se podía confiar, y por eso le
imploraron que rogara a Dios en su favor, y pidiera sabiduría y dirección.
5. Ellos Dijeron. El pueblo se encontraba totalmente humillado debido
a los sufrimientos causados por la invasión babilónica; por esta razón
fervorosamente afirmaron su completa sumisión a cualquier cosa que Dios
dispusiera. Prometieron que obedecerían 529 plenamente "a la voz de
Jehová" (vers. 6, ver com. vers. 20).
7. Al Cabo De Diez Días. Este período tuvo que haber sido una evidencia para
el pueblo de que Jeremías no le daba una respuesta suya, sino la que había
recibido de Dios después de mucha oración y meditación (ver com. Jer. 24: 4;
cf. Eze. 3: 15-16).
10. Os Edificaré. Una reafirmación del propósito de Dios para con su
pueblo (cap. 1:10; 18: 7-10; 24: 4-6; ver com. cap. 32: 41).
Estoy Arrepentido. Ver com. Núm. 23: 19. Este arrepentimiento no
significa tristeza por lo que se ha hecho en lo pasado, como la tristeza que
sienten los hombres por sus malas acciones, sino un cambio en el propósito de
Dios -de juicio a misericordia- debido a una transformación en el pensamiento y
en los hechos de los hombres (Jer. 18: 8; 26: 3; ver com. Joel 2:13).
12. Os Hará Regresar. Podría entenderse como que Dios quiere decirles que
serían llevados a Babilonia, como los otros, y después volverían a su patria; o
que ellos, como "remanente" de los judíos a quienes los caldeos
habían permitido que permanecieran en el país (2 Rey. 25: 10-12, 22), sin duda
volverían a sus propios campos y viñedos. Parece evidente que Jeremías deseaba
que se entendiera en esta última forma.
14. En La Tierra De Egipto. El país del Nilo parecía ofrecer un lugar seguro y
pacífico donde morar. Era el granero del Cercano Oriente, y sus abundantes
cosechas significarían un contraste agradable y muy deseado frente a la
situación de hambre que los "pocos" (vers. 2) habían experimentado
debido a la invasión babilónica.
La
misma respuesta que el profeta dio al pueblo demostraba que había sido
inspirado por Dios. Las intenciones secretas, los deseos, o las esperanzas del
pueblo de ir a Egipto (vers. 14-20), a pesar de su pregonada voluntad de seguir
el consejo del Señor cualquiera que fuese (vers. 5), fueron ahora descubiertos
por medio del mensaje que Dios le dio a Jeremías. Dios, en su misericordia, no
dejó al pueblo sin que estuviera consciente de las consecuencias de rechazar su
mensaje (vers. 16-18).
16. Sucederá. Una vez más Jeremías advierte que no deben buscar
ayuda en Egipto sino someterse a los babilonios (cap. 2:36; 37:7-10).
20. Hicisteis Errar Vuestras Almas. El fervor con que el pueblo había afirmado su
intención de obedecer la voluntad de Dios era sólo fingido. El pueblo esperaba,
como lo había hecho Balaam (ver com. Núm. 22:20), que el Señor apoyara lo que
ellos deseaban hacer. Siempre debemos tener cuidado de no cometer el mismo
error al tomar las grandes decisiones de nuestra vida. (4CBA)
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