Oseas 3. El regreso de Gomer a Óseas, y el regreso de Israel a Dios. Vers. (1-3) La expiación de una adúltera, (4-5) simboliza la desolación de Israel antes de su restauración.
1 ME DIJO otra vez Jehová: Ve, ama una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. 2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. 3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.
4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. 5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días. (Oseas 3).
1. Ve. O, "ve otra vez". Se refiere a la orden ya registrada (ver com. cap. 1: 2).
Una mujer. Aunque no se afirma específicamente aquí, sin duda la referencia es a la mujer de Óseas. Este caso se convierte en una ilustración adecuada del amor de Dios por la descarriada Israel y la disposición divina para renovar su pacto con ella, únicamente si se le aplica al relato dicho significado.
Amada de su compañero. Mediante un ligero cambio de las vocales añadidas por la tradición hebrea (ver t. I, pp. 29-30), la traducción de la LXX dice: "Ama a una mujer que ama las cosas malas". La traducción "compañero" ("amigo", BJ) puede referirse a su esposo legítimo o a uno de sus amantes. Tortas de pasas. Este manjar es condenado aquí quizá por su relación con el culto de los dioses falsos.
2. La compré. Sin duda Gomer había contraído alguna deuda o había caído en esclavitud después de que dejó a Óseas (cap. 2: 7). Quince siclos. Aproximadamente la mitad del precio de un esclavo varón (ver com. Exo. 21: 32).
Homer. Un homer contenía unos 220 lt, por lo tanto el total
de cebada pagado por ella fue 330 lt (ver t. 1, p. 176). El precio que pagó
el profeta, parte en dinero y parte en cebada (ésta se consideraba un cereal
inferior en Palestina) era, aproximadamente, el de una esclava. Así se hizo
destacar en forma sorprendente la condición vil y degradada de la esposa de
Óseas. La cebada como parte del pago pudo haber reflejado en sí mismo esa
degradación, aludiendo a la "harina de cebada" que se ofrecía cuando
se sospechaba del adulterio de una esposa (Núm. 5: 11-15). La vileza de la
condición a que había llegado Israel, ¿podía ser simbolizada en una forma más
definida?
3. Durante muchos días. La reunión definitiva debía demorarse quizá para
permitir que hubiera un período de prueba, o de purificación, disciplina e
instrucción.
Lo mismo haré yo. Es decir, el profeta no asumiría plenamente, de
nuevo, la relación familiar con ella "durante muchos días". De la
misma manera Israel, separada tanto de sus amantes como de su Marido, estaría
"durante muchos días" apartada de sus antiguos ídolos y al mismo
tiempo estaría separada de sus plenos privilegios del pacto.
4. Sin rey. Israel estuvo durante "muchos días" sin su
propio gobernante desde el comienzo del cautiverio.
Estatua. Heb. matstsebah, "columna de piedra" u
"obelisco", con frecuencia empleados en el culto idólatra (ver
com. Deut. 16: 22; 1 Rey. 14: 23).
Efod. Ver com. Exo.
28: 6-12. [El efod era considerado como la
parte más sagrada de las vestimentas sacerdotales, y se transformó en emblema
del sacerdocio (1 Sam. 2: 18, 28; 14: 3; 22: 18). Este debía sostener al "pectoral",
las dos piedras de ónice, y el Urim y el Tumim (Exo. 28: 9, 30). Era una especie de chaleco, hecho en dos
partes: una que cubría la espalda, la otra el pecho. Estas partes estaban unidas en los hombros
mediante "hombreras" (vers. 7) y en la cintura por una banda llamada
"cinto de obra primorosa" (vers. 8), la cual, en realidad era parte
integral del efod. Rodeaba al cuerpo,
sosteniendo en su lugar las dos partes del efod. El "oro" era hilo finísimo, bordado
sobre la tela ya confeccionada, según la costumbre egipcia (ver cap. 39:
3). La "obra primorosa" (vers.
6) se refiere a la habilidosa y artística obra de los artesanos. Quizá los israelitas llevaron consigo
pequeños telares desde Egipto. Los
colores azul, púrpura, carmesí; el lino fino, el oro y las gemas del efod, le
daban una variedad y una hermosura que hacían de él la más gloriosa de todas
las vestiduras sacerdotales. La variedad
tiene un encanto en sí misma, y es una de las características de la iglesia, en
la que hay "diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo" (1
Cor. 12: 4)].
Terafines. Imágenes. Ver
com. Gén. 31: 19.
5. Volverán los hijos de Israel. Referencia al retorno de Israel del cautiverio (ver com. cap. 1: 11). David su rey. Las diez tribus se habían rebelado y apartado de la casa de David (1 Rey. 12: 16, 25-33). Para ellas se dio la promesa de que recobrarían su independencia nacional después del cautiverio. Miembros aislados de las tribus podrían participar en la restauración de Judá. Sin duda muchos así lo hicieron (ver com. Ose. 1: 11).
Pero todos los que volvieran dependerían de un rey (Eze. 37: 16-28). El cumplimiento final de la predicción de Óseas se producirá "al fin de la historia de esta tierra, cuando Cristo aparezca" (PR 223). Temerán a Jehová. Ver com. Deut. 28: 67. (4CBA)
EL TIEMPO QUE
PRECEDIÓ AL CAUTIVERIO DE LAS DIEZ TRIBUS DE ISRAEL se destacó por
una desobediencia y una perversidad similares. No se tenía en cuenta para nada
la ley de Dios, y esto abrió las compuertas de la iniquidad sobre Israel. Oseas
declaró: "Jehová pleitea con los moradores de la tierra; porque no hay
verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, y
mentir, y matar, y hurtar y adulterar prevalecieron, y sangres se tocaron con
sangres." (Ose. 4: 1, 2.)
Las profecías de juicio que
dieran Amós y Oseas iban acompañadas de predicciones referentes a una gloria
futura. A las diez tribus, durante mucho tiempo rebeldes e impenitentes, no se
les prometió una restauración completa de su poder anterior en Palestina. Hasta
el fin del tiempo, habrían de andar "errantes entre las gentes." Pero
mediante Oseas fue dada una profecía que les ofreció el privilegio de tener
parte en la restauración 223 final
que ha de experimentar el pueblo de Dios al fin de la historia de esta tierra,
cuando Cristo aparezca como Rey de reyes y Señor de señores. Declaró el
profeta: "Muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, y sin príncipe,
y sin sacrificio, y sin estatua, y sin ephod, y sin teraphim. Después -agregó
el profeta- volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a
David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días."
(Ose. 3: 4, 5.)
En un lenguaje simbólico Oseas
presentó a las diez tribus el plan que Dios tenía para volver a otorgar a toda
alma penitente que se uniese con su iglesia en la tierra las bendiciones
concedidas a Israel en los tiempos cuando éste le era leal en la tierra
prometida. Refiriéndose a Israel como a quien deseaba manifestar misericordia,
el Señor declaró: "Empero he aquí, yo la induciré, y la llevaré al
desierto, y hablaré a su corazón. Y daréle sus viñas desde allí, y el valle de
Achor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su
juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. Y será que en
aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Marido mío, y nunca más me llamarás
Baali [Margen: Mi señor]. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales,
y nunca más serán mentados por sus nombres." (Ose. 2: 14 - 17.)
EN LOS ÚLTIMOS DÍAS De La Historia De Esta Tierra, debe renovarse el pacto de Dios con su pueblo que guarda sus mandamientos. "En aquel día yo haré por ellos un pacto con las fieras del campo, y con las aves del cielo, y con los reptiles del suelo; y quebraré el arco y la espada, y quitaré la guerra de en medio de la tierra; y haré que duerman ellos seguros. Y te desposaré conmigo para siempre: sí, te desposaré conmigo en justicia, y en rectitud, y en misericordia y en compasiones; también te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Jehová. "Sucederá también que en aquel día yo responderé, dice Jehová; yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra; y la tierra responderá al trigo y al vino y al aceite; y ellos 224 responderán a Jezreel. Y te sembraré para mí mismo en la tierra; y me compadeceré de la no compadecida, y al que dije que no era mi pueblo, le diré: ¡Pueblo mío eres! y él me dirá a mí: ¡Tú eres mi Dios!" (18-23,V.M.)
"Y acontecerá en aquel
tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de
la casa de Jacob, . . . se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel."
(Isa. 10: 20.) De "toda nación y tribu y lengua y pueblo" saldrán
algunos que responderán gozosamente al mensaje: "Temed a Dios, y dadle
honra; porque la hora de su juicio es venida." Se apartarán de todo ídolo
que los una a la tierra, y adorarán "a aquel que ha hecho el cielo y la
tierra y el mar y las fuentes de las aguas." Se librarán de todo enredo, y
se destacarán ante el mundo como monumentos de la misericordia de Dios.
Obedientes a los requerimientos divinos, serán reconocidos por los ángeles y
por los hombres como quienes guardaron "los mandamientos de Dios, y la fe
de Jesús." (Apoc. 14: 6, 7, 12.)
"He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleva la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y tornaré el cautiverio de mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; y plantarán viñas, y beberán el vino de ellas; y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.
Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les dí, ha dicho Jehová Dios tuyo." (Amós 9: 13-15.) (La Historia de los Profetas Y Reyes) EGW/ Ministerio Hno. Pio
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