sábado, junio 06, 2020

REFLEXIÓN 259. NUESTRA ÚNICA SEGURIDAD (Salmo 125).


El Salmo 125, Presenta a Dios, 
como la única seguridad del justo.

Cántico gradual.
1 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,
 Que no se mueve sino que permanece para siempre.
2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, 
Así Jehová está alrededor de su pueblo, 
Desde ahora y para siempre.
3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; 
No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.
4 Haz bien, oh Jehová, a los buenos, Y a los que son rectos en su corazón.
5 Mas a los que se apartan tras sus perversidades, 
Jehová los llevará con los que hacen iniquidad; 
Paz sea sobre Israel.

En el Sal. 125 se desarrolla el tema de la seguridad que pueden tener los justos de que el Señor los guarda constantemente.  La situación geográfica de Jerusalén hacía de ella,
 para los antiguos, una ciudad segura; del mismo modo, los que confían en Dios 
estarán seguros frente a las maquinaciones de los impíos; 
están a salvo de todos los dardos mortales del enemigo.

1. Monte de Sion. Ver Sal. 48: 2.
2. Alrededor de ella. Jerusalén está situada estratégicamente sobre una cadena montañosa (ver com.  Sal. 48: 2), separada de los cerros vecinos por el valle del Cedrón al este, por el de Hinom al sur, y de la antigua ciudad por el valle Tiropeón al oeste.  Los cerros vecinos son más elevados.
  Por ejemplo, el monte de los Olivos alcanza una altura de unos 893 m, 
mientras que el punto más alto de la ciudad antigua está a unos 810 m sobre el nivel del mar. 
Esta posición geográfica hacía de ella una ciudad muy segura.
Alrededor de su pueblo. Así como esas montañas circundan la ciudad, también el círculo siempre creciente del amor de Dios rodea a su pueblo y mantiene a sus hijos dentro del redil, a la vez que impide que entren quienes puedan perjudicarlos.
3. Vara de la impiedad. Es decir, el cetro de los paganos.  Los justos no serían dominados por los impíos, para que la prolongada opresión y la continua asociación con éstos 924 no indujera a Israel a adoptar sus malas costumbres.
4. Haz bien, oh Jehová, a los buenos, Y a los que son rectos en su corazón. 
Algunos versículos al respecto. Salmos 19:8: Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
Salmos 36:10: Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.
Salmos 97:11: Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón.
Salmos 111:1: Alabaré a Jehová con todo el corazón En la compañía y congregación de los rectos.
Salmos 119:128: Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, 
Y aborrecí todo camino de mentira.
Salmos 119:39: Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios.
5. Mas a los que se apartan tras sus perversidades, 
Jehová los llevará con los que hacen iniquidad.
Jeremías 17:13: ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
Sofonías 1:2. Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. 
5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom; 6 y a los que se apartan de en pos de Jehová, 
y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron.
Tito 1:14: no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres 
que se apartan de la verdad.
Paz. En contraste con la confusión y la intranquilidad que caracterizan a los impíos,
 los justos experimentan la paz (ver Sal. 122: 6-8). 3CBA

¿En que radica tu seguridad hoy?
En estos tiempos cuando nuestra seguridad, están frágil, debemos mirar a Dios; y confiar en él. 
Confiar en Dios, es lo mejor que podemos hacer hoy. Desarrollemos ese vínculo santo. ¿Cómo? Pasando tiempo en oración y estudio de su palabra. Y luego guardando en el corazón todo lo que nos dice; para ponerlo en práctica. Amen.
Ministerio Hno. Pio

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