Lucas 13. Enseñanza Mediante Parábolas. Vers. (1-5) Cristo predica el arrepentimiento basado en la experiencia de los galileos y de otros.
(6-9) La higuera estéril no permanecerá. (10-17) Saneamiento de la mujer encorvada.
(18-23) Las parábolas de la semilla de mostaza y de la levadura muestran el poder de la palabra de Cristo en los corazones de los escogidos. (24-30) Exhortación a entrar por la puerta angosta, (31-35) y reprobación contra Herodes y Jerusalén.
1 EN ESTE mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. 2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? 3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
6 Dijo también esta parábola: tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diera fruto, bien; y si no, la cortarás después.
10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;* 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo,* dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.* 15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo* su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? 16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? 17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.
18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas. 20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.
22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. 23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, el respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30 Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.
31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. 32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. 33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntara tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor. (Lucas 13).
EVANGELIO SEGÚN SAN
MATEO 1-28.
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EVANGELIO SEGÚN SAN
MARCOS 1-16
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1. En este mismo tiempo. [La justicia y la misericordia de Dios, Luc. 13:1-9. Con referencia a parábolas, ver pp. 193-197.] Comúnmente, Lucas emplea esta frase para mostrar que hay una estrecha relación con la sección anterior (ver com. cap. 12: 1).
Es probable que ese hecho ocurriera en
el invierno (diciembre-febrero) 30-31 d. C. Jesús había estado hablando de las
señales de los tiempos.
LAS PARÁBOLAS Y SU INTERPRETACIÓN. La palabra "parábola" deriva del Gr. parabol': :uxtaposición", "comparación", "ilustración", "parábola", "proverbio"; de un verbo que significa "poner una cosa al lado de otra [para comparar]", "situar al lado de".
El vocablo Gr.
pa'rabol' y su equivalente hebreo (t. III, p. 957) tienen un significado más
amplio que la palabra "parábola"; sin embargo, las parábolas que se
presentan como tales en este Comentario son las que con propiedad caven dentro
de los límites más estrictos de la palabra 194 parábola. De acuerdo con la definición expuesta, la parábola es
una narración cuyo principal propósito es enseñar una verdad; pero
literariamente hablando es una alegoría o sucesión de metáforas. Muchas de las
parábolas de Cristo fueron tan breves que pueden considerarse como metáforas o
proverbios.
UNA PARÁBOLA ES EN LOS EVANGELIOS
UNA NARRACIÓN "colocada al lado
de" cierta verdad espiritual con el fin de hacer una
"comparación". Las parábolas de nuestro Señor se basaban, por lo
general, en hechos comunes de la vida diaria familiar de sus oyentes, y con
frecuencia se trataba de hechos específicos que acababan de ocurrir (ver DTG
462) o de algo que los oyentes podían ver en ese momento (PVGM 16; cf. DMJ
34-35). La narración era simple y breve, y por lo general su conclusión era tan
obvia que no admitía confusiones (Mat. 21: 40-41); y se colocaba paralelamente
la verdad espiritual con el propósito de ilustrar a ésta. La parábola se
convertía así en un puente por el cual los oyentes podían ser conducidos hacia
la comprensión y apreciación de esa verdad. La narración comenzaba al nivel de
los oyentes, y Jesús dirigía los pensamientos hacia donde él quería valiéndose
de un miedo agradable y familiar. Era una ventana a través de la cual el alma
podía contemplar perspectivas de una verdad celestial.
POR MEDIO DE PARÁBOLAS JESÚS (1) despertaba el interés, la atención y las preguntas; (2)
enseñaba verdades desagradables sin despertar prejuicios; (3) eludía a los
espías que lo perseguían implacablemente; (4) creaba en la mente de sus oyentes
impresiones duraderas que se renovarían e intensificarían cuando vieran
nuevamente las escenas presentadas en la parábola o pensaran en ellas; (5)
convertía la naturaleza en un instrumento para conocer a Dios. Las parábolas revelaban la verdad a los que
querían recibirla, y, a veces, la ocultaba a otros.
AL ESTUDIAR LAS PARÁBOLAS DE JESÚS
ES IMPORTANTÍSIMO SEGUIR PRINCIPIOS CORRECTOS DE INTERPRETACIÓN. Esos
Principios Pueden Resumirse Brevemente Así:
1. Una parábola es un espejo por el cual se puede ver la verdad;
pero no es la verdad misma.
2. El contexto en que se presenta una parábola -lugar,
circunstancias, personas a las que se dirigió la parábola y el problema que se
trataba- debe tomarse en cuenta y convertirse en la clave para su
interpretación.
3. La introducción y conclusión de Cristo a la parábola aclaran
generalmente su propósito fundamental.
4. Cada parábola ilustra un aspecto básico de una verdad
espiritual (ver la lista de los principios que ilustran las diversas parábolas
de nuestro Señor, pp. 195-197). Los detalles de una parábola sólo son
significativos cuando contribuyen a aclarar ese punto especial de verdad.
5. Antes de que se pueda entender el significado espiritual de
la parábola, es necesario tener una clara perspectiva de la situación descrita
en la parábola: costumbres orientales y modalidades de pensamiento y
expresión. Las parábolas son cuadros
verbales vívidos que deben verse para que puedan ser entendidos.
6. Es un hecho fundamental que una parábola tiene el propósito
de ilustrar la verdad, y generalmente una verdad particular; por lo tanto, no se
debe basar ninguna doctrina en los detalles incidentales de una parábola.
7. La parábola se debe interpretar, sea en conjunto o sea en
parte, teniendo en cuenta la verdad que tiene el propósito de enseñar, tal como
se presenta en lenguaje literal en el contexto inmediato y en otras partes de
las Escrituras.
Estaban allí. O también, "llegaron". La masacre había
ocurrido poco tiempo antes (PVGM 167-168), y podría ser que los que hablaban
ahora de este asunto a Cristo fueran los primeros en dar la noticia de lo
ocurrido.
Algunos que le contaban. No se sabe quiénes eran estas
personas ni por qué daban este informe. No hay una razón aparente para pensar
que tuvieran motivos ocultos.
Los galileos. Esta masacre no es mencionada específicamente por
ningún autor, excepto Lucas, aunque Josefo se refiere a muchas masacres
similares cometidas por Pilato y varios otros administradores de la provincia
de Judea (Antigüedades xvii. 9. 3; xviii. 3. 2; xx. 5. 3; Guerra ii. 2. 5; 9.
4). Una masacre de adoradores samaritanos en el monte Gerizim pocos años más
tarde, en el año 36 d. C., indujo al César a destituir a Pilato (Antigüedades
xviii. 4. 1-2).
Había mezclado. Fueron muertos mientras ofrecían
los sacrificios.
2. Más
pecadores que todos. Esta respuesta da a entender que los mensajeros y el
público reunido alrededor de Jesús consideraban que la matanza era, por lo
menos en cierto grado, un castigo divino para los que habían muerto (cf. Job
4:7-8; 8:4, 20; 22:5; Juan 9:1-2). Pero
Jesús negó enfáticamente esta idea. Siempre que surgía la oportunidad de
hacerlo, Jesús contradecía la idea popular de que el sufrimiento es siempre y
necesariamente un castigo por el pecado.
La tendencia a pensar que Dios causa los accidentes o
las desgracias procede de Satanás, quien procura por este medio inducir a los
hombres a que piensen que Dios es un Padre duro y cruel.
3. Arrepentís. El tiempo del verbo griego indica una acción
continuada, por lo tanto Jesús aquí los insta a perseverar en el arrepentimiento.
El castigo por el pecado se consumará en el gran juicio final. Jesús no condena
ni a Pilato ni a los galileos. Si alguno de los judíos estaba esperando que
Jesús condenara la crueldad de Pilato, quedó decepcionado. El cristiano, si así
lo desea, puede aprender de todas las vicisitudes a caminar más perfectamente y
con corazón humilde delante de Dios.
Los Fracasos, las desgracias y las calamidades, ya
sean ajenas o propias, pueden enseñarle al humilde y receptivo hijo de Dios
lecciones preciosas que no se aprenden de ningún otro modo.
4. La torre en Siloé. Esta torre probablemente estaba
cerca del estanque de Siloé, y, sin duda, formaba parte de las fortificaciones
de Jerusalén. Con referencia al estanque
de Siloé, ver t. I, p. 129; t. II, p. 89; com. 2 Rey. 20:20; Neh. 3:15; Juan 9:7.
Culpables. Gr. ofeilét's, "deudor", empleado en el
sentido de "culpable" o también refiriéndose a uno que ha
ofendido. No se usa el adjetivo
hamartolós, traducido "pecadores" en el vers. 2 (cf. Mat. 6:12; Luc. 7:41).
5. Os arrepentís. Ver com. vers. 3.
6. Esta parábola. Con referencia a la enseñanza de
Jesús por medio de parábolas y los principios que rigen la interpretación de
las mismas, ver pp. 193-197.
En esta parábola Jesús quiso enseñar la relación entre
la misericordia y la justicia divina (PVGM 167). Además, se presenta la
paciencia de Dios frente a la necesidad que tiene el hombre de arrepentirse
oportunamente.
Una higuera. La parábola de la higuera ilustra apropiadamente la verdad de que Dios ama aun a los que no dan frutos, pero que su misericordia puede finalmente agotarse. La higuera debía ser cortada si no producía un fruto aceptable (cf. Isa. 5:1-7).
La higuera representa, en sentido general, a cada
persona; y en un sentido especial, a la nación judía.
En su viña. Hasta el día de hoy es común ver higueras entre los
viñedos de Palestina.
No lo halló. Ver com. Mar. 11:13.
7. Hace tres años. El dueño de la viña había
calculado que la higuera tardaría tres años en dar fruto, y este tiempo ya
había transcurrido. Le había dado amplia
oportunidad para llevar fruto, si es que alguna vez lo iba a producir.
Inutiliza también. La higuera no sólo no daba fruto
sino que ocupaba un terreno que de otro modo podía ser productivo. La nación
judía había llegado al punto en que no sólo era inútil en el cumplimiento del
papel que Dios le había designado, sino que también se había convertido en un
obstáculo en la predicación a otros del plan de salvación (ver PVGM 170; t. IV,
pp. 33-34).
8. Déjala. Se ha sugerido que los tres años del vers. 7 se
refieren, en forma figurada, a los tres primeros años del ministerio de Jesús. El
año que transcurría en ese momento (el 4.º) sería entonces el año de gracia,
pues ya habían transcurrido más de tres años desde el bautismo de Jesús (ver
com. Mat. 4:12), y restaban sólo unos pocos meses para su crucifixión (ver com.
Luc. 13:1). La misericordia de Dios seguía esperando y exhortando a la nación
judía para que se arrepintiera y aceptara a Jesús como el Mesías. Pero junto a
la prolongación de la misericordia estaba la advertencia implícita de que esta
oportunidad sería la última.
Yo cave... y la abone. El viñador sin duda le había
dedicado tanto cuidado a la higuera como a los otros árboles de la viña. Pero
en este último intento por ayudarla para que produjera fruto, parece que hizo más
que nunca antes (ver Isa. 5:1-4; com. Mat. 21:37).
9. Si diere fruto, bien. Literalmente "si diere fruto
en el futuro". La declaración queda en suspenso. Se trata de una
reticencia, figura de retórica que consiste en dejar incompleta una declaración
o no concluir una explicación, para que se entienda mejor lo que se calla y a
veces más de lo que se dice. "A ver si da fruto para el año que viene ...;
si no, la cortarás" (NC).
Si no. Nada se dice en cuanto al resultado final de la
prueba.
10. Enseñaba Jesús. [Jesús sana a una mujer en el día
de reposo, Luc. 13:10-17. Con referencia a los milagros, ver pp. 198-203.] Es
probable que
esto ocurriera en Perea, unos meses antes de la crucifixión (ver com, vers. 1).
Esta es la última vez que se menciona en los Evangelios que Jesús enseñó en una
sinagoga. En cuanto a la descripción de la sinagoga y sus servicios, ver pp.
57-60; y en relación con una ocasión anterior cuando Jesús fue acusado por los
dirigentes religiosos por haber sanado en una sinagoga en día sábado, ver
com. Mar. 3: 1-6. Para otros hechos ocurridos en la sinagoga,
ver Luc. 4: 16-30; Mar. 1:21-28. En cuanto a otra curación hecha en sábado, ver
Juan 9: 1-14. En las pp. 200-203 aparece una lista de los milagros realizados
en sábado.
En el día de reposo. Gr. en toís sábbasin, literalmente
"en los sábados". Sin embargo, no debe entenderse como plural, sino
como un sábado específico. Esta era la manera común de expresarse en esa época.
11. Andaba encorvado. Gr. sugkúptÇ,
"encorvarse" como si se llevara una carga. Este verbo también aparece
como término médico para referirse a la curvatura de la columna.
12. Eres libre. O "quedas libre" (BJ).
13. Puso las manos. Ver com. Mar. 1:31; 7:33;
cf. Luc. 4:40; 5:13; 8:54; 22:51.
14. Principal. Ver p. 58; com.
Mar. 5:22.
Dijo. El griego dice "respondió". Hasta donde
se sepa, nadie le había hablado al principal de la sinagoga ni le había
preguntado nada. Respondió a la situación creada por la curación de la mujer
enferma, y en este sentido, lo que dijo fue una "respuesta" (ver com.
cap. 14:3).
A la gente. El principal de la sinagoga estaba enojado con
Jesús; pero evidentemente no se atrevía a atacarlo en forma personal y por eso
se dirigió a la gente.
Seis días hay. Según los reglamentos rabínicos podía atenderse en
día sábado a un enfermo en caso de que peligrara su vida (Mishnah Yoma 8. 6);
pero no era lícito prestar cuidados especiales a un enfermo crónico en día
sábado. Esta mujer quizá había asistido a esa sinagoga durante los 18 años de
su enfermedad, y por eso su caso no se consideraba urgente. Este modo de razonar indica que la mujer
podría haber esperado hasta después del sábado (ver com. Mar 1:32-33; 3:1-6;
Juan 5:16).
15. Hipócrita. La evidencia textual establece (cf. p. 147) el uso
del plural, "hipócritas". Jesús se dirigió al principal de la
sinagoga y a todos los que lo apoyaban o simpatizaban con él. Con referencia a
la palabra que se traduce como "hipócrita", ver com. Mat. 7:5; 6:2.
Pesebre. La palabra traducida como "pesebre"
aparece sólo aquí y en Luc. 2:7,12,16 (ver com. cap. 2:7).
16. Hija de Abraham. No sólo era un ser humano, y por
lo tanto de valor infinitamente mayor que un animal, sino que también pertenecía
a la raza escogida. Es probable que este argumento tuviera efecto en la gente y
sirviera para hacer callar al principal de la sinagoga (vers. 17), aunque no
necesariamente lo convenciera de que estaba equivocado.
Satanás había atado. Cf. Isa. 61:1-3; Isaías dice que
el Mesías libertaría a los cautivos de Satanás. Estas palabras de Jesús no
necesariamente significan que la mujer había sido atacada a propósito por
Satanás. Quizá sólo quería decir que Satanás es el gran responsable de toda
enfermedad.
17. El pueblo se regocijaba. El interés de Jesús por la mujer
llevaba implícita una reprensión para el principal de la sinagoga, quien, según
parece, no había hecho nada en favor de la mujer durante los 18 años de su
enfermedad. Se enojó con Jesús (vers. 14); pero la gente se regocijó.
18. El reino de Dios. [Crecimiento del reino de los cielos,
Luc. 13:18-30. Cf. com. Mat. 13:31-33; con referencia a las
parábolas, ver pp. 193-197.] Ver com. Mat. 3:2; 5:2-3; Mar. 3:14; Luc. 4:19.
19. Grano de mostaza. Aquí Cristo repite una de las
parábolas que había pronunciado junto al mar de Galilea casi un año y medio
antes (DTG 452; ver com. Mat. 13:31-32).
21. Levadura. Otra parábola que Jesús probablemente había
pronunciado en diferentes ocasiones (ver com. Mat. 13:33).
22. Encaminándose a Jerusalén. Ver com. Mat. 19:1. No se sabe si
esta jornada es parte del largo viaje desde Galilea a Jerusalén, pasando por
Samaria y Perea, o si se trata de otro viaje posterior de Perea a Jerusalén. La
última vez que salió de Galilea probablemente fue algún tiempo antes de esto, y
quizá debería considerarse como un viaje aparte. Aunque las actividades de
Jesús tuvieron su centro en Perea y Samaria durante los últimos seis meses de
ministerio, visitó Betania y Jerusalén en varias oportunidades; pero sólo por
corto tiempo a causa de la enemistad de los dirigentes judíos. Ver com. Luc. 9:51.
23. Alguien le dijo. No se sabe quién fue el que
habló.
Pocos los que se salvan. Esta era una pregunta abstracta,
teórica y teológico que se discutía con mucho entusiasmo (ver 2 Esdras 8 [lib. IV,
Vulgata latina], libro de fines del siglo I d. C.).
24. Esforzaos. Gr. agÇnízomai "luchar"; relacionado con
el sustantivo agÇn, "lucha", "contienda",
"pleito" y también con el sustantivo agÇnía, "angustia". "Agonía"
y "agonizar" derivan de este vocablo griego. El sentido primario del
verbo agÇnízomai es el de luchar en una competencia atlética para conquistar el
premio, y por eso llegó a tener el sentido general de "luchar" o
"esforzarse". AgÇnízomai se usa algunas veces en el NT para referirse
a la lucha del cristiano para entrar en el reino de los cielos (1Cor. 9:25;
Col. 1:29). En 1 Tim. 6:12 y 2 Tim. 4:7 se traduce "pelear", y se
emplea para referirse a la batalla de la vida cristiana. En Juan 18:36 también
se traduce "pelear". Ver com. Mat. 7:13-14.
Jesús no respondió directamente a
la pregunta que se le había hecho (vers. 23); y en cambio, basó su respuesta en
la verdad de que nuestra principal preocupación no debe ser cuántos se salvarán
sino que nosotros mismos seamos salvos. Jesús enseñó en la parábola de
la semilla de mostaza, que muchos entrarán en el reino (ver com. Mat. 13:31-32); y en la parábola de la
levadura destacó la influencia transformadora del Evangelio sobre la vida, y
cómo esa influencia prepara para el reino eterno (ver com. Mat. 13:33).
25. Cerrado la puerta. Con referencia a este versículo,
ver com. Mat. 25:1-13; y en cuanto a la importancia de la puerta cerrada, ver
com. Mat. 25:7.
No sé de dónde sois. Ver com. Mat. 7:23; 25:12.
26. En nuestras plazas enseñaste. Ver com. Mat.
7:22.
27. Apartaos de mí. Ver com. Mat. 7:23.
Hacedores de maldad. Ver com. Mat. 7:21-28.
28. El llanto y el crujir de dientes. Ver com. Mat.
8:12; 13:42.
Vosotros estéis excluidos. Ver com. Mat. 22:11-14; cf. Luc.
16:22-23.
29. Vendrán del oriente. Jesús cita aquí, en parte, las
palabras de Isa. 49:12, que se refieren a la reunión de los gentiles en la casa
de Dios (ver t. IV, pp. 28-35).
Se sentarán. Literalmente "se reclinarán"; esta era
la posición que se acostumbraba en las fiestas (ver com. Mar. 2:15).
Cuando los judíos se referían a las delicias del reino
mesiánico, solían hablar de sentarse a la mesa de la fiesta del Mesías (ver
com. Luc. 14:15; cf. Apoc. 19:9).
30. Y primeros que serán postreros. Jesús repitió
esta enseñanza en diversas ocasiones (Mat. 19:30; 20:16), como una advertencia
para quienes se consideraban seguros de su admisión en el reino del Mesías
porque eran hijos de Abrahán. Los que habían tenido la mejor posibilidad para
entrar no habían aprovechado sus oportunidades (ver t. IV, pp. 28-35), sino
habían descuidado las ventajas que se les habían concedido (ver com. Luc.
14:18-24).
Los gentiles, a quienes los judíos despreciaban y
consideraban indignos y no aptos para entrar en el reino, en muchos casos
lograrían con mayor facilidad un lugar en la mesa mesiánica, por la sencilla
razón de que habían aprovechado mejor sus oportunidades que los judíos.
31. Aquel mismo día. [Lamento de Jesús sobre
Jerusalén, Luc. 13: 31-35.] La evidencia textual establece (cf. p. 147) el
texto: "en aquella misma hora"; "en aquel momento"
(BJ). Lucas suele emplear esta expresión
para indicar una relación temporal muy próxima con la narración inmediata que
precede. Con referencia a las
circunstancias de este episodio, ver com. vers. 1.
Fariseos. Ver pp. 53-54. Los fariseos en conjunto eran ahora
enemigos de Jesús, y estaban decididos a hacerlo morir. Ver com. Mat. 19:30;
20:18-19.
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/04/los-judios-del-primer-siglo-de-la-era.html
Sal, y vete de aquí. Esto ocurrió, según parece, en el
territorio de Herodes Antipas, que comprendía Galilea y Perea (ver com. cap.
3:1). Como Jesús había partido de Galilea por última vez unas semanas antes
(ver com. Mat. 19: 1-2), en esta ocasión
debe haber estado en Perea.
Herodes te quiere matar. Aproximadamente un año antes, Herodes había hecho matar a Juan el Bautista (ver com. Mar. 6:14-29). Pero como Herodes temía a Jesús (ver com. Mat. 14:1-2) y a la vez tenía deseos de verle (Luc. 23: 8), es muy poco probable que realmente procurara matarlo.
Los
fariseos quizá se valieron de este ardid con el intento de asustar a Jesús para
que se fuera de Perea a Judea, donde ellos podrían apresarlo. Los dirigentes de
los judíos habían estado tramando durante casi dos años la muerte del Salvador
(DTG 184, 367; Juan 11:53-54, 57; ver com. Mat. 15:21), y los judíos hacía poco
habían intentado dos veces apedrearle (Juan 8:59; 10:31; 11:8).
32. Aquella zorra. Quizá dijo esto para dar más
realce a la astucia de Herodes que a su rapacidad. Ver. p. 65. Algunos sospechan que el calificativo
"zorra" podría más bien referirse a la maniobra de los fariseos (ver
com. vers. 31).
Hoy y mañana. La hora de Jesús todavía no había llegado; aún
tenía una obra que terminar.
Al tercer día. Esta es una
ilustración muy clara de la costumbre común en el Cercano Oriente de emplear el
cómputo inclusivo. Según el cómputo judío, el tercer día era el día después de mañana (vers.
33); pero según nuestro uso, ése es el segundo día. Con referencia al cómputo inclusivo, ver t.
1, pp. 191-192; t. V, pp. 239-242. Sin embargo, aquí Cristo habla en forma
figurada acerca del tiempo cuando su ministerio habría de terminar. Es momento, aunque más distante que los tres
días, estaba cercano.
Termino mi obra. Gr. teleióumai, forma pasiva del
verbo teleióÇ, "terminar", "completar", "acabar",
"perfeccionar" (ver com. Mat. 5:48), es decir, "soy
completado". Jesús tal vez se estaba refiriendo a su muerte, con la cual
completaría o perfeccionaría su ministerio terrenal. Según Heb. 2:10, Jesús fue
perfeccionado por medio del sufrimiento (cf. Heb. 5:9). En su oración
intercesora, antes de entrar en el huerto de Getsemaní, Jesús declaró: "He
acabado [del verbo teleióÇ] la obra que me diste que hiciese" (Juan 17:4).
Con referencia al plan trazado previamente para la vida de Jesús, ver com. Luc.
2:49.
33. Es necesario que... siga mi camino. Ver com. cap.
2:49. Jesús debía continuar con su obra asignada, y no interrumpiría su ministerio
por causa de Herodes. El día es el tiempo habitual para caminar y trabajar.
Fuera de Jerusalén. Jesús no quiso decir que los
profetas no podían morir fuera de Jerusalén, sino que Jerusalén era la ciudad
que mataba a los profetas, como lo explica de inmediato en el vers. 34. Jesús
no tenía temor de que algo le ocurriera mientras trabajaba en el territorio que
gobernaba Herodes, pues sabía perfectamente que moriría en Jerusalén.
34. Jerusalén, Jerusalén. Con referencia a los vers. 34-35,
ver com. Mat. 23:37-39. 5CBA
COMENTARIOS DE EGW
1-9. PVGM 167-172. "ALIENTO EN LAS DIFICULTADES"
(Basado En San Lucas 13:1-9).
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/17-aliento-en-las-dificultades-palabras.html
18-19. PVGM 54-57. "PEQUEÑOS COMIENZOS, GRANDES RESULTADOS"
(Basado
En San Mateo
13:31,32; San Marcos 4:30-32; San Lucas 13:18,19).
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/10/05-pequenos-comienzos-grandes.html
20-21 PVGM 68-74. “UN PODER QUE TRANSFORMA Y ELEVA”
(Basado En San
Mateo 13:33; San Lucas 13:20,21).
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/10/07-un-poder-que-transforma-y-eleva.html
25. Ed 257. La oración y la
fe están íntimamente ligadas y necesitan ser estudiadas juntas. En la oración
de fe hay una ciencia divina; es una ciencia que debe comprender todo el que
quiera tener éxito en la obra de su vida.
Cristo dice: "Todo lo que
pidiereis orando, 258 creed que lo recibiréis, y os vendrá". *Mar. 11:24.
Él explica claramente que nuestra petición debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios; debemos pedir cosas que él haya prometido y todo lo que recibamos debe ser usado para hacer su voluntad. Cuando se satisfacen las condiciones, la promesa es indubitable.
26-27. DTG 766. ¿Cuáles serían los
sentimientos de un padre y una madre si supiesen que su hijo, perdido en el
frío y la nieve, había sido pasado de lado y que le dejaron perecer aquellos
que podrían haberle salvado?
¿No Estarían
Terriblemente Agraviados, Indignadísimos?
¿No Denunciarían A
Aquellos Homicidas Con Una Ira Tan Ardiente Como Sus Lágrimas, Tan Intensa Como
Su Amor?
LOS SUFRIMIENTOS DE
CADA HOMBRE SON LOS SUFRIMIENTOS DEL HIJO DE DIOS, y los que no
extienden una mano auxiliadora a sus semejantes que perecen, provocan su justa
ira. Esta es la ira del Cordero. A los que aseveran 766 tener comunión con
Cristo y sin embargo han sido indiferentes a las necesidades de sus semejantes,
les declarará en el gran día del juicio: "No os conozco de dónde
seáis; apartaos de mí todos los obreros de iniquidad." (Lucas 13:27).
EN EL MANDATO Dirigido A Sus
Discípulos, Cristo No Sólo Esbozó Su Obra, Sino Que Les Dio Su Mensaje.
ENSEÑAD Al Pueblo, Dijo,
"Que Guarden Todas Las Cosas Que Os He Mandado."
LOS DISCÍPULOS HABÍAN DE
ENSEÑAR Lo Que Cristo Había Enseñado. Ello Incluye Lo Que Él Había Dicho, No
Solamente En Persona, Sino Por Todos Los Profetas Y Maestros Del Antiguo
Testamento.
EXCLUYE la enseñanza humana.
No hay lugar para la tradición, para las teorías y conclusiones humanas ni para
la legislación eclesiástica.
NINGUNA LEY ORDENADA
POR LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA ESTÁ INCLUIDA EN EL MANDATO. Ninguna de estas
cosas han de enseñar los siervos de Cristo. "La ley y los profetas,"
con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los
discípulos para ser dado al mundo.
PVGM 340. Las Diez Vírgenes Están Esperando En El
Atardecer De La Historia De Esta Tierra. Todas
aseveran ser cristianas. Todas han recibido un llamamiento, tienen un
nombre y una lámpara: todas profesan estar realizando el servicio de Dios.
Aparentemente todas esperan la aparición de Cristo. 340 Pero cinco no están
listas. Cinco quedarán sorprendidas y espantadas fuera de la sala del
banquete.
En el día final,
muchos pretenderán ser admitidos en el reino de Cristo, diciendo: "Delante
de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste". Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros?" Pero la respuesta es: "Dígo os que
no os conozco; apartaos de mí". Lucas 13:26,27; Mateo 7:22.
En Esta Vida No Han Practicado El Compañerismo
Con Cristo; por lo tanto no conocen el lenguaje del cielo, son extraños a sus
gozos. "¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios". 1Cor. 2:11.
Las Más Tristes De Todas Las Palabras Jamás
Escuchadas Por Oídos Mortales Son Las Que Constituyen La Sentencia: NO
OS CONOZCO". El compañerismo
del Espíritu, que vosotros habéis despreciado, es lo único que podría
identificaros con la gozosa multitud en la fiesta nupcial. No podéis
participar en esa escena. Su luz caería sobre ojos cegados, su melodía en
oídos sordos. Su amor y su gozo no haría vibrar ninguna cuerda de alegría
en el corazón entumecido por el mundo. Sois excluidos del cielo por
vuestra propia falta de idoneidad para habitar en él.
No Podemos Estar Listos Para Encontrar Al Señor Despertándonos Cuando Se
Oye El Clamor: "He aquí el esposo", y entonces recoger nuestras lámparas
vacías para llenarlas. No podemos mantener a Cristo lejos de nuestra vida
aquí, y sin embargo ser hechos idóneos para su compañerismo en el cielo.
34-35. DMJ 572. La
Compasión Divina Se Leía En El Semblante Del Hijo De Dios Mientras Dirigía Una
Última Mirada Al Templo Y Luego A Sus Oyentes. Con Voz Ahogada Por La
Profunda Angustia De Su Corazón Y Amargas Lágrimas, Exclamó: "¡Jerusalem, Jerusalem, que matas a los
profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡cuántas veces quise juntar
tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no
quisiste!" Esta es la lucha de la separación. En el
lamento de Cristo, se exhala el anhelo del corazón de Dios. Es la misteriosa
despedida del amor longánime de la Divinidad. Los Fariseos Y Saduceos Quedaron Todos Callados.
Ministerio Hno. Pio
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