Jeremías
50. Describe
la profecía sobre Babilonia: 1°. Caída
de Babilonia y liberación de Israel (1-20). 2°. Castigo de Babilonia de acuerdo
con sus crímenes (21-28). 3° Destrucción total de
Babilonia (29-40). 4°. Los instrumentos de la
caída de Babilonia (41-46).
La Babilonia histórica y la Babilonia
espiritual, tiene una correlación. Tanto así que son parecidos, como si fueran
continuos a través del tiempo. Muchas de las expresiones de los cap. 50 y 51,
que describen la desolación de la Babilonia literal, aparecen de nuevo en Apoc.
16 a 19 en la descripción que presenta Juan de la caída de la Babilonia simbólica
(ver com. Isa. 47: 1). Un estudio cuidadoso de esas expresiones, dentro de su
marco histórico, puede ayudar a aclarar el significado de las mismas
expresiones en su contexto del libro de Apocalipsis.
1 PALABRA que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. 2 Anunciad en las naciones, y haced saber; levantad también bandera, publicad, y no encubráis; decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; destruidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. 3 Porque subió contra ella una nación del norte, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more; huyeron, y se fueron. 4 En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios.
5 Preguntarán por el camino de Sión, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido . 6 Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. 7 Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres. 8 Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño .
9 Porque yo levanto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del norte; desde allí se prepararán contra ella, y será tomada; sus flechas son como de valiente diestro, que no volverá vacío. 10 Y Caldea será para botín; todos los que la saquearan se saciarán, dice Jehová. 11 Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como novilla sobre la hierba, y relinchasteis como caballos. 12 Vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os dio a luz; he aquí será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo.
13 Por la ira de Jehová no será habitada, sino será asolada toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y se burlará de sus calamidades. 14 Poneos en orden contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas, porque pecó contra Jehová. 15 Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo. 16 Destruid en Babilonia al que siembra, y al que mete hoz en tiempo de la siega; delante de la espada destructora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.
17 Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después 18 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma. 20 En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiera dejado.
21 Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los moradores de Pecod; destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. 22 Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande. 23 ¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡cómo se convirtió Babilonia en desolación entre las naciones! 24 Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. 25 Abrió Jehová su tesoro, y sacó los instrumentos de su furor; porque esta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.
26 Venid contra ella desde el extremo de la tierra; abrid sus almacenes, convertidla en montón de ruinas, y destruidla; que no le quede nada. 27 Matad a todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! pues ha venido su día, el tiempo de su castigo. 28 Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para dar en Sión las nuevas de la retribución de Jehová nuestro Dios, de la venganza de su templo.
29 Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel. 30 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán destruidos en aquel día, dice Jehová. 31 He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor, Jehová de los ejércitos; porque tu día ha venido, el tiempo en que te castigaré. 32 Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.
33 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar. 34 El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia. 35 Espada contra los caldeos, dice Jehová, y contra los moradores de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus sabios. 36 Espada contra los adivinos, y se entontecerán; espada contra sus valientes, y serán quebrantados. 37 Espada contra sus caballos, contra sus carros, y contra todo el pueblo que está en medio de ella, y serán como mujeres; espada contra sus tesoros, y serán saqueados.
38 Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes. 39 Por tanto, allí morarán fieras del desierto y chacales, morarán también en ella polluelos de avestruz; nunca más será poblada ni se habitará por generaciones y generaciones. 40 Como en la destrucción que Dios hizo de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.
41 He aquí viene un pueblo del norte, y una nación grande y muchos reyes se levantarán de los extremos de la tierra. 42 Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea, oh hija de Babilonia. 43 Oyó la noticia el rey de Babilonia, y sus manos se debilitaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.
44 He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán a la morada fortificada; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que yo escoja la encargaré; porque ¿Quién es semejante a mí? ¿y quién me emplazará? ¿o quién será aquel pastor que podrá resistirme? 45 Por tanto, oíd la determinación que Jehová ha acordado contra Babilonia, y los pensamientos que ha formado contra la tierra de los caldeos: Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 46 Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones. (Jeremías 50).
1. Palabra que habló Jehová. Ver com. cap. 46: 1. Muchas de las expresiones de los cap. 50 y 51, que describen la desolación de la Babilonia literal, aparecen de nuevo en Apoc. 16 a 19 en la descripción que presenta Juan de la caída de la Babilonia simbólica (ver com. Isa. 47: 1). Un estudio cuidadoso de esas expresiones, dentro de su marco histórico, puede ayudar a aclarar el significado de las mismas expresiones en su contexto del libro de Apocalipsis. Nótense las siguientes comparaciones:
Jeremías
50-51.
1.
"Subió contra ella una nación"(50: 3).
"Hago
subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos" (50: 9; cf. vers. 3).
2.
"Pondrá su tierra en asolamiento" (50: 3).
3.
"Salid de la tierra de los caldeos"(50: 8).
"Salid
de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida" (51: 45; cf.
vers. 6).
4.
"Destruyendo mi heredad" (50: 11).
5.
"No será habitada" (50: 13).
"Ni
se habitará por generaciones y generaciones" (50: 39).
6. "Todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará" (50: 13). "Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones" (50:46).
"Gemid
sobre ella" (51: 8).
7.
"Sus calamidades" (50: 13).
8.
"Venganza de Jehová" (50: 15).
"Tiempo
es de venganza de Jehová" (51: 6).
9.
"Haced con ella como ella hizo"(50;15).
"Pagadle
según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella" (50: 29).
"Le
dará su pago" (51: 6).
10.
"Encenderé fuego en sus ciudades" (50: 32).
"Te
reduciré a monte quemado" (51: 25).
11.
"Sequedad sobre sus aguas, y se secarán" (50: 38).
"Secaré
su mar" (51: 36).
"Que
moras entre muchas aguas" (51: 13).
12.
"No perezcáis a causa de su maldad" (51: 6).
13.
"Embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se
aturdieron, por tanto, las naciones" (51: 7).
14.
"En un momento cayó Babilonia, y se despedazó" (51: 8).
15.
"Ha llegado hasta el cielo su juicio" (51: 9).
16.
"Rica en tesoros" (51: 13).
17.
"Ha venido tu fin" (51: 13).
"No
se levantará del mal que yo traigo sobre ella" (51: 64).
18.
"Jehová... juró... diciendo..." (51: 14).
19. "Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus olas fue cubierta" (51: 42).
"Le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates... Así se hundirá Babilonia" (51: 63-64).
Apocalipsis
16-19.
1.
"Los reyes de la tierra... para reunirlos a la batalla de aquel gran día
del Dios todopoderoso" (16: 14).
"Los
diez cuernos... son diez reyes... estos aborrecerán a la ramera" (17:
12,16).
2.
"La dejarán desolada y desnuda" (17: 16).
3.
"Salid de ella, pueblo mío" (18: 4).
4.
"Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos" (17: 6; cf. 18: 24).
5.
"Voz de arpistas... no se oirá más en ti" (18: 22).
6.
"Los reyes de la tierra... llorarán y harán lamentaciones sobre ella"
(18: 9; cf. vers. 10-11, 15-19).
7.
"Sus plagas" (18: 4).
8.
"Dios os ha hecho justicia en ella" (18: 20).
"La
gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino
del ardor de su ira" (16: 19).
"Poderoso
es Dios el Señor, que la juzga" (18: 8).
"Ha
juzgado a la gran ramera" (19: 2).
9.
"Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras"
(18: 6).
10.
"La quemarán con fuego" (17: 16).
"Será
quemada con fuego" (18: 8).
"El
humo de su incendio" (18: 9).
11.
"El agua de éste [el gran río Éufrates] se secó" (16: 12).
12.
"Para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas" (18: 4).
13.
"Los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su
fornicación" (17: 2). "Todas las naciones han bebido del vino del
furor de su fornicación" (18: 3; cf. 14: 8).
14. "En
una hora vino tu juicio" (18: 10).
"En
una hora ha sido desolada" (18: 19).
15.
"Sus pecados han llegado hasta el cielo" (18: 5; cf. vers. 2).
16.
"Tantas riquezas" (18: 17; cf. vers. 7, 14-15, 19).
17.
"Nunca más será hallada" (18: 21; cf. vers. 22-23).
18.
"Salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho
está" (16:17).
"Dios
ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso... hasta que se cumplan
las palabras de Dios" (17: 17).
19.
"Una gran piedra de molino... la arrojó en el mar... Será derribada
Babilonia, la gran ciudad" (18:21).
También
ver com. Isa. 13; 14; 47:1; Jer. 25:12; cf. Eze. 26:13.
Babilonia. La profecía de Jeremías contra Babilonia es la más
larga (cap. 50: 1 al 51: 58) de todas sus declaraciones contra las naciones
extranjeras que rodeaban a Israel. En ese tiempo Babilonia era la potencia dominante del
Cercano Oriente y el principal adversario del pueblo de Judá. De tanto en tanto las otras naciones habían
molestado a Judá, pero Babilonia la conquistó y la destruyó. Es evidente que
esta profecía debe ubicarse en el 4º año del reinado de Sedequías (cap. 51:
59-60), 594/593 a. C., computado de otoño a otoño [septiembre a septiembre en
el hemisferio norte].
Algunos
se han maravillado de que Jeremías, que siempre instaba a la cooperación con
Babilonia (cap. 27: 12-18), pudiera presentar en un tiempo tan crucial una
profecía tan vigorosa contra esa nación. La respuesta parecería radicar en el
hecho de que esta profecía no fue dada para el beneficio de los judíos de
Jerusalén, a quienes Jeremías había dirigido sus apremiantes mensajes de
lealtad a Babilonia, sino más bien era para los israelitas exiliados en
Babilonia (cap. 50: 4-8, 17-20; 51: 60-64). Si el mensaje llegaba hasta los
babilonios, habría de ser para ellos una advertencia de que todavía Jehová los
juzgaría y destruiría porque no habían cooperado plenamente con el plan
celestial. Para los exiliados judíos era una promesa de que Dios no había
olvidado su triste situación y que habría un día de restauración para ellos.
2. Bel... Merodac. La palabra babilónica belu, "señor"
(relacionada con la palabra hebrea ba'al), es un título que aquí se aplica a
Marduk (aquí llamado "Merodac"), el principal dios de Babilonia.
Jeremías repetidamente presenta los castigos infligidos a las naciones vecinas
como castigos sobre sus falsos dioses (cap. 46: 25; 48: 7, 13, 46; ver com.
cap. 49: 1).
En
algunos aspectos, la mitología babilónica referente a Marduk se parece al
relato bíblico. El Enuma elish,
relato babilónico de la creación, cuenta que antes de la creación del mundo
hubo una gran guerra en el cielo, en la cual Marduk, rey de los dioses, mató a
Tiamat, la primitiva diosa madre del caos y del agua. Después hizo el cielo y
la tierra del cuerpo de ella, y a continuación creó al hombre de la sangre de
otro dios para que sirviera a los dioses. En vista de estas similitudes
distorsionadas que se asemejan a la lucha de Jehová con Lucifer debido a la
creación del hombre, la profecía de Jeremías de que "deshecho es
Merodac" adquiere mayor relevancia.
3. Norte. Ver com. cap. 1: 14. En 539 a. C. los persas y los
medos conquistaron el reino de Babilonia. Media estaba al norte de Babilonia.
5. Pacto eterno. Era el propósito de Dios que el castigo sufrido por
los exiliados los llevara a un genuino arrepentimiento y que una vez
repatriado, el remanente de Israel pudiera cumplir el destino que Dios había
asignado para los descendientes de Abrahán (PP. 31-32).
6. Sus pastores. Tanto los dirigentes religiosos de Israel como los
políticos hicieron extraviar al pueblo. Cuando los dirigentes 556 religiosos de
la nación perdieron su poder espiritual, los gobernantes pronto se degradaron
moralmente.
De monte en collado. Es posible que el profeta aquí se refiera al hecho
de que con frecuencia se practicaba el culto idólatra en las cimas de los
montes. Por lo menos la figura representa la triste condición espiritual de
Israel, que vagaba como oveja sin pastor entre los cerros, inquieto, pero sin
recordar su verdadero redil. Agustín de Hipona se refiere a la condición del
corazón humano con las siguientes palabras: "Tú nos formaste para ti, y
nuestros corazones están inquietos hasta que hallan reposo en ti"
(Confesiones i. 1).
7. Morada de justicia. Esta expresión, aplicada al Señor, es notable y rica
en significado. Sigue aquí el tema pastoral. La palabra "morada",
Heb. naweh, se refiere a campo de pastoreo, al lugar donde permanecen los
pastores (cap. 33: 12) con sus rebaños (cap. 23: 3; 49: 20). Se afirma que Dios
no sólo es la verdadera morada del Israel perdido, sino también la fuente de
justicia.
8. Huid. Con referencia a la huida del pueblo de Dios de la Babilonia espiritual, ver com. Apoc. 18: 4. Machos cabríos. Los machos cabríos se esfuerzan para ir delante del rebaño.
9. Reunión de grandes pueblos. Estas naciones aparecen en el cap. 51: 27-28.
12. La última. Babilonia se enorgullecía de su poderío mundial. En
el tiempo cuando la nación ascendía al pináculo de su poder (ver com. vers. 1),
Jeremías, con mordaz ironía, profetiza que será la "última de las
naciones". Compárese con la profecía de Balaam contra Amalec (Núm. 24:
20).
Desierto. Con previsión profético, Jeremías contempló a través
de los siglos los resultados de una serie de catástrofes que convertirían a
Babilonia en "desierto, sequedal y páramo". El suelo de Babilonia era
fertilísimo. Regada, la tierra daba abundantes cosechas, pero sin agua
rápidamente se transformaba en un vasto desierto. Desde tiempos muy remotos, la
prosperidad de la parte central y sur de Mesopotamia dependía de que hubiera un
gobierno fuerte que pudiera mantener la red de canales de riego. Los períodos
de anarquía fueron períodos de desolación. Al predecir el profeta un desastre
Político, también ve al país convertido en desierto.
La
desolación predicha ocurrió, aunque no en seguida de la caída de Babilonia.
Bajo el dominio persa, el país de Babilonia siguió siendo muy productivo.
Herodoto, que escribió durante ese período, afirmó (i. 193) que: "Toda la
región de Babilonia, del mismo modo que la de Egipto, está cortada con varias
acequias... En los frutos de Ceres es tan abundante y feraz, que da siempre
doscientos por uno; y en las cosechas extraordinarias suele llegar a
trescientos. Allí las hojas de trigo y de cebada tienen de ancho, sin disputa
alguna, hasta cuatro dedos; y aunque tengo bien averiguado lo que pudiera decir
sobre la altura del mijo y del ajonjolí, que se parece a la de los árboles, me
abstendré de hablar de ello, pues estoy persuadido de que parecerá increíble a
los que no hayan visitado la comarca de Babilonia... Están llenos los campos de
palmas, que en todas partes nacen" (traducción de Bartolomé Pou).
La
situación de Babilonia en tiempos de Roma era similar. Plinio (Historia natural
xviii. 17), en el siglo I d. C., afirma que en Babilonia había dos cosechas al
año. Mesopotamia siguió floreciendo bajo el dominio de los musulmanes hasta el
año 1258, cuando los mongoles, a las órdenes del nieto de Gengis Kan, arrasaron
el Asia occidental. Como parte de sus depredaciones, demolieron el sistema de
irrigación. Desde ese tiempo, las llanuras del centro y del sur de Mesopotamia
han quedado casi totalmente desiertas.
13. No será habitada. Mientras que el vers. 12 parece referirse a todo el
país, este versículo sin duda se refiere específicamente a la ciudad. Babilonia
no fue destruida por Ciro, y su decadencia
ocurrió en lentas etapas (ver com. Isa. 13: 19). Durante muchos siglos, los restos más imponentes de
la antigua Babilonia, el gran montículo que contiene las ruinas del
palacio-fortaleza del rey, y la puerta adyacente, llamada de Ishtar, no han
sido más que un montón de ladrillos que se van desintegrando. Nadie
puede contemplar esta escena de muros rotos y desolación general sin dejar de
percibir cuán completo ha sido el cumplimiento de las predicciones de Jeremías.
17. Asiria. Se refiere a la destrucción del reino del norte,
Israel. El rey asirio Salmanasar V lo destruyó en el año 723/722 a. C. (2 Rey.
28: 9-12).
18. Como castigué. Nínive, capital de Asiria, fue destruida por los babilonios y los medos en el año 612 a. C. En menos de 10 años 557 después de esa fecha, habían desaparecido todos los restos del imperio, y pronto la nación asiria se perdió de la historia. La caída de Asiria se describe en el libro de Nahúm.
El reino de Babilonia pronto habría de perder su independencia a manos
de los persas (539 a. C.), y durante el reinado de Jerjes aun dejó de ser un
reino vasallo convirtiéndose junto con Asiria en una provincia. La ciudad de
Babilonia fue casi completamente destruida, aunque siguió existiendo todavía
por algún tiempo (ver com. Isa. 13: 19).
19. Carmelo. Las zonas que se mencionan aquí sugieren que Dios
deseaba restablecer los límites originales de Israel. Carmelo significa
literalmente "tierra de huertos". Basán, Efraín y Galaad eran bien
conocidos por su fertilidad, sus bosques y sus rebaños de ganado (Deut. 32: 14;
Juec. 8: 2; Isa. 35: 2; Ose. 9: 13; Miq. 7: 14; Zac. 11: 2). Estas promesas
eran condicionales y se cumplirían si el pueblo obedecía (ver PR 519-520).
20. No aparecerá. El perdón de los pecados que aquí se promete habría
seguido al arrepentimiento sincero y al reavivamiento espiritual genuino. Los
pecados que habían caracterizado al pueblo de Israel antes del exilio, no
habrían de repetirse. Israel no cumplió el propósito divino.
Los que yo hubiere dejado. Este pasaje es una promesa segura de perdón para el
pueblo remanente de Dios. Aquí se promete a los judíos que quedaran al fin del
cautiverio de que si se arrepentían, Dios no recordaría más sus pecados del
pasado.
21. Merataim. Esta palabra significa "doble rebelión".
Posiblemente se la emplee para destacar la gravedad de la rebelión de los
babilonios contra el Señor. Por medio del testimonio de los cautivos judíos que
estaban entre ellos, los babilonios habían tenido una amplia oportunidad de
llegar a conocer y a servir al verdadero Dios. Es posible que el uso de este
nombre para representar a Babilonia sea un juego de palabras. Los babilonios
llamaban Marratim a una laguna que se encontraba en la parte sur de Babilonia,
cerca del extremo norte del golfo Pérsico.
Pecod. Literalmente, "visitación", sin duda con
el sentido de "castigo". Como en el caso de la palabra Merataim, éste
parece ser un juego de palabras con un término babilónico, Puqudu, nombre de
una tribu aramea del sureste de Babilonia. Este pueblo aparece en Eze. 23: 23
como parte del ejército babilonio.
23. Martillo. El poder que una vez había desmenuzado a otras
naciones es ahora quebrantado (cf. Isa. 14: 4-6).
24. No lo supiste. Babilonia fue tomada por sorpresa por los persas
(com. Dan. 5: 30-31).
25. Jehová, Dios de los ejércitos. Ver com. cap. 7: 3.
27. Novillos. Es
posible que esta figura se refiera a los guerreros o príncipes de Babilonia
(cf. Sal. 22: 12; 68: 30; Isa. 34: 7).
28. Voz. Aquellos judíos que habían sido testigos oculares de
la invasión y la caída de Babilonia podrían presentar un testimonio notable en
Jerusalén de la magnitud del castigo de la nación que había destruido el
templo.
29. No escape de ella ninguno. Se pinta un cuadro gráfico del asedio típico de una
ciudad antigua. Los babilonios habían derribado de ese modo las fortalezas de
sus naciones vecinas. Ahora se emplean contra ellos las mismas tácticas.
30. Sus jóvenes. Cf. cap. 49: 26, donde se hace la misma predicción
para la ciudad de Damasco.
34. Redentor. Heb. go'el. Esta palabra aparece más de 40 veces en
el AT, aunque Jeremías sólo la emplea aquí. Es el término que se le aplicaba al
pariente más cercano, que tenía el deber de vengar un homicidio (Núm. 35: 19),
y de comprar otra vez la tierra que había sido vendida por un pobre (Lev. 25:
23-25; cf. Rut 3:9; ver com. Rut 2:20). Aquí se presenta al Señor como pariente
de Israel, que se vengará de los perseguidores de su pueblo y le devolverá la
heredad que le corresponde.
Jehová de los ejércitos. Ver com. cap. 7: 3.
35. Espada. Los vers. 35-38 constituyen una unidad poética, que
se expresa con la repetición de la expresión "espada contra". En el
hebreo sin vocales, la frase del vers. 38 que se traduce "sequedad
sobre", es idéntica a la que se traduce "espada contra". En
siríaco se da la misma traducción en todos los versículos.
Sabios. Babilonia era famosa por sus sabios, de los cuales
dependía el rey para aconsejarse (Dan. 2: 2, 12; 5: 15).
36. Adivinos. Heb. bad, que además de usarse para designar al
adivino (Isa. 44: 25), tiene la idea de "palabras vanas" o
"hablar de más".
37. Todo el pueblo. Literalmente, "todo el 558 pueblo
mezclado". Es posible que se refiera a las tropas extranjeras del ejército
de Babilonia.
Tesoros. Los babilonios habían robado los tesoros de Judá
(Jer. 52: 17-23; Dan. 1: 2).
38. Aguas. La prosperidad de Babilonia dependía de sus dos
grandes ríos, el Tigris y el Eufrates (ver com. vers. 12, 35).
Se entontecen con imágenes. Mejor, "con sus espantos actúan como
locos". Quizá el profeta tuvo en cuenta las orgías realizadas en presencia
de ídolos grotescos y muchas veces, obscenos.
39. Fieras del desierto y chacales. El hebreo del cual se traduce esta frase es tsiyyim 'eth-'iyyim. El sonido de esta frase, leída en hebreo, sugiere los estridentes gritos de animales salvajes que merodean en las ruinas de Babilonia. La palabra tsiyyim tiene tres posibles traducciones: (1) "demonios", (2) animales del desierto, (3) animales que aúllan. La palabra 'iyyim proviene de una raíz que quiere decir "llorar", y por esto se considera que se refiere al chacal. Ni se habitará. Ver com. vers. 13.
41. Norte. Ver com. cap. 1: 14; 50: 3. Los extremos de la tierra. Cf. cap. 51: 27-28. Cuando los medos y los persas derrotaron a Babilonia en 539 a. C., el imperio de éstos se extendía por el norte y el este más allá de los límites de cualquier potencia mundial anterior. En su apogeo, el Imperio Persa iba desde la frontera de la India al este, hasta Tracia y Egipto al oeste, desde Arabia por el sur hasta lo que es hoy el Turquestán y el Cáucaso por el norte. Superaba en mucho al mayor imperio mundial que hasta entonces se hubiera conocido.
43. Sus manos se debilitaron. Ver Dan. 5: 6, donde se describe el proceder de Belsasar en ocasión de la caída de Babilonia. Nabonido, con quien Belsasar compartía el gobierno, tampoco pareció haber ofrecido resistencia a los invasores. Según Josefo, el historiador caldeo Beroso afirma que Nabonido avanzó contra los persas, pero fue derrotado en la batalla, por lo cual huyó y más tarde se entregó sin intentar defenderse (Contra Apión i. 20). La así llamada Crónica de Nabonido, documento cuneiforme que es la fuente documental de la caída de Babilonia en manos de los persas, refleja el mismo cuadro de desorganización y tibia defensa de parte de Nabonido. Dice: "En el mes de Tasritu, cuando Ciro atacó el ejército de Akkad en Opis en el Tigris, los habitantes de Akkad se rebelaron pero él [Nabonido] mató a los confusos habitantes.
El día 14 Sippar fue tomada sin batalla. Nabonido huyó. El día 16,
Gobrias (Ugbaru), gobernador de Gutium, y el ejército de Ciro entraron en
Babilonia sin batalla. Más tarde Nabonido fue prendido cuando regresó
(allí)" (Ancient Near Eastern Texts [Antiguos textos del Cercano Oriente],
[J.B. Pritchard, ed.], p. 306).
44. He aquí. Los vers. 44-46 corresponden casi exactamente con
los del cap. 49:19-21, donde se aplican las palabras a Edom (ver com. allí).
4CBA/Ministerio Hno. Pio
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