Daniel
8. Presenta los 3 poderes que seguirían después de Babilonia. Que serían tan
lesivos para la espiritualidad del pueblo de Dios. luchando
contra la verdadera iglesia. Se crearía un santuario paralelo a lo real y
verdadero; bajo ropaje de aparente santidad y verdad. Pero la verdad seria restaurada
después de los 2300 días proféticos.
Versículos (1-8) Es la visión del carnero, el macho cabrío y los cuernos (9-12). El cuerno pequeño y su maldad (13-14). La profecía con implicación de tiempo de la purificación del santuario. Los dos mil trescientos días de sacrificio (15-26). Gabriel reconforta a Daniel e interpreta la primera parte de la visión (27). La enfermedad de Daniel como resultado de la visión.
1 EN EL año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. 2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai. 3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.
4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía. 5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. 6 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. 7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. 8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.
9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. 10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. 11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? 14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. 16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. 17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. 19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. 20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. 23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. 24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. 26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
27 Y
yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí,
atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no
la entendía. (Daniel 8).
1. Año tercero. En cuanto al reinado de Belsasar, ver la Nota Adicional del cap. 5. Empezando con el cap. 8, el autor vuelve a usar el hebreo (ver p. 777), idioma que emplea desde este punto hasta el final del libro. Antes. Indudablemente aquí se hace referencia a la visión del cap. 7.
2. Yo estaba en Susa. En la RVA se lee "Susán" en vez de
"Susa", pero esta segunda forma es la que se usa actualmente en
nuestro idioma. -N. del T*
Se ha
debatido mucho si el profeta estuvo físicamente presente en Susa o si sólo
estuvo allí en visión. El contexto no implica necesariamente la presencia
corporal. "Vi en una visión", o sencillamente "Vi en
visión", puede entenderse como la introducción a una serie de
acontecimientos contemplados en visión sin que necesariamente existiera la
presencia física. Encontramos otros ejemplos de profetas arrebatados en visión,
pero que no fueron traspuestos en la realidad, como los casos de la
"visita" de Ezequiel a Jerusalén (ver com. Eze. 8: 3) y la ida de
Juan al desierto (Apoc. 17: 3). Por otra parte, no puede probarse que Daniel no
estuviera corporalmente en Susa en esa ocasión. No es difícil imaginar que sus
viajes, ya fuera por motivos oficiales o por otras razones, pudieran haberlo
llevado en alguna ocasión a la antigua metrópoli de Elam. Si hacemos comenzar
el 1er año de Belsasar en 553, esta
visión ocurrió cuando Elam quizá era aún una provincia babilónica, aunque pasó
a manos de Ciro algún tiempo antes de que éste tomara a Babilonia. Josefo
afirma que el profeta estaba realmente en Susa cuando recibió la visión
(Antigüedades x. 11. 7).
Que es la capital del reino. Heb. birah, "ciudadela", o
"acrópolis". En hebreo este término está yuxtapuesto a Susa. La frase
puede traducirse "en la ciudadela de Susa", o, "Susa, la plaza
fuerte" (BJ). Según el historiador griego Jenofonte, los reyes persas más
tarde usaron esta ciudad como residencia de invierno y pasaban el resto del año
en Babilonia o en Ecbatana. Para más información sobre Susa, ver com. Est. 1:2.
Río Ulai. Asirio Ula, un río no identificado. Los autores
clásicos colocan a Susa junto al Eulaeo (Karun) o el Joaspes (Karkheh). Algunos
eruditos lo ven como un canal entre los ríos Joaspes y Coprates.
3. Un carnero... y tenía dos cuernos. El ángel más tarde identifica este símbolo como una representación de los reyes de Media y de Persia (vers. 20). Uno era más alto que el otro. Aunque surgió más tarde que Media, Persia llegó a ser el poder dominante cuando Ciro derrotó a Astiages de Media en 553 ó 550 a. C. Sin embargo, los medos no eran tratados como inferiores o como nación subyugada, sino más bien como confederados. Ver com. cap. 2: 39.
4. Al poniente. Ciro conquistó a Lidia en 547 a. C. y a Babilonia en
539. Cambises extendió las conquistas por el sur hasta Egipto y Nubia en 525.
Darío Histaspes fue hacia el norte contra los escitas en 513 (ver t. III, pp.
56-61).
El Imperio Medo-Persa abarcaba mucho más territorio que su predecesora, Babilonia. Tanto éxito tuvieron los ejércitos persas, que en días de Asuero (Est. 1:1) el imperio se extendía desde la India hasta Etiopía, las extremidades oriental y meridional del mundo entonces conocido. Un título frecuente del monarca persa era "rey de reyes" o "rey de los países".
Se engrandecía. Heb., "hacía grandeza", o "se hizo grande" (BJ).
5. Macho cabrío. Se identifica como una representación de Grecia (vers. 21), es decir del imperio macedónico de Alejandro (ver com. cap. 7: 6).
Del lado del poniente. Grecia quedaba al occidente del Imperio Persa.
Sin tocar tierra. Esta descripción de gran rapidez representa
adecuadamente la asombrosa velocidad de las conquistas de Alejandro y lo
completas que fueron (ver com. cap. 7: 6).
Un cuerno notable. Según el vers. 21 (ver también la profecía paralela
del cap. 11: 3-4), este cuerno notable representa al primer gran rey griego, es
decir a Alejandro Magno (ver com. cap. 7: 6).
7. Se levantó contra él. Heb. marar, que significa en la forma en que aquí se
encuentra "enfurecerse". El lenguaje de este versículo da una idea de
lo completa que fue la sujeción de Persia ante Alejandro Magno y sus huestes.
El poder del Imperio Persa fue completamente quebrantado. El país fue asolado,
sus ejércitos desbaratados y dispersados y sus ciudades saqueadas. La ciudad
real de Persépolis, cuyas ruinas aún permanecen como monumento de su antiguo
esplendor, fue totalmente incendiada.
8. Se engrandeció. O "se magnificó en gran manera" (ver vers. 4, 9).
Estando en su mayor fuerza. La profecía predijo que Alejandro caería cuando su imperio estuviera en el apogeo de su poder. A la edad de 32 años, aún en la flor de la vida, el gran caudillo murió de una fiebre agravada, sin duda, por la intemperancia del monarca. Ver com. cap. 7: 6.
Otros cuatro cuernos notables. Respecto a los cuatro reinos macedónicos (o
helenísticos) en que se dividió el imperio de Alejandro, ver com. cap. 7: 6;
11: 3-4.
9. Y de uno de ellos. En el hebreo esta frase presenta problemas de género
que confunden el sentido de la expresión. La palabra que significa
"ellos" hem, es masculina. Esto indica que, gramaticalmente, el
antecedente es "vientos" (vers 8) y no "cuernos", puesto
que "vientos" puede ser del género masculino o femenino, pero "cuernos"
sólo femenino. Por otra parte, la palabra que se traduce "uno",
'ajath, es femenina, por lo que sugiere el vocablo "cuernos" como
antecedente. Es posible también que 'ajath se refiera a la palabra que
significa "vientos", que es por lo general femenina. Pero es dudoso que el autor hubiera asignado
dos géneros diferentes al mismo sustantivo en una relación de contexto tan
estrecha. Para llegar a un acuerdo gramatical, la palabra 'ajath debiera ser
cambiada al género masculino, haciendo así que toda la frase se refiera
claramente a "vientos", o la palabra que significa "ellos"
debiera ser cambiada al género femenino, y en tal caso la referencia sería
ambigua, puesto que "vientos" o "cuernos" podrían ser el
antecedente. Varios manuscritos hebreos tienen la palabra que se traduce
"ellos" en el género femenino. Si esos manuscritos reflejaran el
significado correcto, el pasaje todavía sería ambiguo.
Los
comentadores que interpretan que el "cuerno pequeño" del vers. 9 se
refiere a Roma no han podido explicar satisfactoriamente cómo puede decirse que
Roma surgió de una de las divisiones del imperio de Alejandro. Si
"ellos" se refieren a "vientos", desaparecen todas las
dificultades. El pasaje entonces dice sencillamente que de uno de los cuatro
puntos cardinales surgiría otro poder. Roma vino del oeste. En la explicación
literal de los símbolos de la visión se dice que Roma se levantaría "al
fin del reinado de éstos" (vers. 23), es decir el "reinado" de
los cuatro cuernos. Sin embargo, el vers. 23 sólo se refiere al tiempo cuando
surgiría el cuerno pequeño y no dice nada del lugar de su surgimiento, mientras
que el vers. 9 trata exclusivamente de su ubicación.
Debiera
recordarse que el profeta está dando aquí un rápido relato de los símbolos
proféticos tal como le fueron presentados. No está aún interpretando la visión.
La interpretación de esta parte de la visión ocurre en el vers. 23. Una regla
importante que debiera seguirse al interpretar los símbolos de las visiones es
asignar una interpretación sólo a aquellos elementos de la representación que
estaban destinados a tener un valor interpretativo. Al igual que en las
parábolas, se necesitan ciertos elementos para completar la presentación de la
acción, elementos que no necesariamente tienen especial significado por sí mismos.
Sólo la palabra inspirada puede determinar cuáles de ellos tiene valor para la
interpretación. En vista de que en este caso la palabra inspirada (vers. 23)
sólo habla del tiempo cuando habría de surgir el poder representado por este
cuerno y no dice nada en cuanto a su punto de origen geográfico, no hay razón
para hacer resaltar la frase "de uno de ellos".
Siendo
que la visión del cap. 8 es paralela con los bosquejos proféticos de los cap. 2
y 7, y siendo que en ambos casos el poder que sigue a Grecia es Roma (ver com.
cap. 2: 40; 7:7), es razonable suponer aquí que el "cuerno" del
vers. 9 también se aplica a Roma. Esta interpretación está confirmada porque
Roma cumplió precisamente las diferentes especificaciones de la visión.
Un cuerno pequeño. Este cuerno pequeño representa a Roma en sus dos
fases: pagana y papal. Daniel vio a Roma primero en su fase imperial y pagana
cuando combatía contra el pueblo judío y los cristianos primitivos, y después
en su fase papal que continúa hasta nuestros días y se proyecta hacia el
futuro, luchando contra la verdadera iglesia. Ver com. vers. 13, 23 en relación
con esta doble aplicación.
Mucho. Heb. yéther que significa básicamente
"resto". En unos pocos casos este vocablo describe, como lo hace
aquí, lo que rebasa una medida, en el sentido de que deja un resto. Se traduce
"principal" (Gén. 49: 3), "abundantemente" (Sal. 31: 23),
"mucho más excelente" (Isa. 56: 12). La palabra que se traduce
"sobremanera" en Dan. 8: 8 es me'od, la palabra más comúnmente usada
para significar "mucho". En el AT me'od se traduce
"sobremanera", o "en gran manera" (Gén. 13: 13; 15: 1;
etc.). No podemos argüir que yéther (Dan. 8: 9) representa un grado mayor que
me'od. Cualquier predominio de Roma sobre Grecia debe probarse históricamente,
no basándose en estas palabras.
Al sur. Egipto fue durante largo tiempo un protectorado
virtual de Roma. Su destino ya estaba en manos de Roma en 168 a. C. cuando se
le ordenó que saliera del país a Antíoco Epífanes, que estaba tratando de hacer
guerra contra los Ptolomeos. Egipto -que todavía estaba bajo la administración
de sus gobernantes tolemaicos- fue un muñeco de la política romana oriental
durante muchos años antes de llegar a ser una provincia romana el año 30 a. C.
Al oriente. El imperio seléucida perdió sus territorios más
occidentales ante Roma el 190 a. C., y finalmente se convirtió en la provincia
romana de Siria el 65 a. C. o poco después.
La tierra gloriosa. Heb. tsebi, "ornamento",
"decoración", "gloria". Aquí se hace referencia a Jerusalén
o a la tierra de Palestina. En el cap. 11: 16, 41 tsebi se traduce también
"gloriosa". Sin embargo en esos pasajes, en hebreo está la palabra
que significa "tierra", mientras que aquí esta palabra se
sobreentiende. Palestina fue incorporada al Imperio Romano el 63 a. C.
10. Ejército del cielo. Daniel está aún describiendo lo que vio en visión.
Puesto que posteriormente el ángel da la interpretación (vers. 24), no quedamos
en duda respecto al significado de lo que aquí se describe. El "ejército" y las "estrellas"
evidentemente representan a "los fuertes" y al "pueblo de los
santos" (vers. 24).
Las pisoteó. Esto se refiere a la furia con que Roma persiguió al
pueblo de Dios tan a menudo a través de los siglos. En los días de los tiranos
paganos, Nerón, Decio y Diocleciano, y nuevamente en los tiempos papales, Roma
no vaciló nunca en tratar duramente a aquellos a quienes condenó.
11. Príncipe de los ejércitos. El vers. 25 habla de que este mismo poder se levanta
contra el Príncipe de los príncipes. Se hace referencia a Cristo que fue
crucificado por la autoridad de Roma. Ver com. cap. 9: 25; 11: 22.
Por él. Heb. mimménnu, que también puede traducirse
"procedente de él", lo que no cambia el hecho de que "él"
sea el autor de la acción. En este pasaje el hebreo presenta algunos difíciles
problemas de traducción. Esa dificultad se ha reflejado, por ejemplo, en la
versión griega de Teodoción. La traducción de la BJ es la siguiente:
"Llegó incluso hasta el jefe ['el mismo Dios', en nota de pie de página]
del ejército, abolió el sacrificio perpetuo y sacudió el cimiento de su
santuario". Obsérvese que no hay
una diferencia básica entre "quitar" (RVR) el continuo y
"abolir" (BJ) el continuo.
Continuo sacrificio. Heb. tamid, palabra que aparece 103 veces en el AT y
que se usa como adverbio y como adjetivo.
Significa "continuamente" o "continuo", y se aplica
a varios conceptos tales como empleo continuo (Eze. 39: 14), mantenimiento
permanente (2 Sam. 9: 7-13), tristeza continua (Sal. 38: 17), esperanza
continua (Sal. 71: 14), provocación continua (Isa. 65: 3), etc. Se usa
frecuentemente con relación al ritual del santuario para describir varios
aspectos de sus servicios regulares, tales como el "pan continuo" que
debía estar sobre la mesa de los panes de la proposición (Núm. 4: 7), la
lámpara que debía arder continuamente (Exo. 27: 20), el fuego que debía arder
siempre sobre el altar (Lev. 6: 13), las ofrendas encendidas que debían
ofrecerse diariamente (Núm. 28: 3, 6), el incienso que había de ofrecerse
mañana y tarde (Exo. 30: 7-8). La palabra en sí no significa
"sacrificio", sino simplemente "continuo" o
"regular".
En el
cap. 8: 11 tamid tiene el artículo definido y por lo tanto se usa como adjetivo
sustantivado, pues no hay otro sustantivo: "lo continuo". En el
Talmud, cuando tamid se usa en forma independiente como aquí, la palabra se
refiere uniformemente al sacrificio diario. Los traductores que agregaron la
palabra "sacrificio" en todas las versiones castellanas de la Biblia,
evidentemente creían que los holocaustos cotidianos eran el tema de la
profecía.
En cuanto al significado de tamid en este pasaje se han sostenido tres opiniones principales: 1.Que el "continuo" se refiere exclusivamente a los sacrificios ofrecidos en el templo de Jerusalén. Algunos expositores que mantienen esta opinión aplican la supresión del "continuo" a la interrupción de los servicios del templo realizada por Antíoco Epífanes durante un período de unos tres años, de 168 a 165 ó 167 a 164 a. C. (Ver com. cap. 11:14). Otros lo aplican a la desolación del templo por los romanos en 70 d. C.
2. Que
el "continuo" significa "paganismo", en contraste con
"la abominación desoladora" (cap. 11: 31), o sea el papado; que ambos
términos identifican a poderes perseguidores; que la palabra que se traduce
"continuo" se refiere a la dilatada continuación de la oposición de
Satanás a la obra de Cristo por medio del paganismo; que la supresión del
continuo para poner "la abominación desoladora" representa a la Roma
papal que ocupa el lugar de la Roma pagana, y que este acontecimiento es el
mismo que se describe en 2 Tes. 2: 7 y Apoc. 13: 2.
3. Que
el término "continuo" se refiere al continuo ministerio sacerdotal de
Cristo en el santuario celestial (Heb. 7: 25; 1 Juan 2: 1) y a la verdadera
adoración de Cristo en la era evangélica; que suprimir el "continuo"
representa la sustitución hecha por el papado de la unión voluntaria de todos
los creyentes en Cristo por la unión obligatoria con una iglesia visible; la
sustitución de Cristo como cabeza invisible de la iglesia por la autoridad de
una cabeza visible, el papa; la sustitución del acceso directo a Cristo para
todos los creyentes por una jerarquía sacerdotal; la sustitución de la
salvación por la fe en Cristo por un sistema de salvación mediante obras
ordenadas por la iglesia, y muy especialmente la sustitución de la obra
mediadora de Cristo como nuestro gran sumo sacerdote en las cortes celestiales
por el confesionario y el sacrificio de la misa; y que este sistema desvió
completamente la atención de los hombres de Cristo y así les impidió recibir
los beneficios de su ministerio.
Además,
puesto que esta tercera opinión sostiene que el cuerno pequeño es símbolo tanto
de la Roma imperial como de la Roma papal (ver com. vers. 9, 13), las
predicciones respecto a sus actividades pueden también entenderse como
aplicables por igual a la Roma pagana y a la Roma papal. Así el
"continuo" también puede referirse al templo terrenal y a sus
servicios, y la supresión del "continuo" a la desolación del templo
por las legiones romanas en 70 d. C. y la consiguiente cesación de los
servicios ceremoniales. A este aspecto de la actividad de "la abominación
desoladora" Cristo se refirió en su resumen de los acontecimientos futuros
(ver com. Dan. 11: 31, cf. Mat. 24: 15-20; Luc. 21: 20).
Al
comentar sobre estas tres opiniones puede decirse que la primera queda
descartada porque a Antíoco no se le puede ubicar dentro de los períodos que
implican tiempo ni en las otras especificaciones de la profecía (ver com. Dan.
9: 25).
Tanto
la segunda interpretación como la tercera han sido sostenidas por varios
hábiles expositores dentro del movimiento adventista, aunque la última es la
que actualmente tiene más aceptación. Algunos consagrados estudiantes de la
Biblia han pensado que el "continuo" se refiere al paganismo y otros,
igualmente consagrados, que el "continuo" se refiere al ministerio
sacerdotal de nuestro Señor. Quizá éste sea uno de los pasajes de la Escritura
respecto al cual deberemos esperar hasta un día mejor para tener una respuesta
definitiva. Como ocurre con otros pasajes difíciles de la Escritura, nuestra
salvación no depende de una comprensión plena del significado de Dan. 8: 11.
Ver
en las pp. 63-68 el desarrollo histórico de la segunda posición y de la
tercera.
Lugar. Heb. makon, "sitio". Se usa la palabra
makon en la frase "a la casa de Dios. . . para reedificarla en su
sitio" (Esd. 2: 68). Es posible que aquí se haga referencia principalmente
a la destrucción de Jerusalén (ver Dan. 9:26).
12. Ejército. Heb. tsaba', que significa generalmente
"hueste", o "ejército", y unas pocas veces
"servicio", tal como servicio militar o trabajo forzado (ver Job 7:
1; 10: 17; 14: 14; Isa. 40: 2). Si se interpreta como "hueste" o
"ejército", la predicción puede referirse a las multitudes que
cayeron bajo la influencia de este poder. El poder llegaría a ser fuerte,
"mas no con fuerza propia" (Dan. 8: 24). Ver com. Dan. 10: 1.
Echó por tierra la verdad. El papado recargó la verdad con tradiciones y la
oscureció con supersticiones.
13. ¿Hasta cuándo? Heb., "¿Hasta cuándo la visión, el continuo y la transgresión desoladora dar el santuario y el ejército [a] pisoteo?" Continuo sacrificio. Ver com. vers. 11.
La prevaricación asoladora. Este término abarca tanto el sistema pagano como el sistema papal de falsa religión en pugna con la religión de Dios (ver com. vers. 9, 11). Santuario. Ver com. vers. 14. Ejército. Ver com. vers. 10.
14. Y él dijo. LXX, Teodoción y el siríaco rezan "a él". Tardes y mañanas. Heb. 'éreb bóqer, literalmente "tarde mañana", una expresión comparable con la descripción de los días de la creación, "la tarde y la mañana un día" (Gén. 1: 5), etc. La LXX usa la palabra "días" después de la expresión "tarde y mañana".
Tratando de hacer coincidir aproximadamente este período con los tres años
durante los cuales Antíoco IV asoló el templo, algunos han computado hábilmente
la expresión "2.300 tarde- mañana" como si sólo correspondiera con
1.150 días literales.
Acerca
de esto, Keil ha advertido que el período de 2.300 tardes y mañanas de ninguna
manera podría ser entendido como "2.300 medios días ni como 1.150 días
enteros porque en la creación la tarde y la mañana no constituían la mitad de
un día sino todo el día". Después de citar esta declaración, Edward Young
dice: "Por eso debemos entender la frase como 2.300 días" (The
Prophecy of Daniel, p. 174).
Los
comentadores han tratado sin éxito de encontrar algún acontecimiento histórico
que se amolde a un período de 2.300 días literales. Wright observa: "Sin
embargo, todos los esfuerzos para armonizar este período, ya se lo considere
como de 2.300 días o de 1.150 días, con cualquier época histórica precisa que
se mencione en el libro de los Macabeos o en Josefo, han sido inútiles... El
Prof. Driver tiene razón al afirmar: 'Parece
imposible encontrar dos acontecimientos separados por 2.300 días (=6 años y 4
meses) que corresponderían con la descripción' " (Charles H. H. Wright,
Daniel and His Prophecies, 1906, pp. 186-187). La única forma en que se puede
dar consistencia a estos "días" es computarlos en el sentido
profético mediante la aplicación del principio de día por año.
El
tiempo al cual se hace referencia aquí es específico y definido, pero en el
cap. 8 no se indica ninguna fecha para su comienzo. Sin embargo, en el cap. 9
se menciona específicamente tal fecha (ver com. vers. 25). Demostraremos que
esta fecha es 457 a. C. Partiendo de esta fecha, los 2.300 días proféticos que
representan el mismo número de años solares (ver com. cap. 7: 25), llegan hasta
el año 1844 d. C. Si se desea una prueba bíblica, ver el com. cap. 9: 21 donde
se da una explicación de la visión del cap. 8: 13-14, estableciéndose el punto
de partida de los 2.300 días o años. Respecto a la validez de la fecha 457 a.
C., ver com. cap. 9: 25.
En la
p. 61 ver el comentario sobre una edición de la LXX en donde figura
"2.400" en vez de "2.300", que antes se citaba a menudo
pero es meramente un error de impresión.
Santuario. Puesto que los 2.300 años se proyectan hasta bien
avanzada la era cristiana, el santuario no puede referirse al templo de
Jerusalén que fue destruido en el año 70 d. C. El santuario del nuevo pacto es
inequívocamente el santuario celestial, "que levantó el Señor, y no el
hombre" (Heb. 8: 2; CS 463 - 470). Cristo es el sumo sacerdote de este
santuario (Heb. 8: 1). Juan previó un tiempo cuando se dirigiría especial
atención hacia "el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en
él" (Apoc. 11: 1). Los símbolos que usa el revelador son notablemente
parecidos a los que se emplean en Dan. 8: 11-13.
Será purificado. Del hebreo tsadaq, "ser justo", "ser
recto". La forma nifal, nitsdaq, sólo aparece aquí, lo que puede sugerir
que se deba dar a este término un significado especial. Los lexicógrafos y
traductores sugieren varios significados, tales como "ser puesto en
rectitud", o "ser puesto en una condición correcta", "ser
rectificado", "ser declarado recto', "ser justificado', o
"ser vindicado'. La traducción "será purificado" es la forma en
que aparece en la LXX que aquí usa la forma verbal katharisthesetai. No se sabe
si los traductores de la LXX dieron un significado adaptado al vocablo hebreo
nitsdaq o tradujeron de manuscritos que tenían otra palabra hebrea, quizá
tahar, que significa "estar limpio", "limpiar". La Vulgata
usa la forma mundabitur, que también significa "limpiado". Ver com.
cap. 9: 24.
Para
ayudar a determinar a cuál acontecimiento relacionado con el santuario
celestial se hace referencia aquí, será útil examinar las ceremonias del
santuario terrenal, porque los sacerdotes de ese santuario servían "a lo
que es figura y sombra de las cosas celestiales" (Heb. 8: 5). Las
ceremonias del santuario del desierto y del templo estaban divididas en dos
grupos principales: el culto diario y el anual. El ministerio diario de Cristo
como nuestro sumo sacerdote estaba simbolizado por las ceremonias diarias. El
día anual de la expiación era símbolo de una obra que Cristo debía emprender al
final de la historia. Para un estudio detallado de estas dos fases del
ministerio sacerdotal ver com. Lev. 16; ver también CS 470 - 485. La profecía
de Dan. 8: 14 anuncia el tiempo cuando debía comenzar esta obra especial. La
purificación del santuario celestial abarca toda la obra del juicio final que
comienza con la fase de la investigación y termina con la fase de la ejecución,
que da como resultado la erradicación permanente del pecado del universo.
Un
aspecto importante del juicio final es la vindicación del carácter de Dios ante
todas las inteligencias del universo. Debe demostrarse que no tienen ninguna
base las acusaciones falsas que Satanás ha presentado contra el gobierno de
Dios. Se debe mostrar que Dios ha sido completamente justo al elegir a ciertos
individuos para que formen parte de su reino futuro y al impedir la entrada de
otros allí. Los actos finales de Dios arrancarán de los hombres estas
confesiones: "Justos y verdaderos son tus caminos" (Apoc. 15: 3);
"Justo eres tú, oh Señor" (Apoc. 16: 5); "tus juicios son
verdaderos y justos" (Apoc. 16: 7). Satanás mismo será impulsado a reconocer
la justicia de Dios (CS 728 - 730). La palabra griega de esos pasajes del
Apocalipsis que se traduce por "Justo" es díkaios, equivalente al
Heb. tsaddiq, derivado de tasadaq, raíz del verbo que se traduce "será
purificado" en Dan. 8: 14. De esta manera el Heb. tasadaq puede transmitir
el pensamiento adicional de que el carácter de Dios será completamente
vindicado como el clímax de "la hora de su juicio" (Apoc. 14: 7), el
cual comenzó en 1844. Ver Problems in Bible Translation (Problemas en la traducción
de la Biblia), pp. 174 - 177.
15. Procuraba comprenderla. Daniel no comprendió el significado de lo que había
visto. Muchas veces los mismos portadores de un mensaje profético necesitan
estudiarlo para descubrir su significado (1 Ped. 1: 10-12). Es el deber del
profeta relatar fielmente lo que ha visto y oído (cf. Apoc. 1: 11).
16. Gabriel. En el AT el nombre Gabriel sólo aparece aquí y en el
cap. 9:21. El NT relata la aparición de este ser celestial para anunciar el
nacimiento de Juan el Bautista (Luc. 1: 11-20), y también para anunciar a María
el nacimiento del Mesías (Luc. 1: 26-33). El visitante angélico dijo de sí
mismo: "Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios" (Luc. 1: 19).
Gabriel ocupa el lugar del cual cayó Satanás (DTG 643; cf. DTG 73). Gabriel fue
también el portador de los mensajes proféticos a Juan (Apoc. 1: 1; cf. DTG 73).
Ver com. Luc. 1: 19.
17. El tiempo del fin. La visión abarcaba hasta el tiempo cuando el poder
desolador sería destruido, acontecimiento relacionado con la venida de Jesús (2
Tes. 2: 8).
Cuando
se busque una interpretación de los símbolos de esa visión, debe recordarse que
los últimos acontecimientos representados en la visión se cumplirán al final de
la historia de este mundo. Cualquier exposición que encuentre su completo
cumplimiento durante un período anterior, como por ejemplo el tiempo de los
Macabeos (ver com. cap. 8: 25), no llena cabalmente las especificaciones
indicadas por el ángel y debe considerarse errónea y engañosa.
19. Al fin de la ira. Ver com. vers. 17.
20. Carnero. Ver com. vers. 3-4.
21. Macho cabrío. Heb. Ña'ir, como adjetivo, peludo", "lanudo"; como sustantivo, "macho cabrío" (Gén. 37: 31; Lev. 4: 23, etc.). Respecto a la interpretación, ver com. Dan. 8:5.
Cuerno grande. Es un símbolo de Alejandro Magno, el "primer rey" del Imperio mundial Greco-macedónico que habría de reemplazar al Imperio Persa (ver com. vers. 5-8; cap. 7:6).
22. Cuatro reinos. Comparar con vers. 8; cap. 11: 4. Ver com. cap. 7: 6
respecto a los reinos helenísticos que surgieron del imperio de Alejandro. El
cumplimiento preciso de estos detalles de la visión nos garantiza que lo que ha
de seguir se cumplirá en la forma predicha.
23. Al fin del reinado. Es decir después que las divisiones del imperio de
Alejandro hubieran existido durante algún tiempo. El Imperio de Roma surgió
gradualmente y llegó a la supremacía sólo después que se debilitaron las
divisiones del Imperio Macedónico. La profecía se aplica a Roma en sus dos
formas, pagana y papal. Parece haber una combinación de aplicaciones; algunos
elementos se aplican a ambas, otros más específicamente a una u otra (ver com.
cap. 8: 11). Es un hecho histórico bien establecido que Roma papal ha sido, en
buena medida, la continuación del Imperio Romano.
"Cualesquiera
hayan sido los elementos romanos que los bárbaros y arrianos dejaron,...
fueron... puestos bajo la protección del obispo de Roma, que era la persona
principal allí después de la desaparición del emperador.. De esa manera la
iglesia romana calladamente se abrió paso en el lugar del Imperio Romano
mundial, del que en realidad es la continuación. El imperio no ha perecido sino
que sólo ha sufrido una transformación... Esto no es meramente una 'observación
aguda', sino el reconocimiento histórico del verdadero estado de cosas y la
forma más apropiada y fructífera de describir el carácter de esta iglesia. Aún
gobierna a las naciones... Es una creación política, y tan imponente como un
imperio mundial porque es la continuación del Imperio Romano. El papa, que se
autodenomina 'Rey' y 'Pontífice Máximo', es el sucesor de Cesar" (Adolfo
Harnack, What Is Christianity? [Nueva York, G. P. Putnam's Sons, 1903], pp.
260-270, la cursiva es del original).
Transgresores. En las versiones griegas se lee "pecados", traducción del hebreo cambiando los puntos masoréticos. Lleguen al colmo. Puede hacerse referencia aquí a varias naciones, o posiblemente en forma especial a los Judíos que llenan la copa de su iniquidad (ver Gén. 15: 16; Ed. 169-172).
Se levantará. Es decir asumirá el poder. Altivo de rostro. Probablemente se hace alusión a Deut. 28: 49-55. Enigmas. Heb. Jidah, "figura", como en Núm. 12: 8 y Eze. 17: 2; "enigma", como en Juec. 14: 12; "pregunta", como en 1 Rey. 10: 1. Algunos creen que el significado aquí es "lenguaje ambiguo", o "trato artero".
24. No con fuerza propia. Compárese con "le fue entregado el
ejército" (vers. 12). Algunos interpretan que esto se refiere a que el
papado redujo el poder civil a un estado de subordinación e hizo que la espada
secular se esgrimiera para sus propósitos religiosos.
Causará grandes ruinas. Mejor, "causará destrucción espantosa".
Este poder persiguió a muerte a los que se oponían a sus pretensiones blasfemas
y habría extinguido al "pueblo de los santos" si el Señor no hubiese
intervenido en su favor.
25. Sagacidad. O "astucia". Los métodos de esta potencia son la sutileza y el engaño llevados a un grado sumo. Sin aviso. Es decir, mientras muchos estuvieran confiados, creyendo que vivían seguros, serían destruidos inadvertidamente.
Príncipe de los príncipes. Evidentemente es el mismo personaje que se designa como "príncipe de los ejércitos" en el vers. 11 y no es otro sino Cristo. Fue un gobernador romano quien sentenció a Cristo a muerte. Fueron manos romanas las que lo clavaron a la cruz y una lanza la que atravesó su costado. No por mano humana. Esto implica que el Señor mismo finalmente destruirá a este poder (ver cap. 2: 34). El sistema eclesiástico representado por este poder ha de continuar hasta que sea destruido sin manos humanas en ocasión de la segunda venida de Cristo (ver 2 Tes. 2: 8).
Algunos comentadores han declarado que el poder del
"cuerno pequeño" del cap. 8 simboliza
a Antíoco Epífanes (ver com. cap. 11: 14). Sin embargo, un cuidadoso examen
de esta profecía demuestra que ese perseguidor rey seléucida sólo en parte
corresponde con las especificaciones que en ella se hacen. Los cuatro cuernos
del macho cabrío (cap. 8: 8) eran reinos (vers. 22), y es natural esperar que
el cuerno pequeño hubiera sido también un reino. Pero Antíoco sólo fue un rey
del imperio seléucida, y en consecuencia simbólicamente, fue parte de un
cuerno. Por lo tanto, no podía ser otro cuerno completo. Además, este cuerno se
engrandeció hacia el sur, al este y la tierra gloriosa de Palestina (vers. 9).
La entrada de Antíoco en Egipto acabó en humillación frente a los romanos. Sus
éxitos en Palestina fueron de corta duración, y su campaña en el Oriente fue
interrumpida por su muerte. Su política de imponer el helenismo fracasó
rotundamente, y su sagacidad no le trajo una prosperidad notable (vers. 22).
Además
Antíoco no vivió al final (vers. 23) de los reinos helenísticos divididos, sino
hacia la mitad del período; difícilmente se podría atribuir su poder a otro
elemento sino a su propia fuerza (vers. 22); su sagacidad y su política
fracasaron más a menudo de lo que prosperaban (vers. 25); no se levantó contra
ningún "Príncipe de los príncipes" judío (vers. 25); su acción de
echar la verdad por tierra (vers. 12) fue transitoria y fracasó totalmente
porque fue un motivo para que los Judíos defendieran su fe contra el helenismo.
Si bien habló palabras altivas, oprimió al pueblo de Dios y durante un corto
tiempo profanó el templo, y aunque se podrían aducir algunos otros puntos
parcialmente verdaderos respecto a sus actividades, es evidente que no
encontramos en Antíoco un cumplimiento adecuado de muchas de las
especificaciones de esta profecía. Ver com. vers. 14; cap. 9: 25; 11: 31.
26. Tardes y mañanas. Es una clara referencia a la profecía del vers. 14,
donde figura el elemento tiempo (ver los comentarios allí). Por el momento el
ángel no hace más aclaraciones en cuanto a la visión de los 2.300 días, sino
sencillamente hace resaltar su veracidad.
Y tú guarda. Compárese con una indicación similar registrada en cap. 12: 4 (ver los comentarios allí). Muchos días. El cumplimiento de los diversos detalles de la visión de este capítulo se extendería hasta el lejano futuro.
27. Yo Daniel quedé quebrantado. Es indudable que Daniel estaba muy afligido por los
acontecimientos que le habían sido revelados. En vez de predecir un fin
inmediato de la prevaricación, Gabriel informó al profeta que el fin ocurriría
en un futuro distante.
No la entendía. En otra oportunidad se daría a Daniel información
adicional (ver com. cap. 9: 23). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
PROFECÍAS CUMPLIDAS.
https://hnopio.blogspot.com/2009/11/23-cumplidas.html
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