jueves, abril 23, 2020

REFLEXIÓN 215. LA BONDAD DE DIOS (Salmo 81).


El Salmo 81, es un canto que expresa el gozo de servir al Dios bondadoso y la necedad perversa de no oír su voz 
y aplicar sus requerimientos.

Al músico principal; sobre Gitit. 
Salmo de Asaf.
1 Cantad con gozo a Dios,
fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.
2 Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.
3 Tocad la trompeta en la nueva luna,
En el día señalado, 
en el día de nuestra fiesta solemne.
4 Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.
5 Lo constituyó como testimonio en José
Cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí lenguaje que no entendía;
6 Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos fueron descargadas de los cestos.
7 En la calamidad clamaste, y yo te libréTe respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. 
8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres,
9 No habrá en ti dios ajeno,
Ni te inclinarás a dios extraño.
10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.
11 Pero Mi Pueblo No Oyó Mi Voz,
E Israel no me quiso a mí.
12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.
13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!
14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.
15 Los Que Aborrecen A Jehová Se Le Habrían Sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.
16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, 
Y con miel de la peña les saciaría.

*EL Salmo 81 es un himno festivo, tal vez compuesto para ser cantado en una de las grandes fiestas hebreas, probablemente en la pascua o la fiesta de los tabernáculos.  Comienza con una gozosa invitación a participar en el culto del festival (ver 1-5).  Después, mediante el repaso de la relación de Dios con Israel en lo pasado, se presenta el significado del festival, se amonesta al pueblo y se lo insta a andar en los caminos de Dios (vers. 6-16).  En la primera parte habla el salmista; en la segunda lo hace Dios, que se dirige al pueblo.  En vista de las bendiciones pasadas, reclama su obediencia y, como resultado de ésta, le promete bendiciones.  En el ritual moderno de la sinagoga se canta el Sal. 81 en el día de año nuevo judío. 


*Cantad con gozo. O sea, con gran fervor y sinceridad.
 (ver 2 Crón. 20: 19; Sal. 33: 3). 
En los primeros versículos (vers. 1-5), hay una invitación al culto. Con los diferentes instrumentos mencionados.
(La Nueva luna no está mencionada en las fiestas solemnes de Lev. 23. Pero es posible que coincidiera con algunas de estas fiestas).
*Las fiestas debían celebrarse con alegría, porque Dios las había designado y porque se las consideraba como un privilegio especial del pueblo de Dios (Lev. 23: 23-25).
Lo constituyó como testimonio en José. Por José se representa aquí a la nación de Israel, quizá, por causa del papel importante que él desempeñó durante la permanencia en Egipto (ver Sal. 80: 1; cf.  Gén. 49: 26).
Cuando salió por la tierra de Egipto. Tal vez esto se refiera al éxodo, y especialmente a las plagas.  Quizá esta frase indique la décima plaga, que dio como resultado la liberación de los israelitas.
Oí lenguaje. Es probable que esta frase deba ser una introducción a lo que sigue: la reprensión de Dios, vers. 6-16. No hay indicación de que haya cambio de la persona que habla.  Esas transiciones abruptas son comunes en hebreo.

Vers. 6-7. Describe su estadía en Egipto y como fue librado por Dios y su paso por el desierto y como Dios los probó. 
Ver Exo. 17: 1-7; Núm. 20: 13; cf. Sal. 78: 20.

“Una fe que nos probada, no es verdadera fe”
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 1 Pedro 4:12,13.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12.
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:6,7.

Vers. 8-10. Pueblo mío. Aunque rebelde, Israel era todavía el pueblo de Dios (vers. 11). ¡Cuán bendito el pensamiento de que Dios no desecha de inmediato a su pueblo!
Dios ajeno. Aquí se alude al segundo mandamiento del Decálogo (Exo. 20: 4-6; Deut. 5: 8-10).
Yo soy. Ver Exo. 20: 2; cf. Deut. 5: 6. En vista de la tendencia olvidadiza de Israel, se necesitaba continuamente este recordativo.
Abre tu boca. Dios redimió a Israel de Egipto, y después suplió todas sus necesidades, tanto materiales como espirituales. Los dones de Dios son siempre abundantes.
 (Efe. 3: 20).

Vers. 11-12. Mi pueblo. Ver com. vers.  8. Se continúa del discurso principal, suspendido en el vers. 7.
No oyó. Deut. 32: 15, 18; Sal. 78: 10, 41, 56; cf. 
2 Rey. 17: 14; 2 Crón. 36: 15, 16; Eze. 20: 8; Ose. 9: 17.

(Cuantos problemas nos evitaríamos, si supiéramos escuchar. Mama decía ¿no puedes escuchar, 
Tienes oído de tronco?” Israel tenia oído de tronco. 
Es la única manera de comprender, como viendo sus maravillas no obedecieron. Nosotros aún estamos en desventaja hasta cierto punto, porque no vimos como ellos vieron a Dios en el Sinaí. 
Pero queda aún el dilema entre oír a Dios o no).

Los Dejé. El Espíritu de Dios no contiende para siempre con los hombres (Gén. 6: 3). Cuando la gente persiste en la rebelión y en la dureza de corazón, Dios permite que siga su camino y sufra el resultado de su elección. El gobierno de Dios se basa en el libre albedrío, pues él no fuerza la voluntad de los individuos.  
Advierte que la desobediencia lleva a la ruina, pero a nadie impide que escoja lo contrario. 
Ver PP. 469,470.

Vers. 13.  Si me hubiera oído mi pueblo.
Dios deja de dirigirse al Israel del pasado para hablar al Israel del presente.  Señala cuáles serían los resultados de la fiel obediencia a sus mandamientos.
Si ... Hubiera Andado. Mejor, "si ... siguiera". 
Cf.  Deut. 5: 29; 32: 29; Isa. 48: 18; Luc. 19: 42.

“Cuantos no dicen hoy: ¡por qué no escuche el consejo de mis padres! ¡mi vida sería distinto hoy!
La vida, es un camino de una sola vía: de ida y no hay retorno. Las decisiones que tomamos hoy; definirán nuestra estadía feliz o infeliz en esta vida. 
La segura decisión; está en obedecer los lineamientos de Dios y todo saldrá bien”.

Vers. 14. Habría yo derribado.
Mejor, "habría pronto subyugado". Dios se dirige al Israel de los tiempos del salmista.
El precio de la liberación de manos del enemigo
 es el arrepentimiento y la obediencia.

Vers. 15. Se le habrían sometido. Mejor, "se le someterían".
El tiempo de ellos seria para siempre. Es decir, como nación. 
“Y Israel dejó de ser nación por milenios. Recién en 1948; Renació como tal. Pero como pueblo elegido por Dios, dejó de ser para siempre. Ahora el nuevo Israel es mundial, compuesta por todos los que creen en Jesús y guardan sus 10 Mandamientos.
(El Remanente de Israel). Rom. 9; Apoc. 14:12; 12:17. 
Y es por su iglesia, por medio del cual cumplirá sus propósitos originales de ser bendición para el mundo. Y preparar un pueblo celoso de buenas obras; que esté de pie cuando vuelva Jesús. Efesios 2:10; Tito 2:14; 
1Tes. 5:15-23; Apoc. 6:17”.

16. Les Sustentaría Dios Con Lo Mejor Del Trigo, 
Y Con Miel De La Peña Les Saciaría
Literalmente, "gordura" (ver Deut. 32: 14; Sal. 147: 14).  Cuando Dios prodiga sus dádivas, elige lo mejor.  No hay mezquindad alguna en la generosidad de nuestro Padre celestial. La mejor y más pura miel, almacenada por las abejas en las grietas de la peña (ver Deut. 32: 13).

Finalmente, la mejor decisión que podamos tomar hoy; es escuchar la voz de Dios y seguir sus consejos, y todo nos irá bien a nosotros y a nuestros descendientes para siempre. Amen. 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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